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¿Cómo están ayudando la filantropía a poner fin al desequilibrio de género en la ciencia?

UNESCO

Muchos países, generalmente los más pobres, aún están lejos del objetivo de paridad en la matrícula de educación primaria y secundaria, y mucho menos del objetivo más ambicioso de no discriminación en todos los aspectos del sistema educativo. Por lo tanto, la educación de las niñas sigue siendo un área prioritaria para muchos actores del desarrollo internacional. Pero, ¿cómo abordan los donantes las principales prioridades?

Al preparar nuestro Informe de Género en el período previo a la Reunión Ministerial del G7 sobre Educación y Desarrollo el año pasado, el equipo del Informe GEM y la UNESCO enviaron un cuestionario a las agencias de ayuda de los países del G7, organizaciones internacionales seleccionadas y ONG, pidiéndoles que presenten proyectos para abordar 12 prioridades en la educación de las niñas. Hoy, el Día Internacional de las Mujeres y las Niñas en la Ciencia , describimos cuán grande es el problema y resumimos las respuestas seleccionadas al tema.

Las brechas de género persisten en la elección del tema

Hay un día internacional para las niñas y las mujeres en la ciencia porque las brechas de género en la elección de asignaturas dicen mucho sobre el grado de parcialidad en el sistema. A pesar de ser la mayoría de los graduados universitarios, las mujeres están muy poco representadas en ciertos programas. En más de 120 países, las mujeres representan poco más del 25% de los estudiantes en programas de ingeniería terciaria, fabricación y construcción y en tecnología de la información y la comunicación (TIC). Los países donde las mujeres representan la menor proporción de graduados de estos dos programas se encuentran principalmente en África occidental (Benin, Ghana, Malí) y Europa occidental (Bélgica, Países Bajos, Suiza).

La paridad es posible, como lo demuestra el hecho de que hay países que tienen un número casi igual de hombres y mujeres que se gradúan, incluso en Argelia, Marruecos y Túnez. Las tablas estadísticas en nuestro último Informe de género le dan los porcentajes por país de mujeres entre los graduados en ingeniería y ciencias.

figura 8 Las materias que los estudiantes eligen están estrechamente relacionadas con las aspiraciones laborales futuras que tengan. En los países que pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), por ejemplo, entre los jóvenes de 15 años, los niños tienen más del doble de probabilidades que las niñas de trabajar como ingenieros, científicos o arquitectos, y tienen diez años. veces más probabilidades de querer trabajar que los profesionales de las TIC. En Finlandia, el 6.2% de los niños esperan trabajar como ingenieros, científicos o arquitectos, cuatro veces más que el porcentaje de niñas con aspiraciones similares (1.4%).

¿Cómo intentan los donantes corregir el saldo?

ADDA (8)

© UNICEF / UNI279362 / Moving Minds

Un factor importante para motivar a las niñas a inscribirse en los programas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) es ayudarlas a superar la ansiedad y ganar confianza en sus habilidades. Para ayudar a las niñas a sentirse seguras a la hora de elegir, los sistemas educativos deben mejorar los servicios de orientación profesional y orientación y promover modelos a seguir.

En Sudáfrica, el programa TechnoGirl de UNICEF , en asociación con el Departamento de Educación, ha abordado la inequidad de género en STEM desde 2005. Las niñas de 15 a 18 años de escuelas urbanas y rurales desfavorecidas que tienen buenos resultados académicos son colocadas en mentoría corporativa y desarrollo de habilidades. iniciativas Esto les ayuda a ganar confianza y vincular sus lecciones escolares con las habilidades que necesitan para tener éxito en el mercado laboral. Reciben ayuda para tomar decisiones profesionales informadas, con énfasis en ciencia, tecnología e ingeniería. Además, más de 5,000 mujeres jóvenes han recibido becas universitarias o universitarias. Ahora hay iniciativas de TechnoGirl en las nueve provincias, que ayudan a construir un cuadro de futuros líderes. Sin embargo, una evaluación del proyecto encontró que solo el 11% de los participantes informaron que probablemente habrían seguido una carrera profesional diferente si no hubiera sido por el proyecto, lo que significa que hay un margen significativo para mejorar la focalización.

