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Entrevista a George Mavrikos: “En el mundo moderno, con los grandes cambios y avances tecnológicos, siguen existiendo dos clases sociales básicas: los explotadores y los obreros”

Entrevista a George Mavrikos, ex secretario general de la Federación Sindical Mundial

En esta segunda parte de la entrevista a George Mavrikos repasamos su labor en la Federacióhn Sindical Mundial entre el Congreso de La Habana de 2005, donde fue elegido Secretario General hasta el 18º Congreso de Roma

Georges Mavrikos nació en la isla griega de Esciros hace 72 años. Desde su infancia entendió que la explotación es la base en las relaciones laborales en un sistema capitalista y que la solución para la emancipación de la clase obrera pasa por la superación de este criminal sistema. Educado en principios socialistas, fue un dirigente sindical en su Grecia natal, despedido de 7 empresas por defender a su clase y un cuadro sindical imprescindible. Su clarividente visión internacionalista fue fundamental para su trabajo en la Federación Sindical Mundial, en su vicepresidencia y, finalmente como secretario general desde 2005 a 2022.

El pasado mes de mayo, la FSM celebró su 18º Congreso en Roma y Georges Mavrikos dejó su cargo, tal y como había anunciado en el 17º Congreso celebrado en Durban. No significa un retiro total ya que en el mismo Congreso aceptó su nominación como presidente de honor del sindicato internacional.

En esta entrevista queremos destacar el papel imprescindible que un trabajador y sindicalista nacido en una diminuta isla del Egeo ha aportado al avance de la clase obrera internacional. Si la clase trabajadora, en la sempiterna lucha de clases, fuera quien llevara la delantera frente a la burguesía, no habría duda de que el nombre de Georges Mavrikos figuraría en el olimpo de prohombres de nuestra historia.

III. De La Habana a Roma

8- -¿Cuáles han sido los logros en la FSM desde La Habana?

¡»El Gran Salto» entonces, como lo llamó el camarada Quim Boix! Nos esforzamos por plasmar de manera integral la respuesta a esta pregunta en la publicación homónima con motivo del último 18o Congreso de la FSM. Allí dimos de manera gráfica, en la medida de lo posible, un panorama del rumbo seguido por la FSM en los últimos 17 años, con los avances -los logros como usted dice- y el crecimiento de esta gran familia clasista de la clase obrera mundial.

Sin querer repetir las cifras de forma exhaustiva, cabe mencionar que de los 48 millones de afiliados/ad, trabajadores/as de base, que apenas tenía la FSM en 2005, en 2022 la FSM cuenta con 110 millones de afiliados/as, es decir podemos hablar de un incremento del 129%. Al mismo tiempo, se puede decir que este aumento no es solo cuantitativo sino que también tiene elementos cualitativos importantes, ya que grandes organizaciones de gran calado social y alcance global se reincorporaron o se afiliaron a la FSM por primera vez. El ejemplo de la COSATU de Sudáfrica (cuya existencia siempre ha estado tan indisolublemente ligada a la FSM) que volvió a nuestra familia, la poderosa CITU de India, las decenas de federaciones y sindicatos de base de la CGT Francia, los millones de trabajadores/as agrícolas del FAC en México dan testimonio de este desarrollo cualitativo. Simultáneamente, las UIS -las Uniones Sindicales Internacionales de la FSM- de 4 que fueron antes del Congreso de La Habana, llegan a 11 en 2022, y, de hecho, están presentes en sectores estratégicos de la economía donde la clase obrera contemporánea está trabajando y sufriendo (Metal, Energía, Transportes, Bancos, Hotelería-Turismo, Pensionistas y Jubilados, Textiles, Confección y Cuero etc.). Es decir, estamos hablando de un incremento del 63,6%. Vemos un panorama similar en las Oficinas Regionales con 5 de ellas operando en 2005 mientras que en 2022 existen 7. Al mismo tiempo, mientras que la FSM no tenía Oficinas Subregionales antes del 15º Congreso, hoy cuenta con 6. Al mismo tiempo, se armaron 4 Comités Internacionales (Mujeres Trabajadoras, Jóvenes Trabajadores, Refugiados e Inmigrantes, Asesoría Jurídica) que han desarrollado una rica acción. Además, se lanzaron los Días Internacionales de Acción de la FSM, que tuvieron un gran impacto internacional, movilizando a millones de trabajadores/as en todo el mundo bajo reivindicaciones comunes. La intervención de la FSM en las organizaciones internacionales donde tiene un estatus consultivo permanente y general (ONU, UNESCO, FAO y OIT) se reactivó sobre una base distinta y con otro punto de vista; se organizaron paros internacionales, campañas de solidaridad con los pueblos que gimen bajo el imperialismo; se imprimieron libros y se hicieron varias publicaciones sindicales ideológico-políticas; se organizaron concursos internacionales de carteles y libros; se celebraron misiones internacionales a más de 100 países de todo el mundo; se conmemoraron aniversarios históricos de la clase obrera y se emprendieron tantas otras iniciativas a las que uno puede referirse… Creo que cada uno de estos aspectos de acción podría incluso ser tema de una pregunta y análisis aparte.

En general, se puede decir que la FSM volvió a ser un oponente a tener en cuenta por la burguesía y el imperialismo. La clase obrera volvió a sacar sus uñas contra el enemigo de clase a nivel mundial y todos juntos en la familia de clase de la FSM demostramos que la historia no termina como se apresuraron a predecir algunos «científicos» burgueses. Y sinceramente, para mí el principal criterio de que la FSM se fue desarrollando y creciendo fue -además de los testigos irrefutables de los datos numéricos- los ataques que sufrió la FSM en los últimos años: tanto de enemigos como de «fuegos amigos».

Después de todo, es una regla clásica de la lucha clasista que «ser atacado por el enemigo no es una cosa mala», sino una confirmación de que la ruta que has elegido es la correcta; una ruta que preocupa y fastidia a los enemigos del progreso social. Y mientras antes de 2005 casi nadie se ocupaba de la FSM, después de La Habana escuchamos toda clase de acusaciones: primero que la FSM es el “hombre enfermo” en soporte mecánico que se resiste a ser desconectado, luego que cultivamos el “estalinismo hidropónico”, que somos restos del pasado que solo izan banderas y gritan consignas, que somos los divisionistas del movimiento sindical mundial, que somos antidemócratas, que apoyamos regímenes dictatoriales, que abastecemos a terroristas…

Visita a Palestina en 2003

Nuestros dirigentes han sido encarcelados y asesinados por la reacción y el estado burgués en Colombia, México, Guatemala, Indonesia, Paraguay, Perú, Israel y tantos otros países. Militantes de la FSM han sido despedidos de sus trabajos en todo el mundo o llevados a los tribunales por su accionar internacionalista. Incluso miembros del equipo de las Oficinas Centrales de la FSM fueron perseguidos o amenazados en misiones sindicales a Colombia, Israel, Panamá y otros lugares…

Y todo esto porque no nos inclinamos ante el imperialismo, porque no entramos en “los sacerdocios” de los aparatos imperialistas de Bruselas y EE.UU., porque no nos convertimos en una «ONG sindical» como lo es hoy la CSI. Teníamos que hacer algo muy simple y todo sería para nosotros «un camino de rosas»: afirmar que la lucha de clases se acabó y que el capitalismo es eterno. Pero si dijéramos eso, no seríamos quienes somos. Por consiguiente, todo este curso nuestro inspiraba orgullo y superioridad moral y política hacia nuestros adversarios.

9–¿Cuáles han sido los mayores enemigos durante este tiempo?

Como le dije, el principal enemigo de la FSM es el principal enemigo de la propia clase obrera mundial: la burguesía y sus instrumentos. En otras palabras, la ubicación de nuestro principal enemigo surge del análisis marxista-leninista del mundo y la contradicción fundamental que ubica en nuestra época, que es la época del imperialismo, de la existencia parasitaria del sistema capitalista global. Así que la contradicción fundamental de nuestro tiempo sigue siendo entre capital y trabajo; entre los que lo tienen todo y los que no tienen nada más que su fuerza de trabajo. Por tanto, para la clase obrera el “principal enemigo está en su propio país” como había dicho Karl Liebknecht en 1915, en medio de la Primera Guerra Mundial.

Todos estos años, este fue también para la FSM el principal enemigo que con sus mecanismos, sus poderosos medios, las ingentes sumas de dinero que gastó en propaganda antisindical y en la compra de conciencias, ponía trabas, amenazaba, aterrorizaba y luchaba contra la FSM en de cualquier forma que pudiera. En ocasiones incluso recurrió a ataques directos, como el que orquestó el estado burgués en Italia poco antes de la organización del 18o Congreso Sindical Mundial, con la incursión de los carabineros de manera  premeditada y con acusaciones inventadas en las oficinas de la USB, que fue también la organización anfitriona del Congreso de Roma. Aquí permítame hacer un paréntesis diciendo que estas tácticas son habituales para los estados burgueses cuando eligen perseguir a la FSM y su línea de clase. Le recuerdo que el estado francés había organizado un tipo de incursión similar en 1950 en las entonces oficinas de la FSM en París, tal y como lo hizo el estado austriaco en las oficinas de la FSM en Viena en 1956 con una redada nocturna, saqueo de archivos y documentos y confiscación de sumas de dinero.

¿No fue un ataque directo a la FSM la prohibición de mi ingreso a los EE. UU. en mi calidad de Secretario General de la FSM en 2018? ¿Mucho más ya que los motivos de mi visita eran netamente político-sindicales y mi propósito era participar en un evento de Naciones Unidas? Aquí hago nuevamente un paréntesis para decirles que el estado burgués tiene continuidad tanto en sus prácticas como en su lista de “enemigos”. Es interesante que el estado estadounidense había emitido una prohibición similar al – conocido en su país por su participación en la Guerra Civil Española – presidente italiano de la FSM Giuseppe Di Vittorio en 1952, prohibiéndole ingresar a los EE. UU. para hablar ante la ONU. Por lo tanto, los burgueses saben muy bien que somos enemigos. La clave es que nosotros no lo olvidemos.

El segundo enemigo fueron y son las organizaciones imperialistas, las uniones y alianzas transnacionales imperialistas que tanto sufrimiento han causado a la humanidad y a los pueblos del mundo entero. ¿Sería posible que no fuéramos enemigos acérrimos del imperialismo y sus instrumentos? Nos separan ríos de sangre, millones de combatientes muertos que cayeron con arma en mano, luchando desde las selvas de Vietnam hasta las montañas de Grecia y las maniguas de Colombia. La FSM tiene grabada la lucha antiimperialista en “su piel” como una «marca de nacimiento».

Con Raúl Castro en el Primero de Mayo de 2016, La Habana, Cuba

Le recuerdo la cuarta resolución del congreso constituyente de la FSM en 1945 respecto a su postura frente al imperialismo y el colonialismo, en torno a la cual hubo una gran polémica: “Sería una victoria incompleta si los pueblos de las colonias y los territorios de todos los países se encontrasen privados de los derechos de la auto-determinación y la Independencia Nacional”. En resumen, nuestro movimiento siempre ha estado del lado correcto de la historia, del lado de los verdaderos productores de riqueza, del lado de los proletarios. Fíjese en la actitud de la FSM contra el imperialismo en todas partes: en Grecia, en Chipre, en Cuba, en Nicaragua, en Venezuela, en Angola, en Mozambique, en Sudáfrica, en Vietnam, en Corea, en Afganistán, en Libia, en Yemen, en Siria, Kuwait, Irak, Líbano, Palestina y tantos otros países. Donde los imperialistas asaltaban pueblos, creaban olas de desarraigados, inmigrantes y refugiados para rediseñar fronteras y saquear recursos, la FSM  defendía a estos pueblos con una solidaridad internacionalista en práctica, con sus afiliados y cuadros en todos los países y continentes en la primera línea de lucha.

