Ruymán Rodríguez: “El proyecto ‘La Esperanza’ es un modelo resolutivo que demuestra que la anarquía es más funcional”

Miembro del Sindicato de Inquilinos de Gran Canaria y de la Federación Anarquista de Gran Canaria, Ruymán nos concedió el pasado martes una entrevista en la que nos cuenta los aspectos más significativos relacionados con el proyecto de la Comunidad ‘La Esperanza’, la ocupación más grande llevada a cabo hasta el momento en todo el Estado español, y cómo por ello sufrió torturas y vejaciones por parte de la Guardia Civil de la isla

| 2 abril, 2017 07.04
Ruymán Rodríguez: “El proyecto ‘La Esperanza’ es un modelo resolutivo que demuestra que la anarquía es más funcional”
Ruymán Rodríguez. Foto: AraInfo

El pasado 28 de marzo, dentro del XVII Seminario de Solidaridad Política que se celebró del 20 al 29 del mismo mes en el edificio Paraninfo de Zaragoza y organizado por la Asociación Social Sindical Internacionalista (ASSI), Ruymán Rodríguez, miembro del Sindicato de Inquilinos de Gran Canaria y de la Federación Anarquista de Gran Canaria (FAGC), impartió una charla bajo el título ‘Cruzar el Rubicón’ en la que cuestionaba los límites del modelo de gestión actual en el Estado español.

En un viaje relámpago que le llevó de Gran Canaria a Zaragoza, pasando por Madrid, Ruymán hizo un hueco en su apretada agenda y nos concedió una entrevista en la que nos cuenta los aspectos más significativos relacionados con el proyecto de la Comunidad ‘La Esperanza’, la ocupación más grande llevada a cabo hasta el momento en todo el Estado español, y cómo por ello sufrió torturas y vejaciones por parte de la Guardia Civil de la isla. 

¿Podrías explicarnos en qué consiste la Comunidad ‘La Esperanza’, el proyecto de ocupación más grande del Estado español?

Nace en el año 2013, parte de un proceso muy largo llevado a cabo por la Federación Anarquista de Gran Canaria (FAGC) que se funda en 2011, siendo al principio un colectivo anarquista al uso. Nos dedicábamos a una labor meramente disolvente, señalar todo lo malo que hacían los demás. Entonces fue cuando detectamos cuáles eran los verdaderos déficits de vivienda, sociales y económicos que había en la isla. Con 135.000 casas vacías, 20 desahucios diarios, récord de pobreza infantil, 30% de paro, 35% de exclusión social… o nos metíamos en los temas sociales o íbamos a acabar teniendo muchísimos titulares pero no influyendo para nada en la vida de la gente.

Después de parar muchos desahucios y ocupar bastantes inmuebles, es cuando encontramos estos cuatro bloques de viviendas, llegamos a un acuerdo con la constructora, que quiebra y es embargada por Bankia, para que nos permita realojar familias desahuciadas y sin recursos a cambio de rehabilitar el inmueble. Metemos a las primeras veinte familias a principios de 2013 y actualmente ya viven allí 76 familias, 207 personas.

¿Qué modelo se aplica a la hora de gestionar este proyecto?

La Comunidad ‘La Esperanza’ es un proyecto muy paradójico porque es estructuralmente libertario pero que no está compuesto por anarquistas. Lo gestionan directamente los vecinos, autogestionado al 100%. La FAGC sólo interviene para asesorarles en temas de desahucios, todo lo demás lo llevan ellos. Es un modelo asambleario, horizontal, que se basa en sus comisiones de trabajo y en una estructura totalmente autogestionaria. Los problemas que pueden surgir son los de cualquier tipo de comunidad de vecinos con los problemas de convivencia habituales, con la gran diferencia de que allí los tienen que solucionar ellos.

Por ejemplo, si se les tapona una alcantarilla no hay ningún ayuntamiento que vaya allí a desatascarla, tienen que ser ellos los que tienen que encargarse de eso, si hay algún tipo de problema eléctrico o del tipo que sea, son ellos los que tienen que atajarlo. Y a su vez, los problemas de convivencia también los regulan ellos. Son los que establecen sus propios códigos de elección interna y los que deciden en asamblea cómo se gestionan los posibles conflictos de convivencia.

Es un modelo resolutivo, funcional, porque demuestra que la anarquía, y vivir en anarquía, es duro porque requiere mucho trabajo, pero es factible y es más funcional. Recordemos que llegan a ese proceso cuando experimentaron, porque nosotros en ningún momento intentamos condicionarlo, un modelo presidencialista previo en el que un vecino se hacía presidente. Ese modelo no funcionó, no se sentían representados, sentían que el poder corrompía. Fue entonces cuando dijeron, “vamos a llamar a los anarquistas y vamos a poner en marcha un modelo libertario”.

Es decir, ¿las administraciones no intervienen en ningún momento?

El ayuntamiento lo único que ha hecho es denegarles el padrón a los últimos vecinos, denegarles cualquier tipo de trabajo en la bolsa municipal, denegarles cualquier tipo de ayuda… Además de eso, a principio de 2016, en abril, les formulan un decreto de desalojo. Ese decreto lo paramos a base de una gran cantidad de movilizaciones callejeras. Presentamos 50 recursos de reposición escritos con ‘sangre’, porque nos costó teniendo en cuenta que no somos abogados y nos tuvimos que ‘empapar’ el derecho administrativo. Cuando lo presentamos en el ayuntamiento se quedaron sin grapas y sin matasellos porque no se lo esperaban, los ‘ahogamos’ en papel.

El día que estaba destinado para el supuesto desalojo, habiendo advertido ya nosotros que un desalojo sin orden judicial es ilegal y el ayuntamiento no lo puede realizar, al final no pasó nada. Recuerdo que los recibimos con un desayuno colectivo en el que nos gastamos 60 euros en churros y chocolate, un derroche para lo que es ‘La Esperanza’ (risas).

En una video entrevista que te hicieron hace ya un tiempo, explicabas que vuestra relación con el ayuntamiento resultaba un tanto paradójica porque incluso desde el propio consistorio mandaban a familias sin recursos a ‘La Esperanza’, ¿esta situación ha llegado a suceder?

Totalmente. Hay tres familias viviendo en ‘La Esperanza’ que las ha derivado el propio alcalde. Fueron al ayuntamiento a solicitar una vivienda y les dio nuestro número de teléfono. Les dijo que no tenían ni vivienda pública ni protegida que ofrecerles y que los realojáramos nosotros en ‘La Esperanza’. Y después de esta hipocresía tremenda los intentaron desalojar.

Recordemos que para más inri, el partido Nueva Canarias, que en sus orígenes era un partido asambleario de lo que hoy podría intentar ser Podemos y actualmente intenta ir de izquierda alternativa, esta gentuza, porque son gentuza, ha intentado los dos desahucios masivos más grandes de la isla, ‘La Esperanza’ con 200 personas y el edificio de inquilinos en Sardina del Sur con otras 200 personas y en ambos casos quienes les han parado los pies han sido los propios vecinos.

Ruymán Rodríguez: Foto: AraInfo

Ruymán Rodríguez: Foto: AraInfo

Por todos estos motivos, el 30 de abril de 2015, cuando te disponías a ir a tu trabajo, la Guardia Civil te detiene en Santa María de Guía (Gran Canaria), ¿cuáles fueron los motivos de dicha detención? 

Según me dicen cuando me meten en el coche, lo que querían hacer es identificarme porque la foto del DNI no se parecía a mi cara y por eso me llevan al cuartelillo. Allí empiezan a decirme que me vaya de Guía, que deje de llenarlo de basura, que estoy metiendo a toda la gentuza de la isla a vivir en Guía, que son todo chusma… Entonces tuve la bonita ocurrencia de decirles que para mí la gente que estaba trabajando no era chusma, sino que gentuza eran los políticos que ellos defendían.