El proyecto de educación STEM de calidad con perspectiva de género, financiado por Japón, se dirige a países africanos francófonos, incluidos Burkina Faso, Burundi, Camerún, Chad, Comoras, Costa de Marfil, la República Democrática del Congo, Yibuti, Madagascar, Malí, Níger y Senegal. El programa proporciona capacitación para maestros, formadores de maestros, administradores escolares y socios gubernamentales. Cubre los factores habilitadores y prohibitivos para la educación de las niñas en STEM, así como el papel de los administradores escolares, los jefes de los colegios de capacitación docente y los representantes de los departamentos técnicos ministeriales para proporcionar liderazgo para crear un ambiente escolar propicio para la participación equitativa de género en STEM . Los participantes aprenden sobre la pedagogía sensible al género, analizan críticamente los recursos educativos y reciben instrucciones sobre cómo usar las TIC para mejorar la participación de las niñas en STEM.

¿Qué estás haciendo para ayudar a terminar con el desequilibrio de género en la ciencia? Ayude a compartir sus experiencias para que otros aprendan a través de la sección de comentarios de este blog.

Fuente; https://gemreportunesco.wordpress.com/2020/02/11/how-are-donors-helping-to-end-the-gender-imbalance-in-science/

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Mujeres y ciencia: 5 libros imprescindibles

Redacción:  National Geographi

Grandes nombres ocupan las páginas de estos libros que ponen el foco en las aportaciones femeninas a la evolución científica

1MUJERES-CIENTIFICAS-alta. Mujeres de ciencia. VV.AA. RBA, 2019

1 / 5 Mujeres de ciencia. VV.AA. RBA, 2019

Con un prólogo de la matemática Clara Grima, este libro de la editorial RBA nos cuenta la fascinante historia de cuatro mujeres cuyas aportaciones fueron fundamentales para el desarrollo de la ciencia. Sophie Germain, Marie Curie, Lise Meitner y Emmy Noether. Y además, lo hicieron en un contexto que, de igual modo que la sociedad, ha marginado al 50% de la población: las mujeres.

Damas del laboratorio. Damas del laboratorio. María José Casado. Debate, 2006.

Damas del laboratorio. Damas del laboratorio. María José Casado. Debate, 2006.

2 / 5 Damas del laboratorio. María José Casado. Debate, 2006.

De nuevo, la autora pone el foco de atención en grandes nombres de la ciencia cuyo protagonismo se ha visto reducido por el mero hecho de ser mujeres. En esta lista formada por 10 figuras de primera líneas, no podían faltar Ada Lovelace, Hipatia de Alejandría o Rosalind Franklin.

3 / 5 Mujeres matemáticas. Joaquín Navarro. RBA, 2019

Una extensa revisión que abarca toda la historia en la que Joaquín Navarro destaca las aportaciones imprescindibles que han contribuido al avance del conocimiento matemático. Mujeres muy diferentes procedentes de épocas diversas con un denominador común: la superación de los más arraigados prejuicios que les permitió escribir su nombre en la historia y participar en la evolución del pensamiento humano.

Las pioneras. Las pioneras. Rita Levi-Montalcini. Editorial Crítica, 2017Las pioneras. Las pioneras. Rita Levi-Montalcini. Editorial Crítica, 2017

4 / 5 Las pioneras. Rita Levi-Montalcini. Editorial Crítica, 2017

La premio Nobel de Medicina Rita Levi-Montalcini escribió este libro para que pudiéramos tomar conciencia de las fundamentales aportaciones que las mujeres han hecho a la ciencia desde hace más de 2000 años. Su lista de nombres es interminable, y se demuestra así que las mujeres tuvieron, tienen y tendrán mucho que decir en todos los ámbitos científicos. Como ella misma dijo: “Este libro está destinado a las nuevas generaciones.”

Las chicas son de ciencias. Las chicas son de ciencias. Irene Cívico y Sergio Parra. Montena, 2018

5 / 5 Las chicas son de ciencias. Irene Cívico y Sergio Parra. Montena, 2018

Esta propuesta del sello Montena es ideal para los más jóvenes. Una introducción amena y divertida al mundo de las ciencias de la mano de algunas de las grandes figuras femeninas sin las cuales la historia quizá no sería la misma. Desde las más desconocidas hasta los grandes nombres, esta obra nos cuestiona: ¿Quién dijo que las chicas no son de ciencias?

