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Colombia: Rajados en equidad: Apenas la tercera parte de los rectores son mujeres

América del sur/Colombia/18 Julio 2019/Fuente: Semana

A pesar de que ellas componen la gran mayoría de los profesores de los colegios, muy pocas tienen la posibilidad de ser las jefes. Los maestros preferirían más capacitación, por encima de aumentar su salario. Resultados de la encuesta Talis 2018.

Según la Encuesta Internacional sobre Enseñanza y Aprendizaje (Talis, por sus siglas en inglés), el 89 por ciento de los maestros en Colombia piensan que la prioridad en política pública educativa debería ser invertir en su formación continua. 

Este estudio internacional, realizado cada tres años por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), lo presentaron 2.398 docentes y 141 rectores nacionales el año pasado. Era la primera vez que el país participaba en este análisis, quizás el insumo más grande a nivel mundial sobre el estado de la docencia en el mundo.

Esta es la voz de los maestros. Nos permite aterrizar en los establecimientos educativos y saber cómo mejorar las prácticas de aula y la políticas públicas”, dijo María Figueroa, directora del Icfes, entidad que encabezó el Talis en el país, en el evento de presentación de los resultados en Colombia.

Sorprendentemente, contrario a lo que pasó con las últimas pruebas Pisa, a los educadores colombianos les fue bastante bien en diversos temas, como el nivel de autoconfianza, la pertinencia de su formación inicial y la relación con sus estudiantes.

84 por ciento de los docentes aprendieron pedagogía en su formación inicial (más que el 79 por ciento promedio en los países de la Ocde), 98 por ciento cree que controla bien la disciplina en el aula (frente a 85 por ciento en promedio de la Ocde) y 96 por ciento de los docentes dicen llevarse bien con sus estudiantes.

Esto es llamativo pues Colombia es de los países donde los docentes reciben mayor porcentaje de estudiantes de condiciones socioeconómicas vulnerables. Alrededor de 76% de los docentes de Colombia reportan que trabajan en escuela con una alta concentración de estudiantes vulnerables, frente a un 20% de promedio en toda la encuesta.

 “En escuelas con estas características existen ciertos desafíos en mantener el orden en el aula y existe mayor probabilidad de que haya comportamientos disruptivos dentro del aula. Eso representa ciertos desafíos para el contexto colombiano”, señaló Pablo Fraser, analista de primera infancia y establecimientos escolares de la Ocde.

Por otro lado, hay temas donde todavía le falta mejorar al país, como la equidad de género. A pesar de que la mayoría de profesores son mujeres, solo 37 por ciento de los rectores son del género femenino. En el resto del mundo el desequilibrio es similar, aunque menos pronunciado.

También el país debe invertir más en formación docente. Aunque 9 de cada 10 dice haber realizado algún tipo de capacitación el año pasado, seguimos por debajo del promedio internacional (94 por ciento) y solo 59 por ciento lo hace mediante cursos y seminarios. “La mayoría de profesores se forma a través de libros. Muy pocos en cursos formales”, agregó Figueroa.

Lo interesante en este sentido es que a la gran mayoría de maestros les interesa mucho aumentar sus conocimientos asistiendo a cursos de formación continua. Si pudieran decidir en qué invertir los recursos públicos del sector educativo, 89 por ciento lo haría en esto. Eso comparado a un 81 por ciento que prioriza aumentar los sueldos.

“Esto, sumado a que 90 por ciento de los profesores ya participan en actividades de formación continua,  quiere decir que hay un profesor interesado en su desarrollo, en saber más y aprender más”, indicó Fraser.

En cuanto al tipo de formación que requieren, los maestros colombianos son muy claros en que necesitan más educación en el uso pedagógico de tecnologías de la información (34 por ciento), en enseñar en escenarios multiculturales (45 por ciento) y en educar estudiantes con necesidades especiales de aprendizaje (55 por ciento).

Este último llama la atención pues, después de Brasil, Colombia es el país donde más reportan esta necesidad. Eso podría tener que ver con el decreto 1421, que desde 2017 obliga a todas las escuelas públicas y privadas a recibir a cualquier menor con una discapacidad y adaptar el currículo y las evaluaciones a sus necesidades particulares.

Esto implica una alta demanda de tiempo para el maestro y una gran necesidad de maestros de apoyo. El 68 por ciento de los directores reportan que la calidad en su escuela  se ve obstaculizada por la escasez de docentes capacitados para enseñar a estudiantes con necesidades educativas especiales (en comparación con 32 por ciento en promedio en los 48 países que presentaron la encuesta).