A partir de ahí se producen una serie de golpes, estrangulamientos hasta en tres ocasiones que me hacen vomitar sangre. Pido el ‘habeas corpus’ –procedimiento jurídico mediante el cual cualquier ciudadano puede comparecer inmediatamente ante el juez para que este determine sobre la legalidad del arresto-, asistencia sanitaria y demás. Pero claro, viendo lo que había pasado, la Guardia Civil reacciona y lo que hace es imputarme por atentado contra la autoridad, un delito posterior a mi detención.

Actualmente no pueden demostrar por qué me detuvieron ese día, porque no hay ningún tipo de orden judicial, y lo que alegan es que mientras me estaban torturando le pegué una patada a uno de ellos, por eso me piden pena de cárcel. Ahora estamos en un largo proceso judicial que ahora se encuentra en el Penal y que han supuesto unos costes económicos tremendos. Aprovecho de paso al movimiento libertario para agradecerles su ayuda porque se lo debo a ellos el haber podido hacer frente a esto.

Quizá en otras circunstancias lo suyo hubiera sido ‘bomba de humo’ y pasar de esta gentuza y que me buscaran, pero teniendo una actividad pública tan importante y con tantos proyectos, es imposible hacer eso y por ello hemos tenido que plantar cara donde no nos gusta. Pero, hay una pequeña nota positiva que es, que de oficio se ha imputado al guardia civil que me estranguló en la tortura, y ahora estamos en una acusación por su parte de detención ilegal y tortura, y por la mía, atentado contra la autoridad. Actualmente estamos a la espera del juicio.

¿Crees que el proyecto ‘La Esperanza’ se podría trasladar a otros territorios del Estado español? ¿o por el contrario crees que las circunstancias que se dan en la isla lo hacen inviable en otro lugar?

Es verdad que la situación social y económica de Gran Canaria es muy concreta y parecería difícil de exportar. Pero tenemos que ser realistas. En todas las grandes ciudades del Estado español hay bolsas de pobreza, de marginación y de indigencia. El problema es que los anarquistas no estamos trabajando en esos sectores, los anarquistas estamos a mirarnos el ombligo, a regodearnos en el 36 y en lo grandes que fuimos, y no nos importa volver a plantear un proyecto productivo, práctico y que verdaderamente solucione el día a día de la gente con herramientas libertarias.

Ese proyecto, adaptando esas circunstancias, con todas las salvedades, con todas las propias adaptaciones que requiere otro ambiente y otras circunstancias socio-económicas, podrían ser perfectamente exportables, e incluso mejor de lo que lo hemos hecho allí, porque repito, lo hemos hecho un grupo en el que somos muy pocos, que cada vez hay menos anarquistas y más vecinos, porque los anarquistas no están por currar en lo que tienen que currar, y además no tenemos recursos. En la Federación trabajamos cuatro, yo tengo un sueldo de 400 euros mensuales, es decir no cobramos nada, somos pobres de solemnidad y podemos sacar eso adelante. Si lo podemos hacer nosotros, lo puede hacer cualquiera.

Lo importante de nuestra experiencia es que nosotros no hemos querido hacer la parte fácil, porque decirle a alguien, “métete en la boca del lobo porque esto va a ser bonito, precioso y no vas atener ningún varapalo”, esto es suicida y es insolidario. Nosotros hemos querido plantear este proyecto, y las distintas ocupaciones que tenemos entre manos, planteando el lado oscuro de la militancia y planteando que hay muchas decepciones. Una asamblea libertaria puede perfectamente acordar algo muy autoritario, que la gente tiene machismo y racismo y porque los saques de vivir de sus barrios no va a dejarlo en casa. Por eso, ver la vida desde el laboratorio es muy fácil, pero al final verla día a día acabas asqueado con el trabajo de invasión que ha realizado el capitalismo. Todo esto lo podemos ver en los palacios pero lo que no sabemos es que también ese trabajo ha llegado hasta la última chabola.

Y sin embargo, con todos estos pormenores, que hemos tardado en subsanar después de muchos varapalos, de muchos golpes y muchos batacazos, ese pequeño éxito de conseguir la ocupación más grande del Estado a base de herramientas libertarias, vale la pena intentarlo en cualquier sitio. Un proyecto que no lo ha hecho la PAH, ni un partido político, ni los comunistas… lo han hecho los anarquistas, que somos muy endogámicos y sacamos pecho para todo, pero para esto no (risas).

Por último Ruymán, ¿algo que desees añadir?

Me gustaría hacer una invitación al movimiento libertario a salir del ‘ghetto’ ideológico para meterse en el ‘ghetto’ del barrio. Va a ser duro, va a ser chungo, van a recibir mil palos. Los códigos que existen en la calle son duros y si no los conoces te pueden reventar por dentro. Vas a ver tantas muestras de insolidaridad como de generosidad a ultranza, pero es el único sitio donde es posible crecer porque esa es la única gente que no tiene nada que perder, porque ya lo ha perdido todo. Es la única gente que tiene algún motivo para levantarse, y si no nos organizamos con ellos, seguiremos viviendo la utopía en nuestros locales y regodeándonos.

Fuente: http://arainfo.org/ruyman-rodriguez-el-proyecto-la-esperanza-es-un-modelo-resolutivo-que-demuestra-que-la-anarquia-es-mas-funcional/

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Entrevista a René Ramírez, Secretario Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación de Ecuador

Entrevista a René Ramírez, Secretario Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación de Ecuador

Para el académico, 2016 “puede ser leído como el año del fin del largo siglo XX en términos históricos”. Agrega que el Brexit, la victoria de Donald Trump en Estados Unidos y la muerte de Fidel Castro simbólicamente marcan un parteaguas en la correlación de fuerzas a nivel mundial, tanto política como económica.

¿Cómo se llama su nuevo libro?

“La gran transición: en busca de nuevos sentidos comunes”.

¿Por qué la gran transición?

En referencia al libro Karl Polanyi  “La gran transformación”, ubico lo sucedido Ecuador en esta década en el marco de la disputa política, en el marco de los antecedentes neoliberales que marcaron dos décadas perdidas para el país y América Latina. Existe un absurdo histórico de querer señalar que 10 años es suficiente para hacer una transformación estructural, como han mencionado ciertos políticos como María Paula Romo o Guillermo Lasso. Eso es no tener idea de la historia ni ecuatoriana ni mundial. Aquello es imposible, más aún cuando se tuvo que desmotar toda una institucionalidad creada para generar una sociedad oligárquica, y luego de destruirla volver a edificar otra que busque el bien común de las grandes mayorías. Si alguien está siendo arrastrado por la corriente en dirección a una cascada, lo primero que tiene que hacer es re-enrumbar el barco para que tome otra dirección. Estos diez años, han permitido re-direccionar el barco, navegando a contracorriente de las relaciones de poder mundial, y generar la energía social suficiente para dirigirse hacia aguas pacíficas y poder anclar en buen puerto. Parte de la gran transición implica haber redireccionado el barco, al mismo tiempo que se mejoraba el bienestar de sus pasajeros.

¿Esto quiere decir que no existe una década ganada?

Claro que existe una década ganada; y tenemos frente a nosotros otra década por ganar, pero es primero una década por disputar. No obstante, debemos hacer una lectura histórica de la década ganada. Más allá de los resultados sociales, que son a todas luces positivos (se ha reducido la pobreza, han mejorado los niveles de consumo, de ingreso, acceso universal a educación y salud, etc.),existe una década ganada en términos políticos justamente porque está viva la posibilidad de seguir disputando una transformación de las estructuras sociales para edificar un nuevo orden social: la construcción de una democracia humana sostenible; es decir, la sociedad del buen vivir.

