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El matrimonio infantil impide la educación de las niñas en el noroeste rural de Nigeria: “Cuando supe que mis padres planeaban casarme, me escapé de casa”

Esta práctica sigue siendo un problema grave en el país, especialmente en el Estado de Kano, impulsada por una mezcla de tradición, pobreza y falta de formación. Para los expertos, asistir a la escuela es clave a la hora de romper el ciclo.

Aisha Ahmadu era una niña brillante y ambiciosa que crecía en la comunidad de Zogarawa, en el Estado de Kano, ubicado al noroeste de Nigeria. Era una de las mejores alumnas de primaria de su comunidad. Aunque sus padres nunca fueron a la escuela, ella soñaba con ser médico para salvar vidas. Recuerda a menudo la alegría de ganar los concursos escolares locales y lo mucho que deseaba estudiar ciencias en el instituto. Pero cuando cumplió 17 años, pocos días después de celebrar su graduación en la escuela de primaria como la mejor de su clase, su mundo dio un vuelco. Su padre le dijo que se preparara para una pequeña ceremonia porque un pretendiente había venido a pedir su mano. Abrumada, Ahmadu se fue llorando a su habitación.

“Antes de que mi padre me dijera que me casaba, había planeado presentarme al examen de acceso a la escuela secundaria, y él había prometido apoyarme”, cuenta. “Pero aquel día, apenas unas horas después de mi cumpleaños, me casó con el hijo de su amigo”. Ahora es madre a los 21 años, y dice que el dolor de ver cómo se esfumaba su sueño de recibir una educación ha hecho mella en su salud mental.

“Estoy triste cuando me veo en casa, sin hacer nada más que cuidar de mis dos hijos”, dice. “Ahora mismo no puedo hacer otra cosa porque mi marido no apoya que vuelva a estudiar. Pero estoy decidida a que, cuando mis hijos crezcan, reciban la educación que yo no pude tener”, añade.

El matrimonio infantil sigue siendo un problema grave en el norte de Nigeria, especialmente en el Estado de Kano, impulsado por una mezcla de tradición, pobreza y falta de formación. Creencias muy arraigadas empujan a menudo a las familias a casar a sus hijas cuando son jóvenes, ya sea para preservar el honor de la familia o para conservar tradiciones culturales. “Algunas familias creen que casar a sus hijas a una edad temprana es la mejor manera de garantizar su futuro y proteger su reputación”, afirma Oluwatumininu Adedeji, experta en protección a la infancia y directora ejecutiva de la Fundación para el Desarrollo Sostenible Balm in Gilead (BIGIF, por sus siglas en inglés).

La pobreza también desempeña un papel importante. Muchas familias ven en el matrimonio una forma de reducir su carga financiera. “Cuando tienes dificultades para llegar a fin de mes, casar a tu hija parece una forma de tener una boca menos que alimentar”, explica Adedeji. Esta presión económica hace más difícil evitar los matrimonios precoces y que las niñas permanezcan en la escuela. Según la organización Girls not Brides, entre las familias más pobres de Nigeria, el 58% de las niñas se casa antes de cumplir los 18 años, mientras que únicamente el 4% de las niñas de familias más ricas corren la misma suerte. Alrededor del 71% de las mujeres sin educación formal se casaron antes de los 18 años, frente al 13% de las que completaron estudios superiores. Para muchas de estas niñas, seguir estudiando resulta casi imposible, por lo que no les queda más remedio que depender de sus maridos.

Cada año, según Unicef, 12 millones de niñas se casan en el mundo. Nigeria, como país más poblado de África, soporta la carga del mayor número de niñas casadas. Según datos de 2023 de la agencia de la ONU para la infancia, 24,38 millones de niñas y mujeres del país se casaron por primera vez o vivieron en pareja antes de los 18 años.

Cuando las niñas van a la escuela, adquieren conocimientos, confianza y opciones para su futuro. Esto es lo que puede romper el ciclo del matrimonio precoz

Oluwatumininu Adedeji, experta en protección a la infancia

En el norte de Nigeria, de acuerdo con Save the Children, el 48% de las niñas se casan antes de los 15 años y el 78% antes de los 18 años. Como consecuencia, millones de ellas acaban abandonando la escuela. Según el último informe de la organización Equality Now publicado en mayo de 2024, en 35 de los 36 Estados de Nigeria está prohibido el matrimonio infantil. Un delito que se castiga con penas de hasta cinco años de cárcel. De Kano es también Farida Salaudeen, una mujer que de pequeña soñaba con ser química. Su andadura comenzó en una pequeña escuela primaria de la comunidad de Kanwa, en la localidad de Warawa. Pero hace unos años, cuando estaba a punto de empezar cuarto de primaria, su familia puso fin bruscamente a sus estudios y la casó con 15 años.

