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La Nueva Escuela Mexicana y sus voceros

Por: Luis Hernández Navarro

 

En un enorme vestíbulo, blanco y frío, con brillosos pisos que parecen mármol, y unas elegantes escaleras y grandes ventanales de fondo, Sabina Berman entrevistó al doctor Marx Arriaga en su programa de televisión Largo aliento . Lo tituló, con ironía y buen tino, “Marx y la Nueva Escuela Mexicana”.

Marx Arriaga es director de Contenidos de Educación Básica en la Secretaría de Educación Pública (SEP). Su paso por la actual administración y su vocación de peleador callejero han estado acompañados de todo tipo de tormentas. Desde que el 26 de abril apareció en una mañanera anunciando un nuevo modelo educativo, los escándalos se han intensificado significativamente. Su gusto por defender causas pedagógicas con enjundia y verborrea dignas de un predicador laico, y su torpeza para aterrizar sus peroratas pedagógicas con ejemplos sencillos de la práctica docente, le han valido todo tipo de críticas de académicos, maestros y periodistas de los más diversos signos políticos.

La entrevista con Sabina (al igual que los debates con Manuel Gil y el periodista Erick Juárez) es muestra de la banalidad, rigidez, demagogia y fanatismo del funcionario. Sin mucho éxito, una y otra vez, la dramaturga trata de que el doctor en filología ponga los pies en el piso. “Te voy a pedir que seas muy pedagógico y que aterricemos en lo concreto”, solicita infructuosamente la autora de Entre Pancho Villa y una mujer desnuda. “Queremos desviarnos de la retórica ideológica y entrar al contenido de la educación”, le insiste, más adelante. “¿Cómo baja del lenguaje a la praxis?”, le demanda sin fortuna.

Una y otra vez, a lo largo de la emisión, Arriaga se poncha abanicando.

–Uno de los ejes de la Nueva Escuela Mexicana es gastar más en educación. ¿Gastar dinero dónde? –pregunta Berman.

–En lo más importante, que son los maestros. Hay que gastar dinero en infraestructura… Pero no hay mejor gasto que para los maestros –responde el ex titular de la Dirección General de Bibliotecas.

–¿Cuánto se gastará en mejor infraestructura para la educación? –revira la escritora.

–No tengo la cifra exacta –contesta él, mientras se levanta de la lona tirando golpes al vacío.

Sus pifias y huecos informativos tienen el tamaño de un gigantesco lago. En Largo aliento presume el gran gasto educativo de la SEP, cuando, en realidad, éste se recortó: pasó de 183 mil 900 millones de pesos en la primera mitad de 2022, a tan sólo 158 mil 973 millones, es decir, 24 mil 926 millones de pesos menos a los aprobados.

En plena huida hacia adelante, el directivo informa: “Y ahora con el magisterio han ido los aumentos salariales, pero se espera todavía más. Especialmente en la formación continua de ellos (apenas 249 millones de pesos este año) y en que se mejore la situación laboral”.

–¿Tienes alguna cifra? ¿Cuánto ganará un maestro? –indaga Berman, mientras él titubea y ella insiste: A partir de 2018 ¿cuánto llevan ganando más? Al final del sexenio ¿cuánto habrán ganado más?

Marx toma aire y se lanza al abismo: “En este año, que fue anunciado en el Día del Maestro por la secretaria, un aumento considerable de más de 17 por ciento”.

Infortunadamente sus declaraciones son falsas. El aumento salarial fue de apenas 418.88 pesos, 6.15 por ciento. Un incremento por detrás de la inflación, que superó 7.5 por ciento, y muy por debajo de lo afirmado por el doctor Arriaga. El sueldo base (concepto 07) de una plaza inicial en el magisterio era, hasta el pasado 15 de mayo de 4 mil 522.95 pesos; más 2 mil 282.33 pesos de prestaciones. En total: 6 mil 805.28 pesos. Desde la primera quincena de julio, cuando se ve realmente el incremento, el salario base quedó en 4 mil 810.35 pesos. Las prestaciones pasaron a 2 mil 413.81. Juntos suman 7 mil 224.16 pesos. Adicionalmente, se pagaron algunos montos diferenciados de Pago Permanente en Apoyo a la Educación y Compensación Nacional Única. Sin embargo, no se especificó la periodicidad de éstos.