¿Cuáles son las condiciones históricas que identifica en esta gran transición que viabilizan la gran transformación?

Que haya existido un momento destituyente/constituyente, donde la ciudadanía manifiestela necesidad de firmar un nuevo pacto social de convivencia que genere un nuevo orden social; que el nuevo pacto social viabilice una transformación estructural; y que las decisiones políticas que acompañan al nuevo pacto hayan sido acciones estructurantes que permiten configurar las condiciones de posibilidad de poder disputar la gran transformación.

Está claro el momento destituyente/constituyente, ¿pero el nuevo pacto social viabiliza un nuevo orden social?

No me cabe la menor duda. El horizonte de sentido está plasmado en el nuevo texto constitucional. Los tránsitos para la transformación son algunos. Por ejemplo, debemos pasar: 1) del antropocentrismo al biocentrismo; 2) del colonialismo y patriarcalismo a la sociedad pluridiversa (plurinacional e intercultural); 3) de la democracia exclusivamente representativa (que es consustancial al capitalismo) a la democracia humana sostenible, basada en la participación y deliberación social; 4) del capitalismo de mercado (desmercantilización social) a la economía social y solidaria; y, 5) del Estado corporativo mercantilista al Estado soberano popular garantizador de derechos.

Europa planteó la construcción del Estado de Bienestar y esa ha sido la última propuesta de construcción de un nuevo orden social (luego del fracaso de los ofrecimientos de sociedad realizados por el bloque soviético). Ahora parece que la derecha empieza a desmantelarlo. En este marco, el camino se basaba, entre otras aristas, en reconocer la igualdad de los ciudadanos frente a los derechos sociales basados en la democracia representativa. Sin lugar a dudas, las propuestas constitucionales de Suramérica avanzan en esa dirección y los gobiernos progresistas han avanzado rápidamente en reducción de pobreza, desigualdad y democratización de derechos. Pero en el mundo que vivimos aquello es insuficiente. La “nueva modernidad”, si cabe el término, pasa por la construcción de sociedades plurinacionales. Eso plantean las Constituciones de Ecuador y Bolivia, que sin lugar a dudas están en la vanguardia en estos términos. Mientras esto planteamos en el Sur, en Europa la semana pasada en dos días murieron 340 migrantes tratando de llegar a sus tierras. De hecho, en el 2016 se llegó a la cifra record de 4300 muertos en el mediterráneo con 3 veces menos llegadas de migrantes por el mar que en el 2015. Europa ahora es sinónimo de oscurantismo y barbarie. La igualdad tiene que convivir con la diversidad y reconocer la diversidad de identidades que hay en el mundo. En este marco, la vanguardia está en reconocer la ciudadanía universal y el reconocimiento de que se puede construir Estados Plurinacionales unitarios respetando la pluriculturalidad de identidades y de naciones que conviven en cada territorio.

En su diagnóstico del surgimiento del fascismo a mediados del s. XX, Polanyi muestra cómo el nacionalismo xenófobo fue una reacción contra la enorme desigualdad provocada por el libre mercado, un mecanismo de defensa social. En nuestros días, salvando las distancias de la analogía, parece ser que la historia se repite.

¿Y, en el ámbito económico qué implicanlas transiciones que viabilizan la transformación?

A nivel mundial, podría pensar que el 2016 puede ser leído como el año del fin del largo siglo XX en términos históricos. El Brexit, la victoria de Trump y la muerte de Fidel simbólicamente marcan un parteaguas en la correlación de fuerzas a nivel mundial, tanto política como económica. Solo el rechazo de los tratados transatlántico y transpacífico, y la salida de la UE de Gran Bretaña configuran otro escenario en el panorama mundial. García Linera señala que es el fin de la globalización. Personalmente creo que es el comienzo de otra globalización. Ecuador debe pensarse en ese marco.

En estos 10 años se ha podido caminar disputando el sentido de la barbarie de lo que es el capitalismo pero obviamente dentro del capitalismo. La izquierda autista cree que era viable hacerlo desde otro sistema. ¡Imposible! A veces siento que esta izquierda no entiende nada de lo que significa el poder, en tanto que la derecha tiene un gran entendimiento no solo de su significado sino también de cómo ejercerlo.

En términos resumidos puedo señalar que en el libro planteo que en esta década se han realizado tres acciones (a diferentes velocidades) que son indispensables para seguir disputando una gran transformación: 1) una gran desconcentración del capital; 2) una nueva acumulación socio-ecológica originaria; 3) una gran acumulación de capital físico. Queda pendiente buscar edificar una forma de organización productiva en donde se redistribuya produciendo y se produzca distribuyendo.Planteamos la construcción de una economía social de los conocimientos construida desde una lógica colaborativa.

En estos procesos se tiene que configurar otros sentidos comunes que rompan la hegemonía del valor de cambio y se edifique una nueva apropiación social valórica basada en la vida y en el valor de uso.Debemos romper con la sociedad que sabe el precio de todo, pero conoce el valor de muy pocas cosas. La construcción y apropiación de tales sentidos es tarea pendiente de la segunda transición que se encuentra en disputa.

¿La izquierda que Usted llama autista señala que los grandes ganadores son los capitalistas? ¿Qué opina frente a tal afirmación? 

La década es ganada porque ha ganado toda la sociedad. La diferencia es que en comparación con el período precedente a estos diez años hubo una prioridad deliberada: los pobres y los trabajadores. En el libro demuestro que el crecimiento de estos 10 años fue pro-pobre y pro-trabajador. La participación en el pastel (que, dicho sea de paso, se duplicó) disminuyó 10% para los capitalistas y se distribuyó en los trabajadores y en aquella economía denominada mixta (por ejemplo, economía popular, cooperativas, etc.). En estos diez años se tomaron decisiones que disputaron una desacumulación de la lógica capitalista; es decir, que pase de manos —ya sea en stock o en flujos futuros— de los capitalistas hacia la sociedad, ya sea directamente o indirectamente a través del Estado. Para muestra unos botones:el resarcimiento de los dos mayores atracos sociales en la historia del país, con la auditoría de la deuda externa y el cobro del salvataje bancario de 2000; la recuperación social de las rentas petroleras; el financiamiento de la duplicación del bono de desarrollo humano destinado a los más pobres financiados con las utilidades de los bancos privados son ejemplos de esta desconcentración de capital. En términos estructurales, debemos estar vigilantes que el acuerdo comercial no conlleve una reconcentración de la acumulación en el capital transnacional y que aquella acumulación originaria producida en esta década no sirva para generar otra acumulación, sino que produzca reconcentración de la riqueza en donde se perpetúe el patrón de especialización del país.

Asimismo, se ha dado una nueva acumulación socio-ecológica originaria, sobre todo al democratizar capacidades humanas: acceso a educación, salud, seguridad social, o al evitar la emisión de 6,3 toneladas/año de CO2 como consecuencia del cambio en la matriz energética, etc. No es fortuito que el promedio de vida de los ecuatorianos haya aumentado 5.5 años.

En esta transición, así no le guste escuchar a la izquierda autista, siempre será necesario una acumulación importante de capital físico no especulativo que viabilice otra acumulación: carreteras, hidroeléctricas, puertos, aeropuertos, etc.

