Afectadas laboralmente, 13 millones de mujeres en América Latina: OIT

Alrededor de 13 millones de mujeres en América Latina y el Caribe vieron desaparecer sus empleos o limitarse su desarrollo laboral por la pandemia de Covid-19, que exarcebó las brechas de género en los mercados de trabajo de la región, señaló la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

La OIT destacó que las mujeres «fueron especialmente golpeadas por una crisis causante de fuertes salidas de la fuerza de trabajo, desempleo y grandes demandas de cuidados no remunerados».

De acuerdo con la OIT, las brechas en la igualdad de género se redimensionaron con la crisis de la pandemia, lo que implica un retroceso de una década en sólo un año.

En el caso de México, la organización señaló que 15 por ciento menos mujeres que hombres forman parte del sector laboral formal y solamente 1 de 4 personas a cargo de negocios con más de seis personas trabajadoras son mujeres.

“La abrupta transición al teletrabajo resultante de la actual pandemia ha afectado de forma desproporcionada a las mujeres. Dos de cada tres personas que se encuentran realizando teletrabajo en México son mujeres y en una mayoría de casos ellas se enfrentan al difícil reto de balancear sus responsabilidades laborales con tareas de cuidados y del hogar, que previamente a la crisis sanitaria ya asumían con mayor frecuencia que los hombres”, dijo el director de la Oficina de País de la OIT para México y Cuba, Pedro Furtado de Oliveira.

Por su parte, la especialista regional de empleo de OIT, Roxana Maurizio, indicó que la pandemia agudizó aún más las tensiones en materia de conciliación entre el trabajo para el mercado y las responsabilidades familiares. «A todo esto hay que sumar el aumento del teletrabajo y del trabajo en el domicilio en un contexto de cierre o suspensión de los espacios de cuidado asociado con las medidas de confinamiento y de distanciamiento físico», añadió.

De acuerdo con los datos del Panorama Laboral de la OIT, hace más de 15 años que no se registraba una tasa tan baja de participación de las mujeres. Por ello, la organización urgió a la promoción de políticas de recuperación del empleo y los mercados laborales que desde su diseño e implementación tengan una perspectiva de género.

A continuación el comunicado completo:

Los planes de recuperación del mundo del trabajo tras la pandemia de COVID-19 en América Latina y el Caribe deben incluir medidas especiales para favorecer la reincorporación laboral de las mujeres, que fueron especialmente golpeadas por una crisis causante de fuertes salidas de la fuerza de trabajo, desempleo y grandes demandas de cuidados no remunerados, destacó hoy la OIT.

“Esta crisis sin precedentes ha exacerbado las brechas de género en los mercados de trabajo de la región, sacando de la fuerza de trabajo a millones de mujeres y anulando avances anteriores. Hemos retrocedido más de una década en un año y ahora necesitamos recuperar esos empleos y pisar en el acelerador de la igualdad de género”, dijo el Director de OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro.

Antes de la pandemia la igualdad de género era ya una asignatura pendiente que desafiaba a quienes elaboran las políticas laborales a enfrentar sus raíces estructurales, aún cuando se habían registrado importantes avances durante décadas. Con la crisis actual han aparecido nuevas dimensiones que ensanchan las brechas.

“La recuperación de la crisis en el trabajo debe desactivar la amplificación de desigualdades causada por la COVID-19, si queremos lograr un crecimiento económico sostenible con empleos productivos y de calidad. En este Día Internacional de la Mujer es crucial reafirmar el compromiso para recobrar el terreno perdido durante la debacle económica y social en nuestros países”, agregó el Director Regional de OIT.

Los últimos datos disponibles indicaban la tasa de participación laboral de las mujeres experimento una baja histórica de 5,4 puntos porcentuales (un retroceso 10,3 por ciento) llegando a nivel de 46,4 por ciento. Por detrás de las tasas porcentuales, esto significa que cerca de 12 millones de mujeres fueron expulsadas de la fuerza laboral debido a la destrucción de los empleos.

El retroceso en la participación laboral de las mujeres se produjo después de décadas durante las cuales se había registrado un aumento constante en su incorporación al empleo remunerado. De acuerdo con los datos del Panorama Laboral de la OIT, hace más de 15 años que no se registraba una tasa tan baja de participación de las mujeres.

“La abrupta transición al teletrabajo resultante de la actual pandemia ha afectado de forma desproporcionada a las mujeres. Dos de cada tres personas que se encuentran realizando teletrabajo en México son mujeres y en una mayoría casos ellas se enfrentan al difícil reto de balancear sus responsabilidades laborales con tareas de cuidados y del hogar, que previamente a la crisis sanitaria ya asumían con mayor frecuencia que los hombres”, afirmó Pedro Furtado de Oliveira, Director de la Oficina de País de la OIT para México y Cuba.