Fuente: https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/mujeres-y-ciencia-5-libros-imprescindibles_13977/5
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Ecuador: CIESPAL realizará conversatorio dirigido a las mujeres

América del Sur/Ecuador/Punto Noticias Segunda Emisión

En el marco del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, el Centro Internacional de Estudios Superiores de Comunicación para América Latina (CIESPAL) realizará un conversatorio para debatir sobre el papel de la mujer en el mundo científico y analizar sobre qué se puede hacer hoy en día para motivar a las niñas a seguir una carrera científica y mejorar la situación de la mujer en ellas.En el Conversatorio Mujeres, Niñas y Ciencia participarán 5 expertas en el tema: María Pessina, Claudia Segovia, Sofía Cabrera, Paola Leone y Patricia Torres; quienes abordarán los siguientes temas centrales:

  • La producción de conocimiento científico,
  • La relación con la comunidad científica,
  • El desarrollo de la trayectoria laboral, y
  • El papel de la mujer en el diálogo de saberes

Además, según María Pessina, directora de cooperación de CIESPAL, se desarrollará un ciclo de cine, donde se proyectará la película de María Curie y Ágora.

El Conversatorio Mujeres, Niñas y Ciencia se realizará el próximo 15 de febrero a las 18h00. La entrada es gratuita y está dirigido a todas y todos quienes quieran participar y de todas las edades.

RESERVE SU CUPO: www.ciespal.org/matriculas/index.php/evento/109

Fuente: http://www.pichinchauniversal.com.ec/?p=15720

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Siete mujeres en un ‘Abecedario Científico’

Europa/España/mujeresconciencia.com

Pedro Cifuentes (@krispamparo) es profesor de ciencias sociales, ilustrador, dibujante de webcómics, y muchas más cosas. Su blog Pizarra con garabatos contiene diferentes propuestas, en particular, parte de su trabajo como ilustrador. Os aconsejo que lo visitéis.

Hace unos pocos días decidió compartir su magnífico Abecedario Científico con una licencia creative commons que, como él mismo explica, “permite su distribución gratuita y reproducción para fines no-comerciales, siempre que mencionéis al autor, etc.”

El ‘Abecedario científico’ de Pedro Cifuentes.

Entre los veintitrés científicos elegidos hay siete mujeres, que vamos a nombrar a continuación para poder apreciar con más detalle las ilustraciones. Ellas son:

F

La enfermera y estadística Florence Nightingale (1820-1910), pionera en la práctica de la enfermería y notable estadística, precursora en la representación visual de la información.

Florence Nightingale © Pedro Cifuentes.

H

La actriz, inventora e ingeniera (amateur) de telecomunicaciones Hedy Lamarr (1914–2000) que inventó,  junto al compositor George Antheil,  una primera versión del espectro ensanchado.

Hedy Lamarr © Pedro Cifuentes.

J

La primatóloga Jane Goodall (1934), que ha dedicado su vida al estudio del comportamiento de los chimpancés en África, y a educar y promover estilos de vida más sostenibles en todo el planeta.

Jane Goodall © Pedro Cifuentes.

M

La física y química Maria Skłodowska-Curie (1867-1934), que fue la primera persona en recibir dos Premios Nobel en distintas especialidades –Física (1903, compartido con Antoine Henri Becquerel y Pierre Curie) y Química (1911)– y la primera mujer en ser profesora en la Universidad de París.

Marie Curie © Pedro Cifuentes.

R

La bióloga y divulgadora Rachel Louise Carson (1907-1964), en cuya obra más influyente, Primavera silenciosa (1962), advertía sobre los efectos nocivos de los pesticidas en el medio ambiente y apuntaba a la industria química como responsable de la creciente contaminación.

Rachel Carson© Pedro Cifuentes.

V

La médica Virginia Apgar (1909-1974), conocida por haber creado el test Apgar, un método utilizado para evaluar la salud de los recién nacidos, que ha conseguido reducir notablemente la mortalidad infantil en todo el mundo.

