«No estamos dando una educación motivadora a nuestros alumnos»

España / 27 de agosto de 2017 / Autor: M. R. Martínez / Fuente: La Verdad 

José Hernández. Profesor de Lengua y voluntario en el ‘colegio milagro’

Su compromiso por mejorar la enseñanza llevó un buen día a José Hernández Martínez, profesor de Lengua y Literatura en el instituto de Puerto de Mazarrón, a recorrer 600 kilómetros para colaborar como voluntario en el colegio Joaquim Ruyra de Hospitalet de Llobregat (Barcelona). Este centro docente es conocido como el ‘colegio milagro’ porque sus alumnos, el 92% de ellos extranjeros, destacan en el ‘ranking’ de competencias básicas. Allí descubrió otra forma de educar, lejos de las clases magistrales, con actividades de 20 minutos y en las que los padres echan una mano. Ahora trata de aplicar en el aula algo de todo lo que descubrió.

¿Qué fue lo que más le llamó la atención de su experiencia en el ‘colegio milagro’ de Hospitalet?

-La gestión del centro y su compromiso con el proyecto educativo. Hace unos años, esa comunidad educativa emprendió una búsqueda del sistema pedagógico que mejor se adaptase a la nueva realidad social que trajo la crisis. Ese proceso desembocó en la aplicación de lo que conocemos como comunidades de aprendizaje, y su desarrollo se gestiona como proyecto de centro, por encima de intereses profesionales o personales. Esa es la clave: el proyecto.

¿Extrajo alguna conclusión aplicable a sus clases en el instituto donde trabaja?

-El propósito del viaje era la incorporación de nuevos modelos pedagógicos a un proyecto de dirección en el que estábamos trabajando. Las cosas, lamentablemente, no salieron como deseábamos, y de momento solo pudimos aplicar parcialmente algunas estrategias en el ámbito del aula, como el establecimiento de un tiempo concreto de 20 minutos por actividad, el trabajo en pequeños grupos en los que prevalece la autonomía de los alumnos o los apoyos en el aula. Los resultados, no siendo aún representativos, son esperanzadores, no solo por la mejora académica, sino por la acogida entusiasta en los alumnos ante el simple horizonte del cambio. Es más fácil trabajar con alumnos felices.

¿Qué falla en el sistema educativo de la Región para que presente un abandono escolar del 25%?

-Es evidente que no estamos ofreciendo una educación motivadora ni de interés a nuestros estudiantes. Los procesos pedagógicos mantienen estructuras que rigen a los escolares desde hace décadas, como la disposición curricular, la organización de espacios y tiempos, la selección de contenidos y materiales… y, sin embargo, la sociedad se transforma a una velocidad de vértigo. Es como si en los hospitales operásemos con las técnicas de hace 50 años.

¿Y cómo implicar más a los padres?

-Precisamente ese es uno de los éxitos de las comunidades de aprendizaje: el compromiso de todos los sectores educativos. Los padres y abuelos pueden trabajar como voluntarios en las aulas, lo que no solo mejora la ratio de las clases, sino que desarrolla la implicación de la familia en la escuela e incluso proporciona reconocimiento social y autoestima a quienes deciden ejercer como voluntarios. La escuela no puede solo aspirar a educar a los hijos, sino que debe convertirse en una institución de referencia para la comunidad.

¿Están suficientemente motivados los docentes?

-Es muy fácil, imagino, amparar la desmotivación en el contexto actual de escasez de recursos. Y supongo que es incluso hasta legítimo. Sin embargo, intento combatir esa desafección cada día, aunque en ocasiones no sea fácil. La educación es la más poderosa herramienta de transformación, y el mundo necesita cambios con urgencia. Nuestra labor es demasiado importante para detenernos en nosotros mismos.

¿Estamos formando a nuestros escolares para que sepan desenvolverse en un mundo cada vez más competitivo y tecnológico?

-Internet ha modificado nuestra sociedad del conocimiento. Hay que insistir, por tanto, en una educación menos conceptual, y priorizar más que nunca los procedimientos. Nuestra labor debe centrarse en proporcionar estrategias de garantías a dicho acceso, y en suministrar un verdadero espíritu crítico ante ese universo virtual no siempre veraz.

