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Olga Cantó y Libertad González: “No hacer nada contra la pobreza nos cuesta millones a toda la sociedad”. España

Docentes universitarias, economistas, investigadoras y líderes de amplios grupos académicos sobre pobreza, desigualdad y políticas públicas. Olga Cantó (1970) y Libertad González (1975) atienden a elDiario.es días después de presentar un innovador estudio coordinado por ambas sobre el coste económico de la pobreza infantil en España. Una injusticia social y una vulneración de derechos de los menores, reiteran ambas, pero también una ineficiencia económica que resta miles de millones a la economía cada año.

La pobreza infantil no solo lastra de manera injusta a quienes la sufren, explican las académicas, sino también al conjunto del país con trabajadores más precarios, más desempleo y mayores problemas de salud que atender, entre otras consecuencias. Poner esta factura en números, en una oferta pública para el Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil, con colaboración de la Fundación La Caixa, no solo es pionero en España sino que rompe con dogmas capitalistas del pasado.

En su estudio concluyen que la pobreza infantil no solo es injusta para quienes la padecen, sino que también es claramente ineficiente desde un punto de vista económico. Estiman que nos cuesta a todos unos 63.000 millones de euros al año.

Libertad González: Con los datos que se habían publicado hasta ahora sobre la incidencia de la pobreza parecía como si fuera un tema que importa solo a un segmento de la población, quienes la sufren. Y, si te convences de que es relativamente poca gente, aunque no lo es porque en España la incidencia es muy alta, puede parecer que afecta solo a una parte pequeña de la población. Aquí lo que intentamos era mostrar que no solo afecta a las personas que viven directamente en situaciones de pobreza, sino también a la prosperidad económica de toda la sociedad.
Lo hace través de distintos canales, como con impactos sobre la productividad, menor crecimiento económico y el nivel de desarrollo de la economía en su conjunto. Pero afecta también a la recaudación impositiva, al gasto sanitario, al gasto social… Toda la sociedad se puede beneficiar de reducir los niveles de pobreza infantil, porque es un coste para todos.

Una lectora nos destacaba que la pobreza es en sí una vulneración de derechos, a la que habría que combatir aunque costara dinero. ¿Por qué era importante medir esta ineficiencia económica?

Olga Cantó: Libertad ha tocado un punto clave, mostrar que la pobreza afecta a toda la sociedad, y añadiría aquí que estamos indagando en la conexión entre la desigualdad y la pobreza con la eficiencia económica que hasta principios de la segunda década de este siglo estaba muy escondida en el análisis económico. La desigualdad parecía como una especie de externalidad negativa de un sistema capitalista competitivo, donde se quiere llegar a la mayor eficiencia posible y la pobreza parecía que no afectaba a este resultado. Pero es que la pobreza sí que afecta a la eficiencia económica.

Los países que realmente consiguen desarrollar su sociedad son países que intentan, por supuesto, tener una producción más eficiente, pero a su vez tienen unas políticas que son inclusivas. Y lo vemos en esta línea que estamos explorando sobre desigualdad-pobreza-eficiencia, que era muy evidente desde hace ya mucho tiempo, pero los organismos económicos, como el Fondo Monetario Internacional y la OCDE, no lo ponían en el foco.

Los países que realmente consiguen desarrollar su sociedad son países que intentan, por supuesto, tener una producción más eficiente, pero a su vez tienen unas políticas que son inclusivas

Ese coste de la pobreza para toda la economía lo cifran en alrededor de unos “1.300 euros por persona al año” en España.

Olga Cantó: Es importante poner en el foco en el coste de no hacer nada, que es como invisible, la población no lo percibe. Y es muy importante. Pasó por ejemplo cuando de pronto se lanzó el cheque bebé en 2007. Hubo mucha discusión sobre si se debía dar prestaciones a los más ricos y nadie se había planteado que en el impuesto sobre la renta las familias más ricas ya tenían una desgravación por hijo y por lo tanto estaban recibiendo dinero del Estado. Pero era algo como escondido, que no se ve.

Creo que el coste de no hacer nada no se ve ¿y cuándo se ve? Cuando ya no hay remedio, se ve cuando ya esos niños han pasado mucho tiempo por debajo de ese umbral de la pobreza, cuando ya tienen muchas dificultades educativas, laborales,… Por ello también creo que este estudio es fundamental.

El Alto Comisionado contra la Pobreza Infantil lanza la convocatoria pública para que se investigue cuál es el coste de la pobreza infantil, pero apenas había precedentes académicos. ¿Cómo lo abordaron?

Libertad González: Lo primero fue acotar el problema. Es una pregunta que se puede abordar desde distintas perspectivas, así que en mi equipo pensamos en cómo afecta la pobreza infantil a la vida de las personas, a corto, medio y largo plazo, que luego se vaya a traducir en un coste para la sociedad. Con lo que ya sabemos de otros países y del análisis empírico, decidimos acotar y centrarnos en dos áreas que nos parecían muy importantes.

Una, los efectos sobre el capital humano. Es decir, crecer en una situación de pobreza va a afectar a tu desempeño educativo, desarrollo cognitivo y luego más adelante al mercado de trabajo, en el acceso al empleo, su calidad, ingresos laborales. Esta gran pata afecta a la productividad, a los ingresos, a la recaudación impositiva y también indirectamente a algunas prestaciones sociales.

El segundo gran bloque analiza el impacto de crecer en la pobreza sobre el estado de salud. En concreto, nos centramos en dos áreas principales: la salud mental, por un lado, ya que está documentado que la pobreza está asociada con tasas de enfermedades mentales y de depresión más altas, y las consecuencias derivadas del sobrepeso y obesidad, también más elevadas.

Libertad González, profesora de Economía e investigadora en políticas públicas en la Universidad Pompeu Fabra (UPF) de Barcelona. Xavier Jubierre

Apuntaban en la presentación del estudio que el coste de la pobreza de 63.000 millones al año era un mínimo, porque hay más efectos sin incluir y distintos niveles de pobreza que pueden encarecer este resultado, ¿no?

Olga Cantó: Nuestro grupo se ocupó de caracterizar la pobreza para el equipo de Libertad. Y los resultados de coste que obtenemos realmente son un umbral inferior, porque hay cosas que no se han podido incorporar porque no hay datos. Sobre todo para conectar padres con hijos, que es muy difícil porque tenemos muy poca información longitudinal en España, mientras que hay otros países que lanzan análisis estadísticos de cohortes y pueden saber qué le ha pasado a esa cohorte desde que es pequeña hasta que es adulta. No se ha podido incluir por ejemplo una dimensión fundamental, que es el aumento de la cronicidad de la pobreza.

Libertad González: Vemos el efecto medio para todos los que han sido pobres en la infancia, pero para algunos de ellos la pobreza fue transitoria, con un efecto menor, mientras otros pasaron situaciones más persistentes de pobreza crónica y el efecto sería obviamente mayor.

