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La educación pública bajo ataque privatizador

Por:  Mercedes Martínez Padilla

La implantación del modelo charter para privatizar la administración de los planteles es un ataque al corazón de la escuela pública. Si el magisterio, las comunidades escolares y el País no la defendemos, perderemos importantes derechos y seguirán desmantelando el sistema educativo.

La Secretaria de Educación, Julia Keleher, anunció a principio de semana que uno de los cambios que se está ponderando es establecer escuelas chárter, un modelo que permite que entidades privadas administren planteles del sistema público. Un 10% de las escuelas adoptarán este sistema, si la funcionaria logra imponer sus planes. Eso significaría la privatización de más de 100 planteles.

Las expresiones de la Secretaria Keleher coinciden con la presentación de una resolución por el representante Jorge Navarro, que busca privatizar las escuelas públicas, copiando el modelo de escuelas chárter. Se dan justo cuando se discute en el Senado el Proyecto 563, presentado por el senador Abel Nazario, que permitiría reclasificar a los maestros en otras categorías distintas a las que ocupan al presente.

La implantación de las chárter significará para los maestros la pérdida de derechos laborales como las permanencias, las vacaciones, licencias de enfermedad, retiro y otros. En las escuelas chárter el maestro dejaría de ser empleado del Departamento de Educación para pasar a manos de un patrono o entidad privada.

Las escuelas chárter son planteles públicos que se le entregan a empresas privadas para que las operen y obtengan ganancias. Esto puede incluir las empresas «sin fines de lucro» que canalizan las ganancias por medio de altos sueldos y beneficios para sus ejecutivos.

El currículo de las escuelas chárter no estaría enteramente fiscalizado por el Departamento de Educación, lo que permite que sus directivos establezcan cursos sin fundamento académico.

Ese modelo privatizador permitiría la entrada al negocio de la educación en Puerto Rico de grandes empresas que viven de los fondos públicos administrando escuelas. Reciben dinero del gobierno principalmente a base de la cantidad de estudiantes, lo que explica que la Secretaria Keleher haya estado cerrando escuelas excelentes pero que no se prestan a ser privatizadas. Las escuelas chárter prefieren establecerse en planteles urbanos con muchos estudiantes.

Estudios afirman que la privatización mediante las chárter no ha demostrado ser efectiva en Estados Unidos, donde comenzó en la década de 1990. En el 2009 ya había unas 5,000 chárter sirviendo a más de 1.5 millones de estudiantes en 40 estados y en el distrito de Columbia, cifra equivalente a aproximadamente el 3% de todos los estudiantes en el sistema público de enseñanza norteamericano.

La tendencia en estas escuelas ha sido la de un incremento constante en el presupuesto que reclaman del gobierno. Estas escuelas han significado en Estados Unidos eventos de corrupción, fraude y malversación de fondos. A su vez, en ellas es muy marcada las diferencias de calidad de acuerdo a los sectores sociales a que sirven.

Con las escuelas chárter los maestros pasarían a ser empleados de las compañías privatizadoras, con condiciones de trabajo inferiores y sin los derechos adquiridos por el magisterio en su lucha. Las permanencias pasarían a la historia y seríamos todos y todas empleados por contrato. El lucro sería el norte de estas empresas.

El llamado es a resistir esta medida y detener la privatización. Nos han arrebatado muchos derechos y vienes por más. No nos dejaremos. Realizaremos asambleas y reuniones en el mes de julio con los docentes para diseñar los planes de lucha contra la privatización.

Hemos vencido la privatización en el pasado y la venceremos otra vez. Enfrentaremos las medidas ilegítimas del patrono. Defenderemos con uñas y dientes la escuela pública, nuestros derechos laborales y la educación de los niños y niñas.

Fuente: https://www.elnuevodia.com/opinion/columnas/laeducacionpublicabajoataqueprivatizador-columna-2331171/

 

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Chile: Diputados piden pena de cárcel para lucro en educación superior

Chile/10 de Abril de 2017/Entorno Inteligente

Este viernes el gobierno ingresó la indicación sustitutiva a la reforma a la educación superior, que se votará en general el martes en la Comisión de Educación de la Cámara. En términos generales, su contenido dejó satisfechos a los parlamentarios oficialistas de la instancia, excepto por dos puntos: lucro y acreditación.