Virginia Apgar © Pedro Cifuentes.

Z

La antropóloga y folklorista Zora Neale Hurston (1891-1960), una de las figuras más importantes del Renacimiento de Harlem.

Zora Neale Hurston© Pedro Cifuentes.

Más información

Pedro Cifuentes, Abecedario Científico, Pizarra con garabatos, 18 julio 2017.

Un especial agradecimiento a Pedro Cifuentes por permitirnos reproducir sus ilustraciones en Mujeres con ciencia.

Sobre la autora

Marta Macho Stadler es doctora en matemáticas, profesora del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaboradora en ::ZTFNews y la Cátedra de Cultura Científica de la UPV/EHU.

Fuente: http://mujeresconciencia.com/2017/07/28/siete-mujeres-en-un-abecedario-cientifico/

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La odisea de las científicas negras en Brasil

América del Sur/Brasil/12 Marzo 2017/Fuente:internacional.elpais. /Autor:BEATRIZ SANZ

En un país con más de la mitad de la población de orígenes africanos, solo un puñado de mujeres negras ha logrado abrirse paso en el campo de la investigación

Cuando era pequeña, Sonia Guimaãesfue la segunda mejor alumna de su clase y le encantaban las matemáticas. Durante la educación primaria, acabó como una de las cinco mejores. Estudiaba por las tardes, pero los que destacaban tenían la oportunidad de ir al turno de mañana. Sonia no lo consiguió porque su lugar lo ocupó la hija de una trabajadora del colegio, que también había solicitado la plaza. “¿A quién dejaron fuera? A la negrita. Eso me hizo sentirme menospreciada”, recuerda. Hoy, la profesora de Física en el Instituto Tecnológico de Aeronáutica(ITA), uno de los centros educativos más prestigiosos y disputados de Brasil, recuerda que aquel no fue el único episodio de racismo que marcó su vida. Pero, a pesar de todas las adversidades, logró el primer doctorado en Física otorgado a una mujer negra brasileña.

Ella, sin embargo, ni siquiera conocía esa distinción. “Lo descubrí por casualidad cuando la página Black Women of Brazil hizo un reportaje. ¡Ni mis jefes del ITA lo saben! Algunos alumnos lo descubrieron porque me buscan en internet”. Sonia, que siempre estudió en colegios públicos, trabajó en su adolescencia y todo su dinero lo destinaba a pagar el cursinho [curso preparatorio para los exámenes de acceso a la universidad], ya que hacía bachillerato técnico. Soñaba con ser ingeniera civil. Para realizar su sueño se presentó al Mapofei, un examen que en la década de 1970 daba la oportunidad de entrar en las grandes facultades de ingeniería de São Paulo. Pero un profesor le orientó para poner como opciones otras carreras que tuvieran menos demanda. Eligió Física. “Aunque en el segundo año [de la carrera] me presenté al examen para entrar en Ingeniería Civil, empecé a tener clases de física sobre materiales sólidos y me apasioné”.

La saga de Sonia tiene un paralelismo con la de Katherine Johnson, Mary Jackson y Dorothy Vaughan,, que formaban parte del equipo de “ordenadores humanos” de la NASA, en una época en la que los negros no podrían ni entrar en los mismos baños que los empleados blancos de la Agencia. Ellas son las protagonistas de la película Figuras Ocultas. La presencia de mujeres negras en la ciencia también es mínima en Brasil. Aunque haya un 52% de negros en el país, hasta 2013 no se supo cuántos de ellos se dedicaban al área científica.

Fue ese mismo año cuando el Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico solicitó a los investigadores brasileños que informasen de su raza y color en sus currículums. Un estudio realizado en 2015, con la ayuda de esa información, revela que entre los 91.103 becados de la institución que están haciendo un posgrado (ya sea Maestría, Doctorado o Investigación de Pregrado) las mujeres negras que realizan investigaciones en el área de ciencias exactas son poco más de 5.000; esto es, un 5,5%.

