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Entrevista a Eric Mazur: “La educación formal acaba con nuestra motivación intrínseca por aprender”

Entrevista/04 Junio 2020/Autor: Nacho Meneses/elpais.com

Eric Mazur, experto en innovación educativa, apuesta por un aprendizaje interactivo que se aleja de los modelos tradicionales basados en clases magistrales y memorización de datos

Escuchar, tomar notas, memorizar y reproducir información en exámenes que, más allá de la pandemia, apenas han cambiado con el paso del tiempo: así son las líneas generales de muchos de los sistemas educativos actuales y pasados. Pero ¿cuánto recordamos, a medio y largo plazo, de lo que aprendemos en una clase? La respuesta, en la mayoría de los casos, es que poco, y gran parte de la culpa tiene que ver con la manera en que se transmite ese conocimiento: “La educación es uno de los sectores que más innovación necesitan, porque básicamente seguimos enseñando de la misma manera en que lo hacíamos hace cientos de años”, afirma Eric Mazur, catedrático de Física y Física Aplicada en la Universidad de Harvard, y creador del método interactivo denominado Peer Instruction, o instrucción entre pares.

Un sistema perfeccionado a lo largo de 30 años que, ante todo, se aleja de las sempiternas lecciones magistrales que tienen al profesor como protagonista: aquí, los estudiantes se preparan el material antes de acudir a clase, y esta se articulará después a través de las preguntas del profesor y del debate de los propios estudiantes, de manera que se priorice la comprensión por encima de la memorización. Mazur, asesor del Simposio de Educación del Programa Académico Internacional de la Universidad Autónoma de Madrid, ha compartido ya su peer instruction en más de un millar de charlas alrededor de todo el mundo.

Pregunta. ¿De qué manera se diferencia la instrucción entre pares de una clase tradicional?

Respuesta. Enseño a través de las preguntas para ayudarles a desarrollar modelos mentales y a que extraigan información de ellos. Cuando empecé a implementar este método, no teníamos ningún tipo de tecnología; yo solo hacía una pregunta y les pedía a mis alumnos que, usando sus dedos en el pecho (más tarde empezamos a usar dispositivos contadores), escogieran de entre varias opciones la que ellos creían que era la correcta. Ahora, con las clases virtuales, ellos escriben su respuesta en la plataforma.

Intentaba formular mi pregunta para que, aproximadamente, la mitad de los alumnos acertaran la respuesta. Luego les pedía que buscaran un compañero o compañera cerca que tuviera una distinta, para intentar convencerle de que la suya era la buena. Por unos minutos, todo se volvía muy caótico, y después les pedía que votaran otra vez. Con el paso del tiempo, llegué a la conclusión de que debíamos alejarnos del auditorio; y en mis clases de ahora los estudiantes se sientan en grupos de cinco, alrededor de una mesa, y yo facilito sus debates.

P. Usted sostiene que la pandemia de coronavirus es también una oportunidad. ¿En qué sentido?

R. Con respecto al cambio y a la innovación. Al principio de mi carrera, me di cuenta de que los estudiantes no estaban aprendiendo realmente nada de mis clases, porque lo único que sacaban de ellas eran unos apuntes que intentaban memorizar y luego regurgitar en los exámenes, pero que nunca podían traducir en conocimientos en ningún otro campo. Si les proponía un problema que no habían visto antes, no eran capaces de resolverlo; y el motivo era que me había centrado exclusivamente en la transferencia de conocimiento, más que en hacer que este tuviera sentido. Y la educación ha de comprender ambos pasos.

En el siglo XXI, cuando la información es abundante y ubicua, ¿por qué no dar a los estudiantes la responsabilidad sobre la parte fácil, que es la transferencia de información, y en clase enseñar por medio de preguntas y proyectos, trabajando para que tenga sentido, con la guía del profesor? La pandemia ha dejado claro que este es el mejor momento para el cambio: cuando los profesores empezaron a dar clase con programas como Zoom, vieron que solo un 40 % de los estudiantes las sigue en directo, porque pueden verla en otro momento que quizá sea más conveniente para ellos. Ello demuestra que la interacción entre el profesor y el alumno no necesita ser síncrona, porque el profesor puede dar la clase y mandar después el enlace; si no estás muy interesado en algo, puedes avanzar en la grabación o reproducirla más rápido; o verla de nuevo si, por el contrario, te interesa mucho. Y no puedes hacer nada de esto en directo.

La pandemia proporcionó el momento perfecto para pensar en tres cosas: una, si el foco ha de situarse en el educador o en el estudiante; dos, si deberíamos trasladar todo lo que podamos del proceso educativo a actividades asíncronas, para hacer un mejor uso del tiempo síncrono; y tres, si el instructor ha de fijar el ritmo de las actividades, o si cada alumno debería marcar su propio ritmo, y decidir si quieren hacer algo más despacio o más rápido. Lo que hemos visto en estas circunstancias es que cuando más nos movamos hacia lo asíncrono, hacia un enfoque centrado en el alumno en el que este marque su propio ritmo, más mejoramos la educación.

P. ¿Qué tiene de malo la memorización?

R. Memorizar nunca funciona del todo, porque tendemos a recordar las cosas que usamos, no las que memorizamos. Hay muchas investigaciones que muestran que, si optamos por memorizar algo, usando flashcards o cualquier otra técnica, acabamos por recordarlo bien durante unos pocos días, pero al dejar de usarlas y de reciclar esa información, esta desaparece. En mi opinión, no solo debemos cambiar la forma de enseñar, sino también la de evaluar los contenidos. La mayoría de las evaluaciones – exámenes en particular – fuerzan a los estudiantes a memorizar y regurgitar, lo que no sirve para absolutamente nada. Y aquí es donde tenemos otra oportunidad, porque con todos los estudiantes online, es muy difícil dar un examen, porque lo hacen en sus ordenadores, y tienen acceso a Google.

Piensa en ello: cualquier pregunta para la que puedas encontrar la respuesta en Internet no es una pregunta auténtica de evaluación, porque no estás midiendo si un estudiante puede resolver un problema real; solo mides si el estudiante puede memorizar algo. Por otro lado, más que esforzarnos en que la gente no copie, habría que hacerlo por conseguir que los exámenes sean más significativos, de manera que reflejen el tipo de habilidades que nosotros queremos que los estudiantes desarrollen para el siglo XXI.

P. ¿Qué papel debe jugar la tecnología?

R. Me encanta la tecnología, pero, cuando se trata de la educación, me vuelvo muy escéptico, porque muchos de sus usos en educación son como poner vino viejo en odres nuevos; nuevas formas de hacer lo de siempre. Muchas compañías que desarrollan tecnología educativa estudian primero lo que hace típicamente un profesor y se preguntan si pueden hacer lo mismo digitalmente. En mi opinión, más que de tecnología, se trata de pedagogía, de si hay una aproximación al aprendizaje que no se haya dado antes.

P. ¿Dónde queda la pasión por aprender?

R. En el prólogo de su libro Who Owns the Learning?, el autor Alan November escribe lo que le ocurrió al inicio de los años 80, cuando enseñaba en Secundaria. Él estaba a cargo del aula de informática, que por aquel entonces era una novedad, y recibió una llamada un domingo por la mañana, diciéndole que alguien se había colado en el aula, y que si podía ir a la escuela. Cuando llegó, vio que las ventanas no estaban rotas, las puertas no estaban forzadas y que no faltaba ningún equipo. Solo había una cosa extraña: un alumno sentado frente a uno de los ordenadores. Se dirigió a él: “¡Gary! ¿Qué haces aquí?”, y este le respondió: “Quiero aprender a programar un ordenador”. Y en ese momento se dio cuenta de que, si alguien quiere aprender algo de verdad, hará lo que sea necesario, incluso incumpliendo la ley. Y que, más que castigar al alumno, debía recompensarlo.

