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Ser civilizado como los animales

Franklin González

Yo quisiera poder aplacar una fiera terrible. Yo quisiera poder transformar tanta cosa imposible. Yo pudiera decir tantas cosas que pudieran hacerme sentirme bien conmigo. Yo quisiera poder abrazar mi mayor enemigo. Yo quisiera no ver tantas nubes oscuras arriba, navegar sin hallar tantas manchas de aceite en los mares, ballenas desapareciendo por falta de escrúpulos comerciales. Yo quisiera ser civilizado como los animales

Lalalalala…Yo quisiera ser civilizado como los animales

Yo quisiera no ver tanto verde en la tierra muriendo y en las aguas del río los peces desapareciendo. Yo quisiera gritar que ese tal oro negro, no es más que un negro veneno ya sabemos que por todo eso vivimos ya menos.

Yo no puedo aceptar ciertas cosas que ya no comprendo, el comercio de armas de guerra de muertes viviendo. Yo quisiera hablar de alegría en vez de tristeza mas no soy capaz. Yo quisiera ser civilizado como los animales

Lalalalala…yo quisiera ser civilizado como los animales

Yo no estoy contra el progreso si existiera un buen consenso, errores no corrigen otros eso es lo que pienso. (El progreso Canción de Roberto Carlos).

El 11/012020, fue publicado por el portal Otras Voces en Educación (OVE), el ensayo mío, titulado “Ser como los animales” y allí se hizo alusión al asesinato, por parte de Estados Unidos, del General iraní Qasem Soleimani, líder de la Guardia Republicana y figura clave de la política militar de la región, especialmente en la lucha contra el monstruo, llamado Estado Islámico”.

Hoy, a comienzos del año 2024, ocurrieron los atentados perpetrados en el exterior de una mezquita próxima al cementerio donde está enterrado precisamente el general Qassem Soleimani, en Kermán (Irán), que dejaron un saldo de al menos 95 fallecidos y 211 heridos.

También hablamos en esa oportunidad del ser humano como un animal político y del comportamiento de algunos animales como los gansos, el erizo, la zorra y la lombriz y la necesidad de que el ser humano imite algunos de esos comportamientos.

Hoy, seguiremos en la misma línea y para ello utilizaremos los comportamientos de otros animales y sus contrastes con el de los seres humanos.

En esta oportunidad, utilizando cualquier cantidad de fuentes de información, incluso de personas amigas, que me hicieron llegar sus consideraciones sobre el tema, damos cuenta de unas reflexiones, que, siendo compartidas con otras, buscan sensibilizar al ser humano en sus comportamientos con respecto a los animales.

Lo que ocurre hoy en el mundo de los seres humanos

El Ensayo sobre la ceguera, José Saramago, novela publicada en 2004, por la Editorial Alfaguara, desgarra el alma porque descubre sin reservas las atrocidades del ser humano. Retrata un mundo despiadado, que se asemeja a un infierno dantesco, donde cada cual debe luchar a brazo partido por la supervivencia. Sin embargo, valerosas voces se alzan contra la indignidad y la barbarie: “Si no somos capaces de vivir enteramente como personas, hagamos lo posible para no vivir enteramente como animales”.

A los primeros que se infectan, se les encierra en un manicomio vacío para guardar cuarentena. Abandonados a su suerte por las autoridades civiles y militares, permanecen aislados del resto de la población. Y es en ese cruel lugar donde Saramago nos desvela tanto lo miserable como lo digno del ser humano.

En aquel recinto infernal, sólo una mujer conserva la vista. Testigo ocular de violencias y mezquindades, no revela a nadie su clarividencia, a excepción de a su marido, a quien susurra: “Si pudieras ver tú lo que yo estoy obligada a ver, querrías ser ciego”. ¿Qué ve exactamente? “No vivir enteramente como animales”.

En una situación de hambre, de hedor nauseabundo, gobierna el brutal imperio de la fuerza y el más inhumano de los egoísmos. Como dice un personaje, “siempre hubo quien se llenó la barriga con la falta de vergüenza”.

La esperanza en este mundo desalmado se refleja en las palabras de uno de los ciegos: “Si alguna vez vuelvo a tener ojos, miraré verdaderamente a los ojos de los demás, como si estuviera viéndoles el alma”. Saramago cuestiona nuestra forma de vida. ¿Podríamos estar simbólicamente invidentes a pesar de ver funcionalmente? “Miramos, pero no vemos”. Estamos ciegos si no percibimos de los demás salvo lo que nos beneficia, si no los atendemos más que para utilizarlos.

En ese contexto, sombrío y lúgubre, Saramago, no obstante, nos ofrece un horizonte de esperanza. Una cita encabeza el Ensayo sobre la ceguera: “Si puedes mirar, ve. Si puedes ver, repara”.

Este es un mundo que vive, según el Papa Francisco, una guerra fragmentada. Guerra militar en Europa del Este, pero ahora también la guerra de exterminio que lleva el sionismo israelí contra el pueblo palestino.

Pero, también la guerra actual tiene lugar contra la naturaleza, el ecosistema, tiene expresiones en la economía, en las finanzas, en las monedas y, sobre todo, en las mentes de los pobladores del mundo, sometidas, las 24 horas del día, a las posverdades y las fake news que imponen las redes sociales. Podríamos decir que ciertamente estamos en presencia de una verdadera guerra mundial.

La ONU afirma que pronto habrá 8.000 millones de personas en el mundo y advierte que la desigualdad seguirá en aumento. El año 2021 la cantidad de habitantes del planeta alcanzaba los 7.900 millones, mientras que, de acuerdo con las previsiones, en 2030 habrá 8.500 millones, 9.700 millones en 2050 y 10.900 millones en 2100.

Para la ONU, la violencia, el acoso y la discriminación por género, clase social, origen, religión y orientación sexual, entre otros factores, son otra muestra de la desigualdad que aún persiste en un mundo que en mayo de 2023 superó los 100 millones de personas desplazadas de manera forzosa (news.un.org/es/story/2022/11/1516892).

El 28 de diciembre de 2023 salió una información donde la agencia estadounidense de noticias Bloomberg publicó la lista anual de las 500 personas más ricas del mundo. Las cifras de 2023 revelan que cerca del 77 % de los multimillonarios incluidos en el listado vieron crecer aún más sus fortunas durante el presente año.

El magnate Elon Musk volvió a posicionarse como el hombre más rico del mundo, al acumular un patrimonio neto estimado de 238.000 millones de dólares. El empresario ha mantenido esa posición desde 2021. Este año, Musk vio crecer su fortuna en casi 101.000 millones de dólares.

El francés Bernard Arnault, presidente del grupo Moet Hennessy-Louis Vuitton (LVMH), ocupa el segundo puesto entre los multimillonarios. Su riqueza creció hasta llegar a unos 179.000 millones de dólares este año. En tercer lugar, se ubicó el fundador de Amazon, Jeff Bezos, cuyas ganancias le permitieron alcanzar unos 178.000 millones de dólares de patrimonio neto. (izca.net/2023/12/28/bloomebrg-los-muy-ricos-se-hicieron-aun-mas-ricos-en-2023/).

Luego de evaluar casi 2.000 grandes lagos utilizando mediciones satelitales combinadas con modelos climáticos e hidrológicos, científicos han descubierto que el uso humano insostenible, los cambios en las precipitaciones y la escorrentía, la sedimentación y el aumento de las temperaturas, han reducido los niveles de los lagos a nivel mundial, con el 53% de esos reservorios de agua mostrando una disminución de 1992 a 2020.

En ese estudio, los científicos encontraron que el uso humano insostenible secó lagos, como el Mar de Aral en Asia Central y el Mar Muerto en Medio Oriente, mientras que los lagos en Afganistán, Egipto y Mongolia se vieron afectados por el aumento de las temperaturas, lo que puede aumentar la pérdida de agua a la atmósfera.

Los niveles de agua aumentaron en una cuarta parte de los lagos, a menudo como resultado de la construcción de presas en áreas remotas como la meseta tibetana interior (www.elesquiu.com/curiosidades/2023/5/21/un-estudio-revelo-que-mas-de-la-mitad-de-los-grandes-lagos-del-mundo-se-estan-secando-476517.html)

El antropocentrismo

Desde el punto de vista lexicográfico se sostiene que el antropocentrismo es una teoría filosófica en la cual se concibe al ser humano y sus intereses como el centro de todo, por lo que se produce una supeditación de lo “demás” (seres vivos, medio ambiente, etcétera) a las necesidades y bienestar del ser humano.

Veamos ese antropocentrismo en desarrollo

En la década de 1990, circuló ampliamente una foto de un buitre esperando que una niña hambrienta muriera y se deleitara con su cuerpo. Esa foto fue tomada durante la hambruna de 1993/94 en Sudán por Kevin Carter, un fotoperiodista sudafricano, quien más tarde ganó el Premio Pulitzer por esta ‘increíble toma’.