En la entrevista, Marx le baja tres rayitas a la cifra de maestros que supuestamente avalan y/o participaron en la reforma curricular. Del millón de trabajadores de la educación de los que habló originalmente (“es un momento fundacional,” dijo), pasó a 300 mil. “Es la primera vez que no tenemos un modelo educativo tropicalizado”, puntualizó sin pudor.

La cifra sigue inflada. Supondría haber organizado en todo el país asambleas ma­sivas de casi 10 mil profesores por entidad. En los videos de los actos se ve entre los asistentes un ejército de autoridades educativas estatales (y sus empleados), inspectores y directores de escuela, al lado de los dirigentes charros del SNTE.

El blof del funcionario arranca carcajadas entre los profesores democráticos. El maestro Pedro Hernández, director de la Escuela Primaria Centauro del Norte, en Iztapala, dice: “Los supuestos 300 mil maestros consultados son una mentira. Son números inflados. Las asambleas fueron reuniones a modo. A nosotros, las autoridades nos invitaron el mero día, cuando ya se estaba realizando, y sólo porque les reclamé la presencia de los charros”.

Según el doctor Lev Velázquez, dirigente del magisterio michoacano, Marx quedó de participar en un debate organizado en el marco 19 Taller Estatal de la Educadora y el Educador Popular. Pero nunca llegó. En lugar de eso se reunió con pequeños grupos sindicales de simpatizantes de Morena.

La nueva reforma curricular es un amasijo de buenas intenciones y pocas pistas de aterrizaje. Algunos funcionarios que la defienden se indigestaron con la teoría decolonial. Están engolosinados con una palabrería hueca, que sirve sólo para alimentar el fantasma del comunismo. Su verborrea, aparentemente en favor de buenas causas, termina por ahuyentar cualquier posibilidad de simpatizar con lo que dice defender.

Fuente de la información: https://www.jornada.com.mx

 

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El rediseño de los libros de texto gratuitos

En días pasados, fue lanzada la convocatoria para el rediseño de los libros de texto gratuitos (LTG) de educación primaria dirigida a docentes normalistas, investigadoras e investigadores de las universidades públicas y privadas, becarias y becarios de posgrado, Consejos Técnicos Escolares, maestras/maestros, bibliotecarias/bibliotecarios, directivos y comunidades educativas de las escuelas (tanto públicas como privadas), cronistas, maestras y maestros. Se definieron dieciocho categorías de participación según la asignatura y el grado. Los participantes recibieron una capacitación sobre la Nueva Escuela Mexicana, el diseño de los Planes y Programas, las categorías pedagógicas y las variables a considerar.

La Secretaría de Educación Pública dio a conocer el resultado mediante un boletín. El proceso inició en febrero pasado y continuará, al menos hasta mayo próximo. Se levará a cabo de manera gradual para el próximo Ciclo Escolar 2021-2022 y continuará de de manera sistemática para los siguientes cursos. Se contemplaron varias fases: Etapa 1: Selección y conformación de los grupos de trabajo; Etapa 2: Elaboración de las diversas modalidades de trabajos; Etapa 3: Evaluación de los materiales didácticos; Etapa 5: Convocatoria, selección y capacitación de los creadores visuales; Etapa 6: Maquetación de los Libros de Texto.

Aunque se menciona que todo el proceso del rediseño de LTG se realiza conforme a lo establecido en los planes y programas de estudio de la Secretaría de Educación Pública (SEP) conforme a los lineamientos de la Nueva Escuela Mexicana (NEM) la verdad no es así. En este caso, la NEM es producto de la reforma educativa del dos mil diecinueve mientras que los planes y programas de estudios corresponden a la reforma educativa del dos mil diecisiete en algunos grados y en otros a la Reforma Integral de Educación Básica del dos mil once. A esos habría que sumarle un modelo emergente provocado por la pandemia. En una colaboración anterior di cuenta de ello. El Modelo Educativo de la NEM brilla por su ausencia incluidos los planes y programas de estudio de la misma. El sustento pedagógico de la NEM se retoma del modelo educativo 2017, de los planes y programas de estudios 2011 y complementa con las visión asistemática de la reforma educativa del 2019. Toma prestado el enfoque de las reformas educativas que tanto cuestiona y critica. Carece de fundamento propio. Por ello, en mi parecer, es obligadamente necesario colocar la Nueva Escuela Mexicana en los libros de texto gratuitos.

