¿Por qué hemos dejado de leer?

Por: Mariana Sofía Jiménez Nájera

 

Existen muchas razones por las cuales dejamos de leer, sin embargo, el uso constante de la tecnología en nuestra vida diaria ha afectado nuestra capacidad de atención. Te invitamos a saber por qué y cómo regresar al hábito de la lectura.

Solía ser una persona que se consideraba lectora. Desde la primaria hasta terminar mi carrera profesional, para mí siempre fue normal acudir a la biblioteca y rentar un libro para leer en mi tiempo libre, ahí mismo leía la parte de atrás y si me interesaba lo llevaba conmigo. Sin importar reseñas negativas en internet o si a la mitad del libro lo encontraba aburrido, no dejaba de leer hasta que lo terminara.

Pero en los últimos años mi hobby por la lectura ha ido en declive, no leo las cantidades de novelas que leía anteriormente. Mientras que fui adquiriendo nuevas responsabilidades y pasatiempos, es entendible; pero ha sido algo que internamente me ha causado mucho ruido. Esto lo he externado a familiares, amigos y compañeros de trabajo, solo para darme cuenta que a la mayoría de ellos les pasaba lo mismo. Muchos estamos en el mismo dilema, y es aquí donde me pregunté: ¿por qué hemos dejado de leer?

La lectura en México

A pesar de que la gama de materiales de lectura se ha ampliado hacia lo digital, la lectura en México se ha reducido. Según datos del Inegi, en el 2023 el 68.5 % de los mexicanos mayores de 18 se consideran lectores, leyendo un promedio de 3.4 libros en el último año. Otro aspecto que llama la atención es que del porcentaje de lectores, tan solo 27.1 % logra comprender todo lo que lee.

La lectura y su comprensión en los mexicanos ha declinado en los últimos años.

Este último dato sobre la comprensión lectora es curioso, no solo es que no se lee, sino que no se está comprendiendo el contenido. Y dejando de lado la infinidad de razones por las que las y los mexicanos no leen (falta de estímulos para leer durante la infancia, falta de recursos económicos y tiempo, desinterés, entre muchos otros), hay una en específico que puede ser el caso para muchos de nosotros que ya no leemos con la regularidad de antes: el impacto de los dispositivos tecnológicos en nuestra capacidad de atención.

¿Culpamos a la tecnología?

Todos tenemos la elección de qué tanto utilizar nuestros dispositivos tecnológicos y podemos implementar medidas como temporizadores que cierran aplicaciones después de cierto tiempo o evitar revisar el celular frecuentemente. Nuestros dispositivos solo nos notifican, somos nosotros los que nos distraemos con dichos mensajes. Un estudio realizado por Maxi Heitmayer encontró que el 89 % de las interacciones con smartphones las inicia el usuario, mientras que el 11 % son interacciones impulsadas por notificaciones.

«La manía de nuestras vidas en línea revela lo siguiente: continuamos deslizando a través de nuestros celulares porque nunca estamos completamente satisfechos», comenta Andrew Sullivan en su artículo, el cual reflexiona sobre cómo la tecnología ha transformado nuestras vidas. Son tantos los mecanismos que se han inventado para tenernos enganchados como el infinite scroll o los algoritmos que están tan apegados a nuestros gustos, que no es sencillo dejar de ver nuestras pantallas. Según Electronics Hub, el promedio mundial de la cantidad de tiempo que una persona ve la pantalla de su celular al día es de seis horas con 37 minutos.

Además, la información que recibimos son artículos cortos o videos de máximo un minuto, que poco a poco se van apilando; ocasionando que perdamos la noción del tiempo y pensando que te darás un descanso de cinco minutos, cuando en realidad pasó media hora sin darte cuenta. Este tiempo se podría utilizar leyendo un libro o haciendo otra actividad.

Las interrupciones en las tecnologías nunca paran y no tienen horario, por lo que nuestro cerebro, el cual se está acostumbrando a la era digital, hace que nuestra atención se divida en intervalos mucho más cortos y evita que nos concentremos profundamente. No ayuda el hecho de que el multitasking es la normalidad hoy en día, y la lectura es una actividad que requiere nuestra total atención si se quiere tener una buena comprensión lectora.

