España/22 de Enero de 2018/La Izquierda Diario
En la comisión estudiantil se llegaron a reunir más de 60 jóvenes provenientes de diferentes universidades del conjunto del Estado español, entre ellas desde Madrid, Zaragoza, Barcelona, Santiago de Compostela, Murcia, Cádiz y Valencia para discutir sobre los objetivos generales que el movimiento estudiantil que reivindicar en la huelga del próximo 8 M. Entre los puntos más importantes, destacaba la vinculación de las demandas históricas por las que la juventud viene luchando desde hace años y las demandas concretas del movimiento feminista y de mujeres, así como las acciones coordinadas que se proponen hacia el 8 de Marzo, que se prevé una gran jornada de lucha.
En los dos grupos que se conformaron para discutir el eje estudiantil, destacó la necesidad de seguir luchando en defensa de una educación pública de calidad, feminista y laica, así como por la bajada de las tasas universitarias, la importancia de implementar medidas para que las mujeres trabajadoras, las madres solteras y las jóvenes precarias no se vean obligadas a dejar los estudios, la introducción de perspectiva anti patriarcal en los planes de estudio, así como el derecho a una educación sexual no heteronormativa o la pelea por salarios iguales entre hombres y mujeres del sector educativo.
“Como venimos diciendo en diversas intervenciones, la subida de tasas, así como la precariedad que golpea a la juventud y a las mujeres se convierte en uno de los principales problemas de los y las estudiantes con menos recursos. Por eso mismo, Marta Clar de Pan y Rosas de Barcelona planteó que «No solo es importante seguir peleando por la bajada de tasas, sino también por una educación gratuita y por la implementación de becas-salario para la juventud trabajadora y con menos recursos”.
La propuesta, que fue respaldada por muchas participantes del debate, se incluirá en el manifiesto final. Otro de los puntos que causó más debate en el eje estudiantil fue el de la violencia machista en la Universidad y cómo afecta a las más jóvenes. Para hacerle frente a la violencia hacia las mujeres en los centros de estudio se habló de la necesidad de la creación de de protocolos anti acoso en los colegios, institutos y universidades, así como la importancia de que las Universidades se pronuncien contra las agresiones sexuales que se producen y que muchas veces son el resultado del abuso de poder y la violencia machista de profesores, y que la mayoría de las veces, son silenciadas.
En la misma línea, varias intervenciones destacaron la necesidad de “implementar cursos de formación y sensibilización contra la violencia hacia las mujeres en todos los centros de estudio, para profesores y alumnos, así como la introducción de una asignatura de género en los planes de estudio”. En esta dirección, Clara Mallo, compañera de la agrupación Pan y Rosas de Madrid destacó la necesidad de la creación de comisiones de mujeres y LGTBI verdaderamente independientes de la casta universitaria y la patronal, es decir “independientes de todo este gran aparato burocrático de catedráticos, que cobran miles de euros y están completamente alejados de la realidad que sufren miles de estudiantes».
Comisiones independientes también de las grandes empresas y los bancos y que estén compuestas por estudiantes y trabajadoras, ya sean personal docente, incluidas las profesoras asociadas precarizadas, como las trabajadoras no docentes, como son las trabajadoras de los servicios externalizados en las universidades”. Sílvia Navarro, de Pan y Rosas de Barcelona, evidenció la necesidad de plantear una crítica no sólo al androcentrismo presente en la educación sino también al racismo y la islamofobia presente en las instituciones educativas y en sus planes de estudio, haciendo referencia a las triples opresiones que viven las mujeres árabes-musulmanas. Y planteó la necesidad pelear por libre acceso de la juventud inmigrante a las instituciones educativas y por unos planes de estudio anti imperialistas.
En cuanto a acciones coordinadas a nivel de todo el Estado, se llegó al acuerdo de que el movimiento estudiantil organice macroasembleas en las que participe el conjunto de la comunidad educativa en todos los territorios del Estado español durante el día 11 de Febrero, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer en la Ciencia, con el objetivo de visibilizar y preparar la huelga del 8 de Marzo en los centros de estudio. Otros importantes debates tuvieron lugar en la comisión laboral. Entre los más destacados fue la importancia de que el 8 de Marzo se convierta en una gran jornada huelga general en contra de la violencia machista y por los derechos de las mujeres.
En este punto, la discusión sobre la importancia del apoyo de los sindicatos a la huelga fue de las más acaloradas del encuentro, y para ello se habló de la necesidad de exigir a los sindicatos para que todos llamen a la huelga, como planteó Cynthia Lub de Pan y Rosas de Barcelona. Como se planteó en la rueda de prensa ante los medios de comunicación “invitamos a todos los sindicatos a que se sumen, si es que realmente nos están apoyando a las mujeres”. “Y si no apoyan tu huelga, entonces desafíliate de ese sindicato!”, gritaron varias mujeres durante sus intervenciones.
