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La internacionalización de la educación superior: visiones retrospectivas y prospectivas

El análisis y estudio sistemático de la educación superior y su constitución como disciplina autónoma apenas tienen cuatro décadas. Este interés por las políticas de educación superior, asociado a la emergencia de ésta como disciplina, da origen a un campo de estudios que surge junto con la desaparición de la clásica “universidad de élites” al masificarse la educación superior a principios de los 60. El área dedicada a las políticas públicas en educación superior abarca hoy días temas instalados de indagación (expansión, diversificación, evaluación y financiamiento de los sistemas de educación superior) y otros en vías de consolidación (internacionalización, interculturalidad, atención a la diversidad ) o de reciente reaparición (equidad). En la perspectiva de ampliar y reforzar la agenda de investigación latinoamericana sobre una educación superior, es relevante anunciar la publicación por la editorial Planeta y la Universidad Católica de Colombia (Bogotá, 2012)., del libro “La internacionalización de la educación superior a nivel mundial y regional: principales tendencias y desafíos” coordinado por Francisco López Segrera.

Esa obra reúne doce trabajos que nos proponen un estado del arte actualizado de la internacionalización de la educación superior a nivel mundial y regional. Incluye estudios globales (Altbach y Knight, Brock, Brunner), regionales (Didou, Férnandez Lamarra, Gacel Ávila), subregionales (Azevedo), de país (Zarur) y de caso (Douglas, Cortadellas, Hernández) por conocedores del tema1 .

Los autores nos alertan acerca de los peligros y promesas de los procesos de internacionalización de la educación superior, señalados en el Comunicado Final de la CMES de UNESCO (Paris, 2009).2 Ese documento dejó bien claro que si bien la ES para su desarrollo debía buscar también fondos en todos sus beneficiarios, incluido el sector privado, los Estados y gobiernos debían preservar plenamente su compromiso y responsabilidad con relación a la ES y no abandonarla al único arbitrio de las leyes del mercado.

Lo que observamos, sin embargo, es que mientras en Europa, América Latina y África, prevalece el modelo de universidad pública, numerosos tipos de “nuevos proveedores” han aparecido a nivel mundial, e incluso en las mencionadas regiones “que ofrecen educación superior privada con fines comerciales”.

En ese marco general de situación, varios de los autores involucrados en la producción de ese libro advierten que, si bien las actividades internacionales de las universidades se han ampliado dramáticamente en volumen, alcance y complejidad durante las dos décadas pasadas, América Latina confronta obstáculos para lograr una integración competitiva en la economía global en la medida en que aumenta la complejidad de las tareas de conocimiento que los países deben abordar.

Subrayan en consecuencia la necesidad de examinar crítica- y comparativamente cómo han sido diseñados y aplicados, en nuestra región y en otras, las políticas y los programas de internacionalización y cómo han abonado a dinámicas cruciales para mejorar el posicionamiento de las sociedades latino-americanas en un mundo globalizado, como lo son las de aseguramiento de calidad y de impulso al bienestar social y económico.

Asimismo, mencionan la urgencia de integrar diagnósticos de situación que sirvan para contrastar las problemáticas detectadas en sociedades y grupos de países tan distintos como lo son los de América del Norte, Latina y de Europa y mutualizar una transferencia racional de experiencias. Finalmente, hacen énfasis en que es preciso establecer distinciones entre conceptos tan distintos como los de internacionalización, transnacionalización y mercantilización de la educación superior en América Latina3 y trabajar sistemáticamente los indicadores disponibles para monitorear logros y disfuncionamientos y detectar prácticas ejemplares con el propósito de alcanzar resultados más significativamente socialmenteLas universidades en sus orígenes se caracterizaban por el internacionalismo y no por la internacionalización.

Planteamos entonces que la internacionalización de la educación superior es el proceso de integrar una dimensión internacional, intercultural y global en la docencia, la investigación y el servicio y/o extensión de la educación superior; aspira a la integración de profesores, estudiantes y planes y programas de estudio con el objetivo de mejorar su calidad y elevar el nivel académico de los programas de educación superior para beneficio de los profesores y estudiantes que participan en ellos.