Retrato de Farida Salahudeen en el Estado de Kano, noroeste de Nigeria, el 1 de octubre de 2024.
Retrato de Farida Salahudeen en el Estado de Kano, noroeste de Nigeria, el 1 de octubre de 2024.ABDULWAHEED SOFIULLAHI

“Cuando supe que mis padres planeaban casarme, me escapé de casa. Me buscaron durante días”, cuenta Salaudeen a EL PAÍS. “Cuando por fin me encontraron, mi madre me dijo que la escuela no era buena para mí y que podía afectar a mis creencias religiosas. No tuve más remedio que aceptar”. Los sueños de esta mujer, que ahora tiene 22 años, siguen sin cumplirse, ya que tiene que quedarse en casa cuidando de sus hijos y encargándose de las tareas domésticas.

Los expertos subrayan que el matrimonio infantil precoz interrumpe la educación y hace que los niños abandonen la escuela cuando deberían estar aprendiendo. De acuerdo con datos de Unicef de abril de 2024, un total de 18,3 millones de niños en Nigeria (10,2 millones en edad de asistir a la escuela primaria y otros 8,1 millones en edad de asistir a la escuela secundaria) no están escolarizados, predominantemente en las regiones del norte.

Matrimonios concertados que lastran la educación

Zainab Muhammadu también se enfrentó a una lucha similar. A los 13 años, sus padres se negaron a que asistiera a la escuela primaria pública de la comunidad de Warawa, a pesar de que aspiraba a convertirse en enfermera. Su pasión se veía avivada por la falta de personal y equipos sanitarios en el centro de salud local y los frecuentes problemas de salud de los residentes, que provocaban muertes maternas.

En lugar de ir a la escuela, Muhammadu pasó dos años ayudando a su madre a vender patatas fritas en la calle. No fue hasta que intervino el líder de la comunidad cuando por fin le permitieron asistir a clase. “Suplicó a mis padres que me dejaran ir a la escuela porque era mi pasión”, recuerda Zainab. Aun así, sus padres ya habían decidido que se casaría después de terminar la educación secundaria.

Zainab Muhammadu,  mujer que sufrió un matrimonio precoz con 19 años, residente en la comunidad del Estado de Kano, al noroeste de Nigeria, el 1 de octubre de 2024.
Zainab Muhammadu, mujer que sufrió un matrimonio precoz con 19 años, residente en la comunidad del Estado de Kano, al noroeste de Nigeria, el 1 de octubre de 2024.ABDULWAHEED SOFIULLAHI

Cuando Muhammadu tenía 19 años, justo después de terminar los grados inferiores, su padre concertó su matrimonio sin que ella lo supiera y le impidió seguir estudiando. “Ni siquiera supe que habían planeado mi boda hasta dos días antes de que se celebrara”, relata. “Supliqué a mis padres que me dejaran terminar los estudios, pero se negaron. Lo único que hago ahora es quedarme en casa cuidando de los niños, sin trabajo ni oportunidades”.

Adedeji, la responsable de BIGIF, subraya que la educación es fundamental para acabar con el matrimonio infantil en Nigeria. El Estado de Kano, por ejemplo, ha registrado 989.234 niños sin escolarizar, según datos de la Unesco de 2022, y se encuentra a la cabeza de Nigeria en menores que no van a la escuela, a pesar de que la educación es gratuita y obligatoria.

“Si queremos ver un cambio real, tenemos que asegurarnos de que todas las niñas tengan acceso a una educación de calidad”, señala la experta a EL PAÍS. “Cuando las niñas van a la escuela, adquieren conocimientos, confianza y opciones para su futuro. Esto es lo que puede romper el ciclo del matrimonio precoz”.

Más allá de las razones culturales y económicas, la desigualdad de género es también un grave problema. En muchas comunidades, las niñas tienen menos derechos y opciones que los niños. Esto las hace más vulnerables a la obligación de casarse a una edad temprana. “El matrimonio infantil es una cuestión de control”, asegura Adedeji. “En estas sociedades, el futuro de una niña lo deciden otros, y el matrimonio se ve como una forma de limitar sus oportunidades”, añade la experta.