Esta escasa diversidad colabora para que la ciencia producida en Brasil no atienda a las necesidades de la población, razona Anna Maria Cannavaro Benite, presidenta de la Asociación Brasileña de Investigadores Negros (ABPN, por sus siglas en portugués). Pese a ser uno de los países que produce más artículos científicos (ocupa la 13ª posición de la lista elaborada por el empresa Thomson Reuters), los investigadores se ocupan muy poco de algunos de los problemas más acuciantes del país. “Brasil produce mucho. Pero, por ejemplo, ahora estamos sufriendo un bote de fiebre amarilla y esas investigaciones no ayudan a la vida práctica de la sociedad”, afirma.

Anita Canavarro, como se le conoce, también es profesora de química en la Universidad Federal de Goiás (UFG) y dedica su carrera a “descolonizar” la enseñanza de dicha asignatura en las escuelas públicas. La profesora llama “descolonización” a la necesidad de situar al negro como sujeto productor de tecnología. “Hay rastros de borrado e invisibilización. Varios artefactos tecnológicos empleados en Brasil datan de antes de la llegada de los colonizadores, y hasta hoy no han sido reconocidos”, explica. La industria de la minería, por ejemplo, utiliza puestos de destilación que tienen una arquitectura similar a la de los pueblos africanos que fundían el hierro, añade. “A su vez, la primera Constitución de Brasil prohibía que los negros fueran al colegio, alegando que tenían enfermedades contagiosas”.

Antes de ser científica, la presidenta de la ABPN era una vecina de la Baixada Fluminense —una gran área suburbial de Río— que se decantó por las ciencias exactas al darse cuenta de que ese tipo de carreras eran menos disputadas en la Universidad Federal de Rio Janeiro (UFRJ), cuando empezó su grado en 2001. «Ya en la facultad, me apasioné por los procesos de transformación de la materia. Actualmente, mi lectura del mundo está muy vinculada a eso».

 Al contrario que Anita y Sonia, a Katemari Rosasiempre le apasionó la ciencia. “Elegí la física porque quise descubrir el cielo; cuando era pequeña me apasioné por la asatronomía”, dice. Como la mayoría de los astrónomos son graduados en Física, decidió estudiar esa carrera, explica.La gaucha Katemari estudió en el actual Instituto Federal de Rio Grande do Sul (IFRS), vinculado a la Universidad Federal de Rio Grande do Sul (UFRS). Fue en el campus donde ella pudo visitar el observatorio y el planetario de la Universidad.Echando la vista atrás, recuerda algunos episodios de racismo que sufrió, pero que en su momento no los identificó como tales, como cuando la funcionaria del colegio encargada de las prácticas en empresas la inscribió para una plaza de asistente de dentista. Aparte de atender el teléfono y demás funciones específicas del puesto, tenía que lavar la vajilla del consultorio. “Aquella funcionaria jamás inscribiría a una chica blanca para esa plaza”, asegura ahora.

 Pero el mayor impacto se lo llevó cuando se mudó a Salvador de Bahía para hacer la Maestría. La ciudad con mayor población negra de Brasil tenía una universidad pública que apenas reflejaba esa realidad: en el Instituto de Física de la Universidad Federal de Bahía (UFBA) no había ningún profesor descendiente de africanos. «A veces nos resulta difícil atribuir algunas cosas al racismo, porque eso significaría que hay gente que piensa que nosotros somos menos personas. Se trata de un mecanismo de defensa, como decía Derrick Bell”, reflexiona, citando al primer profesor negro de Derecho en Harvard en los años 1970. “Es difícil de explicar. Solo aquellos que lo sienten lo saben. Tenemos esas sensaciones, aunque no se lo atribuyamos al racismo, en la experiencia del día a día», comenta.

La física actualmente trabaja en la Universidad Federal de Campina Grande(UFCG), donde concentra sus esfuerzos para formar nuevos profesores que entiendan la necesidad de inspirar a los jóvenes a seguir el camino de las ciencias. “Una de mis alumnas hizo un proyecto para examinar libros de texto de física de educación secundaria. En las imágenes analizadas, solo había personas negras en la parte de mecánica, velocistas africanos o futbolistas”, cuenta. Las mujeres negras estaban empujando cochecitos de bebés. “Y uno piensa que la física no tiene nada que ver, pero está lleno de imágenes que refuerzan el papel de la mujer, el papel del negro. Aprendemos muy pronto dónde está nuestro sitio”.