Por su experiencia, ¿qué echa más de menos en la formación de los alumnos?

-Puede parecer absurdo, pero lo que más echo de menos es a los propios alumnos. Existe una desconexión absoluta entre el alumno y el profesor que podría sintetizarse en una frase que suelo emplear en clase: vosotros hacéis como que aprendéis y yo hago como que enseño. Es inaplazable focalizar el proceso de enseñanza en el propio alumno, y hacerlo protagonista. Muchas veces no es más difícil que preguntarle qué quieres hacer o cómo quieres hacerlo.

Fuente de la Entrevista:

http://www.laverdad.es/murcia/dando-educacion-motivadora-20170826003232-ntvo.html

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Tecnología, nueva arma de motivación masiva.

Europa/España/Fuente:http://www.20minutos.es/

Por: Desiree Pozo.

¿Puede la tecnología ser una motivación extra para los alumnos? La experiencia en el Colegio Santo Domingo en Algete y en el Instituto Príncipe Felipe en el Barrio del Pilar, ambos en Madrid, dice que sí. De hecho, ambos centros «tienen una alta demanda de las familias» y, además, en las pruebas de evaluación externa «están por encima de la media», como confirma Educación. Otras imágenes 4 Fotos Ambos centros son públicos y el IES Príncipe Felipe, además, forma parte de un programa de la Comunidad de Madrid que eligió a 15 centros de los 208 que se presentaron en 2010, para formar parte del proyecto de Institutos de Innovación Tecnológica e imparten, al menos, un 25% de las clases con herramientas tecnológicas.

Por su parte, la aplicación de las nuevas tecnologías en la educación en Santo Domingo es un proyecto personal de su director, Óscar Martín. Son dos formas diferentes de llevar las nuevas tecnologías al aula, pero los resultados hablan por sí mismos. Padres y alumnos están encantados tanto con las metodologías como con los resultados. ¿Libro o iPad? Los libros de texto son el alma de la educación actual. A pesar de introducir las nuevas tecnologías en el aula, estos centros no los eliminan, al menos no del todo. En el Instituto Príncipe Felipe siguen siendo la base de su educación. Sin embargo, van acompañados por aulas virtuales en las que los profesores refuerzan con teoría y ejercicios propios lo que el libro enseña.

En cambio, en el Colegio Santo Domingo se apuesta por el contenido propio de los profesores, aunque en educación infantil y en parte de educación primaria aún se utilizan algunos libros. Pero la idea es que tiendan a desaparecer los libros de texto, que no otro tipo de libros de consulta para realizar los trabajos. CEIPS Santo Domingo El centro estaba a punto de cerrar por falta de alumnos, pero decidimos empezar con este proyecto En Santo Domingo los alumnos tienen entre 3 y 16 años y en su gran mayoría vienen de fuera de la urbanización en la que se encuentra el colegio.

«El centro estaba a punto de cerrar por falta de alumnos, pero decidimos empezar con este proyecto y ahora mismo tenemos más de 400 alumnos», explica Óscar Martín, director del centro y antiguo alumno. «Cuando tengamos la segunda línea, serán 750». En este colegio se utilizan los iPads y la metodología es sencilla: el aprendizaje gira en torno a los mapas mentales. «Todo el contenido que vas trabajando se va seccionando y cada vez que se habla de algo se coloca en su casilla. Y se sigue la estrategia básica: cada rama va de un color y se jerarquizan los contenidos», señala Martín. El método «es muy visual y así se memoriza más rápido».

Por esto, los libros se han sustituido casi por completo y se utilizan los contenidos creados específicamente por los profesores. Pero no solo ellos son creadores de contenido, los alumnos también lo generan continuamente. Una vez los mapas mentales están subidos  El proyecto de Óscar Martín necesita la implicación de toda la comunidad educativa. Los profesores suben los mapas mentales, que directamente se publican en las cuentas de Twitter de cada clase. Así, los alumnos saben qué deben estudiar para el día siguiente, cuando preguntarán sus dudas y comenzarán a trabajar con el tema, que culmina con un trabajo de investigación por parte de los alumnos.