El nuevo proyecto señala que quien transgreda las normas relativas a la prohibición de lucrar será sancionado con reclusión menor en su grado medio, lo que significa entre 541 días y 3 años y un día de presidio. ¿Por qué la molestia? Porque esta pena generalmente no se cumple con privación de libertad.

«Hay que fortalecer las multas y las sanciones penales, no puede ser que no haya cárcel efectiva para quienes causan daño al sistema lucrando, algo que impacta fuertemente en la calidad de la educación y en la sociedad?, dijo Rodrigo González (PPD), presidente de la Comisión de Educación de la Cámara.

Similar es la opinión del diputado Mario Venegas (DC), quien aseguró que el punto más débil de la indicación sustitutiva es la regulación en torno al lucro.»Cuando se lucra en la educación superior finalmente se deteriora el servicio educativo y el Estado debe dar garantías de que esto se sancionará fuertemente. Con irreprochable conducta anterior, cualquiera que transgreda la ley va a tener penas alternativas y seguiremos con delitos de cuello y corbata que tienen una penalización muy baja?, aseguró Venegas.

«Si queremos mover las cosas en otra dirección, las penas tienen que ser adecuadas al daño potencial que se produce. Hay que endurecer las sanciones?, dijo el diputado falangista.

En tanto, Cristina Girardi (PPD) señaló que»es necesario establecer una gradualidad. Se entiende que si te robas $ 10 no sea grave, pero si pones en peligro el servicio educativo de miles de jóvenes, como pasó con la U. del Mar, la sanción debe ser concordante con ese daño»

Explicó que esta materia no es solo potestad del Ejecutivo.»Hay acuerdo entre los parlamentarios oficialistas de la comisión de que este tema debe ser fuertemente regulado, por tanto, si el Ejecutivo no lo modifica, lo podemos hacer nosotros?, aseguró Girardi, quien agregó que»en casos de fraude al Fisco de parte de universidades debe haber pena de cárcel efectiva»

Para los legisladores la acreditación es otro punto débil y se mostraron en desacuerdo con que las universidades que se certifiquen por tres años queden condicionales.»El sistema de acreditación tiene que ser estricto y riguroso. Que existan universidades condicionales se contradice con ese principio?, dijo González, cuya postura es compartida por Girardi y Alberto Robles (PR).

Sin embargo, Venegas se mostró en desacuerdo.»Algunos quieren un sistema binario (que apruebe o rechace la acreditación) pero hay que considerar que los sistemas de acreditación son complejos, requieren tiempo. Además, el impacto de una certificación binaria se traduciría en cierre inmediato de instituciones, ¿qué hacemos con esos alumnos??, dijo.

Con todo, los parlamentarios señalaron que aprobarán la idea de legislar y buscarán los cambios en la discusión en particular.

Sin embargo, para Giorgio Jackson (RD), el aspecto del lucro es solo un pequeño ejemplo de lo insatisfactoria que es la actual reforma a la educación superior.»Es un proyecto minimalista, absolutamente insuficiente para el diagnóstico de crisis en la educación superior. No se hace cargo ni de la calidad del sistema ni de la promesa de gratuidad y tampoco revisa las eventuales crisis que pueden ocurrir en el sistema, casos como los de la U. del Mar?, señaló el diputado y ex dirigente estudiantil.

Según Jackson, algunas demostraciones de que este proyecto es peor que el anterior son que se eliminan los principios rectores que originalmente estaban en la primera parte de la iniciativa o que no hay cambios a la ley de administrador provisional.»Le comuniqué a la ministra, que dados los cambios y retrocesos desde la propuesta inicial, no hay espacio para aprobar un proyecto de estas características. Es lamentable que el gobierno esté forzando la votación de un proyecto que puede fracasar?, añadió Jackson.