El tercer enemigo, creo, se encuentra en los colaboradores de la burguesía, en sus lacayos, en sus representantes en el movimiento obrero: la aristocracia obrera y los sindicalistas burócratas. Estos individuos, la mayoría de los cuales nunca han trabajado en su vida, a veces aparecen como progresistas, a veces como ecologistas, a veces como anti-sexistas, a veces como humanistas, o incluso pretenden mostrar empatía por el sufrimiento del obrero. Son sindicalistas “de probeta”, “fabricados” en las escuelas de varios ministerios y fundaciones de colaboración de clases. La experiencia de su país con las cúpulas sindicales amarillas de CCOO y UGT es una representación fotográfica de lo que estoy describiendo. A nivel internacional esta tendencia se expresa a través de la CSI: con altos salarios garantizados, estos sindicalistas sólo de nombre no pertenecen a la clase obrera y su misión principal es transformar los sindicatos de organizaciones obreras masivas en mecanismos y servidores del capital; buscan frenar a la clase obrera, apaciguarla y desorientar sus luchas, propagando el “maquillaje” del sistema capitalista y rechazando el papel y la misión de la clase obrera. Por todas estas razones, sienten un odio profundo hacia el movimiento sindical clasista y los sindicalistas combativos. Fabrican varias teorías falsas para hacerse parecer importantes y útiles. Establecen vínculos con los medios de comunicación, inventan noticias y sacan provecho de los avances digitales de la ciencia. A nivel ideológico, son, en otras palabras, los portadores de la ideología burguesa dentro del movimiento obrero, la «quinta columna» contra el movimiento obrero de clase.

Finalmente, tengo que confesarle que hay un enemigo más, un enemigo más peligroso y muchas veces invisible: y este son nuestros propios errores, nuestros propios desaciertos y equivocaciones. Sin enfrentarnos a ellos, sin estudiarlos, el progreso de nuestro movimiento es imposible. Su existencia es inevitable, pero su repetición no lo es. Después de todo, consideremos que gran parte de la experiencia del movimiento obrero y sindical es producto de los errores y las lecciones que sacamos de ellos.

Permítame darle un ejemplo: ¿es deber o no del movimiento sindical de clase ser siempre un juez del poder desde el punto de vista de los intereses de la clase obrera? ¿No debería ser “el abecedario” del movimiento obrero defender y elevar el nivel de vida de la clase obrera sin importar el sistema económico de cada país? ¿La consecución de este objetivo no pasa siempre por la crítica desde el punto de vista de los trabajadores/as? ¿Qué críticas hicieron los sindicatos de los países socialistas a los errores que veían cometerse frente a ellos en la construcción socialista? Por ejemplo en el 11o Congreso de la FSM en Berlín Oriental, en 1986, participaron sindicatos de 75 países. ¿Hubo algún delegado que criticara la Perestroika y la restauración capitalista inminente?

Allí estaban reunidos líderes sindicales con un papel destacado que veían, entendían -por supuesto con las limitaciones de la época- lo que andaba mal. Así se ha desperdiciado para la clase obrera mundial una gran oportunidad de prestar una ayuda importante a la Unión Soviética, abriendo un frente de crítica y revelación de los verdaderos objetivos de la Perestroika, contra la restauración capitalista metódicamente preparada. Entonces, en resumidas cuentas, el conocimiento del movimiento obrero no viene sin un costo. La clave es aprovecharlo, apreciarlo, saber siempre que lo conseguimos con dolores y peripecias.

10- -¿Cuál crees que ha sido la clave para el gran crecimiento de la FSM?

Creo que el gran crecimiento de la FSM, el gran salto del que hablábamos antes, no se encuentra en un solo factor, sino en una combinación de objetivos tácticos y estratégicos, aspectos específicos que incluso compartí en el reciente Congreso; o sea se encuentra en unas claves cualitativas y cuantitativas.

Primero, creo que se logró con la creencia, la profunda creencia de que en el mundo contemporáneo, la clase obrera necesita un arma propia. Su propia herramienta para elaborar su estrategia y sus tácticas. Estrategia y táctica para sí misma como clase social con una misión histórica particular. En contra de la percepción reformista y revisionista que afirma que supuestamente no hay clase obrera en la actualidad e identifica a la clase obrera con los trabajadores manuales de siglos anteriores, hemos respondido y respondemos científicamente que en el mundo moderno, con los grandes cambios y avances tecnológicos, hay dos clases sociales básicas. Los capitalistas, los explotadores, por un lado, y los obreros y empleados, por otro. Por supuesto, la clase obrera también evoluciona, se desarrolla, adquiere más conocimientos, está más formada que antes, ha acumulado más conocimientos, tiene más experiencia y sus necesidades básicas se amplían constantemente. Todos estos cambios existen y los tenemos en cuenta. Pero a pesar de todos estos cambios, el criterio básico se mantiene. La explotación. La producción de plusvalía y el sudor robado que va a parar a los bolsillos de la burguesía. Así que procedemos con la creencia de que en el mundo moderno hay injusticia social, hay explotación social y una explotación aún más cruel; y seguimos creyendo que la actual clase obrera con su gran conocimiento y experiencia está más cerca y tiene en sus propias manos el interruptor del proceso productivo. Esta premisa y concienciación ha sido el “faro”, la base que nos ha guiado en la elaboración de nuestra táctica durante estos 17 años.

14º Congreso de CITU, India, 2013

El segundo factor tiene que ver con la organización práctica, la articulación interna de nuestras fuerzas, el espíritu combativo que caracterizó a nuestros militantes. Estoy hablando de la colectividad y la actitud militante común de la gran mayoría de nuestros miembros y cuadros. Lo que hemos conseguido no ha sido el resultado de una sola persona. Fue sobre todo un esfuerzo colectivo, una búsqueda común, una actitud común de todos nosotros. Todos construimos esta estructura juntos. No anulamos el papel de la personalidad. Sabemos que en la historia social la personalidad influye ciertamente en los acontecimientos. Pero la evolución, el progreso, el avance, lo escriben las masas; las colectividades, no los reyes, los cardenales y los príncipes.

El tercer factor tuvo que ver con una regla importante que cumplimos estrictamente en las batallas que libramos: prestamos atención a la base, intentamos no perder el contacto con ella. Con nuestros sindicatos, con los trabajadores/as, los desempleados/as, los inmigrantes, los refugiados/as, los sin techo y los excluidos/as. Reforzamos la democracia interna en nuestra operación. Personalmente he visitado 87 países en los 20 años que han pasado y, algunos de ellos muchas, muchas veces. Los miembros del Secretariado y del Consejo Presidencial hicieron lo mismo. Muchos más de nuestros cuadros de las UIS y el personal de las Oficinas Regionales viajaban y estaban cerca de la base. Con todos estos contactos fuimos tomando fuerza desde las bases y dando valor a las luchas. Intentamos mantener los oídos y los ojos abiertos a las luchas y reivindicaciones de las bases. Así es como se gana la confianza de las bases y éstas se vuelven más militantes, más agresivas, porque se dan cuenta de que no están solas en sus luchas. Hemos amado y apoyado a las bases de la FSM y éstas nos devuelven su propio amor y aprecio. Después de todo, esta era la fuerza valiente de la FSM, sus héroes cotidianos en sus lugares de trabajo y países.

La cuarta clave para la revitalización de la FSM, creo, fue el uso de la crítica, la autocrítica y la emulación que son la ley de nuestro progreso y mejora a nivel colectivo e individual. Como cuadros del movimiento sindical clasista e internacional debemos analizar objetivamente la situación en cada momento; tener un conocimiento objetivo de la realidad de nuestro sector, de nuestra región, de nuestro sindicato y -como dirección de la FSM- del mundo. Para alcanzar este nivel necesitamos ser conscientes de nosotros mismos y hacer un examen crítico de nuestras decisiones y acciones. Tenemos el deber de cultivar la emulación colectiva, la ambición de mejora y el fortalecimiento integral de la personalidad de nuestros cuadros. Y, sobre todo, nuestra ley básica fue y será la obligación de aprender de nuestros errores; para reflexionar sobre nuestras debilidades y nuestros errores; para analizarlos. El militante inteligente aprende de sus errores. ¡El frívolo nunca!

El quinto factor es ciertamente el estudio de la historia de nuestra clase y específicamente de la propia FSM. A lo largo de estas dos décadas, hemos aprovechado nuestra rica historia. Con sus aspectos positivos y negativos. Con sus avances y retrocesos. Con sus dignos compromisos y sus inaceptables concesiones. Con sus grandes éxitos y sus pocos pero reales errores. La experiencia histórica, tanto positiva como negativa, es para nosotros hoy un activo y un arma positiva para el presente y el futuro. Como he mencionado antes, la historia es una ventana abierta al ayer y al mañana. Y para construir el mañana hay que basarse en la experiencia del ayer.

La utilidad de la historia del movimiento obrero y sindical a nivel sectorial, local, nacional e internacional es grande hoy en día. Y al mismo tiempo es una tarea clave defendernos y contraatacar contra el sucio negocio de reescribir la historia. Hemos defendido y defendemos la verdad histórica. Es bien sabido que la lucha de clases se da también en el campo de las ideas, a través de la lucha ideológica de la clase obrera. Por lo tanto, la lucha por la lectura correcta de la historia es también una batalla por el futuro y el presente mismo de la clase obrera. Ese fue también el objetivo de nuestra acción con los cursos especiales sobre la historia del movimiento sindical, esto es lo que hicimos con seminarios especiales, con concursos de libros y carteles, con publicaciones, artículos y discursos. Como dije en el 18Congreso, en 17 años contamos con más de tres mil de nuestros cuadros, principalmente jóvenes, que asistieron a seminarios relevantes.

El sexto factor que levantó la FSM fue el propio calor de la batalla, la propia acción. Como recibimos la FSM en un estado de parálisis, la tarea inmediata fue la acción. Por eso lanzamos el lema “Acción – Acción – Acción” en el 15º Congreso Sindical Mundial de La Habana, Cuba. No deberíamos haber perdido el tiempo en introspecciones, en ombliguismos y en discusiones interminables. Insistimos en que “en la acción” resucitaríamos la FSM. Es a través de la acción que demostraríamos si lo conseguimos y qué logramos. Y tuvimos toda esta rica acción que todos ustedes conocen, descrita en los textos y documentos clave de nuestro congreso de Roma, disponibles en nuestro manual de “Estadísticas 2005 – 2022”, en nuestros vídeos y en nuestras publicaciones. Así que la lección y la conclusión es la acción. Acción con nuestros objetivos y prioridades. En la acción a lo largo de los años hemos intentado organizar muchos cursos de educación y formación sindical.

El séptimo «pilar» no era otro que la política económica que caracteriza a un sindicato de clase, una organización sindical por y para la clase obrera: Dependimos económicamente sólo de nuestros afiliados, de la base, de los trabajadores sencillos. Recibimos la FSM en diciembre de 2005 con una deuda financiera de 200 mil dólares. En Roma entregamos la FSM no solo sin ninguna deuda, sino también con un excedente considerable. ¡La FSM no debe un solo centavo! Y los actores clave en este logro fueron todas las organizaciones que durante todos estos años han apoyado la FSM de su “pobreza”. Su apoyo daba fuerzas a la FSM y le permitía desplegar su accionar clasista. Fue su apoyo lo que permitió que todos los gastos del 18o Congreso fueran cubiertos por las cuotas y el apoyo financiero exclusivamente de los afiliados de la FSM. La soberanía financiera, la operación únicamente sobre la base de las cuotas obreras es a la vez un criterio para el carácter de clase de una organización así como una garantía de su compromiso con la clase obrera. Después de todo, el criterio “muéstrame tu patrocinador y te diré quién eres” suele ser correcto…

11- ¿Hubo errores durante su período de liderazgo?

Es cierto que en los años que tuve la responsabilidad principal en la elaboración de las opciones estratégicas y tácticas de la FSM hemos cometido errores. En mi pueblo decimos «el ama de casa que lava platos también romperá platos». El dirigente adecuado debe aprender de los errores y no repetirlos.

Los riesgos de errores siempre existirán y por eso la dirección de las organizaciones sindicales clasistas necesita estar ojo avizor en todo momento. Los errores son de naturaleza práctica o ideológica. Y mientras que los errores en la práctica se corrigen fácilmente, los errores ideológicos son más sustanciales, más complejos y a menudo críticos.

