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Al 23,6% de migrantes no los emplean por ser venezolanos

Una cuarta parte de los hogares migrantes asentados en Norte de Santander y demás regiones no consigue empleo y no genera ingresos.

Alrededor de 6 de cada 10 migrantes procedentes de Venezuela que ingresan a Colombia lo hacen por Norte de Santander (58,6%), mientras que otros, en menores proporciones, lo hacen por La Guajira (29,2%), Arauca (8,5%) y Bogotá (2,1%).

Este fue el panorama que arrojó la séptima ronda de la Encuesta Pulso de la Migración, presentada hace un par de días por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), que incluye a los colombianos retornados y se realizó del 8 de abril al 8 de junio de 2024. La muestra tuvo 8.022 personas y 3.719 hogares consultados.

Es de resaltar que este departamento creció 3,1 puntos porcentuales en entrada de migrantes, referente a la sexta ronda de la investigación (55,5%), desarrollada entre agosto y septiembre de 2023.

Otro de los datos revelados es que el 25,9% de los hogares migrantes no consigue empleo y no genera ingresos, mientras que el 22,6% no tiene para adquirir los alimentos. Estas son las dos principales necesidades no cubiertas.

Según la encuesta, la principal dificultad del venezolano para hallar trabajo es no tener los documentos solicitados, pues, casi la mitad no logra emplearse por tal razón (48,5%), siendo el permiso de trabajo el más solicitado (59,2%). La segunda es ofertas de trabajo con baja remuneración o malas condiciones laborales (26,0%).

La tercera dificultad para tener empleo es que ha sentido discriminación por su nacionalidad. Por lo menos 2 de cada 10 ciudadanos lo han vivido (23,6%).

La falta de experiencia (13,4%), no tener conocimiento de donde buscar trabajo (8,9%), no contar con el tiempo suficiente para jornada completa (6,2%) y su círculo familiar no lo/la deja laborar (2,5%) son las demás dificultades encontradas.

Pulso Migración reflejó que el 59,6% de los migrantes estaba trabajando, al momento de ser encuestados, con una diferencia significativa entre hombres (74,3%) y mujeres (45,2%). Mientras que el 21,1% dijo estar dedicado a las labores del hogar; el 8,1%, buscando trabajo; y 7,4%, estudiando.

El DANE también preguntó en qué lugares se sintieron discriminados: ‘buscando trabajo’ (40,0%) y ‘en el trabajo’ (21,7%) fueron el segundo y tercer escenario, después de la calle/espacios públicos (47,8%).

Además, el 55,1% de los migrantes trabaja 49 horas o más a la semana (la jornada legal es de 46 horas), lo cual significa un aumento de 6,1 p.p. al hacer la comparación con la anterior medición (49,0%).

Leve disminución en barreras

En cuanto la relación laboral, el 78,0% tiene contrato verbal y 22,0%, contrato escrito. Estos indicadores variaron respecto a la anterior ronda, cuando fueron de 81,9% (verbal) y 18,1% (escrito). Lo cual representa una muy leve mejoría.

El director de Metodología y Producción Estadística del DANE, César Mauricio López, expresó que la diferencia entre las dos últimas encuestas no es significativa en lo concerniente al tipo de contratación. También que la población que tuvo barreras para hallar trabajo se redujo 4,4 p.p., respecto a la ronda 6 (52,9%).

Para la coordinadora del Observatorio Regional del Mercado del Trabajo (Ormet), Sharyn Nataly Hernández Fuentes, aún falta bastante por hacer en la generación de empleo digno, no solo para los migrantes, también para los colombianos.

La economista recordó que los planes de incentivo al trabajo y emprendimiento en dicha población no se impulsan con la misma fuerza que los programas para el resto de la ciudadanía, lo cual “es lógico, porque hay que dar prioridad a los nacionales”.

Sin embargo, resaltó que entidades internacionales o algunas ONG, como USAID, ONU y Acnur, han implementado planes para que venezolanos y colombianos retornados generen ingresos.

La directora del DANE, Piedad Urdinola, indicó que “estos datos son indispensables para el diseño de políticas públicas, que realmente respondan a las necesidades de esta población”.

https://www.laopinion.co/economia/al-236-de-migrantes-no-los-emplean-por-ser-venezolanos

 

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El 75 % de los africanos con un alto nivel educativo vive fuera del continente

El director adjunto del Centro de Desarrollo de la OCDE, Federico Banaglia (i), y el director de Casa África, José Segura (d), presentaron este miércoles el informe ‘Dinámicas de desarrollo de África 2024’, en una jornada organizada por la patronal CEOE y Casa África. EFE/Ángel Medina G.

 

Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El 75 % de los africanos que posee un alto nivel educativo vive fuera del continente, por lo que la OCDE insta a mejorar el capital humano de sus países para que la explosión demográfica que registran pueda ser un factor de desarrollo.

 

Así lo ha expuesto este miércoles en Casa África el director adjunto del Centro de Desarrollo de la OCDE, Federico Banaglia, antes de presentar el informe ‘Dinámicas de desarrollo de África 2024’, al hilo del que ha citado como “un ejemplo a replicar en otros lugares” el programa piloto ‘Tierra Firme’, promovido por el Gobierno canario en Dakar, Thies, Saint Louis, M’Bour y Casamance (Senegal) para dar formación profesional a más de 500 jóvenes del país.

 

Este programa, ha dicho, “muestra cómo es posible trabajar mano a mano con los empresarios canarios que están en ese país para formar en las competencias que necesitan para dar trabajo de calidad a jóvenes” senegaleses.

 

“Casa África y Canarias son para nosotros un laboratorio en el que ver cómo Europa y África pueden trabajar mejor juntos. Cada vez hay más jóvenes africanos que quieren tener una vida mejor y para esto salen de sus países”, de ahí que haya 11 millones de africanos que en la actualidad viven en Europa, una diáspora que puede ser un factor de desarrollo muy importante para África, donde las remesas de los migrantes representan en algunos de los países más del 20 % del PIB nacional, y a partir de la cual se pueden promover negocios con partenariado.

 

El estudio elaborado por la Unión Africana y la OCDE se centra en la necesidad de mejorar la educación y las competencias profesionales de la población africana como vía para mejorar sus condiciones de vida y las economías locales y evitar así los flujos migratorios.

 

Cada año hay 29 millones de jóvenes africanos que entran en edad laboral y en los próximos 20 años se duplicarán los que tendrán una educación secundaria o universitaria, el problema es que no logran trabajos de calidad, ha referido Banaglia.

