El color púrpura

Por: Daniel Seixo

Comprendamos que la igualdad sexual y la igualdad de clase son ejes inseparables de una misma lucha

13 detenidos, entre ellos cuatro menores, por acorralar, insultar y abusar de una menor de 16 años en el Parque del Oeste en Madrid. Mientras bailaba despreocupada con sus amigos, la joven fue rodeada por una manada de hombres que sin mediar palabra comenzó a vejarla y agredirla sexualmente en grupo. Al día siguiente de esa misma semana santa, la Policía Nacional liberaba en el distrito de Arganzuela a una mujer bangladesí que llevaba dos años sin salir a la calle tras ser encerrada por su marido. Amenazada de muerte y agredida físicamente en numerosas ocasiones, tan solo la desesperada llamada de un amigo a las autoridades pudo poner fin a ese infierno.

Arrojo aquí el revelador dato de que en España los delitos contra la libertad y la indemnidad sexual han aumentado un 11,3 por ciento durante el pasado año, a la par que diversos estudios constataban un incremento de la violencia machista entre parejas menores de 14 años. Una sociedad democrática y con un sistema educativo y político desarrollado, contempla con aparente apatía como la violencia machista y los más retrógrados resortes de la sociedad patriarcal arrinconan amenazantemente la posibilidad de una igualdad real entre hombre y mujeres, cobrándose de forma sistemática con sangre cualquier desafío a esta estructura arcaica y demencial. Una violación cada cinco horas, más de 1000 asesinadas por el terrorismo machista e innumerables muestras de incomprensión o complicidad institucional, dibujan hoy un cuadro en el que sin duda alguna podemos observar que el estado español sigue siendo un lugar peligroso para las mujeres. Una sociedad en la que los buenos gestos, los anuncios de medidas políticas y los cargos ministeriales aparecen en primera página durante los diferentes 8 de marzo, pero en el que las diferentes tipologías de violencia contra la mujer continúan desarrollándose generación tras generación, sin que realmente nos atrevamos a tomar medidas radicales para atajarlo.

Comprendamos que la igualdad sexual y la igualdad de clase son ejes inseparables de una misma lucha

Esta misma semana 16 mujeres eran liberadas de una red de proxenitismo en la que bajo amenazas y narcotizadas con diferentes sustancias, se veían obligadas a ejercer la prostitución durante jornadas interminables de violaciones ininterrumpidas. Trasladadas desde Rumanía a Tenerife estas mujeres eran denominadas por el líder de esta organización criminal como “cajas registradoras”. Y aquí está la clave, la violencia contra la mujer se estructura desde el patriarcado en íntima e indivisible conjunción con las dinámicas económicas del capitalismo. Para gran parte de los hombres y de la sociedad en su conjunto, el lucro económico basado en la comercialización y explotación del cuerpo de las mujeres sigue suponiendo a día de hoy una realidad aceptable o incluso beneficiosa para el desarrollo de nuestras sociedades. Siempre que hayas nacido mujer, nuestro desarrollo como especie te permitirá alquilar tu cuerpo para las más diversas tareas por un salario o por un par de monedas sueltas, dependiendo de las coordenadas geográficas o tu código postal: ser penetrada por viejos decadentes o jóvenes violentos, practicar sexo en grupo para una página web o en una habitación de hotel durante una despedida de soltero, gestar al hijo de otros, sexualizar tu existencia para ligar el precio de tu cuerpo a la promoción de otros bienes de consumo, ejercer de reclamo sexual en la puerta de un garito o detrás de la barra, todas ellas funciones legitimadas y remuneradas en una sociedad que acepta con agrado una vejación, una violación o la venta de un hijo, siempre y cuando lo puedas declarar ante Hacienda. Está semana arranca el juicio por la violación grupal de tres hombres a una joven, en febrero de 2019, en una nave abandonada de Sabadell. Una de las tantas violaciones grupales que cada día se producen en nuestro país contra mujeres indefensas. Unas dentro de prostíbulos y otras fuera, unas contempladas como un acto reprobable por la justicia de nuestro país y otras asumidas como un mero trabajo por gran parte de la sociedad.