Asimismo, no es sorpresa que con la saturación de información nuestra capacidad de atención se reduzca cada vez más. En su libro, Gloria Mark afirma que en el 2023, la capacidad de atención de las personas es de 75 segundos, donde las personas pueden poner su total atención en una pantalla por 47 segundos. Adicionalmente, al distraerse del trabajo activo, puede tomar hasta 25 minutos volver a concentrarse en lo que estaban trabajando originalmente.

Nuestra paciencia también se ha visto afectada, sobre todo en las nuevas generaciones. Por ejemplo, anteriormente para realizar un reporte escolar se debía acudir a la biblioteca, encontrar el libro del tema de tu interés, y leer hasta capítulos completos para obtener la información deseada. Ahora la información que buscamos está a nuestro alcance en cuestión de segundos y si no la encontramos en la primera página de Google, nos desesperamos. En consecuencia, es difícil leer libros si no te atrapan desde las primeras páginas, lo cual puede ser desmotivador para continuar leyendo y lo más fácil es cambiar de actividad. Los algoritmos en redes sociales son tan apegados a nuestras preferencias que engancharse es sumamente sencillo, en especial cuando consumimos pequeñas dosis de información que nos mantienen entretenidos y donde cambiar de tema es fácil cuando puedes deslizar hacia abajo.

La manera en la que leemos también ha cambiado, pero es más notorio cuando leemos de manera digital. Mientras que el scanning (escaneo) es una estrategia que ayuda a encontrar información rápidamente, esta impide la comprensión total de un texto; y es esta técnica la que se ha permeado en la manera en que se consume la información de forma digital. En este mundo sobresaturado de información, se quiere llegar al grano de lo que sea que consumamos, no tenemos tiempo de leer párrafos ornamentados o introducciones.

Otro factor que resalta, es que hoy en día el consumo de series de televisión y películas es más popular y hay muchísimas plataformas de streaming; para las personas es más cómodo gastar en un mes de suscripción de una plataforma con un catálogo infinito, a pagar un solo libro que es posible que no sea de su agrado y que rara vez vuelven a leer.

Algunos consejos para regresar al hábito de la lectura

Nuestro cerebro se ha adaptado al uso constante de la tecnología, por lo que nuestra atención está dividida y es más corta. Para leer, se requiere de un pensamiento profundo y concentración continua para absorber toda la información de manera consciente. Te propongo algunos consejos que te ayudarán a regresar al hábito de la lectura:

  • Lee cuentos cortos: Comenzar un libro largo puede ser abrumador. Hay cuentos que puedes terminarlos en una sola sesión, y estos pueden incentivar tu apetito por leer algo más extenso.
  • Aparta en tu agenda un espacio para la lectura: Puedes iniciar leyendo 15 minutos diarios e ir aumentando la cantidad de tiempo para acostumbrarte a leer de nuevo.
  • Empieza un diario de lectura: En un cuaderno, por cada sesión de lectura puedes apuntar lo que más te gustó, lo que comprendiste del texto o lo que quieras con respecto a tu libro. Esta también es una manera de entrenar la atención continua y confirmar tu comprensión lectora.
  • Comenta con seres queridos: Hacer actividades en conjunto puede ser un gran estímulo para motivarse mutuamente. Puedes hacer un círculo de lectura con seres queridos para hablar y reflexionar sobre un libro que todos quieran leer.

La lectura tiene muchos beneficios para nuestra mente y ayuda a expandir nuestro conocimiento e imaginación. La tecnología no es nuestro enemigo, incluso puede ser una excelente herramienta para comentar un texto o encontrar recomendaciones de libros; solo debemos ser conscientes de su uso responsable para el manejo del tiempo. Definitivamente al realizar este artículo soy más consciente del tiempo que utilizo mi celular, y que debo hacer un esfuerzo para hacer un espacio para la lectura; una actividad que era mi día a día durante mis años en la escuela y que quiero retomar e incorporar nuevamente a mi vida. Así que si tienes la misma inconformidad que yo, espero esta nota te ayude a regresar al hábito de la lectura. Y sobre todo, ¡agradezco tu atención por llegar hasta el final!

