La idea de América Latina (la derecha, la izquierda y la opción decolonial)

En el presente artículo se extrae del libro  La idea de América Latina (la derecha, la izquierda y la opción decolonial) por Walter Mignolio  el cual se les presentará en dos partes donde :

Walter Mignolo responde en este artículo a la reseña crítica de Marcel Velázquez Castro sobre La idea de América Latina: la herida colonial y la opción decolonial publicada en el primer número de esta revista. Mignolo sostiene que la alternativa decolonial nace de la diversidad frente a la única manera de leer la realidad monolopolizada por el pensamiento único occidental. Mignolo afirma que el problema es la descolonización del saber y del ser y reconoce filiaciones en el concepto de “colonialidad” de Aníbal Quijano, el de “transmodernidad” de Enrique Dussel y el de “pensamiento fronterizo” derivado de la intelectual y activista Gloria Anzaldúa

En su reseña de La idea de América Latina. La herida colonial y la opción decolonial, Marcel Velázquez Castro plantea una serie de preguntas fundamentales tocantes a la vitalidad del pensamiento decolonial, la envergadura del quiebre epistemológico que, según el autor, yo celebro y si estas formas de pensar están fuera del capitalismo global. Adelantándome a esta pregunta, la respuesta es “no: nada está fuera del capitalismo global y de la cosmología que lo acompaña”.

Parte: I

El pensamiento decolonial se sitúa en la exterioridad (por ejemplo, la construcción del afuera para construir el adentro). No hay afuera ontológico sino exterioridad epistemológica. Esto lo sabemos muy bien desde Francisco de Vitoria y la fundación teológico-legal del derecho internacional: los indígenas, o bárbaros en el lenguaje de Vitoria, iguales por ley natural, fueron considerados diferentes por ley humana, ambas construidas por el propio cristianismo para integrarlos a fin de disciplinarlos.

Desde la fundación histórica del derecho internacional y la construcción de la exterioridad (desde los bárbaros del siglo XVI a los primitivos del siglo XVIII a los comunistas del siglo XX y a los terroristas del siglo XXI), hubo modificaciones de contenido en la misma lógica de construcción de la exterioridad. La exterioridad está dentro porque está fuera. Ese es el borde donde mora el pensamiento fronterizo y donde florece la opción decolonial. Estas premisas nos permiten acercarnos a otras preguntas de la larga lista enunciada por Velázquez Castro.

Se interroga también si en esta línea de pensamiento no estaríamos privilegiando a “determinados” sujetos subalternos y a “sus perspectivas” como la única manera de leer la realidad. La respuesta aquí es simple: la opción decolonial es una opción, no la única. El problema está en la pregunta, no en la respuesta: la modernidad (tanto cristiana como secular, liberal y marxista) nos acostumbró a pensar que existe una única manera de leer la realidad. El islamismo radical cayó en la trampa de la modernidad y en el totalitarismo epistémico y político, que opone como mejor opción. Charles Taylor, en su último y celebrado libro, A secular age (2007), describe el momento secular como una opción que no niega la religión y la teología sino que las transforma en opcionales en vez de obligatorias.

Pues la opción decolonial es la opción que surge desde la diversidad del mundo y de las historias locales que, a lo largo de cinco siglos, se enfrentaron con “la única manera de leer la realidad” monolopolizada por la diversidad (cristiana, liberal, marxista) del pensamiento único occidental. Sin lugar a dudas, Karl Marx es fundamental para entender el capitalismo, como lo son John Maynard Keynes y Milton Friedman.

Pero por cierto no podemos privilegiar a ninguno de ellos como única manera “de entender la realidad”. Por ello mismo, cuando Velázquez Castro se pregunta si “para enfrentarse con éxito a las formas de dominación capitalista es necesario desvincular el marxismo del proyecto decolonial”, la respuesta es “No”. Lo cual tampoco significa someterse al marxismo “como la única manera de leer la realidad”.