La larga historia viviente del movimiento sindical internacional ha demostrado errores ideológicos tanto de derecha como de izquierda. La herramienta para limitar estos errores es el profundo conocimiento teórico por parte de los dirigentes.

En mis 50 años de actividad sindical y política he conocido a oportunistas de derecha, reformistas de derecha, que condenan todo y lo caracterizan como sectarismo, y por otro lado, oportunistas de izquierda, sectarios que condenan y caracterizan a los demás como oportunistas y reformistas. Esta forma de interpretar las situaciones se llama «voluntarismo» en la teoría marxista. Lo que en lenguaje sencillo significa que juzgo todo en función de lo que “yo quiero” y no por la realidad objetiva.

La FSM y todos los sindicatos militantes deben trazar su línea analizando y sintetizando la realidad objetiva, la imagen real.

En el siglo pasado, el movimiento sindical obrero viró a menudo hacia errores sectarios. Esto se explica por la excitación, exaltación, abnegación que dominaba la conciencia de los trabajadores. Llegaban al punto de lanzar el lema «ahora o nunca».

Luego de los cambios históricos mundiales del período 1989-1991 que volcaron la correlación internacional, con el declive de las luchas, las dificultades del movimiento sindical, la aparición de ONG multiformes, la agresividad de la burguesía internacional y sus gobiernos, los peligros de errores derechistas, es decir de desviaciones oportunistas y reformistas, son mayores. Sacando partido de la aristocracia obrera, la burguesía internacional alimenta la frustración y el derrotismo en partes de la clase obrera mundial, lo que empuja al oportunismo. Entonces no es suficiente decir que estamos protegidos del oportunismo de derecha e izquierda y que así hemos cumplido con nuestro deber. NO. Debemos analizar la realidad objetiva. Por ejemplo, si la FSM intenta cambiar, alterar o disfrazar sus características antisistema y convertirse en socio del sistema, es seguro que perderá. El carácter de la FSM se ha forjado desde 1945 hasta hoy como un batallón insurgente; un batallón que muchas veces va a contracorriente, que entra en conflicto, que tiene una estrategia subversiva y una táctica radical; un batallón intrépido y audaz frente a los enemigos de la clase obrera y siempre del mismo lado del río. Después de todo, existen dentro del movimiento sindical en todos sus niveles, los sistémicos originales en quienes el capitalismo confía y apoya; aquellos son todos los perros que ladran, pero la caravana avanza.

Leer la primera parte de la entrevista a George Mavrikos:

«Un líder sindical no ‘nace’ mágicamente como Atenea de la cabeza de Zeus, ‘se forja’ en el yunque de Hefesto» – Rebelion

Fuente: https://rebelion.org/en-el-mundo-moderno-con-los-grandes-cambios-y-avances-tecnologicos-siguen-existiendo-dos-clases-sociales-basicas-los-explotadores-y-los-obreros/

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Italia: Construyendo “Una multicentricidad de gravedad permanente”. Diálogo entre el Sur global para superar las injusticias

Construyendo “Una multicentricidad de gravedad permanente”. Diálogo entre el Sur global para superar las injusticias

L. Vasapollo

En días pasados ​​presentamos “Mediterráneo es… Nuestro Norte es el Sur”, un gran volumen colectivo con aportes de varios autores italianos, árabes, europeos, latinoamericanos editado por Rita Martufi y Luciano Vasapollo para EFESTO, al que la redacción de FarodiRoma dio su aporte. “Busco… una multicentricidad de gravedad permanente” se vincula a ese volumen, completando su discurso, que básicamente representa el segundo volumen de una sola obra dedicada al Sur del mundo y su capacidad de redención. Editado por Efesto con el apoyo de la Universidad San Pio V y los mismos curadores, Vasapollo y Martufi, “Busco… un multicentrismo de gravedad permanente” presta especial atención a América Latina y el Caribe, como lo demuestra el reflexión conclusiva hecha por Vasapollo con el histórico ministro de cultura de Fidel Castro, hoy presidente de la Casa de las Américas, Abel Prieto Jiménez,  en un diálogo entre el Sur, desde el Mediterráneo hasta el Caribe. Publicamos una presentación del volumen realizada por el economista Luciano Vasapollo.

La humanidad se encuentra ahora en una encrucijada. El virus del neoliberalismo -como lo llamó crípticamente Samir Amin- pone en serio peligro, por primera vez en la historia, la base natural de la existencia humana en la tierra. Al conflicto entre el capital y el trabajo -una contradicción que se amplía cada vez más, como lo demuestran las increíbles desigualdades y la inmensa polarización social que crea el capitalismo entre los centros hegemónicos y las periferias- se ha sumado lo que James O’Connor denominó “segunda contradicción”,  a saber, el que existe entre el capital y la naturaleza. Siguiendo los pasos del Comandante Fidel Castro -cuyo profético discurso en Río de Janeiro en 1992 recordamos con emoción- creemos que es imposible resolver la crisis ambiental, de la cual el calentamiento global es uno -aunque conspicuo- de los fenómenos, dentro de las compatibilidades capitalistas.

Tanto intelectuales militantes y críticos económicos como marxistas, los autores de “Buscando… un multicentrismo” intentan seguir el mismo método. Al igual que en los años en que Marx escribió sus obras más importantes, hoy vivimos en las mismas condiciones económicas y en el mismo modo de producción;  sin embargo, las diferencias dictadas por dos siglos de desarrollo capitalista son enormes. Sin dotarnos del riguroso método científico que nos proporcionó Marx, nuestros análisis se reducirían a la crítica de la degeneración moral, de la desintegración social y ética y de todos los aspectos más inhumanos de la sociedad del capital: para ello es claro cómo caen todas las necesidades teóricas y prácticas encaminadas a eliminar las contradicciones existentes. En otras palabras, nuestro papel secular ya no sería el de militantes comprometidos en la superación estratégica del capitalismo, sino sólo el de buenos benefactores católicos, o dogmáticos religiosos de diversa índole.

En este sentido, la ciencia marxista posee, a diferencia de las ideologías neoclásicas, una sólida teoría del valor. También es capaz de analizar fenómenos a partir de causas económicas radicales, sin perder por ello su dimensión crítica de economía política. A veces, a la luz de una visión superficial y, de hecho, interesada, se ha acusado al marxismo de economicismo. Más correctamente, esta acusación debería dirigirse a las teorías económicas neoliberales, cuyo único objetivo es la maximización de las ganancias de las empresas privadas.

Equiparse sólo con el núcleo de conocimiento científico necesario para comprender el funcionamiento básico del Modo de Producción Capitalista es, sin embargo, insuficiente: la dinámica del desarrollo capitalista requiere una actualización al presente de la teoría del modo de producción, una adaptación del Análisis leniniano del imperialismo, en general una nueva estructura teórica que, a la luz de lo que fue el siglo XX para bien y para mal de los movimientos obreros, pueda orientar a los actores de la transformación contemporánea hacia el socialismo posible en el siglo XXI. y por los derechos a la autodeterminación popular de toda la humanidad.

En los años que vieron el surgimiento del neoliberalismo en los países occidentales, los economistas, tanto los de la corriente principal como los llamados heterodoxos, debatían estérilmente la desaceleración del crecimiento económico;  incluso entonces los marxistas habíamos identificado cómo la caída de la tasa de ganancia en los países capitalistas maduros conduciría pronto a la explosión de una crisis sistémica, exactamente como sucedió. Esto no quiere decir que en ese momento tuviéramos la “bola de cristal”, como dicen tener muchos intelectuales, muchos economistas.

Esta deducción, si así puede llamarse, nació precisamente de un análisis anti-ideológico, que no se deja seducir por la alquimia y las generalizaciones de la economía pura -con su reduccionismo abstracto-;  como si las relaciones reales pudieran simbolizarse en cifras matemáticas. Lo primero que hay que señalar es cómo la crisis del capitalismo debe ser considerada “normal” y no como un momento coyuntural. El Modo de Producción Capitalista (MPC), de hecho, nunca está en constante crecimiento o equilibrio, más allá de los supuestos -de hecho más bien instrumentales para ciertos reajustes estructurales- de la teoría neoclásica. En nuestra opinión, Marx tenía toda la razón al identificar la crisis como una fase interna del ciclo en un modelo económico productivo de desequilibrio. Por lo tanto,  cuando se dan fases de sobreproducción -como a partir de la década de 1970, momento en que identificamos el inicio de la actual crisis sistémica del capitalismo- el MPC se ve obligado a la consecuente condición indispensable de quemar fuerzas productivas, es decir, destruir fuerza de trabajo y exceso de capital, material, tecnológico y financiero, a fin de recrear las condiciones de crecimiento capaz de alcanzar masas y tasas de ganancia consideradas “satisfactorias” y obtenidas mediante inversiones de plusvalía en nuevos procesos de acumulación de capital con mayor rentabilidad. La crisis del 29 no se originó por la especulación financiera, acusación que se repitió, incluso para la llamada Gran Depresión de 2007 -2008, sino por una profunda crisis de los fundamentos del propio Modo de Producción Capitalista (MPC). .

La salida de esta crisis se obtuvo -a diferencia de lo que pretende cierta vulgata historiográfica que aún tiene cierto éxito- con la Segunda Guerra Mundial, que permitió expandir dramáticamente las políticas económicas del keynesianismo militar y con la consiguiente reconstrucción post ’45 que vio la surgimiento de un solo gran polo imperialista, a saber, los Estados Unidos.

Hoy, a partir de las experiencias más que positivas de la planificación china, cubana, venezolana y de sus modelos económicos y sociales, se plantea la cuestión del cambio radical del estado de cosas existente, del cuestionamiento de los pilares sobre los que se asienta el “neo- venganza liberal” sobre el movimiento obrero y sobre las experiencias reales de transición. Este es el momento de cuestionar la hegemonía, en primer lugar, de la ideología totalizadora del capitalismo que a partir de la década de 1980 marcó una larga etapa histórica de retroceso y resistencia para el movimiento obrero.

En este sentido, también es necesario tener en cuenta los empujes hacia un mundo regionalizado, multipolar y multicéntrico, que ve la lógica del ascenso de actores considerados, hasta hace poco, periféricos o semiperiféricos. Ciertamente tenemos “altos ejemplos” de economías totalmente planificadas -el algo no quiere decir que no exista el mercado como quiere la vulgata ideológica neoliberal- como las cubanas, venezolanas y chinas. En el que, como se mencionó, existe el mercado pero la economía, en su conjunto, no está subordinada a intereses económicos privados. En cambio, con el mercado, los verdaderos intereses se ocultan en Occidente, es decir, los de los grandes monopolios y corporaciones que continuamente manipulan el mercado a su favor. Cuán ideológica es esta concepción, surge por sí misma. Pero también tenemos otros actores, como Rusia, Irán, Sudáfrica, India, que han comenzado, con mayor o menor éxito, a escapar de la lógica de la cadena imperialista. Estos fenómenos, como se ha dicho, son visibles en la crisis del dólar y en el auge de monedas como el rublo y el yuan que en el futuro podrían alejar al dólar de los grandes sectores que aún hoy, gracias al chantaje geopolítico, siguen monopolizar: uno de todos ellos, el del petróleo.

Debemos considerar que, para bien o para mal, el período keynesiano terminó y por una serie de razones -tanto teóricas como sobre todo conectadas con la dinámica del desarrollo capitalista- no regresará ni será efectivo para relanzar la acumulación. proceso.

De esta manera, ya a mediados de la década de 1990, se destacaron dos factores importantes: el primero fue la constitución del polo imperialista europeo, que planteó el problema de la competencia global, es decir lo que en términos leninistas se identifica como un inter – imperialista; hubo y hay un problema de dominación internacional, de división de áreas, un problema político, económico, militar, comercial, de producción y distribución, pero también un problema de áreas monetarias y áreas monetarias. Como parte de la constitución de esa enorme jaula en que se ha convertido hoy en la Unión Europea, observamos cómo la crisis que se estaba incubando no sería una de las tantas crisis económicas, sino que habría afectado a los elementos estructurales del MPC, configurándose así como una crisis sistémica con un fuerte determinante de crisis cultural y civilizatoria que asfixia y trata de destruir la gran herencia de la multipolaridad transcultural de la milenaria y aún moderna Civitas del Sur de los muchos oprimidos, explotados, subordinados.