Lo que debemos tener claro es que en este escenario se ha producido una acumulación que no existía antes y que la derecha se está frotando las manos para servirse la mesa puesta. Luego que se creó una riqueza que no existía, la derecha busca concentrar los beneficios en pocas manos en capitalistas nacionales y/o transnacionales. Congelar el aumento del gasto social por 20 años, imponer eliminar la obligación de garantizar la educación inicial y media que sea pública y gratuita realizada por Temer; o la reducción de la inversión en Ciencia y Tecnología que realizó Macri o la propuesta de Lasso de privatizar la seguridad social para que cada “uno elija” su proveedor a nombre de la libertad (léase el que tiene plata elija y para los demás nada) es clara evidencia de una nueva acumulación que pretende hacer o ya lo está haciendo los grandes capitales en nuestro continente luego de la década social ganada por los gobiernos progresistas. La propuesta de la derecha: la apropiación de las capacidades humanas y las instituciones de interés común. Debemos darnos cuenta que en Argentina, Brasil –por ejemplo- la disputa por la transformación se ha vuelto muy opaca.

¿Cuál debería ser la estrategia?

En la disputa de constitucionalizar a la sociedad ecuatoriana se debe tener claro el sentido de la historia que vivimos actualmente. La inserción en el mundo ya no pasa por permitir un libre flujo de bienes y servicios. Como señalé, parece ser que el 2017 será el inicio del siglo XXI. Esa estrategia es del siglo pasado y nos sumiría en la peor de las dependencias de la historia. Cuando en el libro hablo de la gran transición también señalo que no se trata de una sola transición sino de dos: la que firmamos los ecuatorianos y que está plasmada en el texto constitucional y la que sucede a escala mundial: el transito del capitalismo industrial al capitalismo cognitivo basados ambos en procesos de financiarizaciónespeculativa de la economía. La nueva política comercial pasará por el manejo de la propiedad intelectual, y la estrategia debe estar vinculada a una inserción inteligente en los grandes circuitos de generación de conocimiento, tecnología e innovación en el marco de las necesidades y potencialidades de nuestros pueblos. Lamentablemente, veo muy poco debate sobre cuál es el papel de la ciencia en la trasformación socialy cuál es la estrategia de desarrollo tecnológico para las próximas décadas en Ecuador. Ecuador no saldrá de las trampas de desarrollo sino plantea una estrategia clara de cómo romper la dependencia tecnológica y cognitiva; pero tampoco saldrá adelante sino sabe defender y conocer la biodiversidad que tiene. No es fortuito que en los tratados mundiales se obligue a los países a poner en los códigos orgánicos penales sanciones hasta con prisión cuando se atenta a los derechos de autor o de propiedad, en tanto que no se diga nada cuando se roba la biodiversidad de nuestros territorios (biopiratería). En el libro se plantea que la nueva geopolítica ya pasa por la disputa de la relación conocimiento-biodiversidad; es por eso, que la estrategia planteada es el bio-conocimiento para el buen vivir de nuestros pueblos y nacionalidades.  Gracias a dios tenemos petróleo pero debemos tener claro que únicamente gracias a una acción colectiva social deliberada podremos ser un país terciario exportador de conocimiento y tecnología.  Gracias a dios tenemos Galápagos, pero gracias a la voluntad de los ecuatorianos nos construiremos como  innopolis.

¿A qué se refiere cuando señala el poco debate que se da sobre estos temas en el proceso electoral?

Es muy triste ver cómo hemos caído en la democracia de la ‘encuestología’, que para el caso de la oposición del gobierno consiste simplemente en oponerse a todo lo que el gobierno ha hecho según sus encuestas. No existe ninguna propuesta. No solo eso. Si uno analiza lo que dicen los candidatos, el país quebraría en más temprano que tarde. Ecuador no tiene política monetaria por tener el dólar, la política comercial podrá verse  cercenada por obvias razones y a su vez se escucha en las propuesta de los candidatos que van a bajar impuestos, van a quitar el impuesto a la salida de divisas o el del anticipo del impuesto a la renta, etc. Cuando el gobierno puso las salvaguardias, entre otras razones, para defender la dolarización,la derecha inmediatamente salió a atacarlo.  Se quiere garantizar derechos de calidad como en el “primer mundo”, con sistema de impuestos del cuarto mundo: ¡inviable! De concretarse tales acciones, en poco tiempo el Ecuador tendría que salir de la dolarización (sino varía el precio del barril del petróleo radicalmente hacia arriba). Creo que estamos en un debate poco serio en el campo económico en el proceso electoral.

 Un punto más: se está disputando el pasado reprimido. La derecha dice: se gastó demasiado, ahora hay que enmendar a través del sacrificio. Es la moral punitiva, que busca inducir el temor y resolverlo señalando a un chivo expiatorio. En todos los discursos de oposición se anuncia un mesías negativo y se escucha el tono lastimero de miércoles de ceniza del carnaval revolucionario.La izquierda debe seguir disputando el futuro: la esperanza, inyectar la convicción de que es posible que todos vivamos bien, aquí, hoy y en esta tierra llamada Ecuador. ¡Dejemos que la esperanza venza al miedo!

¿Qué papel juegan los medios de comunicación en esta disputa?

Los medios de comunicación son la principal herramienta de poder usada por la derecha para producir desencanto y desesperanza. Los noticieros, los diarios intentan construir la sociedad del miedo, de la sospecha, de la desconfianza. Los noticieros que más crecen en audiencia son los que más sangre presentan. A esto se suma, las redes sociales, esta nueva esfera pública que permite a través del anonimato (trolls) difamar sin ninguna responsabilidad pública. Las estrategias de piramidación cuando se intenta generar la noticia de la semana son claras: se usan los grandes medios masivos y los grandes “influenciadores” que tienen muchos seguidores en sus cuentas de redes sociales y que no azarosamente suelen ser periodistas de medios privados. Por eso, hoy en día uno de los principales principios que hay que disputar en la democracia es la verdad y su defensa en la esfera pública.

Como ciudadano esperaría que cualquier candidato a la Presidencia de mi país siempre esté apegado a la verdad y tenga la valentía, en caso de haberse equivocado, de aclarar y pedir disculpas públicas por el error cometido. No que se utilice la mentira como estrategia deliberada de ganar votos. Ese es la estrategia de una derecha que no tiene moral. Debemos tener claro que no habrá democracia de calidad mientras no existe ética en la política y mientras no reine la verdad en la esfera pública.

Existe una izquierda que señala que ha sido una década desperdiciada. ¿Qué opina?

Comparto lo señalado por Emir Sader:para quienes ha sido una década desperdiciada es para la misma izquierda que realiza tal afirmación. La pregunta que hace el sociólogo brasileño es pertinente: si gobiernos como el de la Revolución Ciudadana serían responsables por el retorno de la derechacomo suelen afirmar estos grupos, entonces, ¿por qué esta “ultra izquierda” no se ha fortalecido, no ha aprovechado el debilitamiento de los gobiernos progresistas y hanocupado su lugar? Simple, porque no tiene ningunabase popular y porque sus argumentos no han penetrado en ningún sector de la población. Esta izquierda debería aprender que también son responsables de sus acciones o no actuaciones. Lamentablemente, la derecha ha sido mucho más astuta y eficiente en términos políticos que esta izquierda. No es casualidad que esta izquierda en las próximas elecciones no tenga ningún vocero directo como candidato presidencial.Una izquierda sin pueblo, no es izquierda. En este sentido, parece que les quedó grande el sustantivo izquierda. ¡Sí que han desperdiciado esta década!

¿Cuál es el papel de la política en este sentido?