Sin embargo, mientras Kevin Carter saboreaba su hazaña y era celebrado en los principales canales de noticias y redes de todo el mundo por una «habilidad fotográfica tan excepcional», vivió solo unos meses para disfrutar de su supuesto logro y fama, ya que luego se deprimió y ¡se quitó la vida!

La depresión de Kevin Carter comenzó cuando, durante una de esas entrevistas (un programa telefónico), alguien llamó y le preguntó qué le había pasado a la niña. Él simplemente respondió: «No esperé a averiguarlo después de este tiro, ya que tenía que tomar un vuelo». Entonces, la persona que llamó dijo: «Te digo que había dos buitres ese día, uno tenía una cámara».

Por lo tanto, su pensamiento constante de esa declaración, más tarde lo llevó a la depresión y finalmente se suicidó. Kevin Carter todavía podría haber estado vivo hoy e incluso mucho más famoso, si hubiera recogido a esa niña y la hubiera llevado al Centro de Alimentación de las Naciones Unidas, donde estaba tratando de llegar o al menos llevarla a un lugar seguro.

Hoy, lamentablemente esto es lo que está pasando en todo el mundo. El mundo celebra la estupidez y el acto inhumano, en detrimento de los demás. Kevin Carter debería haber sacado a la chica de ese lugar, lo que no le hubiese costado nada, pero no lo hizo. Aquí está la postura inhumana, «tuvo todo el tiempo para tomar la foto, pero no tuvo tiempo para salvar la vida de la niña».

Entonces, todos debemos entender que, el propósito de la vida, es también tocar vidas. En cualquier cosa que hagamos, dejemos que la humanidad sea lo primero, antes de lo que podemos ganar con la situación.

Los seres humanos tenemos una forma sutil de antropomorfismo, en la que sólo nos interesan los animales si satisfacen tropos humanos familiares de violencia, sexo, compañerismo y perseverancia.

Los humanos solo sabemos utilizar términos humanos para describir emociones o sentimientos animales. Ser antropomórfico no significa ignorar la perspectiva de los animales y nos permite conocer mejor lo que sienten.

Se dice, por ejemplo, que el Covid19 es el producto de un murciélago, también de un mono, un camello, se habla de la gripe porcina.

Para ofender a otro ser humano se le dice que se arrastra como una culebra y que se comporta como un perro. Estamos como cucaracha en bailes de gallinera. Burro enzapatado.

Pero, a su vez, ese mismo ser humano, dice que el mejor amigo del hombre es el perro, tiene la desfachatez de decir que lo más sabroso es un pollo asado, cochino o pescado frito, conejo al salmerón, pulpo a la gallega, camarones rebosados.

Lo total es que el ser humano no puede vivir sin los animales. Y la gran pregunta es: ¿Qué sería de los seres humanos sin los animales?

En el mundo de la política se dicen cosas como éstas. El 19 de mayo de 2023. el senador del partido Republicano de EE.UU., John Kennedy, no solo llamó al presidente Joe Biden a presionar a su homólogo mexicano Andrés Manuel López Obrador en la lucha contra los cárteles de la droga, sino que también aseguró que, sin Estados Unidos, los mexicanos estarían comiendo comida para gatos.

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, en la guerra de exterminio contra el pueblo palestino dice: «Israel está en guerra. Israel no empezó esta guerra, pero Israel la terminará. Hamás son animales. Hamás es ISIS”.

Hay seres humanos, que en su afán morboso o de lucro, ponen a perros a pelear entre ellos, y lo más aterrador es que se divierten con eso. Monstruosidad pura, es la palabra que cabe a esos comportamientos.

Sobre la tauromaquia, un periodista le hizo la siguiente pregunta al escritor argentino, Jorge Luis Borges; ¿Qué opina de la tauromaquia? ¿Cuál es su concepto sobre la figura del torero?

Borges contestó:

“La tauromaquia es una de las formas vigentes de la barbarie. En cuanto a la figura del torero, creo que es esencialmente un cobarde. Un hombre que, con todo un aparato racional de estrategias, entrenamientos, armas, estocadas practicadas, clases y mucho estudio premeditado, se mide frente un animal pasmado por la sorpresa, por la ansiedad; un animal que no tiene otro recurso que los reflejos de su instinto primario. Bajo esa disparidad podemos medir el valor de los toreros. La valentía verdadera no soporta desniveles tan abusivos. Por eso para mí los toreros no son valientes, sino más bien bufones; los bufones de la valentía”.

Lo que ocurre en el mundo de los animales

Los animales son diferentes a los seres humanos y no por ello son menos.

Buscando información por distintas fuentes en Internet encontramos que la sintiencia que es la capacidad de sentir una variedad de emociones y sentimientos, como placer, dolor, alegría y miedo, también está presente en los animales, gracias a las cuales estos pueden sobrevivir en un mundo lleno de sensaciones.

Existen muchos estudios científicos que revelan que muchas especies animales (mamíferos, aves y peces) experimentan dolor, ansiedad y sufrimiento, física y psicológicamente cuando se los mantiene en cautividad o se les priva de alimento, por aislamiento social, limitaciones físicas o cuando se les presentan situaciones dolorosas de las que no pueden librarse.

En veterinaria se utiliza la anestesia en cualquier practica que implica dolor, incluso se han inventado los parches antidolor para perros cuando salen de una intervención quirúrgica. Sentir dolor es necesario porque protege a los animales del daño físico o de las amenazas de daño.

También se han realizado muchos trabajos sobre si los otros animales tienen conciencia y se ha demostrado que perciben su entorno. Perciben el frío, un impacto de un golpe, etc., es decir son plenamente conscientes de lo que le ocurre a su cuerpo. Algunos estudios demuestran que son conscientes de quienes son, se reconocen ante un espejo, pudiendo afirmar que son conscientes de su “yo”.

Los etólogos cognitivos han estudiado si los animales son capaces de pensar o de hacer planes para el futuro, o si se engañan entre ellos, o si muestran signos culturales. Se ha demostrado en muchos estudios que los animales reajustan y afinan su comportamiento ante situaciones novedosas utilizando nuevas soluciones no utilizadas hasta el momento. Esto pone de manifiesto que utilizan el pensamiento y la capacidad de planificación, es decir, utilizan procesos mentales y pensamientos complejos.

Esos estudios han evidenciado la capacidad de comprensión de los animales y la importancia que puede tener un descubrimiento accidental para una inmediata aplicación práctica. Se demuestra que los animales tienen comportamientos inteligentes de un cierto razonamiento sobre un problema para darle solución.

Los animales poseen una “teoría de la mente”, es decir tienen creencias, deseos o intenciones diferentes a los de uno mismo, y ciertas conductas observadas indican la intencionalidad y la capacidad de engañar a otros. Esto, implica que puedan sentir lo que otros sienten cuando perciben sus estados emocionales, es decir tienen “empatía”.

En diversos estudios se ha descubierto que en numerosas especies animales existen las “neuronas espejo” las cuales posibilitan la capacidad mencionada.

Existen datos científicos suficientes para admitir que el dolor y el sufrimiento en los otros animales son experiencias conscientes, a nivel perceptivo y emocional, tan aversivas como para importarnos prevenirlas y aliviarlas.

En su ensayo clásico de 1974 titulado “¿Qué se siente ser un murciélago?”, el filósofo Thomas Nagel escribió que las experiencias conscientes de otros animales son inherentemente subjetivas y difíciles de describir. Podríamos visualizarnos con membranas interdigitales en los brazos o insectos en la boca, pero esa imagen no dejaría de ser una caricatura mental de nosotros mismos como un murciélago. “Deseo saber qué siente un murciélago por ser murciélago”, escribió Nagel. La mayoría de las especies de murciélagos perciben el mundo a través de un sonar, escuchan el eco de sus llamados ultrasónicos y así conocen su entorno. “Pero si intento imaginarlo, me veo limitado a los recursos de mi propia mente, y estos son inadecuados para la tarea” https://www.dialogoexistencial.com/nagelmurcielago.

Ahora, aludiremos a algunos comportamientos de algunos animales.

El Colibrí.

Sus alas se mueven alrededor de 60 veces por segundo. El colibrí se alimenta del néctar de las flores y deben comer aproximadamente 3 veces su peso corporal por día. Principalmente comen azúcar, pero también obtienen proteínas de pequeños insectos. Estos pequeños son muy inteligentes.

Los cuervos

Así como ocurre con muchas especies de loros, los cuervos tienen la capacidad de imitar numerosos sonidos producidos por las cuerdas vocales humanas y siendo aves tan buenas para el aprendizaje, en cautiverio logran imitar la pronunciación de palabras humanas a niveles increíbles.