Muchas interrogantes se abren ante nosotros ante los derroteros de la internacionalización de la educación superior y las reflexiones vertidas en ese libro por los autores de los capítulos. ¿Es justo que la ES se comercialice como una mercancía y pierda su carácter de bien público, de derecho ciudadano? ¿Quién controla la entrada de estos “nuevos proveedores” – la calidad y “valores” de lo que ofrecen – en los sistemas nacionales de ES? ¿Cómo proteger los SES de las naciones sin impedir el “libre flujo” de conocimientos e informaciones? ¿Prevalecerá el criterio de la OMC de considerar la educación superior como un servicio comercial regulado por ella?

En conclusión, pese al desarrollo de la cooperación internacional y al consenso que existe a nivel mundial acerca de la importancia de la ES, las desigualdades se agudizan. Aumenta el “éxodo de competencias” de muchos de los mejores talentos formados en la universidad pública, del espacio público hacia el privado. Por otra parte, se incrementa cada vez más el “éxodo de competencias” – también denominado “fuga de cerebros”-de los países en vías de desarrollo hacia los países desarrollados. Si la universidad latinoamericana no se implica en su entorno, y si en cambio prioriza temas de investigación irrelevantes para la sociedad donde radica, tenderá a convertirse en una suministradora de elites que, una vez formadas, emigrarán hacia los países desarrollados. Para sus países de origen, esta es la peor descapitalización posible.

Fuente:

file:///C:/Users/Administrador/Downloads/articulo-lopezsegrera_obsmac.pdf

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/wKneufAmfgCX629nbivY_QN5EVanvFxKKaC-gu85csUVGgzAk-_SlulEmAArHpDjbT8aqP0=s85

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Internationalisation needs to be two-way

América del Norte/Canadá/Junio 2016/Autor: Karen McBride / Fuente: universityworldnews.com

Resumen:  En la década pasada, la internacionalización se ha convertido en una estrategia central para la mayoría de las instituciones canadienses, con el apoyo de las políticas y prácticas sólidas.

Over the past 50 years, as the national voice advancing international education on behalf of its 150 member institutions ranging from K-12 to universities, the Canadian Bureau for International Education or CBIE, has encouraged, assisted and closely monitored internationalisation in Canada. We take a look here at what this success entails and at the prospects for Canada’s next 50 years in international education.

Internationalisation by numbers

CBIE’s 2016 membership survey identified the top three internationalisation priorities as:

  • International student recruitment (66%);
  • Increasing the number of students engaged in education abroad (59%); and
  • ‘Internationalisation at Home’, including internationalisation of the curriculum (52%).

In a survey conducted by Universities Canada in 2014, 95% of Canadian universities indicated that internationalisation or global engagement is included as part of strategic planning, with 82% identifying internationalisation as a top five priority.

In addition, 81% offer collaborative academic programmes with international partners. Moreover, Canada has twice the world average of international co-authorship – 43% of Canadian papers are co-authored with one or more international collaborators.

Given the value placed by Canadian institutions on internationalisation – and the centrality to that effort of hosting international students on campus – it comes as no surprise that there are more students from abroad in Canada than ever before.

In 2014, the country hosted 336,000 international students holding study permits (all levels combined: K-12, college, university undergraduate and graduate), an 83% increase since 2008 and an increase of 10% over 2013.

This number does not include short-term students such as exchange or second language students, who do not require a study permit, and therefore significantly underrepresents Canada’s international student population.

Unfortunately, the increase in inbound students to Canada is not mirrored in the outbound student population. Canadian students have traditionally not studied abroad in large numbers and Universities Canada reports that annually fewer than 3.1% of full-time Canadian students at all levels have an education abroad experience.

This is despite reports from Canadian students who have studied abroad on the transformational nature of the experience, its many contributions to their academic and career achievements, and its value in enhancing their communication skills, self-awareness and adaptability.