Cuando los niños tienen dos, tres o cuatro años, se mueren por conocer el porqué de las cosas. El cerebro humano ansía esos momentos de aprendizaje; hay una necesidad intrínseca, en la manera en que nuestros genes están programados para entender el mundo que nos rodea… Si acaso, la educación formal acaba con nuestra motivación intrínseca por aprender. Y en vez de responder con el porqué, decimos: “Tienes que aprender esto porque, si no, te voy a castigar”. Solo cuando finalizamos la educación formal, redescubrimos la belleza del aprendizaje, y lo que aprendemos lo hacemos porque queremos, ya sea sobre historia, cocina o fotónica. Y aprendemos mucho mejor.

P. ¿Cómo hacer que los estudiantes redescubran esa pasión por aprender?

R. Yo tengo alumnos de Ingeniería, Medicina o Ciencias Biológicas, y muchos de ellos no quieren realmente aprender Física; solo la cursan porque es un requisito [de sus grados]. Solía intentar motivarles diciéndoles que esas habilidades les serían útiles en sus carreras profesionales. Pero decidir dejar el libro aparte, y en su lugar trabajar en proyectos realmente interesantes, en los que incluir algún componente de empatía o bien social y que, en algún momento, requieren de la física.

Por ejemplo, uno de los proyectos en mi clase tiene que ver con El Sistema (un movimiento que empezó en Venezuela en 1965 con el economista José Abreu, para dar educación musical a los niños de barrios pobres, después de la escuela, y mantenerles alejados de las actividades delictivas; Gustavo Dudamel es un ejemplo de este programa). En grupos de cuatro o cinco, los estudiantes tienen que construir para ellos instrumentos musicales a partir de componentes reciclados, y usar su conocimiento de la física para mejorarlos. Cuando están realmente enganchados con el proyecto, entonces sí les digo: “Quizá os vendría bien mirar este libro; puede que os ayude con el proyecto”.

Más que hacer que el contenido sea el principal objetivo del curso, lo convierto en un vehículo con el cual los estudiantes podrán llegar a un objetivo que tenga un significado mayor para ellos. Y eso ha transformado radicalmente mi clase, porque ahora los alumnos están involucrados en proyectos que les gustan, y para hacerlo bien en esos proyectos, para conseguir instrumentos baratos para esos niños pobres de Venezuela, necesitan aprender la física, y saber cómo se genera el sonido. Al final, tendrán que presentar el instrumento a un panel de jueces, y explicar cómo usaron la física para que el instrumento sonara bien. Es increíble cómo aprenden los estudiantes de esta manera, sin las evaluaciones tradicionales.

P. Trabajando en común, alcanzarán un objetivo significativo para los propios estudiantes.

R. Sí, bajo la orientación del profesor. Mi papel como educador no es el del hombre sabio que está al frente de la clase, sino más bien el de un entrenador que les orienta acerca de cómo mejorar. Piénsalo: un entrenador escolar de fútbol, por ejemplo, no se pondría a jugar haciendo que los estudiantes vieran cómo juega; son los alumnos que quieren aprender los que practican el deporte, bajo la guía del entrenador. De la misma manera, no aprendes a tocar el piano yendo a un auditorio y escuchando a un concertista; tienes que tocarlo tú mismo.

P. ¿Qué otras ventajas presenta la instrucción entre pares?

R. En Estados Unidos y otros muchos países ha habido, durante bastante tiempo, un estereotipo que dice que las ciencias son para los hombres, y no para las mujeres, y por tanto estas tienden a estar menos seguras y a tener menos confianza, lo que al final redunda en un menor rendimiento. La instrucción entre pares aumenta el rendimiento de ambos géneros, aunque el de ellas crece mucho más, hasta el punto de anular cualquier diferencia hacia el final del semestre.

Ello, en parte, se debe a que las mujeres tienden a ser mucho más verbales que los hombres, y a que suelen rendir peor en un entorno normalmente competitivo como el de las asignaturas de ciencias, donde los estudiantes quieren sacar las mejores notas y poder así acudir a las mejores facultades de Ingeniería o Medicina, por ejemplo. Pero con la instrucción entre pares, los estudiantes hablan, trabajan y se enseñan unos a otros, ya sean hombres o mujeres, y eso elimina la competitividad. Por otro lado, al centrarse en la comprensión más que en la memorización, se facilita la retención del conocimiento a medio y largo plazo.

P. ¿De qué manera puede esta forma de aprender impactar el bienestar personal de la persona, a lo largo de su vida?

R. Estoy convencido de que la sociedad mejoraría considerablemente si enseñáramos a las personas a ser mejores pensadores. De hecho, uno de los objetivos del peer instruction es enseñar a la gente a pensar, no a recordar y regurgitar algo que alguien más dijo. En el fondo de mi corazón, creo que una mejor manera de pensar nos llevaría a una sociedad mejor y a unos seres humanos mejores.

Además, la educación está completamente enfocada en el individuo. Vas a la escuela, te sientas y miras al profesor, y aunque hay otros sentados alrededor tuyo, no interactúas con ellos; así que, en esencia, estás solo. Te vas a casa y haces tus tareas (a menudo solo), y finalmente, en el examen, te sientas, y estás completamente aislado de los demás. También se te evalúa individualmente: rendimiento individual, comportamiento individual, evaluación individual. Y, si luego vas a la universidad, todo esto continúa. Pero cuando las personas se incorporan a la sociedad, descubrimos que lo que de verdad importa no es el rendimiento de cada uno, sino el cómo se trabaja con los demás. Eso provoca grandes problemas, porque la gente nunca ha aprendido a trabajar con otros que tienen opiniones distintas, piensan o creen de diferente manera, o tienen una apariencia distinta. Y en esto debe cambiar también la educación.

Fuente e imagen: https://elpais.com/economia/2020/06/03/actualidad/1591148852_706097.html

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Entrevista a Ministra de Educación María Victoria Angulo: «Esta es una oportunidad de fortalecer e innovar el sistema educativo»

Entrevista/21 Mayo 2020/Autor y fuente: Semana educación

En diálogo con SEMANA, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, explicó cómo se garantiza la educación de estudiantes que no tienen computador o internet, cuándo se retomarían las clases presenciales y las ayudas del Gobierno para las crisis de colegios y universidades.

La educación no ha sido ajena a la crisis generada por la pandemia, la cancelación de clases presenciales, con las dificultades que conlleva seguir con la educación en casa, ha generado un reto sin precedentes para padres de familia, docentes, estudiantes y todo el sistema educativo.

Desde el pasado 16 de marzo más de 10 millones de estudiantes no van a los colegios, las carreras presenciales de las universidades se deben hacer virtualmente y la incertidumbre entre padres, universidades, colegios y estudiantes es latente.

A pesar de los esfuerzos del Gobierno por dar continuidad a la educación por medio de diversas plataformas, la preocupación persiste. En la educación superior prevén una disminución del 50 por ciento en las matrículas, el 80 por ciento de padres no pudieron pagar la pensión del colegio en abril y aún es incierto cuándo reabrirán las instituciones.

La ministra de Educación, María Victoria Angulo (M.V.A.) habló de los temas de esta cartera con Semana. 

SEMANA: ¿Qué pasará después del 31 de mayo?

M.V.A.: El Ministerio de Educación, en articulación con el Ministerio de Salud, está evaluando las condiciones y evolución de la pandemia de la covid-19 en el país y su comportamiento diferente entre los territorios. Por ahora el trabajo académico en casa está definido hasta el 31 de mayo y las orientaciones que se brinden para la continuidad del calendario académico estarán enfocadas a permitir los logros de aprendizaje previstos para el año escolar, pero también de una prestación del servicio con adecuadas condiciones de protección de la salud de la comunidad educativa que está integrada por estudiantes, maestros y familias. En otras palabras, como sector propendemos por la garantía del derecho a la educación bajo condiciones de mitigación y prevención de los efectos de salud pública que ha generado la covid-19 y por ello debemos actuar bajo las orientaciones que la emergencia sanitaria nos indique. En próximos días el presidente Iván Duque compartirá con los colombianos la estrategia que se ha venido trabajando de la mano del Ministerio de Salud y que recoge también las dinámicas regionales.