 La química Denise Fungaro, por otra parte, confiesa que no le daba mucha importancia a la falta de profesores y compañeros negros cuando entró en la Universidad de São Paulo (USP) en 1983. “No sufría discriminación. Nunca tuve profesores negros, pero como la evaluación se hacía mediante exámenes, no podían discriminarte”, afirma. “Hoy entiendo que yo era una excepción: la única alumna negra de la carrera en un país donde el 52% de la población es negra”. Ella acaba de ser galardonada con el premio Kurt Politzer, concedido por la Asociación Brasileña de Industria Química (ABIQUIM), pero su deseo es servir de inspiración a su hija de tres años. “Quiero que sepa que puede tener éxito en otras áreas que no sean exclusivamente artísticas o deportivas”.

Mientras tanto, Sonia Guimarães piensa en jubilarse del ITA, pero no sabe cuándo. Durante la charla mantenida con EL PAÍS, recordaba los tiempos en los que trabajó en Italia y estudió en Inglaterra, mientras concedía entrevistas a las chicas de educación secundaria del proyecto Elas nas Exatas [Ellas en las Exactas]. También trabaja como voluntaria dando clases de inglés para que otros jóvenes negros realicen el sueño de poder estudiar en el extranjero.

Fuente de la noticia:

http://internacional.elpais.com/internacional/2017/02/24/actualidad/1487948035_323512.html?id_externo_rsoc=FB_CC

Fuente de la imagen:

 http://ep01.epimg.net/brasil/imagenes/2017/02/24/ciencia/1487948035_323512_1487957412_noticia_normal_recorte1.jp

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Las chicas se consideran menos competentes en ciencias que los chicos pese a sacar mejores notas

Por: Pau Rodríguez

Las estudiantes de Secundaria y Bachillerato tienden a infravalorar sus conocimientos de matemáticas, química, física y tecnología, mientras los chicos hacen todo lo contrario.

Ellas no lo saben, o al menos no lo perciben así, pero tienen un nivel más alto de ciencias que los chicos. Las estudiantes de Secundaria y Bachillerato obtienen mejores notas en las asignaturas de física, química, tecnología y matemáticas, pero aun así se consideran a sí mismas inferiores que los chicos en estas materias. Este error de percepción es una “infravaloración” en toda regla, según Milagros Sáinz, directora del grupo de investigación de Género y TIC de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), autora de un estudio que ha seguido durante seis años la evolución de 1.500 estudiantes de Barcelona y Madrid desde Segundo de ESO hasta el Bachillerato, centrándose en cómo los roles de género han condicionado sus opciones académicas.

En física y química, por ejemplo, si las chicas obtienen de media un 5,98 (sobre 10), los chicos un 5,41, pero la sensación de ellas –lo que el estudio llama “habilidad percibida”– es que tienen un nivel de 3,8 (sobre 7), mientras que el de ellos sería de 4,07. En matemáticas y tecnología, la diferencia es muy similar. Sólo en biología las alumnas se muestran convencidas de que son mejores que sus compañeros. Probablemente, apunta Sáinz, porque esta asignatura se acerca más que las otras a un estereotipo relacionado con las mujeres, el que les reserva a ellas los saberes y tareas relacionados con los cuidados.

“Las chicas no tienen conciencia de que sus resultados de ciencia en conjunto son mejores”, sostiene Sáinz, que explica cómo muchas de las alumnas recurren precisamente a los estereotipos de género para justificar esta baja valoración de sí mismas: “Nos cuentan que simplemente las ciencias no se les dan bien, que son más para los chicos, y que ellas son de letras”, afirma la investigadora.

Además, este es un argumento que se da en la dirección inversa: los chicos se sienten muy confiados en el estudio de estas disciplinas. “A los chicos se les incita a sobrevalorarse en todos aquellos ámbitos que están más masculinizados”, observa la autora del informe.