Aunque la prevalencia global del matrimonio infantil ha caído del 23% al 19% en la última década, aún queda camino por recorrer para poner fin a esta práctica en 2030, la meta establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Para intentar lograrlo, Adedeji cree que es necesario un trabajo en equipo entre los gobiernos, los líderes locales y los grupos comunitarios. “Tenemos que reforzar las leyes contra el matrimonio infantil, crear más oportunidades de trabajo para las familias y asegurarnos de que las niñas conocen sus derechos”, remacha.

https://elpais.com/planeta-futuro/2025-03-04/el-matrimonio-infantil-impide-la-educacion-de-las-ninas-en-el-noroeste-rural-de-nigeria-cuando-supe-que-mis-padres-planeaban-casarme-me-escape-de-casa.html

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Irak aprueba una ley que permitirá el matrimonio de niñas a partir de nueve años

La nueva normativa otorga a los tribunales religiosos mayor autoridad sobre cuestiones familiares.

El parlamento iraquí ha aprobado un paquete de enmiendas que profundizará aún más las divisiones sectarias del país, dando prioridad a las interpretaciones islámicas de las congregaciones sobre los derechos individuales y familiares, legalizando así el matrimonio de niñas a partir de los nueve años.

 

La reforma otorga a los tribunales islámicos una mayor autoridad en cuestiones familiares como el matrimonio, divorcio y herencias, socavando la ley de Estatus Personal iraquí, una normativa que los expertos califican de «una de las más progresistas de Oriente Próximo». Así, los clérigos podrán dictar según su interpretación de la ley islámica, como la congregación chií de los Jaafari -seguida por muchas autoridades religiosas del país-, que considera que niñas de nueve años ya pueden contraer matrimonio.

 

La ley iraquí establece los 18 años como la edad mínima para contraer matrimonio y los 15 si los jóvenes pueden probar su madurez ante un juez. Esta legislación aprobada por el gobierno de izquierda nacionalista de Abdul-Karim Qasim en 1959, establecía un marco legal para la defensa de los derechos individuales de mujeres y niñas contra los matrimonios religiosos cuyas interpretaciones contradicen la misma ley.

Según Unicef, cerca del 28% de las mujeres del país se han casado antes de la edad legal, mediante matrimonios religiosos que hasta ahora -con la nueva enmienda- no eran reconocidos por ley. Grupos conservadores chiíes intentaron sin éxito aprobar en el Parlamento enmiendas en 2014 y 2017 para legalizar el matrimonio infantil.

 

De nuevo en agosto del año pasado pusieron la propuesta sobre la mesa, provocando multitudinarias protestas de mujeres y jóvenes en grandes ciudades del país. «El estado iraquí nunca ha sido testigo de una decadencia y una blasfemia que dañan la riqueza y reputación de Irak como la que hemos presenciado hoy», señaló sobre su aprobación el diputado independiente Sajjad Salem, tras una sesión parlamentaria llena de caos y acusaciones de irregularidades.

 

«Son dos hojas de papel»

Varios parlamentarios criticaron que la ley -propuesta por diputados chiíes que tienen mayoría parlamentaria- fue aprobada con un quórum mínimo. Otra diputada, Nour Nafe, aseguró que la enmienda se aprobó casi «sin votación» y con decenas de parlamentarios abandonando la sala debido a la «farsa». La reforma había sido criticada incluso entre legisladoras chiíes como Alya Nassif, que calificó la propuesta de «peligrosa» y de una «amenaza para la sociedad y las familias». «Ni siquiera se ha propuesto un artículo legal que se pueda discutir. Son una colección de ideas escritas en dos hojas de papel», aseguró a la prensa local hace unos meses.

La normativa además, obliga a todos los matrimonios mixtos -de suníes y chiíes- a registrarse con una sola confesión, la del marido. «La división sectaria se infiltra en todos los hogares», lamentó Yanar Mohammed, presidenta de la Organización para la Libertad de las Mujeres en Irak, que forma parte de un grupo de asociaciones que ha intentado combatir la reforma. «Los tribunales civiles que tramitan casos de matrimonio y divorcio pueden quedar obsoletos y ya no defenderán los derechos de las mujeres a una pensión alimenticia, custodia de sus hijos u otros derechos», aseguró, debido a la preferencia que da la nueva ley a los tribunales islámicos.

 

Desde que el diputado chií Raad al Maliki propuso la reforma de ley, los analistas alertaron que podría ser aprobada en un paquete de reformas que ofrece concesiones entre grupos parlamentarios de diferentes sectas. Así, el parlamento aprobó también una amnistía general que beneficia a centenares de detenidos suníes acusados de corrupción y malversación de fondos y también se aceptó una ley de restitución de tierras que beneficiará a familias kurdas. «(El paquete de leyes) es un paso importante en el proceso de mejorar la justicia y organizar la vida diaria de los ciudadanos», celebró el presidente del parlamento, Mahmoud al-Mashhadani.