SEMANA: Al momento, ¿qué balance hace de la estrategia de educación en casa? ¿Se ha podido dar continuidad a la educación de más de 8 millones de niños de colegios públicos?

M.V.A.: El Gobierno ha estado actuando con oportunidad y responsabilidad para permitir que el sector educativo continúe garantizando el derecho a la educación de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Un desafío de gran magnitud que requiere del trabajo de todos. Desde la declaratoria de emergencia sanitaria, el Ministerio de Educación viene implementando un trabajo sinérgico con la comunidad educativa para proteger la salud de estudiantes, docentes y padres de familia y continuar con el servicio educativo en el marco de la flexibilización curricular.

Dentro de las medidas tomadas durante estas nueve semanas se pueden señalar la reorganización del calendario académico, el desarrollo de contenidos de apoyo al proceso de estudio en casa como el portal Aprender Digital: Contenidos para todos, la programación educativa de más de 12 horas dentro de la cual se destacan los programas Edu Acción 1, 2, 3 y Profe en tu casa, y la alianza Mi señal con canales locales y emisoras comunitarias, con una completa programación para apoyar el trabajo en casa de estudiantes y docentes, con especial énfasis en llegar a la ruralidad. Sumado a lo anterior, se han asignado 400.000 millones de pesos para la adquisición de guías, talleres, textos y, en general, material de apoyo pedagógico; también recursos al Programa de Alimentación Escolar para garantizar un complemento alimentario en el periodo de la educación en casa. En alianza con MinTIC se logró la entrega de 83.345 computadores que llegarán a 750 sedes educativas, ubicadas en 291 municipios, y medidas que permitan el acceso en teléfonos móviles a contenidos digitales sin consumo de planes de datos. Seguimos avanzando también para definir estrategias que apoyen la conectividad y el acceso a contenidos digitales en los hogares más vulnerables.

SEMANA: ¿Cómo se trabajó para capacitar a los docentes de las diferentes regiones de cara a esta coyuntura?

M.V.A.: Haciendo el balance en el ámbito de las Secretarías de Educación departamentales, distritales y municipales, se dio inicio a través de sus establecimientos educativos al trabajo académico en casa con los estudiantes, aplicando estrategias pedagógicas flexibles que prepararon los maestros durante las dos semanas de desarrollo institucional destinadas para ello. Este proceso de trabajo académico en casa se inició el 20 de abril y en algunos casos las Secretarías de Educación y sus establecimientos educativos definieron condiciones de gradualidad asociadas a tiempos de desplazamiento del material impreso de apoyo pedagógico, cuando las condiciones de ruralidad dispersas u otras lo hacían necesario. El Ministerio de Educación acompaña y orienta permanentemente a las Secretarías de Educación en la toma de decisiones para implementar estrategias dirigidas a garantizar atención educativa para la totalidad de los estudiantes matriculados. De acuerdo con la información recibida de las Secretarías de Educación de las entidades territoriales certificadas, para el periodo entre el 20 al 30 de abril los establecimientos educativos posibilitaron el trabajo académico en casa de los estudiantes mediante la combinación de las siguientes herramientas: el 55,8 por ciento con apoyo de material impreso (guías, talleres, textos), el 23,2 por ciento con apoyo de programas de radio y televisión y el 21,1 por ciento con apoyo de plataformas digitales.

SEMANA: ¿Qué ha pasado en los municipios donde la mayoría de estudiantes no tienen ni computador, ni conexión?

M.V.A.: El Ministerio de Educación, reconociendo las particularidades de los territorios, ha orientado a las Secretarías de Educación para que organicen con rectores, directores rurales y docentes el diseño e implementación de estrategias pedagógicas flexibles que respondan a la realidad del país, donde un número importante de escuelas y hogares están ubicados en zonas sin acceso a internet o sin acceso a computadores.

Durante dos semanas de desarrollo institucional, las Secretarías de Educación coordinaron con los establecimientos educativos la planeación de estrategias flexibles para que los niños sin acceso a estos medios tecnológicos o sin conectividad a internet pudieran adelantar su actividad pedagógica. Para este fin, se utilizan guías y talleres pedagógicos y se aprovechan los recursos del Canal Institucional y de la Radio Nacional de Colombia. Desde el 16 de marzo se dispuso de más de 80 recursos para toda la comunidad educativa; así mismo, se orientó el préstamo de textos de la biblioteca escolar y textos de lenguaje y matemáticas del Programa Todos a Aprender (PTA).

SEMANA: ¿En qué se ha avanzado para ayudar a esos hogares con computadores y conectividad?

M.V.A.: En alianza con MinTIC, se lanzaron el pasado 15 de abril tres estrategias que buscan apoyar a los hogares más vulnerables del país. La primera facilita el acceso de conectividad a docentes, padres de familia y estudiantes de zonas rurales y urbanas a través de navegación gratuita (sin consumir datos) en la versión móvil de la Plataforma Aprender Digital Colombia Aprende (https://movil.colombiaaprende.edu.co/). Este servicio se habilita para usuarios con telefonía móvil (voz y datos) en la modalidad de prepago y pospago de hasta $ 71.214 (dos UVT). La segunda estrategia es el programa Hogares Digitales para la Educación, con el cual se hace un llamado a los estudiantes que vivan en hogares de estratos 1 y 2 para que revisen quién presta el servicio en su municipio y llamen para adquirirlo. En la página web del Ministerio TIC (www.mintic.gov.co) se encuentra la lista de los operadores y los municipios que se verán beneficiados por esta iniciativa, la cual se extenderá hasta 2024.

La tercera iniciativa permitió que Computadores para Educar realizara la entrega de 83.345 computadores con contenidos educativos precargados y que, por tanto, están disponibles con o sin conectividad. Su distribución se inició la primera semana de mayo para docentes y estudiantes de los grados 10 y 11 de zonas rurales y urbanas. Con esta estrategia se benefician niños, niñas y adolescentes de 750 sedes educativas del país.

SEMANA: ¿Cómo se garantiza la permanencia de los estudiantes en el proceso educativo y que no aumente la deserción escolar?

M.V.A.: La permanencia escolar es uno de los mayores retos que asumimos como nación en el marco de la  emergencia sanitaria, económica y social a causa de la covid-19. La multicausalidad de este fenómeno exige una acción integral de toda la comunidad educativa para evitar el abandono escolar.  En este contexto, el Ministerio de Educación ha venido adecuando estrategias que inciden en la  permanencia y prevención de la deserción en los diferentes etapas de atención a la emergencia sanitaria, desde las disposiciones de jornada escolar, el trabajo pedagógico en casa y la planeación del retorno de los estudiantes a las aulas. Dentro de las estrategias para el sector oficial se cuenta con material de apoyo pedagógico para el proceso de aprendizaje en casa. También se realizó la adecuación del Programa de Alimentación Escolar para que entregue complementos alimentarios para consumo o preparación en sus hogares, medida concreta que se adoptó y se implementó desde el pasado 25 de marzo.

Para procurar la permanencia en el sector educativo no oficial (jardines y colegios privados), además del material de apoyo pedagógico y las estrategias de radio, televisión y digitales, se estableció una línea de crédito condonable con condiciones favorables dirigida a los padres de familia que lo requieran para el pago de las pensiones de sus hijos, además de una línea de crédito para establecimientos educativos que requieran recursos para cubrir gastos de su operación.

SEMANA: ¿Le preocupa el impacto en la calidad que pueda generar esta situación?