En tanto, el diputado Jaime Bellolio (UDI) acusó que en la reforma solo se piensa en las instituciones del Consejo de Rectores (Cruch).»El proyecto es tan burdo que se olvida de lo clave: la calidad de las instituciones y los estudiantes»

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/9846948/CHILE-Diputados-piden-pena-de-carcel-para-lucro-en-educacion-superior

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Chile: La mayoría de los 93 colegios que solicitaron su cierre son particulares subvencionados

Chile/06 de Marzo de 2017/Entorno Inteligente

La mayoría de los 93 colegios que solicitaron su cierre son particulares subvencionados Entre las razones se cuentan la incertidumbre generada por la Ley de Inclusión, que termina con el lucro, la selección y el copago, y también dificultades económicas.   D. Zúñiga y J. Herrera  Cerca de 100 años tenía el Colegio Inglés Pasionista de Limache cuando, el año pasado, un incendio destruyó por completo sus dependencias. En ese entonces, las clases se reprogramaron en un inmueble facilitado por el municipio. Sin embargo, y según los datos que obtuvo «El Mercurio» a través de Ley de Transparencia, este año el establecimiento subvencionado pidió su cierre total.

En la página web del colegio algunos apoderados lamentaron la decisión, mientras que la directora de Educación Municipal de Limache, Patricia Colarte, informó que ellos se harán cargo de la administración del establecimiento, por lo que no sería necesario reubicar a los estudiantes.

Al igual que este recinto, en nueve regiones del país habrá otros 92 que dejarán de impartir clases este año (ver infografía), aunque la cifra podría variar, pues aún están en proceso la revisión de antecedentes y de apelaciones. Con todo, las solicitudes que hicieron estos establecimientos a las secretarías regionales ministeriales de Educación incluyen cierres definitivos y temporales, o bien el término de una modalidad educativa.

La mayoría de los cierres (70) corresponde a planteles particulares subvencionados, seguidos por municipales (15) y particulares pagados (ocho). Estas cifras son similares a las del año pasado, cuando hubo 92 colegios que pidieron su cierre, de los cuales 71 eran subvencionados. No obstante, confirman un cambio en la tendencia de los últimos años, cuando la mayoría de los cierres correspondía a planteles públicos que tenían baja matrícula.

Uno de los recintos que dejarán de enseñar este año es la Escuela de Lenguaje Altamira, en Coyhaique. «Cerramos por problemas financieros que no se pudieron solucionar», confiesa la directora Nancy López. Agrega que los estudiantes fueron incorporados a otros establecimientos.

Más al norte, la directora de la Escuela Especial Terra Mater, de Ovalle, Verónica González, asegura que su recinto -particular subvencionado- «se cierra netamente por la reforma educacional, solo por eso. Ahora los sostenedores van a decidir qué hacer, pero los estudiantes ya fueron reubicados».

En esa misma línea, Hernán Herrera, presidente de la Corporación de Colegios Particulares Subvencionados (Conacep), afirma que «los que han decidido salirse del sistema lo hicieron porque la Ley de Inclusión sigue teniendo muchas incertidumbres y amenazas que recaen en el sostenedor».

Uno de los aspectos de esta ley -que termina con el lucro, la selección y el copago- es que durante este año los sostenedores deben informar al Mineduc si se transforman en establecimientos sin lucro -y eventualmente a gratuitos-, o bien se convierten en particulares pagados, con lo cual pueden seguir cobrando mensualidades.

Respecto de ese punto, Herrera sostiene que «es una decisión difícil volverse 100% gratuito, porque es una apuesta a continuar con los mismos recursos», pues el aporte económico de los padres será remplazado por uno estatal, sin posibilidad -hasta el momento- de que haya un aumento de los fondos.

En cuanto a los colegios municipales, la mayoría pidió un receso temporal de actividades porque no tenían matrícula.

Sin cierres En seis regiones del país no se informó de solicitudes de cierres de colegios.  

Fuente: http://www.entornointeligente.com/articulo/9688192/CHILE-La-mayoria-de-los-93-colegios-que-solicitaron-su-cierre-son-particulares-subvencionados-05032017

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Chile: Cambios a reforma incluyen penalizar como delito el lucro en universidades

América del Sur/Chile/30 Octubre 2016/Fuente:entornointeligente/Autor: La tercera

Más fiscalización a las universidades y la incorporación de la figura de lucro como delito penal. Esa es una de las indicaciones en las que está trabajando el gobierno para rediseñar el proyecto de reforma a la educación superior.

