Una vez más, este año, muchos niños con situación migratoria precariano podrán asistir a la escuela.
Esta situación fue denunciada una vez más por el colectivo Education Sans Frontières, durante una manifestación realizada este domingo. Critican que Quebec es una de las pocas provincias que no permite a los niños sin estatus migratorio legal en Canadá, tener acceso a la educación básica de forma gratuita.
A algunas familias se les dijo que sus hijos no podían ir a la escuela primaria si no pagana los gastos de matrícula anuales por más de $18.000. Aunque en última instancia los pequeños fueron inscritos con acompañamientos, estas familias aún reciben las facturas.
Otras familias enfrentan problemas al no poder pagar las matrículas al tiempo que no tienen un estado migratorio elegible para recibir un apoyo. Así fue el caso de algunas familias que intentaron registrarse en la Comisión escolar Marguerite-Bourgeoys en 2015.
En noviembre de 2014, el Defensor del Pueblo, de Quebec, recomendó varios cambios legislativos, así como medidas temporales, para ponerse en marcha antes del inicio del año escolar 2015. Aunque el gobierno aceptó las recomendaciones e incluyó algunos de ellos en un proyecto de ley antes de la última sesión de la Asamblea Nacional, no se han promulgado las medidas ni temporales ni permanentes.
“Esperamos que un nuevo proyecto de ley sea presentado a la brevedad y que garantice el acceso a la escuela de todos los niños, poniendo fin a esta situación discriminatoria y arbitraria en la que se incluyeron sólo algunos niños. Mientras tanto, ¿dónde están las medidas temporales recomendadas por el Defensor?”, declaró Clärli Honegger, del colectivo Educación Sin Fronteras.
La actual legislación de Quebec en materia de educación pública no respeta el acceso a la educación gratuita y sin discriminación que se concreta en instrumentos como la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales o la Convención sobre los Derechos del niño a la que Quebec se encuentra obligada a cumplir por la adopción del decreto 1676-91 el 9 de diciembre de 1991.
De acuerdo con estimaciones del Ministerio de Educación, hay por lo menos varios centenares de niños en Quebec que son excluidos de las escuelas debido a su condición migratoria o a la de sus padres. De acuerdo con el informe del Defensor de Quebec, el número podría rondar los miles.
América del Norte/Estados Unidos/02 de Septiembre de 2016/Autora:Saskia Sassen/Fuente: Mujeres en Red
Los cuatro artículos compendiados en este volumen -«El impacto de las nuevas tecnologías en la economía global», «Contrageografías de la globalización», «Lo que no se ve» y«Resituar la ciudadanía»- representan un desarrollo ulterior de algunas de las temáticas ya clásicas en la obra de esta socióloga de la Universidad de Chicago. Nos sitúan, en particular, frente a uno de los nudos gordianos en los debates sobre la globalización: la relación (paradójica) entre el impulso transnacional implícito en los procesos económicos y el declive o, como sugiere Sassen, la transformación del papel de los Estados-nación.
Este problema, que ya aparecía desarrollado en ¿Perdiendo el control?, se entreteje aquí con otro campo de reflexión que ha ido captando progresivamente la atención de la autora y que se refiere a la emergencia de nuevos territorios, sujetos y prácticas existenciales y políticas. Las cuestiones claves de la migración y la feminización de la supervivencia y su inserción en los circuitos mundiales del trabajo, el derecho o la política no constituyen, en este sentido, meros efectos o consecuencias más o menos problemáticas de las transformaciones económicas, sino elementos de carácter dinámico que responden a ciertos patrones sistémicos e incorporan su propia fuerza motriz.
La complejidad de los análisis de Sassen, en los que la autora hace intervenir la transformación e integración de los mercados, de la geografía, del trabajo, de la territorialidad, de las formas jurídicas y de la fuerza de trabajo sexuada y racializada, se funde en un inteligente análisis en el que no faltan consideraciones epistemológicas provenientes de las aportaciones feministas orientadas a la visibilización del trabajo de las mujeres o al examen del vínculo entre género y migración. El resultado constituye una cartografía audaz, ágil y precisa que avanza a base de preguntas y respuestas y por que no duda en formular conclusiones e hipótesis para un desarrollo ulterior.
No es mi intención pelear con quienes comercian con la carne humana en el mortal camino hacia el Norte. Pero, tampoco puedo callar cuando atestiguo en lo cotidiano una sistemática humillación a la dignidad humana en las fronteras abusivas. Mucho más cuando, ese modus operandi es la materialización burda de la infiltración del crimen organizado en el Estado.