M.V.A.: Se está trabajando con el Icfes para llevar a cabo una estrategia que permita identificar los desarrollos logrados por los estudiantes en el periodo de la contingencia y de esta manera formular, de ser necesario, planes de nivelación que permitan trabajar de manera focalizada en los desarrollos que se requiere fortalecer, respetando los ritmos de aprendizaje de los estudiantes. Esta estrategia contempla la posibilidad de identificar esas proridades y un acompañamiento institucional para la formulación de los planes de nivelación. Esta es una gran oportunidad de fortalecer e innovar en el sistema educativo. Así mismo, convoca a las familias a estar más cerca de los procesos de aprendizaje de sus hijos y nos llama a las autoridades del sector educativo a trabajar en equipo para gestionar el cambio, entender desde la creatividad y la innovación cómo promover aprendizajes y experiencias que en este nuevo contexto acompañen a niños, jóvenes y maestros en los procesos de enseñanza-aprendizaje y en el manejo de las emociones.

SEMANA: El Gobierno anunció una serie de medidas para aliviar al sector de educación. ¿De qué se tratan? 

M.V.A.: Las medidas anunciadas están orientadas a brindar apoyos financieros a instituciones educativas privadas (jardines y colegios), padres de familia, estudiantes, Instituciones de Educación Superior públicas y privadas e Instituciones de Educación para el Trabajo y Desarrollo Humano para mitigar la deserción y fomentar la permanencia en el sector educativo. Estas medidas son:

  • La expedición del Decreto 631 del 8 de mayo de 2020 que contempla los subsidios de nómina, dirigido a jardines, colegios e instituciones de educación superior. Mediante Decreto 662 del 14 de mayo se creó el Fondo Solidario para la Educación con recursos por más de 217.000 millones de pesos a través del cual se crea una línea de crédito condonable para padres de familia o acudientes destinada al pago de pensiones de jardines y colegios privados, se destinan recursos de apoyo a la financiación de un porcentaje del valor de la matrícula de los estudiantes prioritariamente de estratos 1 y 2 de las Instituciones de Educación públicas y se crea una línea de créditos condonables para la financiación de la matrícula o sostenimiento de los estudiantes con mayor condición de vulnerabilidad de las Instituciones de Educación para el Trabajo y el Desarrollo Humano.
  • La ampliación del plan de alivios Icetex está concentrada en incrementar el número de estudiantes y contempla beneficios de disminución de intereses, período de gracia hasta diciembre de 2020, ampliación de plazos de amortización y nuevos créditos sin codeudor.
  • Se establecen líneas de crédito por $2,5 billones, compuestos por:
    • $1 billón para jardines y colegios privados que permitirán cubrir hasta el 90% de la nómina, con un respaldo de la Nación del 80%, un periodo de gracia de 6 meses y un plazo de pago entre 12 meses y 36 meses.
    • $1,5 billones para Instituciones de Educación Superior-IES se destinarán a cubrir hasta el 90% de la nómina, con garantía de la Nación del 80%, un periodo de gracia de pago de capital y un plazo establecido según ingresos de las instituciones.
    • $200.000 millones a través de Findeter con tasa de interés subsidiada por el Ministerio de Educación, con el fin de apoyar financieramente a las IES para que ejecuten esquemas de apoyo a los estudiantes de pregrado en condiciones de vulnerabilidad socioeconómica.

SEMANA: ¿Cómo pueden las universidades, colegios y jardines acceder a estas líneas de crédito y fondos solidarios?

M.V.A.: A partir de la otra semana comunicaremos al sector las condiciones de cada línea de crédito y demás requisitos para que padres de familia, estudiantes, jardines y colegios privados, Instituciones de Educación Superior públicas y privadas e Instituciones de Educación para el Trabajo y Desarrollo Humano puedan disponer a la mayor brevedad de los recursos que el Gobierno ha dispuesto.

SEMANA: ¿Qué tantos estudiantes se han acogido a las medidas de amortización del Icetex y al momento cuántos han manifestado interés de renovar el crédito de cara al segundo semestre?

M.V.A.: Hasta el momento desde la expedición del Plan de Auxilios el Icetex ha recibido 61.403 solicitudes, de los cuales 60.087, que corresponden al 98 por ciento, han sido aprobadas y aplicadas:

Los 60.087 beneficiarios se distribuyen así según el auxilio otorgado:

  • 28.066 disfrutan del auxilio de período de gracia.
  • 22.707 disfrutan del auxilio de ampliación de los plazos de pago.
  • 9.314 se acogieron a la interrupción transitoria de la tasa de interés.

Adicionalmente con el fortalecimiento del plan de auxilios a través del Fondo Solidario para la Educación se espera otorgar a más de 150.000 jóvenes estos alivios financieros.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/medidas-para-la-educacion-durante-pandemia-por-coronavirus-ministra-responde/671645

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La escuela de las segundas oportunidades

Por: Chema Caballero

Una visita a un colegio de Benín poco común. Aprendizaje rápido y formación profesional para que los jóvenes que nunca estuvieron escolarizados tengan más oportunidades

Salen de las aulas de la escuela de oficios de Kpari (Benín) ordenadamente. Se lavan las manos a conciencia en los grifos de los nuevos servicios y se dirigen a la zona reservada para las clases de panadería. Se ayudan unos a otros a atarse los delantales de mil colores que resaltan sobre las camisetas rosas del uniforme. Se dividen en dos grupos alrededor de una mesa. Unos la limpian y otros mezclan la levadura con agua templada y la dejan un rato al sol, bien cubierta, para que fermente. Luego llegan la harina, el agua, la sal, la mantequilla… Forman una bola con la masa. La colocan en un recipiente, la cubren con un paño y la depositan en un lugar seguro y soleado. Toca esperar a que la amalgama suba.

Por suerte es hora del recreo y eso significa que es tiempo de tomar la bouillie, una especie de papilla hecha a partir de harina de maíz o mijo y, en este caso, enriquecida con cacahuetes y aceite. Todos los alumnos, no solo los de panadería se ponen en fila para coger una escudilla en la cocina. Algunos utilizan cucharas, otros prefieren las manos. Es el desayuno para la mayoría de ellos, aunque el sol ya esté alto. Todos regresan a las aulas hasta que la masa está lista y los panaderos vuelven a salir. De nuevo el proceso: se lavan las manos, depositan la masa sobre las mesas, rociadas con harina, y amasan. Estiran, golpean, añaden mantequilla y, finalmente, dan forma a los panes que colocan sobre bandejas.

Todo controlado por la religiosa Lelia Inés Bulacio, quien reparte entre los jóvenes las instrucciones necesarias o demuestra, con un par de movimientos precisos, cómo hay que trabajar. Transportado sobre las cabezas, el resultado de la clase se lleva al horno de la casa de las Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús. De momento, gracias a la ayuda de la Fundación Salvador Soler, construyen uno tradicional para la propia escuela. Pronto podrán empezar a hornear en él. Ya solo queda recoger y ordenar los ingredientes y utensilios utilizados y limpiar a fondo las mesas sobre las que se ha amasado el pan.

Entre todos los alumnos destaca Barthelemy, que parece conocer a la perfección cada uno de los pasos a dar. El chico dice que cree que tiene 15 o 16 años, aunque a simple vista parece más joven. Nunca pasó del primer curso en la escuela pública de este pueblo donde la orden religiosa abrió una escuela para ayudar a todos las niñas y niños sin escolarizar a conseguir el diploma de la educación primaria junto al aprendizaje de algún oficio que les permita ganarse la vida una vez terminado el ciclo. La familia de Barthelemy le hacía trabajar en el campo, eran pocos los días que podía acudir a la escuela y cuando iba se enteraba de prácticamente nada, “todo era en francés y yo no lo hablaba entonces”, dice. Por eso terminó por abandonar los estudios sin concluir primero de primaria.