La organización de derechos Human Rights Watch denunció que la ley privará a «innumerables niñas de su futuro y bienestar», impidiendo que puedan elegir su propio camino. «A las niñas les corresponde ir a la escuela y estar en el patio del recreo, no llevar vestido de novia», dijo la investigadora de HRW Sarah Sanbar.

 

Organizaciones de derechos apuntan que muchas niñas son forzadas a contraer matrimonio para que la familia pueda escapar de la pobreza, ya que el marido debe ofrecer una dote para poder casarse con ella. Sin embargo, muchos de estos matrimonios terminan en fracaso, con consecuencias psicológicas y físicas para las niñas y mujeres, especialmente si terminan en divorcio o abusos, porque conlleva un grave estigma social.

https://www.elmundo.es/internacional/2025/01/22/678fd12ae85eced2128b4595.html

 

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La violencia sexual y el matrimonio infantil interrumpen la educación de las niñas en países en conflicto

Laura de Grado 

Más del 52 % de niñas, niños y jóvenes en países en conflicto han visto interrumpida su educación, enfrentándose a una media de uno a dos años sin escolarización debido a la violencia, el desplazamiento y la destrucción de infraestructuras educativas. Y las niñas, además, son víctimas de matrimonio infantil y violencia sexual, lo que agrava su vulnerabilidad y dificulta aún más su retorno a las aulas.

Esta es una de las conclusiones que expone el informe Seguimos soñando: Niñas y jóvenes en situaciones de conflicto, elaborado por la ONG Plan International, en el Día Internacional de la Niña.

La organización, que trabaja para garantizar los derechos de la infancia y promover la igualdad de género, ha recopilado datos a partir de 9.995 encuestas realizadas a niñas, niños y jóvenes de entre 15 y 24 años en 10 países en conflicto.

Camerún, Colombia, Etiopía, Líbano y Ucrania son algunos de los países incluidos en este estudio que pone de relieve cómo el género y la edad determinan las experiencias de la juventud en situaciones de violencia armada. Además, se realizaron 104 entrevistas en profundidad que arrojan luz sobre las vivencias personales de muchas de estas jóvenes.

1 de cada 4 niñas vive con miedo a la violencia sexual

Uno de los hallazgos más preocupantes del informe es el alto porcentaje de niñas que viven con miedo constante a la violencia sexual. Un 27 % de las niñas encuestadas expresó su temor frente a este tipo de agresión, una cifra significativamente mayor que el 17 % de los niños.

La violencia sexual, utilizada como arma de guerra en muchas de estas regiones, tiene consecuencias devastadoras no solo físicas, sino también emocionales y sociales. Muchas de las niñas que han sobrevivido a violaciones enfrentan embarazos no deseados y son estigmatizadas por sus propias comunidades, lo que las aísla y limita aún más sus oportunidades de educación y desarrollo personal.

A esto se suma el matrimonio infantil, un problema que afecta gravemente a las niñas en zonas de conflicto. Ante la falta de recursos, las familias recurren al matrimonio temprano como una supuesta forma de protección para sus hijas o como una estrategia para reducir el número de bocas que alimentar. Sin embargo, esta práctica corta de raíz las posibilidades educativas y perpetúa la desigualdad de género, ya que las niñas, ahora esposas y madres, deben asumir responsabilidades adultas a una edad en la que deberían estar en las aulas.

Sin acceso a agua, alimentos o electricidad

La interrupción de la educación en estos contextos no se debe solo a la violencia directa o a la destrucción de infraestructuras, sino también a la falta de acceso a recursos básicos.

Según el informe, el 44 % de las niñas, niños y jóvenes no tienen acceso adecuado a alimentos, el 59 % enfrenta problemas para obtener electricidad, y el 41 % carece de acceso a agua potable. Estas carencias afectan desproporcionadamente a las niñas, quienes, debido a la desigualdad de género, encuentran más obstáculos para acceder a estos recursos esenciales.

Además, el 46 % de las y los jóvenes entrevistadas reportaron no haber recibido ninguna ayuda humanitaria, lo que agrava la situación y retrasa aún más la posibilidad de volver a la escuela.

El impacto emocional de la violencia

El informe destaca que tanto niñas como niños sufren altos niveles de estrés, ansiedad y trastornos del sueño debido a la violencia.

Sin embargo, son las niñas quienes reportan mayores niveles de angustia por su constante exposición a la violencia sexual y las limitadas oportunidades para acceder a servicios de salud mental o sexual y reproductiva. Un 58 % de las niñas encuestadas vive con preocupaciones constantes, mientras que en el caso de los niños esta cifra es del 49 %.