La violencia contra la mujer se estructura desde el patriarcado en íntima e indivisible conjunción con las dinámicas económicas del capitalismo

Y es que en este sentido, no existe otra alternativa que la abolición de la prostitución. No hay punto de negociación posible, términos medios o grandes diatribas filosóficas que puedan entorpecer este debate. Tan solo intereses económicos ye hipócritas que piensan con la polla o con la cartera. La violación sistemática de mujeres supone en la actualidad algo más del 0,35% del PIB nacional. Quienes desde el aparente marxismo se sitúan, y quieren situar a “la izquierda”, en posiciones regulacionistas, lo hacen únicamente buscando subterfugio en intencionadas confusiones acerca de la concepción marxista del trabajo, pero esta tramposa y cínica abstracción de puteros con ínfulas intelectualoides, no debe hacernos perder de vista que no existe en el marxismo, ni tampoco en ninguna teoría que mínimamente aspire a una transformación social justa y digna para el ser humano, resquicio alguno en el que la violencia sexual y la imposición de relaciones sexuales, sin el deseo como único condicionante de las mismas, pueda ser entendido como un trabajo y no como la imposición de la explotación cruenta del cuerpo y la mente de las mujeres. No debemos perder demasiado tiempo con aquellos que hablan de trabajo sexual y dicen defender los derechos de las explotadas sexualmente, mientras que únicamente defienden los impulsos de sus braguetas y esconden bajo palabrería barata sus patriarcales demonios internos. Llamemos a los puteros por su nombre y no dejemos que sus cuentos nos hagan avanzar cara a la legalización de la violación previo pago o la sindicalización de mafias de explotadores sexuales ocultas bajo la mascarada conocida del Tío Tom. Y no, no es el abolicionismo una teoría que abandone o sancione a las mujeres prostituidas, al contrario, esta corriente feminista de lucha contra la explotación sexual se ocupa de formar, atender y acompañar a todas esas compañeras violadas, agredidas, maltratadas y comercializadas impunemente en nuestras sociedades. Los cuentos de mujeres empoderadas bajo alquiler o sexualmente satisfechas previa selección de su violador, quedan en la realidad muy lejos de la vida que marcan las calles, los prostíbulos y los pisos que en nuestras ciudades se multiplican como pequeños campos de concentración en los que su hijo, sobrino, tío, padre o amigo abusan de mujeres inocentes e indefensas fomentando una transacción económica en la que únicamente buscan su placer sexual sin importarles las víctimas del mismo. Porque sí, la prostitución es un problema que silenciosamente nos toca habitualmente a todos de cerca. Nunca amparen al victimario, al menos nunca silencien una violación.

Las imágenes de cientos de mujeres orinando en la calle durante unas fiestas populares en Galiza, han terminado en numerosas páginas porno internacionales en las que anónimos hombres de todo el mundo vacían sus bajos instintos violando la intimidad unas mujeres que han visto como para la justicia española esto no constituye delito alguno. El primer paso de la violencia contra las mujeres comienza en la cosificación: la acción de ignorar que la mujer que porta ese niño que has comprado es un ser humano, focalizarte durante una noche de fiesta en tus ganas de follar y no en la mujer a la que estás violando en un club de carretera o simplemente en dividir a todas las mujeres de tu vida en putas o parejas potenciales adecuadamente puras para tus exigencias. En esta cruenta realidad se educan hoy muchos de nuestros jóvenes que se inician su experiencia sexual en el porno y basan sus relaciones afectivas en MHYV, La Isla de las tentaciones o en las ocurrencias de cualquier Youtuber de tres al cuarto erigido en influencer y referencia moral. Admitámoslo, la niña violada, la mujer explotada, las manadas, los monstruos que a diario maltratan o asesinan a miles de compañeras en todo el mundo, son directamente fruto de un sistema que sigue considerando a las mujeres seres de segunda o en el mejor de los casos meros objetos con los que comercializar para lograr conseguir un rédito económico. Es por tanto lógico comprender que no existe revolución sin feminismo, ni podrá existir a su vez una verdadera revolución feminista sin un arduo trabajo de análisis de las abundantes disfunciones sociales del patriarcado. Disfunciones únicamente sustituibles por un sistema social capaz de estructurar un modelo de convivencia basado en la igualdad real y el respeto por todos los seres humanos. Por tanto, no existe otra alternativa que socialismo o barbarie. Es por esto que el mal llamado feminismo liberal, no se trata de otra cosa que la renegociación de tarifas por la explotación de las mujeres económicamente peor situadas. No caigamos en estas burdas trampas, comprendamos que la igualdad sexual y la igualdad de clase son ejes inseparables de una misma lucha.