Las gaviotas

Son en general aves grandes, en su mayoría de plumaje gris, blanco o negro, a menudo con señales negras en la cabeza o las alas. Tienen picos robustos, bastante largos. Las especies varían en tamaño desde la gaviota enana de 120 g y 29 cm, al gavión atlántico de 1.75 kg y 76 cm. Las gaviotas fertilizan el medio e indican si hay contaminación.

Nos dice Silvio Rodríguez, en la canción La gaviota:

“Gaviota, gaviota, vals del equilibrio,

Cadencia increíble, llamada en el hombro.

Gaviota, gaviota, blancura del lirio,

Aire y bailarina, gaviota de asombro”.

Las hormigas

La división del trabajo social es una obra del sociólogo francés Émile Durkheim, publicada en 1893. En ella se analiza la división social como hecho social que coacciona al individuo, así como el problema de la solidaridad social.

¿Cómo se entiende la división social del trabajo?

En otras palabras, es el origen de la especialización del trabajo que consiste en la fragmentación de las tareas que se reparten entre una serie de individuos, habitualmente, en base a su fuerza, capacidad, especialidad o naturaleza.

Durkheim concibe dos tipos de sociedad: el primero, más primitivo, corresponde a la solidaridad mecánica, que se caracteriza por una estructura social laxa y con poca o ninguna división en el trabajo; por el contrario, la solidaridad orgánica es de un tipo más moderno y presenta una división del trabajo mayor y más

Tomemos como referencia la autoorganización de las colonias de hormigas para comprender la flexibilidad del caos. Si contamos el número de individuos activos, comprobaremos que el número fluctúa con una periodicidad de unos 25 minutos. Cada cierto tiempo ningún elemento está activo. Ese ciclo de actividad podría ser sólo un reflejo de sincronización, sin embargo, la actividad individual es totalmente aperiódica, caótica. Al aumentar el número de individuos aparece un comportamiento colectivo hasta que, para cierta densidad de hormigas, comienzan a aparecer oscilaciones regulares.

El ejemplo de las hormigas se puede comparar con una red neuronal fluida en la Inteligencia Artificial (IA). La fluidez en un sistema caótico se manifiesta cuando las conexiones entre elementos cambian con el tiempo como consecuencia del movimiento al azar o por otras causas.

Por eso, Facundo Cabral, diría: «El que comprende la hormiga entenderá el universo»

Las mariposas

Las mariposas, que son de algún modo, los insectos más vistosos, llaman mucho nuestra atención. Como tienen las alas cubiertas de escamas, forman parte del orden de los lepidópteros, y este es uno de los primeros datos que debemos tener en cuenta para su clasificación.

Las mariposas diurnas se diferencian de las nocturnas por su forma y colores. Las mariposas diurnas vuelan mucho mostrando sus colores completamente vistosos, como los de las flores. Los colores de las nocturnas, son más apagados y se camuflan muy fácil.

Las mariposas diurnas descansan con las alas juntas, plegadas sobre el cuerpo, que a su vez es delgado. Las mariposas nocturnas descansan con las alas planas encima del cuerpo. Son gruesas y a menudo su cuerpo está recubierto de pelo.

El néctar de las flores, que las mariposas chupan por medio de una pequeña “trompa” que tienen, constituye el principal alimento de las mariposas. Por esa razón es que las vemos mucho tiempo revoleteando y posándose sobre las flores. También se alimentan de la savia de los árboles y de las sustancias azucaradas de los frutos.

Las mariposas cuentan con detalles fabulosos que constituyen su cuerpo. La cabeza es una pequeña cápsula peluda. Lo que más le resalta son los ojos. Las mariposas no pueden morder ni mascar. Su aparato bucal no tiene mandíbulas y está formado por una pequeña “trompa”, llamada espiritrompa, que les permite aspirar líquidos relativamente espesos, como el néctar de las flores. Las mariposas pueden ver hacia todos los lados simultáneamente.

El tórax es la parte que lleva las patas: las mariposas adultas siempre llevan tres pares de patas que pueden estar cubiertas de pelos. Las usan tanto para agarrar como para caminar, y en ellas está el sentido del gusto. ¿Te imaginas? El tórax soporta también las cuatro alas, que son los principales órganos de las mariposas.

El abdomen es la parte del cuerpo que queda libre a continuación del tórax. Es alargado, de forma tubular y está compuesto por 12 segmentos, de los cuales 8 son visibles. Los cuatro últimos componen el aparato reproductor. El abdomen es más blando, menos consistente que la cabeza y el tórax.

Tienen el tacto muy desarrollado, realizado gracias a innumerables pelillos táctiles en las alas, las patas y sobre todo en las antenas.

El gusto se encuentra en las patas y la trompa. ¡Es 200 veces más sensible que el del hombre! El olfato está en las antenas, que le permiten reconocerse unas con otras. La vista le permite distinguir la mayoría de colores y las diferentes intensidades de luz. Por último, está el oído. Es una membrana (tejido) timpánica, situada en la parte superior del abdomen. A la mayoría de las mariposas diurnas, les hace falta.

Las mariposas tienen un nacimiento diferente a muchos otros seres vivos. Inician su vida como orugas que se arrastran sobre la tierra y las plantas. Las mariposas deben pasar por cuatro estadios ó etapas: huevo, larva u oruga, ninfa o crisálida y mariposa adulta. Esta serie de estadios es conocido como metamorfosis.

La mariposa sale del huevo como un gusanito que no se parece nada a una mariposa, se la llama oruga o larva. Tiene la boca adaptada para alimentarse. Su primer alimento es el huevo de donde ella proviene y luego continúa comiendo muchas hojas. Las orugas pueden ser de colores muy distintos, pero las verdes son las más frecuentes.

Pasa de ser oruga a ninfa. En este estadio rápidamente disminuye su apetito. Abandona la planta que le sirvió de alimento y busca un lugar favorable para construir el capullo dentro del cual se transformará en crisálida.

La fase de crisálida es poco sensible al frío y se basta para vivir en un lugar fresco protegido de la humedad permanente. Dentro de la crisálida ocurre un gran cambio y transformación: todos los músculos y la mayoría de los órganos internos se disuelven en una especie de líquido que luego se rehace para hacer la mariposa.

La mariposa, sale después de semanas o meses. Está todavía con sus alas húmedas y arrugadas y no puede volar. Luego de unos minutos, las alas se estiran, se secan y se endurecen. La mariposa empieza a irrigar sangre en las delgadas venas de las alas, para darles fortaleza. ¡Después de esto, aletea y puede salir a conocer el mundo exterior volando!

Si decides atrapar una mariposa para guardarla en un frasco y ver cómo revoletea tratando de salir, verás cómo luego de un rato sus alas han perdido mucho líquido y fuerzas. Por esto, es mejor que no lo hagas. Lo más seguro es que muera. Ya conoces por todo lo que debe pasar este hermoso animal para poder posarse en las flores, árboles, campos naturales y darle un hermoso color a nuestro planeta. Protege a las mariposas que iluminan y ayudan a que nuestro mundo natural permanezca más bello.

En jardines y bosques con días soleados, es fácil ver mariposas volando. Puedes tomarles fotos, o dibujarlas. ¡También puedes inventar historias con sólo ver su belleza!

El Salmón

El salmón es un pez, su cuerpo es alargado y tiene muchas escamas de bordes lisos con una aleta grasienta entre la aleta dorsal y la cola.

A lo largo de su vida el salmón puede ser hasta de 1 metro ½ de largo. El color común es pardo oscuro en el lomo, blanco en el vientre y manchas en los costados.

Su hábitat puede ser el océano tanto el de agua dulce como el de agua salino, los arroyuelos como las desembocaduras son sustanciales para las diversas especies existentes del pez salmón. La carne del salmón es deliciosa y es muy rojiza.

Existen particularidades con el salmón, algunos nacen en el agua salada y se aparean en las aguas dulces finalmente procrean en ese tipo de agua. Son capaces de regresar al lugar donde nacieron para multiplicarse.

El salmón ofrece muchas proteínas y nutrientes, siendo así más provechoso. Puede vivir en el Océano Pacífico y en el Océano Atlántico. Existen unos países donde se ubican con facilidad como España, Estados Unidos, Francia.

Los arroyos y sitios húmedos le ofrecen zonas de cría esencial para el salmón antes de su partida al mar abierto.

La humedad contribuye a apaciguar la desembocadura de sedimentos y contaminantes, facilitándole espacios para la alimentación y protección para el salmón.

Las hembras y los machos no suelen alimentarse mientras están cambiando de hábitat ni en el momento en que construyen un nido, por este motivo suelen morir al poner sus huevos.

En su alimentación suelen ingerir peces pequeños y crustáceos. Es importante saber que, si se alimenta de más crustáceos, el color de su carne se volverá más fuerte.

Es reconocida esta variedad del salmón además es nombrada a esta especie con el nombre de salmón verdadero.