Sobre esto, la ministra de Educación, María Victoria Angulo, expresó: “Los maestros en esta encuesta nos piden que los apoyemos más desde el gobierno con formación para integrar al aula a todos los niños. Para esto, en septiembre tendremos el Foro Mundial de Inclusión de la Unesco en Cali y vamos a socializar una política que hemos venido desarrollando sobre formación de docentes inclusivos, instituciones educativas inclusivas y lineamientos curriculares inclusivos”.

Poco tiempo de enseñanza

Otro resultado importante es el tiempo de clase que emplean los profesores efectivamente enseñando. Este ha bajado en los últimos tres años en casi todos los países encuestados. Es decir que los maestros pasan cada vez más tiempo de clase en labores administrativas y controlando la disciplina de los estudiantes y menos educando en su materia.

En Colombia no hay comparativo histórico, por ser la primera medición, pero el porcentaje de tiempo de clase enseñando es bastante bajo: 75 por ciento, frente a un 78 por ciento en el promedio mundial y un 85 por ciento en los sistemas más exitosos, como Singapur, Japón o Estonia.

Una posible explicación es que los docentes están mucho tiempo de la semana en el aula y poco tiempo planeando la clase. “En sistemas donde el horario de trabajo es muy intensivo, es decir, donde la gran parte del horario semanal el profesor se dedica a estar en clase, no va a tener suficiente tiempo para planificar. Significa que va a perder tiempo en su instrucción. La planificación es fundamental para maximizar el tiempo dentro del aula”, explica Fraser.

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/encuesta-talis-2018-apenas-la-tercera-parte-de-los-rectores-son-mujeres/623518

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Estas mujeres no quieren que les digan cómo ser feministas

18 Julio 2019/Fuente: El país

Cuatro mujeres de distinto origen, religión, raza, identidad de género y orientación sexual explican por qué creen que el movimiento no incluye sus reclamos

Hay algo que une a las cuatro protagonistas de esta historia: todas son feministas, pero no sienten que el movimiento las represente. O al menos no por completo. En su vida diaria no las discriminan solo por ser mujeres, sino también por ser migrantes, no ser blancas o tener una orientación sexual diferente. Consideran que el feminismo debe tener en cuenta estas cuestiones para abarcar las problemáticas de todas las mujeres. “No se nos escucha y se nos dice cómo tiene que ser nuestro feminismo”, dice la profesora Zenib Laari.

El debate no es nuevo. Ya en los años 80, la activista Angela Davis publicó el libro Mujeres, raza y clase que criticaba cómo el movimiento feminista dejaba sistemáticamente fuera a las mujeres afroamericanas y de clase baja. Y en las últimas semanas el fraccionamiento del feminismo ha vuelto a estar de actualidad en España. Durante unas charlas organizadas por la escuela feminista Rosario Acuña en Gijón, la filósofa Amelia Valcárcel afirmó que la teoría queer es un “troyano” que puede destruir la lucha por la igualdad de las mujeres. En seguida, la FELGTB la acusó de marginar a las mujeres transexuales de la lucha feminista. Días después, la secretaria de Igualdad del PSOE y vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, aseguró que el feminismo «no» es de «todas» sino que está vinculado al pensamiento socialista.

La interseccionalidad es una forma de abordar este problema. El término, acuñado por la profesora de la Universidad de Columbia (EE UU) Kimberlé Williams Crenshaw, contempla que una mujer puede estar oprimida por distintos elementos. La profesora lo ejemplifica con una imagen muy concreta. Para ella, el racismo, el sexismo, el clasismo o la homofobia son ejes que atraviesan nuestra cultura. “Pensad en calles que van del norte al sur y del este al oeste y que el tráfico es la discriminación que las atraviesa. Algunas personas viven en esas intersecciones”. El problema se agrava cuando los movimientos sociales que apelan a esas personas solo tienen en cuenta una de esas intersecciones y obvian las demás.

Hay un momento clave en el que el feminismo se fraccionó, para la artista y miembro de Afrogalegas Artemisa Semedo. Cuando a principios de los años veinte las sufragistas lograron el derecho a voto para la mujer en EE UU, las afroamericanas quedaron fuera. “Ese voto solo lo lograron las mujeres blancas y de clase media. Cuando las feministas negras aún estaban luchando por el reconocimiento de sus derechos básicos”, afirma Semedo. Y tuvieron que esperar 45 años más para que se eliminara la limitación del derecho a voto de los negros. Para retratar ese comienzo del afrofeminismo, la publicista Georgina Marcelino emplea la célebre frase de la activista negra Sojourner Truth: “¿Acaso no soy yo una mujer?”.

