Su objetivo es embellecer, colorear la ciudad y generar sonrisa y optimismo en medio del conflicto bélico, dijo a Prensa Latina, Muafak Makhoul, artista plástico y coordinador del grupo.
Explicó que hasta la fecha se ejecutaron 10 murales, el último de los cuales se realiza desde hace nueve meses y tiene como título ‘Retorno a la Escuela’.
En el mismo se emplean técnicas como el grabado y la escultura, y tiene como finalidad rendir tributo a grandes educadores de la historia de Siria.
Trabajamos con amor, precisión y pasión, y existe buena aceptación por parte de la gente que observa nuestro trabajo, pues sustituye la tristeza, oscuridad y melancolía por vida y colores mediante el arte, destacó.
Según Makhoul, después de 10 años de guerra, el pueblo anhela alegría y sonrisa, y busca medios para disfrutar de la vida y el arte es uno de ellos.
El Grupo tuvo que trabajar en el 2014 bajo lluvias de morteros y proyectiles, sin embargo, logró ejecutar un mural que fue inscrito en el Libro de Guinness como el más grande en el mundo hecho de materiales reciclables, lo cual constituyó un incentivo para continuar el trabajo.
Explicó que el equipo está conformado ahora por 11 pintores y escultores jóvenes, además de una artista alemana solidaria con Siria, y todos trabajan de manera voluntaria sin nada material a cambio.
‘La cultura es también una batalla que se libra para confirmar la existencia y nuestras armas son el talento, el amor y la vida para transformar lo triste y feo en alegre y bello’, remarcó.
A su vez, la artista Ula Al-Mesh, de 29 años de edad, destacó a Prensa Latina que el objetivo es dar toques de belleza y vida a la ciudad, y también transmitir mensajes didácticos mediante los dibujos, además de sacar el arte de las salas de exposiciones para que la gente interactué con el mismo.
La mayoría de la gente acoge nuestro trabajo y a mí en lo personal enriqueció mi experiencia en la escultura y pintura, precisó.