Fuente e imagen: https://nuevarevolucion.es/48390-2/

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España: Dénia es sede de unas jornadas sobre la prevención de la violencia en el ámbito socioeducativo

Europa/España/23 de septiembre de 2016/www.denia.es

Abiertas a la ciudadanía, se celebran en el Centro Social los días 22, 26, 27 y 28 de septiembre

El Servei Psicopedagògic Escolar (SPE) Marina Alta y el Centro de Formación, Innovación y Recursos Educativos (CEFIRE) de Alicante, con la colaboración del Ajuntament de Dénia, las asociaciones de padres y madres de los centros educativos de Dénia, La Xara y Jesús Pobre y gabinetes municipales autorizados de la comarca, han organizado las I Jornadas Socioeducativas de Dénia centradas en la temática ”Violencia 0 desde los 0 años”. Las jornadas se celebrarán en el auditorio del Centro Social los días 22, 26, 27 y 28 de septiembre, en horario de tarde.

Con la finalidad de mejorar la convivencia de los niños, niñas, jóvenes y adultos en los diferentes contextos de socialización –centros educativos, familia y sociedad- las jornadas se centrarán en la difusión del modelo dialógico de socialización preventiva, un modelo de convivencia cuyo rasgo diferencial radica en que está basado en premisas científicas, según ha apuntado la directora del SPE, Remei Gómez.

El primer día (22 de septiembre), las jornadas abordarán las aportaciones científicas internacionales para la erradicación de la violencia de la mano del catedrático de Sociología de la Universidad de Barcelona Ramón Flecha y la doctora en Sociología por la Universidad de Barcelona y miembro del Centro de Investigación en Teorías y Prácticas Superadoras de Desigualdades (CREA), Lidia Puigvert.

 Dénia es sede de unas jornadas sobre la prevención de la violencia en el ámbito socioeducativo Las jornadas del 26 y 27 de septiembre estarán dedicadas a la presentación de las experiencias de varios centros educativos públicos, concertados y privados de la Comunidad Valenciana y Cataluña en la aplicación del modelo dialógico para la eliminación de la violencia.

El último día (28 de septiembre) se llevará a cabo un taller de análisis titulado “No al acoso: colectivos vulnerables” que conducirá Oriol Ríos, profesor de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.

La directora del SPE ha hecho especial incidencia en que se trata de una actividad abierta al público que se ha hecho extensiva al colectivo educativo, familias, asociaciones locales relacionadas con la igualdad, la discapacidad o la juventud, y los sectores judicial, sanitario y de seguridad.

La organización ha hecho una ampliación del número de plazas ante la expectación que han despertado las jornadas. A fecha de hoy hay 348 personas inscritas y todavía quedan plazas hasta cubrir el aforo del Centro Social.

Junto a la representante del SPE, han intervenido en la presentación de las jornadas el alcalde de Dénia Vicent Grimalt, quien ha felicitado a la organización y ha destacado la importancia de empezar a educar y concienciar sobre la no violencia en los centros educativos “que es donde más tiempo pasan nuestros niños y jóvenes“; el concejal de Educación, Rafa Carrió, quien ha resaltado la importancia de la temática de las jornadas y el hecho de que estén dirigidas a todo el mundo, educativo o no; y José Antonio Poves, director del CEFIRE Alicante, quien ha recordado el trabajo de formación que desde hace años desarrolla el organismo en centros de Dénia y la comarca de la Marina Alta y confía en que las jornadas registren una asistencia numerosa.

Tomado de: http://www.denia.es/es/informacio/actualitat/new.aspx?id=4420

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