Olga Cantó: Así que si añadiéramos esa dimensión de aumento de la cronicidad de la pobreza, esa herida probablemente sería más cara. La estimación realmente es como un mínimo, porque no tenemos otra información que creemos que empeoraría los resultados.

Su investigación es innovadora, con escasos referencias previas, alguno en Estados Unidos y Reino Unido. ¿Qué repercusión está teniendo?

Libertad González: Justo la OCDE en paralelo ha intentado hacer un estudio similar, para los 27 países de la Unión Europea. A la presentación de la investigación vino un representante de la OCDE para hablar de sus resultados y, aunque ellos no lo han podido hacer con tanto detalle como nosotros, sus resultados son de una magnitud similar al nuestro. Lo cual nos parece interesante porque son dos estudios independientes que concluyen cosas parecidas. Para el caso de España estiman que la pobreza infantil cuesta un 4,2% del PIB y a nosotros nos sale un 5,1%, porque medimos un poco diferente. Pero es relevante, porque tenemos dos estudios recientes en la misma dirección.

Olga Cantó: Eso también nos permite la comparación. Ahora puedes coger el informe de la OCDE y vemos que España está en la cola alta de coste de pobreza infantil. Eso ya te dice algunas cosas.

Vemos esa gran factura social que supone que millones de menores vivan por debajo del umbral en la pobreza. ¿Han estudiado qué medidas son más efectivas para reducirla?

Olga Cantó: Nos planteábamos inicialmente hacer esa extensión hacia las políticas, pero el informe empezó a ser realmente muy grande, haría falta otro documento completo para analizar esa parte. Pero sí indicamos que creemos que hay que extender las políticas, no solo a las monetarias, sino también a las educativas y sanitarias.

Por ejemplo, está aumentando la incidencia de la pobreza en 0-5 años, algo muy preocupante y sabemos que las políticas educativas de 0 a 3 años son muy preventivas. Hay mucha literatura que indica lo que realmente ayuda mucho para el desarrollo cerebral de los menores es tener una situación de suficientes recursos económicos cuando tienen esa edad, especialmente. La capacidad de llevarlos a una escuela desarrolla mucho más el cerebro de aquellos que vienen de familias con situaciones económicas difíciles, que de quienes vienen ya de una situación de ingresos mucho más estabilizada. Entonces, las políticas de 0 a 3, incluso de 0 a 6 años, hasta el primer año de primaria, son muy relevantes.

Pero también sabemos que el coste de un niño aumenta con la edad, el adolescente es más costoso que el menor en términos de ingresos, por lo que también habría que hacer políticas para ese grupo de 6 a 12 años particularmente. Pueden ser educativas, pero nos parece relevante que se simulen algún tipo de transferencias a esos grupos. La idea es que estaríamos ahorrando el gasto futuro, estaríamos gastando hoy para no gastar mañana.

El Gobierno ha desplegado una medida específica en este sentido, el ingreso mínimo vital (IMV) y el complemento de ayuda a la infancia, las ayudas entre 50 y 100 euros al mes por hijo.

Libertad González: En políticas públicas hay dos pilares. Por un lado, proponer cosas nuevas, pero también documentar los impactos de las políticas que ya se están implementando. Es muy interesante evaluar los impactos de políticas que se han aprobado desde 2019, como la subida del salario mínimo y sobre todo el ingreso mínimo vital, que se concretó en 2020 y tenemos que evaluarlo.

Aquí hay que mencionar la importancia de que se facilite el acceso a los investigadores a datos administrativos de prestaciones sociales, de la manera lo más urgente posible para que se pueda ir evaluando sobre la marcha, para poder ir reaccionando sobre lo que funciona y lo que no.

Mencionan el salario mínimo y también cómo ha cambiado la mirada sobre la desigualdad y la pobreza en la ciencia económica. ¿Se están desmontado ideas preconcebidas sobre medidas sociales, tradicionalmente más progresistas, que pueden hacerlas prosperar en gobiernos más conservadores?

Olga Cantó: Los académicos hacemos estudios y damos los resultados de impacto distributivo y sobre la eficiencia, por ejemplo. Y es el político que está votado por los ciudadanos el que ha de tomar la decisión respecto a qué quiere pesar más y qué peso le quiere dar a la equidad.

Lo que lo que subrayamos en este estudio es que la eficiencia económica se puede coordinar con la justicia social. Luego hay otra pregunta: ¿hasta dónde estarías dispuesto a reducir la eficiencia? Esa es la gran pregunta siempre. ¿Hasta dónde estás dispuesto a reducir la eficiencia para mejorar la equidad?

Libertad González: Pero es cierto que los economistas se han centrado, o nos hemos centrado, mucho en mirar los efectos sobre la eficiencia y sobre posibles destrucción de empleo, pero no han tenido tanto peso las investigaciones que hayan documentado el impacto que tiene el salario mínimo para producir la pobreza infantil, por ejemplo.

Hasta hace unos años, como apuntaban, en los que sí se están haciendo más estudios en este sentido.

Olga Cantó: En España en particular los estudios sobre desigualdad y pobreza no han sido suficientemente valorados por la academia. De hecho no hay muchas revistas que publiquen resultados sobre ello, está algo menos valorado. También hay pocos congresos donde haya sesiones sobre desigualdad y pobreza, es así. Esto ha traído que sea un área menos desarrollada.

Te vas al extranjero y ves la cantidad de sitios donde se trabaja ese tema y desde 2010 en adelante ha habido cada vez más trabajos sobre el impacto distributivo de las políticas, está muy presente ya en el ámbito europeo. Creo que hemos dado unos pasos de gigante en los últimos años, se está desarrollando mucho esa visión más heterogénea de las políticas públicas, que no inciden solo en el individuo medio, sino en muchos individuos con diferentes características.

En España los estudios sobre desigualdad y pobreza no han sido suficientemente valorados por la academia económica y esto ha traído que sea un área menos desarrollada

¿A qué adjudican ese aumento de las investigaciones sobre pobreza y desigualdad?

Olga Cantó: Esto es una creencia mía, no contrastada, pero creo que cuando hay movilidad social –y en España hubo mucha en las generaciones nacidas en los 70 y los 80– y hay personas de orígenes sociales bajos que tienen la oportunidad de estudiar y que pueden llegar a una educación superior, o incluso a tener becas para estudiar fuera de España, es obvio que pueden tener más interés en explicar esos temas. Mientras que en general, si uno viene de un entorno más rico, probablemente le pueda dar menos valor, lo cual no significa que no haya mucha gente de esos entornos que también sea consciente de estos problemas. Pero, en media, creo que sí sucede.

Hay ejemplos, por ejemplo, de economistas que han vivido una recesión, como le pasó a Keynes en su momento, y que estaba preocupado sobre por qué había esas colas de hambre en Nueva York o en Londres en los años 29 y 30. Se preocupó por eso y buscó un modelo de corto plazo para analizar la economía. Lo que has vivido influencia, creo.

En sus casos, ¿hay alguna vinculación con su trayectoria personal?