En este trabajo, el alumnado se documenta (a través de Internet, libros que les da el profesor o que consulta por su cuenta y preguntando a expertos) y realizan sus propios vídeos para explicar a sus compañeros el tema que tengan que tratar. Los trabajos son en grupo, lo que fomenta la integración de los niños: «Se reparten las tareas, todos tienen que hacer algo, si a uno se le da mejor dibujar, será imprescindible, y lo mismo con el resto», apunta Martín. IES Príncipe Felipe Cuando José Guerrero, actual director del instituto, llegó en 2012 a la dirección del centro, ya había pasado varios años en el equipo directivo y había visto germinar y crecer la idea del proyecto de innovación tecnológica que lleva a cabo el centro.

Las aulas de las clases de secundaria «están dotadas con puestos individuales con acceso a Internet. Los pupitres tienen un aspecto ordinario, pero son abatibles y los ordenadores se despliegan hacia arriba», explica Guerrero. Encima de la tarima, la mesa del profesor junto con una pizarra electrónica. Desde los dos monitores que maneja el profesor, sabe qué está haciendo cada alumno.

Además, un grupo de dos o tres alumnos por clase, se encargan de ir cada mañana antes de la primera clase para comprobar que todos los ordenadores funcionan. Son los alumnos ‘WiFi’ y se dedican a controlar que los ordenadores se utilizan de la forma adecuada. Si un ordenador no funciona, en seguida se sabe quién fue el último alumno en utilizarlo porque los profesores controlan dónde se sienta cada alumno.

El uso de las aulas virtuales ha gustado tanto a algunos profesores que «también las utilizan en bachillerato y en formación profesional». Abanderados de la pública Si Óscar Martín y José Guerrero coinciden en algo, además de creer que el uso de las TIC en clase aumenta la motivación de los alumnos, es que la educación pública sólo puede luchar contra la privada dando lo mejor de sí misma. Para ello, la comunidad educativa debe estar unida y plantearse el mismo objetivo.

«La crisis nos ha puesto alguna dificultad para poder llevar a cabo nuestros proyectos en el centro», explica José Guerrero. El centro se ha visto afectado por los recortes en Educación. Sin embargo, no han dejado de plantearse nuevos proyectos como la implantación del Bachillerato Internacional para 2017 o que los alumnos de formación profesional realicen prácticas en el extranjero, todo para ofrecer «una oportunidad europea» a sus estudiantes.

«Todo lo que hacemos en el centro es por el empeño de un claustro de profesores bastante comprometido con la defensa de la enseñanza pública y con competir en nuestro entorno para conseguir que nuestro centro pueda conseguir demanda de la privada», señala. De forma similar habla Óscar Marín: «La implicación del profesorado es lo que ha hecho posible que pusiéramos en marcha el proyecto».

«De hecho, después de unos años de mucho trabajo, ahora por fin podemos disfrutar de lo que hemos hecho», cuenta Óscar. Sin embargo, su trabajo no termina aquí, los profesores siguen colaborando entre ellos para mejorar el proyecto, detectando las carencias de los niños: «Nos dimos cuenta de que los estudiantes no estaban muy puestos en cultura general, así que modificamos un poco el proyecto y han mejorado mucho».

Las TIC motivan a los alumnos, pero son una estrategia más dentro del panorama educativo. «Cada vez habrá más cambios en la forma de enseñar a los alumnos, aunque no todos los centros se dedicarán a las TIC», explica Óscar Martín. «Los padres tendrán más libertad para elegir qué proyecto les interesa más».

Fuente:

http://www.20minutos.es/noticia/2774064/0/colegios-tecnologicos-ceips-santo-domingo-instituto-principe-felipe/

Imagen: http://img.kaloo.ga/thumb?url=http%3A%2F%2Fcdn.20m.es%2Fimg2%2Frecortes%2F2016%2F09%2F02%2F336090-944-629.jpg&md5val=e66f3cc2ca8af2c19a43b28ff2834513&key=84ce072c28c59ae52c080c3b5b7cbc30d4dfbf62&method=fill&size=1080×720

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COLOMBIA: Secretaría de Educación del Atlántico premia a estudiantes por Día del Idioma

Colombia/23/04/2016/ Fuente y Autor de la noticia: entorno inteligente

El Heraldo / Sinaí Sarmiento, Valentina Charris y Valentina Gaviria, estudiantes de la Escuela Normal Superior de Fátima, de Sabanagrande, y Daniela Munive, estudiante de la IE María Auxiliadora, de Galapa, fueron las ganadoras de la primera versión del Concurso de Lectura y Escritura Crítica que organizó la Secretaría de Educación del Atlántico, denominado ‘Viajemos por los ambientes escolares del Atlántico’.