La ONG ha hecho un llamado a la comunidad internacional para un alto al fuego inmediato en todas las zonas de conflicto, la protección de la infancia frente a violaciones graves como la violencia sexual y el reclutamiento forzoso, y la garantía de una educación segura e inclusiva.

Además, la organización insiste en la importancia de que las niñas tengan acceso igualitario a recursos básicos como alimentos y agua, y que reciban atención prioritaria si han sido víctimas de violencia sexual.

La violencia sexual y el matrimonio infantil interrumpen la educación de las niñas en países en conflicto

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Irak tramita una ley contra las mujeres que permitiría el matrimonio de niñas a partir de 9 años

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Investigación: Niñas migrantes. África

PREPÁRATE PARA VIAJAR:
«SI CREES QUE PUEDES SOPORTARLO, HAZLO»

Diré que no es un viaje fácil, pero si crees que puedes soportarlo, hazlo. […] Porque te diré las condiciones, ¿estás lista? Violación, acoso sexual, encierro en casa durante dos o tres meses y no tener libertad para salir. Vienen hombres diferentes que hacen contigo lo que quieren y se van. Ni siquiera los conoces; ni siquiera… sabes lo que hay en su interior. Así que, si puedes soportar todo eso, puedes hacer el viaje”.

Una de cada tres niñas migrantes en el norte de África experimenta o presencia abusos sexuales u otras formas de violencia de género mientras huye de sus países de origen para encontrar seguridad, según nuestro nuevo estudio ‘Girls on the Move in North Africa’, una investigación sobre las niñas y jóvenes migrantes africanas hacia España e Italia.

Este análisis aborda el tema, rara vez investigado, de las niñas migrantes y concluye que muchas niñas huyeron de sus hogares debido a la violencia, la falta de perspectivas de trabajo, así como a los conflictos familiares y la exposición al abuso y el matrimonio forzado, pero luego enfrentaron más amenazas y peligros en sus viajes hacia o a través del norte de África.

Esta investigación se basó en entrevistas realizadas en 2022 a niñas y mujeres jóvenes de entre nueve y 24 años, principalmente de países del África subsahariana, que migran hacia o a través de Libia, Túnez y Marruecos, así como las que llegan a Italia y España.

•   MÁS DE 1 DE CADA 3 DESCRIBIERON HABER EXPERIMENTADO O PRESENCIADO ABUSO SEXUAL U OTRAS FORMAS DE VIOLENCIA DE GÉNERO.

•   1 DE CADA 5 DE LAS NIÑAS ENTREVISTADAS CITAN LA VIOLENCIA COMO UNA RAZÓN PARA LA MIGRACIÓN.

•   1 DE CADA 7 DE LAS NIÑAS CITAN ESCAPAR DEL MATRIMONIO FORZADO O PRECOZ COMO UNA RAZÓN PARA LA MIGRACIÓN.

•   1 DE CADA 6 DE LAS NIÑAS INFORMARON DE BARRERAS EN EL ACCESO A LOS SERVICIOS TANTO EN TRÁNSITO COMO EN SU DESTINO FINAL.

VIOLENCIA EN SUS HOGARES O EL RIESGO DE SER CASADAS

El estudio muestra que una de cada cinco niñas entrevistadas citó la violencia en el hogar como una razón para la migración, mientras que una de cada siete mencionó huir para escapar del matrimonio forzado o precoz*.

«Mis hermanas huyeron de casa y no tenemos noticias de ellas hasta el día de hoy. Y cuando mi papá se enteró, me quemó los pies para que no pudiera salir. Dijo que, si no tienes pies, no puedes salir. Me quemó con hierro, me marcó con hierro y fuego para que no huyera como mis hermanas… Hui de mi pueblo… No quería que me encontrara y me hiciera las mismas heridas o me obligara a casarme», contó Rainatou*, de 20 años y que vive en España. Su padre la golpeó repetidamente e intentó casarla con un anciano con tres esposas. Finalmente, logró escapar de su aldea. Sola y sin dinero, caminó durante cinco días antes de ser recogida por un camión y llevada a la ciudad más cercana.

Si bien las oportunidades de planificación anticipada suelen ser limitadas, muchas niñas desconocen el alcance total de los riesgos y peligros que entraña la migración antes de viajar.  Algunas niñas emplearon mecanismos de supervivencia para ayudar a minimizar los peligros, como vestirse como niños o viajar con compañeros o adultos para protegerse.

Marie*, de 14 años, de Camerún, que viajó con su madre, describió múltiples casos de ser encerradas en casas en Marruecos y Argelia: «Llegamos a un pequeño pueblo. […] La gente vino a recogernos y llevarnos a otro lugar con mujeres y niños. Nos quedamos unos días sin salir del lugar, comer o beber. En este lugar, estaban violando a personas e incluso niños. Estaban a punto de violarme a mí también, pero mi madre logró salvarme».