Son las 5:30 de la mañana, los dos buses provenientes de Tegucigalpa y de San Pedro Sula, repletos de hondureños, y hondureñas con niños, con destino a los EEUU., acaban de arribar al puesto de control policial del lado de Honduras, en la frontera denominada Aguas Calientes que separa Honduras y Guatemala.
El bus de Tegucigalpa, de la empresa hondureña Sultana, salió a las 21:00 hr. del día anterior con destino final a la frontera Aguas Calientes. El de San Pedro Sula (empresas Congolón y Rutas Orientales), sale a la 1:00 de la mañana, y tiene como destino final la ciudad de Guatemala.
Las particularidades de ambos servicios de transporte son bien conocidos tanto por los migrantes indocumentados, los coyotes, los agentes de migración y policías civiles, al igual que los reiterados escenarios dantescos de humillación casi naturalizados en dicha frontera.
Coyotes y agentes de la policía nacional en contubernio trasquilan a migrantes pelones
Una vez que arribamos al control policial del lado hondureño, caemos directamente a las manos de los agentes policiales. Éstos, sin mediar saludo alguno, nos abordan y nos separan por grupos. “Cubanos por aquí”, “hondureños por allá…”, así nos aglutinan a la orilla de la calle.
Un agente policial joven mira mi pasaporte al revés y al derecho. Luego, me pregunta de dónde es Ud. Cuando le respondo que soy de América del Sur, me dice, con voz fuerte y sin mirarme: “Ud. no tiene permiso”. Al oír esto, su compañero jefe le dice: “A él me lo llevas a la oficina” (un contenedor metálico habilitado donde funciona la oficina). Mientras tanto, otros agentes intimidan a los migrantes en grupos separados.
Yo, me dirijo al agente policial por su apellido (registrado en su placa) y le digo: “…, por favor, páseme el pasaporte, le indico el sello de ingreso al país…”. Le muestro mi tarjeta de residencia y mi credencial de corresponsal de prensa internacional. Entonces, la actitud del policía cambia diametralmente, y con una sonrisa sarcástica, me dice: “Tome sus documentos, véngase conmigo, allá están los buses para que vaya a migraciones”. El resto de viajeros, la mayoría asustados, se queda para el segundo trasquile (el primero ya lo hicieron los coyotes en sus lugares de origen)
El bus que abordo para la oficina de migraciones de Aguas Calientes es pequeño. Mientras espero a que se llene y parta el bus, jóvenes con pantalonetas cortas, tenis y camisetas de ocasión, acompañan un tanto de lejos a hondureños/as asustadas que caminan inseguros con dirección al paso migratorio que se encuentra a un Km. de distancia. Ellos son los coyotes. Algunos no vienen desde Tegucigalpa, ni de San Pedro Sula, son coyotes de contacto (de los principales) o circunstanciales que conviven con los agentes de la policía nacional en la frontera.
Un varón corpulento, casi de mi edad, se sienta a mi lado, y acomoda con voz de mando a los migrantes hondureños en el bus. Ya sobre las ruedas en movimiento me dice: “Colocho estoy para ayudarte en esta frontera”. Le respondo, con una sonrisa.
Metros más arriba, se detiene el bus, y suben los migrantes que pasaron junto con los coyotes minutos antes. El bus avanza rápido, y unos metros antes de llegar a las oficinas de migración, bajan los coyotes con sus presas y se internan presurosos en el matorral para llevarlos por veredas al otro lado de la frontera, y así evitar el paso migratorio. Por este servicio cobran entre 200 a 300 quetzales. Monto que el hondureño no debería pagar porque para entrar o salir de Guatemala no necesitan llevar pasaporte los catrachos (por el convenio de CA4). Pero, la ignorancia y los nervios que generan las fronteras a cuantos nunca salieron de sus aldeas tiene costos elevados.
Sistema del transporte internacional bajo el control de los coyotes
Agente de migración hondureña que devolvió
al bus a los migrantes hondureños sin que se
registrasen en migraciones. OI
El varón corpulento, que minutos antes me dijo que estaba para ayudarme, comienza a cobrar los pasajes dentro del bus: “Son 10 quetzales” (por el tramo de un Km de viaje), indica él.
Y, las temblorosas manos hondureñas, casi a tientas, alcanzan al coyote el desconocido billete extranjero que minutos antes habían cambiado a sumas también arbitrarias.
Cuando llega conmigo, le digo: “El costo de pasaje de este tramo es de 10 Lempiras” (casi la tercera parte al cambio de lo que estaba cobrando). Él se molesta y me increpa: “Si no quieres pagar no pagues”.