Fuente de la información e imagen:  https://observatorio.tec.mx

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Argentina: Presentarán el libro «Michimiau»

América del Sur/Argentina/23 Julio 2017/Fuente:diariolaopinion /Autor:diariolaopinion

En el marco de las actividades de la Agenda Infancia, el programa Rafaela Lee presentará, el próximo  jueves 27 de julio a las 10 hs, en el Complejo Cultural del Viejo Mercado el libro Michimiau de Silvia Marzioni, ilustrado por Florencia Laorden. Este libro que está dedicado a los primeros lectores forma parte de una serie de publicaciones cuyo trabajo es coordinado por la profesora Claudia Manera, responsable del mismo, desde la Secretaría de Educación.
El libro y por ende, el programa Rafaela Lee, que se presenta en la Agenda Infancia cerca del festejo del día del niño pretende acercar la literatura a través de la lectura de los padres o de todos aquellos adultos como promotores de lectura, bibliotecarios, etc. e iniciar una tradición desde la primeras generaciones. El mismo será distribuido posteriormente a su presentación en todas las bibliotecas de la ciudad, jardines de infantes y en todo el nivel inicial.

LA AUTORA
Silvia Marzioni, narradora, se dirige a los niños en esta oportunidad desde la escritura con una historia que rescata su entrañable relación con los animales, verdaderos acompañantes de la infancia.
Michimiau se suma a la serie de publicaciones del programa que busca rescatar autores locales destacándose lo literario y lo visual en la elección de artistas plásticos que saben multiplicar la narración con su propia propuesta. La serie se inició con la reedición del libro de Cristina F. de Aimino, luego con una selección de cuentos de Dorita Villarreal y una leyenda de Elda Massoni en ediciones homenaje, y ahora con un título dirigido a niños de nivel inicial, a los primeros lectores.
Silvia Marzioni es narradora oral escénica, integrante del Taller Permanente de Narradores Orales de la Provincia de Santa Fe desde el año 2000, tallerista y lleva adelante junto a otros narradores de su proyecto, Cuenteros del Horizonte.

LA ILUSTRADORA
Florencia Laorden, artista plástica e ilustradora del texto, logra dar cuerpo con la acuarela a las escenas y al espacio que circunda a Michimiau llevándonos a través de las páginas de una edición muy cuidada también desde imprenta hacia lo que mira la mascota, en un diálogo que introduce tanto el punto de vista del protagonista como del narrador.
Nació en 1986 en Rafaela (Santa Fe, Rep. Argentina). Es licenciada en Bellas Artes (Universidad Nacional de Rosario). Participó del Seminario de Profesionalización de Artistas, recibió una beca del Fondo Nacional de las Artes, realizó muestras individuales en Riviore (Rosario): «Fulgor», Cultura Pasajera (Rosario): «Universo» y «La casi primavera invernal», en Gachi Prieto Galery (Buenos Aires) «Poderes del tiempo» y en el Museo de Bellas Artes «Dr. Urbano Poggi» de Rafaela «Al otro lado del jardín».

Sus pinturas participaron en diversas muestras colectivas, entre ellas: «Los pintores de la mañana», Alianza francesa, «Fuerza Natural» Espiria, Premio Fundación Andreani, Bienal Nacional de Pintura de Rafaela, Museo de Arte de Tigre, Casa de la Cultura del Fondo Nacional de las Artes, Gachi Prieto Galery, Museo Diario La Capital, Alianza Francesa de Rosario. Formó parte del programa «Argentina pinta bien» en el Museo Provincial de Bellas Artes «Rosa Galisteo de Rodríguez» en Santa Fe, en el Museo Municipal de Bellas Artes «Juan B Castagnino» de Rosario y en Centro Cultural Recoleta de la Ciudad de Buenos Aires. También participó de «La Línea piensa. Nuevas Latitudes» y de arteBA en las ediciones del 2012 y 2013. Paralelamente se dedica a la gestión artística a través de la dirección de BOU, un espacio dedicado a la promoción de actividades relacionadas con el arte, su aprendizaje y la capacitación, donde se realizan distintos talleres con reconocidos profesionales y se llevan cabo proyectos que están destinados a la formación artística, comprometidos con las necesidades de la escena local y nacional.