Tanto Georgina como Semedo creen que esa división sigue presente en el feminismo. Ninguna de las dos acudió a la manifestación del 8 de marzo porque sintieron que su presencia era requerida por distintos grupos feministas de una manera superficial. “Nos invitaron a participar a última hora, para darle un toque de color a la marcha, pero no nos escucharon”, explica Semedo. A Artemisa le habría gustado explicar que no se enfrenta a los mismos problemas una mujer española de clase media que una mujer migrante, negra, de clase baja, que no es heterosexual. Y a Georgina, que hace unas semanas moderó una mesa de debate en el Festival Antirracista que trataba este tema, le habría gustado entender por qué, mientras algunas mujeres iban a la marcha, muchas de las que limpiaban sus casas y cuidaban a sus hijos no pudieron hacer paro.

Ana María Pérez del Campo, feminista pionera durante el franquismo y la transición, cree que el feminismo lucha contra la desigualdad con independencia de que la mujer sea pobre, rica, blanca o negra. «Las mujeres tenemos la lucha perdida desde que nacimos. Y dar la batalla es tener la capacidad de unirnos». Admite que el feminismo aún no ha conquistado derechos al mismo nivel para todas las mujeres. «Ahí esta la razón para seguir luchando por la igualdad», remata. Para Lola Pérez, sexóloga y feminista, la crítica de las mujeres pertenecientes a las minorías es lícita. «Las feministas que están en el poder están muy cómodas en sus sillones y a veces no les interesa tener en cuenta a otras mujeres», explica.

Zenib Laari, hija de marroquíes, señala que el feminismo hegemónico no da cabida a las mujeres árabes y/o musulmanas. “No nos escuchan y nos dicen cómo tiene que ser nuestro feminismo”. Un punto de controversia entre ambos feminismos es el uso del hiyab o velo islámico. Algunas feministas, como la argelina Wassyla Tamzali, creen que llevar velo y ser feminista es incompatible. Y para Zenib, existe más de un único motivo para portar el velo. “Muchas veces, en Europa, las mujeres musulmanas lo usan como un símbolo de identidad por el que sufrimos discriminación pero que dice qué somos y qué queremos ser”. Aunque Zenib no lo usa normalmente, fue con velo a la marcha del 8M para demandar un feminismo interseccional.

Otro de los motivos que la llevó a reflexionar sobre el alejamiento entre el feminismo y la comunidad árabe fue el caso de la denuncia de abuso sexual y explotación laboral de las temporeras marroquíes en los campos de la fresa de Huelva. «No se le dio la importancia que debía porque eran mujeres analfabetas, migrantes y pobres», sentencia.

Fabiana Castro, una migrante mexicana y transexual, explica que su activismo se centra en buscar aliadas. Pese a que denuncia que en múltiples ocasiones ha sido excluida por no ser considerada mujer, o no se ha tenido en cuenta su realidad como mujer latina y migrante, cree firmemente en la sororidad como motor de progreso en los derechos de todas. “Si se usan nuestras interseccionalidades como pretexto para apartarse, muy difícilmente vamos a cambiar el mundo”.

Las cuatro coinciden en que el techo de cristal es un concepto que no les atañe a las mujeres ‘racializadas’ porque para poder llegar a puestos de responsabilidad, primero tienen que resolver asuntos básicos como el acceso a la vivienda, a un puesto de trabajo o a una regularización administrativa. Fabiana Castro cuenta que las mujeres transexuales tienen una tasa elevada de paro. Aunque ella estudió Ciencias de la Comunicación en su país, en España trabaja esporádicamente como limpiadora y en alguna ocasión se ha visto obligada a ejercer la prostitución. “Algunas mujeres blancas, frente al techo de cristal, están en el suelo. Nosotras estamos una serie de sótanos por debajo del suelo”, concluye Marcelino.

Fuente e imagen: https://elpais.com/sociedad/2019/07/15/actualidad/1563209191_774437.html

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No tenemos más remedio

Por: Elena Simón

La cultura de la violación no apela al deseo sexual masculino irresistible, sino que engarza con las relaciones desiguales de poder entre los sexos. Y ello no está erradicado, ni mucho menos.

Estamos en verano y eso significa sobre todo y en España FIESTA: fiestas locales y patronales, playeras, discotequeras, conmemorativas, conciertos, concentraciones humanas en las calles, etc. Fiestas de cuerpo, de música, de pérdida de mesura y de conciencia, a veces.

Nos acabamos de dar cuenta de que la cultura de la violación como fiesta masculina está instalada con «normalidad» en todas partes y es posible que algunos chicos extranjeros vengan aquí de vacaciones atraídos por estas fiestas veraniegas que, además de ser muy divertidas, son también permisivas respecto a los actos de violación contra las que viven y hacen fiesta aquí, en cualquier pueblo o ciudad, en cualquier calle o plaza.