“La sobrecarga de tareas resultante del trabajo en casa puede afectar su salud psicosocial y su desempeño laboral, dificultando aún más su desarrollo profesional”, agregó Furtado de Oliveira.

La tasa de desocupación regional de las mujeres en 2020 aumento de 10,3 a 12,1 por ciento, por encima del promedio de desocupación general, que subió a 10,6 por ciento, según se destacó en el último informe Panorama Laboral. Esto significó que aproximadamente 1,1 millones de mujeres se incorporaran a las cifras del desempleo femenino, para llegar a un total de 13,3 millones.

En total, cerca de 25 millones de mujeres están desempleadas o salieron de la fuerza de trabajo por cuenta de la pandemia.

Las mujeres además han sido afectadas en el mercado de trabajo por su mayor presencia en sectores económicos fuertemente afectados por esta crisis como, por ejemplo, los servicios, donde se desempeña cerca de 50 por ciento de la fuerza laboral femenina, y de comercio, con 26 por ciento.

De acuerdo con el último Panorama Laboral de América Latina y el Caribe de la OIT, la contracción del empleo en 2020 fue particularmente importante en sectores de servicios como hoteles (-17,6 por ciento) y comercio (-12,0 por ciento). A ello se le suma la mayor incidencia de ocupaciones informales que fueron particularmente golpeadas por la crisis en el empleo femenino.

Otro factor que ha afectado y, más aún, puede condicionar las perspectivas de recuperación del empleo de las mujeres son las crecientes dificultades de conciliar el trabajo remunerado con las responsabilidades familiares, en un contexto en donde los servicios educativos y de cuidado se han visto profundamente alterados de la mano de las medidas sanitarias para el distanciamiento y reducción de la movilidad de las personas.

“La pandemia, por un lado, puso en evidencia la importancia vital de estas tareas. Por otro lado, agudizó aún más las tensiones en materia de conciliación entre el trabajo para el mercado y las responsabilidades familiares. A todo esto hay que sumar el aumento del teletrabajo y del trabajo en el domicilio en un contexto de cierre o suspensión de los espacios de cuidado asociado con las medidas de confinamiento y de distanciamiento físico”, explicó la especialista regional de empleo de OIT, Roxana Maurizio.

Según la OIT las consecuencias pueden extenderse más allá de la crisis sanitaria si no se genera el debido soporte de los sistemas públicos de cuidados y el sistema escolar presencial, que faciliten el retorno de las mujeres al mercado laboral.

A su vez, el significativo incremento en la subutilización de la fuerza de trabajo durante 2020 puede también generar mayores dificultades para su reinserción laboral en el futuro. Por ende, la crisis económica regional puede incluso tener impactos más permanentes si no se implementan respuestas de política sociolaboral pertinentes.

“No sólo se requieren políticas que incluyan a las mujeres, sino políticas de recuperación del empleo y los mercados laborales que desde su diseño e implementación tengan una perspectiva de género de modo tal de no reproducir las dificultades que ellas enfrentan para insertarse y permanecer en el mercado de trabajo”, comentó Maurizio.

Los institutos y sistemas de formación profesional pueden tener un rol importante en impulsar la participación de las mujeres en ocupaciones no tradicionales para ellas, pero de mayor futuro y productividad. También es importante crear una ruta formativa para las mujeres con bajos niveles educativos que han sufrido mucho más el impacto de la crisis y cerrar las brechas digitales entre hombres y mujeres para asegurar su participación.

Maurizio agregó que el desafío va más allá de recuperar las fuertes pérdidas en materia laboral ocurridas como consecuencia de la pandemia. “Se requiere apuntalar, aún con más fuerza que antes, un proceso que asegure a las mujeres mayores oportunidades de empleo de calidad, formación y acceso a las nuevas tecnologías, reducción de brechas y el pleno cumplimiento de los derechos laborales”.

Fuente e imagen:  https://desinformemonos.org/afectadas-laboralmente-13-millones-de-mujeres-en-america-latina-oit/

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Juana Manso: mujer feminista y defensora de la educación

Por: Luciana Sabina/17-04-2019

Logró avanzar con escuelas mixtas, la planilla de asistencia, la eliminación de castigos corporales y la enseñanza del inglés, entre otras.

Juana Paula Manso nació en Buenos Aires el 26 de junio de 1819. Su padre, José María Manso, fue un ingeniero español que apoyó la Revolución de Mayo y luego se volcó por el partido Unitario. Muchas veces llevaba consigo a Juana a los cafés porteños donde la pequeña recitaba poemas. Siempre contó con el aval y la preocupación de su progenitor, siendo incentivada de modo cotidiano a desarrollarse intelectualmente. Sobre esta base Juana se convirtió en una gran autodidacta, incursionó incluso en el aprendizaje de idiomas. 