Ayer, en la reunión que el Consejo de Rectores (Cruch) sostuvo en Concepción, la jefa de la División de Educación Superior (Divesup) del Ministerio de Educación, Alejandra Contreras, les entregó a los rectores un documento titulado»Protocolo de rediseño reforma a la educación superior?, al que tuvo acceso La Tercera.

En dicho documento, en el punto 10, que trata sobre la Superintendencia de Educación Superior y regulación a la prohibición efectiva del lucro, se señala que»se regulará que la labor fiscalizadora de la superintendencia la realizará sobre la base de indicadores de riesgo financiero y de incumplimiento de la prohibición de lucrar. De esta manera, el control se focalizará en las instituciones que presenten mayor riesgo» En ese mismo punto se agrega que se incorporará el»tipo penal de lucro»

Sobre esto, Contreras explicó que la idea es que en el proyecto se sea más directo en materia de la penalización del lucro. En la propuesta que se ingresó al Congreso se abordó este punto de manera más tangencial, planteando que el desvío de recursos que deben ser reinvertidos podía configurar el delito de apropiación indebida.»Pero se pasa por muchas etapas, entonces sentíamos que existía insatisfacción respecto a ese mecanismo?, añadió la autoridad ministerial, quien enfatizó que por eso se decidió rectificar el texto original.

Pero este no es el único cambio, según Contreras:»Se establece un delito de acción pública, lo que significa que cualquier persona que toma conocimiento de este delito puede denunciarlo»

Esta era, precisamente, una de las mayores exigencias de parlamentarios oficialistas de la Comisión de Educación. Contreras no abordó el detalle de las penas, sin embargo, aclaró que»se va a especificar que generar excedentes en una institución y que en lugar de que sean reinvertidos en el plantel sean llevados a otra parte, con otros fines, va a constituir un delito. Y esa persona tendrá que responder penalmente»

En ese sentido, Patricio Alvarez-Salamanca, asesor en materia educacional y legislativa del diputado Mario Venegas (DC), explicó que los detalles de cómo tipificar el lucro dependerá del tratamiento que le quiera dar al tema.»Algunos hablan de que se puede penalizar el hacer un uso de los fondos distinto a lo establecido en los fines educativos, los que pueden quedar en un listado, similar a como se reguló el tema en la Ley de Inclusión; y otros hablan de penalizar el no invertir los dineros en cuestiones propias de educación, que es un poco más complejo de verlo objetivamente?, señaló Alvarez-Salamanca.

Esas dos posturas serían las que predominan entre los parlamentarios de la Nueva Mayoría que han abogado porque en la reforma quede establecido el lucro como un delito.

El vicepresidente del Cruch y rector de la U. de Valparaíso, Aldo Valle, señaló que la propuesta del gobierno está bien orientada, sin embargo, aún es muy general.»Nos gustaría saber cuáles serían las acciones tipificadas como delito. Hoy no se dio una explicación más profunda de cómo se penalizará el lucro?, dijo.

Las modificaciones no tienen fecha definitiva de parte del gobierno para ser presentadas, aunque originalmente se había dicho que ingresarían en octubre.

Fuente de la noticia: http://www.entornointeligente.com/articulo/9159916/CHILE-Cambios-a-reforma-incluyen-penalizar-como-delito-el-lucro-en-universidades

Fuente de la imagen: http://www.entornointeligente.com/images-noticias/2016/10/francisco-velasquez-CHILE–Cambios-a-reforma-incluyen-penalizar-como-delito-el-lucro-en-universidades.jpg

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Pavlov, lucrum y los tiempos posmodernos

Por: José Joaquín Brunner

Ha vuelto a despuntar el tópico “lucro en educación superior” a través de la agenda medial. Y como ya es costumbre, al toque de la campana sigue el reflejo condicionado que estudió el ruso Iván Petróvich Pávlov en la segunda mitad del siglo XIX. Ante el estímulo de los medios la reacción es inmediata y fulminante: fin al lucro, lucro maldito, inmoralidad del lucro, lucro es estafa, negociantes de la educación, educación pirata, lucro deshonesto, lucro vil; en fin, el turpe lucrum del cual hablaban los teólogos medievales.