 

En 2025 el crecimiento de la economía africana será del 4 %, por encima del resto del mundo y es paradójico que, pese a ello, y con una población joven cada vez más educada no logre producir trabajos de calidad, lo que expulsa a 40 millones de chicos de sus países: la mitad de ellos vive en el continente pero fuera de su lugar de nacimiento y la obra fuera de él, resaltan los responsables de este informe.

 

La OCDE destaca que en los últimos 20 años los países africanos han logrado progresos muy significativos en términos de cobertura educativa, como demuestra el hecho de que un 75 % de los niños culminen los estudios de Primaria, si bien subraya que “la calidad de esa educación no es suficiente, por lo que es importante invertir más y mejor, ya que un tercio de los países africanos está invirtiendo por debajo de lo que la Unesco considera el mínimo necesario para un buen sistema educativo: el 15 % de su gasto público total”.

 

Ocho de cada diez escolares africanos quieren tener un trabajo de calidad, un anhelo que sólo consigue hacer realidad un 8 %, un problema que, a juicio de la OCDE, necesita de dos tipos de políticas: una dirigida a transformar las economías africanas, invirtiendo más y mejor para aumentar la productividad y lograr que la economía pueda generar trabajos de calidad, y otra dirigida a cambiar el sistema educativo y de la formación”.

 

Y es que el 82 % de los trabajadores africanos están empleados en actividades informales, de baja calidad, con bajos sueldos y escasa protección, ha aseverado.

 

Baraglia ha aludido otros programas interesantes que desarrollan en Europa y África “para que la migración sea un fenómeno de desarrollo mutuo para sus países”, como el que ha demostrado cómo la inversión en la formación profesional de jóvenes de Marruecos y Túnez ha permitido al 75 % de los participantes en la iniciativa encontrar trabajo en su propio país.

 

El 75 % de los africanos con un alto nivel educativo vive fuera del continente

 

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5 gráficos sobre la educación en México

Por Ana Karen García

México ha logrado avanzar en algunos aspectos educativos; como el vínculo entre la escuela y el trabajo. Pero todavía existen retos importantes para que la educación sea un derecho universal. Especialmente existen obstáculos para quienes pertenecen a grupos vulnerables: las mujeres, los migrantes, los pobres, los rurales, los indígenas.

En el informe sobre Panorama sobre Educación 2024, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) destacó que los indicadores sobre desempeño académico en México son significativamente más bajos en comparación de economías de tamaño similar.

También se destaca cómo las desigualdades sociales y la pobreza se interseccionan para limitar el acceso de los estudiantes a la educación en todos los niveles; y cómo pueden impactar negativamente en su desempeño académico.

Aquí te presentamos algunos gráficos sobre la situación educativa de México.

1. Piso disparejo para la población indígena

México es uno de los países de la OCDE que presenta las brechas educativas por razón étnica más amplias: la escolarización básica es apenas la mitad entre quienes se identifican como indígenas que entre la población no indígena.

Este resultado se explica principalmente por la falta de infraestructura educativa (escuelas con servicios e instalaciones básicos) y personal docente en las comunidades indígenas.

Otra de las barreras que enfrentan los estudiantes indígenas es la casi inexistente oferta de materiales y programas escolares adaptados a sus lenguas maternas, lo que limita, total o parcialmente, el aprendizaje de estas poblaciones.

La pobreza, económica y social, también es otro de los factores que contribuye a la desigualdad educativa entre las poblaciones indígenas y no indígenas.

2. Capas de vulnerabilidad que expulsan a los estudiantes de la escuela

Así como la condición de pertenencia a grupos indígenas, los jóvenes que pertenecen a otros grupos vulnerables también encuentran dificultades para acceder efectivamente a la educación. Esto produce que su desempeño académico muestre diferencias respecto de sus compañeros; es el caso de las mujeres, los pobres y los migrantes.

En el aprovechamiento académico en matemáticas, una de las áreas evaluadas con las pruebas PISA, se observa que un porcentaje ligeramente mayor de hombres (7 puntos arriba) registró las competencias mínimas requeridas para estudiantes de 15 años.

Pero en los casos de las variables de migración e ingresos las brechas fueron significativamente mayores; de 30 y 35 puntos respectivamente.

Esto se explica principalmente a que las poblaciones más pobres o quienes han sido desplazados de sus lugares de origen enfrentan complicaciones para alimentarse, transportarse. En algunos casos sus comunidades presentan inseguridad pública y son más propensos a vivir violencia doméstica. Todos estos son factores que impactan negativamente en el desempeño académico.

3. Uso de tecnologías es todavía bajo; particularmente en zonas rurales

Otras brechas importantes que se presentan son las del uso de las tecnologías como soporte en la educación. En México, aunque ya se han logrado conectar 81% de su población, la mayoría de esta población es urbana. Además, el uso de tecnologías de la información se concentra en la consulta de redes sociales y la mensajería instantánea; el uso de las TICs para procesos más complejos es muy bajo.

De acuerdo con las cifras de la OCDE, sólo el 22% de la población urbana en México ha descargado, instalado o configurado un software, por ejemplo la paquetería de Office o la paquetería de Adobe. Éstas son algunas de las habilidades fundamentales para la formación educativa.

En comunidades rurales el uso y aplicación de estas tecnologías es incluso menor; sólo el 8% ha realizado alguna de las actividades relacionadas con sofwares.

Los niveles de uso educativo o profesional de TICs en México son significativamente más bajos en comparación con los promedios de los países de la OCDE, que son hasta del doble.

4. México logró disminuir su poblción de «ninis»

Uno de los indicadores que sí han presentado mejoras en el ámbito educativo es el de los jóvenes «ninis», que no estudian pero tampoco están insertados en una actividad remunerada. Esto refleja una mayor vinculación entre el desarrollo académico y la inserción en el mercado de trabajo.

La comparación que hace la OCDE de los jóvenes que no estudian ni trabajan entre países muestra que México fue uno de los pocos latinoamericanos que lograron reducir esta población. Sólo entre 2016 y 2023 este grupo de jóvenes se redujo 10 puntos porcentuales.

Pese a este avance, todavía cerca de 16 de cada 100 jóvenes de 18 a 24 años no tiene ninguna ocupación.

Los programas sociales y las mejoras registradas en materia laboral durante los años recientes son algunos de los factores que han explicado este nivel mayor de conexión.