La adolescencia, la etapa en la que aflora con más intensidad la identidad de género, coincide con los cursos más decisivos a la hora de escoger itinerario formativo (el final de los estudios obligatorios y el acceso a la universidad y la formación profesional). Es aquí donde los prejuicios sexistas pueden decantar vocaciones. Y se dan en todos los ámbitos, sobre todo en el entorno más inmediato de las jóvenes. Un 35% de las encuestadas afirma que sus amigos les han hecho más comentarios sexistas sobre su rendimiento en ciencias que los profesores o los miembros de su familia.

Menos del 10% de los estudiantes de Informática son mujeres

Si hay una carrera que ejemplifica las desigualdades de género en los estudios superiores es la Ingeniería Informática. Es por ello que en la presentación de este informe han participado también los decanos de estos estudios en la UOC y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC). Entre ambas forman dos de cada tres ingenieros informáticos que salen de las facultades catalanas, pero menos del 10% son mujeres. En la UOC, las estudiantes representan el 9,38%. En la UPC, el 8,65%. “En la matrícula de este año hemos superado el 10%, pero esto quiere decir que en años anteriores el porcentaje de mujeres se ha acercado al 6%”, se lamenta Nuria Castillo, decana de estos estudios en la UPC.

Las dos universidades han puesto en marcha una campaña conjunta para reivindicar el papel de las mujeres en la historia de la informática y las telecomunicaciones. Su objetivo es romper con la idea de que este es un mundo reservado a los hombres, y conseguir así que el porcentaje de ingenieras informáticas crezca poco a poco.

Uno de los motivos por los que atraen pocas mujeres, según algunos expertos, es que desde fuera no se perciben como unos estudios que tengan una utilidad social clara. De hecho, en ingenierías como la Biomédica, donde la aplicación de los estudios es más evidente, el porcentaje de mujeres supera el 60% (en el caso de la UPC). “Tenemos que romper con la idea del informático como un hombre descuidado, pegado a la pantalla con una lata de refresco sobre la mesa, obsesionado con la programación”, reclama José Prieto, decano de los estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación de la UOC, que añade, por el contrario, que la figura de este profesional tiene que ver también con “la creatividad, el diseño, la dirección de proyectos y la coordinación de equipos”.

La incorporación de más mujeres a los estudios de ingeniería es una preocupación de la mayoría de facultades de todo el mundo. En España, según datos del Instituto de la Mujer, sólo un 25,8% de los estudiantes de ingenierías y arquitectura son mujeres. “Hace años que conocemos el problema y seguimos donde estábamos, cuesta saber cuál es el momento y el lugar claves para incidir con este mensaje”, concluye Castillo, que reconoce que los estereotipos se han de combatir todas partes, desde la familia hasta la televisión, pasando por la escuela o el ocio.

Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/03/07/las-chicas-se-consideran-menos-competentes-en-ciencias-que-los-chicos-pese-a-sacar-mejores-notas/

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Mujeres en la ciencia

Por: Ignacio Mantilla

Se celebró la semana pasada el “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia”. Aunque la fecha reservada para esta conmemoración, el 11 de febrero, pasó inadvertida en nuestro medio, quiero aprovechar este espacio para destacar las razones que tuvo la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2015 para proclamar este “Día Internacional”, que se celebrará todos los años.

Dice la correspondiente resolución que: “con el fin de lograr el acceso y la participación plena y equitativa en la ciencia para las mujeres y las niñas, y además para lograr la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y las niñas, la Asamblea General de las Naciones Unidas decide proclamar el 11 de febrero como el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia”.

Una pregunta que seguramente todos alguna vez nos hemos hecho es: ¿y para qué sirve un Día Internacional? La respuesta nos la da la propia Asamblea General, en la expedición de las resoluciones en las que designa una fecha como Día Internacional.

En definitiva, la ONU ha aclarado que el propósito de los Días Internacionales es “sensibilizar, concientizar, llamar la atención, señalar que existe un problema sin resolver, un asunto importante y pendiente en las sociedades para que, a través de esa sensibilización, los gobiernos y los estados actúen y tomen medidas o para que los ciudadanos lo exijan a sus representantes”.