Los estudiantes de la escuela de oficios de Kpari (Benín) limpian la escuela cada día antes de comenzar la lección.
Los estudiantes de la escuela de oficios de Kpari (Benín) limpian la escuela cada día antes de comenzar la lección. CHEMA CABALLERO

“Este es un programa de recuperación de niños con más edad y normalmente, en un medio rural como este, difícilmente puedan seguir después una educación superior. Por eso se los inicia en un oficio, que les enseñe también a ganarse la vida, a trabajar y diversificar un poco el trabajo; que no sea solamente el trabajo de campo”, comenta la maestra panadera.

Hace 23 años que las religiosas llegaron a esa remota área del norte de Benín que se extiende entre la ciudad de Parakou, la segunda del país, y la frontera con Nigeria. “Esta es una zona especialmente vulnerable para la infancia y la juventud porque es una zona de frontera y, aunque la etnia originaria es la batonú, está muy poblada por gente que viene de otras regiones del país en busca de tierras cultivables o deseosa de pasarse a Nigeria donde consigue más trabajo y mejor salario. Todos quieren después volverse a su tierra de origen. La realidad es que no siempre es así, porque vienen y están 25 años aquí, se casan, tienen hijos, esos hijos se quedan aquí y a su vez siguen el ciclo y cuando ya están muy viejos, es cuando se vuelven. Se van los viejos y dejan a la generación más joven aquí. Entonces, tenemos una población que está siempre como de tránsito, y aunque no se vayan realmente, la mentalidad de ellos es que están de paso y por eso no invierten en el desarrollo ni en la promoción ni en la educación de los hijos”, explica la hermana.

Los niños trabajan desde muy jóvenes en el campo o ayudan en la cría del ganado. “Luego, está el hecho de que la etnia batonú es mayoritariamente musulmana y opta por las escuelas coránicas antes que las públicas, lo que tampoco ayuda mucho”. El norte de Benín experimenta una fuerte expansión de este tipo de instituciones que solo enseñan el Corán, a diferencias de las escuelas musulmanas que junto a las materias curriculares tienen algunas horas de religión islámica. Estos niños terminan sus estudios sin aprender lengua, literatura, matemáticas o ciencias, solo el libro sagrado. Estas son algunas de las razones por las que muchos menores de la zona no están escolarizados. “La escuela pública tampoco llega a todos y la educación que ofrece es bastante floja. Tiene un alto índice de abandono porque los chicos repiten mucho, se cansan de repetir y no avanzar. La principal razón es que es en francés y en las casas no se habla francés, tienen que aprender una lengua nueva”.

Es verdad que en Benín se han conseguido avances considerables en la matriculación de niñas y niños en la enseñanza primaria desde que se adoptaran los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) en el año 2000, y luego los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero mantener a los alumnos en la escuela sigue siendo un reto importante, señala Unicef. Aun así, se ha logrado que el 55,8% de los inscritos terminen la primaria, lo que supone ya un gran logro.

Proceso de amasado de pan por parte de los alumnos.
Proceso de amasado de pan por parte de los alumnos. CHEMA CABALLERO

Sin embargo, preocupa la gran cantidad de jóvenes que están fuera del sistema educativo. Sobre todo a partir de los 10 años el abandono escolar empieza a ser importante, según datos de Unesco. En los últimos años se consiguió reducir la tasa en 13 puntos, pero todavía son muchos, especialmente chicas, los que no reciben educación. Esto tiene como consecuencia directa que más de la mitad de las mujeres del país (56.1%) no sepa leer ni escribir. Entre los hombres jóvenes la tasa también es alta, aunque algo menor, el 40,1%.

Todos estos elementos llevaron a las hermanas a buscar la manera de ofrecer una segunda oportunidad a estos jóvenes. “Dijimos: vamos a armar una centro que recupere esta franja de chicos que quedó excluida del sistema escolar, que ya no pueden ir a la escuela pública normal porque tienen más edad que el sistema permite. Entonces buscamos distintas opciones y nos dimos cuenta de que esto no es algo que podamos hacer solas. Esto hay que hacerlo en red y encontramos que la Agencia suiza para el Desarrollo y la Cooperación junto con una ONG local que se llama Sia N’son, que en lengua batonú quiere decir ‘Una oportunidad para el mañana’, tenían un programa para recuperar a estos chicos que nosotros queríamos recoger”, afirma Bulacio.

Dijimos: vamos a armar una centro que recupere esta franja de chicos que quedó excluida del sistema escolar, que ya no pueden ir a la escuela pública normal porque tienen más edad que el sistema permite

El programa acelera y concentra la enseñanza primaria en cuatro cursos para niños de entre 9 y 15 años que quedaron excluidos del sistema formal. El primer año es en lengua local, en este caso en batonú, y poco a poco se introduce el francés. Al final del cuarto año, los alumnos acceden al certificado de educación primaria y podrían proceder a la secundaria. Pero como esto es bastante improbable, por el medio en el que se encuentran y el poco apoyo de las familias, desde un primer momento se introduce el aprendizaje de oficios. “El primer año es común para todos. Se intenta que el niño conozca el saber hacer artesano tradicional del lugar. Se invita a artesanos locales para que muestren los oficios tradicionales: el trabajo del hierro, de la madera, de la caña, cocina tradicional y también se introduce un poco de arte y de habilidades artísticas. Luego se elige, según la inclinación de los niños y las necesidades del medio, qué oficios enseñar en segundo, tercero y cuarto de manera más sistemática. Nosotras hemos elegido cocina, albañilería y tejido al ganchillo, porque son oficios que no había en la zona, porque costura y peluquería hay miles. Todas las niñas que no van a secundaria o que no vienen a la escuela terminan estudiando peluquería o costura. Todas cosen, todas trenzan, pero no sé a quién”, comenta la religiosa.

Bulacio y sus cuatro compañeras, todas argentinas, tienen el sueño de poder acompañar a los jóvenes que terminan la escuela para que puedan perfeccionar el oficio elegido y luego ayudarles a iniciar su propio negocio. Barthelemy ya se ha anticipado, se ha construido un pequeño horno en su casa y los fines de semana hace pan para lo que utiliza latas de conservas como bandeja para hornear. Dice que ya sabe a lo que se quiere dedicar cuando termine la escuela.

Una de las hermanas anuncia que el pan está listo. Los jóvenes van a por él. Están satisfechos del trabajo realizado, la maestra no tanto, pero todavía les queda tiempo para adquirir más destreza antes de terminar sus estudios. Lo cierto es que los panes son partidos y repartidos entre todos los alumnos, que aprueban con sobresaliente el trabajo de sus compañeros.

Fuente e imagen tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/05/04/planeta_futuro/1588588970_710498.html

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Opinión: Una Libreta Para La Vida, Para Cambiar Nuestra Mirada Y La De Nuestros Alumnos

Por: Jonquera Arnó y Xavier Aragay

Escribir, una práctica sencilla pero profunda, es una herramienta poderosa que se hace imprescindible en estos momentos de incertidumbre.

Ya llevamos bastantes días confinados en casa observando cómo somos capaces de vivir sin hacer tantas cosas fuera de ella. Las escuelas están cerradas y todos los docentes y directivos, con un gran espíritu de generosidad y compromiso, hemos ido buscando maneras de asegurar el ritmo de aprendizaje de nuestros alumnos. Hemos querido trasladar la escuela que teníamos y vivíamos, a cada casa, con nuestros alumnos y sus familias. Está siendo un esfuerzo épico.

