Malala, la activista por la educación de las niñas

En 2014 una activista adolescente pakistaní fue galardonada junto al activista indio Kailash Satyarthi con el Premio Nobel de la Paz, ambos reconocidos por su lucha por los derechos de los niños. Esa activista musulmana es: Malala Yousafzai.

¿Quién es Malala?

Nacida en Mingora, Pakistán el 12 de julio de 1997, Malala creció en el Swat Valley de Khyber Pakhtunkhwa en el noroeste de Pakistán. Desde muy temprana edad, la educación fue parte de su vida, pues su padre, Ziauddin Yousafzai, es un diplomático paquistaní y activista social comprometido, que ha establecido una serie de escuelas privadas y ha hecho campaña por los derechos a la educación.

Para 2008 su padre dirigía una escuela de niñas en su pueblo; sin embargo, ese año, los talibanes tomaron el control de Swat Valley. prohibiendo “muchas cosas, como poseer un televisor y tocar música, e impusieron castigos severos para quienes desafiaron sus órdenes. Y dijeron que las niñas ya no podían ir a la escuela, según palabras de Malala.

Mientras exploraban formas de examinar el auge del fundamentalismo religioso en la región y sus efectos en la vida cotidiana, en 2009, los miembros del sitio web de BBC Urdu tuvieron la idea de pedirle a una colegiala local que escribiera un blog sobre sus experiencias.

Bajo el seudónimo “Gul Makai” (flor de maíz en urdu), publicó su primer blog el 3 de enero de 2009 y cubrió las actividades militares en Swat Valley, incluyendo la destrucción de más de 100 escuelas para niñas y el cierre de la suya. Para marzo de 2012, sus publicaciones estaban en boca de todos y su identidad fue revelada.

Una vez que se reveló su identidad, Malala y su padre, Ziauddin, siguieron pronunciándose en favor del derecho a la educación.

Malala dando un discurso en 2012.
Fotografía ilustrativa por: malala.org

En octubre de 2011, el arzobispo de Sudáfrica, Desmond Tutu, propuso que Malala fuera nominada para el Premio Internacional de la Paz de los Niños. Y en diciembre de ese año, recibió el Premio Nacional de Paz de Pakistán.

2012: ataque a Malala

Las amenazas de muerte en su contra aparecieron en los periódicos, en Facebook e incluso debajo de su puerta. Pero ella se negó a darse por vencida, una decisión que casi le costó la vida.

El 9 de octubre de 2012, cuando volvía a casa de la escuela con sus amigas, un hombre armado enmascarado saltó a bordo de su autobús, “y preguntó, “¿quién es Malala?” Me disparó en el lado izquierdo de mi cabeza. Desperté 10 días después en un hospital en Birmingham, Inglaterra. Los médicos y las enfermeras me contaron sobre el ataque, y que personas de todo el mundo estaban rezando por mi recuperación”, relata Malala.

Fuente: https://www.valor-compartido.com/quien-es-malala/

Comparte este contenido:

5 mujeres actuales clave para el feminismo y la igualdad

Por: Educación 3.0.

Proponemos un listado de algunas de las mujeres que se han convertido en iconos del feminismo durante los últimos años. ¡Toma nota y muéstraselas a tus estudiantes!

Malala

Cuando tenía 12 años, Malala Yousafzai fue herida de un tiro en la cabeza a manos de los talibanes por defender el derecho a la educación de las niñas. Gracias a ese hecho, esta joven pakistaní se convirtió en la persona más joven en recibir el Nobel de la Paz. Desde entonces, su lucha ha sido incansable y sus discursos dejan citas muy influyentes para la lucha femenina y de la educación : “Que las mujeres sean independientes y peleen por ellas. Es tiempo de pelear. Llamamos a los líderes mundiales a cambiar sus estrategias”; “Teníamos dos opciones, estar calladas y morir o hablar y morir, y decidimos hablar”.

2Emma Watson

El feminismo también tiene sus representantes en el mundo del espectáculo. Una de las actrices más activas en esta lucha es Emma Watson, la mítica Hermione en la saga de Harry Potter. Su discurso ante la ONU en septiembre de 2014 como embajadora de buena voluntad de la ONU Mujeres la colocó como icono feminista actual. Ha llevado a cabo varios proyectos para dar visibilidad a los derechos femeninos como donar un millón de libras a un fondo contra el acoso sexual o fundar la iniciativa #HeforShe, que tiene como objetivo involucrar al género masculino en la lucha por la igualdad y romper con los estereotipos sociales.