Fuente de la noticia: https://diariolaopinion.com.ar/noticia/185873/presentaran-el-libro-michimiau

Fuente de la imagen:

 http://diariolaopinion.com.ar/download/multimedia.normal.85c13fc64a8a29ce.6e6f726d616c2e6a7067.jpg

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Rumania: Puedes viajar gratis si vas leyendo libros durante el trayecto

Europa/Rumania/06 de Noviembre 2016/Fuente: intriper/Autor: Santiago Cravero Igarza

En un mundo donde lo único que vemos es la pantalla de nuestro teléfono y nos olvidamos lo que nos perdemos si nos sumergimos dentro de la lectura de libros, aparece una propuesta increíble.

Víctor Miron, el principal impulsor de una llamativa campaña en una ciudad de Rumania, cree que hay que desarrollar políticas para promover la lectura y recompensar a los que leen.

Cómo? A través de una genial idea: todos aquellos que viajen en transporte público leyendo un libro, no pagan su pasaje.

Miron, amante de los libros, llevó la propuesta al alcalde de Cluj Napoca, quien la aceptó inmediatamente. “Nuestro alcalde publicó la propuesta en su Facebook y la respuesta fue impresionante.

 Sabemos que leer siempre mejora tu vocabulario y da riqueza de pensamiento e imaginación, dicen las autoridades

No es la primera campaña que propone Miron en este sentido:  también promovió otros proyectos como “Bookface”, en el cual las personas que tienen un libro en su perfil de Facebook reciben descuentos en diferentes tipos de establecimientos, desde librerías hasta salones de belleza.

Fuente de la noticia: https://intriper.com/rumania-puedes-viajar-gratis-vas-leyendo-libros-trayecto/

Fuente de la imagen: https://intriper.com/wp-content/uploads/2016/02/leyendo-en-el-bus-696×425.jp

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Reseña del libro: Hacia una antropología de los lectores

Hacia una antropología de los lectores

15 marzo 2016 Categoría: Estudios lectura

Garcia-Canclini

Fundación Telefónica ha publicado el estudio dirigido por Néstor García Canclini Hacia una antropología de los lectores [1] que pueden leer en este enlace. El índice de la publicación [2] informa de la importancia de este estudio.

A diferencia de la mayoría de los estudios sobre la lectura, se trata de una investigación cualitativa, desde la antropología, que se centra en los lectores, no en las instituciones o en los objetos (libros, etc.).

Un criterio general para todos los estudios incluidos en este libro fue pasar de la pregunta acerca de cuánto se lee a la averiguación de cuándo y cómo se lee.”

Muchos de los aspectos desarrollados en la investigación apuntan nuevas líneas de trabajo. A continuación, compartimos algunos de los subrayados que hemos realizado durante la lectura.

1. Sobre los estudios de lectura

¿Cómo diferenciar y valorar los diversos modos de lectura y escritura, los que siguen las reglas escolares y se realizan como hace 40 años, y los que ocurren en nuevos soportes tecnológicos, durante viajes en los medios de transporte, en la calle, mientras se espera en consultorios y oficinas? Tenemos muchos datos sobre la lectura, pero sabemos muy poco.

2. Sobre las campañas de promoción de la lectura

…las campañas [de promoción de la lectura] suelen identificar la lectura con los libros: «Las mejores historias no están en Face ni en Twitter» (Alfaguara), «Tómalo, léelo y devuélvelo» (anuncio del Metro de la Ciudad de México), «Salva un libro» (remate de libros en el Auditorio Nacional organizado por el Gobierno del Distrito Federal). También iniciativas ciudadanas para impulsar la lectura dicen: «Un libro, tu mejor amigo» o «Apaga la tele y prende un libro». No sólo destacan los libros como lo que distingue la lectura, sino que los oponen a la televisión y las redes sociales.

3. Sobre las formas de leer. Fotos: Antonio Zirión

Garcia-Canclini

4. Sobre las formas de leer de los que leen

Los abogados, ingenieros, técnicos, comerciantes, políticos o periodistas tratan todo el tiempo con información escrita, hacen cálculos, consultan bases de datos, envían correos y redactan informes. Pero no suelen recurrir a los libros de historia o geografía para conocer ciertos datos sino a Google o Google Earth. Las simulaciones en 3D les permiten visualizar procesos físicos o químicos, así como lo que sucede o sucederá en una ciudad intervenida por nuevas construcciones. Esta etapa distinta en la adquisición del saber y en su uso no implica que se lea menos, sino que se accede a la información en nuevas presentaciones del conocimiento.