5. Pocos estudiantes logran llegar a la educación superior

En México, asistir a la escuela y tener un buen desempeño es un privilegio que no tienen muchos niños y jóvenes. Y conforme avanzan en el nivel educativo, se pone más complejo; las desigualdades sociales conforman uno de los principales retos para el acceso de los estudiantes a una carrera técnica, la universidad o el posgrado.

En México sólo el 22% de los adultos de 25 a 64 años cuentan con estudios superiores. De este porcentaje, la mayoría estudió una licenciatura o ingeniería y un porcentaje muy pequeño alcanzó a terminar estudios de posgrado, como maestrías o doctorado.

Destaca que, aunque los niveles todavía son bajos si se compara con otros países similares como Chile, Argentina o Costa Rica, en los años recientes se ha registrado un avance en la matricula de las escuelas de educación superior.

La OCDE destaca que uno de los retos para México es la disponibilidad y accesibilidad de estas unidades: más universidades públicas, ubicadas en regiones históricamente marginadas y mejores parámetros para medir la calidad.

Los indicadores educativos muestran que, pese a los avances, el acceso universal y efectivo a la educación sigue siendo uno de los grandes retos para la política pública de desarrollo social.

https://www.eleconomista.com.mx/politica/5-graficos-sobre-la-educacion-en-Mexico-20240918-0028.html

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HRW: Abusos en el Darién obliga a mujeres y niñas a llevar anticonceptivos

Miles de migrantes, a diario, intentan cruzar por el Darién para llegar a los Estados Unidos. Sin embargo, la situación…

Miles de migrantes, a diario, intentan cruzar por el Darién para llegar a los Estados Unidos. Sin embargo, la situación de estas personas es crítica, pues tienen que someterse a crueldades, incluso, con altos riesgos de morir mientras cruzan esta selva.

 

“Hemos escuchado historias de mujeres y niñas, sobre todo teniendo que cargar con anticonceptivos de urgencia porque los riesgos a ser abusada sexualmente son muy altos”, indicó Tirana Hassan, directora de Global Human Rights Watch, reseñó Noticias RCN.

 

Esta es la denuncia que hace Human Rights Watch sobre las condiciones a las que son sometidos los migrantes que intentan cruzar el tapón del Darién, donde el común denominador es la inseguridad a la que se enfrentan quienes buscan llegar a los Estados Unidos.

 

El abuso sexual al que son sometidas miles de niñas y mujeres que cruzan el Darién.

 

“Ha habido reportes de mil 500 personas que han sufrido violencia sexual desde abril del 2021 y marzo del 2024. Esta es una cifra absolutamente alarmante si la relacionamos a cualquier otra crisis que hemos documentado como Human Rights Watch en términos de los derechos humanos”, afirmó Tirana Hassan, directora de Global Human Rights Watch.

 

Además, a este flagelo se le suma la presencia de grupos criminales que hacen las veces de agentes migratorios.

 

«El control del Clan del Golfo de todo el proceso migratorio realmente en el puerto de Necoclí es evidente, hay presencia de cuatro personas de migración Colombia en una pequeña oficina muy recientemente abierta que se encarga supuestamente de revisar documentos, pero visiblemente están casi acorralados en una esquina, mientras todos los operadores logísticos asociados del golfo son quienes llaman a las personas, controlan las barcazas y quienes identifican a cada una de las personas que salen. Hoy, Colombia no tiene un registro migratorio que permita saber cuántas personas salen por el Darién”, aseguró Juanita Gobertus, directora para las Américas de Human Right Watch.

 

No solo venezolanos, miles de colombianos también buscan salir del país por el Darién.

 

No obstante, no solo son los venezolanos quienes quieren escapar de su país, ahora la cifra de colombianos también aumentó, sobre todo, en el último año.

 

«Lo llamativo es que según las cifras de migración de Panamá, la segunda nacionalidad que está saliendo por el Darién es la nacionalidad colombiana, lo cual llama la atención porque son nuestros propios nacionales que no tienen los bloqueos que tienen los haitianos y los venezolanos, los que lo hacen en territorio entre Colombia y Panamá, pasando por la dinámica del Darién y arriesgando su vida”, indicó Ronald Rodríguez, vocero del observatorio de Venezuela.

 

A pesar de los riesgos, miles de personas continúan emprendiendo este peligroso viaje, impulsados por la esperanza de una vida mejor o del llamado ‘sueño americano’.

 

HRW: Abusos en el Darién obliga a mujeres y niñas a llevar anticonceptivos

 

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UE: sirios y venezolanos entre los grupos más numerosos solicitantes de asilo

La Oficina estadística de la Unión Europea (Eurostat), informó que en abril de este año 76 mil 695 solicitantes de asilo por primera vez (ciudadanos no pertenecientes a la UE) solicitaron protección internacional en países de la UE, un aumento del 12% en comparación con abril de 2023 (68 mil 535).

 

En abril de 2024, los sirios seguían siendo el grupo más numeroso de personas que solicitaban asilo (12 mil 75 solicitantes por primera vez). Les seguían los venezolanos (6 mil 125) y los afganos (5 mil 610), indica Eurostat en una nota publicada en su portal web.

 

Además, hubo 7 mil 260 solicitantes posteriores, lo que representa un aumento del 26% en comparación con abril de 2023 (5 mil 750).

 

Alemania (18 mil 585), España (15 mil 430), Italia (13 mil 485) y Francia (10 mil 505) siguieron recibiendo el mayor número de solicitantes de asilo por primera vez, representando el 76% de todos los solicitantes por primera vez en la UE.

 

En abril de 2024, el total de solicitantes de asilo por primera vez en la Unión Europea fue de 17,1 por cada 100 mil personas.

 

En comparación con la población de cada país de la UE (el 1 de enero de 2024), las tasas más altas de solicitantes por primera vez se registraron en Chipre (163,6), seguido de Irlanda (37,9), Grecia (36) y España (31,7).

 

También 2 mil 790 menores no acompañados solicitaron asilo por primera vez en la UE, la mayoría de ellos procedentes de Siria (935) y Afganistán (405).

 

Esta información procede de los datos mensuales sobre asilo publicados el 19 de julio por Eurostat. El artículo presenta algunos hallazgos que se pueden abordar con más detalle en Statistics Explained.

 

Fuente: https://finanzasdigital.com/ue-sirios-venezolanos-solicitantes-de-asilo/

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América Latina de cara al siglo XXI: entre la desesperanza y la descolonización consciente y organizada

POR MIGUEL SOBRADO Y JUAN JOSÉ ROJAS

 

Introducción

La mayor parte de la extensión del continente americano y de su riqueza, incluida su población, se encuentra en Latinoamérica, pero esta parte de la región se ha convertido en el “patito feo”, por la falta de oportunidades para los excluidos y las malas condiciones imperantes.