Libertad González: Yo nací en 1975 en Dos Hermanas, un pueblo de Sevilla que, digamos, no es la zona más próspera de España. Fui a un instituto público de mi pueblo y luego la Universidad Pública de Sevilla. Después estudié el doctorado en Economía en Estados Unidos gracias a una beca para hacer cursos de posgrado, un poco por casualidad, gracias a esa beca porque tenía buenas notas de la carrera. Pero no conocía a nadie que hubiera estudiado ni fuera de España, ni muchísimo menos en Estados Unidos. Esto me abrió completamente otro mundo, de ir de Dos Hermanas a Chicago.

Luego ya una vez que estuve un año en Estados Unidos, conseguí también una beca del Ministerio aquí en España que me permitió hacer el doctorado allí, que es carísimo, y a partir de ahí pues poder dedicarme a la investigación en los temas que me interesan, que son temas de tipo social. Pero eso es el resultado de que haya universidad pública en todas las provincias de Andalucía, que había becas para estudiar en la carrera y después para apoyar los estudios de posgrado.

Mi carrera es el resultado de que haya universidad pública en todas las provincias de Andalucía, de becas para la carrera y también para los estudios de posgrado

Olga Cantó: Yo soy medio andaluza, medio valenciana, porque mis padres son inmigrantes internos del país, como sucedió en tantos hogares. Mis abuelos tenían un nivel educativo muy bajo, por lo que fue un esfuerzo muy importante para ellos trasladarse, como hicieron todos los inmigrantes internos del país tanto en Cataluña como en Madrid.

También estudié en la Universidad Pública, en la de Alcalá de Henares (Madrid) y en el Erasmus, un esfuerzo para mis padres, fue donde vi el cartel para hacer la tesis en Florencia. Vi “economía laboral y desigualdad” y aquello me llamó mucho, porque yo vivía en Alcalá de Henares, una ciudad de aluvión, estilo lo que puede ser Hospitalet de Llobregat, en Barcelona. Me dieron la beca, me financiaron cuatro años y pico que tardé en terminar. Sin eso, no hubiera podido hacer la tesis en un instituto universitario europeo, ni vivir en Florencia. Así que también soy producto de las becas, como Libertad, y probablemente las dos cumplimos esa movilidad social de la que estábamos hablando al principio.

Son dos mujeres que lideran equipos de investigación, con autoridad dentro de sus ámbitos de estudio. ¿Cómo de frecuente es esto? ¿Qué dificultades específicas han afrontado como investigadoras por ser mujeres?

Libertad González: No siento que haya tenido muchos obstáculos particulares por el hecho de ser mujer, pero hay dos cosas que quiero mencionar. Por un lado, que por razones culturales, aunque también sistémicas, a veces nosotras mismas nos autolimitamos o somos menos ambiciosas de lo que podríamos ser. Por ejemplo, ahora mismo conseguí un proyecto bastante cuantioso del European Research Council y casi no lo pedí porque pensaba que era imposible, que no me lo iban a dar, que no daba la talla, me tuvieron que insistir en mi departamento. En cambio, para muchos hombres es más fácil lanzarse, atreverse y ser ambicioso.

La economista Libertad González, en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Xavier Jubierre

Lo segundo está relacionado con el tema familia y los hijos. Soy madre, tengo dos hijos y mi marido siempre ha sido maravilloso, pero escuché a una mujer economista decir: ‘Las mujeres lo mejor que podemos aspirar es una pareja que haga el 50%’. Es decir, que nuestra pareja va a hacer entre el cero y el 50%, pero la mayoría de mis compañeros tienen compañeras que llevan a todo el cuidado de los hijos, que dejan de trabajar o trabajan a tiempo parcial, que los han seguido de país a país,… Ellos tienen un apoyo en casa con el que nosotras no contamos.

También a veces el reto está los equipos de investigación y las universidades, ¿no?

Olga Cantó: Al principio cuando trabajé de regreso a España, en Vigo, tuve la gran suerte de que mis dos colaboradores que trabajaban en desigualdad y pobreza fueron muy equitativos conmigo, compartíamos los investigadores principales siempre, íbamos rotando y no había diferencias por hombres y mujeres. Pero esto no es lo común. Conozco bastantes casos de personas donde los hombres, a veces también las mujeres, se han resistido a que gente más joven, y sobre todo mujeres más jóvenes en particular, lideren los proyectos de investigación porque creen que lo debe liderar siempre el que ya lo ha hecho antes. Estas persistencias a las mujeres nos nos retrasan.

Luego en la práctica diaria, creo que nosotras tenemos una forma de trabajar y de funcionar mucho más horizontal y mucho menos jerárquica. Pero el sistema promociona lo jerárquico, porque cuanto más acumulas en una persona, más posibilidades de ganar. Es verdad que nos atrevemos menos, como dice Libertad, pero a la vez ellos acumulan más porque en gran medida se colocan en esa posición de liderazgo y no se mueven de ahí. Yo eso no lo he sufrido y por eso también he conseguido acreditarme como catedrática, sino no hubiera podido y tampoco estaría aquí.
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Gestión Educativa y Liderazgo Pedagógico

Por: Juan Carlos Miranda Arroyo

La gestión educativa, según Justa Ezpeleta (1999), “se entiende como vínculo, como función articuladora de sentidos entre las instancias (educativas) que van desde las más altas jerarquías hasta el plantel escolar, llegando al interior de cada una de ellas.”

Menciono esta idea porque los procesos de gestión educativo y de liderazgo pedagógico por su importancia son práctica cotidiana y objeto de estudio a la vez. Por ello resulta interesante, por su relevancia, oportunidad y pertinencia, abrir espacios de diálogo entre especialistas y profesionales de la educación en estos ámbitos con la finalidad de transformar las prácticas directivas y docentes en las escuelas.

Los próximos días 6 y 7 de diciembre se llevará a cabo el 5º. Simposio Internacional de Liderazgo Educativo (SILED) en la Universidad de Guadalajara, organizado por la asociación civil denominada “Red de Investigación y Práctica en Liderazgo Educativo” (Interleader). Será la edición correspondiente al año 2022 del importante evento académico, que en esta oportunidad tendrá por título: “Perspectivas sobre investigación y práctica en liderazgo educativo en una nueva era”.

Antes, el simposio se llevó a cabo de manera presencial en las siguientes sedes y años: Guadalajara (2015), Cuba (2016), Querétaro (2017) y Guanajuato (2019). Adicionalmente, durante el tiempo de pandemia y confinamiento, se celebraron varios eventos académicos virtuales (2020 y 2021) organizados por la misma red de especialistas, directivos escolares y docentes.

Se trata de un evento académico que reúne a especialistas en gestión educativa y liderazgo pedagógico, nacionales internacionales, quienes dialogan y comparten sus avances de investigaciones prácticas con docentes, estudiantes, directivos y asesores técnicos en educación, así como con organizaciones educativas y sociales de diversa naturaleza, donde se analizan esquemas o modelos teórico metodológicos, así como desarrollos prácticos que se aplican en escuelas tanto públicas como privadas. Ahí se analizan y discuten las diversas vertientes que existen en el mundo sobre la gestión educativa, el liderazgo, la planificación y la evaluación de la educación en todas sus formas, niveles y modalidades.