5. Sobre las lecturas de los grupos que viven en la calle

La lectura [para los grupos que viven en la calle] entonces se vuelve un instrumento de gran importancia en este sentido, pero también una práctica con un alto valor simbólico en las interacciones desde la informalidad: es el instrumento de relación con la sociedad y las instituciones que les son hostiles y también un importante recurso de integración. Es un recurso de defensa y de integración social, mas al no ser una práctica generalizada y extendida entre esa población tiene un sentido especial. Entre los grupos estudiados, leer un libro o un texto sin gráficos o grandes tipos, como sucedió con la transcripción de una entrevista presentada a una entrevistada con el fin de que hiciera una revisión, es una práctica con un sentido de trascendencia al modo como la religión o la magia suponen una relación con algo que va más allá del marco de vida en que normalmente nos desenvolvemos.

6. Sobre las formas “desordenadas” de leer

Estas formas desordenadas de lectura que parecen proliferar en la actualidad han sido rotuladas, muchas veces de forma despectiva, como «postmodernas»; y descritas como prácticas gobernadas por un afán egoísta y egocéntrico que se resume en una máxima: «leo lo que me parece» (Petrucci, 2001). Las políticas de fomento lector, en consecuencia, han apuntado a modificar estas relaciones fragmentadas con la lectura, promoviendo el libro como unidad legítima y la linealidad como forma idónea para llegar a la comprensión. Estudiar los modos de leer de los creadores culturales permite examinar estos supuestos desde un  ángulo distinto. Bien sabemos que no se trata de lectores populares o incultos, y que alcanzan índices de graduación y postgraduación muy superiores al promedio de la población. No todos ellos son jóvenes, de modo que las prácticas de lectura que los caracterizan como grupo no pueden entenderse como producto de una relación «nativa» con las nuevas tecnologías. Y ciertamente, los vínculos que establecen con los textos no pueden describirse como superficiales, en tanto sus trabajos creativos son una evidencia contundente de que usan la lectura para pensar sus relaciones con el mundo y con los otros.

7. Sobre la lectura en Internet

Por último, los textos e hipertextos que generan los jóvenes en Internet, nos confirman la importancia que sigue teniendo el capital cultural y simbólico en la calidad de la producción de nuevas síntesis cognoscitivas, que no proviene necesariamente de los padres o de la universidad, como lo demuestra nuestro estudio y otros realizados recientemente (García Canclini, N., Cruces F. y Urteaga M., 2012; Sánchez García, Lluch y Río (2013), sino que las redes sociales a través del incesante motor de compartir, pueden despertar y promover inquietudes, así como facilitar emprendimientos creativos de todo tipo. En consecuencia, aunque los estudiantes tengan las mismas habilidades digitales, y practiquen operaciones similares con el hipertexto, no todos crean contenidos de igual calidad reflexiva o literaria.

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[1] Referencia bibliográfica: García Canclini, Néstor; Gerber Bicecci, Verónica; López Ojeda, Andrés;  Nivón Bolán, Eduardo;  Pérez Camacho, Carmen; Pinochet Cobos; Carla y Winocur Iparraguirre, Rosalía (2015): Hacia una antropología de los lectores. México: Paidós y Fundación Telefónica.

[2] Índice:

  1. Leer en papel y en pantallas: el giro antropológico. Néstor García Canclini
  2. Los usos sociales de la lectura: del modo tradicional a otras formas colectivas de leer. Carmen Pérez Camacho y Andrés López Ojeda
  3. Formas de leer. Fotos: Antonio Zirión
  4. Diversos modos de leer. Familia, escuela, vida en la calle y recursos digitales. Eduardo Nivón Bolán
  5. Cómo leen los que escriben textos e imágenes. Verónica Gerber Bicecci y Carla Pinochet Cobos
  6. Formas de leer. Fotos: Antonio Zirión e Itzel Martínez del Cañizo
  7. Prácticas tradicionales y emergentes de lectoescritura en jóvenes universitarios. Rosalía Winocur Iparraguirre
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