Normalmente se anidan en jaulas grandes dentro del mar, llevando una alimentación igual respecto a la de una especie salvaje.

Es reconocida esta variedad del salmón, la peculiaridad de esta especie es que fallecen al engendrar sus huevos. Recibe el nombre de salmón real, convirtiéndose en una de las especies más apreciada que puedes ubicar en el mercado.

Este tipo de salmón se alimenta de peces pequeños que se encuentran en el pacífico, especies como el plancton, son ideales para el régimen alimenticio del salmón.

Las cucarachas

Estos insectos constituyen, ciertamente, un problema para la salud bastante importante. Son portadoras de diversas bacterias y pueden contagiar salmonelosis; afecciones intestinales como la diarrea, la disentería, la gastroenteritis, la fiebre tifoidea, el cólera; o incluso pueden producir crisis asmáticas. Y lo peor de todo es que los ambientes urbanos proporcionan el hábitat perfecto para la vida y la proliferación de las cucarachas. Por eso es muy frecuente que nos las encontremos en el interior de nuestro hogar.

Pero, la enorme capacidad de adaptación de las cucarachas a ambientes que le son tremendamente hostiles, les ha permitido sobrevivir en nuestro planeta durante unos 350 millones de años, más o menos. Durante ese tiempo han sobrevivido a muchos de los eventos que precipitaron la extinción de otras muchas especies. De hecho, es bien conocido que las cucarachas serían los únicos seres vivos que sobrevivirían a una catástrofe nuclear. Es decir, que lo más probable es que estos pequeños “monstruitos” sigan aquí cuando la humanidad se haya ido, y mire que el ser humano se empeña en que sea muy pronto..

Las chicharras

El canto de las chicharras es considerado como uno de los sonidos de mayores decibeles del mundo, su mayor registro puede compararse con un concierto de rock de 115 decibeles. Lo más curioso es que las chicharras son sordas, las hembras no son atraídas por el sonido, sino por las vibraciones del sonido que proviene del macho. Las chicharras no muerden ni pican, ni suponen plaga o riesgo alguno para ningún cultivo o para el ser humano. ¿Ha escuchado el dicho “orina como una chicharra”? En realidad, no es orina, este tipo de insectos tiene un pico que succiona los azúcares de los árboles y expulsan el exceso en forma líquida. Cuando un árbol está muy poblado de estos insectos parece que llueve debajo del árbol por causa de las chicharras y es por eso que la gente lo confunde con “orina”.

Cuando escuches las chicharras disfruta su sonido y no las dañes.

El perro

Sobre estos animales dos relatos

1.La película Siempre a tu lado (2009), protagonizada por el actor Richard Gere y dirigida por el sueco Lasse Hallström, nos enseña el gran amor de un perro hacia su dueño. Está basada en un hecho real sobre Hachiko, un perro japonés de la raza akita que, tras la muerte de su amo, estuvo durante 9 años esperándole en la estación donde su dueño cogía el tren a diario para acudir al trabajo.

Esta historia fue tan conmovedora y tuvo tal impacto social entre la población, que se decidió crear una estatua de bronce en honor al perro fiel. Situada justo en la estación de Shibuya, donde el perro esperaba día tras día a su dueño. Un año después falleció Hachiko, al pie de su propia estatua.

La película, así mismo, es un remake de una cinta japonesa de 1987 titulada Hachikô monogatari y dirigida por Seijirô Kôyama en la que se narra la misma historia, con algunas ligeras variaciones, pero conservando el espíritu de la historia real que dio origen al filme.

Un cachorro de la raza akita es enviado por su criador japonés a Estados Unidos por encargo. Pero en el transporte del perro, la jaula se cae del vehículo y va a dar a una estación de tren. Allí, un profesor de universidad llamado Parker Wilson (Richard Gere) encuentra al perro perdido y levemente herido.

Trata de ayudarlo y de buscar dónde dejarlo. Habla con el controlador de la estación de tren, pero le pone impedimentos para quedárselo, así que decide llevárselo a casa hasta que encuentre al dueño que reclame por él.

A la mañana siguiente, el profesor Parker espera a que alguien reclame al cachorro, pero no recibe respuesta alguna. Por tanto, se lo lleva consigo al trabajo donde Ken Fujiyoshi traduce el símbolo del collar que el animal perdido llevaba puesto, el cual significaba “Hachi”, por lo que el profesor decide ponerle dicho nombre. Además, Ken le manifiesta al profesor que los dos están destinados a quedarse juntos.

Pasan los días y nadie reclama al cachorro y tampoco encuentra quien quiera adoptarlo. El profesor Parker se encariña con la mascota, pero su mujer se opone a que se lo queden, hasta que se empezó a crear un bonito vínculo entre la mascota y el profesor, y su mujer, al ver lo encariñado que estaba su marido con el cachorro acabó aceptando que se quedara con ellos.

En sus intentos de jugar con el cachorro, Parker se da cuenta que Hachi se niega a hacer cosas habituales de perros, como ir tras una pelota. Éste hecho se lo comenta perplejo a Ken y éste le dice que Hachi sólo iría a por esa pelota por un motivo especial.

Al pasar el tiempo, el profesor y el cachorro establecieron un vínculo muy fuerte. Hasta tal punto que, cuando tenía que ir a trabajar, Hachi le acompañaba todos los días hasta la estación de tren. Cuando veía que su dueño desaparecía entre la multitud, le esperaba en la misma estación hasta que de vuelta de trabajar, se reencontraban para caminar juntos hacia casa.

Parker había tratado por todos los medios que su mascota se quedara en casa mientras él acudía a trabajar, pero nada funcionaba. El perro terminaba escapándose para acompañarlo a la estación de tren y de allí no se movía hasta que su dueño terminara su jornada laboral y volviera a la estación.

Una mañana, Hachi se niega a acompañar a su dueño a la estación, por lo que Parker decide irse sin él. Pero el perro termina dándole caza en la estación de trenes mientras porta su pelota. El profesor sorprendido decide quedarse jugando un rato con él. Sin embargo, el hombre empieza a preocuparse por llegar tarde al trabajo, así que da por finalizado el juego y se marcha a pesar de los ladridos del animal.

Ese mismo día, mientras daba clases en la universidad, el profesor Parker sufrió un ataque cardíaco, causándole una muerte repentina. Su perro siguió esperándole en la estación, hasta que un familiar se lo llevó de vuelta a casa. A pesar de ello, al día siguiente Hachi se escapa y vuelve a la estación a esperar a su amo, al ver que no llega, se pasa allí el día y la noche.

Tiempo después, la mujer del profesor Parker vende la casa, se traslada a vivir con su hija y se lleva al perro. Pero aún alejados de la casa donde residían, el perro se escapa camino hacia la casa antigua. Sin embargo, al ver que vivía otra familia desconocida, regresó a la estación de tren en busca de su querido dueño.

Allí sigue esperando durante horas, pero al ver que su amo no aparece se queda deambulando por la zona y duerme bajo los vagones de un tren abandonado. Va sobreviviendo gracias a un vendedor de perritos calientes, amigo del fallecido profesor, que le va alimentando.

Pasan los años y Hachi sigue yendo cada mañana a la estación de tren para esperar a su dueño y así pasa los largos días de su vida. La familia del profesor presenció cómo después de muchos años, Hachi seguía esperando a su dueño en la estación de siempre, con aspecto envejecido y débil.

Finalmente, una noche fría bajo los vagones de un tren, Hachiko muere, soñando instantes antes con la presencia de su dueño en la estación. La hija del profesor, le cuenta a su hijo de 10 años la historia de su padre y su mascota leal. El niño aprende lo que es el amor y la lealtad verdadera y lo cuenta en la escuela en un ejercicio donde les hacen explicar a quién consideran un héroe.

Los animales sienten las mismas emociones que nosotros, aman, se ponen contentos, tristes, lamentan las pérdidas, celebran reencuentros. Lo que ocurre es que la manera de expresar las emociones es diferente, pero sienten totalmente igual que cualquier persona

Cuidemos el mundo animal y recordemos que, aunque no puedan hablar o razonar, sienten dolor, tienen emociones y su lealtad puede ser sorprendente, como la del héroe de esta conmovedora película.

Esta historia no solamente nos cuenta la historia del perro al que se le considera como el más fiel del mundo, sino que el amor no conoce límites. Y es precisamente éste, el amor, el mejor amigo del hombre, encarnado en esta maravillosa película, a través de la fidelidad de Hachiko, que amó tanto a su amo, que después de la muerte del mismo, este seguía esperándolo en la estación del tren donde siempre lo esperaba.