 

Hoy en día, desde todos los países del subcontinente latinoamericano, salen caravanas intermitentes de miles de migrantes desesperanzados, con rumbo hacia Norteamérica. La desesperanza cunde en la región latinoamericana que parece haber perdido el sueño martiano de una América Latina protagónica en el mundo contemporáneo. Esto ocurre, después de siglos de gobiernos autoritarios y de décadas de sanciones impuestas por los Estados Unidos a las naciones de la región que no aceptan su hegemonía, a lo que se añade la violencia creciente del narcotráfico y la corrupción concomitante del clientelismo. La respuesta espontánea e inmediata ha sido la desesperanza traducida en migraciones masivas de millones de personas afectadas.

 

Dos factores preponderantes han condicionado este éxodo: la herencia de la servidumbre y la esclavitud, y las condiciones de tutelaje neocolonial, especialmente por parte de los Estados Unidos. En este documento, analizaremos la relevancia que han tenido y tienen estos factores en la configuración de los sistemas estatales y sociales, para proponer medidas que permitan mitigar e iniciar la transformación de los círculos viciosos prevalecientes, en nuevos procesos virtuosos que puedan modificar, en el mediano plazo, la situación regional.

 

 

El reto es ver la realidad latinoamericana, más allá de los estereotipos negativos y personalistas y de países individuales, para analizarla como un sistema específico, configurado por las condiciones históricas propias y las del entorno mundial. Bajo esta perspectiva, al identificar y comprender la naturaleza de estos sistemas, en lo que comparten y difieren, es factible proponer apalancamientos claves que permitan su transformación en modelos de desarrollo con bienestar social y en armonía con la naturaleza.

 

La herencia colonial

Nuestra institucionalidad tiene sus raíces en el sistema político centralista de los reinos y los virreinatos de los cuales dependían las decisiones políticas y económicas. En la época colonial, para todos los emprendimientos de conquista de nuevos territorios o explotaciones económicas, como las minas o las plantaciones agrícolas, se requería la autorización y subordinación, de sus promotores, a las disposiciones establecidas y a los monopolios reales.

 

La riqueza, dentro de este ordenamiento económico vertical, fue generada mayoritariamente por la mano de obra servil, a través de las encomiendas, a las que quedaron atadas las poblaciones indígenas y que se otorgaba por la autoridad real a los conquistadores. Posteriormente, a lo largo del extenso periodo colonial, se incorpora la esclavitud de los africanos, de forma masiva para el desarrollo de minas y haciendas.

 

Desde aquél entonces, el centralismo, como forma de gobierno, promueve las relaciones verticalistas e incuba un clima para la dependencia y corrupción, al mismo tiempo que desalienta la participación de las comunidades en sus propios asuntos.

 

Este ordenamiento colonial, gestionado de forma centralista y basado en la servidumbre y la esclavitud, es heredado por los criollos. Éstos sintiéndose discriminados por los privilegios de que gozan los peninsulares y que los mantienen alejados de la gestión local, proclaman la independencia a inicios del siglo XIX.

 

 

Los nuevos Estados, surgidos de las guerras de independencia contra las coronas española, portuguesa y francesa, mantuvieron la estructura centralista de poder y, si bien abolieron formalmente y, de forma progresiva, la esclavitud, reservaron para los criollos el control del poder, basado, al igual que en la época colonial, en el monopolio sobre grandes extensiones territoriales, expropiadas a las comunidades indígenas, dentro de un sistema de relaciones de dominación que ofrecía muy pocos canales de avance social, al mismo tiempo que mantenían los prejuicios étnicos y de clase, de forma abierta o subyacente (Sobrado y Rojas, 2006).

 

De tal forma que, aunque formalmente los indígenas, los afroamericanos, los mulatos y los mestizos, se convirtieron en ciudadanos, en los hechos, estaban desprovistos de medios de producción, de oportunidades efectivas de avance social y de derechos civiles y políticos. En estas condiciones, resultó prácticamente imposible que tales sectores sociales pudieran ejercitar sus destrezas empresariales, asociativas y cívicas. La emergencia de cualquier atisbo de capital social fue severamente bloqueada.

 

El caso de Haití resulta paradigmático al respecto, ya que habiendo sido el primer país que alcanzó su independencia, logrando establecer en 1804 la primera república del continente creada por esclavos, muy pronto devino en una nación pobre y atrasada. La no superación de los lastres de origen, sumada a la deuda astronómica que le impuso Francia, le han acarreado, hasta el día de hoy, una trágica e injusta historia.

 

 

Visto en retrospectiva, tanto la conquista como la colonización posterior, despojaron a los países latinoamericanos, tanto de la tierra y del fruto de su trabajo servil o esclavo en las haciendas y minas, como de su identidad étnico-cultural, negando la riqueza de sus tradiciones ancestrales y de gran parte de sus valores filosóficos y estéticos, los cuales fueron invisibilizados o borrados por la cultura dominante.

 

El tutelaje neocolonial

En 1820, cuando nacían las nuevas repúblicas, los Estados Unidos, la nueva potencia emergente en la región, proclamaba la doctrina Monroe, bajo la consigna: “América para los americanos”, que se transformó, de hecho, en América para los norteamericanos, empezando por la ocupación y anexión, en la década de 1840, de la mitad del territorio de México.

 

Esta expansión, es retenida temporalmente, por Inglaterra, la potencia dominante a escala internacional. En aquél entonces, cuando las tropas norteamericanas pretenden ocupar Centroamérica. La férrea oposición inglesa, los obliga a firmar el Tratado Clayton Bulwer, mediante el que ambos países se comprometen a no tomar colonias en la región.

 

Si bien formalmente los norteamericanos, en virtud del Tratado arriba mencionado, no pudieron ocupar con su ejército los territorios de Centroamérica, si crearon la figura del filibusterismo, como iniciativa privada destinada al mismo fin. Cabe destacar que esta estrategia fue aplicada inicialmente en Cuba, por parte del militar venezolano Narciso López, quién era partidario de la política anexionista de los Estados Unidos. Entre 1848 y 1851 organizó varios intentos de invasión a territorio cubano con grupos de voluntarios de varios estados del sureste de los Estados Unidos, que fracasaron estrepitosamente. En la última de ellas, ocurrida en Bahía Honda, Pinar del Río, fue capturado por las tropas españolas, siendo ejecutado a “garrote vil”, el 1 de septiembre de 1851, en la explanada de La Punta, en la ciudad de La Habana.