A los trece años tradujo del francés «El egoísmo y la amistad o los defectos del orgullo» utilizando un seudónimo. Su padre lo hizo publicar. Por entonces la familia vivía en Montevideo debido a la persecución impuesta por Juan Manuel de Rosas a los unitarios.

En 1841 Juana fundó una escuela para niñas utilizando dos habitaciones de su hogar, entre sus alumnas figuró Dolores Lavalle, hija del general. También dio clases  de idiomas a domicilio. Mientras tanto iba realizando diversas publicaciones poéticas en la prensa.

En 1844 se trasladó a Brasil, país en el que conoció al violinista portugués Francisco de Saá Norohna. Se casaron y juntos viajaron a Estados Unidos, donde Juana conoció las particularidades de una sociedad que otorgaba mayor libertad y oportunidades a las mujeres, además fue presa de la fascinación al conocer el avanzado sistema pedagógico yanquie.

Realizaron este viaje con esperanzas en la carrera de Francisco. Su fracaso en los escenarios fue rotundo y la pareja comenzó a tener discusiones. Manso lo refleja en sus escritos: «a pesar de su delicadeza natural, irritado como estaba me decía mil palabras fuertes que hicieron bañar en lágrimas mis ojos».

En 1848 llegaron a Cuba ya con dos hijas. La suerte tampoco los acompañó allí y terminaron regresando a Brasil.

En 1852, Juana fundó el primer periódico dedicado a las mujeres en América Latina: «O Jornal das Senhoras. Modas, Litteratura, Bellas-Artes, Theatros e Critica». Ese mismo año su padre murió y su marido la abandonó. Quedó sola a cargo de dos niñas, a quienes mantuvo trabajando como docente. Nunca dejó de lado su trabajo literario y periodístico, realizando diversas publicaciones. Juana era entonces una decidida feminista: «Quiero probar que la inteligencia de la mujer -escribió- , lejos de ser un absurdo o un defecto, un crimen o un desatino, es su mejor adorno, es la verdadera fuente de su virtud y de la felicidad».

En 1859 se instaló definitivamente en Buenos Aires. Su viejo amigo José Mármol le presentó entonces a Domingo Faustino Sarmiento, que ocupaba el cargo de Director del Departamento de Educación del Estado de Buenos Aires. Se entendieron de inmediato y comenzaron a trabajar en conjunto, principalmente a través de la instalación de escuelas mixtas, por entonces muy combatidas. El sanjuanino confió tanto en su capacidad que la dejó a cargo de su revista Anales de Educación Común.  

La sociedad de damas de Beneficencia no concordaba con los adelantos pedagógicos que propagaba Juana, quien había alcanzado el puesto de Directora de la Escuela Normal Mixta. 

Esto la llevó a enfrentarlas y a enemistarse con parte de la Iglesia Católica. 

En 1865, con Sarmiento lejos de Buenos Aires, obligaron a Manso a despedir a los alumnos varones de la institución. Ella presentó su renuncia de inmediato.

Tamaño atropello no la detuvo, por eso hoy tantas calles del país llevan su nombre.

Nuestra provincia la reconoció en vida, convirtiéndola en Miembro Honorario de la «Asociación Amigos de la Instrucción Popular de Mendoza», hacia 1870.

Con Sarmiento de regreso -y en la presidencia- Juana fue nombrada miembro de la Comisión Nacional de Escuelas, lugar que por primera vez ocupa una mujer. 

Los cambios que impuso incluyeron incorporar a la enseñanza las planillas de asistencia, el idioma inglés y eliminar los castigos corporales. Además, estableció que los directivos obtengan sus puestos por concurso y ayudó a los niños indigentes, a quien ella misma enseñaba las primeras letras. 

Sarmiento refirió en muchas oportunidades a su amiga, en esta frase deja entrever el machismo al que la vio enfrentarse: «La Manso fue el único hombre de 3 o 4 millones de habitantes de Chile y Argentina que comprendiese mi obra educación… ¿Era una mujer? Sí, pero parece que una mujer pensadora es un escándalo para esta sociedad».

Juana abandonó el mundo con la misma fuerza que usó para recorrerlo. Agonizante, en abril de 1875, se negó rotundamente a recibir la extremaunción por parte de un sacerdote católico y como «reprimenda» terminó siendo sepultada en un cementerio de protestantes ingleses.

«Aquí yace una argentina que en medio de la noche de la indiferencia que envolvía a la patria, prefirió ser enterrada entre extranjeros, antes que profanar el santuario de su conciencia», decía el epitafio. En 1915 sus restos fueron trasladados y descansan desde entonces en el panteón de Maestros de la Chacarita.  

La patria empezó así a reconocerla, dándole espacio entre aquellos que más creen en la humanidad: los docentes.

Fuente de la reseña: https://losandes.com.ar/article/view?slug=juana-manso-mujer-feminista-y-defensora-de-la-educacion

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