Bajo del bus. Pago los 10 Lempiras al conductor, y prosigo hacia las ventanillas migratorias de Honduras y Guatemala que operan en la misma oficina.
Aún no ha terminado de aclarar el día. En la fila, delante de mí, hay como unas 30 personas. La mayoría del bus Congolón que salió de San Pedro Sula, con destino a Guatemala. Sólo se ve en la fila temerosos rostros hondureños. Los seis u ocho cubanos que venían, ya no están.
El coyote que se enfadó conmigo en el bus, nervioso se mueve en pláticas con los migrantes y oficiales de migraciones, fuera y dentro de la única oficina migratoria. Prácticamente indica lo que tienen que hacer los agentes de migración dentro de la oficina.
El ambiente es tenso. La fila no avanza. Está anunciado que los maestros bloquearán caminos en el lado de la frontera de Guatemala desde las 7:00 am. Si el bus principal no logra pasar antes del inicio de la acción de protesta, les alcanzará el cambio de turno de la policía nacional en el lado de Guatemala. Y, esto no está presupuestado en el negocio que tiene el coyote con la policía de turno nocturno, ni con el conductor del bus.
Un coyote que manda fuera y dentro de la oficina de migraciones
Coyote agiliza los trámites dentro de la oficina de migraciones.
Frontera Aguas Calientes. OI
Al final, un agente de migraciones de honduras, luego de pláticas con el coyote y el agente de turno en la ventanilla de Guatemala, indica a los que están haciendo fila delante de mío: “No hay sistema, suban al bus”. La gente se mueve. Pero, hay como dos mujeres que llevan niños (ellas son las mejores presas que cualquier coyote desea encontrarse en la frontera. La lana que trasquilan siempre son gruesas en estos casos). Ellas son demasiado evidente para transitar por la frontera sin que los agentes de la policía nacional civil no haga ademán de revisión de sus documentos.
El coyote se da cuenta que tomo fotografías con mi equipo de celular. Me increpa, esta vez, con amenazas. Se suma el ayudante del bus. Les muestro mi tarjeta de prensa. El ayudante del bus desaparece. Pero, el coyote continúa increpándome cerca de la ventanilla. El agente en la ventanilla de Guatemala se da cuenta de lo que me estoy dando cuenta, agiliza con el estampado del sello de ingreso en mi pasaporte y me lo devuelve. Sí había sistema.
Ya en el lado de Guatemala, el bus estacionado espera a las mujeres con hijos que tiene que llevar hasta la siguiente ciudad próxima, Esquipulas, pero el coyote demora en negociar con los agentes dentro de la oficina de migraciones.
La policía nacional civil mira a los coyotes y a los mojados pasar, pero no los ve
Vista de la frontera Aguas Calientes,
desde el lado de Guatemala. OI
A unos cinco metros de distancia del bus de los “mojados”, hay un joven agente de la policía nacional civil de Guatemala haciendo ademán de controlar a los transeúntes mañaneros. Me acerco y le pregunto: ¿Por qué no pasaron por migraciones todos los pasajeros de ese bus? Con cara de sorprendido me dice: “Sí vi que bajaron”. Le digo, “bajaron, pero los devolvieron al bus indicando que no había sistema de computación. Yo estuve con ellos en la fila”. Contrariado me responde y se aleja: “No es nuestra tarea controlar eso”.
En una ocasión anterior, en el mismo puesto policial, un agente de turno cobró 50 quetzales a dos hondureños que ingresaban a Guatemala sin portar ningún documento. Generalmente, entre Aguas Calientes y la ciudad de Esquipulas, un tramo de 12 km, durante el día existen hasta tres retenes policiales. Pero, los nocturnos buses que transportan migrantes “mojados”, bajo la dirección de los coyotes, no pasan revisión alguna.
El pasado año, cuando aún las oficinas de migraciones de Honduras y de Guatemala operaban en lugares separados, un agente de migraciones, en el pasillo del lado migratorio de Guatemala, se molestó conmigo cuando me vio con la cámara fotográfica. Igual, era a la hora del paso “sigiloso” de los “mojados” por esa frontera. En ese entonces, cuando le mostré mi carnet de prensa, se disculpó en el momento, y tuvo la preocupación de alcanzarme andando hasta la parada de taxis para darme la siguiente explicación: “Nosotros no recibimos nada. Es la policía de Honduras y de este lado quienes cobran mil quetzales cada uno a los coyotes para que pasen los indocumentados por aquí”. Yo sólo lo escuché su mea culpa, pero tampoco escribí al respecto.
