Copiapó, Chañaral, Diego de Almagro, Tierra Amarilla y Alto del Carmen, son ciudades y pueblos de la Región de Atacama (norte de Chile) donde se aplicó el Plan Pedagógico y Psicosocial “Atacama ¡volvió a clases!”. Las acciones contribuyeron a la contención psicoemocional en las comunidades educativas más afectadas por aluviones ocurridos en marzo de 2015, ocasionados por fuertes lluvias en pleno desierto.
Por: UNESCO.
El Ministerio de Educación de Chile recientemente publicó un documento y video que recoge el trabajo de apoyo a la reconstrucción personal y colectiva que, con el apoyo de la UNESCO, se realizó en el norte de Chile. El Plan “Atacama ¡Volvió a Clases!” nació tras la catástrofe, contribuyó al retorno a las aulas y a la normalización de las condiciones que resguardaran la seguridad y el cuidado de niñas, niños, jóvenes y adultos en los establecimientos educativos afectados por los aluviones, la mayor catástrofe que ha debido enfrentar la región.
El material recoge el fruto de lo realizado por estudiantes, equipos docentes y directivos, autoridades y comunidades locales. El registro atestigua que, pese a las pérdidas y el dolor, la mayoría de las personas en situación de catástrofe utilizan sus propios recursos y los dispuestos por el Estado y otras instituciones para enfrentar la situación de ruptura y vulnerabilidad.
No es fácil el proceso de retornar a las aulas y normalizar las condiciones que resguardaban la seguridad y el cuidado en los establecimientos educacionales afectados. A pesar de lo difícil que es superar estos acontecimientos, aquella vivencia representó una enorme oportunidad para reforzar el vínculo que las escuelas y liceos tienen con los habitantes de las comunidades locales, con los estudiantes y sus familias y superar el trauma en forma colectiva.
El plan “Atacama ¡volvió a clases!” englobó talleres y acciones complementarias concretadas en escuelas y liceos de la Región de Atacama. El programa combinó el enfoque de reconstrucción psicosocial desde las escuelas que realiza el Ministerio de Educación de Chile desde hace algunos años, incorporando la mirada de aprendizaje a lo largo de la vida de la UNESCO.
El plan comprendió una respuesta de contención inicial dirigida a los equipos directivos y docentes, con el fin de favorecer un espacio para reconstruir la experiencia vivida, fortalecer y orientar las funciones de los equipos para enfrentar los nuevos desafíos educativos en el contexto de la catástrofe. Luego se articularon tres líneas del quehacer escolar: la acción pedagógica, la gestión escolar y la normativa educativa, con el fin de desarrollar herramientas pedagógicas complementarias, enfatizando en las áreas artísticas, literarias y culturales, así como realizar los ajustes necesarios para la normalización de los aspectos administrativos y curriculares en el contexto de la catástrofe.
Entre lo realizado, destacan actividades de reconstrucción de memoria, taller de apoyo a docentes y apoderados, apoyo psicosocial, implementación de radio escuelas, taller de muralismo, escuela regional de ciudadanía y liderazgo juvenil, olimpiadas deportivas, taller narrativo y concurso literario.
Según explicó el jefe de la División General de Educación del ministerio del ramo en Chile, Juan Eduardo García-Huidobro, “una de las características más positivas del plan “Atacama ¡Volvió a Clases!” es que fue elaborado por equipos del Ministerio de Educación, tanto del nivel central como de los niveles regionales y provinciales, por integrantes de las propias comunidades educativas de la región y que contó, además, con el apoyo de Unesco y otras organizaciones no gubernamentales. Esta construcción colectiva generó fuerte interés de participar por parte de los establecimientos de las diversas comunas afectadas, fue un aporte en la recuperación socioemocional de las comunidades y permitió retomar las clases en un breve plazo. Este modelo, que consideramos exitoso, nos servirá para abordar situaciones similares que se produzcan a futuro y son una experiencia para compartir con países que, como Chile, se ven enfrentados a este tipo de circunstancias con cierta frecuencia”.
Para Jorge Sequeira, director de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe (OREALC/UNESCO Santiago) «Lo sucedido el 25 de marzo de 2015 representó un gran desafío en esa dirección. Fue reconstruir no sólo la infraestructura escolar dañada por el desastre, sino la esperanza, las redes y los vínculos, haciéndolo desde quienes dan vida a los sistemas educativos: sus actores. Docentes, directores, trabajadores de la educación, estudiantes, dirigentes sociales y apoderados, todos ellos se encontraron para levantar las escuelas, para levantar aprendizajes, para levantar sus comunidades educativas».
Henry Renna, profesional de la OREALC/UNESCO Santiago que trabajó en este plan de trabajo afirma que “en contextos posdesastre se vive una paradoja, aunque a nuestra vista la infraestructura se fragiliza y ciertamente las condiciones escolares se precarizan, en especial para las y los docentes, la potencia de la educación para transformar vidas es más grande que nunca. Las instalaciones físicas están seriamente dañadas pero su valor social se amplifica, en tanto los valores, actitudes y habilidades que se desarrollen hacen parte de una recuperación del porvenir de una localidad completa”.
Desde esta mirada, distintos actores sociales y comunitarios de Atacama siguen trabajando en la generación de aprendizajes significativos y relevantes para las y los ciudadanos. El círculo de acercamiento, colaboración y crecimiento colectivo fortalece no solamente la reconstrucción física, sino también otras actividades, como la recuperación de la historia de las comunidades y la preparación para la ante desastres, por ejemplo.
En el proceso, profesores y profesoras se han convertido en referentes clave en el proceso de contención emocional, al ser reconocidos y valorados como figuras cercanas y significativas, que tienen continuidad en la relación y espacios de la tarea educativa para desarrollar competencias para la prevención y el autocuidado de sus estudiantes.
Fuente: http://www.unesco.org/new/es/santiago/press-room/our-stories/reconstruccion-atacama
Imagen: http://www.unesco.org/new/typo3temp/pics/12fadd7786.jpg