Otro riesgo común durante la migración a través del norte de África fue el arresto o la detención. Noella*, de 16 años, es de Costa de Marfil y ahora vive en Italia. Fue interceptada por la guardia costera libia y enviada a un centro de detención. «Me golpearon la cabeza contra la pared en Libia. Me pidieron dinero y no tengo familia, así que me trataron mal. Otras veces te ponen una bolsa de plástico en la cara. Querían lastimarte».

NO ES FÁCIL ACCEDER A LOS SERVICIOS SOCIALES Y A LA ATENCIÓN MÉDICA

Una de cada seis niñas entrevistadas informó de barreras en el acceso a los servicios tanto en tránsito como en su destino final. Antes de entrar en contacto con las autoridades, como la policía o las organizaciones de la sociedad civil que pueden redirigir a los niños y niñas al sistema de protección de la infancia, algunos niños y niñas no tienen acceso a los servicios. Como atestigua un adolescente marroquí en Madrid:

Antes, cuando estaba con mi hermano en la calle, no accedía a los servicios. Si estás enfermo, te quedas enfermo hasta que te mejores”.
Wiam, 17 años, origen marroquí, España

Las niñas que migran necesitan acceso a la atención médica, incluida la atención de salud mental, pero también a los servicios de salud materna y al registro de nacimientos, así como a la educación y la vivienda. Las barreras lingüísticas, la desconfianza en las autoridades, combinadas con la falta de documentación y conocimiento de los servicios disponibles, son otros desafíos.

Fuente: https://www.savethechildren.es/actualidad/preparate-para-viajar-si-crees-que-puedes-soportarlo-hazlo

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Africa: Impulsar la educación para frenar el matrimonio infantil

www.savethechildren.es

  • 142 millones de niñas, en riesgo de ser casadas forzosamente esta década, cuando se celebra el Día de los Derechos de las Mujeres
  • Níger, el país con mayor tasa de matrimonio infantil del mundo, está promoviendo la educación de las niñas y poniendo en marcha ‘escuelas de maridos’ para acabar con las bodas en la infancia

ZINDER, Níger, 7 de marzo de 2023 – Níger está en una campaña para impulsar la educación de las niñas, y de los esposos, para frenar sus altísimas tasas de matrimonio infantil y de desempleo juvenil, en el país con la tasa de crecimiento poblacional más alta del mundo. Save the Children ha denunciado la relación entre la pobreza y el matrimonio forzoso de niñas en vísperas del Día Internacional de la Mujer.

Las familias en Níger tienen, de media, 7 hijos, según datos de 2020. La infancia se ve como un grupo que aporta riqueza familiar, más manos para trabajar. Esto ha provocado que la población crezca desde los 3,5 millones de habitantes en 1960 hasta los 25 millones, con una media de edad ahora en 14,5 años y con dos de cada cinco nigerinos (40,8%) viviendo bajo el umbral nacional de la pobreza. La mayoría –el 95%- vive en zonas rurales donde la incidencia de la pobreza es mucho más alta. Las regiones de Dosso, Zinder y Maradi son las más afectadas.

MÁS RIESGO DE MATRIMONIO INFANTIL

Para las niñas, estas presiones adicionales han derivado en mayores riesgos de matrimonio infantil, dado que las familias que luchan contra la pobreza ven las dotes como una fuente esencial de ingresos adicionales. Sin embargo, esto las excluye de la escuela y las pone en peligro de partos cuando sus cuerpos son demasiado jóvenes para hacer frente a ello y de problemas de salud mental.

«Sabemos que la pobreza está vinculada a tasas más altas de matrimonio infantil y que Níger se enfrenta a múltiples desafíos, como la crisis alimentaria, la llegada de personas refugiadas de los países vecinos y las consecuencias del cambio climático. Pero podemos hacer más enseñando a las niñas otras formas de ganarse la vida y alentando a los hombres a apoyarlas», señaló Inger Ashing, directora de Save the Children International, en un reciente viaje al país, donde las niñas le transmitieron «cuánto quieren continuar con su educación». «Quieren la oportunidad de tener una vida mejor y no verse atrapadas en un matrimonio sin salida, a menudo con un hombre mucho mayor».

PLANIFICACIÓN FAMILIAR Y ‘ESCUELAS DE MARIDOS’

En Níger, a cerca del 76% de las niñas se las casa antes de los 18 años y al 28%, antes de los 15, según datos de 2012, última estadística que se tiene al respecto. Grupos de derechos de la infancia ya habían notificado avances en la última década, pero ahora les preocupa que los conflictos, la crisis climática y el desplazamiento estén aumentando las cifras nuevamente.

Save the Children está trabajando con las autoridades locales y sus socios para ayudar a educar a las niñas sobre planificación familiar y gestionar ‘escuelas de maridos’ para abordar esta costumbre en Níger, donde la mayoría de la población todavía considera que las familias extensas (con más de 10 hijos) son lo normal. Las autoridades habían puesto como objetivo aumentar el uso de anticonceptivos modernos al 50% para 2020, pero los datos muestran que ese objetivo puede haber sido demasiado ambicioso y no se ha cumplido a pesar de que se observa un cambio en el comportamiento en algunas áreas.

«Estamos viendo muchos cambios de comportamiento. Las mujeres acuden cada vez más al centro de salud y piden tomar la píldora. Están menos avergonzadas y han sensibilizado a sus maridos para tener acceso a su carné de identidad, que es necesario para recoger las píldoras», apunta Abdou Ousmane Kango, de 60 años, miembro activo de una escuela de maridos en el centro de salud integrado de Bandé, en la región de Zinder.

«Las mujeres están aprendiendo los beneficios de la contracepción y estamos viendo que algunas mujeres permanecen con la píldora durante dos o tres años sin quedarse embarazadas», añade. «Un guía religioso también nos apoya para deconstruir la creencia de que es importante tener muchos hijos para perpetuar la religión».

En el centro de salud integrado de Bandé, apoyado por Save the Children, el número de mujeres que usan anticonceptivos se ha multiplicado por ocho en un año, de 144 en enero de 2022 a 1.235 en diciembre del mismo año, debido a la sensibilización ayudada por la escuela para maridos.  Además de tener un impacto en la demografía, estas clases permitieron a las madres jóvenes, que en la mayoría de los casos se casaron alrededor de los 15 años, cuidarse mejor a sí mismas y a sus familias y participar en actividades generadoras de ingresos.

EDUCACIÓN AL BORDE DEL COLAPSO

El crecimiento anual de su población, de un 3,7%, ejerce una presión adicional en este país sin salida al mar, donde la crisis climática impide que las familias cultiven como solían hacerlo debido a la escasez de lluvias o al aumento de las inundaciones. Hace seis meses, las inundaciones destruyeron cerca de 8.600 casas y 300 hectáreas de cultivos y diezmaron 620 cabezas de ganado. Además, nuevas personas refugiadas llegan cada día a Níger escapando de conflictos en los países vecinos.

Con la tasa actual de crecimiento de la población, se espera que 600.000 niños y niñas más por año vayan al colegio, lo que significaría tener que abrir al menos 12.000 nuevas escuelas al año. En agosto de 2022, 890 escuelas en Níger ya estaban cerradas debido a la inseguridad, dejando a casi 78.000 niños y niñas sin acceso a la educación, de los cuales más de 38.000 eran niñas, según un informe de Naciones Unidas.

Níger está clasificado como uno de los países donde la educación corre un alto riesgo de colapso en un informe reciente de Save the Children que reveló que siete de los 10 países que enfrentan el mayor riesgo de que la educación esté en colapso estaban en África.

Save the Children lleva a cabo programas educativos en todo Níger para permitir que los niños, especialmente las niñas, tengan acceso a una educación de calidad, incluso en zonas de conflicto. En 2022, Save the Children asistió a más de 2.500.000 personas en Níger, incluidos más de 1.680.000 niños y niñas.

https://www.savethechildren.es/notasprensa/impulsar-la-educacion-para-frenar-el-matrimonio-infantil

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La educación en guerras, crisis y emergencias: un derecho que no puede esperar

En la actualidad hay 222 millones de niños y niñas en edad de escolarización que viven en contextos afectados por crisis humanitarias. Pero su derecho a la educación no puede retrasarse, no puede olvidarse, no puede esperar, porque ellos no pueden esperar. Una reunión de alto nivel reúne en Ginebra a líderes de todo el mundo para buscar soluciones y asegurar que todos los niños y niñas vayan a la escuela.

La educación es un derecho fundamental reconocido en el artículo 26 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos (DUDH). Sin embargo, ese derecho, que habita básicamente en la infancia, está amenazado debido a conflictos, crisis climáticas o a la amenaza inminente de una recesión mundial.

En la actualidad hay 222 millones de niños y niñas en edad de escolarización que viven en contextos afectados por crisis humanitarias. Esta cifra ha ascendido exponencialmente desde los 75 millones que había en 2016, es decir un incremento de un 196 % en apenas seis años.

Con motivo de esta urgencia, las Naciones Unidas han organizado una Conferencia de alto nivel sobre Financiación de la ¨La educación no puede esperar¨ que se celebra este jueves y mañana viernes. El evento congregará en su sede Ginebra, en Suiza, a líderes llegados de todo el mundo. Su principal objetivo es conseguir que se asuman los compromisos necesarios para garantizar que todos los niños y niñas, sin importar su origen, accedan a una educación de calidad.

Noticias ONU ha hablado con Pilar Orenes, directora de EDUCO, una ONG de cooperación para el desarrollo y acción humanitaria, que está presente en 14 países, y participa en esta reunión, donde presentará el informe la Educación en Emergencias.

Pilar Orenes (centro), directora de EDUCO, visita una escuela en Cox Bazar, Bangladesh.
EDUCO
Pilar Orenes (centro), directora de EDUCO, visita una escuela en Cox Bazar, Bangladesh.

Disponer de un lugar seguro

“Cuando viajas a Cox Bazar (en Bangladesh), el campo de refugiados más grande del mundo, entiendes las necesidades de los conflictos que se perpetúan en el tiempo. Allí trabajamos mucho la situación socio emocional y la salud mental. Cuando hablamos de educación hablamos también de espacios seguros”, explica Orenes.

Como relata Nazar, de 14 años y víctima de la guerra en Ucrania en uno de los testimonios recogidos en el informe, “la guerra es frío, destrucción, separación y miedo. No sé qué pasará mañana, pero yo solo quiero volver a estar con mi padre y que se me pasen las pesadillas”.

Orenes observa que “durante una crisis, los niños, niñas y adolescentes necesitan un espacio donde sentirse seguros y protegidos, que les proporcione estabilidad, reduzca su nivel de estrés. También un lugar donde jugar, relacionarse, tener acceso a otros servicios como el agua potable o las instalaciones sanitarias.

Claramente, la educación salva vidas y por eso debe ser una de las prioridades en el marco de la ayuda humanitaria internacional.

Por qué importa la educación en emergencias

La educación es un derecho fundamental para el desarrollo humano y la erradicación de la pobreza. Los niños rara vez tienen una segunda oportunidad en la educación.

Esto es algo que ponen de manifiesto los testimonios recogidos en el informe de la ONG para explicar la urgencia de cumplir con este derecho, incluidas las situaciones de emergencia: “Mis padres y yo nos vimos obligados a dejar nuestra aldea para venir a Koro. Hombres armados venían regularmente a amenazarnos antes de llevarse nuestro ganado. Nuestras escuelas están cerradas y el pueblo está casi vacío porque nadie se siente seguro”, cuenta Adama, de ocho años, que sufre por el desplazamiento en Mali.

Fragmentos de proyectiles y balas recogidos en el recinto de una escuela en el óblast (región) de Donetsk (Ucrania).
© UNICEF/Ashley Gilbertson VII Photo
Fragmentos de proyectiles y balas recogidos en el recinto de una escuela en el óblast (región) de Donetsk (Ucrania).

La desigualdad de género, también está presente en las guerras

La desigualdad de género es otro de los elementos que analiza el informe. En él se destacan aspectos esenciales como la importancia de la enseñanza para prevenir el trabajo infantil, matrimonio infantil o las situaciones de trata.

Cuando las estructuras de estabilidad y seguridad se ven alteradas debido a una crisis, las niñas son especialmente vulnerables “Las mujeres y niñas tienen 2,5 veces más probabilidades de estar sin escolarizar que los chicos», denuncia Orenes.

Al carecer de las medidas de protección habituales, como la unidad familiar o el hogar, están más desprotegidas. «Son las primeras que tienen más riesgo a acceder a un matrimonio infantil o caer víctimas de trata«, añade. Así, las niñas en zonas de conflicto tienen un 90 % más de probabilidades de no terminar su educación básica.

Fondos insuficientes, Conferencia oportuna

Para Orentes, la reunión de alto nivel auspiciada por las Naciones Unidas es muy oportuna para destacar que lo que se está haciendo en materia de financiación “no es suficiente”.

“Hay que reconocer que han aumentado los fondos, pero también hay que reconocer que han aumentado las demandas y que en este momento son 222 millones de niños y niñas los que han visto interrumpida su educación, Se necesita invertir. Actualmente, sólo el 3% de los fondos que se destinan a ayuda humanitaria van destinados a educación. Lo que dice la Campaña Mundial por la Educación, de la que EDUCO forma parte, es que debería destinarse el 10%”.

Este reportaje ha sido producido por Leticia Álvarez Reguera del Centro de Información de las Naciones Unidas en Bruselas.

Fuente: https://news.un.org/es/story/2023/02/1518637

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