Esta respuesta pavloviana ante la mera mención del lucro tiene dos consecuencias relacionadas entre sí.

Por una parte, activa una cadena simbólica que moviliza significados latentes, tales como: Universidad del Mar, educación de mercado, neoliberalismo, verdadero robo, privados inescrupulosos, universidades truchas, CAE, endeudamiento asfixiante, idolatría del dinero, contaminación ambiental de la educación, comercialización del conocimiento, gobiernos de la Concertación, polución ética, egoísmo individualista, mercantilización, instituciones empresa, muerte del alma mater.

Por otra parte, esa reacción pavloviana paraliza cualquiera deliberación pública seria y reflexiva sobe el tópico e inhibe la deconstrucción de esa cadena simbólica. No se alcanza a articular la conversación cuando ya la salivación del discurso estigmatizador inunda el espacio del pensamiento crítico. Tal es el ruido mediático que provoca la mera mención del vocablo-campana, cuyo eco luego se difunde por las redes sociales adquiriendo allí resonancias virulentas, que se torna imposible argumentar, intercambiar puntos de vista, ponderar y evaluar, invocar experiencias, citar evidencias, exigir lógica y aprender mutuamente entre los participantes en un diálogo.

Efectivamente, en un clima pavloviano de reflejos condicionados se imponen las opiniones ruidosas, machacones, repetitivas, automáticas, no pensantes. Es el reino de las reacciones automáticas y poco elaboradas, de código lingüístico restringido y autoritario, de cadenas simbólicas que operan sobre el esquema estímulo-respuesta donde no caben la refutación, la diversidad de explicaciones, la polémica.

Vence la retórica apabullante que no busca persuadir, sino, meramente, salivar.

Por lo mismo, el pavlovismo es poco propicio para el aprendizaje reflexivo y crítico. Es un conductismo primitivo: estímulo, respuesta; condicionamiento, conducta; reforzamiento, adquisición.

El lucro, al quedar atrapado en esa lógica esquemática, lineal y simplista, solo admite un discurso con las mismas características banales. Esto es, un discurso que declara la absoluta incompatibilidad entre lucro, conocimiento y educación. Cualquier contacto de la academia con el mercado mediado por dinero es considerado horrible y condenado a las hogueras del infierno.

II

Sin embargo, esta visión de las cosas es perfectamente anacrónica. Arranca de la condena impuesta a los sofistas por la posición platónica en la cultura filosófica griega que luego se proyecta hacia la Edad Media, momento en que queda reflejada en la máxima: “Scientia donum dei est, unde vendi non potest”; el conocimiento es un don de Dios, por eso no se puede vender. Esta máxima platónico-monástica pasa a ser doctrina oficial de la Iglesia durante los Concilios lateranenses tercero y cuarto de los años 1179 y 1215, respectivamente.

De esos tiempos se conservan, según señala un historiador, los ásperos testimonios y las críticas de San Bernardo: la condena contra “los que quieren aprender para vender su scientia: para tener dinero, para tener poder”. De San Bernardo se hace eco un modesto pero atento maestro parisino, Maurizio de San Vittore: los jóvenes, a los que observa y condena, dice él, “solicitan aprender no para adquirir sabiduría y ciencia, sino para prostituirse vendiendo su arte, para tener alabanzas humanas o para ganar dinero. Y por esto, indignos de la sabiduría adquirida, en realidad no venden nunca la verdad”.

El rechazo contemporáneo del lucro en sentido amplio -que se extiende a la comercialización del conocimiento, la mercantilización de la educación y la empresarialización de las universidades, a los aranceles y el crédito estudiantil- comparte con las antiguas condenas un mismo espíritu de pureza aristocrática y de separación del alma que vive de ideas por contraste con el cuerpo impuro que vive del mercado.