Pese a los esfuerzos de la ONU en el caso que nos ocupa, la verdad es que las mujeres siguen enfrentándose a barreras en su formación científica, que no parecen fáciles de vencer. Actualmente, las cifras que brinda este mismo Organismo internacional indican que la probabilidad de que las estudiantes terminen una carrera, una maestría o un doctorado en Ciencias es del 18%, 8% y 2%, respectivamente. Para los estudiantes masculinos, en cambio, es del 37%, 18% y 6%

En general, la participación de las mujeres investigadoras (en todas las áreas de las Ciencias) es baja: menor del 40% en los países de la OCDE, con excepción de Portugal y Estonia, pero sin alcanzar siquiera, en estos países, un 50%. Los niveles más bajos (menores del 20%) están en Japón y Corea (OCDE, MSTI – febrero 7 de 2017).

En la Universidad Nacional, las profesoras vinculadas a las Facultades de Ciencias en las diferentes Sedes representan, en todas ellas, menos del 30% del total de profesores de esas Facultades. En la Sede Medellín, por ejemplo, solo 29 de los 134 profesores de Ciencias son mujeres, el 21.6%.

Aun cuando se habla mucho sobre la necesidad de que haya más mujeres investigadoras, poco se hace. Muchos talentos se pierden, otros permanecen ocultos y algunos otros son deliberadamente opacados. Tampoco se intenta atraer a las niñas hacia las ciencias, más bien los esfuerzos se encaminan a estimular y patrocinar reinados de belleza.

Quiero exponer el ejemplo de dos mujeres científicas excepcionales, matemáticas ambas, distanciadas por cerca de 1600 años. Una de ellas, de las primeras mujeres matemáticas de la que se tiene noticia, llamada Hipatia, murió en Alejandría a comienzos del siglo V, linchada por una turba de cristianos, acusada de ser una mujer entregada al pensamiento y la enseñanza libres. A Hipatia se le conoce como la “Mártir de la Ciencia”. Por su irracional y cruento asesinato y por sus especiales aportes en geometría, álgebra y astronomía, la figura de Hipatia se ha convertido en un verdadero mito. Algunos movimientos feministas la reivindican como paradigma de una mujer liberada. Para las ciencias, se trata de un oscuro capítulo que debe presentarse en la historia como un hecho terrible que no debe repetirse. Es un gran contraejemplo. Es la indiscutible evidencia de que la ceguera colectiva humana, que opaca la inteligencia, sí existe.

La otra admirable científica es Maryam Mirzajani, una joven matemática iraní, quien se formó en pregrado en la Universidad de Tecnología Sharif de Teherán y actualmente es profesora de la Universidad de Stanford. Maryam fue galardonada en 2014 con la Medalla Fields, siendo la primera mujer de la historia en recibir este premio equivalente al “Nobel de las matemáticas”. El premio le fue otorgado por sus impactantes, trascendentales y originales investigaciones sobre geometría, teoría de superficies de Riemann y sistemas dinámicos. Su origen y su gran talento producen la admiración de la comunidad matemática mundial, pero despierta también la envidia de algunos matemáticos de primer nivel.

Estas extraordinarias científicas son apenas una pequeña muestra y un indiscutible ejemplo de las valerosas y talentosas mujeres, que a pesar de encontrar condiciones muy adversas o tener oportunidades limitadas, han logrado destacarse como científicas de gran nivel. La Medalla Fields, otorgada por primera vez a una mujer matemática, es también el reconocimiento del importante aporte femenino a las matemáticas y la reivindicación del pensamiento de Hipatia de Alejandría, que tuvo que esperar 16 siglos.

La celebración del “Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia” debe entonces invitarnos a reflexionar sobre la exaltación que merecen las mujeres por su trabajo científico, su tenacidad y sobre la urgente necesidad de acercar a las niñas a las ciencias.

Finalmente, mi vocación docente me impulsa a dejar tareas. En este caso la pregunta es ¿Y cuál es la diferencia entre un “Día Internacional” y un “Día Mundial”? Como en muchas ocasiones, el profesor no conoce la respuesta y espera aprender de sus alumnos.

Fuente: http://www.elespectador.com/opinion/mujeres-en-la-ciencia-columna-680480

Imagen: http://aulaverde.masverdedigital.com/?p=3348

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