Casi sin quererlo, hemos creado una nueva vía para educar. Y junto a esa nueva manifestación de ser educador, mayoritariamente desconocida para muchos y muy poco entrenada, hay que gestionar el ritmo de la familia, la preocupación por los seres queridos, por la salud y por el futuro. Nadie nos avisó de este viaje. No estábamos preparados, ni como escuela, ni como educadores, ni como directivos. Creíamos que la escuela era casi inamovible, estática, siempre ha estado allí y justo ahora se para y no precisamente para irnos de vacaciones, sino para situarnos en otra perspectiva, en otra mirada, en la tesitura de rescatar lo esencial, acompañar, ayudar a crecer, ayudar a pensar y quizá menos a hacer o solamente a transmitir contenidos. La realidad nos ha obligado a frenar. Y sabemos que aunque tarde, volverá aquella escuela presencial que dejamos, volverá la “normalidad”. ¿Cómo anticipamos y nos preparamos desde ahora para que sea distinta? ¿Cómo aprovechamos este tiempo para transformarnos para transformar?

Para nosotros, una de las herramientas que nos puede ayudar es la Libreta del Itinerario Personal, que también podemos llamar, el cuaderno de la vida. En Reimagine Education Lab iniciamos todos los seminarios entregando un cuaderno para este cometido. Invitamos a directivos y docentes a incorporar esta poderosa herramienta a su vivir diario, como un aliado, un amigo…un confidente que nos acompaña a encontrarnos con nosotros mismos, con lo esencial, con la incertidumbre, con la gratitud, con la inspiración. Una herramienta que nos ayuda a tomar perspectiva de las situaciones que vivimos. En definitiva, como dice Otto Scharmer, para conectar con nuestra fuente interior y dejar fluir, sin ponernos freno alguno, como quien deja fluir la corriente de un río. Así de simple y así de complejo.

El proceso de cambio que estamos viviendo, tanto nosotros como nuestros alumnos y familias, pide caminar y adoptar maneras de hacer diferentes. Requiere tiempo, tiempo para transformar marcos mentales, para conocernos y para hacernos preguntas: ¿Qué deseo? ¿Qué persona quiero ser? ¿Qué educador? ¿Qué directivo? ¿Qué quiero dejar porque, en esta nueva realidad que está surgiendo, ya no me será útil? ¿Qué es aquello que voy a necesitar y quiero que nazca en mí? Cuando termine todo, ¿imagino y quiero la misma escuela?

Así pues, ahora que todo se ha parado (sí, ¡ahora!), te invito a que cojas una libreta, la que tú quieras, la personalices con colores, frases, imágenes y cuando ya te hayáis conocido, párate y piensa qué quieres compartir con ella. ¿Quizás aquellos aprendizajes sobre tu ser educador que estás haciendo estos días? ¿Quizás qué líder van a necesitar nuestros equipos y nuestra escuela? ¿Qué es lo que me da sentido como educador? ¿Cuál es a la semilla que quiero que nazca en mí cuando vuelva a la escuela? ¿Voy a ser igual? ¿Qué mirada quiero tener hacia mis compañeros y alumnos? Elige un camino, una recorrido, deja fluir y disfruta. Es en estos momentos donde se hace imprescindible MI LIBRETA, un lápiz y un espacio/tiempo para escribir cada día. El valor de escribir estriba en dejar fluir para anclar, vislumbrar, descubrir patrones, esquemas, agradecer, amarte, perdonarte y permanecer en tu esencia real, en aquello que eres y vives. Y esta práctica sencilla pero profunda, unida a un tiempo de meditación, se convierte en el anclaje más poderoso de nuestro ser.

Y esta herramienta también podemos utilizarla con nuestros alumnos, en nuestra tutoría. Tenemos una gran oportunidad de compartir esta acción-reflexión con ellos. Que escriban su diario del confinamiento. En casa. Escribiendo lo que piensan, lo que hacen, lo que sienten. Y después, lo compartimos, juntos.

El viaje hacia nuestro interior es una aventura a la vez arriesgada y apasionante para toda persona —educador, directivo, alumno— que quiera vivir a fondo su vida, su vocación en conexión consigo mismo, con el otro y con el universo. Esta es una experiencia que hacemos y practicamos y que deseamos compartir: un viaje en solitario al interior de uno mismo en barco de papel y pluma.

La vida va de caminos. Ahora tenemos uno por recorrer, pero esta vez es en solitario, a la profundidad de uno mismo. Necesitamos poco equipaje, simplemente una LIBRETA y un lápiz. ¡Atrevámonos! ¡Nuestros alumnos y la escuela lo necesitan!

Fuente e imagen: https://observatorio.tec.mx/edu-news/cuaderno-de-vida-educacion-reflexion

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Un proyecto pedagógico para los adolescentes de hoy en día

Por: Educación 3.0

Los alumnos de hoy en día son más digitales y están más conectados que los de hace unos años. Pensando en ellos, SM ha desarrollado su nuevo proyecto pedagógico ‘Savia nueva generación’ que potencia la motivación y fomenta el aprendizaje autónomo enfocado para la vida. Además, SM estrena perfil en Spotify con música inspirada para cada asignatura.

Los estudiantes que en la actualidad cursan la etapa de Secundaria no son como los de antes. Demandan nuevas competencias, quieren desarrollar nuevas habilidades y les mueven diferentes intereses. También son más digitales, activos, conectados y visuales. Para llegar a ellos, SM ha creado el proyecto pedagógico ‘Savia nueva generación’ con el siguiente objetivo: potenciar su motivación a través de un material diferente para lograr un aprendizaje más autónomo enfocado para su día a día.

Asimismo, SM desea fomentar entre ellos la motivación con la ayuda de herramientas digitales. El entorno digital de este nuevo proyecto se ha cuidado de manera especial, de ahí que muestre un diseño actual con un lenguaje claro y cercano. Asimismo, cuenta con herramientas de innovación educativa para trabajar el aprendizaje cooperativo y aprender a pensar.

El planteamiento de las asignaturas

Como cada materia es distinta y necesita de unos determinados recursos, no se pueden impartir de igual forma. SM las plantea de la siguiente manera:

-Matemáticas: con un enfoque aplicado y directo para conectar con los alumnos, el proyecto se centra en el aprendizaje a través de la práctica. Apuesta por las TICS con el programa MATTIC y con Geogebra.

-Lengua Castellana: se aplica un lenguaje claro y un enfoque comunicativo y práctico, así como una gran variedad de tipologías textuales y un método de comprensión lectora.

-Geografía e Historia: los estudiantes tienen acceso a materiales rigurosos a la vez que prácticos y sencillos. Se integran talleres en cada unidad y proyectos al final de cada bloque.

-Biología y Geología: con contenidos concisos y estructurados, se emplean imágenes e infografías para facilitar la comprensión. También se proponen actividades competenciales y propuestas de experimentación.

-Física y Química: exposición clara de los contenidos y explotación didáctica de la imagen. Se aplican los conocimientos adquiridos, proporcionando una cultura científica básica.

-Plástica: exposición teórica rigurosa acompañada de una gran propuesta de actividades prácticas adaptadas a las nuevas metodologías.

Para los docentes ‘Savia nueva generación’ incluye una diversidad de actividades para el aula ajustadas al currículo y al número de horas lectivas en un entorno digital intuitivo. Hace hincapié en el trabajo de la comprensión lectora, y apuesta por la innovación metodológica, el aprendizaje competencial y una educación en valores, ejes del proyecto educativo de SM.

Una banda sonora para cada asignatura

La otra novedad para destacar de SM es que estrena canal de música en Spotify, y lo hace con una decena de listas de canciones para cada asignatura de Secundaria que ha contado con la colaboración de un centenar de profesores de esta etapa.

Con la música aprendemos geografía, palabras nuevas; la música nos habla de números y ciencia. Nos enseña idiomas, nos descubre el arte. Además de enseñar contenidos, la música aporta otros beneficios destacados: por ejemplo, aumenta la capacidad de memoria, la atención y la concentración.

Desde ‘Born in the USA’ de Bruce Springsteen a ‘Space Oddity’ de David Bowie, pasando por ‘Palabras más, palabras menos’ de Los Rodríguez, ‘Lady Blue’ de Bunbury o ‘Todo se transforma’ de Jorge Drexler son algunos de los temas incluidos en las listas que motivarán a los estudiantes a aprender Tecnología, Matemáticas, Plástica, Lengua, Geografía e Historia, Física y Química, Francés, Biología y Geología.