En esta versión 2022 del simposio, a celebrarse en la Universidad de Guadalajara, tendremos conferencias magistrales y mesas de análisis, es decir, espacios y tiempos para discutir y reflexionar sobre “Liderazgo educativo en las Instituciones de Educación Superior, modelos en una nueva era para la dirección de organizaciones educativas”. “Liderazgo educativo y la toma de decisiones inteligentes para la mejora de los sistemas educativos globales”. “De la administración educativa al liderazgo distribuido. Metodologías, redes y perspectiva de género en la investigación de frontera en Chile”. “Formación de directivos en contextos de habla hispana: experiencias consolidadas y desafíos latentes”. Y se hará un balance sobre lo realizado durante la última década a través de una mesa que llevará por título: “Simposio Internacional de Liderazgo Educativo, pasado, presente y prospectiva”.

Esta vez el evento concluirá con la conferencia magistral: “Experiencias educativas con recursos digitales y diseño tecno pedagógico. La dirección educativa y los desafíos en la postpandemia”, a cargo de la DraFrida Díaz Barriga Arceo, profesora e investigadora de la Facultad de Psicología, de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Como productos escritos tanto de investigación como de docencia y difusión en el ámbito de la gestión y el liderazgo educativos, la red ha generado libros artículos en revistas especializadas, además de otras publicaciones periódicas, durante los últimos años. Comparto algunos ejemplos: Díaz, Miguel A. y Veloso, A. (Eds.) (2019). “Modelos de investigación en liderazgo educativo: una revisión internacional”. Ediciones IISUE-UNAM. México. Díaz Delgado M. A. (2021) “Liderazgo en época de confinamiento. Ensayos hacia una educación renovada”, por la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Del mismo autor: “Formación de Directores Escolares. Comparación de programas internacionales en el contexto de la gestión” (2022). Se suma a esta lista mi libro (2018) “Cambio Educativo y Políticas Públicas en México. Crítica a la Reforma Educativa del periodo 2012- 2018″, editado por la Universidad Pedagógica Nacional, Unidad Querétaro, Episistemas Educativos e Interleader.

Es una hora interesante para participar en estos debates y concretar o volver realidad, una vez más, este proyecto de abrir espacios de diálogo informado y reflexiones puntuales sobre temas prioritarios de la educación, a partir de las experiencias locales y el conocimiento internacional que están al alcance de las y los interesados en estos campos de conocimientos.

Cierro este breve comentario con una idea expresada por López Paredes (2017): “La gestión educativa y pedagógica considera cada vez de manera más intrínseca a los actores sociales del proceso docente educativo, sus necesidades e intereses y la vinculación de los propósitos individuales, las motivaciones e intereses del colectivo, de esta manera se valoran e incorporan a las demandas de ambas, a la familia y la comunidad en estrechos vínculos con la universidad, reconociéndolas como agentes que participan activamente en la construcción del sentido de la educación, lo que se refleja en la política educacional trazada y en su estrategia maestra de enfoque integral para la labor educativa políticaideológica.”

*Fragmento del texto que será leído durante la mesa: “Simposio Internacional de Liderazgo Educativo, pasado, presente y prospectiva”, en la UdeG, Jalisco, el 7 de diciembre de 2022, en el marco de este simposio.

Fuente de la información e imagen: https://www.sdpnoticias.com

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Liderazgo: Agente dinamizador del entramado organizacional

La dinámica organizacional le exige al gerente actualizar constantemente sus conocimientos e impregnarse de todas las herramientas disponibles con el fin de ampliar su cosmovisión y tener siempre elementos suficientes que le permitan dirigir a la organización  hacia la cumbre del éxito. Por ello vemos con mucha frecuencia propuestas que exaltan por ejemplo la necesidad de trabajar en equipo, mostrando estrategias y técnicas para conformar y sacar el máximo provecho a estos. No obstante, el gerente como líder, es quien orienta al grupo, independientemente del tipo de organización, sea pública o privada, de allí la necesidad de adentrarnos y explorar esta categoría denominada liderazgo la cual es vista como una virtud o capacidad.

Al respecto, el filósofo Aristóteles en su libro La Política, en el capítulo donde discurre sobre la esclavitud, nos dice: «desde la hora de su nacimiento algunos están designados para la sumisión y otros para mandar», pensamiento convertido en acción en esa época, pues a partir de esta premisa se seleccionaban desde muy niños los hombres que serían los líderes y quienes irían a otras tareas. Así Casares (2011) señala que: “históricamente el liderazgo era algo que pertenecía a los elegidos” lo cual conllevó a concebir el liderazgo “bajo un esquema estrictamente vertical, en términos de control, mando, obediencia y sumisión” (Casares, ob. cit), posición que cobró fuerza por mucho tiempo y es la que tradicionalmente se describe en los libros de administración de recursos humanos donde dibujan al líder como el típico griego con el látigo en la mano.

Antes incorporar nuevos elementos sobre el liderazgo y las teorías emergentes, es importante dejar claro su concepto, tomando como punto partida a Córcega y Subero (2009), investigadores que recogen la definición dada Montalván (1999) quien expone que “la etimología de la palabra es de origen inglés y su significado nos lleva a la idea de conducción, guía, influencia, autoridad”, así “Gilbert (1997) lo define como “el proceso de dirigir e influir en las actividades laborales de los miembros de un grupo”, otro como Martínez (2003) apunta que el liderazgo se entiende como “el proceso de influir en las actividades que realiza una persona o grupo para la consecución de una meta” y finalmente Montalván (1999) quien lo define como “una función que realizan algunas personas que ejercen autoridad sobre otras”.

En este grupo de definiciones afloran un conjunto de elementos que de alguna manera u otra muestran al liderazgo como la capacidad de guiar, conducir, dirigir, influenciar o de ejercer autoridad sobre alguien o sobre un grupo, dejando abierta la discusión si dicha capacidad es innata o es posible aprenderla y desarrollarla a posterior.

No obstante, Mejía (2007) incorpora otros elementos y señala que más allá de la definición típica de liderazgo los estudios se han centrado ahora no solo en las caracterización del liderazgo sino en lo que pudiera denominarse la relación propiamente dicha que conecta al líder con sus seguidores suscitando otras corrientes emergentes que versionan al liderazgo desde las relaciones bio emocionales, espirituales y hasta orientadas al servicio.

Estas visiones sobre el liderazgo aunadas a las actuales condiciones por las que atraviesan las organizaciones colocan a la gerencia en un plano que los lleva a profundizar cada día más en el tema, tal como lo propone Córcega y Subero (2009) al considerar que “es importante una propuesta de un liderazgo bajo enfoques emergentes transformacionales, emocionales, humanistas y carismáticos, que permitan trabajar también el aspecto afectivo, emocional, no perdiendo de vista la idea de cambio y de innovación”, como características primordiales en la personalidad del líder.

