América Central/El Salvador/08-11-2020/Autora: Karen Molina Fuente: www.elsalvador.com
La economía salvadoreña está enfocada en los servicios, en los que se necesita de la interacción entre clientes, proveedores y usuarios, señala la investigación.
El estudio propone un mayor registro de las personas que hacen teletrabajo.
Solo una de cada diez personas puede hacer teletrabajo en El Salvador, según concluyó recientemente un estudio realizado por la investigadora María José Erazo, de la unidad de Mercado Laboral del Ministerio de Trabajo.
Según este estudio, denominado “Teletrabajo en El Salvador, factibilidad y retos ante la pandemia de COVID-19”, la matriz productiva del país está terciarizada en su mayoría, es decir, que está enfocada en los servicios, que requieren de la interacción personal entre clientes, proveedores y usuarios.
Este indica, además, que son las mujeres (15.8 %) las que tienen más capacidad de hacer teletrabajo que los hombres (10.5 %).
Además, el 70.3 % de las personas que pueden hacer teletrabajo residen en el área urbana, pero la factibilidad de hacer teletrabajo por área es reducida, ya que un 13.6 % de las personas que residen en el área urbana pueden hacer teletrabajo, y en el área rural solo el 10.9 % de las personas ocupadas podrían realizar esa modalidad.
La edad también influye. Con base a los datos retomados, solo el 8.2% de los jóvenes de 16 a 24 años pueden hacer teletrabajo, y esta cifra asciende a 14.4 % cuando se trata de adultos entre los 45 a los 59 años. Además, el 18.8 % de los adultos mayores puede hacer teletrabajo, lo que significa que cuatro de cada cinco no pueden desempeñar su trabajo desde su hogar.
El teletrabajo fue la alternativa inmediata que las empresas salvadoreños debieron adoptar para mantenerse productivos en medio del confinamiento para evitar contagios de COVID-19.
Antes de marzo, esta modalidad ni siquiera estaba regulada en El Salvador. Fue hasta el 20 de marzo que la Asamblea Legislativa aprobó la Ley de Regulación del Teletrabajo para asegurar el ingreso de miles de salvadoreños en medio de la pandemia. La promesa de los diputados era salvar al menos 20,000 empleos durante la pandemia.
Camarasal confirma dificultad
Sin embargo, no todas las empresas pudieron sobrevivir bajo esta modalidad pues, como lo indica el estudio, necesitaban personal de forma presencial para realizar sus labores.
El último sondeo realizado por la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) revela que el 57 % de las empresas salvadoreñas, a pesar de la crisis por COVID-19, no ven el teletrabajo como una opción. La mayoría de empresas encuestadas se dedican al rubro de servicios.
“Recordemos que en esta encuesta el sector más representado es el de servicios y muchas actividades que están incluidas ahí son ocio, restaurantes, turismo, salones de belleza y otros que tienen que ofrecerse de manera presencial”, dijo el director ejecutivo de la Cámara, Federico Hernández, durante la presentación de su encuesta.
Este último sondeo se realizó entre el 9 y el 21 de octubre ya con la reactivación económica y participaron 717 empresas ubicadas en todo el territorio nacional, con una participación de 87 % de medianas, pequeñas y micro empresas.
Del total de empresas que no ve el teletrabajo como una opción, el 34% pertenece al comercio, 20 % a la industria y el 46 % a servicios.
En efecto, según el Banco Central de Reserva, uno de los sectores que más ha crecido en el pasado quinquenio (2015-2019) ha sido el de servicios (18.99 %).
La autora del estudio del Ministerio de Trabajo dice que debido a que el teletrabajo surge como alternativa para las empresas para no perder sus ingresos por las medidas de confinamiento y distanciamiento por COVID-19, “aquellos trabajadores que no puedan adaptarse a esta modalidad podrían verse más afectados en relación a su empleo, profundizando las brechas existentes en el mercado laboral”.
“En general, existe poca factibilidad de hacer teletrabajo en el mercado laboral salvadoreño, lo que supone retos para la transición de la mayoría de las actividades económicas en el corto y mediano plazo a esta modalidad de trabajo”, señala la autora.
Y aunque considera positivo que el país cuente ahora con una legislación específica para desarrollar esta modalidad laboral, señala que es necesaria una política de teletrabajo para afrontar los retos estructurales que tiene el mercado laboral.
Registro de quienes teletrabajan
Una de las conclusiones que detalla el estudio es que, ahora que se cuenta con una herramienta legal, también es necesario crear un registro de quienes hacen teletrabajo para identificar las características de quienes laboran de esta forma y con ello ver desigualdades, evoluciones y tendencias.
Uno de sus artículos de la ley aprobada por la Asamblea señala que “será obligación del empleador proveer al trabajador los equipos, conexiones, herramientas, programas y aplicaciones que fueren necesarios e indispensables para la ejecución de las labores”.
El estudio dice que los marcados roles de género, las diferencias entre territorios urbanos y rurales, los amplios niveles de informalidad, el limitado acceso a internet en los hogares y la discriminación a la población joven desencadenan desigualdades que resultan en brechas de oportunidades para las personas para hacer teletrabajo.
Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/negocios/teletrabajo-trabajo/772254/2020/