Institutions are on board: 78% of universities provide funding to support student participation in study abroad programmes and both colleges and universities are finding innovative ways to offer more flexible learning abroad options.

It is not only participating students and their institutions who value the career skills they gained. In a 2015 survey by the Leger polling firm, 82% of employers who hire recruits with international experience reported that these employees enhance their company’s competitiveness.

Two-thirds of hiring managers stated that Canada is in danger of being left behind by the growing economies of China, Brazil and India unless young Canadians learn to think more globally. The economic implications for Canada are significant, given that we are a country heavily dependent on international trade, accounting for 3.3 million jobs. We need to develop our talent to ensure that we are competitive.

Internationalisation for all

Increasingly, internationalisation is a central pillar in the quest for excellence of Canadian educational institutions. Recently, CBIE’s Internationalisation Leaders’ Network released an Internationalisation Statement of Principles for Canadian Educational Institutions designed “to serve as a guidepost in their demanding, fast-paced and complex work”.

It could be said that consensus on the need to reinforce fundamental principles – what we have called ethical internationalisation – is the most important recent trend in internationalisation. The next stems from this, and it is making internationalisation pervasive throughout our educational institutions, including bringing significant reform to curriculum, teaching practices, research and campus life.

In 2015, we saw a greater focus on ‘Internationalisation at Home’ – that is, internationalisation infused in the ethos of the institution and that leads to positive learning outcomes for all students.

Given the vast benefits of internationalisation, and recognising that mobility is not possible for every student, providing an avenue to prepare every student for the global context is imperative. Canada must take a proactive, inclusive approach and make the full spectrum of international education a priority, as other countries have done.

The global engagement challenge

Canada faces the task of getting more of its students outbound for educational experiences in other countries and preparing them to become global citizens in all the ways that the term implies.

Beyond economic imperatives, education institutions play a critical role in developing Canadians who are prepared to participate and lead in the global village, the leaders of tomorrow who can negotiate, analyse, connect and engage in meaningful ways at the international level.

CBIE endorses the recommendation of the government’s Advisory Panel on Canada’s International Education Strategy, seeking 50,000 study abroad awards annually for Canadian students.

With its emphasis on youth engagement in international cooperation activities, and Prime Minister Justin Trudeau’s personal interest (he is in fact also minister of youth), CBIE is urging the new government to establish a signature programme in time for Canada’s 150th anniversary in 2017. We are also urging the private sector to step up to the challenge and pledge its support to such an effort.

What about the next 50 years?

As we move forward in making international education achievable for all students, we will need to expand the conversation to answer these important questions:

How do we increase the scale and scope of international experiences for students, thereby ensuring that they have the knowledge, skills and competencies they need in a globalised world?

How do we enlist the support of the professoriate broadly, in order to ensure that all students benefit from global perspectives in their studies?

How do we ensure that both government and the private sector are seized with the issue?

And how do we raise public awareness of the long-term benefits of global engagement and the richness that stems from our interdependence?

While celebrating past successes, there is much work yet to do.

Fuente de la noticia: http://www.universityworldnews.com/article.php?story=20160607135127850

Fuente de la imagen: https://www.google.com/search?q=Canadian+Bureau+for+International+Education&client=ubuntu&hs=y3q&channel=fs&source=lnms&tbm=isch&sa=X&ved=0ahUKEwixuvmc3aDNAhXH2R4KHUDOBYUQ_AUICigD&biw=1301&bih=673

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Apuestan por Panamá como destino académico

Panamá/19 de mayo 2016/Fuente: la prensa/ Publicado 9/05/2016

Panamá participará del congreso académico Nafsa, con miras a promover el país como destino académico. –

Panamá participará por primera vez en la Conferencia Norteamericana para la Internacionalización de la Educación, Nafsa 2016, que se efectuará en la ciudad de Denver (Estados Unidos), del 29 de mayo al 3 de junio.

Se trata de la conferencia académica más grande del mundo, en donde participan cientos de universidades, institutos superiores, centros de idiomas y empresas de servicios para el sector académico.