La proposición anterior, sumada a la de Angarita (2008), quien considera que,  el líder “no puede transferir sus habilidades a todos los contextos donde actúa con la misma efectividad, lo cual equivale a decir que debe conocer y dominar la situación donde está inmerso y principalmente ser reconocido como tal por sus seguidores”, coloca a la visión que se viene describiendo en una diatriba o más bien surge un nuevo reto para la gerencia como lo es elaborar una propuesta que conjugue lo emocional, lo humanista, lo afectivo, adaptable al tipo de organización donde se encuentre el liderente, y que lleve inmerso el reconocimiento que debe existir por parte del equipo o los seguidores de la investidura de líder. Desde esta visión se ratifica el llamado a que la gerencia, como ciencia, establezca teorías que bien puede el líder adoptar y adaptar al contexto organizacional donde se encuentre para mantener la sinergia organizacional.

De allí que, Vázquez et al (2014) introducen la visión del líder dinamizador o movilizador de personas o grupos, basándose en la capacidad que tienen los líderes de movilizar a sus seguidores, sus equipos de trabajos, de conducirlos al logro de los objetivos planteados, donde la motivación, el entusiasmo, la persuasión entre otros atributos son requeridos para guiar y direccionar al grupo. Estos autores citan a Lorenzo Delgado (2005:371) quien considera que el liderazgo tiene “función de dinamización de un grupo o de una organización para generar su propio crecimiento en función de una misión o proyecto compartido”.

Agregan que Gento y Ruiz (1996) coinciden que “el auténtico líder es aquel que es capaz de dinamizar personas o grupos de personas en una determinada dirección”; pero que para ello el líder, “debe contar en todo momento con la aceptación voluntaria de sus seguidores y con la participación libre y colaborativa en la definición y consecución de objetivos favorables al grupo”. Agrupan las experiencias de Goleman, Boyatzis y McKee (2002) para quienes “los grandes líderes son personas muy movilizadoras, personas que despiertan nuestro entusiasmo y alientan lo mejor que hay en nosotros”, centrando esta habilidad a partir del manejo de competencias socio y bio emocionales.

Estas visiones emergentes amplían enormemente las concepciones descritas sobre el liderazgo indistintamente del tipo de organización, justificando plenamente que se continúe profundizando los estudios de esta categoría, pues como se describió al inicio, el gerente requiere disponer a cada momento de nuevas concepciones donde apoyarse para mantener la dinamización de la organización y poder conducirla en la dirección más apropiada.

Referencias:

Angarita, Z. (2002). Teorías del liderazgo. [Documento en línea]. Disponible en: http://zulayangarita.blogspot.com/ [Consulta: 2021, marzo 21].

 

Casares, D. (2011). Líderes y educadores. México: Editorial Limusa.

 

Córcega, A. y Subero, L. (2009). Análisis de los factores que influyen en el clima organizacional del Liceo Bolivariano “Creación Cantarrana”. Cumaná-Estado Sucre. Año 2007-2008.

 

Mejía, S. (2007). Análisis crítico: Liderazgo a través de la historia. [Documento en línea]. http://revistas.utp.edu.co/index.php/revistaciencia/article/view/5621 [Consulta: 2021, marzo 21].

 

Vázquez, S.; Bernal, J. y Liesa, M. (2014). La conceptualización del liderazgo: una aproximación desde la práctica educativa. [Documento en línea]. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/551/55132460004.pdf. [Consulta: 2021, marzo 21].

 

Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Edcación

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Los riesgos de ser niña en pandemia

Por: Save the Children

Tras el cierre de las escuelas, más de 15 millones de niñas y adolescentes mujeres dejaron de asistir de manera presencial (educación básica y superior) y, mientras más pasa el tiempo, incrementa el riesgo de abandono escolar; de hecho, se estima que casi 1 millón y medio están en riesgo de no volver más.

En 2021, el tema para el Día de la Mujer se ha enfocado en el liderazgo como un elemento clave para un futuro igualitario1. Precisamente, desde Save the Children trabajamos para lograr que las niñas y adolescentes sean escuchadas e incluidas en todos los espacios donde se toman decisiones que impactan sus vidas.

Abrir estos espacios de participación no ha sido fácil; la lucha por el cumplimiento de los derechos de las niñas y las mujeres continúa siendo compleja. Si bien se han alcanzado avances importantes, es preocupante que muchas de nuestras sociedades establezcan leyes y normativas basadas en la creencia de que las mujeres son inferiores y dependientes, reforzando la idea, desde la niñez, de que sus vivencias, preocupaciones, necesidades y expectativas pertenecen al ámbito privado y representan una prioridad secundaria, invisible en la agenda pública.

Sin embargo, a través de la lucha feminista, las mujeres hemos conseguido derechos que nos habían sido negados como el acceso a la educación, los derechos sexuales y reproductivos, el voto, la participación en la vida pública, el acceso a la justicia, y la posibilidad de poder decidir sobre nuestro destino.

Además, hemos construido redes que nos permiten desterrar las ideas erróneas sobre el odio y la competencia entre niñas y mujeres, para relacionarnos desde la ternura y sororidad, construyendo puentes que nos permiten avanzar hacia la creación de sociedades más justas en donde ninguna niña, adolescente y mujer se quede atrás.

Pero esta lucha no ha perdido vigencia y exige, entre otras cosas, que las instituciones garanticen nuestros derechos y no haya retroceso en lo que se ha conseguido.

En 1995, distintos Estados del mundo -entre ellos México- se unieron formalmente para aprobar la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing con el objetivo de promover la igualdad de género.

Por primera vez en la historia se reconoció formalmente que había disparidades y desafíos particulares para las mujeres. En consecuencia, comenzaron a gestionarse acciones con resultados concretos: desde entonces se han evitado 78.6 millones de matrimonios infantiles; además, las niñas tienen el doble de probabilidades de superar los cinco años de edad en comparación con la generación de sus madres y tienen más posibilidades de aprender, sobrevivir y prosperar2.

Sin embargo, los impactos económicos de la pandemia amenazan con borrar parte de esos avances y truncar sus planes y su futuro. El aumento de la pobreza, la exposición a la violencia y la pérdida del acceso a la educación, para muchas, tendrán consecuencias fatales en sus vidas si no tomamos medidas de inmediato.

A causa de la pandemia son más propensas a la violación de sus derechos, aumentando las posibilidades de que sean ellas quienes asuman las responsabilidades del cuidado de sus hermanos o hermanas, quienes atiendan a otros miembros de sus familias cuando enfermen, quienes abandonen la escuela, se unan de manera informal con alguien mucho mayor y sufran violencia doméstica. Incluso, en algunos contextos, incrementa el riesgo de que sean víctimas de trata y explotación sexual.

Conforme pasan los meses, las estimaciones sobre estos retrocesos han comenzado a convertirse en hechos. Las medidas básicas para contener el virus como el quedarse en casa han sido todo un desafío para aquellas que padecen violencia en sus hogares. Para darse una idea, entre marzo y diciembre de 2020, el número de emergencias 911 registró más de 200 mil llamadas relacionadas con violencia de género, un incremento del 30% respecto al mismo periodo del 2019 3. Estas llamadas registran incidentes como abuso sexual, acoso sexual, violación, violencia en pareja y violencia familiar.