Ya Max Weber había observado que uno de los límites que encuentra el mercado es precisamente aquel impuesto por el tabú cultural de negociar con los bienes sagrados. El lucro constituye precisamente una forma de polución de aquellos bienes (los conocimientos), que son un don de Dios y como tales no deben ser transados en la plaza del mercado.

El anacronismo de esta visión es total, lo cual no significa que carezca de eficacia en el terreno simbólico de las ideologías.

III

En efecto, vivimos tiempos de capitalismo académico, donde el conocimiento es una de las mercancías más preciadas y el motor schumpeteriano de las economías basadas en la innovación. La universidad hace rato que dejó de ser una torre de marfil, como postulaban los neohumanistas alemanes de la época de Humboldt -pastores protestantes varios de ellos- representantes de una aristocracia del espíritu y de un Kulturstaat, un Estado de cultura.

Hoy las universidades son llamadas a trabajar eficientemente por una economía competitiva; deben involucrarse con el sector productivo y su capital humano es medido cada día según indicadores de desempeño y resultados. Forman una triple hélice con el gobierno y las empresas para generar productos y servicios de información y conocimiento que deben ser valorizados por el mercado. Son premiadas e inducidas a obtener ingresos propios, para lo cual el Estado crea mecanismos e incentivos que les permitan desarrollar negocios lucrativos. Incluso, se sostiene que ninguna universidad puede dejar de producir un excedente y que tal sería un indicador esencial de su solidez y capacidad de generar valor para la sociedad.

Dicho en otras palabras, las universidades en estos tiempos posmodernos son cada vez más parte y pieza de una cadena de valor, del entramado productivo de la sociedad. Son unidades performativas cuya centralidad para la economía y el bienestar de las naciones las transforma en algo completamente distinto de las bucólicas comunidades platónico-monásticas de adoradores de la “scientia donum dei est“.

Por todo esto, la reacción pavloviana frente al lucro es algo tan completamente inútil como ingenuo. Pues una vez más, como dice aquella famosa frase, el problema está en la economía (it’s the economy, stupid!), y no en la naturaleza jurídica del proveedor. En el capitalismo académico y no en la academia capitalista. En el mercado global y no en alguna peculiar maldad local.

El espíritu comercial smithsiano (de Adam) que se ha difundido entre los pueblos del mundo -desde China hasta Canadá, desde el norte hasta el sur- no se manifiesta esencialmente en lucro, sino en la orientación de la vida hacia al mercado, en la competencia, en la ética (sí, protestante) del trabajo, en la medición de los desempeños, la performatividad y el deseo faustiano de controlar el mundo para transformarlo, en la civilización del esfuerzo y la cultura de la innovación permanente de base científico-tecnológica. Como dicen las voces celestiales de Goethe al final del drama del Fausto: a aquel que se empeña y trabaja incansablemente lo absolveremos.

Entre las fuerzas del intercambio, la laboriosidad, el productivismo, las mediciones taylorianas, los incentivos y sus expresiones schumpeterianas en los mercados -la incesante destrucción creativa- y las fuerzas del espíritu, la contemplación, el platonismo de las ideas, la pureza de los bienes sagrados y el aislamiento del ruido de los mercados para volcarse a la esfera de lo ideal, hay una lucha sorda desde el comienzo de los tiempos.

Al principio, entonces, ¿fue la acción o la palabra? ¿La división smithsiana del trabajo o la contemplación platónica de los dioses? ¿El cultivo de las ideas o de los metales?

Lo que a todas luces resulta anacrónico es plantarse hoy frente al lucro a la manera como ayer lo hicieron nuestros antepasados cuyas almas circulan entre las ruinas de Grecia o confundidas con los cardenales reunidos en los concilios de Letrán. Más aún: resulta de una inexcusable ingenuidad.

Lo que cabe hacer, en cambio, es dejar atrás a Pavlov cuya campana todavía hace reaccionar salivando a platónicos y monásticos y tomar en serio al capitalismo académico y su ambigua pasión fáustica: la de conocerlo todo hasta dominarlo, transformando el mundo bajo la fuerza propulsora del conocimiento entendido como poder y como motor de riquezas.