Fuente de la Información: https://www.farodiroma.it/construyendo-una-multicentricidad-de-gravedad-permanente-dialogo-entre-el-sur-global-para-superar-las-injusticias-por-l-vasapollo/

 

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Entrevista a Stephen Campbell: «Los trabajadores han comprendido que el golpe de Estado en Myanmar dará aún más poder a la patronal»

Por: Philippe Alcoy

Entrevista con Stephen Campbell, experto en la clase obrera de Myanmar, que nos habla de los procesos de organización y lucha de los trabajadores de ese país antes del golpe de Estado, y de su papel en la resistencia.

En los últimos días hemos reflejado en la Red Internacional La Izquierda Diario el importante movimiento de resistencia al golpe de Estado en Myanmar, en el que la clase obrera está desempeñando un papel destacado. Para saber más sobre el desarrollo tan particular de este «nuevo proletariado», sus luchas y experiencias, y también sus condiciones de vida, preguntamos a Stephen Campbell, profesor adjunto de la Universidad Tecnológica de Nanyang, en Singapur. Durante los últimos diez años, Campbell ha llevado a cabo una investigación etnográfica sobre las condiciones de trabajo y las luchas por el empleo de los trabajadores inmigrantes en Tailandia y Myanmar, y más recientemente, ha investigado las condiciones de trabajo y las luchas de los trabajadores de una zona industrial en las afueras de Yangon, la antigua capital de Myanmar. También es autor de Border Capitalism, Disrupted: Precarity and Struggle in a Southeast Asian Industrial Zone (2018).

Révolution Permanente (RP): En los últimos días hemos visto imágenes de numerosas columnas de trabajadores en las calles desafiando el golpe militar. Podría considerarse una «sorpresa», pero en los últimos años la clase obrera de Myanmar ha llevado a cabo varias huelgas y luchas por sus derechos, contra el acoso patronal, por los salarios. ¿Qué puede decirnos de este proceso de huelgas y luchas obreras?

Stephen Campbell (SC): En realidad, las trabajadoras de Myanmar, especialmente las de las fábricas de confección textiles, que son en su mayoría mujeres jóvenes de entre 20 y 30 años, se han estado organizando continuamente durante la última década, e incluso antes. Esta dedicada labor de organización ha dado lugar a una sólida red entre los trabajadores industriales de las distintas zonas industriales de Yangon.

Aunque ha habido ciertos momentos destacados de oleadas de huelgas en la última década, las huelgas de fábrica en las zonas industriales de los alrededores de Yangon han sido acontecimientos recurrentes. Sin embargo, no todas las huelgas son cubiertas por los medios de comunicación. De hecho, debido a la frecuencia con que los empleadores de las fábricas violan la legislación laboral y pagan por debajo del salario mínimo, en muchos casos las huelgas han sido necesarias para que los trabajadores conquisten el mínimo legal en salarios y condiciones de trabajo. Por ello, muchos trabajadores han adquirido una gran experiencia en la organización de centros de trabajo y en las huelgas. Y a partir de estas luchas, se han vuelto bastante militantes y muy capaces de emprender acciones colectivas.

Como estas zonas industriales están en los alrededores de Yangon, es relativamente fácil para estos trabajadores llegar al centro de la ciudad. Desde el golpe de Estado, los trabajadores de las fábricas de ropa han dejado claro en sus cánticos de protesta y en las entrevistas que esperan que el gobierno militar restrinja sus derechos legales y limite el espacio para la organización de los trabajadores. Si eso ocurriera, tendría un impacto perjudicial en sus ya precarios medios de vida. Por otra parte, la participación colectiva de los trabajadores en las protestas antigolpistas y en la campaña de desobediencia civil está muy basada en sus preocupaciones materiales inmediatas. Así que, por esta razón, y dado lo organizados que ya estaban estos trabajadores, no creo que sea una sorpresa que hayan asumido un papel tan destacado en las protestas antigolpistas y en la campaña de desobediencia civil.

RP: ¿Por qué crees que la clase obrera está al frente de la lucha contra el golpe?

SC: Como ya mencioné, muchos trabajadores de las zonas industriales de los alrededores de Yangon ya estaban muy organizados, pero también se encontraban en una situación muy precaria. Las condiciones han empeorado aún más desde el comienzo de la pandemia de Covid-19, durante la cual los empresarios la utilizaron como pretexto para despedir a los trabajadores sindicalizados, y la policía se ha puesto del lado de los empresarios para disolver las huelgas y detener a los organizadores de los trabajadores. Y con el golpe de estado, los trabajadores han reconocido claramente que el gobierno militar implicará una contracción del espacio para la organización, lo que dará a los empresarios aún más poder para bajar los salarios y violar las leyes laborales.

Uno de los organizadores de trabajadores más destacados en las protestas antigolpistas, Moe Sandar Myint, declaró recientemente en una entrevista: «Los trabajadores están preparados para esta lucha. Sabemos que la situación sólo se deteriorará bajo la dictadura militar, así que lucharemos como uno solo, unidos, hasta el final». Así que, para muchos trabajadores, esta lucha no es simplemente sobre Aung San Suu Kyi y la Liga Nacional para la Democracia (LND) Es una lucha basada en sus preocupaciones materiales inmediatas y, en muchos sentidos, apunta más allá del simple regreso de la LND al gobierno, ya que la situación de los trabajadores bajo la LND era también muy precaria y muy restrictiva.

RP: Myanmar es uno de los países de más rápido crecimiento de la región. Muchas empresas multinacionales invirtieron en el país. ¿Cuáles fueron las consecuencias de estas transformaciones económicas en la estructura social de Myanmar? ¿Cómo surgió esta «nueva» clase trabajadora? ¿Y cuáles son las condiciones de vida y de trabajo de la clase obrera en Myanmar?

SC: Antes de 2011, muchas marcas de ropa occidentales no estaban dispuestas a abastecerse en Myanmar debido al estigma asociado a las prácticas laborales tan poco liberales del régimen militar. Sin embargo, tras las elecciones de 2010 y el cambio a un gobierno casi civil a principios de 2011, la narrativa dominante ha sido que el país está experimentando una «transición» a la democracia liberal. Y con la introducción de nuevas leyes laborales en 2011 y 2012, las marcas de ropa occidentales dejaron de estar estigmatizadas por abastecerse en Myanmar. Además, Myanmar tiene uno de los salarios más bajas de Asia.

Al mismo tiempo, bajo la llamada transición política y bajo los años precedentes de gobierno militar, un gran número de habitantes de las zonas rurales han sido expulsados de las mismas. Esto se ha debido al aumento del endeudamiento y a la pérdida de tierras agrícolas, que en muchos casos fueron simplemente tomadas por oficiales militares o sus compinches comerciales. Y en 2008, hubo un gran ciclón en el delta.

Todo ello provocó una gran migración de residentes rurales a las zonas industriales de los alrededores de Yangon. Como la especulación inmobiliaria y la migración urbana a gran escala elevaron el coste de la vivienda, muchos de estos nuevos residentes urbanos se trasladaron a asentamientos ilegales informales. En la actualidad, hay cientos de miles de personas que viven en estos asentamientos en las afueras de Yangon. En algunos casos, los antiguos habitantes de las zonas rurales emigraron a Tailandia o a otros países de la región en busca de empleo.

Mientras esto ocurría, sobre todo en la última década, las agencias de desarrollo extranjeras y los consultores de Myanmar dijeron que esta migración interna es lo mejor que puede ocurrir porque el empleo asalariado urbano es ostensiblemente más «productivo» que los medios de vida agrícolas. Sin embargo, el efecto fue una creciente población migrante que se encuentra en una situación muy precaria y sin una red de seguridad social efectiva. Muchas fábricas, especialmente las que producen para el mercado nacional, no pagan ni siquiera el salario mínimo. E incluso las fábricas de ropa que producen para la exportación suelen infringir las leyes de protección laboral.

RP: La industria de la confección es uno de los sectores económicos más importantes para las exportaciones de Myanmar. Se han producido muchas luchas en la industria de la confección, donde el 90% de los trabajadores son mujeres. ¿Cuál es el papel de las mujeres en la huelga y la organización de la clase obrera en el país?

SC: Las fábricas de confección, textiles, calzado y accesorios que producen para la exportación, situadas en las distintas zonas industriales de los alrededores de Yangon, empleaban a cerca de un millón de personas (al menos antes del inicio de la pandemia de Covid-19) y restringen la contratación casi exclusivamente a mujeres jóvenes, entre los 18 y los 25 años aproximadamente. Incluso las mujeres de 25 años pueden tener dificultades para conseguir empleo en estas fábricas. Una de las consecuencias de esto es que estas mujeres suelen ser la única persona de su hogar con un empleo asalariado relativamente estable. Así, sus familias suelen depender, al menos en parte, del salario de estas mujeres.

En Myanmar y en otros países con grandes sectores de la confección se suele decir que estas fábricas prefieren contratar a mujeres jóvenes porque se considera que son menos propensas a organizarse, a hacer huelga o a causar problemas al empleador. Sin embargo, es evidente que no es así. De hecho, como muchas de estas mujeres jóvenes mantienen a sus familias, tienen una motivación añadida para organizarse colectivamente y obtener salarios más altos. En estas condiciones, ha habido muchas mujeres impresionantes que han desarrollado sus habilidades organizativas, su liderazgo y su confianza a través de la participación directa en la organización del lugar de trabajo.

RP: Durante mucho tiempo bajo el régimen militar la organización legal de los trabajadores era imposible. Pero desde 2011 los trabajadores aprovecharon la oportunidad de la apertura del régimen para crear nuevos sindicatos, confederaciones, etc. Y a veces, las huelgas y reivindicaciones de los trabajadores son muy «radicales». Por ejemplo, durante la pandemia del Civid-19 y la crisis económica, lucharon para preservar los puestos de trabajo, para proteger a los representantes sindicales que fueron despedidos y se negaron a aceptar las indemnizaciones por despido. ¿Cómo se explica esta conciencia? ¿Hay corrientes políticas o ideológicas, movimientos políticos históricos que influyen en el movimiento obrero actual? En caso afirmativo, ¿cuáles?

Aunque no era legalmente posible que los trabajadores establecieran sindicatos bajo el régimen militar, había muchos casos de organización informal de trabajadores, al menos eso es lo que me han dicho los trabajadores más antiguos que estaban empleados antes de 2010. En 2011 y 2012, el nuevo gobierno casi civil introdujo nuevas leyes laborales que permitieron a los trabajadores formar sindicatos legales y negociar colectivamente. Sin embargo, desde entonces, la mayoría de los centros de trabajo han seguido infringiendo diversas leyes y a menudo han pagado a los trabajadores por debajo del salario mínimo legal. Al mismo tiempo, muchos trabajadores han considerado que los funcionarios de relaciones laborales del gobierno son parciales con respecto a los empleadores o directamente corruptos. Y la policía se ha puesto a menudo del lado de los empresarios para disolver las huelgas y detener a los líderes de las mismas.

En consecuencia, muchos trabajadores han visto claramente que no pueden depender de la legislación laboral existente ni de las instituciones gubernamentales para resolver sus problemas inmediatos de subsistencia. Por eso, cuando los organizadores de un centro de trabajo empiezan a dirigirse a sus compañeros, muchos se han mostrado deseosos de participar en la acción colectiva.

Al mismo tiempo, también existe una rica tradición de oposición en Myanmar. Incluso antes de la vuelta al régimen casi civil en 2011, muchos trabajadores llevaban a cabo luchas colectivas informales en su lugar de trabajo. También es relevante señalar que Myanmar tiene una rica tradición de izquierda. Aunque el Partido Comunista de Birmania se derrumbó de hecho hace más de tres décadas (al mismo tiempo que calló el llamado periodo socialista), muchos activistas laborales están bien versados en el pensamiento de izquierdas y en la historia izquierdista del país. Y algunos estudiantes radicales más jóvenes se han acercado en la última década a los trabajadores de las fábricas, y han apoyado bibliotecas para los trabajadores con literatura de izquierda, o han creado revistas para los trabajadores de las fábricas con temas de izquierda.