2.Pero los venezolanos también tenemos historia en ese tema. Hay una muy importante y es del General Eumenes Fuguet, que dice así: Se dice que su dueño era un extranjero que cada tarde visitaba la plaza Bolívar de Caracas para compartir con amigos y contar historias del Libertador, y este al fallecer en 1918, lo dejo solo y desamparado, por lo que continuó haciendo lo que su amo le enseñó a hacer, honrar la memoria del Libertador. Su nombre era CENIZO, y aunque se cree que su nombre original era “JUAN”. Fue un perro “cacri” (Caraqueño con criollo), es decir, no tenía ni una pizca de pedigrí, por lo que no fue adoptado inicialmente por nadie. Pese a sus bastardos orígenes, Cenizo tenía una inteligencia superior y una malicia perruna excepcional, y se le conoció como el guardián de la estatua del Libertador en la plaza Bolívar de Caracas.

Cuentan que al encontrarse solo y en la calle, luego de la muerte de su dueño, se mudó a los pies de la estatua de nuestro Libertador, convirtiendo la Plaza en su hogar; tenía delimitada su zona y atacaba sin compasión a cualquier perro que osara aproximarse. No permitía gente sucia, ni con paquetes, dentro de la Plaza Mayor. A las doce del día, y esto era famoso en Caracas, Cenizo se acercaba a la estatua y permanecía como dos minutos, con la cabeza en alto, mirando al héroe. Después se retiraba con el rabo entre las piernas. Esta estampa lo hizo famoso y desde allí Cenizo fue la mascota de literatos, artistas y demás personajes de la élite culta y de alcurnia de la ciudad.

Incluso hasta un collar de oro le regalaron alguna vez unos intelectuales de la época, pero al poco tiempo algún amante de lo ajeno se lo llevó. También era curruña de limpiabotas, billeteros, poetas y escritores de las cuatro esquinas de la plaza, por lo que nunca le faltó algo para comer. Fue tema de reportajes y poemas. En 1924, Leoncio Martínez le dedicó una portada de la revista Fantoches con el fondo de la plaza y el monumento que tenazmente defendía. Aquiles Nazoa, Job Pim y Ernesto Luis Rodríguez lo inmortalizaron con sus escritos. El día que murió, el 29 de agosto de 1927, su foto fue primera página en casi todos los periódicos de la ciudad y varias columnas fueron escritas en su nombre. Cenizo se convirtió de ser un perro callejero en un personaje ilustre y recordado por los habitantes de la Caracas de los años 20. Ese día que murió Cenizo, un tropel de gente colmó la plaza donde solían visitar a su protegido para honrar la desgarradora muerte de aquel aristócrata. No obstante, los despiadados trabajadores del Aseo Urbano arrojaron sin misericordia el cadáver del perro más querido por la excentricidad caraqueña en los terrenos de Los Chaguaramos donde, para entonces, se encontraba el horno crematorio. Conocido el atropello de que había sido víctima el pobre Cenizo, se unió la ciudadanía para constituir una junta que resolviera el vergonzoso hecho, rescatar los restos del animal y darles sepultura “el 2 de septiembre, a las tres de la tarde, en medio de un torrencial aguacero”, tal como relata el poeta, Aquiles Nazoa. Se rescataron los restos de Cenizo y fue sepultado en una caja de metal soldado, en una de la esquina de la plaza Bolívar de Caracas. La junta Constituida propuso hacer una estatua de este ilustre personaje, incluso se recaudaron los fondos, pero nunca llegó a concretarse, no obstante, más 83 años después de su muerte nadie podrá escribir la historia de la plaza Bolívar de Caracas sin tocar en alguna de sus líneas la historia de nuestro querido can: Cenizo.

Por último, sobre los perros digamos que no importa si es de raza o cacri, siempre te amará, porque se le considera el mejor amigo del ser humano.

Frases para nunca olvidar

– “Me imagino un juicio universal a la condición humana de las plantas y los animales, apuntándonos con sus patitas y con sus ramitas y preguntándonos: ¿qué han hecho del mundo?, ¿por qué nos mataron? Qué terrible confusión creernos dueños de la naturaleza”. Eduardo Galeano.

-«Si las abejas desaparecieran, ¿cuántos años de vida le quedarían a la tierra? ¿Cuatro, Cinco? Sin abejas no hay polinización y sin polinización no hay plantas, ni animales, ni gente» Albert Einstein.

-«Hasta que una persona aprenda a respetar la naturaleza y a hablar con el mundo animal, nunca sabrá su verdadero papel en la tierra» Enzo Mallorca (Buzo Italiano).

– “Hasta que los leones tengan sus propios historiadores, las historias de cacería seguirán glorificando al cazador”. Un proverbio del África.

Fuente: El autor escribe para el Portal Otras Voces en Educación

 

 

 

 

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Nuevo informe revela violaciones sistemáticas de derechos humanos en áreas de conservación de la naturaleza en Kenia

Las “conservancies” o zonas de conservación de la naturaleza en Kenia, que cuentan entre sus visitantes con miembros de la realeza británica, están implicadas en expulsiones, torturas y asesinatos de población indígena local, según un demoledor informe recién publicado por el Instituto Oakland, con sede en EE.UU. Survival lleva diez años denunciando terribles abusos de este tipo en proyectos conservacionistas en Kenia.

El nuevo informe investiga las nefastas actividades de la organización Northern Rangelands Trust (NRT), que cuenta con 39 zonas de conservación comunitarias que actualmente cubren una superficie de 42.000 km², casi un 8% de Kenia. Estos territorios eran lugares de pastoreo para comunidades pastoralistas, que han sido reconvertidos en “áreas de conservación” controladas por NRT. Los indígenas han sido violentamente excluidos de estas tierras que ahora atraen ingentes sumas de dinero procedentes de los mercados de carbono, subvenciones de países donantes y lujosos alojamientos para safaris.

NRT fue una iniciativa de Ian Craig, cuya familia poseía una hacienda ganadera de 250 km² que se transformó en el área de conservación Lewa Wildlife Conservancy (donde se comprometieron el príncipe Guillermo y Kate Middleton). Actualmente Craig ocupa el cargo de Director de Conservación y Desarrollo del área.

Colaboradores de NRT: un desfile de los mayores impulsores y patrocinadores del modelo colonial y racista de la “conservación de fortaleza”. © NRT website

 

En el informe “Stealth Game: ‘community’ conservancies devastate land and lives in northern Kenya”, los investigadores aportan detalles estremecedores sobre el funcionamiento de estas llamadas “conservancies”, tales como:

– Expulsión de indígenas y otras poblaciones locales y el expolio de sus tierras.
– Múltiples alegaciones de abusos y torturas, incluidas ejecuciones extrajudiciales y desapariciones forzosas.
– Empleo de fuerzas de seguridad militarizadas, algunas entrenadas por una empresa que dirige el hijo de Ian Craig.
– Apropiación masiva de tierras por parte de unos pocos individuos ricos, con la consecuente exclusión de los pastores de sus territorios.
– Intimidaciones, como detenciones e interrogatorios a miembros y líderes de la comunidad local.

Las áreas que ahora se encuentran bajo el estatus de “zonas de conservación” son las tierras de pastoreo ancestrales de pueblos pastores como los samburus y los masáis, que han gestionado estos territorios desde tiempos inmemoriales.

Muchas de las zonas de conservación, incluidas las privadas como OI Jogi (propiedad de la multimillonaria familia Wildenstein), ofertan ahora con safaris de lujo. Según parece, el alquiler de Ol Jogi asciende a unos 210.000 dólares semanales. Una tour operadora describe Sarara, otro de los alojamientos, como “una misión de salvación, no solo para la fauna y las praderas, si no también para el pueblo samburu”.

La página web de Ol Jogi, al igual que muchas empresas especializadas en el turismo de conservación de la naturaleza, ofrece una imagen de diversión y ocio para occidentales ricos, casi sin presencia africana.
La página web de Ol Jogi, al igual que muchas empresas especializadas en el turismo de conservación de la naturaleza, ofrece una imagen de diversión y ocio para occidentales ricos, casi sin presencia africana. © Ol Jogi website

 

El informe también revela que NRT recibe millones de dólares de fondos gubernamentales (de la UE, de las agencias gubernamentales estadounidenses, de la Agencia Danesa de Desarrollo Internacional o de la Agencia Francesa de Desarrollo entre otros), así como ingentes sumas de grandes organizaciones para la conservación de la naturaleza, incluidas The Nature Conservancy, Conservation International, WWF, Fauna & Flora International, March to the Top, Space for Giants, Save the Elephants, Rhino Arkj, Tusk y la International Elephant Foundation.

Fiore Longo, directora de la campaña para Descolonizar la Conservación de Survival International, declaró hoy: “Es preocupante que NRT se decante cada vez más por el opaco y dudoso mercado de carbono y por la compensación de emisiones como fuentes de ingresos y que la UE considere la organización como modélica en su nuevo proyecto NaturAfrica, pese a las abundantes pruebas de violaciones de derechos humanos”.