El lema de nuestros tiempos posmodernos no es ya aquel de  “scientia donum dei est”, sino aquel otro que dice “ad lucrum per scientia”.

Fuente: http://ellibero.cl/opinion/pavlov-lucrum-y-los-tiempos-posmodernos/

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La privatización de la educación superior en los Estados Unidos

Por: Philip G. Altbach

Existen cuatro realidades importantes para hablar de las tendencias privatizadoras de la educación superior a nivel mundial y en particular en los Estados Unidos. En primer lugar, la privatización es parte del debate sobre qué son los bienes públicos y los privados. La idea de que la educación superior es un bien privado y por lo tanto debe ser pagado por el usuario —en este caso estudiantes— es una tema que se ha incorporado al pensamiento colectivo en la sociedad estadounidense (algunos le llaman a esto pensamiento neoliberal). En segundo lugar, la expansión de la matrícula que desde la segunda mitad del siglo pasado combinada con las presiones económicas han generado tensiones sobre el financiamiento público. En tercer lugar,  los Estados Unidos ha tenido siempre un fuerte sector privado en el nivel de la educación superior. De hecho, los colegios privados y las universidades (incluyendo aquellos que son de sólo dos años, similares a los técnicos superiores en México) superan a las instituciones públicas que son únicamente 1,699 —frente a las privadas que son 2,441— aunque en términos de matrícula sigue habiendo un predominio de las instituciones públicas con casi un 80% (como sucede en varios países de América Latina). En cuarto lugar, en los Estados Unidos, la educación superior es una responsabilidad de los 50 estados y no del gobierno federal y por lo tanto el financiamiento y la regulación son responsabilidades estatales únicamente. Además, se debe tener en cuenta que la mayoría de los estados son controlados por legislaturas y gobernadores conservadores republicamos y que nunca han sido precisamente considerados “amigos” de la educación pública. El gobierno federal sólo se encarga de otorgar financiamiento para realizar investigación y de mantener a los programas de préstamos estudiantiles, entre los temas más importantes.

No debe sorprender que las políticas de educación superior es un asunto presente, aunque no el más importante, en los actuales debates de las campañas presidenciales. El Senador Sanders fue consistente en este sentido y realizó la propuesta más radical de todas: proveer de educación gratuita a los estudiantes en el nivel superior. Esta propuesta fue en parte una reacción a la enorme cantidad acumulada de deuda proveniente de dichos préstamos estudiantiles. Varios analistas —incluyéndome— consideramos que la propuesta  de Sanders no era realista en términos financieros para el gobierno, ni como una política pública sustentable. Por su lado, Hillary Clinton retomó parte de la agenda del Sanders en el sentido de ofrecer educación superior gratuita a cierto sector, mientras que Donald Trump —quien podría ser considerado como un candidato promotor de la educación superior con fines de lucro— en caso de ser electo tiene un gran problema encima con la controversia sobre el cierre de la “Universidad Trump” que está siendo objeto de varias investigaciones por haber realizado falsas promesas a sus estudiantes y asuntos fraudulentos de ese tipo.

Como ya se señaló, las presiones sobre el acceso en las instituciones de educación superior (IES) públicas en las pasadas décadas han resultado en un declive financiero en dicho nivel educativo. Varias de las universidades estatales públicas más importantes del país están recibiendo menos de un 20% de financiamiento público. Por ejemplo, la Universidad de Virginia, es un caso extremo, actualmente recibe sólo un 6% de su financiamiento total de su gobierno estatal. Por otro lado, las universidades que no realizan investigación o las que ofrecen programas de dos años reciben proporciones más altas de parte de los estados pero últimamente están teniendo cortes de presupuesto severos; la comercialización de varias de las funciones que realizan las universidades es más fuerte que nunca: desde la administración de los estacionamientos a los dormitorios, el creciente énfasis de la monetización de la propiedad intelectual, entre otros ejemplos. Sería justo decir que la educación superior pública estadounidense se privatiza a pasos acelerados.