Así pues, las corrientes explícitamente izquierdistas están presentes entre los trabajadores de las fábricas. Sin embargo, para la mayoría de los trabajadores su política «radical» -como su voluntad militante de hacer huelga o de enfrentarse a la policía- ha surgido de sus propias luchas durante la última década.

RP: Parece que la patronal, el Estado, los gobiernos (ayudados por organizaciones internacionales como la OIT) intentan imponer leyes que limiten las huelgas y los conflictos duros, pero también utilizan la represión policial y judicial contra los trabajadores en huelga. ¿Qué puede decirnos sobre las respuestas del Estado y la patronal al activismo obrero?

SC: Bueno, he dicho que incluso bajo el régimen militar, antes de la introducción de las nuevas leyes laborales en 2011 y 2012, había habido organización en el lugar de trabajo y huelgas de los trabajadores. Luego, con el cambio a un gobierno casi civil tras las elecciones de 2010. La OIT ayudó al nuevo gobierno a redactar estas nuevas leyes laborales. En aquel momento, un asesor de la OIT explicó que las nuevas leyes pretendían «evitar las huelgas» canalizando las quejas de los trabajadores hacia mecanismos institucionales. Sin embargo, como muchos trabajadores descubrieron, los nuevos mecanismos solían estar sesgados a favor de los empresarios, o los funcionarios eran simplemente corruptos.

Por ello, muchos trabajadores han optado por la huelga en lugar de presentar denuncias sobre violaciones de la legislación laboral ante los mediadores del gobierno, o antes de hacerlo. Y como la policía también suele ponerse del lado de la patronal, los trabajadores que han ido a la huelga se han enfrentado a la detención y a la violencia policial. Y esta era la situación bajo el gobierno «liberal» de la LND. Así que, con el golpe militar, muchos trabajadores han expresado su preocupación por que el espacio para organizarse se reduzca aún más.

RP: Por ahora, parece que los trabajadores están luchando contra el golpe y Suu Kiy parece ser muy popular entre el pueblo de Myanmar. Pero bajo los gobiernos de la LND la explotación y la represión contra la clase obrera fueron muy duras. Desde el punto de vista de la clase obrera, parece que el proyecto «liberal democrático» no es realmente una alternativa que pueda mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores, ni garantizarles los derechos políticos, nacionales (minorías étnicas), económicos y sindicales. Esto significa que los trabajadores deben ir más allá de los objetivos políticos de Suu Kiy y su partido. ¿Qué puede decir sobre la independencia política de clase de los trabajadores de Myanmar en este momento de lucha contra el golpe militar?

SC: Sí, por un lado, durante la última década bajo el gobierno casi civil, ha habido relativamente más espacio para que los trabajadores se organicen. Han podido formar sindicatos legales y muchas huelgas han tenido éxito. Al mismo tiempo, como he mencionado, los trabajadores siguieron encontrando barreras incluso para cobrar el salario mínimo y mejorar sus condiciones de trabajo. Ahora, como podemos ver en las protestas, las imágenes de Aung San Suu Kyi y los llamamientos a su liberación han sido muy destacados. Sin embargo, la gente ha expresado más ampliamente su rechazo al gobierno militar. Y muchos manifestantes reclaman la abolición de la Constitución de 2008, redactada por los militares, que consagra el papel de éstos en el gobierno, así como un acuerdo democrático verdaderamente federal, lo que contribuiría en cierta medida a resolver las históricas demandas de las minorías étnicas contra la dominación del gobierno central.

Así que, en cierto modo, la escala y el impulso de las protestas y de la campaña de desobediencia civil, que es básicamente una huelga general, ha abierto el espacio para pensar en objetivos políticos de mayor alcance. Y en la medida en que este movimiento tenga éxito, gran parte del mérito corresponde a los trabajadores que estuvieron en primera línea al inicio de las protestas poco después del golpe. Y pase lo que pase a partir de ahora, estos trabajadores han demostrado que son una fuerza política importante en sí mismos y no un simple banco de votos para la LND.

RP: ¿Cree que la situación en Myanmar puede influir en el movimiento obrero de los demás países de la región del sudeste asiático?

La campaña de desobediencia civil en Myanmar ya ha motivado un resurgimiento del movimiento de protesta pro-democracia en la vecina Tailandia. Y a Myanmar se le ha pedido que se una a la Milk Tea Alliance, que es una coalición informal en línea de activistas prodemocráticos de Hong Kong, Taiwán, Tailandia y Myanmar. Por supuesto,quienes participan en estos movimientos suelen ser trabajadores de una u otra forma. Pero no tengo claro si las acciones de los trabajadores de Myanmar motivarán a la gente de otros países de la región a expresar una política explícitamente obrera o a adoptar la huelga general como táctica de lucha hacia un acuerdo político democrático a favor de los trabajadores.

Fuente: http://www.laizquierdadiario.com/Los-trabajadores-han-comprendido-que-el-golpe-de-Estado-en-Myanmar-dara-aun-mas-poder-a-la-patronal

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Entrevista a Roberto Baradel: «Educar es combatir»

Por: Nahuel March Rios

«Queremos volver a la presencialidad pero con niveles bajos o nulos de circulación del virus»

Para Roberto Baradel, el Gobierno porteño “hace declaraciones en clave de marketing político”. El secretario general del SUTEBA cree que en lo inmediato la presencialidad va a “convivir con la virtualidad” y asegura que “la CTA tiene la voluntad política de propiciar la unidad del movimiento obrero”.

Roberto Baradel es secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) y suele estar en el centro de las críticas mediáticas por sus fuertes posicionamientos en defensa de la educación pública. En un año signado por la pandemia de COVID-19, les docentes lograron mantener sus fuentes de trabajo, garantizar clases de manera remota y sostener sus ingresos tras garantizar un 32,8% de recomposición salarial en la Provincia de Buenos Aires. Al mismo tiempo, desde su rol en la CTA Buenos Aires, Baradel se muestra claro de cara al futuro de las centrales sindicales: “le hemos manifestado a la CGT la necesidad de unificar al movimiento obrero”.

El debate sobre la vuelta a clases presenciales sigue siendo álgido, a pesar de que el ciclo lectivo ya está llegando a su fin. Hace exactamente un mes, el plenario nacional de CTERA rechazó el regreso a dicha modalidad y planteó que la vuelta a la presencialidad “dependerá de las condiciones sanitarias y epidemiológicas adecuadas”, lo que implica “nula o baja circulación del virus” y que se “garanticen las condiciones de infraestructura, distanciamiento, provisión de materiales de bioseguridad y todo lo previsto en el protocolo elaborado por el Consejo Asesor del Ministerio de Educación de Nación”.

¿Qué evaluación hacés del proceso paritario de este año?

En promedio, los docentes firmamos en la anual una paritaria de casi 33%, con algunos cargos que llegan hasta un 36%. Nosotros tenemos primero una paritaria semestral y esta última etapa es la que contempló un 15%, pero la evaluación que hacemos es que en la anual se llegó a un 32,8% como porcentaje general.

La postura del plenario nacional de CTERA sobre la vuelta a clases presenciales fue muy clara, pero aun así en varios lugares del país y sobre todo en CABA se armaron procedimientos para la vuelta presencial ¿Cuándo creen que van a estar dadas las condiciones sanitarias para la presencialidad?

Hay una gran irresponsabilidad por parte de algunos sectores. El Gobierno de la Ciudad, por ejemplo, hace declaraciones en clave de marketing político. Porque si uno después se fija, ahora están diciendo que no son clases presenciales, sino encuentros socio-educativos. Es lamentable la postura que ha tomado la Ciudad y algunas otras jurisdicciones. Lo de nosotros es claro: queremos volver a la presencialidad pero con niveles bajos o nulos de circulación del virus. De hecho, en la Provincia de Buenos Aires se viene haciendo en algunos distritos y en el resto del país también en algunas provincias. Yo creo que el panorama va a cambiar ahora cuando baje el pico de contagios y la perspectiva de una vacuna va a mejorar la situación. No solamente con respecto al tema de las clases sino en general, en la actividad económica y en todos los estamentos: educativo, social y sanitario.

¿La modalidad a distancia es algo que vino para quedarse o se irá tras la pandemia? En ese caso, ¿están pensando en cómo garantizar los derechos de docentes y alumnos?

Primero, hay que rescatar que no se puede reemplazar la presencialidad, es decir el vínculo del docente con el estudiante es fundamental. Ese vínculo no lo puede reemplazar la virtualidad. Ahora creo que la virtualidad sirvió -y mucho- en un marco extraordinario como es la pandemia. Yo creo que la virtualidad va a convivir con la presencialidad, que por supuesto va a volver cuando se puedan normalizar las cosas, en términos de bajar los contagios, con la vacuna y demás. Nosotros ya firmamos un acuerdo paritario nacional y uno en la Provincia de Buenos Aires, donde se establece la regulación del trabajo docente en la casa. Y estamos reclamando que el Estado se haga cargo de volver a implementar el plan Conectar Igualdad y que les lleguen computadoras a todos los chicos y también a los docentes.

Con respecto a lo sucedido en Guernica hace algunas semanas, ¿creés que el problema de la tierra y de la vivienda debe incluirse en esa agenda a discutir entre los sectores sociales?

Es clave. El problema de la tierra, de la vivienda y del hábitat es fundamental que se pueda abordar. La distribución de la tierra a aquellos que hoy no tienen la posibilidad, la urbanización de los barrios, la producción de pequeños y medianos productores, de agricultores familiares, es un tema que se tiene que debatir como prioritario. Y deben incluirse en esa mesa también las paritarias, los aumentos de salarios, para que eso vuelva al mercado interno en adquisición de bienes y servicios, mejorando la calidad de vida de los trabajadores y trabajadoras, pero además aumentando la demanda. Entonces, en ese caso el comerciante vende más y requiere más al productor, el productor genera trabajo y tiene que producir más, tiene que contratar a nuevas trabajadoras y trabajadores, y esto va conformando un círculo virtuoso. El tema de la obra pública también es importante y, por supuesto, priorizar la salud y la educación.

¿Cómo ves las elecciones de la CGT el año que viene? ¿Avanza la intención de unir a las diferentes centrales de trabajadores?

Nosotros planteamos el tema de la unidad y de hecho estamos articulando con las diferentes centrales en determinados ámbitos, intentando ponernos de acuerdo. Las elecciones de la CGT es un tema de la CGT, nosotros estamos en la CTA. Sí le hemos manifestado la necesidad y la intención de unificar al movimiento obrero. Hasta ahora no se han dado las condiciones, pero sí hemos articulado en diferentes iniciativas. La CTA no solamente está dispuesta, sino que tiene el compromiso y la voluntad política de propiciar la unidad de todo el movimiento obrero.

Moderaste una actividad en conmemoración a los 15 años del NO AL ALCA con referentes políticos y ex presidentes de América Latina. ¿Cómo estás viendo este nuevo proceso regional? ¿Creés que se abre una etapa más esperanzadora para nuestro continente?

Sin ninguna duda. Le dimos en llamar “A 15 años del NO al ALCA, la patria grande resurge” y estamos convencidos que es lo que está sucediendo. Lo que pasó en Bolivia fue impresionante, fueron unas elecciones contundentes del Movimiento al Socialismo. Las movilizaciones en Chile, haber ganado por casi el 80% la necesidad de reforma constitucional a través de una asamblea nacional constituyente. La perspectiva de que gane nuevamente el movimiento popular en Ecuador. Las elecciones ahora de diciembre en Brasil. Que Trump haya perdido en EE.UU. y antes la victoria de AMLO en México y la de Alberto Fernández y Cristina en Argentina, son todos elementos objetivos que permiten pensar que la Patria Grande vuelva a tomar cuerpo y protagonismo.