El experto ecólogo y conservacionista de Kenia, Mordecai Ogada, manifestó: “NRT empezó siendo un proyecto modesto (y quizá con buenas intenciones), pero que ahora se ha convertido en una enorme burbuja, económica y socialmente insostenible, que se expande por el norte de Kenia con un poder casi gubernamental. A través de la manipulación de las estructuras culturales han atrapado a las comunidades en su modelo de ‘conservación’ engañoso y a los donantes en su enrevesada red financiera. Cuanto más tiempo perdure esta construcción, más peligroso será su inevitable desmantelamiento”.

La directora de Survival International, Caroline Pearce, considera que: “Las zonas de conservación de Kenia han promovido durante mucho tiempo una imagen de lujo en armonía con la naturaleza, de paisajes africanos prístinos y una población local feliz, a menudo con vestimenta pintoresca. Pero, como Survival lleva mucho tiempo denunciando y los investigadores del Instituto de Oakland han demostrado con creces, esto no es más que una forma de maquillar la explotación y los abusos de poder a costa de la población indígena y local”.

“Survival ha recopilado testimonios de todo el mundo en los que se detalla cómo este modelo de conservación de fortaleza lleva a los pueblos indígenas a ser expulsados de sus propias tierras, y a sufrir terribles abusos a manos de quienes los despojan. Este es otro ejemplo de por qué las prácticas de conservación dominantes deben cambiar a un nivel profundo, y por qué la tolerancia del mundo hacia las atroces violaciones que se camuflan como ‘conservación’ amistosa deben cesar. NRT tiene que rendir cuentas”.

Fuente: https://rebelion.org/nuevo-informe-revela-violaciones-sistematicas-de-derechos-humanos-en-areas-de-conservacion-de-la-naturaleza-en-kenia/

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Erich Fromm: » El hombre ha perdido su capacidad de desobedecer»

Publicado en:  Bloghemia

«Amar con inteligencia y de forma plena es el resultado de un acto deliberado, un propósito que requiere y al mismo tiempo demanda buscar la excelencia.» – Erich Fromm 

Texto de Erich Fromm, publicado bajo el título «La desobediencia como problema psicológico y moral»

Por: Erich Fromm
Reyes, sacerdotes, señores feudales, patrones de industrias y padres han insistido durante siglos en que la obediencia es una virtud y la desobediencia es un vicio. Para presentar otro punto de vista enfrentamos esta posición con la formulación siguiente: la historia humana comenzó con un acto de desobediencia, y es probable que termine por un acto de obediencia.
Según los mitos hebreos y griegos, la historia humana se inauguró con un acto de desobediencia. Adán  y Eva, cuando vivían en el Jardín del Edén, eran parte de la naturaleza; estaban en armonía con ella, pero no la trascendían. Estaban en la naturaleza como el feto en el útero de la madre. Todo esto cambió cuando desobedecieron una orden. Al romper vínculos con la tierra y madre, al cortar el cordón umbilical, el hombre emergió y fue capaz de dar el primer paso hacia la independencia y la libertad. El acto de desobediencia  liberó a Adán y Eva y les abrió los ojos. Se reconocieron uno a otro como extraños y al mundo exterior como extraño e incluso hostil. El “pecado original” lejos de corromper al hombre, lo liberó; fue el comienzo de la historia humana. El hombre tuvo que abandonar el Jardín del Edén para aprende fiar en sus propias fuerzas y llegar a ser plenamente humano.
Para los profetas la historia es el lugar en que el hombre se vuelve humano, desarrollando sus capacidades de razón y amor, hasta que crear una nueva armonía entre él, sus congéneres y la naturaleza. Esta nueva armonía se describe como “el fin de los días”, ese periodo de la historia en que hay paz entre el hombre y el hombre, y entre el hombre y la naturaleza. Es un “nuevo” paraíso creado por el hombre mismo.
También para el mito griego de Prometeo, toda la civilización humana se basa en un acto de desobediencia. Prometeo, al robar el fuego de los dioses, echó los fundamentos de la evolución del hombre. No habría historia humana si no fuera por el “crimen” de Prometeo. Él, como Adán y Eva, es castigado por su desobediencia. Pero no se arrepiente ni pide perdón. Por el contrario, dice orgullosamente, : “Prefiero estar encadenado a esta roca, antes que ser el siervo obediente de los dioses”.
El hombre continuó evolucionando mediante actos de desobediencia. Su desarrollo espiritual solo fue posible porque hubo hombres que se atrevieron a decir no. Pero además su evolución intelectual dependió de su capacidad de desobediencia – desobediencia a las autoridades que trataban de amordazar los pensamientos nuevos, y a la autoridad de acendradas opiniones según las cuales el cambio no tenía sentido-.
Si la capacidad de desobediencia constituyó el comienzo de la historia humana, la obediencia podría muy bien, provocar el fin de la historia humana. No estoy hablando en términos simbólicos o poéticos. Existe la probabilidad de que la raza humana destruya la civilización y también toda la vida sobre la tierra. Estamos viviendo técnicamente en la era atómica, pero la mayoría de los hombres -incluida la mayoría de los que están en el poder-  viven aún emocionalmente  en la Edad de Piedra. Si la humanidad se suicida, será porque la gente obedecerá a quienes le ordenan apretar los botones de la muerte; porque obedecerá a las pasiones arcaicas de temor, odio, codicia; porque obedecerá a los clisés obsoletos de soberanía estatal y honor nacional.
Pero no quiero significar que toda la desobediencia sea una virtud y toda obediencia un vicio. Tal punto de vista ignoraría la relación dialéctica que existe entre obediencia y desobediencia. Un acto de obediencia a un principio es necesariamente un acto de desobediencia a su contra parte, y viceversa. Antígona constituye el ejemplo clásico de esta dicotomía. Si obedece a las leyes inhumanas del Estado, Antígona debe desobedecer necesariamente las leyes de la humanidad. Si obedece a estas últimas, debe desobedecer a las primeras. Todos los mártires de la fe religiosa, de la libertad y de la ciencia han tenido que desobedecer a quienes deseaban amordazarlos, para obedecer a su propia conciencia, a las leyes de la humanidad y la razón. Si un hombre solo puede obedecer y no desobedecer, es un esclavo; si solo puede desobedecer y no obedecer, es un rebelde (no un revolucionario); actúa por cólera, despecho, resentimiento, pero no en nombre de una convicción o de un principio.
Sin embargo, para prevenir una confusión entre términos, debemos establecer un importante distingo. La obediencia a una persona, institución o poder (obediencia heterónoma) es sometimiento; implica la abdicación de mi autonomía y la aceptación de una voluntad o juicio ajenos en lugar del mío. La obediencia a mi propia razón o convicción (obediencia autónoma) no es un acto de sumisión sino de afirmación. Mi convicción y mi juicio, si son  auténticamente míos, forman parte de mí. Si los sigo, estoy siendo yo mismo.
Es preciso dos precisiones más. La palabra conciencia se utiliza para expresar dos fenómenos que son muy distintos entre sí. Uno es la “conciencia autoritaria”, que es la voz internalizada de una autoridad a la que estamos ansiosos de complacer y temerosos de desagradar. La conciencia autoritaria es la conciencia de la que habla Freud, y a la que llamó superyó. Este superyó representa las órdenes y prohibiciones del padre internalizadas y aceptadas por el hijo debido al temor.
Distinta de la conciencia autoritaria es la “conciencia humanística”; ésta es la voz presente en todo ser humano e independiente de sanciones y recompensas externas. La conciencia humanística se basa en el hecho de que como seres humanos tenemos un conocimiento intuitivo de lo que es humano e inhumano, de lo que contribuye a la vida y de lo que la destruye. Es la voz que nos reconduce a nosotros mismos, a nuestra humanidad.
La conciencia autoritaria (superyó) es también obediencia a un poder exterior a mí, aunque este poder haya sido internalizado. Conscientemente creo que estoy siguiendo a mi conciencia; en realidad, sin embargo, he absorbido los principios del poder. La obediencia a la “conciencia autoritaria”, tiende a debilitar la “conciencia humanística”, la capacidad de ser uno mismo y de juzgarse a sí mismo.
También debe precisarse, por otra parte, la afirmación de que la obediencia a otra persona es ipso facto sumisión, distinguiendo la autoridad “irracional” de la autoridad racional. Un ejemplo de autoridad racional es la relación que existe entre alumno y maestro; uno de autoridad irracional es la relación entre esclavo y dueño. En ambas relaciones se acepta la autoridad de la persona que ejerce el mando, pero los intereses del alumno y del maestro, en el caso ideal,  se orientan en la misma dirección, es decir, el maestro se siente satisfecho si logra hacer progresar al alumno; si fracasa, ese fracaso es suyo y del alumno. El dueño del esclavo, en cambio, desea explotarlo en la mayor medida posible. Al mismo tiempo, el esclavo trata de defender lo mejor que puede sus reclamos a un mínimo de felicidad. Los interese del esclavo y del dueño son antagónicos.
Hay otra distinción paralela a ésta: la autoridad racional lo es porque la autoridad, sea la que posee un maestro o un capitán de barco que da órdenes en una emergencia, actúa en nombre de la razón que, por ser universal, podemos aceptar sin someternos. La autoridad irracional tiene que usar la fuerza o la sugestión, pues nadie se prestaría a la explotación si dependiera de su arbitrio evitarlo.
¿Por qué se inclina tanto el hombre a obedecer y por qué le es tan difícil desobedecer? Mientras obedezco al poder del Estado, de la Iglesia o de la opinión pública, me siento seguro y protegido. En verdad, poco importa cuál es el poder al que obedezco. Es siempre una institución, u hombres, que utilizan de una u otra manera la fuerza y que pretenden fraudulentamente poseer la omnisciencia y la omnipotencia. Mi obediencia me hace participar del poder que reverencio, y por ello me siento fuerte. No puedo cometer errores, pues ese poder decide por mí; no puedo estar solo, porque él me vigila; no puedo cometer pecados, porque él no me permite hacerlo, y aunque los corneta, el castigo es sólo el modo de volver al poder omnímodo.
Para desobedecer debemos tener el coraje de estar solos, errar y pecar. Pero el coraje no basta. La capacidad de coraje depende del estado de desarrollo de una persona.
Sólo si una persona ha emergido del regazo materno y de los mandatos de su padre, sólo si ha emergido como individuo plenamente desarrollado y ha adquirido así la capacidad de pensar y sentir por sí mismo, puede tener el coraje de decir “no” al poder, de desobedecer. Una persona puede llegar a ser libre mediante actos de desobediencia, aprendiendo a decir no al poder. Pero no sólo la capacidad de desobediencia es la condición de la libertad; la libertad es también la condición de la desobediencia. Si temo a la libertad no puedo atreverme a decir “no”, no puedo tener el coraje de ser desobediente. En verdad, la libertad y la capacidad de desobediencia son inseparables; de ahí que cualquier sistema social, político y religioso que proclame la libertad pero reprima la desobediencia, no puede ser sincero. Hay otra razón por la que es tan difícil atreverse a desobedecer, a decir “no” a la autoridad. Durante la mayor parte de la historia humana la obediencia se identificó con la virtud y la desobediencia con el pecado. La razón es simple: hasta ahora, a lo largo de la mayor parte de la historia, una minoría ha gobernado a la mayoría. Este dominio fue necesario por el hecho de que las cosas buenas que existían sólo bastaban para unos pocos, y los más debían conformarse con las migajas.
El hombre ha perdido su capacidad de desobedecer, ni siquiera se da cuenta del hecho de que obedece. En este punto de la historia, la capacidad de dudar, de criticar y de desobedecer puede ser todo lo que media entre la posibilidad de un futuro para la humanidad, y el fin de la civilización.
Fuente e Imagen: https://www.bloghemia.com/2021/10/erich-fromm-el-hombre-ha-perdido-su.html?m=1
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El capitalismo en la trama de la vida. Ecología y acumulación de capital