3Rosa María Calaf

La conocida periodista española ha dejado muchas reflexiones interesantes a favor de los derechos de la mujer en sus múltiples apariciones públicas. Una de las últimas, en un programa de ‘Salvados’ de Jordi Évole cuando afirmó que “queda mucho por hacer y hay que estar muy alerta”. Además, en ‘Late Motiv’, programa presentado por Andreu Buenafuente, dijo que “el feminismo es una de las grandes fuerzas transformadoras” y que “se pretende que sigamos educando a las niñas para que les quepa el pie en el zapato de cristal, que las haga princesas. Pues no, lo que hay que hacer es romper el techo, para que te haga libre”.

4Cristina Fallarás

Esta escritora y periodista española siempre se ha mostrado defensora de los derechos de la mujer. Desde marzo de 2011 hasta 2015 fue una de las escritoras del blog ‘Ellas’ del Diario El Mundo, en el que se hablaba sobre los derechos de la mujer y la igualdad. Además, lanzó en Twitter el hashtag #Cuéntalo con el que cientos de mujeres decidieron contar los episodios de acoso que habían sufrido a lo largo de su vida. Llegó a convertirse en fenómeno internacional.

5Asia Argento

Esta actriz se ha convertido en una de las principales voces de los escándalos de violación y abusos en el mundo del cine. Fue la primera en denunciar la violación por parte del productor Harvey Weinstein. Lo hizo en la clausura del Festival de Cannes, el mismo lugar en el que fue violada cuando tenía 12 años. Además, ha sido la impulsora del movimiento#meToo en Twitter, gracias al cual han salido a luz miles de casos de acoso más en el mundo del espectáculo.

Fuente de la reseña: https://www.educaciontrespuntocero.com/recursos/mujeres-clave-para-el-feminismo/100030.html

Comparte este contenido:

Malala urges G20 to boost funds for girls’ education

Asia/ Japan/ 24.04.2019/ Source: japantoday.com.

Nobel Peace Prize-winner Malala Yousafzai Friday urged Japan and its fellow Group of 20 nations to pledge new funding for educating girls at June’s G20 summit, hosted by the Japanese.

Speaking alongside Shinzo Abe, the celebrated Pakistani education activist told Japan’s prime minister about «the importance of investing in girls now for future economic growth and global stability.»

«As the chair of this year’s G20, I hope Prime Minister Abe in Japan will lead on girls’ education and encourage all leaders to commit to new funding to prepare girls for the future of work,» she told reporters during her visit to Japan.

«I hope he can use his G20 presidency to help my sisters in Japan, G20 countries and around the world to reach their full potential because the world works better when girls go to school.»

Abe said he will take up «a society in which women shine» as one of the important topics to be discussed at the summit in Osaka in late June, Kyodo news agency reported.

Malala will deliver a keynote speech at a two-day international conference on women’s empowerment beginning Saturday in Tokyo.

Abe has been pushing for active female participation in the workforce as a key pillar of his economic policies.

«We will further promote the international trend of women’s empowerment so that Ms Malala’s activities and Japan’s efforts will generate a synergistic effect,» he said.

Malala became a global symbol for girls’ education and human rights after a gunman boarded her school bus in October 2012, asked «Who is Malala?» and shot her.

After medical treatment in the UK, she continued her vocal advocacy and became the youngest-ever person to receive the Nobel Peace Prize in 2014.

 

Source of the notice: https://japantoday.com/category/politics/Malala-urges-G20-to-boost-funds-for-girls’-education

Comparte este contenido:

“Malala: mi historia”, notas personales sobre paz y educación

Pakistán / 25 de febrero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Tras Leer Un Libro

El comienzo del siglo XXI en la pequeña comunidad de Mingora, en Swat (Pakistán) no fue fácil. Por ese entonces, Malala Yousafzai (1997-) asistía al Colegio Kushal de niñas, fundado por su padre, Ziauddin Yousafzai. Esta institución no era como todas las demás, pues les otorgaba libertad de pensamiento y opinión a sus estudiantes, además de albergar las ciencias y la literatura como herramientas para entender el mundo, todo esto sin abandonar la religión musulmana. Toda esta atmósfera recreativa y educacional se va trizando a medida que Fazlullah, la voz radial que defiende los ideales de los talibanes, comienza a declararle la guerra a todo aquel que desobedezca al Corán. Poco a poco, el universo de Malala peligra, lo que va fortaleciéndola para defender lo que ella considera justo. Ya a los once años, comienza anónimamente a dar cuenta de los hechos pasados y presentes en Swat, para luego denunciar de manera pública los atentados a escuelas y los asesinatos en masa. Así, Malala se convierte en un referente y una amenaza al mismo tiempo, una esperanza que casi le cuesta a la vida producto de un atentado. Desde ese momento, renace su gran deseo: todos hablan de ella, se preocupan por ella, toman partido por ella; su causa se hace universal, dará forma a una fundación, emitirá discursos en importantes estamentos y será reconocida por su lucha pro derechos de todos los niños a la educación.