Fuente e imagen: https://elgritodelsur.com.ar/

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Argentina: Gremios y sindicatos: dar la pelea aunque falte la unidad ideal

Redacción: La Izquierda Diario

El desarrollo de las luchas del movimiento obrero en Argentina es complejo y esto no es ajeno a otras latitudes. Ante la crisis y con miradas distintas son otra vez las estructuras de trabajadores quienes acaparan la escena política.

El desarrollo de las luchas del movimiento obrero en Argentina es complejo y esto no es ajeno a otras latitudes. Sin embargo, el modelo sindical de estas pampas tiene particularidades, las cuales son envidiadas por los países de América Latina y buena parte del mundo. Si bien este no es lugar para un análisis pormenorizado de este sujeto histórico, su fortaleza reside en su altísimo nivel de inserción en los lugares de trabajo, producto de la organización extendida de manera horizontal en el marco de una estructura vertical.

Si bien no es justo afirmar que la historia del movimiento obrero comenzó en 1945, es desde ese entonces que los trabajadores construyeron un instrumento vital en la disputa de capital y trabajo. En efecto, recuperando las ricas tradiciones de organización y disputa de poder de anarquistas, comunistas y socialistas, el movimiento que se instalaba para quedarse era el que fundaba el General Juan Domingo Perón. Claro está, en un marco de los mejores años del Estado Benefactor. Así, buena parte de la política en general y de la sindical, nos guste o no, se discute en ese escenario. Si reconocemos, más allá de sus vaivenes, que el mundo de los trabajadores es uno de los más dinámicos y potentes, no es capcioso suponer que este será (es) uno de los sujetos históricos llamados a sacudir la modorra y a modificar un estado de situación contrario a sus intereses. Y por extensión, al conjunto del pueblo.

Pelear juntos

Tras tres años del gobierno de Cambiemos, una vez más las estructuras sindicales y gremiales son las que, con sus distintas y a veces opuestas miradas, acaparan la escena política. Ante la traición de la cúpula de la Confederación General del Trabajo (CGT), distintos nucleamientos, por dentro y por fuera del entramado cegetista, han dado cuenta que la disputa por el poder no es algo que estén dispuestos a abandonar. Muy por el contrario. “Si no podemos sellar la unidad ideal, al menos peleemos juntos”, disparo un avezado dirigente gremial tras el importante acto del Movimiento Sindical Rosarino (MSR) realizado el pasado viernes en el Sindicato de Luz y Fuerza. En honor a la verdad hay sectores sindicales que vienen desarrollando actividades en conjunto con una perspectiva estratégica de la unidad desde el último gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Pero también hubo otros que pusieron el grito en el cielo por el llamado “impuesto al trabajo” (ganancias) y se ubicaron en la vereda de enfrente del gobierno que más derechos recupero para los trabajadores desde 1974. La situación tampoco es excepcional; siempre hubo a lo largo de la historia “colaboracionistas”, “dialoguistas” y “combativos”. En efecto, los hubo tras los encuentro de La Falda (1957), Huerta Grande (1962) y también los hubo durante la conducción de la CGT del dirigente cervecero Saúl Ubaldini.

Año clave

Tras la asunción de Mauricio Macri fue el movimiento obrero el que asumió el rol más activo en defensa sus derechos: con sus limitaciones y particularidades. Tres años después la gran mayoría de los gremios se ubica en las antípodas de las políticas públicas del gobierno nacional. Cada uno con sus matices. Es que resulta imposible separar la disputa sindical de la disputa política partidaria. En los últimos tres años ha habido protestas, marchas, movilizaciones y actos sindicales de una magnitud sorprendentes, tanto por su cantidad como por su calidad en términos políticos. En ese marco, 2019 será (es) un año clave por que esta cruzado por las elecciones nacionales y provinciales. Es que en algún sentido 2018 no terminó, el 10 de enero de 2019 comenzó la saga de la Marcha de las Antorchas en Buenos Aires (aún continúa), producto del debate en el seno de la Multisectorial contra los Tarifazos. Rosario se anotó en segundo turno con una movilización el 17 de enero en la plaza San Martin que superó largamente las 70 mil personas y alcanzó un nivel de coordinación más que aceptable. En ese marco ya se avisaba que “la plaza nos quedó chica, la próxima vamos al monumento”. A menos de un mes del 17E rosarino, ya está en marcha la organización del 27F, que para Rosario tiene el condimento político de ser el día que Manuel Belgrano creó la bandera nacional.

Los actores

La conformación de la Multisectorial contra los Tarifazos fue producto de innumerables reuniones y encuentros de distintos sectores sindicales, gremiales, sociales y estudiantiles que percibieron que la problemática era de un brutal saqueo al conjunto del pueblo con su consiguiente impacto social. Allí confluyen distintas vertientes. La implosión de la cúpula cegetista, de la cual salió Juan Carlos Schimd, generó al menos dos sectores bien definidos. Por un lado, el espacio 21F (constituido como tal tras el acto organizado por camioneros en la 9 de Julio) que conduce Hugo Moyano. Por otro, un sector más “sindical”, la Corriente Federal de Trabajadores encabezada por el bancario Sergio Palazzo. Por fuera de la CGT se ubican las dos CTA. La que conduce el maestro Hugo Yasky y la del estatal Pablo Micheli, quien tiene diferencias con el líder bonaerense, también estatal, Hugo “cachorro” Godoy.

Todos los gremios, que de alguna forma se oponen al modelo imperante, se alinean en algunos de estos entramados, aunque, claro, hay diferencias cuando estas representaciones se trasladan a las provincias. Pero hay un “socio” de las organizaciones sindicales y estas son las organizaciones sociales. En efecto, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Cetep y Barrios de Pie, son parte, ahora, de esta supestructura de “unidad para acción”. El dato no es menor. Los sindicatos más ortodoxos “entendieron” que son trabajadores sin trabajo, expulsados de su fuente laboral. Y los que tienen un conchabo suele ser flexibilizado e informal.

Las organizaciones sociales, por su parte, dejaron de lado, al menos por ahora, el mote de “burócratas” a los dirigentes de los sindicatos más poderosos.

Pelea decisiva

Son tres patas bien distintas en lo político, social y económico que asumen el compromiso de unificar intereses para dar una pelea que parece decisiva. Porque no es solo el 27F lo que asoma en el horizonte; todos aseguraron una fuerte participación el próximo 8 de marzo en el Dia Internacional de la Mujer, en la marcha de Derechos  Humanos del próximo 24 de marzo, un paro de 24 horas para abril y un monumental acto para el 1 de Mayo, dia de los trabajadores.

Parece mucho. Pero si es fruto de acuerdos que superen la coyuntura aparecen como lógicos. A los postres del acto del MSR, otro veterano dirigente sindical expresó, sin ningún temor a ser escuchado: “En este contexto nadie sobra, nadie puede quedar afuera. La unidad es clave. En octubre volvemos”.

Fuente: https://www.elciudadanoweb.com/gremios-y-sindicatos-dar-la-pelea-aunque-falte-la-unidad-ideal/

 

 

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Programa, valores, y difusión del ideario neoliberal: un análisis anticapitalista

Europa/España/Abril del 2017/Raul Navas/rebelion.org

 

Nodo50

Las políticas neoliberales fueron diseñadas por el gran capital en un contexto en el que los capitalistas necesitaban salir del atolladero de la crisis económica iniciada en los años 70. En los años 80 y 90, el neoliberalismo acabó imponiéndose prácticamente todo el planeta, a través del FMI, la banca y las grandes multinacionales. En los últimos años y con el inicio de la crisis económica, las políticas neoliberales se han impuesto de una forma aun más virulenta en Europa de un modo que recuerda en algunos aspectos a como fueron aplicadas hace años en el llamado Tercer Mundo.

Pese a que la experiencia de los recortes sociales sufridos en los últimos años ha erosionado considerablemente la influencia y credibilidad del neoliberalismo, su poder aún queda lejos de haber sido vencido. Llegados a este punto, debemos incidir en la importancia de la lucha militante e internacional contra los recortes y la austeridad, recordando en todo momento que prácticamente nadie en el mundo, ha estado o está a salvo de las agresivas políticas neoliberales. Dada la importancia de esta lucha, conviene analizar global e históricamente todas las cuestiones relativas a las características y contradicciones del neoliberalismo como forma de dominación actual del capitalismo.

EL PROGRAMA NEOLIBERAL: Desde Pinochet en Chile, Menem en Argentina, Aznar en España o Thatcher en Gran Bretaña, nuestra historia reciente nos brinda numerosos ejemplos de programas económicos basados en el ideario neoliberal. Este fenómeno cada vez más global ha sido denominado coloquialmente como Pensamiento único, o el Consenso de Washington, y se ha basado en una aplicación rigurosa de unas políticas económicas reaccionarias de consecuencias tremendamente desastrosas para las clases trabajadoras y sectores sociales mas desfavorecidos.

En primer lugar conviene recordar en que consisten exactamente estas políticas. En este sentido recordamos que la teología neoliberal asegura que el sector público es ineficiente, e incluso que frena el crecimiento económico, por lo que todo se debe privatizar. De hecho en las últimas décadas hemos asistido a infinitos programas de privatizaciones en todos los continentes. El origen de estas políticas privatizadoras guarda relación con las salidas por las que optó la burguesía tras la crisis económica de los años 70. Los capitalistas decidieron en (y desde) los años 80 que para recuperar sus beneficios (menguados por la crisis) debían conseguir nuevas áreas de negocio y mercados, para expandirse a sectores atractivamente rentables, que hasta entonces pertenecían al sector público: agua, educación, telecomunicaciones, energía, etc. En una primera oleada, grandes empresas públicas de sectores (telecomunicaciones, compañías aéreas, energéticas, etc) fueron vendidas al capital con consecuencias nefastas para los trabajadores y ciudadanos.

El desmantelamiento del sector publico afectó a bienes tan básicos como la vivienda (en España no, porque nunca hemos tenido un parque publico de viviendas), pudiendo señalar el ejemplo de Gran Bretaña, con resultados desastrosos para las familias trabajadoras. También y mas recientemente se han dirigido sin escrúpulos a la sanidad para hacer negocio. De esta forma han creado nuevos mercados al sector privado que brindan grandes beneficios. El geógrafo británico, David Harvey ha estudiado profundamente este fenómeno, analizando exhaustivamente como el capitalismo lleva años intentando obtener ganancias a costa de depredar los servicios públicos.

Otra de las principales prioridades del neoliberalismo se basa en destruir los derechos laborales y sociales conquistados por el movimiento obrero, atacando constantemente al mundo del trabajo, y provocando un aumento de la tasa de explotación a los trabajadores. Para lograr este objetivo no han dudado en quebrar el poder de los sindicatos y de la clase trabajadora organizada, impulsando la precariedad laboral como dogma incuestionable. Para los neoliberales cualquier cambio en el derecho laboral debe ir orientado a regular las condiciones de explotación a los trabajadores en las condiciones más ventajosas posibles para el capital. De esta forma han conseguido que los gobiernos aprueben una tras otra, reformas laborales basadas en: abaratamiento del despido, temporalidad como norma, reducción del poder sindical en la negociación colectiva, eliminar la estabilidad laboral, etc. Por supuesto, también defienden prolongar la vida laboral y atacar las pensiones publicas para que nos exploten mas y mejor durante mas años, siendo a su vez férreos defensores de los planes de pensiones privados. Además, apuestan por reducir o eliminar las prestaciones por desempleo, porque según ellos los subsidios a los desempleados constituyen la misma causa del desempleo. En definitiva sus propuestas se pueden resumir en el lema: “Todo el poder para el capital”.

Otra característica fundamental del neoliberalismo lo encontramos en el aumentó del poder del capital financiero frente a otras actividades productivas tradicionales. El neoliberalismo defiende unos mercados financieros complejos, opacos, sin restricciones gubernamentales y ajenas a cualquier tipo de control. Este modelo ha conllevado un aumento monumental de las actividades especulativas y el control total de las finanzas y los bancos sobre el conjunto de la economía. De hecho en las últimas décadas hemos visto como aumentaban espectacularmente los beneficios empresariales obtenidos por actividades financieras. Esta política de huida de la actividad productiva e industrial y de refugio especulativo en las finanzas, constituyen otras de las salidas por las que el gran capital apostó para salir de la crisis de los 70, y también es una de las causas de la última crisis. Sus efectos han sido nefastos y variados, con aumentos descomunales en las deudas públicas (primero en el Tercer Mundo, y luego en países occidentales) hasta la creación de burbujas especulativas catastróficas (como la del ladrillo y las hipotecas basura).