 

Pese a este fracaso momentáneo, la práctica del filibusterismo es trasladada a Centroamérica, siendo impulsada y financiada principalmente por los grupos de poder político y económico del sur racista, con la finalidad de ocupar primero Nicaragua y expandirse posteriormente a toda la región.

 

 

En este contexto, la decisión del gobierno de Costa Rica de formar un ejército profesional para enfrentar a los filibusteros gozó tanto del respaldo de Inglaterra, que le vendió los fusiles minie, los más avanzados de la época, como de Cornelius Vandervilt, dueño de la Compañía del Tránsito, cuyos buques habían sido expropiados por los filibusteros. De manera paralela, se logró la incorporación de los ejércitos de Centro América que se integraron a la guerra, consiguiendo derrotar a los filibusteros.

 

Pero, sin importar que los filibusteros hubiesen sido repelidos en el campo de batalla, los Estados Unidos continuaron interviniendo, diplomática y militarmente y, de manera creciente, en la región, a lo largo de los siglos XIX y XX, considerándola su patio trasero.

 

Así, a medida que crecía su importancia económica y militar, y con la finalidad de asegurar su hegemonía sobre el subcontinente latinoamericano, los Estados Unidos promueven intervenciones militares directas y golpes de Estado para imponer regímenes dictatoriales proclives a sus intereses. A lo largo del siglo XX llegaron a intervenir más de 20 veces. Dentro de estas intervenciones, se destacan: la ocupación de Nicaragua en los años veinte y los golpes de Estado en Guatemala en 1954 y en Chile en 1973, dadas las graves repercusiones provocadas por tales acontecimientos sobre la vida democrática de esos países. El primer gran rechazo, contra su política expansionista lo encuentran en Nicaragua con la guerrilla de Augusto César Sandino, un rebelde, que logró derrotarlos militarmente, aunque terminó siendo traicionado por la Guardia Nacional, formada por los norteamericanos antes de evacuar a su derrotado Ejército.

 

De manera especial, durante la segunda mitad del siglo XX, florecen dictaduras violentas promovidas por los Estados Unidos, que crean un clima de malestar e insurrección en gran parte del continente, especialmente después del derrocamiento por la fuerza del gobierno de Jacobo Árbenz en Guatemala, que se manifiesta, entre otras formas, en la creación de la Legión Caribe, una alianza de opositores para derrocar a las dictaduras. Este ambiente socio-político y cultural, se ve reflejado, entre otras expresiones artísticas, en las obras literarias de Mario Vargas Llosa, como ‘Tiempos recios’, que versa sobre el derrocamiento del gobierno legítimo de Guatemala; ‘La fiesta del chivo’, que trata sobre los efectos de la dictadura de Trujillo, en República Dominicana, y la que probablemente fue la más popular en su época: ‘Conversaciones en la Catedral’, en la que aborda el pesimismo y la corrupción moral reinante en la sociedad peruana bajo la dictadura del general Manuel A. Odría.

 

Revolución cubana (1959).

En medio de este contexto adverso y desolador, emerge con fuerza, la Revolución encabezada por la guerrilla cubana en 1959, como símbolo de la resistencia y de la dignidad latinoamericanas. Inspirada en el pensamiento de José Martí y dentro del marco de un mundo de potencias bipolar, se inclina hacia el socialismo y establece una alianza con el bloque soviético que le permite sobrevivir. De esta manera, el surgimiento de la revolución cubana obliga a los Estados Unidos a revalorar parcialmente su relación con América Latina, poniendo en marcha una estrategia de contención, basada en dos componentes. Por una parte, ofreciendo “la zanahoria” de La Alianza para el Progreso, en 1961, con la cual busca reorientar el desarrollo económico de los países latinoamericanos y, por otra, con “el garrote”, promoviendo el bloqueo a Cuba y fortaleciendo las dictaduras anticomunistas en toda la región, entre las que se destacan por su crueldad las de Argentina, Brasil y Chile. De igual modo, se involucra militarmente en la guerra contra las guerrillas en Centro América, en los años 70s y 80s. Guerra con la que, una vez más, pretendió ocupar Centro América, pero que, tras largos años de muerte y destrucción, se vio obligado a negociar el Plan de Paz, promovido por los presidentes de la región con el respaldo de los demócratas norteamericanos y de los social-demócratas europeos.

 

 

 

 

El bloqueo a Cuba tuvo, desde sus inicios, dos propósitos: el de afectar a la población civil que mayoritariamente apoya a la Revolución, para que cambiara de opinión y, establecer un precedente de cara a toda la región, para desalentar a los demás países para que se abstuvieran de tomar medidas autónomas adversas a sus intereses. La aplicación del bloqueo se hizo y se sostuvo a contrapelo del derecho internacional y de la voluntad de la casi totalidad de los miembros de la Asamblea de las Naciones Unidas que, reiteradamente han exigido su levantamiento.

 

Aunque el objetivo de crear una opinión interna adversa al gobierno cubano, que condujera a su derrocamiento, no fue alcanzado y aún con el hecho de que desapareciera, desde 1991, la Unión Soviética y con ella el peligro de una amenaza estratégica, el bloqueo se mantiene hasta el día de hoy y se ha agudizado con sanciones adicionales, derivadas de la declaración de Cuba como país “promotor del terrorismo”, la cual se produjo con la intención de satisfacer intereses locales y mantener la disuasión de comportamientos “inamistosos” de los otros países del continente. Estas sanciones que se han extendido a Venezuela y Nicaragua han contribuido significativamente a desatar las grandes migraciones hacia el norte.

 

La aparición del narcotráfico, su impacto en los Estados y en el equilibrio regional

Con la aparición del negocio del narcotráfico, en gran escala, impulsado inicialmente por Pablo Escobar, cambian los ejes del poder centralizado en una pequeña elite nacional, a la que ya no es preciso pedirle permiso para hacer negocios. Su poder actual como transnacional es tan grande que se permite retar el poder de los Estados y minarlos progresivamente, aprovechando las redes de corrupción institucionales y penetrando los poderes locales, especialmente en las zonas deprimidas. En poco tiempo, se han apoderado de Estados completos, así como de numerosos municipios y regiones en las que su palabra es la ley del fusil. En los Estados Unidos y Europa se encuentra su principal mercado, en donde han desarrollado, dada la pasividad de sus autoridades, densas redes de apoyo con las que las desafían permanentemente.