Lo anterior se dio a conocer este 18 de mayo en conferencia de prensa en el hotel Riu, convocada por la Fundación Ciudad del Saber y la Embajada de Estados Unidos, que confirmaron la participación panameña en la conferencia norteña con un estand compuesto por una delegación de instituciones públicas y privadas conformada por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), Universidad Marítima de Panamá, Quality Leadership University, y cuatro centros internacionales con filial en el istmo: Florida State University, University of South Florida, Universidad Francisco Marroquín y la Universidad Interamericana de Puerto Rico.

Durante la conferencia de prensa, el presidente ejecutivo de fundación Ciudad del Saber, Jorge Arosemena resaltó la relevancia del evento para promover al istmo como destino académico.

Con él coincidió Kristin Stewart de la Embajada de Estados Unidos, quien remarcó los beneficios económicos e investigativos que podría devengar Panamá como punto académico.

El aforo contó con la presencia de Omaira Rodríguez, de Senacyt; Gladys Bernett de la Universidad de Florida del Sur (UFS, por sus siglas en inglés) y Óscar Ramírez, rector de la UTP, quienes reiteraron la necesidad de dar a conocer la capacidad del istmo en competencias académicas y de investigación. Atributos que, según la vicerrectora académica del Florida State University, Alexandra Anyfanti, se complementan actualmente con otras ofertas, como su diversidad cultural, la circulación del dólar como divisa y la modernidad de la ciudad capital.

  • See more at: http://www.prensa.com/cultura/Apuestan-Panama-destino-academico_0_4486051514.html#sthash.KoRv2fk0.dpuf

Fuente: http://www.prensa.com/cultura/Apuestan-Panama-destino-academico_0_4486051514.html

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Ciencia sin fronteras: Los límites de la internacionalización (Parte I)

 luiz-lulu-da-silvaDurante la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) se vivió en Brasil un periodo de prosperidad económica. El control de la inflación, la recuperación de los niveles de empleo, una creciente atracción de inversión extranjera y la reactivación del mercado local y regional fueron, entre otros, aspectos que coincidieron en la tendencia de crecimiento ininterrumpido del producto interno bruto observada a lo largo de la primera década del siglo. Se hablaba entonces de un nuevo “milagro brasileño”, y se veía con gran optimismo la capacidad de un gobierno de izquierda para encausar el desarrollo nacional.

Las políticas económicas del gobierno de Lula establecieron líneas de continuidad e hicieron fructificar las principales reformas y estrategias emprendidas por su predecesor, Fernando Henrique Cardoso (1995-2003). No obstante, la presidencia del Partido de los Trabajadores (PT) imprimió un sello particular a la agenda social del régimen. La combinación de políticas económicas de corte liberal y políticas sociales sensibles a la problemática de la población brasileña fue, en los años de Lula, una fórmula exitosa de gobierno. En materia de educación superior, ciencia y tecnología se redobló el esfuerzo financiero para expandir como nunca antes la oferta educativa, los apoyos a los estudiantes, y los recursos invertidos en el sector de ciencia y tecnología. Además se inició la experimentación de programas compensatorios de las desigualdades sociales del sistema brasileño en términos de oportunidades de acceso a las oportunidades del sistema.

Los resultados de la gestión de Lula da Silva abrieron camino para la triunfal aspiración presidencial de la candidata del PT Dilma Vana da Silva Rousseff. Con 46.8 por ciento del sufragio total, Dilma resultó vencedora por mayoría en la primera vuelta electoral. Al cabo, con 56 por ciento de los votos válidos se ratificó su victoria en la segunda ronda de las elecciones generales. Conforme al calendario político brasileño, la presidenta inició gestiones el primer día de 2011. Su plan de gobierno, cuyos trazos generales se habían dado a conocer desde la campaña presidencial en octubre de 2010, incluía varios temas directamente relacionados con el sistema de educación superior ciencia y tecnología. De ellos cabe citar los objetivos estratégicos de garantizar la educación en todos los niveles del sistema, así como “transformar al Brasil en potencia científica y tecnológica”.