En este eje, desde la agrupación Pan y Rosas se remarcó la necesidad realizar asambleas en todos los centros de trabajo para informar y organizar la huelga del 8 de Marzo en todos los centros de trabajo, así como la necesidad de luchar por guarderías y residencias gratuitas en todas las fábricas y los establecimientos laborales a cargo de la patronal y el Estado “porque las mujeres estamos sometidas a una doble opresión como mujeres frente a la explotación, por parte del trabajo y por tener que encargarnos de tareas domésticas y del cuidado de los familiares”, como planteó la compañera Nuria de Pan y Rosas de Zaragoza.
El eje de cuidado, fue otro de los más concurridos del encuentro, con la participación de decenas de mujeres, que acordaron la necesidad de visibilizar “el trabajo de cuidado que recae sobre las mujeres, y a todas las mujeres del trabajo del hogar y de los cuidados que han vivido invisibilizadas, sin voz, que han sido considerado mujeres de segunda categoría por condición, raza y clase”. Otras de las principales denuncias que atravesó el debate en esta comisión, fue la violencia machista que sufren muchas mujeres cuidadoras por parte del empleador o del propio paciente, “mujeres que la mayoría de las veces son inmigrantes, muchas de ellas no tienen papeles y no tienen herramientas para enfrentar esta violencia, que se perpetúa dentro de los hogares y que se aprovecha de la situación de precariedad que sufrimos”.
Sobre este punto, la compañera Rita de Pan y Rosas de Barcelona, inmigrante paraguaya y trabajadora doméstica habló de la necesidad de “luchar por abolir el trabajo de interna, que es la nueva esclavitud moderna y se nutre principalmente de las mujeres inmigrantes, principalmente sin papeles. Pero también, hay que luchar contra la ley de extranjería que discrimina a la población inmigrante”. Varias intervenciones, remarcaron la necesidad de que el movimiento feminista y de mujeres luche “contra las fronteras y por el cierre de los CIEs –centros de internamiento de extranjeros- porque son verdaderas cárceles racistas, y por el cese del racismo institucional y la islamofobia”.
Todos estos puntos, que reflejaban la necesidad de que el movimiento feminista tome las demandas de las mujeres inmigrantes para construir una verdadera alianza y un movimiento feminista y de mujeres verdaderamente anti racista y anti imperialista, fueron recogidos por aclamación durante la redacción del manifiesto, como volvió a proponer Rita. Durante la tarde del sábado, se pusieron en común las principales reivindicaciones que se discutieron en los diferentes ejes y se aprobó un manifiesto de convocatoria hacia la huelga del 8 de Marzo, que incluían propuestas y puntos más generales que no se habían debatido en ninguna de las cuatro comisiones. Como “la necesidad de pelear por el derecho al aborto libre, seguro y gratuito para todas las mujeres, incluidas las mujeres jóvenes, menores e inmigrantes, que se ven excluidas de este derecho, discriminadas por la xenófoba ley de extranjería que las deja sin derecho a la atención médica”.
En este punto, la compañera Silvia de Barcelona reivindicó la necesidad de incluir “la separación efectiva de la Iglesia y el Estado, basta de los privilegios de la iglesia. Esta reivindicación que es histórica en el movimiento de mujeres aún está lejos de conquistarse, pero conseguirlo es indispensable para garantizar nuestro derecho a decidir sobre nuestro cuerpo, nuestro deseo y por una sexualidad verdaderamente libre». Muchas hemos hablado de la necesidad de una educación sexual no heteronormativa, pero esto es imposible mientras se siga manteniendo la injerencia de la Iglesia en los planes de estudio”.
Se aprobaron también varias acciones coordinadas para asegurar que este día se convierta en una gran jornada de lucha, como la convocatoria de asambleas informativas en todos los centros de estudio, de trabajo y en todos los barrios, para llamar en cada territorio a “las mujeres jóvenes, mayores, estudiantes, pensionistas, trabajadoras, lesbianas, trans, inmigrantes, a las que están en sus casas, a parar el mundo en la grande huelga del 8 de Marzo.
El día domingo comenzó con una mesa redonda protagonizada por las mujeres trabajadoras que protagonizaron huelgas como las de las residencias de Bizkaia, inmigrantes empleadas del servicio doméstico, de la Universidad de Zaragoza y activistas del movimiento feminista en Italia.
La convocatoria de la huelga de mujeres y sus objetivos esto quedaron plasmados en una rueda de prensa el domingo al finalizar esta gran jornada, en la que varias mujeres remarcaron que “el 8 de Marzo no es ningún punto y final, es el comienzo de un gran movimiento. Porque exigimos todos nuestros derechos, si paramos todas, el mundo para”.
Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=236763