 

 

Por todo ello, el narco debe ser visto como una enorme y poderosa empresa descentralizada, que se está constituyendo progresivamente en una opción de poder, reclutando y dando oportunidades a las grandes masas de excluidos de los mecanismos tradicionales de generación de ingresos y de avance social. Una opción de poder creciente en el contexto de desigualdad y exclusión social prevalecientes y que tiende a imponer un orden económico y social despótico y autoritario.

 

Una especie de neo feudalismo en pleno siglo XXI. Un enemigo muy peligroso que sólo puede ser enfrentado con organización desde las bases territoriales, fortaleciendo la inteligencia policial y actuando sobre las causas generadoras de la exclusión social y la impunidad.

 

La emergencia de nuevas condiciones y tendencias en el mundo y América Latina

En la segunda década del siglo XXI, asistimos al ascenso vertiginoso de nuevas potencias económicas como China, India, Sur África, Rusia y Brasil, fenómeno que está cambiando el panorama de poder mundial unipolar prevaleciente desde la desintegración de la Unión Soviética en la última década del siglo XX.

 

El peso creciente de China y las repercusiones de su éxito económico y social han aglutinado a estas potencias, cuya participación en la economía mundial se acercará en el 2030 al 40%, constituyéndose en un nuevo eje de poder que rechaza el ordenamiento unilateral y al margen del derecho internacional que, en forma de sanciones, imponen los Estados Unidos a quienes no comulgan con sus intereses. La actual coyuntura internacional es, por tanto, favorable al cambio pues ya no existe una hegemonía donde impere solo “la ley del garrote” a través de sanciones y golpes de Estado, sino que florece un mundo multipolar que genera alternativas y posibilidades de nuevas alianzas.

 

 

Dentro de este contexto, Brasil y México, entre otros, han venido jugando un papel relevante en la ampliación de los derechos soberanos del conjunto de las naciones de América Latina y han implementado políticas significativas en la perspectiva de recuperar y fortalecer su soberanía económica y política; sin embargo, tales medidas siguen siendo débiles e incompletas por carecer de una base social de apoyo que respalde los cambios, así como de inclusión social a través de la educación y otros mecanismos de promoción y organización social.

 

Simultáneamente, al interior del continente, se está produciendo un reacomodo de fuerzas, en cuyo marco, la social democracia y el socialismo clientelista han venido perdiendo respaldo por las prácticas corruptas que los acompañan, al tiempo que crece el populismo de derecha, aderezado, en varios casos, con tintes preocupantes de carácter neofascista que van más allá de la simple retórica discursiva.

 

El peso de la corrupción endémica

El centralismo, en condiciones de falta de oportunidades y de participación de las grandes mayorías de excluidos, origina la corrupción clientelista, esto es, el manejo de personas y organizaciones por prebendas, a cambio de llevar o mantener en el poder a los oligarcas de la clase política. Los dirigentes de estas organizaciones, a su vez, en cuanto tienen acceso al poder, se reparten la mejor tajada (Trocello, 2008). Esta práctica no es un atributo exclusivo de la derecha sino también de una parte importante de los movimientos que claman por la sociedad del bienestar.

 

Teniendo como prioridad el interés propio, al llegar al poder manejan la hacienda pública con ese criterio, provocando un desajuste financiero que termina afectando, en primer lugar, a quienes deberían ser los beneficiados del bienestar, provocando desesperanza e indignación. Sólo así puede explicarse que la mayoría de los argentinos escogieran a un presidente esquizofrénico y delirante como Javier Milei.

 

 

En el campo de las privatizaciones, la derecha ha exhibido un gran oportunismo y corrupción, al hacer negocios comprando por una bicoca empresas públicas para venderlas después con grandes ganancias (Piketty, 2019). Lamentablemente ese oportunismo no ha sido solo de la derecha sino también de la llamada izquierda, tal como se ha podido constatar con las expropiaciones de las grandes empresas y haciendas adjudicadas, no a los trabajadores organizados como correspondería, sino a los dirigentes políticos como sucedió en Nicaragua.

 

Hacia el futuro inmediato: aprovechar cambios externos para ejercer soberanía y consumar transformaciones internas que hacen falta

Como se ha expuesto a lo largo de este trabajo, el tutelaje estatal o patriarcal, junto con la exclusión masiva de los sectores populares de las dinámicas económicas y políticas, limitan el desarrollo de las personas y también de países y continentes enteros, dando lugar a la configuración de escenarios de decadencia institucional avanzada (Fukuyama, 2016). En contraste, el capital social y la cultura cívicas indispensables para impulsar el desarrollo económico y social sólo pueden emerger en condiciones de autonomía y libertad asociativa, por lo que el empoderamiento ciudadano aparece como una condición si ne qua non de cualquier intento de transformación efectiva de la realidad que nos afecta.

 

Por otra parte, si se sabe aprovechar, la nueva coyuntura internacional abre espacios para que los países latinoamericanos ejerzan su soberanía de forma cada vez más plena. Ciertamente, los Estados Unidos no renunciarán fácilmente a su hegemonía regional, pero factores ideológicos e intereses creados la van a limitar, entre ellos, la garantía de su propia seguridad y la necesidad de acceso a los recursos vitales del continente. Todas estas circunstancias, aunadas a la lucha de resistencia de los pueblos y a una hábil negociación con las potencias económicas en ascenso, los obligarán a ir modificando su actitud hacia Latinoamérica.

 

 

A su vez, el cada vez más grave estado de salud del planeta, que exhibe alarmantes condiciones de deterioro en temas cruciales como desaparición de biodiversidad, cambios de uso de suelos, pérdida de riqueza y vitalidad de las fuentes de agua dulce, y cambio climático, así como los desastres naturales asociados al mismo, incidirá en la revalorización de las prácticas productivas y los valores ancestrales de los pueblos originarios del continente que, no hace mucho tiempo, permitían la regeneración de los suelos, bosques y climas (Ribeiro, 2015). Toda esta herencia cultural, al igual que las prácticas avanzadas de permacultura, elevarán el valor de la innovación agroecológica regional y su importancia para el mundo.

 

Pero, en lo inmediato, América Latina enfrenta el grave problema derivado del poder creciente del narco tráfico, así como el de la añeja corrupción clientelista y el peligro de las privatizaciones oligárquicas como las que se dieron con los programas neoliberales o las que tuvieron lugar en la Rusia post soviética. Además, bajo este contexto, las condiciones de exclusión se consolidan, al mantenerse inalteradas las relaciones de discriminación étnica y de clase que, a su vez, definen las limitadas oportunidades de acceso a la educación y a los círculos de influencia y poder para millones de personas.