Quizá tan importante como viabilizar la disputa es que la misma transición descrita ha sido realizada en el marco de una historia democrática y pacífica. El proceso de reconfiguración social, al tener estas características, ha permitido recuperar la confianza en el otro y sobre todo la capacidad de asombro ciudadano frente a la injusticia social, lo cual ha permitido transitar de la ira de los indignados a la esperanza ciudadana. La derecha tiene claro que la confianza, la esperanza ciudadana y la recuperación de la política son la principal arma que tienen los procesos progresistas para seguir avanzando. En este marco, es vital para la derecha desencantar, desesperanzar a la ciudadanía y desmantelar la imagen de la política como espacio para crear un orden social justo.

En este marco, es necesario entender la acción política como medio pero también como fin del proceso de cambio.De esa manera, la acción política debe crear un círculo virtuoso, basado en actores que apoyen y empujen el cambio, y que el cambio que sostienen y auspician los fortalezca. Frente a la sociedad de la desconfianza y el miedo que busca instaurar como sentido común la derecha, uno de los principales retos que tienen Lenin Moreno es re-seducir a la ciudadanía –como lo está haciendo- para continuar con el espíritu esperanzador que hemos tenido en estos 10 años, lo cual implica generar otra estética en la política.

Fuente: http://www.telesurtv.net/opinion/No-habra-democracia-de-calidad-mientras-no-exista-etica-en-la-politica-20161208-0049.html

 

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Entrevista a Manolo Bayona y Jesús Arteaga: La base de la transformación social está en la calle, no en las instituciones

Entrevista a Manolo Bayona y Jesús Arteaga (“Jipy”), activistas y miembros de la iniciativa Amnistía Social
“La base de la transformación social está en la calle, no en las instituciones”
Enric Llopis
La propuesta Amnistía Social reivindica, entre otros puntos, la supresión de todas las causas penales abiertas en los juzgados, que se deriven de protestas contra las políticas de recorte de los derechos laborales y sociales. También la derogación de la ley del menor, la de Extranjería y el cierre de los CIE; y la “erradicación de las prácticas policiales abusivas”, se trate de listas negras, montajes o torturas. Manolo Bayona, de 62 años, y Jesús Arteaga (“Jipy”), de 60, son activistas y miembros de la iniciativa Amnistía Social. No son pocas las organizaciones que plantean la necesidad de las “dos patas” en la lucha emancipadora: una en la calle y la segunda en las instituciones. Ellos anteponen la calle. Manolo Bayona participa en Baladre Internacional, coordinación de luchas contra la desigualdad, el empobrecimiento y la exclusión en cualquiera de sus formas. “Jipy” dedica una parte de su tiempo al Projecte AU, iniciativa de economía solidaria y de autogestión de la Asamblea de Paradas y Precarias de CGT-Valencia. También es músico, en los grupos Skaparápid y Kanas Free (ulldtro).

-La iniciativa Amnistía Social -entendida como una respuesta colectiva y desde abajo a la represión- celebrará el próximo encuentro estatal el 10 y 11 de febrero de 2017 en Salamanca, un año y medio después de la primera asamblea en Madrid…

-Manolo Bayona: Ante una sociedad con leyes injustas, lo que implica tener que desobedecerlas, te responden con la criminalización. La Amnistía Social implica saldar cuentas, es decir, ni debía ni debo nada. En todo caso, me lo deberían a mí. Pero hay que superar este marco legal. Para vivir y ganarnos la vida durante estos últimos 70 años hemos tenido que hacer cosas muy básicas, como la apropiación de bienes comunales u ocupar viviendas. Es el marco legal de protofascismo, el fascismo, el capitalismo y el patriarcado el que ha regido todo esto.

-Jesús Arteaga (“Jipy”): La Amnistía Social es muy importante por una cuestión de justicia. La justicia social requeriría saber por qué las personas están en una determinada situación que les aboca a cometer un delito. Además, amnistía implica olvido: lo que sirvió un día para castigarte, hoy desaparece. Ésta es la base teórica de cualquier tipo de amnistía, que se diferencia del indulto y el perdón en que aquélla implica un esfuerzo por reconocer que el marco legal vigente -cuando cometiste un delito- era injusto. Porque las leyes son siempre un producto de la correlación de fuerzas. En muchas ocasiones te sancionan, cumples una pena y sales, pero después queda un fichero con antecedentes.

-¿Cómo empieza un recorrido de tantos años como activistas sociales?

-MB: Empecé a los 16 años en el barrio de “La Sagrada”, en A Coruña, un barrio obrero y con numerosa población excluida. Allí participé en el movimiento juvenil y vecinal. A lo largo de los años he trabajado, fundamentalmente, en lo comunitario, en el ámbito de los parados y los excluidos. Entre 1982 y 1998 en la asamblea de parados de Gasteiz, que es uno de los grupos que da origen a Baladre. También en el movimiento vecinal Abetxuco de Gasteiz, sobre todo desde 1986. Mi diplomatura dice que soy trabajador social, pero lo que me interesa es la desprofesionalización y la desmercantilización del trabajo social. Durante los últimos años trabajo principalmente en Baladre, Coordinación de luchas contra el paro, el empobrecimiento y la exclusión social. Una de nuestras propuestas medulares es la Renta Básica de las Iguales (RBI).

-JA: Procedo del movimiento autónomo, obrero y consejista de finales de los años 70. Formé parte de “Topos Obreros”. Cuando llegó la Transición y los procesos de desindustrialización, en los años 80, mucha de esta gente cae en el desempleo y la precariedad. En este punto surge una segunda fase, con la presencia del ecologismo, el comunitarismo, los medios de comunicación libres, las okupaciones y el trabajo cooperativo y autogestionado (participé por ejemplo en la formación de “El Rastrell”). Se generó entonces todo un movimiento no estructurado de contestación al sistema. A partir de ahí me vinculo al movimiento alternativo y libertario. Tomo parte en el impulso inicial de la Feria Alternativa de Valencia, donde participo en la organización durante los primeros 17 años. Y en ese contexto, me da por la música. Participé activamente en la Okupación del Kasal Popular, a finales de los años 80 y durante los 90. Allí nació Skaparápid, grupo del que fui cantante.

-¿Cómo han evolucionado el activismo y los movimientos sociales durante las últimas décadas?

-MB: En primer lugar, hay más mercado. Las estructuras de las organizaciones han apuntado progresivamente hacia la mercantilización y el desarrollo de servicios; y también hacia planteamientos muy elitistas. Desde los años 90 el activismo viene principalmente de las universidades. Se trata de sectores, por tanto, que incorporan sus análisis y valores a la acción sociopolítica. De ese modo va cerrándose el ámbito a los barrios, comunidades y parroquias de base, que cada vez aportan menos gente. Actualmente te encuentras con que hay personas más armadas intelectualmente, pero muy distanciadas del dolor, las carencias y el malestar, lo que les lleva al vanguardismo moderno. Su libro básico sería “Manual de guerrilla de la comunicación”.

-JA: Me parece que se ha producido un “salto” importante, cuantitativo y cualitativo, a partir del 15-M. Lo observo como un fenómeno espontáneo, que da un vuelco a la comodidad establecida dentro de la acción política y social. Actualmente hay más grupos activos, nuevas reflexiones y aportaciones, por lo que no comparto que todo tiempo pasado fuera mejor. Ciertamente la época que viví de Okupa resultó muy emocionante, pero hoy existen en Valencia una infinidad de casas okupas: en l’Horta, en el barrio de El Cabanyal, en el Parque Alcosa… Estas personas lo viven hoy con la misma pasión que yo en el Kasal Popular y además originan un mayor movimiento social que cualquier formación política clásica. Por ejemplo en la música, hay expresiones que le pegan veinte patadas… En nuestra época había grupos como Skaparápid, Maniática o Nocivo, mientras hoy existen a centenares. Si entonces era un éxito reunir a 5.000 personas, actualmente los grupos te juntan a 50.000. Lo que creo que falta hoy, al igual que entonces, es dar el salto de lo local a algo más global y compartido. Estamos mucha gente en muchos frentes, sin embargo faltan espacios de confluencia. Pero, ojo, hablo dentro de los antagonistas…

-¿Qué fenómenos represivos son los más invisibilizados y ocultos para el ciudadano medio que se informa a través de la televisión? ¿Dónde se localizan estos silencios atronadores?