No es mi intención pelear con quienes comercian con la carne humana en el mortal camino hacia el Norte. Pero, tampoco puedo callar cuando atestiguo en lo cotidiano una sistemática humillación a la dignidad humana en las fronteras abusivas. Mucho más cuando, ese modus operandi es la materialización burda de la infiltración del crimen organizado en el Estado.
América del Norte/México/21 de Agosto de 2016/Fuente: CONACYT
El 22 y 23 de agosto, Chetumal, Quintana Roo, será sede del Seminario Internacional “Discriminación, Exclusión y Pobreza de los Indígenas Urbanos en las Américas”, a realizarse en las instalaciones de El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR).
La llegada de la población indígena a las zonas urbanas de las ciudades, es un fenómeno socio-económico, socio-político y sociológico relevante que crea y recrea prácticas discriminatorias. Los indígenas ya establecidos en las ciudades, trabajan y viven en condiciones de precariedad laboral y habitacional: habitan colonias en la periferia, por lo regular, sin acceso a servicios, retardan su inserción laboral o acceden a empleos en condiciones de precariedad. En materia educativa los niños y las niñas abandonan pronto la escuela para contribuir al ingreso familiar y en aquellos casos en que los niños indígenas asisten a la escuela se observa un importante fracaso escolar.
El seminario reunirá a 24 especialistas de 21 instituciones académicas y científicas de Latinoamérica, Canadá y Estados Unidos, quienes analizarán las condiciones socioeconómicas que tienen los indígenas que viven en espacios urbanos, así como los avances y retrocesos en materia de políticas públicas con perspectiva intercultural, además de la situación de la política social y el cumplimiento de sus derechos sociales en torno a la salud, educación, vivienda, trabajo digno y a la ocupación de la ciudad.
El programa general incluye cinco mesas de trabajo: “Imaginarios, identidad y políticas”, “Fronteras, espacios y movimientos”, “Zonas metropolitanas y pobreza”, “La cuestión social” y “Estigma y ciudadanía”.
El evento es convocado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México (CONACYT), El Colegio de la Frontera Sur (ECOSUR) y El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
El programa del evento se puede consultar en el sitio www.ecosur.mx
Más información con Jorge Horbath (indígenas.urbanos.2016@gmail.com). Teléfono (983) 8350440 Extensión: 4794
América del Sur/Colombia/21 de Agosto de 2016/Fuente: El Tiempo
Tras una semana de producirse la reapertura de la frontera con Venezuela, las autoridades educativas en la ciudad de Cúcuta, en Norte de Santander, por instrucciones de la Cancillería y la Registraduría Nacional, definieron algunos lineamientos para el proceso de inclusión de estudiantes extranjeros que buscan acceder a la educación en territorio colombiano.
En ese sentido, la Secretaría de Educación de esa capital informó que todo menor venezolano mayor de siete años, de padre y madre con nacionalidad de ese país que desee estudiar en Colombia, deberá tener la visa estudiantil para su matrícula en cualquier institución educativa en territorio nacional.
Así mismo, se dispuso que todo menor ciudadano de la nación vecina, pero cuyos padres – ya sea papá o mamá sean colombianos-, podrá ser registrado en la Registraduría Nacional del Estado Civil, seccional Cúcuta, presentando el documento de identidad de los progenitores junto con los documentos del menor, sin necesidad de apostillarlos y en compañía de dos testigos.
Por otra parte, todo niño venezolano, con una edad por debajo de los siete años, hijo de ciudadanos de Venezuela, que esté gestionando la visa estudiantil, podrá acceder provisionalmente a un registro condicional entregado por la Registraduría, el cual le permitirá ser matriculado.
Las autoridades educativas advirtieron que “ningún estudiante puede ser recibido ni continuar en instituciones educativas de Colombia sin cumplir con los requisitos anteriormente mencionados”.
«A veces, hay niños sentados en el aula que no aparecen en el Simat (Sistema de Matrícula Estudiantil). Son directrices nacionales que debemos cumplir. Por más que nosotros queramos atender a estos niños, pues no podemos porque se incurriría en una falta», manifestó Indira Pérez, secretaria de Educación de Cúcuta.
Frente a eso, se hizo un llamado de atención a los padres de familia para que adelanten los trámites y así evitar traumatismos en la continuidad de los estudios de los menores.
En la actualidad, solo por el puente internacional Francisco de Paula Santander, que comunica a la ciudad de Cúcuta con la población fronteriza Ureña (Venezuela), están ingresando a territorio nacional 1.500 estudiantes.