 

En estas condiciones, la tarea histórica de transformar el actual estado de cosas solo puede ser realizada por un pueblo organizado que active su poder de incidencia en el ámbito económico y cívico. A tales efectos, lo que se requiere es una amplia movilización social que actúe como fuerza motriz de la transformación social y política. Pero dicha organización y movilización social no se podrá lograr si antes no se echan abajo las barreras que mantienen en la postración a la gran mayoría de la población.

 

 

 

 

Empezar a erradicar la exclusión, solo es posible con la puesta en marcha de una serie de medidas estratégicas de mediano y largo plazo, entre las que destacan: la promoción educativa y la alfabetización organizacional y empresarial, ambas realizadas en forma masiva y como procesos participativos de largo aliento. A continuación, abundaremos en algunos de los elementos definitorios de tales acciones.

 

Como es sabido, la educación es un derecho fundamental establecido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, proclamada, desde 1948, por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). En el año 2015, este organismo internacional estableció una nueva agenda mundial para el año 2030, en la que se enlistan 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS). De forma enfática, los ODS cuatro y cinco aspiran a garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, así como promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todas y todos.

 

Sin embargo, hacia el año 2019, América Latina y el Caribe aún se encontraban lejos de alcanzar las metas educativas establecidas en los ODS. Peor aún, la pandemia mundial por covid-19, desatada a partir de 2020, afectó los sistemas educativos, forzándolos al cierre de actividades presenciales y a la implementación apresurada de formas alternativas de educación a distancia, que no lograron retener a toda la población estudiantil. Todo ello derivó en la interrupción abrupta de su proceso educativo, afectando su aprendizaje y progresión escolar (CEPAL, 2024).

 

En un intento por tratar de revertir esta situación, el informe de seguimiento de la educación en el mundo para 2022 de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) recomienda a los gobiernos, las organizaciones bilaterales y multilaterales, la sociedad civil, el sector privado, los académicos, las comunidades, las escuelas, los estudiantes, las familias y los tutores a trabajar de manera conjunta en la implementación de las siguientes acciones: fomentar el acceso igualitario a la educación y prevenir el abandono escolar; lograr que el aprendizaje sea transformador, seguro e inclusivo para todos los educandos; desarrollar sistemas educativos equitativos, inclusivos y transformadores de género, y promover enfoques integrados, coordinados y que abarquen todo el sistema.

 

 

No obstante, de acuerdo con información estadística, dada a conocer recientemente por la CEPAL (2022), en relación con 14 países de América Latina, se observa que un 41.4 % de la fuerza de trabajo de 15 años y más, no completó la enseñanza secundaria. Entre los factores de riesgo para desertar de la escuela se encuentran: la condición de pobreza, étnica, racial y de discapacidad, debido a que estas condiciones son objeto de discriminación en contextos académicos adversos.

 

Pero, además, la falta de acceso al sistema educativo genera un círculo vicioso de pobreza y marginación, ya que cuando el estudiante proviene de un hogar donde los padres no finalizaron el nivel primario de educación, se eleva, de forma considerable, la incidencia de la pobreza y la pobreza extrema. En efecto, entre la población de esos hogares, la incidencia de ambos tipos de pobreza llega al 46.8 %. En cambio, los estudiantes que provienen de hogares donde los padres tienen educación terciaria completa, la incidencia de la pobreza fue del 9.0 % (CEPAL, 2022).

 

En virtud de lo anterior, lo que se requiere urgentemente es el establecimiento de un sistema educativo inclusivo, gratuito y universal, que ponga freno a la deserción estudiantil y que cuente con amplia cobertura y participación de todos los grupos étnicos y clases sociales. Así, en el marco de un sistema educativo abierto, plural y diverso será posible impartir una educación que eduque para la vida de forma integral, con el propósito de desarrollar en las personas sus capacidades cognitivas, socioemocionales y físicas que les permitan alcanzar su bienestar individual y colectivo. Una educación que desarrolle el pensamiento crítico y el fortalecimiento de los lazos entre escuela y comunidad y que, además, permita que los conocimientos y aprendizajes adquiridos en las aulas se vinculen con el sector productivo y la investigación científica.

 

Lo antes dicho en relación con el papel de la educación es particularmente válido para la población infantil y juvenil de América Latina, el futuro de nuestras naciones; pero, aún quedaría pendiente de erradicar la exclusión a la que ha sido sometida la población adulta, la que actualmente constituye la mayor parte de la población económicamente activa del continente y que exhibe bajos niveles de escolaridad y, por ende, una enorme vulnerabilidad económica y social.

 

 

Para promover la reinserción de los bastos contingentes de población que han sido excluidos de los circuitos económicos y que hoy constituyen el grueso del flujo migratorio latinoamericano, se podrían poner en marcha procesos masivos de capacitación organizacional y técnica en los lugares de origen de esa población.

 

Dicho en otras palabras, lo que en esta materia se requiere, es impulsar un amplio y consistente proceso de capacitación organizacional a nivel local y comunitario, abierto a toda la población residente en esos lugares, es decir, desde los niños hasta los ancianos, pasando por los jóvenes, las mujeres jefas de hogar y los padres de familia en el que a partir de diagnósticos comunitarios participativos se identifiquen, por una parte, los peligros existentes para la seguridad comunitaria y, por otra, el potencial económico y las oportunidades de negocio existentes en las comunidades rurales y urbanas. En un segundo momento, con base en tales diagnósticos, se podrían montar diversos procesos de capacitación técnica, empresarial y asociativa que permitan avanzar en la elaboración de proyectos productivos específicos.

 

Evidentemente, todo este esfuerzo de capacitación organizacional deberá ejecutarse siguiendo los principios epistemológicos y los procedimientos técnicos, recuperados y sistematizados en metodologías de capacitación de masas, entre las que destacan la educación popular de Paulo Freire y la del Laboratorio Organizacional (LO), creada y desarrollada por el sociólogo brasileño Clodomir Santos de Morais y que ya ha sido aplicada con éxito, en diferentes países de cuatro continentes (Carmen y Sobrado, 2000). Esta última, además de presentar resultados destacados en diversas formas de organización popular, genera poder real, elevando la conciencia y las posibilidades de incidencia y participación de las comunidades en la vida económica y política.