El neoliberalismo también ha defendido que los gobiernos deben aprobar rebajas fiscales a los ricos, pese a que de esta forma las arcas públicas se resienten considerablemente. A su vez, apuestan permanentemente por la reducción del gasto público y los sistemas de protección social, bajo el dogma de la lucha “contra el déficit”. Desde las instituciones de la UE se ha llegado incluso a elaborar normativas para institucionalizar una política neoliberal y de derechas de este tipo. Es significativo el hecho de que consideran al euro como a una religión, y que han llegado a multar a estados que no cumplían pactos de “estabilidad” neoliberales. En los últimos años, han ido más lejos presionando para plasmar estas políticas en las constituciones nacionales de algunos Estados, para que la prioridad del pago de la deuda prevalezca sobre todo lo demás. Recordamos que en este sentido, PP y PSOE modificaron una mañana la misma, constitución (sin referéndum, sin consulta y debate previo si quiera en sus grupos parlamentarios) que durante décadas definían como intocable. El BCE, (Vicenc Navarro lo llama acertadamente el Vaticano del neoliberalismo) ha jugado un papel muy activo en crear todo este tipo de entramado jurídico y constitucional a favor del gran capital. De hecho, han llegado a conseguir que los mismos bancos responsables de la crisis pudieran financiarse cómodamente a través del BCE, mientras que los estados han tenido que financiarse en los mercados de deuda con intereses insoportables para las arcas públicas. Por tanto, es indiscutible que el neoliberalismo defiende unos intereses muy concretos: los de la patronal, sobre todo los de la patronal bancaria.

VALORES PROMOVIDOS POR LOS NEOLIBERALES:

Los defensores del materialismo histórico pensamos que el modo de producción y organización social determinan que tipos de políticas, conductas sociales y preceptos morales se impulsan desde el poder. También entendemos que las ideas, creencias, comportamientos y conductas no se heredan genéticamente, ni son innatas al ser humano. Por el contrario, defendemos que están social y culturalmente condicionadas, siendo adquiridas en un entorno social determinado. Por este motivo, a los anticapitalistas no nos extraña que el neoliberalismo además de defender un programa económico, patrocine y difunda una serie de valores, conductas, relaciones y patrones sociales que están en plena sintonía con el capitalismo.

En este sentido, el capital lleva años redoblando sus esfuerzos en inculcar a la sociedad ideas y valores como: la competencia, avaricia, individualismo, pasividad, consumismo, despolitización, codicia, enriquecimiento personal, subir en el escalafón social, etc. A su vez, se repudia todo lo que huela: a asociacionismo, agrupación sindical, huelga, movimientos sociales, participación ciudadana, etc. Es decir, promueven el egoísmo frente a la solidaridad, y unas relaciones sociales poco armoniosas caracterizadas por la competencia desbocada. Estos patrones sociales ignoran la lucha de clases y defienden la idea de Margaret Thatcher de que ya no hay clases sociales, sino “individuos y familias”.

El capital ha conseguido impulsar un tipo de ideología, conducta social y modo de vida, que se caracteriza por un comportamiento en clave y rutina consumista e individualista. Se ha fomentado un tipo de ocio individualizado, mercantilizado, degradado y comercializado. Su objetivo ha consistido y consiste en educar a las personas para que seamos seres pasivos y desprovistos de reflexiones críticas hacia los problemas sociales. De esta formar quieren que se sustituya la protesta por el “esfuerzo personal”, mientras que se culpabiliza al individuo si no logra prosperar en el escalafón social. Bajo esta óptica un parado es una persona sin talento y un fracasado sin aspiraciones. Con este mensaje en el fondo quieren convertir a victimas en culpables.

Además, el adoctrinamiento burgués y neoliberal inculca no valorar o incluso despreciar a movimientos colectivos que luchan contra las injusticias sociales. En España tenemos un largo historial de campañas de descrédito contra movimientos sociales: Nunca Mais, Plataforma de Afectados por la Hipoteca, etc. Por tanto, se inculca valorar únicamente los comportamientos individuales de una persona o un equipo formado por elites privilegiadas que permanentemente buscan o logran el “éxito” en mas dinero y posesiones materiales. Bajo este concepto ideológico las estrellas del futbol, resultan personajes más conocidos y valorados, que por ejemplo alguien como Hervé Falciani, cuya vida corre peligro por haber tenido el valor de poner en evidencia a miles de grandes fortunas que estafaban a las haciendas públicas. Reiteramos que este fenómeno se percibe a menudo en algunos deportes de elite, donde asistimos a una especie de culto a la personalidad, que se predica sobre unos deportistas multimillonarios, cuya programada popularidad es diseñada y utilizada por bancos (que desahucian a familias) y grandes empresas en anuncios publicitarios.

Por ultimo y en torno a esta pasividad inculcada, conviene detenerse en algunas peculiaridades de nuestro tiempo. Sabemos que el gran capital en algunos periodos y contextos históricos no ha dudado en movilizar a algunos grupos sociales como la pequeña burguesía. En este sentido podemos comparar las dictaduras y regimenes fascistas de los años 30 y 40, y las dictaduras ultraderechistas de los años 70 y 80 al servicio del capital neoliberal. El fascismo en el poder fomentaba la movilización de sus bases sociales reaccionarias, organizaban partidos de masas, mítines con multitudes, y mantenían a su base social en tensión y alerta permanente. En cambio el neoliberalismo (ya sea en una dictadura o en democracia burguesa) prefiere controlar a una sociedad inculcando la obediencia ciega al poder, la pasividad, y renunciando a movilizar o implicar activamente a la población. Se han centrado en la aplicación rigurosa de su programa económico en beneficio del gran capital, esforzándose para que su ideario calara en la sociedad en un clima de paz social, pasividad y sumisión. Únicamente apuestan por la movilización, en el caso de países donde un gobierno no siga al dictado un programa neoliberal. Venezuela es el ejemplo mas claro.

LA DIFUSIÓN DEL IDEARIO NEOLIBERAL:

El capital siempre ha pretendido dominarnos mas y mejor, buscando la forma de mantenernos explotados y pasivos de la forma mas sutil y efectiva posible. Marx explicó que las relaciones de producción formaban una estructura económica y social que utilizaba una superestructura política y jurídica encargada de mantener la dominación capitalista. Hoy vemos en las sociedades contemporáneas como los encargados de intentar mantener esta dominación han perfeccionado su trabajo, utilizando de una forma muy eficaz los medios de comunicación de masas. El capital es consciente de la importancia de la opinión pública en la actualidad, y por tanto no escatiman esfuerzos y personal a sueldo para manipularla e intoxicarla continuamente a través de la prensa, radio, televisión, etc. Esta situación no nos debe extrañar, dado que la burguesía siempre ha intentado perfeccionar formulas y entramados que sirvan para justificar su dominio sobre los demás. Gramsci ya explicaba que una clase social no siempre necesitaba de la fuerza para mantenerse en el poder y resaltaba el concepto de hegemonía ideológica como instrumento de dominación político y cultural.

Tampoco olvidemos que se han multiplicado las fundaciones patrocinadas por grandes empresas y partidos políticos de derechas (en algunos casos subvencionadas con dinero público) que se dedican a difundir el neoliberalismo, donde el rigor científico brilla por su ausencia. Los padres ideológicos de estas fundaciones los encontramos en la escuela de Chicago o los economistas Friedman y Hayek. Con ayuda de estas fundaciones varias generaciones de políticos, periodistas, jueces, etc., han sido alimentados y educados escrupulosamente en esta ideología.

Volvemos a insistir que con los medios de comunicación de masas, el capital dispone de un espacio muy valioso para conseguir sus propósitos, difundir su ideología, e incluso intentar colonizar el pensamiento y mentalidad de una sociedad. El mundo de las finanzas y las altas esferas empresariales ha copado directamente la prensa, radio, televisión, etc. Para los defensores del capitalismo suena a tópico, pero basta mirar detenidamente quienes son los propietarios de los medios de comunicación, y veremos como los bancos suelen ser los principales accionistas. De esta forma se construye una hegemonía neoliberal que a través de este entramado de poder mediático pretenden entre otras cosas que el mayor número de personas acepte las políticas de los gobiernos sin cuestionarlas, o con una actitud de resignación generalizada.

Además, en los últimos años las escuelas y técnicas para formar a “especialistas de la comunicación” han adquirido una gran importancia. Estos centros y fundaciones son financiados con los beneficios del gran capital, y son utilizados para formar sicarios de la manipulación informativa, que posteriormente son los encargados de protagonizar un bombardeo ideológico constante en los medios, que persigue intoxicar al espectador y estimular a su vez la ignorancia. De esta forma se ha creado un ejército de “periodistas” cuya misión consiste en defender un ideario ultraconservador en prácticamente todas las tertulias de radio y televisión. Todos ellos son instruidos en técnicas de expresión oral, y utilizan casi siempre el mismo tipo de semántica y retórica repetitiva, con la que defienden y justifican sin pestañear cualquier atropello o injusticia social. Se esfuerzan en ocultar que un gobierno sirve los intereses del capital, y se ocupan de que los banqueros queden fuera de cualquier culpa. Los más cínicos y arrogantes sirven como voceros del capital para difamar, despreciar y sembrar el odio a movimientos políticos y sociales molestos para el poder.

Este entramado mediático que pretende crear esclavos ideológicos se ha constituido en una especie de inquisición ideológica que considera una herejía no solo a Marx, sino a cualquier planteamiento mínimamente socialdemócrata. Ahora bien, si uno se hace mayor y renuncia a su pasado izquierdista, se suelen perdonar tus pecados y se valora como síntoma de “madurez”. De este modo, la hegemonía neoliberal ha conseguido durante mucho tiempo acallar y silenciar a muchas personas que ponen en duda sus políticas, lo que ha favorecido su legitimación.

De esta forma muchas personas han llegado a interiorizar la cultura neoliberal, incluso desde niño, sin ni siquiera conocer nunca el significado e incluso la existencia del termino neoliberal. Las clases dominantes siempre han pretendido inculcar unos valores y una forma determinada de pensamiento en forma de “sentido común universal” que considere como “natural”, “apolítico” o razonable las ideas y creencias reaccionarias de la clase dominante. Es importante detenerse brevemente en este asunto porque pese a que el ideario neoliberal es indiscutiblemente de derechas, los neoliberales suelen negar la evidencia y nos aseguran que el enfrentamiento ideológico entre derecha e izquierda esta “pasado de moda”, y que ellos se limitan a defender políticas aplicando únicamente el “sentido común”. Bajo este disfraz de camuflaje ideológico intentan despolitizar las propias decisiones políticas sobre economía, ocio, educación, sanidad, etc. Incluso son presentadas como neutras, o “modernas”, ignorando cualquier alternativa mínimamente progresista. Así, pretenden aplicar recetas económicas de recortes sociales y laborales bajo razones supuestamente “técnicas” y desideologizadas, que deben ser aplicadas por cualquier gobierno. De esta manera buscan despolitizar y desideologizar las acciones de un gobierno.

En el fondo se pretende inculcar que el capitalismo es la única manera de organizar el mundo, y que por tanto resulta una estupidez fuera de lugar plantear cualquier alternativa. Esta idea suele ser anunciaba al igual que un decreto ley aprobado en un consejo de ministros. En un documental sobre la globalización, recuerdo ver al Premio Novel, Adolfo Pérez Esquivel explicando como el capital trataba de imponer su política, a modo de un chiste sobre faisanes y otros animales antes de ser cocinados. Según su chiste, el cocinero (representando al gobierno de turno) preguntaba a los faisanes (representando metafóricamente al pueblo) con que salsa preferían ser cocinados. En ese momento un faisán dice al cocinero que no quiere ser asado. Inmediatamente el cocinero responde violentamente que esa observación esta completamente fuera de lugar y que únicamente pueden elegir la salsa con la que serán cocinados. Esta es una metáfora que describe de una forma excelente cómo funciona la política hoy en día.