SM invita a los profesores y alumnos a que propongan más canciones inspiradoras e irá completando esta lista de reproducción con podcasts educativos de interés para todas las materias. Por otro lado, ha lanzado un concurso para docentes en el que sortea 100 suscripciones a Spotify Premium.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/savia-nueva-generacion-proyecto-pedagogico-sm-secundaria/

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Carles Monereo: “ Toda innovación educativa debería iniciarse con un cambio significativo de la evaluación ”

El Catedrático de Psicología de la Universitat Autònoma de Barcelona explica la importancia de la evaluación en el aprendizaje de alumnado y profesorado, y opina sobre qué debería cambiar para mejorar la selectividad

Carles Monereo Font (1957, Barcelona) es Catedrático de Psicología del departamento de Psicología Básica, Evolutiva y de la Educación de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y Profesor Visitante de la Oxford Brooks University (UK). Dirige el grupo de investigación reconocido Seminario de Investigación interuniversitaria de estrategias de enseñanza-aprendizaje (SINTE) y es presidente de la 11th International Conference of Dialogical Self. Ha publicado más de 200 textos sobre Psicología de la Educación en revistas y libros nacionales e internacionales. Es consultor de universidades nacionales e internacionales, instituciones educativas y administraciones públicas y organismos internacionales. Recientemente, ha participado en el Anuario de la Fundación Jaume Bofill con un artículo titulado «Del aprender para ser evaluado a la evaluación para aprender: perspectivas y prospectivas».

¿Por qué es importante evaluar al alumnado de manera adecuada? ¿Cuáles son sus principales efectos en el aprendizaje?

Suele decirse que lo que no se evalúa se devalúa, y que lo que se evalúa mal se deteriora. La evaluación ejerce una influencia decisiva sobre el aprendizaje puesto que los alumnos tienden a aprender en función de como son evaluados. Estos efectos retroactivos de la evaluación afectan pues tanto a la idoneidad de los métodos y estrategias de estudio y aprendizaje que emplean los alumnos, como a la misma profundidad y calidad de lo que aprenden. Si realizamos pruebas que requieren simplemente evocar lo memorizado, el alumno repetirá e imitará cuando estudie y reproducirá lo retenido cuando responda a nuestra evaluación. Igual logra una buena calificación relativa a su «rendimiento» pero lo aprendido resultará poco generalizable y utilizable, y fácilmente olvidable. Si en cambio las pruebas evaluativas requieren explicar una idea o concepto con las propias palabras (comprender), aplicar lo aprendido a la solución de un problema (resolver), examinar e interpretar un fenómeno o situación (analizar), inventar un nuevo procedimiento para gestionar un problema (crear), etc., etc., lo aprendido resultará más útil, transferible y permanente.

En otro orden de cosas, la evaluación es además un artefacto insustituible para la auto-regulación al proporcionar evidencias a los estudiantes sobre la calidad de su estudio, y a los docentes sobre la calidad de su enseñanza. El análisis cuidadoso de toda evaluación ofrece pistas muy valiosas sobre el proceso de enseñanza-aprendizaje, pistas que un buen lector puede convertir en fortalezas.

Como fácilmente puede deducirse, pensamos que toda innovación educativa debería iniciarse con un cambio significativo de la evaluación.

¿Cómo se pueden evaluar las competencias del alumnado de manera eficaz?

Debemos distinguir en primer lugar dos finalidades de la evaluación: la primera sería una evaluación para acreditar o certificar determinados conocimientos y competencias; la segunda consistiría en una evaluación para promover el aprendizaje. Si lo que queremos es evaluar competencias, en ambas deberemos emplear situaciones y problemas auténticos para hacerlo. Nos referimos a situaciones que sean fieles a las que la persona evaluada deberá enfrentarse en un futuro próximo. Es decir, que sean realistas, funcionales, procesuales y socializadoras. Si deseo evaluar las competencias de un/a futuro/a peluquero/a, deberé pues situar al aprendiz frente a una situación real de peluquería. Por ejemplo, atender a la demanda de un/a cliente, debiendo ajustarse a las características de su cabello, empleando los instrumentos y vocabulario típico del oficio y siguiendo cada uno de los pasos más idóneos para responder correctamente a esa demanda.

No obstante, cuando evalúo para acreditar, generalmente en el seno de una prueba única y sumativa, ésta deberá ser más restrictiva en cuanto a la tipología y número de problemas a abordar, y el tiempo, recursos y ayudas disponibles.

Sin embargo, cuando el propósito de la evaluación sea ayudar al alumno a aprender más y mejor, será preferible optar por un enfoque formativo, con muy pocas restricciones de tiempo, espacio y recursos, tratando de que el alumno pueda actuar como lo haría un ciudadano o un profesional en su hábitat natural. En este sentido, tendría que poder emplear toda la información a su alcance (apuntes, Internet), realizar consultas telefónicas o actuar en el lugar que prefiriese. Ello implicará, por parte del evaluador, poder acceder a todas estas acciones para valorar las decisiones adoptadas en cada momento. Actualmente, a través de los distintos dispositivos digitales, pueden registrarse todos estos movimientos y obtener una evaluación efectivamente auténtica. Algunos métodos de evaluación formativa resultan especialmente aptos como el uso de portafolios, de diarios de aprendizaje y muy especialmente el desarrollo de proyectos, de manera singular aquellos que además pueden tener un impacto beneficioso sobre la comunidad, el barrio, la sociedad (proyectos-servicio).

¿En qué consiste una retroalimentación o feedback adecuados?

La devolución de los resultados de una prueba de evaluación es crucial para que se produzcan aprendizajes de calidad. Si en una sesión de devolución el mensaje es simplemente una nota numérica, el efecto sobre el alumno será mínimo y primario, incrementando su autoestima y autoconcepto académicos o lacerándolos, pero sin aportar ninguna idea reparadora y correctora, útil para futuras evaluaciones.

En el otro extremo, una evaluación consensuada con el alumno, en la que se ofrezcan explicaciones sobre los errores e, incluso, la posibilidad (u obligatoriedad) de revisar la prueba o trabajo y volver a entregarla, tendría efectos muy positivos sobre la formación del estudiante: potenciando la coherencia entre aprendizaje y rendimiento, enfatizando el valor de los «buenos errores» que permiten aprender más y mejor, subrayando la auto y co-evaluación, y contribuyendo a una mayor consciencia sobre el significado y sentido de evaluar y evaluarse.

«Convertir las pruebas de selectividad en pruebas competenciales requeriría un esfuerzo de imaginación e inversión por parte de las autoridades».

¿En qué consiste la metaevaluación y cómo se puede realizar correctamente?

Conectando con la cuestión anterior, el fin máximo al que puede y debe aspirar un sistema educativo es a crear aprendices permanentes, personas capaces de aprender autónomamente durante lo largo y ancho de su vida, y para ello es indispensable que sean buenos evaluadores de sus propios procesos y productos en calidad de aprendices, profesionales y ciudadanos. Más concretamente, la metaevaluación se centra en la posibilidad de evaluar las propias evaluaciones, optimizándolas.

En el caso del docente ello se traduciría en una actitud de mejora constante de las propias pruebas y de sus indicadores y forma de puntuación. Por ejemplo, revisando las rúbricas que se emplean tras cada nueva aplicación, perfilando mejor la diferencia entre una calificación y otra; aumentando el catálogo de respuestas alternativas o de errores típicos.

En el caso del alumno, algunas estrategias cooperativas pueden ayudar a compartir los criterios de evaluación. Por ejemplo, el docente puede pedir a sus estudiantes que evalúen una tarea de un compañero (sin conocer su nombre) a partir de una rúbrica compartida. Después, él mismo corregirá esas tareas y las calificará. Hecho esto, se podrá comparar la evaluación del alumno con la del profesor, sobre la misma tarea. El profesor puede evaluar la evaluación que cada alumno ha efectuado del trabajo de su compañero, dando puntos a aquellos cuya calificación no difiera demasiado de la suya.