Este proyecto ha sido galardonado con el Premio del Público este año en la ceremonia de los Premios BOBs 2016, (@dw_thebobs). Entre sus principales objetivos, esta organización creada por la Italian Coalition for Civil Liberties (CILD), (@Cild2014), trata de “proporcionar información de calidad sobre los refugiados y migraciones, para llenar un vacío en la opinión pública y en los medios de comunicación”, además de promover y proteger los derechos y libertades de los inmigrantes.
La vinculación de esta propuesta con la Italian Coalition for Civil Liberties, pasa por ofrecer apoyo y capacitación a distintos grupos de la sociedad civil que trabajan para abordar algunos de los problemas más acuciantes relacionados con la defensa de los derechos humanos a través de una combinación de análisis de la capacidad de las políticas migratorias, la promoción, la estrategia de los medios de comunicación y la educación pública. Todo con el fin de que estos datos, plasmados de maneras sitética a través del uso de infografías, permitan informar y sensibilizar sobre los inmigrantes y las cuestiones relacionadas con las migraciones.
Este es un vídeo explicativo en el que nos hablan de su funcionamiento:
¿Por qué migran niñas, adolescentes y mujeres? ¿Cuál es la razón de dejar el país de origen y lanzarse a la desventura de una travesía indocumentada con la seguridad que serán transgredidas y si bien les va podrán sobrevivir y tratar de lidiar con el averno de la post frontera; eso si llegan a su destino, sino serán un número más de las estadísticas de desparecidas y fallecidas en el tránsito migratorio en tierra de nadie. Sin ninguna autoridad que las busque y que las dignifique llamándolas por su nombre y reconociéndolas en su identidad.
Una tragedia el solo imaginarla pero es una realidad y Guatemala está forzando a miles de niñas, adolescentes y mujeres a buscar salvar sus vidas en otro país, Estados Unidos parece ser la mano más próxima en prestar ayuda, pero es solo una fantasía en la desesperación. Bien es sabido que su política migratoria irrespeta los derechos humanos y laborales de las personas indocumentadas. El abuso por parte de coyotes, autoridades mexicanas y de la Patrulla Fronteriza hacen de la travesía el peor de los infiernos para cualquier ser humano y, la saña con la que transgreden a las niñas, adolescentes y mujeres es atroz. ¿Por qué sigue siendo invisibilizada y solapara la migración forzada y estos abusos? ¿En qué se benefician los gobiernos involucrados?
Buscan salvar sus vidas, huyen de un sistema patriarcal que las violenta y las excluye. Huyen de la miseria, de la pobreza, de la hambruna. De la violencia de género, de la violencia intrafamiliar, de los feminicidios. Huyen de las limpiezas sociales. Huyen de la decadencia de un sistema que las victimiza. De una sociedad ajena a la atrocidad por su indiferencia. Huyen del clasismo, del racismo, del abandono y del olvido.
Huyen porque han perdido hasta la última esperanza que perecer en la travesía es lo de menos. Madres solteras, niñas y adolescentes a las que las bandas delictivas han abusado y han puesto precio a sus cabezas. Abusadas también en el propio seno familiar, por sus padres o familiares cercanos. Por sus cónyuges. La migración es forzada, nadie va a arriesgar su vida así por así y a aventurarse en una travesía por ambición.
Ese esfuerzo, esa psicosis, ese dolor y esa angustia. Esa desolación y esa añoranza regresan al país de origen convertidos en remesas. La ilusión de un hogar, un plato de comida para los suyos sobre la mesa, calzado y estudio para los hijos que se quedaron. Para los padres que se quedaron. Para los hermanos y los abuelos.
¿Cuándo cambiará esta situación? ¿Cuándo el estado guatemalteco dejará de exportar niñas, adolescentes y mujeres para las redes de tráfico para fines de explotación sexual, laboral y tráfico de órganos que pupulan en la travesía indocumentada entre México y Estados Unidos? ¿Cuándo la sociedad guatemalteca dejará de ser indiferente ante los más golpeados del sistema? ¿Cuándo será un país de política integral que le apuesto al desarrollo, a la justicia social y a la equidad de género?
Mientras tanto, serán miles las que seguirán migrando en esas peregrinaciones buscando en otro suelo lo que no les ofreció el propio.
Fuente del artículo: https://cronicasdeunainquilina.com/2016/05/06/exodo-forzado/
Fuente de la imagen: https://i.ytimg.com/vi/T3fFeiQCa-s/maxresdefault.jpg
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