En el caso de la educación superior privada, la mayoría, anteriormente, no era con fines de lucro y en muchos sentidos estas IES operaban de manera muy similar a sus contrapartes públicas. En la actualidad, el sector de la educación superior privada se ha diferenciado mucho más. Las universidades privadas de mayor prestigio, se han protegido de alguna manera con sus donaciones acumuladas [endowment] —algunas de las cuales son realmente cuantiosas— y eso les ha permitido sortear la crisis económica e inclusive lograr mejores resultados que las IES públicas. No obstante, muchas de las instituciones del sector sin fines de lucro son pequeñas instituciones (también llamados colegios [colleges] en Estados Unidos) que dependen de colegiaturas no tan costosas y tales instituciones han sufrido de manera más fuerte los efectos de las dificultades económicas en Estados Unidos y son varias las que han tenido que cerrar.

Si bien, el surgimiento de la educación superior con fines de lucro se dio especialmente en las pasadas décadas, este tema ha agregado una nueva dimensión a la educación superior en los EE.UU. Aproximadamente, un 12 por cierto de los estudiantes en dicho país se encuentran matriculados en una institución de ese tipo, aunque ese porcentaje ha declinado desde el año 2011 debido a los diversos escándalos que se han suscitado y al incremento de la regulación gubernamental. Si bien, este 12% de los estudiantes inscritos en instituciones con fines de lucro representan apenas un 25% de los préstamos estudiantiles gubernamentales tienen, además, un alto porcentaje de incumplimiento. Las investigaciones gubernamentales han revelado prácticas pobres de reclutamiento y enseñanza de bajo nivel entre otros. Varias de esas IES pertenecen a grandes corporaciones y participan en la bolsa de valores. La Universidad de Phoenix, en algún tiempo una de las más grandes IES con fines de lucro, ha perdido numerosos estudiantes y fue recientemente adquirida por inversionistas de capital de riesgo. Algunos observadores señalan que el sector con fines de lucro —centrado principalmente en programas vocaciones (y/o técnicos)— apuntaron sus esfuerzos en atraer a estudiantes de medio tiempo como sus principales clientes pero aún con dicha estrategia no lograron ser suficientemente competitivos con respecto a las IES “tradicionales”.

Las presiones económicas han vuelto a matricular estudiantes de otros países, lo que se convierte en una necesidad económica en los EE.UU., incluyendo las de más alto prestigio. Los estudiantes internacionales que pagan su colegiatura completa representan un importante porcentaje de sus ingresos. Cada vez es más común que las IES en Estados Unidos usen agentes de otros países para buscar estudiantes y se asocian con compañías con fines de lucro para ofrecer programas de idiomas (inglés fundamentalmente) u otro tipo de educación continua que les generen ingresos adicionales. Al mismo tiempo, los esfuerzos para integrar estudiantes internacionales que no pagan colegiatura languidecen. Varios estados, incluyendo Washington y Nueva York han considerado pagos extras a los estudiantes internacionales para incrementar sus ingresos.  Las propuestas de incrementar costos a los estudiantes internacionales son considerablemente mayores a las que se pagan en las IES públicas por los estudiantes que son de otros estados del país (una práctica común en los EE.UU.). Ahora bien, son muy pocas las instituciones que consideran viables estos planes de colegiaturas extras a estudiantes de otros países por otros costos que esto puede representar (como la dependencia que existe en algunos campos científicos de los estudiantes internacionales).

Finalmente, es claro que este tipo de privatización en la educación superior americana afecta al trabajo académico. Los gobiernos estatales tratan de gastar menos dinero, la privatización del sector aumenta, pero también la educación con fines de lucro se encuentra en problemas para poder atraer suficientes estudiantes que paguen sus colegiaturas. Además, las nuevas IES con fines de lucro son parte del problema en tanto que varias se encuentran demandadas por los estudiantes que las consideran fraudulentas. Por lo pronto, la administración de Obama las está investigado por corrupción y por defraudar a los programas públicos de préstamos estudiantiles, al menos uno de los más grandes promovedores,Corinthian, fue suspendida. Veremos en los próximos días qué sucede con las otras que se encuentran también demandadas.

Fuente: http://educacion.nexos.com.mx/?p=309

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