El problema, para el marxismo, es el capitalismo; mientras que para la opción decolonial lo es la matriz (patrón en el vocabulario de Aníbal Quijano) colonial de poder, de la cual la economía es una esfera. El marxismo se afinca en la forma que adquiere la matriz colonial en el siglo XVIII (y se enfoca en el aspecto económico). La opción decolonial se afinca en la formación histórica de la matriz colonial de poder en el siglo XVI (y se enfoca en la gestión de la economía, de la autoridad, del género y la sexualidad; de la subjetividad y el conocimiento), y hace del control del conocimiento el instrumento fundamental de dominio y control de todas las otras esferas.

Por eso, para la opción decolonial el problema es la descolonización del saber y del ser: saberes que mantienen y reproducen subjetividades y conocimientos y que son mantenidos por un tipo de economía que alimenta las instituciones, los argumentos y los consumidores.

La última pregunta de la lista se refiere a la vinculación entre los movimientos de emancipación que surgen en el “centro del sistema mundo” y el “proyecto decolonial”. Las respuestas aquí son, para empezar, dos: la inmigración inserta la opción decolonial en el corazón mismo de Europa y de Estados Unidos; ha sido puntualizado varias veces, quizás Aimé Césaire fue el primero, que con el nazismo presenciamos en Europa la puesta en práctica de discursos y técnicas que Europa había aplicado hasta ese momento en sus colonias y a la gente de color, no-europeas.

Pues, la opción decolonial es una opción y no un dogma para emplear por la fuerza, como lo hemos visto desde las cruzadas coloniales cristianas hasta el liberalismo colonial; desde el leninismo y Primer Semestre 2009 Walter Mignolo stalinismo al neoliberalismo. La opción decolonial es un pensamiento que surge de la experiencia de morar en la exterioridad, en las fronteras creadas por la expansión de Europa en la diversidad (linguística, religiosa, social, subjetiva, económica, política) del mundo.

I. Por lo que conozco, la versión original de The idea of Latin America (2005) y su traducción al castellano, La idea de América Latina (2007), recibió dos reseñas y dos entrevistas de considerable extensión. Tanto unas como otras invitan y provocan un debate que continúo en estas reflexiones. De modo que el recorrido por estos caminos permitirá contextualizar las preguntas formuladas por Velázquez Castro, al mismo tiempo que entenderlas en relación con preocupaciones convergentes provocadas por el argumento del libro.

La primera reseña, cronológicamente, fue la del historiador argentino Ricardo Salvatore. Titulada “A Post-Occidentalist manifesto”, fue publicada en A Contra Corriente. Revista de Historia Social y Literatura en América Latina (2006a)2 . Con Salvatore tenemos una relación amistosa e intelectual de larga data, aunque con las diferencias entre un historiador y un semiólogo, medio filósofo y medio historiador. La reseña de Salvatore es ajustada al argumento del libro y el lector de su reseña no será guiado por falsos caminos. También es generoso, a la vez que anota aspectos del argumento que son importantes para mí. Salvatore subraya que La idea… es un verdadero manifiesto para la descolonización del conocimiento en y sobre las Américas.

 Otras reseñas breves han sido publicadas en Geographical Review. Robert B. Kent puso el libro en circulación entre geógrafos y en el área de geografía humana. En el ámbito de lengua y literatura, la reseña de Susan Castillo en The Modern Language Review (Vol. 102, Nº 4, octubre de 2007)

Para la opción decolonial el problema es la descolonización del saber y del ser.  La idea de A mérica Latin a (la derecha, la izquierda y la opción decolonial) bién como un manifiesto post-occidental en la medida en que apunta hacia un vuelco radical en la política del conocimiento –un vuelco que sitúa el trabajo intelectual de indígenas y afrolatinos en el foco de la mira (Salvatore, 2006a: 130).

Fuente:

http://biblioteca.clacso.edu.ar/ar/libros/secret/CyE/CyE2/09idea.pdf

Fuente imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/gMPpQi2m5so5S4MQbANKu_o_3Vb4EdVzzLW97cREYQSYHMp25WhqYNzc6ge9xhvbbEXF=s85

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Walter Mignolio

Semiólogo argentino y profesor de literatura en la Universidad de Duke, en Estados Unidos. Se le conoce como una de las figuras centrales del poscolonialismo latinoamericano y como miembro fundador del Grupo modernidad/colonialidad.