Dilma_RousseffJustamente esa fue la orientación que quiso darse a uno de los programas emblemáticos del régimen, “Ciencia sin Fronteras”, consistente en una muy significativa dotación de becas para estudios de posgrado en el extranjero. El programa gubernamental, autorizado en junio de 2011, se planteó el objetivo general de “propiciar la formación y capacitación de personas con elevada capacitación en universidades, instituciones de educación profesional y tecnológica, y centros de investigación extranjeros de excelencia, así como atraer hacia Brasil jóvenes talentos e investigadores extranjeros de elevada calificación, en áreas de investigación definidas como prioritarias.”

Aunque las metas cuantitativas no fueron definidas al momento de creación del programa, en discursos públicos tanto la presidenta Rousseff como el entonces ministro de ciencia y tecnología, el economista Aloizio Mercadante (actual ministro de educación), establecían como horizonte el de lograr más de cien mil becas en el periodo de 2012 a 2015. En 2013 se oficializaron las metas del programa hasta 2015 así como su volumen en las distintas modalidades autorizadas por el programa: un total 101,000 apoyos en el lapso 2012-2015, de los cuales: 64,000 becas de graduado “sándwich”, 15,000 becas de doctorado “sándwich”, 4,500 becas de doctorado pleno, 6,440 becas de postdoctorado, 7,060 apoyos para participar en proyectos de desarrollo tecnológico e innovación en el extranjero, 2,000 apoyos para atracción de jóvenes talentos y 2,000 más para puestos de investigador visitante especial. También se fijó el objetivo cuantitativo según el cual de las 101 mil becas proyectadas, 75 mil se financiarían con recursos del gobierno y 26 mil a través de la iniciativa privada.

En la nomenclatura del programa se entiende como “doctorado sándwich” aquél que se ofrece a través de algún convenio en el que participan entidades brasileñas y extranjeras, y por “graduado sándwich” las becas que se otorgan a estudiantes brasileños de doctorados locales que desean concluir sus estudios en el exterior. Este subprograma, que cuenta con el mayor número de becas, tiene como condición indispensable que los aspirantes hayan cursado en programas brasileños al menos el veinte por ciento de los créditos totales.

Desde su inicio el programa fue exclusivamente enfocado a ciencia y tecnología, es decir con exclusión de las disciplinas de ciencias sociales y humanidades. A principios de 2013 se oficializó el grupo de áreas y temas prioritarios del programa. Según la norma respectiva (Decreto Interministerial no. 1 del 9 de enero de 2013) se considerarían un total de 17 grupos disciplinarios: Ingenierías; ciencias exactas y de la tierra (física, química, biología y geociencias); ciencias biomédicas y de la salud; computación y tecnologías de la información; tecnología aeroespacial, farmacología; producción agrícola sustentable; petróleo, gas y carbón mineral; energías renovables; tecnología mineral; biotecnología; nanotecnología y nuevos materiales; tecnologías de prevención y mitigación de desastres naturales; biodiversidad y bioprospección; ciencias del mar; industria creativa; nuevas tecnología de ingeniería constructiva; formación de tecnólogos.

El alto interés gubernamental en la iniciativa ha sido expresado en múltiples ocasiones, tanto en Brasil como en el exterior. Vale la pena, al respecto, referir la visita de la presidenta Rousseff a la Universidad de Harvard el 10 de abril de 2012. En esa oportunidad la mandataria expresó “Brasil necesita a Harvard tanto como Harvard necesita a Brasil”. Altas expectativas, pero ¿cuáles han sido los resultados del programa y cuáles sus desafíos en el complejo panorama brasileño del presente? A eso, la próxima semana.

Publicado primeramente en: http://www.educacionfutura.org/ciencia-sin-fronteras-los-limites-de-la-internacionalizacion-parte-i/

Fuente de la imagen destacada: http://madri.itamaraty.gov.br/es-es/programa_de_becas_ciencia_sin_fronteras.xml

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