Se producen unas confusiones enormes en las llamadas sociedades de la comunicación, que ciertamente han tenido un gran éxito en la tarea de ocultación; porque la gente llega a dudar incluso de lo que vive. Y esto es algo nuevo. Antes, en el territorio se compartían las experiencias y la comunicación era casi directa, por ejemplo se decía: “Hoy me ha machacado el jefe en la fábrica”. Actualmente tenemos unos aparatitos virtuales y rectangulares que cambian la percepción de la vida. Puede parecer Orwell y la novela “1984”… Pero creo que el 15-M desvela el entramado y deja en pelotas la legitimidad del sistema; es un momento histórico en que ese dejarse llevar por la cotidianidad se rompe, gracias también a movimientos como la PAH y otros. Realmente estamos en un mundo donde el trabajo de los medios de comunicación, sobre todo respecto a la imagen y en materia de sublimación, es enorme. Es el minuto de oro de la Coca-Cola, como ha demostrado la psicología aplicada. Me como los contenidos, aunque no los reflexione.

JA: A la represión que aplican sistemáticamente y con mayor intensidad, se añaden otras modalidades más sutiles y sofisticadas. Hay una represión que se transmite por los medios de comunicación, que yo llamo de contaminación ideológica, y que es igual que las toxinas que emite una fábrica. Por ejemplo, el amor vinculado al romanticismo ponzoñoso, o la “adultocracia”, que consiste en la imposición por parte de los mayores a los menores de su visión del mundo y de la vida; desconsiderarlos porque se equivocan o cometen errores y llegar a verlos como una “oveja negra”, cuando lo cierto es que el adolescente no adolece de nada. Todas estas ideas se cocinan también a través del arte y la literatura. Sabemos mucho de las músicas occidentales, pero nada de las africanas. ¿Qué grupos de música portugueses conocemos? Ninguno. Y sólo porque hay una línea llamada frontera, que es física y mental.

Por otro lado, ¿se puede esperar algo de la política en el marco de las instituciones? ¿Sois partidarios de entrar en el “juego” parlamentario?

MB: Hay una expresión que repito mucho cuando me llaman a compartir experiencias o prácticas de formación en Podemos, Bildu, la CUP o las mareas. Les digo que es duro ocupar la casa del amo, ya que éste tiene estructuras y normas. Que lo hagan, de acuerdo, para frenar en lo posible las políticas del amo, pero no podrán hacer nada más, ya que los cambios reales están afuera; la base de la transformación está en las comunidades y la cotidianidad. Y esto hay que decírselo a los compañeros con cariño, para que no te venga luego el secretario judicial o el tribunal de turno de la institución y te diga que tal cosa no puede hacerse. Lo que más les pido a los compañeros –y lo digo, aunque éste no sea mi recorrido- es que conciencien a la gente de que dentro no hay cambio posible… aunque después no les voten. Allí dentro no podrán hacer lo que quieran. Eso se lo tienen que explicar a sus votantes. Insisto, lo institucional ha de servir para generar más oxígeno al afuera, no al adentro.

-JA: Situaría la acción política (con mayúsculas) fuera de las instituciones. No me gusta la división artificial que considera que la política se hace dentro, yo creo en la otra, la que pone el centro en las personas y en los problemas. Ahora bien, no soy abstencionista congénito. Me parece además que el ámbito en el que mejor se puede actuar es el muncipalista, principalmente en el municipalismo libertario. Últimamente creo que los movimientos sociales han sido más determinantes que las formaciones políticas clásicas. Me refiero a movimientos como la PAH, las Marchas de la Dignidad o la Primavera Valenciana, que han tenido mayor influencia que el surgimiento de Podemos.

-¿Consideráis que en la izquierda tiene un peso excesivo el “intelectualismo” y la argumentación académica, que hay militantes a quienes se les valora por el currículo de publicaciones y doctorados?

-MB : No sólo tienen un peso excesivo. Hemos confundido el conocimiento con el conocimiento académico. Es como si unas minorías quisieran darnos a entender que la construcción de experiencias y de la vida sólo viene de los profesores y de la academia. Sin embargo, éste es un conocimiento muy sesgado y mercantilizado; además, lo que estamos comentando remite a un pequeño drama que sufrimos los pequeños colectivos sociales: vemos que no tenemos voz en distintos ámbitos de comunicación que deberían ser los nuestros. Así pues, creo que hace falta una visión holística de lo que están generando nuestras vivencias; no sólo el enunciado de abstracción y análisis, sino mostrarnos la vida y el pensamiento con toda su tensión. De eso andamos totalmente escasos.

-JA: Creo que el pensamiento que adolece de práctica se queda en eso, en pensamiento. En cuanto a la faceta de los intelectuales dentro del mundo del conocimiento, si éste no se traslada al común de los mortales, queda en muy poco. En los ámbitos en los que me muevo –la Asamblea de Paradas de la CGT o Baladre- las aportaciones en el terreno del pensamiento no se miden por el nivel académico, sino por la posibilidad de la praxis. En mi opinión, dentro de la izquierda no hay gente que tenga más razón por tener más conocimiento. Lo que tienen que hacer es ponerlo en común, esto es lo importante. Nosotros estamos ahora con gente que trabaja el campo, y esto implica también un conocimiento… Y también de tipo intelectual, como saber cuándo se ha de plantar…

-Por último, participáis en colectivos que priorizan la renta básica. ¿Por qué tanta polémica en cuanto a las diferentes modalidades de renta básica, o si debe anteponerse el trabajo garantizado?

MB- Cuando tú constituyes un planteamiento como vanguardia y verdad, tenemos un problema. Todo esto viene de un proceso muy largo. “Gente de Baladre” empezó a trabajar la propuesta en 1984, y durante 20 años el ninguneo fue permanente. Gracias a sectores de la economía crítica –y me refiero a personas como José Iglesias Fernández o Josep Manel Busqueta-, le conseguimos dar a la propuesta una potencia mayor. Pero en las primeras Jornadas sobre la Renta Básica, celebradas en 1998 en Barcelona, algunos sectores de la academia iniciaron el camino de colocar la iniciativa en los carriles del sistema; de modo que potenciaron el que sólo hubiera una lectura de la renta básica, la de la ciudadanía universal. Pero nosotros continuamos con el desarrollo de nuestra idea. Actualmente hay tres modelos. El de las Rentas Mínimas de Inserción, orientadas a sectores en exclusión, que se abonan con algún tipo de contraprestación; en segundo lugar, la Renta Básica Universal como mecanismo de redistribución de la renta, sin contrapartidas ni contraprestaciones; y por último, la Renta Básica de las Iguales (RBI), línea por la que apostamos en Baladre. Ponemos el acento en que la RBI nos ayude, durante el proceso, a generar comunidad; y también a disponer de bienes y servicios, no sólo de dinero.

-JA: En el País Valenciano y en el estado español nos hallamos en un proceso que trata de romper con el desconocimiento y el bloqueo sobre qué significa la renta básica; y además, que dé origen a un movimiento autoorganizado. Las asambleas de paradas y precarias de la CGT somos partidarias de la Renta Básica de las Iguales, pero consideramos que no hay posibilidad de acceder a nuestras propuestas sin una actitud más activa de la gente, respecto a cómo cubrir sus necesidades. No se trata de una idea para la discusión en ateneos, sino para la lucha social y la movilización.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=219290&titular=%93la-base-de-la-transformaci%F3n-social-est%E1-en-la-calle-no-en-las-instituciones%94-

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Libro: Movimientos sociales y gobiernos en la región andina – Resistencias y alternativas. Lo político y lo social.