Además, tras el cierre de las escuelas, más de 15 millones de niñas y adolescentes mujeres dejaron de asistir de manera presencial (educación básica y superior) 4 y, mientras más pasa el tiempo, incrementa el riesgo de abandono escolar; de hecho, se estima que casi 1 millón y medio están en riesgo de no volver más 5. Por eso, es necesario fortalecer mecanismos puntuales para monitorear el posible abandono de clases de niñas y adolescentes, así como generar incentivos y condiciones para que continúen con su educación.

El 8 de marzo nos ofrece una oportunidad para recordar que, si bien hemos logrado avances, todavía estamos lejos de celebrar un mundo de igualdad. Como sociedad tenemos que proteger a las niñas y adolescentes del país contra los peores impactos de la violencia, exacerbados ahora por la pandemia. Debemos comprometernos, como lo estipula la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, sin reservas, con espíritu decidido, esperanza, cooperación y solidaridad.

Desde Save the Children hacemos un llamado a que se fortalezcan las capacidades de las instituciones públicas para prevenir, atender, sancionar y erradicar todas las formas de violencia contra las niñas y adolescentes. En este proceso es fundamental que sigamos fomentando su participación de forma segura y significativa en todas las decisiones públicas que les impacten, durante y después de la COVID-19.

Es urgente que se focalice el presupuesto y se asegure un eficiente ejercicio del gasto público en programas estratégicos para alcanzar la igualdad de género y garantizar sus derechos.

Quien dude sobre la urgencia de estas acciones que pregunte, que observe, que escuche. Las niñas y adolescentes merecen vivir en un presente que las reconozca; ese liderazgo debe comenzar desde el reconocimiento pleno de que son sujetos de derechos y su voz es importante y fundamental para trabajar en la construcción de espacios libres y seguros para ellas.

Al mismo tiempo, resulta clave que ellas se conciban capaces de generar cambios en sus entornos y, por eso, tenemos que defender lo que hemos logrado. Ahora, más que nunca, tenemos que garantizar espacios para que las niñas y adolescentes, acompañadas de todas las mujeres, sean escuchadas y lideren acciones con la visión del mundo que desean.

Queremos niñas sin miedo, plenas, sanas, felices, dueñas de su voz, su presente y su destino.

* Save the Children (@SaveChildrenMx) es la organización independiente líder en la promoción y defensa de los derechos de niñas, niños y adolescentes. Trabaja en más de 120 países atendiendo situaciones de emergencia y programas de desarrollo. Ayuda a los niños y niñas a lograr una infancia saludable y segura. En México, trabaja desde 1973 con programas de salud y nutrición, educación, protección infantil y defensa de los derechos de la niñez y adolescencia, en el marco de la Convención sobre los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

Fuente: https://www.animalpolitico.com/blog-invitado/los-riesgos-de-ser-nina-en-pandemia/

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El Programa Escolar de Mejora Continua (PEMC): Una palanca sin punto de apoyo

 Sergio Martínez Dunstan

La próxima sesión del Consejo Técnico Escolar se realizará el próximo once de diciembre según el Calendario Escolar 2020 – 2021. Muy probablemente se revisen los avances del Programa Escolar de Mejora Continua (PMCE), entre otros temas. La implantación del PEMC ha sacado a la luz la necesidad de capacitar a los directores escolares para su elaboración en los aspectos paradigmáticos, teóricos, técnicos, metodológicos e instrumentales. La Secretaría de Educación Pública está desperdiciando la coyuntura para actualizar a las figuras educativas que desempeñan las funciones de dirección. Están en juego la planeación, implementación, seguimiento y evaluación de la mejora educativa. Ha resultado muy accidentada la concreción de la política educativa en las escuelas y los salones de clases y, por lo mismo, es conveniente aprovechar cualquier oportunidad para machacar sobre los propósitos de la reforma educativa 2019. Y cuantimás a los responsables de la mejora escolar y la excelencia en la unidad administrativa básica del sistema educativo nacional.

La transición de la reforma educativa del 2013 hacia la reforma educativa del 2019 adolece de una estrategia de comunicación efectiva que permita entender los aspectos técnicos distintivos entre una y otra sobre todo para quienes son los responsables de operarlas. Los instrumentos comunes hacen imperceptibles los aspectos técnicos subyacentes tan finos que puede generar interpretaciones sesgadas. Por ejemplo, autonomía de gestión, Ruta de Mejora y PMCE, Servicio de Asesoría Técnica a la Escuela (SATE) vs Servicio de Asesoría y Acompañamiento a la Escuela (SAEE)1Servicio de Asesoría y Acompañamiento a las Escuelas (SisAt) tan sólo por citar algunos. Se caminaría en ese sentido si la SEP retomara la propuesta de creación de la Academia de Directores o pusiera en marcha una estrategia similar.

He tenido contacto con quienes desempeñan funciones de dirección y supervisión. Los cursos y conferencias que he impartido durante el peregrino 2021 han sido el motivo perfecto para saber un poco más de su trabajo. Recurrí a los resultados de la investigación educativa sobre la materia para orientar la reflexión hacia el análisis del entorno de manera objetiva. Una perspectiva muy influyente la representan los trabajos de Antonio Bolívar, académico de la Universidad de Granada, quien ha realizado aportaciones interesantes sobre la gestión y dirección de los centros escolares. “Liderazgo para el aprendizaje”, texto de su autoría, arroja luz para una mejor comprensión de tan relevante labor. Concibe el liderazgo como la capacidad de ejercer influencia sobre otras personas, no basada en el poder o autoridad formal. En otras palabras, propone dejar de lado las buenas cualidades personales y poner foco en las buenas prácticas para el funcionamiento de los centros escolares. Especialmente, recomienda vincular el liderazgo con el aprendizaje de los alumnos partiendo de la expectativa sobre la escuela de que le garantice a todos los estudiantes las competencias necesarias para desenvolverse en la sociedad. Al respecto, podemos encontrar incontables contribuciones científicas que dan cuenta de la relación entre liderazgo y logro académico según refiere el mismo autor. Parte de la premisa que un liderazgo contribuye a incrementar el aprendizaje de manera indirecta a través de su influencia en el profesorado o en otros aspectos de la organización. Hasta aquí dejo el análisis del texto de Antonio Bolivar sin dejar de lado las coincidencias de su pensamiento con la reforma educativa reciente las cuales referiré en el párrafo siguiente.