Estamos en julio y recordamos qué pasó en Sanfermines hace tres años, pero no debemos olvidar que después de tres años de injusticia, por fin tenemos una sentencia que califica de horrendo el acto de violación colectiva intencionada, no de banal, divertido o inconsciente.

Como vivimos desde siempre en una cultura de la violación, donde los hombres se pueden permitir sentir deseo indiscriminado por cualquier cuerpo sexuado de cualquier mujer y ejecutarlo en solitario o en grupo, con o sin testigos presenciales; los hombres, hasta ahora, creían que eso era un simple ataque contra el honor (de las mujeres siempre estuvo en entredicho) y no un atentado contra las personas y su libertad sexual. Como los chicos siguen creciendo y viendo escenas sexuales violentas normalizadas, lo que quieren es repetirlas, pensando que las víctimas de su crimen no sienten ni sufren ni padecen, no sólo asco y dolor físico, sino consecuencias psicológicas y confusión mental, que arrastran durante buena parte de sus vidas, ante la permanente duda de si, en último extremo, consintieron.

El asunto de la violación es cosa de hombres y son ellos los que han de posicionarse claramente en contra, colectivamente y con toda clase de instrumentos a su alcance: manifiestos, libros, artículos, audiovisuales, publicidad, acciones colectivas visibles y hasta simples conversaciones entre amigos, conocidos o familiares.

Es cierto que muchos hoy día no son sujetos activos de violaciones, pero muchos más son sujetos pasivos y cómplices: no se pronuncian, no reaccionan, no hacen ni dicen, miran para otro lado o, incluso, sospechan de la palabra denunciante de las mujeres víctimas.

La verdad es que hay que romper drásticamante una acción patriarcal que tenía patente de corso: en las familias, en el vecindario, en los entornos ciudadanos o familiares y profesionales, en los gimnasios, en las playas.

Que las mujeres hayan adoptado formas de estar, vestirse y presentarse atrevidas y, en otros tiempos llamadas “descaradas”, no quiere decir en absoluto que vayan anunciando jornada de puertas abiertas por doquier. La mayoría de las jóvenes adoptan una estética de desnudez que, al ser tan generalizada, no habla de ninguna actitud sexualmente provocadora, sino de una moda para el verano.

Y otra cosa es que tenemos que conseguir desterrar esa idea masculina y aceptada socialmente de que el sexo “un poquito” forzado tiene más gracia y procura más placer. Las adolescentes y las jóvenes son objeto de deseo masculino, sin discusión, pero también lo son mujeres de otras edades, por el mero hecho de ser mujeres. Y, por ello, los chicos y los niños tienen que aprender que sus iguales, las chicas y las niñas, tienen unos genitales penetrables por los genitales penetradores, que son gobernados por ellas mismas.

La cultura de la violación no apela al deseo sexual masculino irresistible, sino que engarza con las relaciones desiguales de poder entre los sexos. Y ello no está erradicado, ni mucho menos.

Mientras tanto, vamos poniendo parches, inundando nuestras fiestas de puntos violeta y whatsapps de ayuda, poniendo carteles y logos y apelando a la solidaridad ciudadana para parar estos actos criminales, para crear conciencia.

¿Podemos hacer algo más al respecto?

Ir arrinconando, denunciando y condenando la frivolización de las violaciones, aislar a los sujetos, afear esas conductas, contrarrestar la única visión pornográfica que se divulga: mujeres sometidas a todo tipo de penetraciones y vejaciones, fingiendo deseo y placer.

Es verano, hay muchas fiestas, la gente sale y entra, se mueve por lugares sin normas y -yo diría- sin derechos, todo vale.

NO TENEMOS MÁS REMEDIO que empezar a actuar desde la justicia y el buen trato. Los hombres no tienen una condición humana superior que los convierta en impunes.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/07/15/no-tenemos-mas-remedio/

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Portugal acaba con la discriminación en el divorcio entre mujeres y hombres

Europa/Portugal/18 Julio 2019/Fuente: El país

Desde 1966, las portuguesas tenían que esperar 300 días para volver a casarse y ellos solo, 180

Si nada lo impide, el Parlamento portugués aprobara en su última sesión de la legislatura el fin de la discriminación de género para poder volver a casarse.

Desde 1966 el Código Civil hacía una distinción para que el hombre y la mujer que habían disuelto su matrimonio pudieran volver a casarse. El hombre tenía que esperar 180 días y la mujer, 300. La diferencia se justificaba por la presunción de paternidad –concepto jurídico que atribuye automáticamente al marido la paternidad del bebé–. De hecho, la mujer podía casarse en el mismo plazo que el hombre si presentaba un informe médico atestiguando que no estaba embarazada.

En un parecer enviado al Parlamento por la anterior fiscal general del Estado –en el largo trámite parlamentario ha habido relevo en el cargo–, Joana Marques Vidal señala que “actualmente existen mecanismos médicos legales que permiten la asignación rigurosa de la paternidad”. Para la jurista, “el plazo internupcial es discriminatorio y como tal injustificado e inadmisible”.

Desde hace dos años, el Partido Socialista más el Bloco de Esquerda intentaban modificar la ley, pero a la iniciativa no se sumaba el Partido Comunista (PC),fundamental para que la reforma siguiera adelante. También se oponían los grupos de centroderecha, Partido Social Demócrata (PSD) y Partido Popular (CDS). Finalmente, se ha llegado a un consenso con PC y el PSD y en el último pleno de la legislatura, el día 19, se pondrá fin a la discriminación de la mujer en este capítulo.

Para llegar al consenso de todos los partidos, excepto CDS, se han eliminado los plazos. Cualquiera de los dos miembros del matrimonio podrá volver a casarse un minuto después de haber firmado los papeles del divorcio. Es la solución inicial que había ofrecido el único diputado del PAN (Personas Animales Naturaleza), pues el Bloco proponía igualar el plazo en 180 días mientras que el PS lo igualaba en los 30.

Pese a la opinión de la exfiscal Marques Vidal, se mantiene en el texto la presunción de paternidad por exigencia del PC y así ampliar el consenso de la reforma del Código Civil, que puede entrar ya en vigor en septiembre.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/07/12/actualidad/1562944412_806176.html

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India: las mujeres que se quitan el útero por el estigma de la menstruación

Asia/India/11 Julio 2019/Fuente: BBC Mundo

Dos noticias muy perturbadoras sobre mujeres en el ámbito laboral y la menstruación han llamado la atención en India en meses recientes.

Desde hace mucho tiempo, el tema de la regla ha sido tabú en ese país, donde se cree que las mujeres que menstrúan son impuras y siguen siendo excluidas de eventos sociales y religiosos. Estas ideas arcaicas han sido desafiadas recientemente, especialmente por mujeres educadas que viven en centros urbanos.

Pero no hace tanto, dos reportajes demostraron que la problemática relación de India con la menstruación continúa.

Una gran mayoría de mujeres, particularmente las de familias pobres, sin representación ni educación, se han visto forzadas a optar por medidas que tienen impactos de largo plazo y son irreversibles para su salud y sus vidas.

La primera noticia provenía del estado occidental de Maharashtra, donde la prensa reveló que miles de jóvenes mujeres se han sometido a procedimientos quirúrgicos para extirparse el útero en los últimos tres años. En un buen número de casos lo han hecho para poder ser empleadas como recolectoras de caña de azúcar.

Cada año, los miembros de decenas de miles de familias pobres de los distritos de Beed, Osmanabad, Sangli y Solapur emigran a los distritos más prósperos en el occidente del estado -conocidos como el «cinturón de azúcar»- para trabajar durante seis meses como «cortadores» de caña.

Una vez allí, quedan a merced de contratistas codiciosos que aprovechan cualquier oportunidad para explotarlos.

Para empezar, son reacios a contratar mujeres porque cortar caña es un trabajo arduo y las mujeres podrán ausentarse uno o dos días durante la regla. Si pierden un día de trabajo, tienen que pagar una multa.

Las condiciones de vida en el lugar de trabajo están lejos de ser ideales. Las familias deben vivir en chozas o carpas cerca de los cultivos, no hay servicios sanitarios y algunas veces se cosecha hasta de noche, así que no hay tiempos definidos para dormir o estar despierto. Cuando las mujeres tienen la regla, las condiciones se vuelven aun más duras.

Debido a las pobres condiciones higiénicas, muchas mujeres adquieren infecciones y, según los activistas en la región, doctores inescrupulosos las animan a que se sometan a cirugías innecesarias por problemas ginecológicos menores que podrían ser tratados con medicamentos.

Como la mayoría de mujeres en esta región se casan jóvenes, muchas ya tienen dos o tres hijos a mediados de los 20 y como los médicos no les informan sobre las complicaciones que podrían tener con una histerectomía, muchas creen que está bien deshacerse del útero.

La práctica ha convertido varios pueblos de la región en «aldeas de mujeres sin útero».

Después de que el asunto fuera abordado el mes pasado en la asamblea estatal por la legisladora Neelam Gorhe, el ministro de Salud de Maharashta, Eknath Shinde, reconoció que había habido 4.605 histerectomías solamente en el distrito de Beed en tres años.

Pero, según dijo, no todas fueron practicadas a mujeres que trabajaban como recolectoras de caña. El ministro dijo que se había establecido un comité para investigar varios de los casos.

Mi colega Prajakta Dhulap, del Servicio Maratí de la BBC, que visitó la aldea de Vanjarwadi en el distrito de Beed, dice que de octubre a marzo de cada año, 80% de los aldeanos migran para trabajar en los cultivos de caña de azúcar.

Asegura que la mitad de las mujeres en la aldea se han sometido a histerectomías, siendo muchas menores de 40 años.

Muchas de las mujeres que conoció le contaron que su salud se había deteriorado desde la cirugía.

Una habló de «un dolor persistente en la espalda, cuello y rodilla» y de cómo se despertaba en la mañana con «las manos, cara y pies hinchados». Otra se quejó de «mareo constante» y de cómo era incapaz de caminar distancias cortas. El resultado es que ninguna pudo regresar a trabajar en los cultivos.

La segunda noticia, que se produjo en el sureño estado de Tamil Nadu, es igualmente nefasta.

Las mujeres que trabajan en la multimillonaria industria de la confección denuncian que les han dado fármacos sin marca en el lugar de trabajo -en lugar de un día de baja- cuando se han quejado de dolores menstruales.

De acuerdo a un reportaje de investigación de la Fundación Thomson Reuters, basado en entrevistas con unas 100 mujeres, los fármacos pocas veces fueron administrados por profesionales de la salud y las modistas, la mayoría de familias pobres y desposeídas, dijeron que no podían darse el lujo de perder el salario de un día de trabajo debido a los dolores menstruales.

Las 100 mujeres que fueron entrevistadas dijeron haber recibido fármacos y más de la mitad contaron que, como resultado, su salud se había visto afectada.

La mayoría contó que no les habían dado el nombre de los fármacos ni les advirtieron de los posibles efectos secundarios.

Muchas de ellas culpan a estos fármacos de sus problemas de salud, que van desde ldepresión y ansiedad, hasta infecciones urinarias, fibromas y abortos.

Los reportes han forzado a las autoridades a actuar. La Comisión Nacional de la Mujer ha descrito las condiciones de las mujeres en Maharashtra como «patética y miserable» y pidió al gobierno estatal prevenir este tipo de «atrocidades» en el futuro.

En Tamil Nadu, el gobierno aseguró que monitoreará la salud de las confeccionadoras.

La información llega en un momento en el que, en todas partes del mundo, se hacen intentos para incrementar la participación de la mujer en la fuerza laborar mediante políticas de la igualdad de género.

Lo preocupante es que la participación de la fuerza laboral femenina en India cayó de 36% en 2005-06 a 25,8% en 2015-16 y no es difícil entender por qué, si le echamos un vistazo a las condiciones en las que las mujeres se ven forzadas a trabajar.

En Indonesia, Japón, Corea del Sur y otros países, a las mujeres se les permite tomar un día libre durante sus reglas. Muchas empresas privadas también ofrecen esa misma asistencia.

«En India también, el gobierno de estado de Bihar ha estado permitiendo a las mujeres trabajadoras tomar dos días extra de descanso cada mes desde 1992, y parece que ha funcionando bien», explica Urvashi Prasad, una especialista en políticas públicas del centro de investigación indio Niti Aayog.

Y el año pasado, una parlamentaria presentó un proyecto de ley de Beneficios Menstruales en el Parlamento, que pide dos días al mes libres para cada mujer trabajadora en el país.

Derechos de autor de la imagen Piyush Nagpal
Image caption La industria de la confección en Tamil Nadu emplea 300.000 mujeres.

La señora Prasad dice que hay obstáculos para implementación de cualquier política en un país tan grande como India, especialmente en el sector informal donde se necesita mucho más monitoreo. Agrega, sin embargo, que si se empezara en el sector formal, sería una señal de cambio de mentalidad y ayudaría a acabar con el estigma que rodea a la menstruación en India.

«Lo que necesitamos es que el poderoso y organizado sector privado y el gobierno asuman una postura, necesitamos que la gente que manda envíe las señales correctas», asegura. «Tenemos que empezar en algún lugar y así finalmente podremos ver algún cambio en el sector informal también».

El proyecto de ley de Beneficios Menstruales es una propuesta privada de un miembro del Parlamento, así que es poco probable que llegue muy lejos, aunque, si se promulgara, posiblemente beneficiaría a las mujeres que trabajan en las fábricas de confección de Tamil Nadu.

Este tipo de medidas pocas veces benefician a las mujeres que están empleadas en el vasto sector informal de India, lo que significa que las que trabajan en los cultivos de caña de azúcar en Maharashtra continuarán estando a merced de sus contratistas.

Fuente: https://www.bbc.com/mundo/noticias-48882114

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La universidad holandesa que solo contratará mujeres

Europa/Holanda/11 Julio 2019/Fuente: El país

El rectorado de la Universidad Técnica de Eindhoven quiere mayor equilibrio de género y, durante el próximo año y medio, solo aceptará hombres si no hay candidatas adecuadas para puestos científicos

La Universidad Técnica de Eindhoven ha salido en busca de mayor equilibrio de género entre sus científicos y, durante el próximo año y medio, solo serán contratadas mujeres en todas las categorías científicas. El currículo de sus colegas varones postulará cuando no haya candidatas adecuadas. La medida entró en vigor el 1 de julio y se espera que un 20% de las cátedras sean ocupadas por mujeres en 2020. Cada puesto contará con un presupuesto de 100.000 euros para su propia investigación, y un mentor. El rectorado desea que un 25% de los puestos de profesor titular y un 35% de los asistentes estén cubiertos por mujeres.

El plan de contratación de las nuevas profesoras e investigadoras se llama Irène Curie Fellows, en honor de la ganadora del Premio Nobel de Química en 1935, y forma parte de un programa de cinco años de duración en el que habrá 150 puestos libres. Irène era hija de Marie Curie, la primera y única mujer galardonada con dos premios Nobel [de Física y de Química] y de su marido, Pierre. El matrimonio Curie obtuvo también el galardón de Física en 1903. De las 14 universidades holandesas, la Técnica de Eindhoven es la que tiene menos catedráticas: una de cada ocho entre los 186 en ejercicio en 2018, según la Red Nacional de Catedráticas.

Se sabe desde hace tiempo que una fuerza de trabajo diversa da mejores resultados, es más creativa y facilita la innovación, y le damos mucha importancia a la igualdad de oportunidades”, ha dicho Frank Baaijens, rector en Eindhoven y especialista en biomecánica, que estudió en la propia Universidad Técnica. La discriminación positiva es legal en Holanda siempre que haya grupos poco representado en algunos sectores y, en estos momentos, solo uno de cada cuatro estudiantes de doctorado en carreras técnicas es mujer, calcula la Oficina Central de Estadística.

Integrantes de un proyecto de investigación de la Universidad Técnica de Eindhoven donde solo figura una mujer.
Integrantes de un proyecto de investigación de la Universidad Técnica de Eindhoven donde solo figura una mujer. UNIVERSIDAD TÉCNICA DE EINDHOVEN

Los expertos de esta entidad señalan que la mayor diferencia se encuentra en Ciencias de la Computación (con un 14% de alumnas), mientras que en Matemáticas y Ciencias Naturales (por ejemplo, Física, Química, Astronomía, o Geología) son un 38%. “No se trata de atraerlas porque es una pena que no estén, sino porque trabajar con ellas es una fórmula de éxito futuro”, señalan portavoces de la Red Nacional de Catedráticas.

A finales de la pasada semana, y durante la presentación de sus planes, el rector Baaijens admitió que “no todo el mundo es partidario de la discriminación positiva, porque desde un punto de vista racional no distinguimos entre hombres y mujeres». «Sin embargo, los estudios efectuados al respecto demuestran que dicha distinción de género sí la hacemos de forma inconsciente. En la última década, hemos hecho lo posible en Eindhoven por mejorar el porcentaje, aunque sin resultados satisfactorios. De modo que el nuevo tipo de contratación es necesario”, defiende.

Rik Peels, investigador en la Facultad de Humanidades de la Universidad Libre de Ámsterdam, es una de las voces disidentes que ha explicado su rechazo en Twitter. “Como dice mi mujer, el plan es condescendiente: como si las mujeres no pudieran encontrar trabajo ellas solas”, dice, en un hilo abierto en su cuenta personal. “Las mujeres quieren una selección abierta y justa, y casi todo el mundo desea ser contratado por sus cualidades y no en nombre de una agenda ideológica. Esto discrimina a los hombres, y una desigualdad no se corrige con otra”, escribe.

Según los planes de la Universidad Técnica de Eindhoven, en caso de que durante el año y medio calculado aparezca un aspirante varón cuya cualificación sea extraordinaria, se creará una comisión adicional y pueden hacerse excepciones. Si pasado el plazo no se ha encontrado a una buena candidata femenina para un puesto, se reabrirá el periodo de inscripción, pero esta vez fuera del programa especial. En tal caso, deberá haber sendos nombres, de hombre y mujer, en las listas a evaluar.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/07/03/ciencia/1562140283_687546_1562140770_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/07/03/ciencia/1562140283_687546.html

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La alfabetización empodera a las mujeres de las comunidades aisladas de Egipto

África/Egipto/04 Julio 2019/UNESCO

A los 19 años de edad, Basma nunca se hubiera imaginado que tendría otra oportunidad para recibir una educación, después de haber abandonado la escuela cuando era más joven. Mientras sus hermanos y hermanas recibieron una educación, ella no sabía leer ni escribir, algo que la hacía sentirse insegura. No obstante, deseaba transformar su vida, y sabía que para lograrlo la educación la ayudaría.

Aunque la tasa de alfabetización de los adultos ha mejorado en los últimos años, todavía persisten algunas dificultades. El último censo de población que llevó a cabo la Agencia Central Egipcia para la Movilización Pública y las Estadísticas (2017) reveló que, de 18,4 millones de egipcios analfabetos, 10,6 millones eran mujeres.

La alfabetización puede dotar a las niñas y mujeres de la confianza necesaria en sí mismas y proporcionarles los medios para que participen y se comprometan cada vez más en la vida comunitaria, así como hacer que se les escuche. Con el objetivo de que las mujeres en Egipto, incluso aquellas que viven en regiones aisladas, tengan mejores condiciones de vida, la UNESCO ha puesto en marcha un proyecto de alfabetización gracias al Fondo Malala de la UNESCO para el derecho de las niñas a recibir educación.

“Cuando vi hasta qué punto las personas podían transformarse y hasta qué punto la educación resultaba beneficiosa, quise ser como ellas y aprender igual que ellos”, afirmó Basma. Se matriculó en los cursos de alfabetización impartidos en la Gobernación de Giza en el marco del proyecto. Estos cursos proponían herramientas de aprendizaje y materiales innovadores basados en las TIC con miras a promover la alfabetización funcional.

Más allá de la lectoescritura, los cursos de alfabetización facilitaron la mejoría de la capacidad de acción de las mujeres jóvenes y sus competencias en aritmética. Durante las clases, también se abordaron temas, tales como los matrimonios precoces, la mutilación genital y la participación cívica, y las mujeres jóvenes recibieron el apoyo necesario para que inicien sus propias empresas. “Hoy en día, presto atención a mi educación”, explicó Basma. “Quiero estudiar más para alcanzar un nivel alto y luchar por las cosas que anhelo, incluso cuando resulta difícil alcanzarlas”.

Al participar en estos cursos, Basma mejoró su confianza en sí misma y sus competencias en comunicación. “Antes, no podía salir sola ya que ni siquiera sabía leer las señales. Ahora, ya no tengo miedo a hacerlo”, expresó. Ahora a Basma le gusta socializar. Ha creado un grupo en WhatsApp para comunicarse con otras mujeres jóvenes de su clase. Las corrige incluso cuando cometen errores ortográficos. Basma sueña con continuar su educación y con estudiar ciencias en la universidad.

Entre 2016 y 2018, la Oficina Regional de la UNESCO en El Cairo ha puesto en marcha un proyecto cuyo objetivo es desarrollar diferentes canales que permiten que las mujeres jóvenes de comunidades aisladas continúen el aprendizaje a lo largo de toda la vida. 977 mujeres entre 15 y 35 años de edad se han beneficiado con este proyecto, que a su vez permitió que 792 mujeres aprobaran el examen de la Autoridad en Educación de Adultos (AE), así como alcanzar una tasa de aprobados de un 85%, muy por encima de la media nacional. La UNESCO espera extender esta práctica idónea a escala nacional.

El Fondo Malala de la UNESCO para el derecho de las niñas a recibir educación tiene como objetivo aumentar el acceso de las niñas y las mujeres a una educación pertinente y de calidad, así como garantizar entornos de aprendizaje seguros, en particular en los países afectados por conflictos y catástrofes. Hasta la fecha, 10 países se han beneficiado del apoyo proporcionado por el Fondo, algo que ha permitido que miles de niñas y mujeres ganen en autonomía dentro del sistema educativo y mediante la educación.  

Con motivo del 70º aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, la UNESCO ha lanzado una campaña digital sobre el #DerechoalaEducación, un derecho que es una prioridad absoluta y el núcleo de nuestra misión global para garantizar la igualdad de acceso a una educación de calidad

Imagen tomada de: https://es.unesco.org/sites/default/files/styles/img_688x358/public/literacy-women-egypt-c-unesco-cairo.jpg?itok=HmSy7HsJ

Fuente: https://es.unesco.org/news/alfabetizacion-empodera-mujeres-comunidades-aisladas-egipto

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