¿Cómo se puede promover la competencia evaluadora del profesorado?

Siendo coherentes con lo expuesto, en primer lugar, dando una importancia central al tema de la evaluación en las pruebas para evaluar a los futuros docentes y para acceder a una plaza docente. La evaluación ha sido la cenicienta en los currículos de Magisterio o en los cursos de postgrado para los futuros profesores de secundaria. Una temática que suele dejarse para el final y que en muchas ocasiones ni se trata. Ya hemos visto cuál es su incidencia real y, por consiguiente, qué lugar preferencial debería ocupar en la formación docente, tanto en el nivel inicial como permanente.

Esta formación debería atender a todas las fases de la construcción de una evaluación: a) la planificación y diseño de la evaluación en concordancia con los alumnos y los objetivos de aprendizaje perseguidos; b) la utilización, y en su caso, la confección de buenas rúbricas con indicadores y criterios de puntuación claramente establecidos; c) la apropiada devolución de los resultados a los estudiantes y d) el conocimiento de los principales incidentes que se producen en relación a la evaluación y cómo hacerles frente.

Este último punto, por lo novedoso, merece una especial atención. La evaluación es en la actualidad una de las principales fuentes de conflicto en los centros educativos (especialmente en la enseñanza superior). Aspectos como la objetividad y la ecuanimidad de las pruebas, el consenso en los criterios, el maltrato en las devoluciones, la presión y denuncias de los padres, la fragmentación de los conocimientos, la baja exigencia cognitiva de las preguntas, la copia y el plagio, etc., etc., son sucesos que van en aumento y que requerirían de una atención especial en la formación de los docentes (pueden verse algunos ejemplos y la forma de abordarlos en: https://www.critic-edu.com/evaluacion).

¿Qué medidas puede tomar un centro educativo o formativo para fomentar una cultura de la evaluación por competencias?

Un centro educativo debería actuar al menos en tres niveles: a nivel del plan de centro, a nivel de proyectos educativos y a nivel de resolución de incidentes y conflictos. Y ello debería hacerlo en relación a los principales agentes de la comunidad escolar: profesores, alumnos y padres.

En cuanto a los planes institucionales, sería deseable que tanto en su ideario (misión y visión) como en sus reglamentaciones, el tema de la evaluación como herramienta fundamental para de aprendizaje, y el error como principal dispositivo para la mejora, ocupasen un lugar central.

Con respecto a los distintos proyectos escolares (acogida de nuevos docentes, formación permanente del profesorado, acción tutorial, escuela de padres y madres, creación de un repositorio de pruebas competenciales, etc.), deberían aunarse esfuerzos para apostar por una evaluación formativa y formadora, centrada en obtener evidencias que den cuenta de la pertinencia de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Finalmente, en relación a los incidentes y conflictos vinculados a la evaluación, sería necesario tener protocolos de actuación y mecanismos de mediación que favoreciesen una respuesta rápida y resolutiva.

¿Cómo valora la cultura de la evaluación de nuestro país, en comparación con otros?

Resulta difícil pensar en una comparación genérica. En la mayoría de países encontraríamos experiencias innovadoras y apropiadas de evaluación, y otras convencionales e inadecuadas. De hecho, es probable que en una misma institución educativa pudiésemos identificar ejemplos correspondientes a ambas perspectivas.

En todo caso, es obligado apuntar que aquellos países, como los escandinavos, que siempre se hallan en los primeros puestos en informes internacionales como el que promueve PISA, practican mayoritariamente una evaluación competencial como la que hemos defendido. Asimismo, los países que se encuentran en la cola de esos informes, suelen mostrar una cultura evaluativa basada en la reproducción, la memorización y la imitación. A tenor de la posición intermedia que suele ocupar España en cada informe PISA, deberíamos concluir que queda mucho camino por recorrer.

Abundando en lo dicho con anterioridad, sería pertinente realizar campañas en las que se insista en que saber no es memorizar y repetir (espacios televisivos muy populares como «saber y ganar» resultan contraproducentes para luchar contra esa concepción tan extendida), y en que fallar o errar no significa fracasar, sino ponerse en disposición de mejorar. Como reza la conocida y famosa frase de Silicon Valley: «Fail fast, Fail often«. Equivócate cuanto antes, equivócate mucho.

¿Qué opina de las pruebas de selectividad? ¿En qué deberían cambiar?

A pesar de que en España los organismos educativos oficiales, a través de sus disposiciones y normativas, han realizado una clara y explícita apuesta por una enseñanza y evaluación competenciales, pruebas de carácter oficial como las de la selectividad continúan siendo, en su mayoría, muy poco competenciales. Tal como hemos señalado, los efectos retroactivos de esta situación resultan nefastos e inciden directamente en el tipo de enseñanza y evaluación que se practica en Bachillerato y en la enseñanza secundaria, ofreciendo además argumentos y subterfugios al profesorado que no desea cambiar, y convirtiendo las disposiciones y normativas citadas en papel mojado.

Es cierto que convertir las pruebas de selectividad en pruebas competenciales requeriría un esfuerzo de imaginación e inversión por parte de las autoridades. Probablemente requeriría un mayor número de evaluadores y nuevas aplicaciones informáticas capaces de registrar las decisiones de los estudiantes (y no solo por escrito, también de forma oral). Pero entendemos que esos esfuerzos son del todo imprescindibles si realmente deseamos obtener ciudadanos y profesionales plenamente competentes en su quehacer diario y manifiestamente competitivos en el mercado internacional.

Fuente: https://www.educaweb.com/noticia/2020/02/25/toda-innovacion-educativa-deberia-iniciarse-cambio-significativo-evaluacion-19094/
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España: Tecnología verde para desarrollar productos educativos en energía y cambio climático

Europa/ España/ 10.03.2020/ Fuente: www.ecoticias.com.

El presidente de Repsol y su Fundación, Antonio Brufau, y la presidenta de Microsoft España, Pilar López, han suscrito este acuerdo con el objetivo de potenciar los procesos de formación de los jóvenes ofreciendo contenidos sobre energía, transición energética y cambio climático al entorno educativo, incorporando el uso de las nuevas tecnologías en las aulas y promoviendo la participación de los profesores y estudiantes en este proceso.

El acuerdo contempla varias líneas de trabajo que incluyen la divulgación conjunta de los contenidos de la plataforma educativa de Fundación Repsol; la formación de docentes, para lo que Microsoft pone a disposición su espacio de transformación educativa, Microsoft Edulab, donde muestra lo que deben ser las aulas para integrar los elementos clave de los entornos de enseñanza y aprendizaje, así como la utilización de las herramientas de gamificación y colaboración de Microsoft para desarrollar nuevos contenidos curriculares relacionados con la energía, la eficiencia energética y la sostenibilidad.

«El reto de la transición energética y la lucha contra el cambio climático han de abordarse desde el conocimiento riguroso y desde la tecnología; esta alianza con Microsoft va a impulsar la innovación educativa integrando las soluciones tecnológicas más avanzadas con contenidos relacionados con la energía y la sostenibilidad, haciendo partícipes a los jóvenes y a la comunidad educativa en general sobre los retos globales del planeta», ha afirmado Brufau.

Por su parte, López ha señalado que Microsoft quiere contribuir a la divulgación y formación sobre energía y transición energética en el entorno educativo y hacerles llegar a los jóvenes «de la mejor manera» estos conocimientos y prepararles para crear «un mundo libre de emisiones gracias a la aplicación de la tecnología».

Fuente de la noticia: https://www.ecoticias.com/tecnologia-verde/200042/Tecnologia-verde-desarrollar-productos-energia-cambio-climatico
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