Este es el argumento de Malala: mi historia (I am Malala, 2014) de Malala Yousafzai y Patricia McCormick. Se trata de un relato vivo, una biografía escrita en primera persona que trastoca por la sinceridad característica de una adolescente, porque nadie debería quedarse indiferente ante las manifestaciones de los jóvenes. Es una historia asombrosa, desde el punto de vista de los hechos relatados. Podría ser inquietante que una niña de ocho años sepa la diferencia entre terrorismo y miedo. El roce entre las balas y las constantes amenazas las que llevan a reflexionar sobre el tema.

La autobiografía de la Nobel de la Paz 2014 predica con el ejemplo, es decir, no hay venganza en sus palabras, sino reconciliación con las escenas descritas. En sus propias páginas, Malala se define como una niña curiosa, serena y vanidosa. Estos elementos se conjugan en la historia, evolucionan. No hay rencor en sus ideas, sí mucho asombro ante la brutalidad a la que asiste. Y lo expresa en sus propios términos, con un doble grado de consciencia: por un lado, sabiendo las implicancias que tienen sus opiniones; por otro lado, conociendo el alcance de réplica de sus palabras. Esto vale para sus entradas al blog de la BBC hasta su discurso en la ONU.

El choque cultural entre Oriente y Occidente penetra en la casa de Malala. Todo en ella se convierte en críticas: su ropa, sus libros, su televisión, sus clases, sus dichos y los dichos de su padre. La fragilidad de cada capítulo se presenta con la naturalidad que conlleva el vivir siendo amenazada, cambiando tus pasos para llegar a casa; borrándote de las ventanas para no recibir las balas de la calle; escuchando el virus de la radio, ese que se come la libertad de expresión, ese que conjura versículos religiosos para cercar y oprimir al pueblo. Pero el problema no es la religión musulmana, piensa ella, porque se puede creer en Alá y descubrirse el rostro.

Resulta llamativo que todo lo que encarga Malala sea impulsado por su padre, Ziauddin. Ella indica que su padre no se deja abatir por nada. Siente el temple de su progenitor y guía; por él, ella no puede quedarse atrás. Por eso, post-atentado, él le dice que debió recibir los disparos por ella. La relación entre ambos es recíproca, se complementan sus puntos de vista y comparten las decisiones del otro.

Igualmente, ella se preocupa de agradecer o reconocer a cada persona que estuvo con ella, desde su amiga/rival del colegio Moniba, pasando por sus padres, sus hermanos, sus doctores en Birmingham, hasta Gordon Brown, Selena Gomez y Madonna. Por último, el libro ofrece imágenes del archivo personal de la autora, una cronología de los hechos más destacables de Pakistán y su propia vida, un glosario de palabras y datos sobre Malala Fund, la fundación que recoge sus ideales.

Fuente de la Reseña:

“Malala: mi historia”, notas personales sobre paz y educación.

Comparte este contenido:

Pakistán: Apple y Malala se asocian para luchar por la educación de las niñas

Pakistán / 25 de enero de 2018 / Autor: Redacción / Fuente: Diario Jornada

Apple anunció que se asoció a la fundación que dirige la Premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai para apoyar los esfuerzos de la joven para garantizar el derecho de las niñas a 12 años de educación gratuita, segura y de calidad.

Con el apoyo de la compañía tecnológica, la ONG «espera duplicar el número de subvenciones y ampliar los programas de financiación a India y América Latina con el objetivo inicial de dar mas oportunidades de educación secundaria a más de 100 mil niñas», informó la empresa en su blog.

También colaborará con tecnología, un plan de estudios y con investigaciones sobre los cambios políticos necesarios para que se garantice la educación de las niñas.

Malala, nacida en Pakistán, vive en Inglaterra desde el atentado que sufrió en octubre de 2012, por su activismo en favor de los derechos de las mujeres.

Recibió el Premio Nobel de la Paz en 2014 a los diecisiete años,? convirtiéndose en la persona más joven en acceder a ese galardón.

Fuente de la Noticia:

http://www.diariojornada.com.ar/204819/sociedad/apple_se_asocio_con_malala/

Comparte este contenido: