Venezuela: La Medicina Herbaria en el Municipio Piar – Estado Monagas, una visión Pedagógica e Integradora, de la Parroquia Saludable al Municipio Sustentable.

La Medicina Herbaria en el Municipio Piar – Estado Monagas, una visión Pedagógica e Integradora, de la Parroquia Saludable al Municipio Sustentable.

Edgardo José Rondón Cedeño

(Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez)

Resumen

La crisis sanitaria que afecta a la población rural del municipio Piar en el estado Monagas (Venezuela) obedece a las adversas condiciones humanas existentes en el contexto sociocultural campesino. La difícil aplicación de la biomedicina, por parte de los médicos egresados de los centros de formación universitaria, a causa de las dificultades económicas y geográficas que dificultan el campesino acceder a ella es uno de los factores que induce al habitante de las parroquias piarenses a consumir las plantas medicinales típicas del municipio, así como someterse al ejercicio terapéutico de sanadores existentes en la región. Estas circunstancias motivaron a un equipo de investigadores a asumir la responsabilidad de sistematizar los conocimientos y las experiencias de algunos de sus habitantes en el campo de la medicina herbaria para demostrar que, a través de la ejecución de este tipo de terapia, los habitantes de las zonas rurales mejoran sus condiciones de vida. Este hecho implica el compromiso de los sanadores/pacientes de respetar la rigurosidad y la concepción epistemológica que la ejecución de esta terapia implica.

Palabras clave:

Piar, biomedicina, medicina herbaria, zonas rurales, sanadores, epistemológica.

Abstract

The health crisis that affects the rural population of the Piar municipality in the state of Monagas (Venezuela) is due to the adverse human conditions existing in the peasant sociocultural context. The difficult application of biomedicine, by doctors graduated from university training centers, due to the economic and geographical difficulties that make it difficult for the peasant to access it, is one of the factors that induces the inhabitant of the Piarenses parishes to consume the typical medicinal plants of the municipality, as well as undergoing the therapeutic exercise of existing healers in the region. These circumstances motivated a team of researchers to take on the responsibility of systematizing the knowledge and experiences of some of its inhabitants in the field of herbal medicine to demonstrate that, through the execution of this type of therapy, the inhabitants of the rural areas improve their living conditions. This fact implies the commitment of the healers/patients to respect the rigor and the epistemological conception that the execution of this therapy implies.

 

Keywords:

Piar, biomedicine, herbal medicine, rural areas, healers, epistemology

 

El estudio de la epistemología de la medicina herbaria abrió un paréntesis de reflexión en el cual se estableció la cronicidad de este tipo de medicina. Se considera su surgimiento como un fenómeno inherente a la naturaleza humana que se manifiesta en el momento en que un malestar, una calamidad, un dolor, en síntesis, una enfermedad buscaba el alivio, la sanación en su entorno inmediato, en su contexto humano y ambiental para recuperar el equilibrio de su ser biológico. Estos hechos se repetían y aumentaban a medida que la especie humana evolucionaba. Así se fue escribiendo la historia de la medicina natural, a partir de los beneficios que la flora y la fauna ofrecieron al hombre para que sanara y prolongara su existencia.

 

El cruce étnica descrita y el accionar de los nuevos actores hace que todo el territorio venezolano sea matizo, esto conduce a una explicación histórica que sirve de apoyo a la investigación por lo que el trabajo de indagación se centró en un enfoque intercultural de investigación pedagógica para la transformación sanitaria de un sector (rural) que padece una aguda crisis en una entidad saludable (parroquia) para, luego, extender lo saludable hacia otras parroquias hasta construir un municipio sustentable, lo cual redundará en beneficio de la salud estadal.  Se trabajó, por lo tanto, desde el campo hacia las parroquias y desde estas hacia el municipio, ente que, desde una perspectiva proyectiva, les da permanencia y organicidad a los resultados del modelo de investigación pedagógica (MIP) y a la estructura de una parroquia saludable a un municipio sustentable (PSMS), con el apoyo de los protocolos.

Esta acción, coordinada y rigurosamente replicada en los municipios del estado, iniciarán un proceso de transformación de Monagas en una zona de bienestar permanente, donde, lejos de fomentarse la conflictividad entre los biomédicos y los terapeutas herbarios que hacen vida en las regiones rurales, trabajen como aliados por el bien común de los habitantes quienes tienen el pleno derecho de disfrutar la vida del campo en un ambiente saludable y próspero.

Previo a ello, cabe recordar que ya existe y se viene desarrollando a nivel internacional y, por supuesto, nacional, toda una normativa con la finalidad de sentar las bases de la interculturalidad sanitaria en las políticas de salud. En este sentido, el denominador común de lo que se entiende por interculturalidad gira en torno al respeto a la identidad como al patrimonio ecológico de las zonas rurales y al diálogo a nivel discursivo que, en la práctica, se expresa como una estrategia para disminuir las brechas existentes en los servicios de salud tradicionales a fin de trabajar mancomunadamente en pro de la salud natural, salud consciente, salud ancestral, salud ecológica, entre otras, sin descuidar el posicionamiento de la medicina occidental, es decir, la biomedicina. Se habla de respeto y valoración de la diversidad cultural, no obstante, el tema del reconocimiento a los agentes de la medicina tradicional sigue pendiente.

Respecto a la relación entre la interculturalidad y el mejoramiento en los niveles de vida sanitaria en las poblaciones rurales, existe un marco conceptual en el que se destaca los derechos, tal y como lo indica Plasencia:

(…) la interculturalidad en salud implica: La búsqueda de estrategias conjuntas para abordar la salud teniendo en cuenta las diferentes culturas que habitan en un país consideradas actores sociales con los mismos derechos ciudadanos en un contexto de equidad política, económica y cultural, sin ningún tipo de discriminación, especialmente con los indígenas, que son los más excluidos y marginados[1]. (SI)

El llamado a la interculturalidad en salud genera muchas respuestas. Por ejemplo, al trabajar con comunidades rurales en el caso del municipio Piar, se habla de un mestizaje entre indígenas, europeo, africanos y criollos, reconociéndosele a los primeros la vigencia de las tradiciones en cada una de sus prácticas diarias, por ejemplo: trabajar la tierra para su sustento, la caza, la pesca, las labores artesanales, la recolección de frutos y de plantas que le sirven de alimentos y de tratamientos para cualquier enfermedad.

Medicinalmente, resulta inevitable los cambios de actitudes, de conductas, de paradigmas entre las diferentes terapias lo que conduce a afirmar que es indispensable eliminar los prejuicios. Por ejemplo, al relacionar las actitudes de los terapeutas observamos diferencias necesarias de transformar. En el caso de una determinada consulta con un biomédico, se dice: – “Tú padeces tal enfermedad, y yo solo me voy a ocupar de curártela con tales medicamentos, o tu cirugía tiene unos costes determinados una determinada cantidad de dinero (bolívares/ dólares)”.  En cambio, en la consulta con un terapeuta herbario, el discurso sería: – Tratemos de prevenir, que nadie más se enferme por no estar bien nutrido/a; o, vamos a educar para que utilices este tipo de medicina naturista; o fortalezcamos ese saber que en muchas partes de estas localidades sigue siendo un tabú lo que produce temor a tener reacciones negativas.

Pedagógicamente se tiene que llegar a estas comunidades para demostrar a los pobladores que no hay riesgos en utilizar la medicina tradicional, siempre y cuando los intercambios saberes y técnicas entre ambas terapias, la ancestral y la biomédica, sea para promover la salud según las estrategias de atención primaria como lo indicó la OMS, en 1978.

Sobre lo que se insiste es la propuesta a un entendimiento cultural que reconozca el derecho de todos a trabajar por la salud, cuidándonos entre todos, con inclusión de las parteras y expertos tradicionales de cada cultura, y pongámosla al alcance de los municipios y de la sociedad a través de las redes sociales. De esta forma, se logrará que la salud sea un servicio asequible a toda la población, sin desigualdades.

La propuesta intercultural consiste en lograr que ninguna cultura desprecie, ni se imponga, a la otra, como ha venido sucediendo desde que la occidentalización se apoderó de nuestro continente como la verdadera y única visión de mundo válida, gracias a lo cual la medicina profesional es la reconocida para que sus expertos diseñen y decidan el excluyente régimen sanitario impuesto.

Esta polémica se ha ido extinguiendo en la medida en que la población ha hecho visible la ineficacia sanitaria que, por razones diversas, existe en las zonas donde la biomedicina no llega ni permanece. Ante lo cual, por iniciativa de la OMS se ha decidido e impuesto criterios de validación de la medicina ancestral como vigente y necesaria de ser respetada, sobre todo, en los países subdesarrollados.

Esta decisión parte de la discriminatoria posición de la medicina científica, como cultura dominante, según la cual colonizar significó ignorar los valores, la técnica, la ciencia de las culturas colonizadas, para imponer un sistema diferente: el suyo.

En consecuencia, al observar y escudriñar la realidad humana venezolana, surge la interrogante: ¿cómo un país con tanta política de gestión pública prospectivas, mantiene a las comunidades desasistidas, en total abandono?

Un ejemplo palpable de cómo los intereses privados de los grupos de control internacional se hacen presentes en la actuación oficial respecto a la pandemia del Covid19: mientras en el mundo se registra el desarrollo de políticas dirigidas acertadamente a la inmunización de la población para protegerla, en nuestro país, las controversias políticas y los intereses grupales no permiten el diseño y aplicación urgente y gratuita de un plan de vacunación nacional. Entre tanto, el tiempo transcurre en controversias insensatas y la población se contamina y muere por centenares.

De las visitas realizadas por el equipo a diferentes lugares, con la intención de intercambiar y compartir información, se pudo observar que, según los parámetros del método “Keith Sherwood”[2], la realidad no cambiaba, la calidad de vida estaba en descenso, las personas entrevistadas presentaban un desequilibrio en los cincos niveles medidos: cuerpo, mente, espíritu, sentimiento y ambiente.

Si se aplica estos criterios al ambiente cultural de las personas se observa que en la programación de su vida lo primero que se golpea es el plano mental a lo que contribuye la hostilidad ambiental reinante en cada comunidad, la que continuará afectándose, hasta hacerse inevitable y provocar daños colaterales en la vida y la salud de las personas. Por ejemplo, en el plano espiritual se producirán sentimientos negativos desde su interior con proyección hacia su entorno exterior, lo que corrompe o afecta también el plano mental, cambian su forma de pensar. De la misma manera serán afectados los sentimientos, las emociones hasta repercutir en su cuerpo físico, lo que provocará reacciones ansiosas expresadas a través de los siguientes síntomas: contracción muscular, alteración del ritmo respiratorio y fatiga corporal hasta causar la muerte del individuo.

La descripción hecha es el retrato que se avizora para la población piarense, sino se producen cambios radicales en lo político, lo económico, lo social, lo cultural y lo sanitario de la entidad. Sería la agudización de una situación integral en la vida de la población rural monaguense que debe ser transformada desde el campo, pasando por la parroquia, el municipio, el estado hacia el país.

Los monaguenses esperan que la gestión política nacional de un giro de modo que pueda enfrentarse pacífica y democráticamente para lograr cambios positivos en los servicios básicos, fundamentalmente, en la administración del agua potable cuya carencia provoca problemas de insalubridad e higiene evidenciadas en las enfermedades estomacales, epidérmicas, virales, etc.; en la atención y administración de tratamientos biomédicos, sobre todo, en los campesinos que viven alejados de la ciudades a lo que contribuye negativamente los deficientes servicios de transporte, electricidad, vialidad y otros lo que cada día los aleja más del disfrute de una buena calidad de vida.

Es importante considerar las características de algunas reacciones en familias con el sistema médico profesional donde las carencias de los medicamentos obligan a algunos pacientes a omitir algunas recomendaciones biomédicas y buscar mejoras a su situación de salud en los recursos naturales que le ayuden a obtener un mejor resultado.

En un estudio realizado a varias familias ubicadas en las siete parroquias del municipio Piar, se encontraron pacientes sometidos a medicación por prescripciones biomédicas para atender los síntomas que evidenciaron la existencia de diferentes enfermedades. Interesado en penetrar los intríngulis de estos padecimientos en la población rural, se logró que fuesen atendidos por profesionales de la salud de quienes, según sus propios testimonios, eran pacientes por lo que regularmente asistían a sus citas médicas.

Entre los hallazgos se determinó que los padecimientos de estos grupos han sido consecuencia, entre otros factores, de las calamidades causadas por las condiciones de la realidad social en las que viven. Aseguraron que la crisis financiera de la región, por citar un ejemplo, los fueron limitando en el uso de los servicios de atención biomédica, tanto pública como privada, por no poder sufragar los gastos ocasionados por las consultas y fármacos que superaban su poder adquisitivo. Estos testimonios despertaron el interés del equipo que en su condición de observador participante, continuó obteniendo datos a través de las conversaciones tenidas con algunos pobladores, según las cuales la mayoría tomaba fármacos prescritos por sus médicos tratantes, pero que, a partir del momento en que participaron en el Taller del modelo de investigación pedagógica (MIP) en el que fueron informados, atendidos y capacitados sobre el uso y la formación en medicina herbaria, comenzaron a asumir conductas diferentes  a través de la aplicación de los nuevos hábitos medicinales botánicos. Al tiempo -concluyeron-  que, efectivamente, los cambios obedecieron a los tratamientos herbarios que los ayudaban a recuperarse más rápidamente.

Ese contacto con el modelo de investigación pedagógica (MIP), además de sistematizar sus conocimientos sobre las propiedades y ventajas de la medicina herbaria, les hizo comprender lo conveniente que resultó para su familia el uso medicinal de las plantas del jardín, del conuco, pues, aparte de sanarlo o mejorar su estado de salud, le permitía ahorrar dinero al no tener que invertir en consultas ni remedios alopáticos. exclusivamente. De modo que, sin desatender el tratamiento biomédico, se ayudaron con las hierbas medicinales del entorno. Esta transformación de su actitud como paciente, aparte de favorecerlo económicamente y de entrenarlo como cultivador herbario, los motivó a difundir su experiencia y conocimientos en la familia, la vecindad y las parroquias.

Algunas de las razones que han llevado a la mayoría de las personas del municipio a buscar y fortalecer las experiencias en las medicinas herbarias fueron enumeradas por los propios pacientes: los bajos costes, lo inmediato de contar con el medicamento indicado, los beneficios de tener en cada familia una persona capacitada que emule la aplicación doméstica de las experiencias vividas terapéuticamente.

A lo largo de estos años como investigador social y terapeuta, se ha evidenciado tristes realidades producidas por malas praxis biomédicas: desde niños fallecidos en pleno parto por no saber aplicar o no disponerse de tratamientos farmacológicos, sobre todo, en estas regiones rurales donde el analfabetismo es una de sus realidades, así como el desconocimiento de políticas sanitarias adecuadas y políticas públicas regionales que debieran entrenar al ciudadano sobre cómo acudir en casos de emergencia.

Un hecho que demuestra la validez de esta afirmación es el reciente desastre ocurrido en el sector El Caño de la parroquia Chaguaramal del municipio Piar donde la explosión de cilindros de gas domésticos causaron daños a más de cuarenta personas entre niños y adultos, lo cual generó fuerte crítica a la compañía distribuidora de gas en el estado (Gas Maca)[3]. Las personas afectadas tuvieron serias dificultades para ser debidamente atendidas en los centros de salud locales. Hubo de recurrirse a Maturín, la capital estatal, en búsqueda de la asistencia médica requerida donde, a pesar de lo grave de las quemaduras, no se les pudo atender debidamente lo que ocasionó la muerte de muchas personas. La atención a los sobrevivientes se realizó entre la asistencia biomédica y la natural.

Mencionar las políticas públicas nacionales es este contexto es un compromiso como profesional, más aún el involucrarnos como investigador participante ya que el conocimiento de la realidad observada resultó familiar al comprobarse que la población rural piareña, en pleno siglo XXI, vive en pésimas condiciones sanitarias. Es un fenómeno que se agudiza más debido a la dejadez de las instituciones municipales que, aparte de la ineficaz gestión que se detecta, condena a la población a sufrir serios padecimientos agravados por las carencias de los servicios básicos, entre otras, las dificultades para conseguir el agua potable, la inexistencia o malas condiciones del transporte púbico, etc.

Se hace referencia, para ilustrar cómo afecta estos problemas a los piareños, lo relativo a la realidad que cada año se hace sentir en estas parroquias cuando ingresan a sus territorios personas provenientes de otras regiones, sobre todo, del estado Monagas. Enfermos de cuerpo y alma, es decir, con problemas emocionales, espirituales, mentales y físicos. Este fenómeno demuestra que el origen de estos problemas de salud se debe, en muchos casos, a causas religiosas, culturales, políticas… Lo que demuestra que la salud es algo personal, individual, propia de cada quien lo que puede ocasionar que el individuo no lleve un control que informe acerca de los datos exactos de los problemas para diagnosticarlo según el área personal que se encuentra afectada: cuerpo, mente, espíritu, sentimiento y ambiente. Esta actitud de descuido personal es uno de los factores que propicia el desgaste de las defensas orgánicas y la aparición de enfermedades que, al generalizarse, ocasionan la extensión de cualquier tipo de crisis sanitaria.

El conocimiento obtenido como producto de las indagaciones realizadas permitió conocer mejor el acervo histórico de las siete parroquias que conforman el municipio Piar y la propuesta de un Decreto que lleva por nombre “Reservorio Ecológico Meseta de Inozúa” el cual será una de las formas para resguardar las plantas autóctonas de dicha región y lograr el incremento de la formación pedagógica sobre la manipulación adecuada y eficaz de la medicina herbaria en la región.

La trascendencia del reservorio ecológico Meseta de Inozúa, a cuyo pie se desarrollan siete parroquias, se basa para los piarenses en el potencial medicinal. De allí provienen las plantas que calman los malestares que los afectan, crecidas silvestremente o sembradas, cultivadas y empleadas en el jardín, el huerto, el conuco, el monte.

Por lo antes referido, no es de extrañar que en la actualidad numerosas expediciones recorran las selvas suramericanas, africanas y asiáticas, en busca de nuevas plantas medicinales. Se ha producido un reavivamiento en la investigación científica del valor terapéutico de las plantas y los árboles. Esto significa que en el mundo las nociones referidas al uso medicinal de la botánica no han tenido fronteras espaciales ni temporales. En Grecia, Roma, Egipto, India…, en otras regiones y en diferentes épocas de su historia se evidencia esta aplicación para curar diferentes tipos de enfermedades.

En fin, el uso de algunas plantas como agentes curativos y preventivos de diversas enfermedades de los seres humanos, inducen a la mente perceptiva a reconocer la infinita sabiduría del Creador.

 

 

Referencia Bibliográfica

Onlin Keith Sherwood”. U.S.A (2000), “Alternativa para la salud, Curación Espiritual”. Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública (Revé Peri Medí Exp Salud Publica).

[1] El Diario. (2021)“La explosión que dejó más de 40 heridos en Monagas”.

[1] Plasencia S., R. (2018). “El proceso de incorporación de la medicina tradicional y… Disponible: http://docs.bvsalud.org › biblioref › 2018/03 › el-… PDF. Consulta: 04/07/2021.

 

[1] Plasencia S., R. (2018). “El proceso de incorporación de la medicina tradicional y… Disponible: http://docs.bvsalud.org › biblioref › 2018/03 › el-… PDF. Consulta: 04/07/2021.

 

 

[2] Onlin Keith Sherwood”. U.S.A (2000), “Alternativa para la salud, Curación Espiritual”. Revista Peruana de Medicina Experimental y Salud Pública (Revé Peri Medí Exp Salud Publica).

[3] El Diario. (2021)“La explosión que dejó más de 40 heridos en Monagas”.

 

Fuente de la Información: CII OVE

 

 

 

 

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Confinarse en el bosque para evadir el coronavirus

Reseñas/África/25 Junio 2020/elpais.com

En las fronteras del sudoeste de la República Centroafricana, la covid-19 es una realidad distante. Allí, los indígenas bayaka se sienten protegidos por los genios de sus selvas ancestrales

    • Un curandero pigmeo tradicional, ganga en el idioma bayaka, realiza una ceremonia de curación en la selva tropical para mostrar a los jóvenes cómo funciona, en Bayanga, el 13 de marzo de 2020. Desde el comienzo de la pandemia de covid-19, las autoridades del parque Dzanga-Sangha han estado empujando a los pigmeos a los bosques. No obstante, aquí, en las fronteras del sudoeste de la República Centroafricana, el coronavirus sigue siendo una realidad distante.
      1Un curandero pigmeo tradicional, ganga en el idioma bayaka, realiza una ceremonia de curación en la selva tropical para mostrar a los jóvenes cómo funciona, en Bayanga, el 13 de marzo de 2020. Desde el comienzo de la pandemia de covid-19, las autoridades del parque Dzanga-Sangha han estado empujando a los pigmeos a los bosques. No obstante, aquí, en las fronteras del sudoeste de la República Centroafricana, el coronavirus sigue siendo una realidad distante. FLORENT VERGNES AFP
    • El ganga sopla en plena ceremonia de curación, en Bayanga. Esta comunidad cree que los genios del bosque les protegen. ¿Y en quién confiar, sino en los genios, en un país con infraestructuras sanitarias casi inexistentes y cuando la gran mayoría de los pigmeos son, en cualquier caso, demasiado pobres para consultar a un médico?
      2 El ganga sopla en plena ceremonia de curación, en Bayanga. Esta comunidad cree que los genios del bosque les protegen. ¿Y en quién confiar, sino en los genios, en un país con infraestructuras sanitarias casi inexistentes y cuando la gran mayoría de los pigmeos son, en cualquier caso, demasiado pobres para consultar a un médico? FLORENT VERGNES AFP
    • Por el momento, el virus aún no ha llegado a la reserva protegida de Dzanga Sangha, un santuario vinculado al resto del mundo por un camino estrecho, inaccesible después de la primera lluvia. Este aislamiento constituye hoy la mejor defensa para los pigmeos bayaka, considerados parias en un país ya clasificado entre los más pobres del mundo. Otro momento de la ceremonia pigmea de sanación.
      3 Por el momento, el virus aún no ha llegado a la reserva protegida de Dzanga Sangha, un santuario vinculado al resto del mundo por un camino estrecho, inaccesible después de la primera lluvia. Este aislamiento constituye hoy la mejor defensa para los pigmeos bayaka, considerados parias en un país ya clasificado entre los más pobres del mundo. Otro momento de la ceremonia pigmea de sanación. FLORENT VERGNES AFP
    • Mientras la epidemia se acelera en la República Centroafricana con, oficialmente, más de 3.000 casos detectados pero solo 37 muertes a finales de junio, los bayaka de Dzanga Sangha pasarán su confinamiento en el bosque para evitar el contagio. "Se les pidió que fueran a vivir a sus campamentos de caza durante tres meses", explica Luis Arranz, a cargo del parque nacional para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). "Cada semana, dejaremos de lado la yuca y los medicamentos. Deben permanecer aislados. Esta es nuestra única solución", agrega el jefe de la ONG internacional.
      4 Mientras la epidemia se acelera en la República Centroafricana con, oficialmente, más de 3.000 casos detectados pero solo 37 muertes a finales de junio, los bayaka de Dzanga Sangha pasarán su confinamiento en el bosque para evitar el contagio. «Se les pidió que fueran a vivir a sus campamentos de caza durante tres meses», explica Luis Arranz, a cargo del parque nacional para el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). «Cada semana, dejaremos de lado la yuca y los medicamentos. Deben permanecer aislados. Esta es nuestra única solución», agrega el jefe de la ONG internacional. FLORENT VERGNES AFP
    • Dos jóvenes bayaka posan para una foto mientras arman su campamento en el bosque de bayanga. La forma de vida de estas poblaciones seminómadas, potencialmente vulnerables a las enfermedades desconocidas en estas regiones, hace que el miedo sea peor en caso de contagio. "La gente continúa compartiendo cigarrillos, café y una cabaña para cinco o diez personas", se preocupa Yvon Martial Amolet, representante de la ONG Maison de l'Enfant et de la Femme pygmées, con sede en Bayanga, el pueblo principal. Según este abogado, nativo de la región, la esperanza de vida de los pigmeos bayaka es de alrededor de 35 años para los hombres y 38 para las mujeres.
      5 Dos jóvenes bayaka posan para una foto mientras arman su campamento en el bosque de bayanga. La forma de vida de estas poblaciones seminómadas, potencialmente vulnerables a las enfermedades desconocidas en estas regiones, hace que el miedo sea peor en caso de contagio. «La gente continúa compartiendo cigarrillos, café y una cabaña para cinco o diez personas», se preocupa Yvon Martial Amolet, representante de la ONG Maison de l’Enfant et de la Femme pygmées, con sede en Bayanga, el pueblo principal. Según este abogado, nativo de la región, la esperanza de vida de los pigmeos bayaka es de alrededor de 35 años para los hombres y 38 para las mujeres. FLORENT VERGNES AFP
    • Un grupo de jóvenes se adentra en el bosque donde se ha refugiado su comunidad. "La tasa de mortalidad infantil es muy alta entre los bayaka. Es probable que quienes sobrevivan resistan mejor a un virus, pero no tenemos datos sobre una posible vulnerabilidad o inmunidad natural a enfermedades importadas", subraya la doctora Emilia Bylicka, que pasó cuatro años cuidando pigmeos en el suroeste del país. "El problema es que abandonan el tratamiento muy rápidamente. Es imposible hacer que tomen un medicamento por más de unos pocos días", se preocupa.
      6 Un grupo de jóvenes se adentra en el bosque donde se ha refugiado su comunidad. «La tasa de mortalidad infantil es muy alta entre los bayaka. Es probable que quienes sobrevivan resistan mejor a un virus, pero no tenemos datos sobre una posible vulnerabilidad o inmunidad natural a enfermedades importadas», subraya la doctora Emilia Bylicka, que pasó cuatro años cuidando pigmeos en el suroeste del país. «El problema es que abandonan el tratamiento muy rápidamente. Es imposible hacer que tomen un medicamento por más de unos pocos días», se preocupa. FLORENT VERGNES AFP
    • "Los pigmeos confían en los remedios tradicionales", recuerda Yvon Amolet. "Al principio, explica, dijeron que el coronavirus era una 'enfermedad blanca". Luego dijeron que la enfermedad había llegado a castigar al bilo". Los "bilo", en idioma bayaka, son poblaciones bantúes que viven junto a los pigmeos y los explotan de una manera que a menudo se asemeja a la esclavitud moderna. En los pueblos alrededor de Bayanga, las casas de barro que bordean el camino pertenecen a los bilos. Los pigmeos a menudo ocupan pequeñas chozas en los patios traseros de sus empleadores.
      7 «Los pigmeos confían en los remedios tradicionales», recuerda Yvon Amolet. «Al principio, explica, dijeron que el coronavirus era una ‘enfermedad blanca». Luego dijeron que la enfermedad había llegado a castigar al bilo». Los «bilo», en idioma bayaka, son poblaciones bantúes que viven junto a los pigmeos y los explotan de una manera que a menudo se asemeja a la esclavitud moderna. En los pueblos alrededor de Bayanga, las casas de barro que bordean el camino pertenecen a los bilos. Los pigmeos a menudo ocupan pequeñas chozas en los patios traseros de sus empleadores. FLORENT VERGNES AFP
    • Henriette Memba, recolectora de remedios tradicionales bayaka, se adentra en el bosque para buscar plantas medicinales. El bosque ya no es suficiente para garantizar la subsistencia de los bayaka. "Los bilos dan un poco de sal o un cigarrillo, por un día de trabajo en el campo o en el monte", critica Didier, un cocinero bayaka. La violencia y la agresión sexual son comunes. "¡Todo bayaka tiene estos problemas!", lamenta otro anciano.
      8 Henriette Memba, recolectora de remedios tradicionales bayaka, se adentra en el bosque para buscar plantas medicinales. El bosque ya no es suficiente para garantizar la subsistencia de los bayaka. «Los bilos dan un poco de sal o un cigarrillo, por un día de trabajo en el campo o en el monte», critica Didier, un cocinero bayaka. La violencia y la agresión sexual son comunes. «¡Todo bayaka tiene estos problemas!», lamenta otro anciano. FLORENT VERGNES AFP
    • Una recolectora bayaka muestra unas bayas recogidas en el bosque con propiedades medicinales. Algunos bilos no dudaron en difundir rumores salvajes para evitar la partida de sus empleados. "Le dijeron a los bayaka que si se iban al bosque, los mataríamos", asegura Yvon Amolet. Pero gendarmes, subprefectos, alcaldes, pastores... Toda la población se asoció para convencer a los pigmeos de que lo mejor era refugiarse lejos de las aglomeraciones. "Una vez en el bosque, los pigmeos seguirán vendiendo sus productos, pero con un intermediario comunitario para evitar el contacto directo. La idea es que no vengan al mercado", explica Yvon Amolet. Algunos bayaka sedentarios, que ya no saben cómo vivir en el bosque, fueron los más difíciles de convencer. Pero la ayuda proporcionada por las autoridades del parque, mayor que el valor de su salario cuando trabajan para los aldeanos, finalmente les hizo decidirse.
      9 Una recolectora bayaka muestra unas bayas recogidas en el bosque con propiedades medicinales. Algunos bilos no dudaron en difundir rumores salvajes para evitar la partida de sus empleados. «Le dijeron a los bayaka que si se iban al bosque, los mataríamos», asegura Yvon Amolet. Pero gendarmes, subprefectos, alcaldes, pastores… Toda la población se asoció para convencer a los pigmeos de que lo mejor era refugiarse lejos de las aglomeraciones. «Una vez en el bosque, los pigmeos seguirán vendiendo sus productos, pero con un intermediario comunitario para evitar el contacto directo. La idea es que no vengan al mercado», explica Yvon Amolet. Algunos bayaka sedentarios, que ya no saben cómo vivir en el bosque, fueron los más difíciles de convencer. Pero la ayuda proporcionada por las autoridades del parque, mayor que el valor de su salario cuando trabajan para los aldeanos, finalmente les hizo decidirse. FLORENT VERGNES AFP
  • Sin embargo, se esperan otras dificultades, según Yvon Amolet: "Cuando los bayaka van al bosque, es cuando la gente aprovecha para ofrecerles participar en caza furtiva. Algunos cazadores les agreden", se preocupa. Sobre todo porque la caza ilegal podría intensificarse en caso de agravamiento de la epidemia, según Luis Arranz, quien ya debe garantizar la preservación del parque con medios reducidos. "Por el momento, la situación no ha cambiado. Pero si llega el virus, aumentará la caza furtiva, se aprovecharán de ellos", dice. En la imagen, Henriette Memba se adentra en el bosque.
    10 Sin embargo, se esperan otras dificultades, según Yvon Amolet: «Cuando los bayaka van al bosque, es cuando la gente aprovecha para ofrecerles participar en caza furtiva. Algunos cazadores les agreden», se preocupa. Sobre todo porque la caza ilegal podría intensificarse en caso de agravamiento de la epidemia, según Luis Arranz, quien ya debe garantizar la preservación del parque con medios reducidos. «Por el momento, la situación no ha cambiado. Pero si llega el virus, aumentará la caza furtiva, se aprovecharán de ellos», dice. En la imagen, Henriette Memba se adentra en el bosque. FLORENT VERGNES AFP

    Fuente e image tomadas de: https://elpais.com/elpais/2020/06/04/album/1591290772_617882.html#foto_gal_10

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Ecuador: Tsáchilas realizan rituales contra el coronavirus

América del Sur/Ecuador/29-03-2020/Autor(a) y Fuente: lahora.com.ec

La toma de ayahuasca, caminar por la selva y bañarse en lodo, son tres creencias de esta nacionalidad que dice servirles para alejar las enfermedades.

Invocar a los dioses de la naturaleza (agua, fuego, viento y tierra) es lo más característico en los miembros de la nacionalidad tsáchila para alejar el peligro. Durante varias generaciones se ha profesado estas creencias, las que son lideradas por los ponés o también conocidos como sabios de la medicina ancestral.

Actualmente, están concentrados en protegerse del coronavirus, pandemia que golpea al mundo y que ha causado miles de muertes. En los últimos días aumentaron los rituales de purificación y protección para evitar el contagio y, en lo posible, alejarlo de sus territorios.

Procedimientos

Flores y hierbas ancestrales son dos elementos claves a la hora de desarrollar las ceremonias. Ellos creen que la combinación de aromas es una de las piezas fundamentales para proteger al cuerpo humano de los males existentes. “Nuestros ancestros nos enseñaron eso. Somos la cuarta generación y los seguimos profesando porque los resultados son efectivos”, expresó Emilio Calazacón.

La toma de ayahuasca o ritual del nepi es uno de los más tradicionales. Durante los últimos días se lo ha venido practicando en la mayoría de comunas tsáchilas, pues, sus miembros creen que es el procedimiento adecuado para conectarse con la naturaleza y visualizar lo que realmente está sucediendo en el planeta.

Concentración

Abraham Calazacón, gestor cultural de Mushily, dijo que la meditación es lo primordial para que el ritual salga de la mejor manera, por esto, realizaron uno con la presencia exclusiva de tsáchilas. “No todos los mestizos creen, unos vienen por curiosidad y esas energías negativas no permiten la purificación al 100%”.

Explicó que hay otros criterios ancestrales para inmunizar al cuerpo de los virus existentes. Por ejemplo, caminar por la selva, adorar la tierra y bañarse en lodo. “El barro blanco es muy bueno porque nos ayuda a fortalecer nuestra piel”, mencionó Abraham.

Génesis Calazacón recuerda que su abuelo le enseñó las principales costumbres de los tsáchilas, y está segura que se protegerá con la toma de ayahuasca. “El brebaje lo fusionamos con danzas, son momentos de mucha espiritualidad que nosotros respetamos mucho”. (JD)

Gastronomía

Los tsáchilas saben que la buena alimentación es primordial para que las personas tengan energías y no se enfermen con facilidad. Reconocen la agresividad del coronavirus y por eso recomiendan el consumo del mayón, aperitivo tradicional en la etnia, que “ayuda a fortalecer los pulmones y las vías respiratorios. También es importante el consumo de leche de cabra y miel de abeja”, expresó Génesis Calazacón.

DATO

Los tsáchilas dicen que moler la hoja del achiote y consumir el zumo mejora las defensas de los niños y adultos mayores.

EL DATO

Respetando toda creencia, sí hay que regirse a las medidas sanitarias expuestas por el Gobierno.

Fuente e Imagen: https://lahora.com.ec/noticia/1102312991/tsachilas-realizan-rituales-contra-el-coronavirus

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