Otra justificación para el rediseño de los libros de texto gratuitos, son los errores de las reformas educativas recientes expuestos por el magisterio en múltiples foros académicos, según se menciona en la convocatoria referida. Al respecto, leí notas periodísticas y artículos de opinión sobre el tema. Entre otros, los firmados por Nayeli RoldánAbelardo CarroCarolina Irene Crowley RabattéIrma FuenlabradaJosé Luis Martínez S. Un punto en común es la concepción de “rediseño de los libros de texto gratuitos” distinta a la oficial. Para la SEP es una manita de gato. En nuestro parecer, se requiere un zarpazo de tigre. El rediseño se realizó al “ahí se va”, de manera superficial, corto de miras. Sería conveniente llevar a cabo un proceso más profundo, de mayor impacto y alcance.

Carpe diem quam minimun credula postero

Fuente e imagen: profelandia

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La Nueva Escuela Mexicana y sus maestros

Por: Juan Carlos Yáñez

México comienza a dar sus primeros pasos en la última reforma educativa (que elimina la polémica de 2013). Por delante, varios años de implantación y muchas preguntas. Aquí, algunas para la reflexión.

En la última semana de septiembre el Gobierno mexicano consumó la aniquilación de la reforma educativa aprobada en 2013, y empezó una era bajo la narrativa simbolizada por la expresión “Nueva Escuela Mexicana”. A muchos maestros llaman la atención los componentes de la retórica: “nueva” y “mexicana”. ¿Cuál es el sentido de lo “nuevo” y la razón de ponderar lo “mexicano” en un mundo globalizado como nunca? El lenguaje no es angelical. Son interrogantes que solo enuncio.

La reforma educativa aprobada en 2019, con el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, dirigió las baterías a destruir la anterior, aprobada en el sexenio del partido gobernante más longevo del país, el Revolucionario Institucional. No era fácil, pero sobraban motivos para conseguir adeptos que se alejaran de una reforma pésimamente comunicada y focalizada en la evaluación docente, lo que dio paso a una estigmatización feroz del proyecto reformista oficial.

Tres o cuatro consignas bastaron para aplastar el esfuerzo titánico hecho para despojar [por lo menos en el papel] al sindicato más grande de América Latina de su influencia en los procesos de asignación de plazas de maestros, o en la promoción a quienes ya estaban dentro del sistema educativo. Entre esas consignas aparecían, por ejemplo, “la mal llamada reforma educativa”, “evaluación punitiva” y la insistencia en que se trataba de una “reforma laboral y no educativa”.

Con una inquietante presencia y presión de la disidencia magisterial, representada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, movimiento dentro del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, las fuerzas oficiales del régimen aprobaron la reforma al artículo 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que regula la educación en el país, y luego, las leyes General de Educación, la Ley Reglamentaria del artículo tercero en materia de Mejora Continua de la Educación y la polémica Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestros y los Maestros.

Una buena parte del marco legal que regirá la educación mexicana está aprobada para los siguientes 5 años, por lo menos. Continuará un proceso de armonización de las leyes de los 32 estados de la República; la tarea en los congresos de diputados que, en la mayor parte de los casos, corresponden al mismo partido del presidente, augura una aprobación rápida y sin contratiempos, aunque eso pudiera sembrar de inconsistencias las constituciones estatales.

En los días de aprobación de la nueva reforma educativa tuve oportunidad de conversar con profesores de una escuela normal en el Estado de México, el más poblado del país. De las conversaciones derivé algunas ideas para la reflexión en las escuelas y los maestros, en el proceso inédito que vive el tercer sistema educativo más grande de América. A continuación, las enuncio, como parte de una agenda hipotética para los colectivos escolares.