Movimientos sociales y gobiernos en la región andina – Resistencias y alternativas. Lo político y lo social.

Aníbal Quijano. Álvaro García Linera. Boaventura de Sousa Santos. Pablo Stefanoni. Lorgio Orellana Aillón. L. Pablo Cuba Rojas. Alejandro Moreano. Ana María Larrea Maldonado. Bruno Revesz. José Seoane. Clara Algranati. Tomás Moulian. María Soledad Betancur Betancur. Simona Violetta Yagenova. Pablo González Casanova. Lucio Oliver Costilla. Raúl Ross Pineda. Luciano Concheiro Bórquez. Graça Druck. Virgínia Fontes. [Autores de Artículo]

Colección OSAL. Revista.
ISSN 1515-3282
CLACSO.
Buenos Aires.
Junio de 2006

Editorial Análisis de casos: Movimientos sociales y gobiernos en la región andina Estado-nación y «movimientos indígenas» en la región Andina: cuestiones abiertas por Aníbal Quijano El evismo: lo nacional-popular en acción por Álvaro García Linera Evo Morales e a Democracia por Boaventura de Sousa Santos El nacionalismo indígena en el poder por Pablo Stefanoni Hacia una caracterización del gobierno de Evo Morales por Lorgio Orellana Aillón Bolivia: movimientos sociales, nacionalización y Asamblea Constituyente por L. Pablo Cuba Rojas Ecuador en la encrucijada por Alejandro Moreno Movimiento indígena, lucha contra el TLC y racismo en el Ecuador por Ana María Larrea Maldonado La irrupción del Ollanta Humala en la escena electoral peruana por Bruno Revesz Documentos: Declaración de la CONAIE al país y al mundo – Quito, 23 de marzo de 2006 El pueblo ganó contra la OXY. Declaración de CONAIE y ONAHE – Ecuador, 16 de mayo de 2006 Decreto Supremo 28.071 «Héroes del Chaco». Evo Morales Ayma, presidente constitucional de la República de Bolivia – 1 de mayo de 2006 Congreso Nacional, Referéndum ¡Ahora!, Este TLC ¡No pasará! Declaración de la Coordinadora Nacional de Lucha contra el TLC – Lima, 3 de mayo de 2006 Cronología del conflicto: Los movimientos sociales en la geopolítica continental por José Seoane y Clara Algranati Región Sur El gobierno de Michelle Bachelet: las perspectivas de cambio por Tomás Moulián -Argentina -Brasil -Chile -Paraguay -Uruguay Región Andina Del Estatuto de Seguridad al estado comunitario: veinticinco años en la criminalización de la protesta social en Colombia por María Soledad Betancur Betancur -Bolivia -Colombia -Ecuador -Perú -Venezuela Región Norte ¿Hacia dónde se encaminan las luchas de los movimientos sociales? por Simona V. Yagenova -Costa Rica -El Salvador -Guatemala -Honduras -México -Nicaragua -Panamá -Puerto Rico -República Dominicana Debates: Resistencias y alternativas. Lo político y lo social Las razones del zapatismo y «La Otra Campaña» por Pablo González Casanova México y América Latina: la cambiante relación de fuerzas entre lo social y lo político desde una perspectiva de cambio posneoliberal por Lucio Oliver Costilla La gigantesca fiesta liberadora: «Un día sin inmigrantes» en EE.UU. por Raúl Ross Pineda y Luciano Concheiro Bórquez Os sindicatos, os Movimentos Sociais e o Governo Lula: Cooptação e Resistencia por Graça Druck Sociedade civil, classes sociais e conversão mercantil-filantrópica Virgínia Fonte.

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/buscar_libro_detalle.php?id_libro=321&campo=autor&texto=de%20sousa%20santos

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Libro: Los movimientos sociales. De Porto Alegre a Caracas. Dominación imperial y alternativas

Los movimientos sociales. De Porto Alegre a Caracas. Dominación imperial y alternativas

Edgardo Lander. Cândido Grzybowski. Carmen Teresa García. Magdalena Valdivieso. Plinio de Arruda Sampaio Jr. Héctor de la Cueva. Samir Amin. Rémy Herrera. Jeon So-Hi. José Seoane. Emilio Taddei. Atilio A. Boron. Lilia Solano. John Saxe-Fernández. María José Nacci. Alcira Argumedo. Adalberto Ronda Varona. [Autores de Artículo]

Colección OSAL. Revista.
ISSN 1515-3282
CLACSO.
Buenos Aires.
Enero de 2006

Editorial Análisis de casos: Los movimientos sociales. De Porto Alegre a Caracas Hacia el Foro Social Mundial Caracas 2006 por Edgardo Lander Fórum Social Mundial. A reinvenção da democracia? por Cândido Grzybowski Una aproximación al Movimiento de Mujeres en América Latina. De los grupos de autoconciencia a las redes nacionales y trasnacionales por Carmen Teresa García y Magdalena Valdivieso Ecuador: Plan Colombia, crisis institucional y movimientos sociales por Pablo Dávalos Brasil: as esperanças não vingaram por Plinio de Arruda Sampaio Jr. Mar del Plata: el ALCA no pasó. Una victoria de la Cumbre de los Pueblos por Héctor de la Cueva A propósito de las revueltas de los barrios periféricos en Francia por Samir Amin y Rémy Herrera Libre comercio e integración neoliberal en Asia: la respuesta de los movimientos populares Jeon So-hi Cronología del conflicto: Cartografía de las resistencias y desafíos de la Otra América posible por José Seoane y Emilio Taddei Región Sur -Argentina -Brasil -Chile -Paraguay -Uruguay Región Andina -Bolivia -Colombia -Ecuador -Perú -Venezuela Región Norte -Costa Rica -El Salvador -Guatemala -Honduras -México -Nicaragua -Panamá -Puerto Rico -República Dominicana Debates: Dominación imperial y alternativas Un imperio en llamas por Atilio A. Boron Terrorismo de estado y Tratado de Libre Comercio: estrategia imperialista en Colombia por Lilia Solano «Libre mercado», seguridad y el nuevo anexionismo por John Saxe-Fernández Los ecos de la historia. Proyectos de dominación y movimientos populares en América Latina por Alcira Argumedo y María José Nacci Centroamérica y el Caribe: neoliberalismo e integración por Adalberto Ronda Varona Documentos: Llamamiento de los movimientos sociales a la movilización contra la guerra, el neoliberalismo, la explotación y exclusión, por otro mundo posible. V Foro Social Mundial – Porto Alegre, 31 de enero de 2005 Declaración final del IV Encuentro Hemisférico de lucha contra el ALCA – La Habana, 30 de abril de 2005 Declaración final de la III Cumbre de los Pueblos de América – Mar del Plata, Argentina, 3 de noviembre de 2005 Declaración final del VI Foro Mesoamericano de los Pueblos – San José de Costa Rica, diciembre de 2005 Llamado a la movilización contra el acuerdo de la OMC. Alianza Social Continental y Campaña Continental contra el ALCA – 23 de diciembre de 2005

Fuente: http://www.clacso.org.ar/libreria-latinoamericana/pais_autor_libro_detalle.php?id_libro=320&campo=autor&texto=18&pais=10

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La idea de América Latina (la derecha, la izquierda y la opción decolonial)

En el presente artículo se extrae del libro  La idea de América Latina (la derecha, la izquierda y la opción decolonial) por Walter Mignolio  el cual se les presentará en dos partes donde :

Walter Mignolo responde en este artículo a la reseña crítica de Marcel Velázquez Castro sobre La idea de América Latina: la herida colonial y la opción decolonial publicada en el primer número de esta revista. Mignolo sostiene que la alternativa decolonial nace de la diversidad frente a la única manera de leer la realidad monolopolizada por el pensamiento único occidental. Mignolo afirma que el problema es la descolonización del saber y del ser y reconoce filiaciones en el concepto de “colonialidad” de Aníbal Quijano, el de “transmodernidad” de Enrique Dussel y el de “pensamiento fronterizo” derivado de la intelectual y activista Gloria Anzaldúa

En su reseña de La idea de América Latina. La herida colonial y la opción decolonial, Marcel Velázquez Castro plantea una serie de preguntas fundamentales tocantes a la vitalidad del pensamiento decolonial, la envergadura del quiebre epistemológico que, según el autor, yo celebro y si estas formas de pensar están fuera del capitalismo global. Adelantándome a esta pregunta, la respuesta es “no: nada está fuera del capitalismo global y de la cosmología que lo acompaña”.