Las modificaciones al artículo tercero constitucional aprobadas en mayo del dormí diecinueve ponderan que la educación promoverá la mejora continua del proceso de enseñanza aprendizaje y que el criterio que la orientará será de excelencia entendida como el mejoramiento integral constante que promueve el máximo logro de aprendizaje de los educandos. En la Ley General de Educación se determina que la Nueva Escuela Mexicana buscará la equidad, la excelencia y la mejora continua en la educación para lo cual colocará al centro de la acción pública al máximo logro de aprendizaje de la NNAJ. También se instituyen los órganos colegiados de decisión técnica pedagógica para la mejora escolar, Consejos Técnicos Escolares, que tendrán a su cargo formular el programa de mejora continua. En la Ley General del Sistema para la Carrera de la Maestras y los Maestros le confiere al personal que desempeña funciones de dirección las atribuciones correspondientes a la planeación, programación. coordinación, ejecución y evaluación de las tareas para el funcionamiento de las escuelas de conformidad con el marco jurídico y administrativo aplicables. En el mismo tenor, el Marco para la Excelencia en la Enseñanza y la Gestión Escolar en la Educación Básica se definen los perfiles profesionales, criterios e indicadores para el personal con funciones de dirección plantea la necesidad de que los directivos asuman su práctica y desarrollo profesional con apego a los principios filosóficos, éticos y legales de la educación mexicana. Hasta aquí dejo este somero análisis del contenido de las leyes primarias, secundarias y terciarias que justifican el liderazgo para el aprendizaje.

La Secretaria de Educación Pública, con fundamento en lo anteriormente expuesto, emitió las Orientaciones para elaborar el Programa Escolar de Mejora Continua (PEMC). En dicho documento, se destaca el reto de los sistemas educativos consistente en proporcionar la alumnado una educación de excelencia. Para ello, emplaza a los colectivos docentes a implementar un proceso de planeación centrado en la mejora de los aprendizajes de todos los alumnos. En pocas palabras, que elaboren su PEMC pues lo considera el instrumento de planeación para la mejora educativa. Metodológicamente principia con la identificación de las condiciones de la escuela como línea base para definir los objetivos, las metas y las acciones en un tiempo determinado sin dejar fuera el seguimiento y la evaluación. El PEMC se distingue del modelo anterior, la Ruta de Mejora, por su carácter multianual aunque sea una ruta de mejora en sí misma como se reconoce en este documento oficial. El PEMC es un instrumento para la acción y no solo un listado de buenas intenciones, deseos, aspiraciones se puede leer. Es la hoja de ruta. Uno de los ámbitos inherentes al diagnóstico, el mas importante en mi parecer, es el aprovechamiento escolar como punto de partida. Para ello, es conveniente recolectar, comparar y analizar información. Hasta aquí dejo la revisión del instrumento de planeación para la mejora y la excelencia. A continuación, hablaré del procedimiento de operación.

Asimismo, la propia SEP promueve el Servicio de Asesoría y Acompañamiento a las Escuelas (SAAE) cuyas actividades pretenden apoyar la transformación de las escuelas de educación básica, la mejora de las prácticas docentes así como las directivas. Éstas últimas tendientes hacia el fortalecimiento de capacidad de gestión. En ambos casos, con la consigna lograr el propósito fundamental de la Nueva Escuela Mexicana, la excelencia educativa. Para este fin se vuelve primordial la detección y la atención oportuna de los alumnos en situación de rezago. Siendo así, la evaluación interna de carácter formativo tendiente al mejoramiento de la practica docente bajo el liderazgo del director, es crucial. En concordancia, las autoridades educativas federales y locales empujan a las escolares para el establecimiento del Sistema de Alerta Temprana en Escuelas de Educación Básica (SisAT) entendido como un conjunto de indicadores, herramientas y procedimientos con el propósito de identificar a los alumnos que están en riesgo de no alcanzar los aprendizajes con el propósito de prevenir y atender el rezago y el abandono escolar. Los indicadores del SisAT dan cuenta del avance de los estudiantes en componentes básicos de lectura, escritura y cálculo mental y otros datos básicos de los estudiantes relativos a su inasistencia, bajas calificaciones o asignaturas sin aprobar complementándose opcionalmente con la participación en clase y el clima escolar. Se cuenta con un procedimiento ordenado, materiales de trabajo, rúbricas y formatos de registro así como una aplicación informática para el procesamiento de resultados. La información se obtiene a través de herramientas para la toma de lectura, producción de textos escritos y cálculo mental aplicados en dos momentos del ciclo escolar y el resto de datos se registra al término de cada periodo de evaluación.

Resulta imprescindible, pues, un proceso formativo debidamente sustentado en teorías afines a la reforma educativa 2019. En mi parecer, sin pretender ser exhaustivo y sólo de manera ilustrativa, liderazgo para el aprendizaje, el modelo educativo resultante de la fusión de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB), 2017 (Aprendizajes Clave) y los adelantos previstos para 2020 (se desconocen sus avances), su fundamento pedagógico y didáctico (educación orientada al desarrollo de competencias, escuela activa, aprendizaje colaborativo, entre otros). Las circunstancias actuales lo exigen.

Carpe diem quam minimun credula postero


Facebook: SergioDunstan

Twitter: @SergioDunstan

Blog: http://www.sergiodunstan.net


1  Pongo a su consideración la lectura de mi autoría publicada en este mismo espacio: “El Servicio de Asesoría y Acompañamiento a las Escuelas de Educación Básica. ¿s de lo mismo?” http://bit.ly/2wELnMy.

Fuente: https://profelandia.com/el-programa-escolar-de-mejora-continua-pemc-una-palanca-sin-punto-de-apoyo/

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Libro (PDF): Educación 2050. Construyendo hoy la educación de mañana

Reseña: Juan Carlos Casco

 

Un trabajo para comenzar a construir hoy la educación del 2050 en torno a los grandes desafíos sociales, económicos, tecnológicos y laborales de nuestro tiempo; planteando un conjunto de acciones prácticas para transformar la educación desde la experiencia de más de 20 años en el desarrollo de proyectos de transformación educativa en diferentes países.

Educación 2050 forma parte de cuatro trabajos de prospectiva que comenzamos a elaborar en 2015, el primero de los cuales es Extremadura 2050, publicado en 2019 y los que cerrarán la serie son España 2050 y Global 2050.

La importancia de pensar a largo plazo en la educación tiene sentido siempre que haya una voluntad y decisión inquebrantables para actuar ahora. En la realidad en la que vivimos es más importante la acción que la reflexión. Por ese motivo nos hemos aventurado a escribir Educación 2050, porque con anterioridad hemos dedicado 20 años a hacer, a abordar innovaciones educativas desde la praxis en diferentes países con diversos actores educativos.

Para diseñar el futuro de la educación no podemos preguntar al pasado, aunque este ejercicio era útil cuando el mundo era estable y la realidad sólida, pero se volvió arriesgado cuando se convirtió en líquida, e inútil cuando se ha vuelto volátil.

Tampoco podemos empezar a hacer realidad hoy la educación del 2050 sin un ejercicio de prospectiva, desde el análisis de las grandes tendencias del futuro. No podemos adivinar el futuro, pero sí conocer sus inercias y plantear escenarios para elaborar respuestas inteligentes en el presente.