Por: Jorge Riechmann 

El libro de Jason W. Moore (profesor de sociología en la Universidad de Binghampton, Nueva York) El capitalismo en la trama de la vida supone un intento interesante por avanzar en la comprensión de la destrucción ecológica asociada al capitalismo, y ha suscitado vivos debates en los medios ecosocialistas de diferentes lugares desde su publicación original (Capitalism in the Web of Life, 2015).

Su explicación del capitalismo como dependiente de la “naturaleza barata” me parece valiosa, pero en realidad reformula intuiciones de hace un siglo que ya expuso Rosa Luxemburg. En plena época de expansión imperialista, la revolucionaria polaca de lengua alemana afirmaba que el capitalismo no podía sobrevivir sin un hinterland de economías “no capitalistas”; es decir, sin colonias de las que apropiarse. En su libro de 1913 La acumulación del capital analizaba esa constricción geográfica del capitalismo y su necesidad de expansión para asegurar el control de los territorios y sus riquezas naturales.[1] Unos pasos más allá en esa reflexión avanzó Maria Mies con sus estudios sobre Patriarcado y acumulación a escala mundial [2] las colonias de las que necesita apropiarse constantemente el capitalismo para prosperar son las colonias en sentido propio (con sus reservas de trabajo servil o esclavo), la naturaleza y también las mujeres (las mujeres en particular como “última colonia”).

Moore parece formar parte del bando de los “vendecalma”, sector de izquierdas en su caso. Relax, bro –esto parece una catástrofe ecológica, pero no es más que un nuevo estado del oikeios (que es “la relación creativa, generadora y multidimensional de las especies con el medio ambiente”, p. 18)… El profesor de la Binghampton University sólo habla de “producción de medioambientes”, nunca de destrucción de la naturaleza. De hecho sostiene que no tiene sentido hablar de destrucción de la naturaleza (p. 29). Su monismo anticartesiano ¿no es intensamente antropocéntrico, o más bien capitalocéntrico?

Resulta que el oikeios no es Gaia: es primordialmente el capitalismo (capitalismo-en-la-naturaleza y naturaleza-en-el-capitalismo, como Moore no se cansa de repetir: se trata de su noción de doble internalidad, p. 15 y muchas otras). Que nos quede claro: la realidad básica que lo engloba todo es el capitalismo (p. 135), no Gaia. El capitalismo es una civilización internalizante (p. 125) que se lo traga todo. ¿Qué diferencia habría entre la “naturaleza como matriz” (sobre la que insiste Moore a lo largo de todo el libro) y la naturaleza como Gaia? Pues básicamente, conjetura uno: abandonar el capitalocentrismo.

¿Cómo no sentir simpatía por las propuestas de superar el dualismo sociedad/ naturaleza? Pero hay formas y formas de intentarlo, y la de Moore nos deja con muchas dudas.[3] Capitalismo-en-la-naturaleza es obvio: los problemas pueden surgir con la naturaleza-en-el-capitalismo. Su monismo bajo la primacía del capital ¡le lleva hasta a negar la relevancia de la segunda ley de la termodinámica para el análisis económico![4] Y cuidado con incurrir en el “fetichismo metabólico” (p. 213), del que se hacen reos ecosocialistas como Elmar Altvater o John Bellamy Foster…

¿Hay algo especial en el carbón y el petróleo como combustibles que mueven el capitalismo fosilista? Moore sugiere más bien que no (p. 93), y apunta que no hay que caer en el “sustancialismo” de los peakoilers, ni en el “fetichismo del combustible fósil” de gente como Andreas Malm (p. 210). Pero esta posición del profesor de la Universidad de Binghampton es errónea, pues de hecho carbón y petróleo son sustancias absolutamente excepcionales, un regalo geológico irremplazable que nos llega desde muy atrás en las edades de la Tierra, y al mismo tiempo un regalo envenenado (tragedia climática). Como ha escrito alguna vez Emilio Santiago Muíño, se trata de “un subproducto del Sol en forma de colosal bosque subterráneo, cuya magia material consiste en concentrar una cantidad abismal de tiempo de radiación solar en espacio antropomórficamente útil”. El acceso a la “frontera vertical del carbón” (p. 251 de El capitalismo en la trama de la vida) significa apropiarse de cantidades históricamente inauditas de energía, sin parangón con lo anterior (ni con lo que vendrá tras el declive de los combustibles fósiles). Se diría que junto a “la magia de las transiciones históricas” (p. 251) deberíamos ser capaces de apreciar la magia del carbono fósil. Sin hacernos cargo de la diferencia entre energías de flujo y energías de stock, y de la elaboración “bioeconómica” (por decirlo con Georgescu-Roegen) sobre materiales y energía, no podemos fundamentar un buen análisis económico-social.

No habría según Moore límites externos, porque lo que tenemos es la “doble internalidad” de capitalismo-en-naturaleza y naturaleza-en-capitalismo. “El límite ecológico mundial del capital es el propio capital” (p. 335). “Los ‘límites al crecimiento’ no son externos, sino que proceden de relaciones internas al capitalismo” (p. 125). “Los límites del crecimiento en la era capitalista no son ni ‘naturales’ ni ‘sociales’. Son, más bien, los límites del capitalismo como oikeios, los límites de la capitalización” (p. 135). Y contra John Bellamy Foster, tampoco hay fracturas metabólicas sino sólo “cambio metabólico” (p. 31). Así conseguimos librarnos de todos esos molestos pesimistas, catastrofistas y colapsistas (p. 36, 110 y otras).