Parte: I

El pensamiento decolonial se sitúa en la exterioridad (por ejemplo, la construcción del afuera para construir el adentro). No hay afuera ontológico sino exterioridad epistemológica. Esto lo sabemos muy bien desde Francisco de Vitoria y la fundación teológico-legal del derecho internacional: los indígenas, o bárbaros en el lenguaje de Vitoria, iguales por ley natural, fueron considerados diferentes por ley humana, ambas construidas por el propio cristianismo para integrarlos a fin de disciplinarlos.

Desde la fundación histórica del derecho internacional y la construcción de la exterioridad (desde los bárbaros del siglo XVI a los primitivos del siglo XVIII a los comunistas del siglo XX y a los terroristas del siglo XXI), hubo modificaciones de contenido en la misma lógica de construcción de la exterioridad. La exterioridad está dentro porque está fuera. Ese es el borde donde mora el pensamiento fronterizo y donde florece la opción decolonial. Estas premisas nos permiten acercarnos a otras preguntas de la larga lista enunciada por Velázquez Castro.

Se interroga también si en esta línea de pensamiento no estaríamos privilegiando a “determinados” sujetos subalternos y a “sus perspectivas” como la única manera de leer la realidad. La respuesta aquí es simple: la opción decolonial es una opción, no la única. El problema está en la pregunta, no en la respuesta: la modernidad (tanto cristiana como secular, liberal y marxista) nos acostumbró a pensar que existe una única manera de leer la realidad. El islamismo radical cayó en la trampa de la modernidad y en el totalitarismo epistémico y político, que opone como mejor opción. Charles Taylor, en su último y celebrado libro, A secular age (2007), describe el momento secular como una opción que no niega la religión y la teología sino que las transforma en opcionales en vez de obligatorias.

Pues la opción decolonial es la opción que surge desde la diversidad del mundo y de las historias locales que, a lo largo de cinco siglos, se enfrentaron con “la única manera de leer la realidad” monolopolizada por la diversidad (cristiana, liberal, marxista) del pensamiento único occidental. Sin lugar a dudas, Karl Marx es fundamental para entender el capitalismo, como lo son John Maynard Keynes y Milton Friedman.

Pero por cierto no podemos privilegiar a ninguno de ellos como única manera “de entender la realidad”. Por ello mismo, cuando Velázquez Castro se pregunta si “para enfrentarse con éxito a las formas de dominación capitalista es necesario desvincular el marxismo del proyecto decolonial”, la respuesta es “No”. Lo cual tampoco significa someterse al marxismo “como la única manera de leer la realidad”.

El problema, para el marxismo, es el capitalismo; mientras que para la opción decolonial lo es la matriz (patrón en el vocabulario de Aníbal Quijano) colonial de poder, de la cual la economía es una esfera. El marxismo se afinca en la forma que adquiere la matriz colonial en el siglo XVIII (y se enfoca en el aspecto económico). La opción decolonial se afinca en la formación histórica de la matriz colonial de poder en el siglo XVI (y se enfoca en la gestión de la economía, de la autoridad, del género y la sexualidad; de la subjetividad y el conocimiento), y hace del control del conocimiento el instrumento fundamental de dominio y control de todas las otras esferas.

Por eso, para la opción decolonial el problema es la descolonización del saber y del ser: saberes que mantienen y reproducen subjetividades y conocimientos y que son mantenidos por un tipo de economía que alimenta las instituciones, los argumentos y los consumidores.

La última pregunta de la lista se refiere a la vinculación entre los movimientos de emancipación que surgen en el “centro del sistema mundo” y el “proyecto decolonial”. Las respuestas aquí son, para empezar, dos: la inmigración inserta la opción decolonial en el corazón mismo de Europa y de Estados Unidos; ha sido puntualizado varias veces, quizás Aimé Césaire fue el primero, que con el nazismo presenciamos en Europa la puesta en práctica de discursos y técnicas que Europa había aplicado hasta ese momento en sus colonias y a la gente de color, no-europeas.

Pues, la opción decolonial es una opción y no un dogma para emplear por la fuerza, como lo hemos visto desde las cruzadas coloniales cristianas hasta el liberalismo colonial; desde el leninismo y Primer Semestre 2009 Walter Mignolo stalinismo al neoliberalismo. La opción decolonial es un pensamiento que surge de la experiencia de morar en la exterioridad, en las fronteras creadas por la expansión de Europa en la diversidad (linguística, religiosa, social, subjetiva, económica, política) del mundo.

I. Por lo que conozco, la versión original de The idea of Latin America (2005) y su traducción al castellano, La idea de América Latina (2007), recibió dos reseñas y dos entrevistas de considerable extensión. Tanto unas como otras invitan y provocan un debate que continúo en estas reflexiones. De modo que el recorrido por estos caminos permitirá contextualizar las preguntas formuladas por Velázquez Castro, al mismo tiempo que entenderlas en relación con preocupaciones convergentes provocadas por el argumento del libro.

La primera reseña, cronológicamente, fue la del historiador argentino Ricardo Salvatore. Titulada “A Post-Occidentalist manifesto”, fue publicada en A Contra Corriente. Revista de Historia Social y Literatura en América Latina (2006a)2 . Con Salvatore tenemos una relación amistosa e intelectual de larga data, aunque con las diferencias entre un historiador y un semiólogo, medio filósofo y medio historiador. La reseña de Salvatore es ajustada al argumento del libro y el lector de su reseña no será guiado por falsos caminos. También es generoso, a la vez que anota aspectos del argumento que son importantes para mí. Salvatore subraya que La idea… es un verdadero manifiesto para la descolonización del conocimiento en y sobre las Américas.

 Otras reseñas breves han sido publicadas en Geographical Review. Robert B. Kent puso el libro en circulación entre geógrafos y en el área de geografía humana. En el ámbito de lengua y literatura, la reseña de Susan Castillo en The Modern Language Review (Vol. 102, Nº 4, octubre de 2007)

Para la opción decolonial el problema es la descolonización del saber y del ser.  La idea de A mérica Latin a (la derecha, la izquierda y la opción decolonial) bién como un manifiesto post-occidental en la medida en que apunta hacia un vuelco radical en la política del conocimiento –un vuelco que sitúa el trabajo intelectual de indígenas y afrolatinos en el foco de la mira (Salvatore, 2006a: 130).

Fuente:

http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/secret/CyE/CyE2/09idea.pdf

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/gMPpQi2m5so5S4MQbANKu_o_3Vb4EdVzzLW97cREYQSYHMp25WhqYNzc6ge9xhvbbEXF=s85

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