  1. Los juicios que ahora hagamos son preliminares y deben ser cautelosos, dado que la planificación de cada una de las etapas consumirá otros dos años para dar pasos firmes en la implantación del nuevo currículum nacional. El desafío es monumental especialmente para las escuelas donde se forman los maestros: ¿cómo educar para la incertidumbre, en la incertidumbre?
  2. En momentos así, inciertos, donde el gobierno apuesta a una construcción colectiva difusa, es preciso el ejercicio de la crítica, es decir, la rigurosidad en el pensamiento y la claridad de los juicios, más allá de preferencias ideológicas o partidistas. La tarea implica un examen acucioso de la reforma de 2013, sus postulados, desarrollo y resultados, así como de la génesis, construcción y perspectivas para la reforma de 2019.
  3. No existe la reforma educativa perfecta. Todas están condenadas a la extinción. Las preguntas son: ¿cómo mueren?, ¿cuándo pierden vigencia?, ¿qué legarán? Por otro lado: ¿qué bases sientan las reformas nacientes? ¿Dónde colocan los énfasis?
  4. El sistema educativo no es, está siendo. Es vivo, dialéctico. La reforma de 2019 condiciona, pero no determina; en ese sentido, abrirá espacios de libertad [cerrará otros] que los maestros pueden ensanchar o acotar.
  5. En las escuelas, los maestros tienen en sus manos y decisiones una parte del control de su trabajo. ¿Cómo lo harán? El papel del sindicato y los directores será crucial. El aula es un espacio de libertad que los profesores deben conquistar. ¿Cómo lo harán?
  6. En los años que habrán de transcurrir para la finalización de las distintas etapas de la reforma, como está programada, se abrirán incertidumbres. ¿Cómo se responderán? ¿Los escenarios jugarán a favor de la reforma o en contra? Más allá de ello, las escuelas tendrán que seguir laborando, reforzando sus procesos, y en esa perspectiva, el trabajo colegiado será imprescindible; un trabajo dirigido con sensibilidad, con destino a la mejora efectiva de las escuelas.
  7. Concomitante con lo anterior, la formación individual y de los colectivos es un desafío enorme que permitirá avanzar o retroceder. Es una perogrullada: la calidad de los sistemas educativos es la de sus maestros. Si México quiere un mejor sistema educativo, tiene que fortalecer la preparación, compromiso y condiciones de sus maestros. Es innegociable.
  8. En la mejora de las escuelas, el papel de las estructuras intermedias será clave: los supervisores escolares y los asesores técnico-pedagógicos deben ser apoyos firmes en el trabajo de las escuelas, especialmente donde las condiciones son más precarias, en los contextos rurales, en escuelas multigrado, en donde se atienden a millones de estudiantes pobres, que reciben la más mísera de las educaciones, con una pedagogía pobre y descolocada.
  9. Las escuelas normales, donde se forman los maestros mexicanos, son otra pieza estratégica en la edificación de un sistema educativo de calidad e incluyente. Su reforma, largamente postergada, es imperativa, con un proyecto pedagógico distinto y recursos suficientes.
  10. Mientras se definen las etapas que completen el diseño de la Nueva Escuela Mexicana, el trabajo de los colectivos podría marcar pautas en el sendero de la buena educación. Sin docentes trabajando en grupo y con acuerdos mínimos, las leyes aprobadas y los debates parlamentarios serán letra muerta.

Seis años, el periodo de gobierno presidencial en México, no es suficiente para apreciar las transformaciones radicales que requiere el país, pero lo es para vislumbrar si caminamos a la salida del hoyo o penetramos territorios oscuros. La apuesta, sostienen algunos, es a la estabilidad política, no a la transformación pedagógica; veremos.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/10/01/la-nueva-escuela-mexicana-y-sus-maestros/

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México: Publican en Gaceta Parlamentaria propuesta de Ley General de Educación

Redacción. Educación Futura

Este jueves 18 de julio se ha publicado en la Gaceta Parlamentaria la propuesta con proyecto de decreto, por el que se expide la Ley General de Educación, presentada por los coordinadores de los grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados.

En el documento, el cual, se había filtrado anteriormente a este medio, se puede ver la propuesta de la«Nueva Escuela Mexicana», la cual, tendría como  como objetivo, la «búsqueda de la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación, colocando al centro de la acción pública el aprendizaje de las niñas, niños, adolescentes y jóvenes».

Tendrá como objeto el mejoramiento integral y constante que promueva el máximo logro del aprendizaje, reorientar el Sistema Educativo Nacional, incidir en la cultura educativa mediante la corresponsabilidad e impulsar transformaciones sociales dentro de la escuela y en la comunidad de su entorno.

Con esta ley, se abrogaría la Ley General de Educación publicada el 13 de julio de 1993 en el Diario Oficial de la Federación y se derogan todas las disposiciones contenidas en las leyes secundarias y quedan sin efectos los reglamentos, acuerdos y disposiciones de carácter general contrarias a este Decreto.

Al mismo tiempo, se abrogaría  la Ley General de Infraestructura Física Educativa publicada el 1 de febrero de 2008 en el Diario Oficial de la Federación y se derogan todas las disposiciones contenidas en las leyes secundarias y quedan sin efectos los reglamentos, acuerdos y disposiciones de carácter general contrarias a este Decreto.

Descarga el documento completo: 20190718-V

Fuente: http://www.educacionfutura.org/publican-en-gaceta-parlamentaria-propuesta-de-ley-general-de-educacion/

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