 

El éxito del LO se fundamenta en su enfoque basado en la autonomía efectiva de los grupos y no en el tutelaje clientelista de los asistencialistas. En este sentido, cabe destacar que la autonomía del sujeto es exigida por la naturaleza del proceso mismo de capacitación que demanda, para ser efectivo, de la relación sin interferencias con el objeto, en este caso la organización social, en cuyo manejo los participantes buscan habilitarse. Todo este planteamiento metodológico está alineado, de forma congruente, con los principios de la educación para adultos o andragogía y la teoría de la actividad objetivada de Lev Vigotski.

 

 

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Panamá: Movilidad humana y educación: “oportunidades y Desafíos para el Trabajo en Red”

Se identificaron desafíos inherentes a la realidad de la migración, así como oportunidades y retos que surgen al trabajar en red para abordar la educación en un contexto marcado por el impacto de la movilidad humana en el acceso al derecho a la educación.

El pasado 21 de marzo, se llevó a cabo un conversatorio bajo el título “Educación y Movilidad Humana: Oportunidades y Desafíos para el Trabajo en Red”. Este evento tuvo lugar dentro de la XXXIX Asamblea General de Fe y Alegría, celebrada en la Ciudad del Saber de Panamá.

La diversidad de participantes fue notable, incluyendo directores y delegados de las distintas entidades de Fe y Alegría que conforman la Federación, así como representantes de instituciones especializadas en migración de la Compañía de Jesús, autoridades gubernamentales panameñas, socios, aliados estratégicos, organismos internacionales y cooperantes.

La jornada se inició con la inspiradora ponencia de Oliver Bush, Coordinador País de HIAS en Panamá, quien abordó la complejidad de la migración desde una perspectiva centrada en el derecho a la educación. Su intervención marcó el inicio de un panel en el que participaron destacadas figuras como Javier Cortegoso, Coordinador de la Red Jesuita con Migrantes de Latinoamérica y El Caribe (RJM LAC), Óscar Calderón, Coordinador del Servicio Jesuita para Refugiados de Latinoamérica (JRS-LAC), Blanca Gutiérrez, Lideresa de la Iniciativa de Migraciones de Fe y Alegría Internacional, y Elías Cornejo, Colíder de la Iniciativa de Migraciones y Coordinador de Servicio a Migrantes de Fe y Alegría en Panamá.

Durante este diálogo, se identificaron desafíos inherentes a la realidad de la migración, así como oportunidades y retos que surgen al trabajar en red para abordar la educación en un contexto marcado por el impacto de la movilidad humana en el acceso al derecho a la educación.

Conclusiones del conservatorio Movilidad humana y educación

El reto principal: Atender las necesidades educativas y emocionales de la niñez migrante. Es fundamental comprender que, según el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, los niños y niñas migrantes son aquellos menores de 18 años que se encuentran fuera de su país de origen con la intención o necesidad de residir en otro lugar.

La realidad de estos miles de niños, niñas y adolescentes migrantes implica enfrentarse a violencias estructurales en sus países de origen, así como a la violencia criminal y xenofóbica en su tránsito y destino. La migración conlleva la ruptura de lazos familiares y sociales, así como la interrupción de la vida cotidiana de estos niños, niñas y adolescentes, quienes muchas veces se ven privados de acceso a la educación tanto durante su tránsito como en su lugar de destino.

Por otro lado, los niños, niñas y adolescentes que son familiares de migrantes también experimentan el impacto emocional de la migración debido a la separación de sus familias, lo cual afecta directamente su desempeño educativo y el acompañamiento que reciben en este ámbito.

Para abordar estos desafíos, se proponen las siguientes acciones:

  • PROTEGER a través de la educación: El acceso a la educación es fundamental para proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes migrantes. La educación no solo contribuye al desarrollo humano, sino que también ayuda a mitigar los efectos negativos de la movilidad forzada en la salud mental de la niñez migrante, proporcionando un sentido de normalidad en un entorno marcado por la ruptura y la incertidumbre.
  • PROMOVER la investigación y sistematización de experiencias, que son herramientas poderosas para generar propuestas que mejoren la atención socioeducativa de la niñez migrante y promuevan su acceso efectivo al derecho a la educación. Esta labor debe ser colaborativa e incluir la participación de distintos actores para garantizar la pertinencia y efectividad de las propuestas.
  • INTEGRAR la voz de las y los migrantes en la construcción de soluciones: Es fundamental que las propuestas socioeducativas y de incidencia incluyan la participación activa de la niñez y juventud migrante. Su experiencia y perspectiva son fundamentales para diseñar intervenciones que respondan de manera efectiva a sus necesidades y realidades.
  • El trabajo en red emerge como la estrategia clave para enfrentar este desafío. La colaboración entre instituciones especializadas en migración y organizaciones educativas como Fe y Alegría es fundamental para garantizar una atención integral y efectiva a la niñez migrante. La complementariedad de conocimientos y recursos enriquece los procesos y amplía el impacto de las intervenciones. Es importante destacar que el trabajo en red requiere de humildad, escucha activa y reconocimiento de la diversidad de perspectivas para lograr resultados significativos.

¿Hacia dónde nos dirigimos a partir de este proceso?

Es crucial recordar nuestras raíces y compromisos como organización:

  • Nacimos en las periferias con la misión de educar a los pobres y excluidos.
  • Nuestro origen está marcado por la búsqueda de justicia social y transformación.
  • Somos agentes de cambio que se comprometen con la historia y el bienestar de nuestro pueblo.
  • Estamos abiertos al espíritu y la historia, en constante proceso de conversión y empoderamiento.
  • Nos comprometemos políticamente con los más vulnerables, respondiendo a las exigencias de los tiempos.
  • Somos portadores del evangelio en un mundo necesitado de esperanza.
  • Nuestra labor educativa trasciende las aulas, promoviendo la integración personal y social.
  • Nuestro crecimiento y transformación se sustentan en el trabajo en red, colaborando con otras entidades para ampliar nuestro impacto y alcance.

En resumen, Fe y Alegría es más que una organización educativa: es un movimiento que se compromete en la construcción de un mundo más justo, solidario y equitativo.

Nuestro trabajo en red nos permite ampliar nuestra capacidad de acción y promover un cambio real en las vidas de aquellos que más lo necesitan. Juntos, podemos hacer la diferencia y construir un futuro mejor para todos y todas.

Por: Blanca Gutiérrez, lideresa de la iniciativa de Migraciones y Elías Cornejo, colíder de la Iniciativa de Migraciones y Coordinador de Servicio al Migrante en Fe y Alegría  Panamá.

Fuente: https://www.radiofeyalegrianoticias.com/movilidad-humana-y-educacion-oportunidades-y-desafios-para-el-trabajo-en-red/

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