ES NECESARIA UNA ALTERNATIVA ANTICAPITALISTA AL NEOLIBERALISMO:

La contrarrevolución neoliberal ha conseguido aumentar el poder del gran capital y la desigualdad social. Basta leer las estadísticas de la revista Forbes sobre las fortunas de las personas más ricas del planeta, y se ve como su riqueza se aumenta desde 1987 a unos niveles muy superiores al crecimiento de la economía global. Por otro lado, Boomberg ha publicado que en 2013 las 300 personas mas ricas del mundo aumentaron su riqueza en 524.000 millones de dólares, mas que los ingresos conjuntos de Dinamarca, Finlandia, Grecia y Portugal juntos. En total esas 300 personas sumaban una fortuna de 3.7 billones de dólares.

Aunque esta recuperando fuerza en Latinoamérica, no exageramos si decimos que el neoliberalismo como sistema de dominación encuentra dificultades de legitimación de sus políticas. En algunos países de Europa, crecen electoralmente partidos políticos críticos con las políticas de austeridad, aunque el ejemplo griego nos enseña que esto no es suficiente. El neoliberalismo ha perdido fuerza, pero no ha sido derrotado, por lo que aún estamos lejos de romper con las recetas de la doctrina económica dominante. En este sentido, no olvidemos que identificar y analizar correctamente una situación es muy importante, pero después hay que proponer alternativas. Tenemos la ineludible tarea de evidenciar ante los demás que estas alternativas al sistema capitalista son factibles y posibles, haciendo hincapié en el socialismo como sociedad futura. Incidiendo en este punto, algunos pensamos que la mejor manera de revertir la situación actual la encontramos defendiendo firmemente la perspectiva de transformación social anticapitalista, sin crear falsas ilusiones sobre reformas imposibles en el marco capitalista, y apostando por un cambio radical en las relaciones sociales y de producción.

Fuente imagen:

http://rebelion.org/noticia.php?id=210078

Fuente:

https://lh3.googleusercontent.com/b7W_xruSz7WKj-h5Ir-QQM1Y5d0lrLe39md39cKrigV0OVMRW-n8z82D1cHWeW8C21vYSZ4=s92

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Entrevista: “Quieren arrodillar al movimiento obrero”

Entrevista a: Sonia Alesso

En diálogo con PáginaI12, Sonia Alesso ratificó las críticas a Bullrich y a Macri, denunció una campaña de desprestigio y desarticuló los argumentos del Gobierno sobre la paritaria nacional. Además, aseguró que los ataques a Baradel son “una cortina de humo”.

tenden usar la paritaria docente como testigo, creen que si logran arrodillar a los docentes van a arrodillar al movimiento obrero”, dice Sonia Alesso sobre el gobierno de Mauricio Macri y el conflicto por el aumento del salario de los maestros, el paro nacional y el no inicio del ciclo lectivo. En diálogo con PáginaI12, la secretaria general de Ctera (Confederación de Trabajadores de la Educación) asegura que el oficialismo despliega una campaña de desprestigio contra la lucha docente como “distractivo” para no discutir el tema de fondo, pero destaca que se le está “volviendo en contra” porque el efecto es que aumenta el malestar de los maestros y esto genera que se sumen a la participación y al paro.

Mientras viaja hacia Rosario, Alesso replica uno a uno los argumentos del gobierno de Cambiemos en esta pulseada, y lo acusa de haber sido responsable de la nacionalización de la huelga.

El último día hábil antes de la fecha fijada para el comienzo de las clases, el gobierno de María Eugenia Vidal ofreció en la mesa de negociación de la paritaria bonaerense 800 pesos y tras el rechazo de los gremios dictó la conciliación obligatoria. “Los compañeros de la provincia ratificaron el paro nacional. Ofrecen una suma de 800 pesos gradual no remunerativa como condición de que las clases empiecen y se levante la medida, pero la conciliación obligatoria no corresponde porque es un paro nacional dispuesto por los cinco gremios nacionales”, responde la dirigente. “También amenazaron con los descuentos, el gobierno nacional ha intentado correr todo el tiempo el eje de la discusión que es la paritaria nacional docente, en un intento de que no haya más paritaria nacional docente, incumpliendo una ley votada en el Congreso, y por otro lado quieren desfinanciar a las provincias que tienen estipulados los fondos para financiar salarios, infraestructura escolar, becas, comedores y refuerzo nutricional, libros, computadoras, todo por lo que venimos peleando que es la subejecución del presupuesto educativo; y ahora encuentran algo más simple, no convocan a la paritaria nacional e intentan convertir la paritaria provincial en una guerra, lo cual es una barbaridad, la paritaria es una herramienta de la democracia y ellos deben cumplir con la ley”, agrega.

–Uno de los argumentos del Gobierno es que ustedes le reclaman una negociación salarial nacional a un ministro de quien no dependen las escuelas.

–A eso habría que replicarle con los mismos dichos del ministro (Esteban) Bullrich, quien al asumir dijo ‘yo soy el ministro de 50 mil escuelas’. Ese audio está en cualquier archivo. Ellos además el año pasado eran Gobierno, hubo una buena oferta y las clases empezaron en todo el país, una podía ver la alegría de los funcionarios tanto de Vidal y Bullrich. Este año somos los mismos dirigentes sindicales y son los mismos funcionarios, atacan a (Roberto) Baradel como una cortina de humo para no decir la verdad, un método muy habitual de ellos que consiste en decir cosas que parecen de sentido común pero que no tienen nada que ver con la verdad. El origen del problema es que no convocaron a paritaria nacional, a diferencia del año pasado que hubo clases y hubo oferta nacional, en la mayoría distritos las clases empezaron. Desde Ctera pensamos que hay tres intenciones, la primera es que no exista más la paritaria nacional docente, que esos fondos establecidos por ley no vayan más a las provincias, ya lo intentaron subejecutando el presupuesto de 2016 en una cantidad importante de millones de pesos, y así lo denunciamos. Los fondos federales para las provincias argentinas son intangibles, no se pueden usar para otra cosa. Es una ley que peleamos en la carpa en los 90 y se sancionó en 2015, y tiene de bueno que no preguntas si es gobierno es oficialista u opositor para enviar los fondos, que no son de libre disponibilidad como dicen algunos economistas. El objetivo de fondo es que el Estado nacional no sea más co-responsable de la educación en Argentina.

–¿Cuál sería el segundo objetivo?

–Garantizar un techo salarial del 18 por ciento, que es lo que ellos dicen va a ser la inflación. Eso no se lo creen ni las consultoras de las que ellos son dueños, es una tomada de pelo, creen que están rodeados de gente que no piensa. De esa manera quieren imponer un techo a todos los trabajadores, es decir usar la paritaria docente como testigo, creen que si logran arrodillar a los docentes van a arrodillar al movimiento obrero. Todo lo demás son distractivos, los voluntarios, los aprietes, las barbaridades y acusaciones, quieren que la gente discuta otra cosa.

–¿La existencia de una garantía de aumento del salario nacional docente del 20 por ciento sobre la base del salario mínimo, vital y móvil es otra argucia discursiva del oficialismo?

–Eso directamente es una mentira. Hubo situaciones muy puntuales donde el salario mínimo docente –que se discute en diciembre, enero y febrero– en dos ocasiones desde que existe la ley de Financiamiento quedó por debajo del vital y móvil. Entonces, el 20 por ciento es una cláusula de garantía del acta paritaria del año pasado que dice que el piso docente no será nunca menos del 20 por ciento del salario mínimo, vital y móvil, pero sin perjuicio de lo que se discuta nuevamente en la paritaria. Tomando esto ellos dicen que no hay que hacer paritaria, pero es una mentira grosera, el acta la firmaron ellos y no admite dudas. Es a propósito, si sos un padre que no tiene idea de lo que dice el acta, o de lo que es una paritaria, lo confunden. Han ensayado una serie de argumentos para no discutir lo de fondo. Convocaron a una reunión de gobernadores para decir que el techo de la paritaria iba a ser del 18 por ciento y que no iba a haber paritaria nacional. Nosotros nos movilizamos, fue en la reunión del Consejo Federal, y era claro que sin la referencia de la paritaria nacional y con esa cifra para todos iba a haber conflicto. Así la tercera consecuencia es que trasladaron el conflicto a las provincias, por eso hay paro nacional.

–¿Cuál es la situación en la provincia de Buenos Aires?

–Vidal dice que como el gobierno nacional no tiene escuelas hay que discutir en la provincia. Hay que mandarla a leer las leyes. La ley de Financiamiento Educativo fue votada por Esteban Bullrich siendo diputado. Macri estuvo ausente.

–Suteba dijo que ofrecer 800 pesos para que levanten el paro es una extorsión y una trampa. ¿Coincide?

–Por supuesto, estamos discutiendo una paritaria nacional.

–También los acusan de estar motivados por “intencionalidad política”.

–Esa es la tercera operación, desprestigiar al sindicalismo docente. Ahí cometen un gran error porque el sindicalismo docente llevó adelante peleas en los peores momentos de la Argentina, en la dictadura, en los 90 y en la crisis de 2001. Los maestros votan y deciden en asamblea las medidas de fuerza, los que están furiosos con las propuestas salariales son los maestros. Por eso les va a salir mal, se han llenado los muros de Facebook de maestros escribiendo, fui recogiendo los mejores textos de maestros enojados por el maltrato de las autoridades y contando lo que hacen todos los días. Estamos sosteniendo lo que las bases docentes han dicho en todo el país, tenemos dialogo permanente con los compañeros que representamos. A Baradel lo bancan los maestros porque lo eligieron los maestros.

–¿La movida de los presuntos “voluntarios” para intentar romper la huelga docente es parte de lo mismo?

–Claro, y es algo que la mayoría de los maestros repudió, no se puede reemplazar a un maestro. No digo que seamos perfectos pero está lleno de maestros que en las peores circunstancias ponen la vida y la pasión en que los pibes aprendan. Esta cuestión de estigmatizar se les va a volver en contra. Hay democracia sindical en nuestras bases, el paro se votó.

–¿Resulta llamativo el alto grado de movilización en CABA?

–Hay una gran movilización, estuve reunida con maestros jóvenes de la Capital, con Eduardo López (UTE), y veo una gran participación. El presupuesto de la CABA es uno de los más altos de la Argentina, y siempre en las paritarias de años anteriores el gobierno da aumentos más altos que los que da en la nacional. Pero este año da el 18 por ciento. Entonces no es casual que haya asambleas. Y creo que serán miles los maestros en la marcha del 6, va a ser multitudinaria, por el nivel de destrato que han recibido.

–¿Cuál es la reacción de los padres que ustedes registran?

–Nos mandan cartas de apoyo desde distintas provincias. Tenemos prevista una gran marcha nacional educativa, si después del paro el gobierno no revé su posición, y habrá asambleas de padres, reuniones con varias ONG y organizaciones sociales, con la Iglesia y la sociedad civil. Esta pelea no sólo es por porcentajes de salarios, que son bajos, sino por los fondos que tiene que garantizar el Estado nacional cumpliendo una ley.

–¿Ayudaría en algo empezar la paritaria en octubre?

–Nos hemos cansado de decir que por lo menos en diciembre se tiene que discutir la paritaria, pero es el gobierno el que la convoca. En los países serios, que a Bullrich le gustan tanto mencionar, se discute durante el año y con datos serios de inflación. Si te hablan del 17 por ciento, ahí no hay seriedad alguna. Tampoco quieren hablar de lo que se perdió el año pasado, que preveían una inflación del 25 por ciento, y hasta el IPC de la Ciudad dio un 40 por ciento. En todo el año pasado, se perdió el equivalente a un salario entero en la escala más baja de remuneración docente. Entonces, no quieren hablar de lo perdido, a las provincias el techo del 18 y en la nación no llaman a paritarias.

Fuente: https://www.pagina12.com.ar/23924-quieren-arrodillar-al-movimiento-obrero

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