Al concurso se presentaron 151 trabajos de las 85 instituciones educativas departamentales, de los cuales 12 fueron escogidos en la fase final en las categorías de preescolar y primer grado, segundo a quinto grado de primaria, sexto a noveno grado en secundaria y décimo y undécimo grado de la media.

Las ganadoras recibieron premios como la entrada a la Feria del Libro que se realiza en Bogotá, y tabletas o portátiles de acuerdo al lugar ocupado. Además, sus trabajos serán publicados en la revista nacional Ruta Maestra, de la editorial Santillana.

El secretario de Educación departamental, Dagoberto Barraza, manifestó que es bueno «ver el talento de estas niñas y jóvenes, y el amor por lo que hicieron», y agregó que son un orgullo para el departamento.

COLOMBIA: Secretaría de Educación del Atlántico premia a estudiantes por Día del Idioma.

Fuente de la noticia: http://www.entornointeligente.com/articulo/8290646/%3Cspan-style=color

Imagen: http://www.elheraldo.co/sites/default/files/styles/detalle_articulo/public/2016/04/22/articulo/i_concurso_dia_del_idioma_y_la_escritura_5.jpg?itok=5AvOzHcM

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Bolivia: En un mes, 582 niños en cárceles leyeron 239 libros

www.la-razon.com/10-04-2016/ A. Cuevas / La Paz

En febrero de este año, 582 niñas y niños que viven con sus progenitores en los centros penales de Bolivia hicieron una lectura de 239 libros. Este es uno de los resultados del programa implementado por el Ministerio de Educación, a través de los Centros de Apoyo Integral Pedagógico (CAIP).

“A todos los niños que leen les fue muy bien en sus cursos”, indicó la coordinadora nacional de los CAIP, Rosa Torres, quien empezó a trabajar desde 2008 en mejorar la lectura de los niños que viven junto a sus madres en el centro penitenciario de Obrajes.

A partir de 2012 este tipo de trabajo se amplió a las 19 cárceles del país, con la instalación de más CAIP. Actualmente cada centro tiene una infraestructura adecuada para los niños entre tres y 14 años.

Registros del Ministerio de Educación señalan que en febrero 582 niñas y niños leyeron 239 libros; la cifra mayor de lectura pertenece al penal de San Pedro, en La Paz, con 73 libros; seguido de la cárcel de Obrajes, con 14; y la de Miraflores, con seis.

Roberto Aguilar, titular de Educación, entregó el 31 de marzo equipamiento para el CAIP del penal de Villa Busch, en Cobija (Pando). “En vez de estar en los pasillos o en las celdas, los niños encontrarán un aula pedagógica en condiciones óptimas y con material didáctico”, expresó.

Destacó que lo más importante es que los maestros acompañan y orientan en las actividades pedagógicas: lectura, informática, psicomotricidad.

El objetivo de este apoyo pedagógico es reducir la tasa de rezago y deserción escolar, y lograr nivelarlos. Parte de la metodología en las aulas de los CAIP es la lectura de cinco a 10 minutos, explicó Torres. “Son lecturas cortas que aumentan según el nivel y tipo de libros”.

En 2013, una niña de 10 años que acudía a un centro que posteriormente se convirtió en CAIP había leído 229 libros. Ella fue una de las mejores alumnas de su curso y llegó a ser delegada del mismo. En 2015 se identificó a dos niños, hijos de reclusos de San Pedro, con las mejores calificaciones de su curso.

“El niño adquiere el hábito de la lectura y va acumulando puntos, esto le ayuda a conseguir material educativo como marcadores, crayones”, resaltó uno de los técnicos del CAIP, Daniel Viadez. El siguiente paso es llevar la lectura a los hospitales.

Las mujeres leen más

Un informe del CAIP de La Paz indica que las niñas son las que más leen, en comparación con los varones.

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