En la construcción de una realidad tan multipolar como la educación no funcionan los consensos, porque el consenso supone un acuerdo de mínimos que en la práctica se traduce en dejar las cosas como están. Hemos de aceptar que la invalidez del consenso en determinados asuntos ha de ser suplida por un liderazgo apoyado en la autoridad de personas que gozan de prestigio internacional. Cuando no hay consenso posible, solo es posible avanzar desde el liderazgo.

Aunque el futuro es esquivo y va por libre, la única forma de encauzarlo es creando una visión acorde a sus tendencias, capaz de generar un nuevo relato que dé un sentido y significado histórico a la comunidad educativa y se haga cargo del estado de ánimo de la gente.

Los descontentos del presente, si se canalizan bien, a la postre son los logros del futuro; unos logros de los que toda la sociedad termina apropiándose y sintiéndose orgullosa (incluso aquellos que se opusieron abiertamente). Así ocurrió con el Primer Contrato Social de la Educación por el que se logró la educación gratuita y obligatoria, con el Segundo que extendió la formación universitaria, y ahora con el Tercer Contrato Social de la Educación que se está gestando en este momento para hacer frente a los grandes desafíos sociales, económicos, tecnológicos y laborales del siglo XXI.

Educación 2050 aborda desde la praxis un nuevo paradigma educativo,  superador del actual que está completamente agotado en sus planteamientos, estándares y varas de medir. Un modelo empecinado en unos parámetros obsoletos impuestos por organismos como la OCDE o los informes PISA.

Educación 2050 plantea respuestas prácticas a los desafíos de una nueva era, el Virtuceno, que está removiendo los cimientos mismos de la civilización y avanza imparable. Pese a la emergencia del coronavirus, las grandes tendencias del futuro siguen siendo las mismas, únicamente se ha acelerado su progresión en los ámbitos de la economía, la tecnología, el trabajo o la educación.

Educación 2050 no arroja datos ni cifras, no describe el mundo de la educación, sino que pone encima de la mesa las claves y acciones prácticas para transformarla.  El ejercicio de reunir la información, datos y cifras que avalan las tendencias son accesibles y fáciles de obtener a través de numerosas fuentes documentales que avalan el fracaso de un modelo agotado.
Nuestro propósito es construir los caminos, poner en práctica las experiencias y generar nuevas propuestas con las que los organismos internacionales, gobiernos e instituciones educativas puedan diseñar nuevas políticas públicas, programas y proyectos de innovación educativa.

Cuando hablamos de educación desde un enfoque holístico, el análisis se derrama e invade otros campos como el mundo de la tecnología, la economía, la filosofía o el trabajo, pues todos ellos están interrelacionados y forman parte de una misma realidad y unidad de acción. Por ese motivo tratamos el cambio educativo desde la óptica del mundo económico, laboral o tecnológico.

La educación a lo largo de la vida, el aprendizaje de competencias clave, el desarrollo de la creatividad, la innovación, el emprendimiento y el liderazgo como alternativa a un empleo cada vez más escaso, el desempleo estructural, los nuevos roles de los actores educativos… Son aspectos clave que se abordan en 2050 para avanzar un nuevo paradigma educativo, que es inmaduro aún y no tiene respuestas a todos los interrogantes que se plantean, por lo que convoca a la comunidad educativa internacional para construirlo entre todos.

No sabemos cómo va a ser el mundo del futuro pero sí sabemos qué competencias serán esenciales para que las personas construyan sus proyectos vitales, por ese motivo proponemos avanzar rápido y hacer cambios cuanto antes. No sabemos las necesidades que tendremos en 2050, pero sí sabemos las habilidades que necesitaremos para satisfacerlas.

Para comenzar a hacer realidad hoy la educación de 2050 necesitamos líderes de verdad, se precisa coraje y valentía política en los gobernantes. Tomar decisiones que pueden ser valoradas como impopulares por los adalides del cortoplacismo.

La educación necesita líderes que estén por encima de la miserable refriega política del día a día, líderes que piensen en las futuras generaciones antes que en las próximas elecciones, líderes que tengan un proyecto de país a largo plazo y una hoja de ruta educativa para hacerlo realidad.

Si aparecen dirigentes capaces de pensar en el futuro y comprometerse con el cambio, estaremos en la antesala de un nuevo estilo de hacer política y ante una gran oportunidad para la educación que puede ser bien valorada por los votantes.

Si las familias hacemos inversiones en la educación de nuestros hijos y  esperamos 20 años o más para esperar resultados ¿Por qué nuestros gobiernos no pueden actuar de la misma manera?

Para quienes quieran hacer el ejercicio de pensar a largo plazo y actuar de manera inmediata, Educación 2050 les aporta claves fundamentales.

Pensar la educación del 2050, la España del 2050 y el mundo Global de 2050 es un ejercicio que tiene sentido si empezamos a actuar hoy. Nosotros lo estamos haciendo y te invitamos a que te sumes.

 

Autor/a:    Casco Casco Juan Carlos –  Talavera Siles Telémaco

 

Editorial/Editor:          Emprendedorex © 2020

Año de publicación:    2020

País (es):                       España

Idioma:                         Español.

 

Descarga:      Educación 2050. Construyendo hoy la educación de mañana

 

Fuente  de la reseña:    http://juancarloscasco.emprendedorex.com/educacion-2050/

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Construyamos un sistema educativo

Por: Jorge Yzusqui.

 

La crisis sanitaria ha tenido un impacto negativo en muchos sectores y la educación privada no ha sido ajena a esta difícil coyuntura. Miles de alumnos de colegios, universidades e institutos privados se han retirado de las aulas y ello ha originado una baja considerable en la recaudación y un incremento en la morosidad, generando un impacto negativo en sus finanzas que las ha obligado a tomar medidas extraordinarias para evitar cerrar sus puertas de manera definitiva. Esto al margen del gran perjuicio para los estudiantes y para el país por el tiempo perdido de miles de niños y jóvenes.

Muchas de estas instituciones han reducido sus pensiones, han otorgado planes de financiamiento, programas de becas y se han adaptado a esta nueva coyuntura, enfocados en garantizar los aprendizajes y la formación de estudiantes, pues cada acción a realizar debe tenerlos a ellos como protagonistas.

Esta crisis no debe pasar por alto los esfuerzos que vienen realizando las instituciones educativas privadas, que se han consolidado como una alternativa atractiva para miles de familias. En el sistema educativo escolar peruano, 27% de los estudiantes a nivel nacional y 50% en Lima, asisten a una escuela privada y en la educación superior, el 60% estudian en centros privados.

Por lo tanto, el sistema educativo del país se sostiene en los ámbitos públicos y privados, y tiene que trabajar en conjunto con nuestras autoridades, padres de familia y el Congreso con un solo objetivo: no destruir, sino construir un sistema educativo que nos permita formar a los futuros líderes del país para que no se repitan historias de corrupción ni de falta de ciudadanía y liderazgo.

Fuente del artículo: https://peru21.pe/opinion/construyamos-un-sistema-educativo-noticia/?ref=p21r

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