Pero sucede que podemos (y deberíamos) a la vez sostener que, en perspectiva relacional, “lo que ‘cuenta’ como recurso [natural] cambia a la vez que cambian los términos del oikeios, esto es, a medida que aparecen nuevas naturalezas históricas” (p. 231) y defender que esta aparición y desaparición de los recursos naturales a través de cambios en los procesos históricos se desenvuelve dentro de límites externos biofísicos. Así deberíamos asumirlo desde que W. Stanley Jevons plantease La cuestión del carbón en 1865, y el mismo año Rudolf Clausius formulase la segunda ley de la termodinámica (Ley de la Entropía). Existe, podríamos decir con Jevons, “un límite cierto absoluto e inexorable, por incierto e indefinible que pueda ser tal límite”.[5] Cabe visualizar un importante límite externo, desde la perspectiva bioeconómica (en la acepción de Georgescu-Roegen) o económico-ecológica, como las reservas de exergía en la corteza terrestre, según han mostrado Antonio y Alicia Valero en su trabajo sobre Thanatia y la riqueza mineral de la Tierra, cuya importancia no está siendo por lo general bien apreciada.[6]

La reelaboración de la Ley del Valor como Ley de la Naturaleza Barata es sugestiva (pero hará que la mayoría de los y las economistas marxistas se tiren de los pelos). “Todo acto de explotación [del trabajo asalariado] implica un acto de apropiación [de trabajo/ energía no pagado] aún mayor” (p. 250), y “el secreto de la ley del valor radica en esta síntesis histórica de la explotación de la fuerza de trabajo y la apropiacón de trabajo/ energía no remunerado” (p. 348). La perspectiva no dualista del oikeio nos da que pensar, bienvenido sea tal estímulo; pero ¿por qué diablos ha de excluirse que existan fracturas metabólicas?

Por lo demás, leer este libro confirma un uso lingüístico que parece irse afianzando: neomalthusiano viene a significar “todo aquello que no me gusta en el ámbito político-ecológico” (igual que populista designa “todo aquello que no me gusta en el ámbito político general”). Para Moore hasta Andreas Malm es neomalthusiano, el pobre! (p. 62). Uno no se libra de la impresión de que muchas de las polémicas que emprende Moore contra otros valiosos autores ecosocialistas y ecologistas, y algunos de los conceptos que introduce, no tienen otro objeto que delimitar terreno académico y crear “marca personal”. Por ejemplo, ¿realmente supone algún esclarecimiento teórico dedicar bastantes páginas a una noción de valor negativo (p. 315 y ss.) que en realidad no supone mucho más que reformular la idea de contraproductividad elaborada por Ivan Illich hace cuatro decenios?

Yo no iría tan lejos como Alf Hornborg, cuyo juicio sobre Capitalism in the Web of Life es durísimo (se trataría de un libro conceptualmente amorfo, analíticamente confuso, inaceptablemente distorsionador de las categorías marxianas, etc.),[7] y confieso que he sacado provecho de la lectura de Moore. Pero el antropólogo sueco tiene razón al señalar un error filosófico fundamental en la aproximación del profesor de sociología en la Binghampton University: el fracaso en distinguir entre dualismo ontológico (“cartesiano”) por una parte, y distinciones analíticas binarias por otro lado. “El primero concibe naturaleza y sociedad como aisladas mutuamente en el mundo real, material; las segundas sólo consideran naturaleza y sociedad como distintos aspectos analíticos de los fenómenos materiales. Negar que ciertos rasgos de la naturaleza y la sociedad –por ejemplo, entropía y valor monetario– han de distinguirse analíticamente es tan inaceptable como negar que en la realidad material se entreveran”.[8]

Moore insiste a lo largo de su libro en que él puede ofrecer una perspectiva esperanzadora frente a los cenizos y catastrofistas. “El final de los Alimentos Baratos puede ser también el final de la Modernidad y el comienzo de algo mucho mejor” (p. 333). ¿En qué consistiría? Lo explica en una entrevista que le hizo Isidro López[10]:

Cuando miramos a lo que vendrá, podríamos imaginar una suerte de visión china de transformación de la ecología-mundo capitalista en una especie de ecología-mundo, o civilización, tributarias.[9] (…) Mi idea personal es que las grandes transiciones civilizatorias ocurren, en cierto modo, de manera parecida a las crisis del Imperio Romano en la Antigüedad tardía. Esto es, que una parte del imperio, el bizantino, sobrevivió y supo ajustarse a las transformaciones militares, climáticas y de clases de los siglos IV, V y VI, mientras que en la otra parte, la occidental, la confluencia de revueltas campesinas, invasiones bárbaras, crisis política y cambio climático conduce a una situación muy diferente, en mi opinión muy esperanzadora: el surgimiento de una civilización o un modo de producción dominados por el campesinado. Hubo una edad dorada del campesinado en Europa central y occidental, ya que el fin de la Roma occidental supuso el fin de una sociedad esclavistas de masas, la sociedad esclavista más grande de la historia humana.

Ay, madre… Sólo se puede presentar una perspectiva semejante como esperanzadora si se infravalora de forma radical la degradación biosférica en curso (análogamente a como le ha sucedido a uno de los maestros de Moore, el geógrafo David Harvey: ¡el ilustre maestro de marxistas sólo se enteró de qué va el calentamiento global en 2019!). No habrá capacidad de sustentación para una civilización campesina de ocho o diez mil millones de seres humanos, con suelos empobrecidos y biodiversidad mermada, sin combustibles fósiles y con las zonas habitables del planeta Tierra sumamente restringidas por la catástrofe climática en curso. ¿O estamos hablando del genocidio del 95% de la población humana y la miserable vida campesina de los sobrevivientes en torno al Círculo Polar Ártico? ¿A esto lo llamaremos “perspectiva esperanzadora”?

Si uno piensa que el surgimiento del capitalismo mercantil hacia 1450, en términos relacionales, tiene mayor importancia para la relación de la humanidad con el resto de la naturaleza que el uso masivo de combustibles fósiles después de 1820 (p. 215 de El capitalismo en la trama de la vida), es fácil que incurra en esa crasa infraestimación del impacto de las sociedades industriales sobre Gaia. (Y que conste que con ello no resto interés a la elaboración de Moore sobre el desarrollo del capitalismo como economía-mundo y ecología-mundo a partir del “largo siglo XVI”, todo lo contrario: resultan iluminadoras esas p. 214-222 de su texto.) ¿Le llegará algún día a Moore su “momento Harvey”?[11]

Notas

[1] Versión en español disponible en
https://www.marxists.org/espanol/luxem/1913/1913-lal-acumulacion-del-capital.pdf

[2] Maria Mies, Patriarcado y acumulación a escala mundial, Traficantes de Sueños, Madrid 2019 (original alemán de 1986, edición inglesa en 1999).

[3] Como expone Facundo Nahuel Martín “Andreas Malm es un duro crítico del monismo socio-natural de Jason W. Moore. La sociedad y la naturaleza no están, para Malm, compuestas de entidades radicalmente diferentes. La sociedad, al fin, se compone de cuerpos humanos y no humanos organizados de diferentes maneras. Pero la dinámica de organización de esos cuerpos no puede derivarse sin más de sus propiedades físicas, sino que posee un dinamismo propio. Así, realidades sociales como los Estados, la ley del valor o las ideologías son irreductibles a las propiedades físicas de los cuerpos que componen lo social. Se trata de propiedades emergentes surgidas de las peculiares formas de organización e interacción de los cuerpos en la sociedad. Esas propiedades carecen de autonomía ontológica (pertenecen a la misma sustancia que el resto de la naturaleza) pero son, a la vez, irreductibles, en el sentido de que tienen un movimiento específico con lógicas propias. Si los componentes de la sociedad son en su conjunto parte de la naturaleza, las propiedades emergentes de esos componentes son irreductibles, lo que justifica un lenguaje moderadamente dualista en el que es todavía posible hablar de interacciones entre lo social y lo natural. Malm, siguiendo al antropólogo Alf Hornborg, da una interpretación marxista de las realidades ‘híbridas’ en las que se combinan sociedad y naturaleza. Esta interpretación implica un debate con Bruno Latour y su ‘hibridismo’, así como con el monismo de Jason W. Moore. Recordemos que para Latour, como para Moore, la división sociedad-naturaleza responde a los dualismos cartesianos de la constitución moderna del mundo.Malm defiende lo que podríamos llamar un hibridismo acotado, que rediscute la distinción entre técnica y política más que entre sociedad y naturaleza”. Facundo Nahuel Martín: “Debates en el marxismo ecológico: un primer mapa de la cuestión”, Viento Sur, 2 de diciembre de 2020.

[4] Desde la perspectiva de la naturaleza histórica, la entropía es reversible y cíclica –aunque sujeta a una entropía creciente dentro de lógicas civilizatorias concretas. La lógica capitalista de la apropiación de trabajo/ energía permite, por lo tanto, correcciones reiteradas del aumento de la entropía mediante la localización de naturalezas no capitalizadas en la frontera” (p. 120). Como se ve, Moore está empleando un sentido sui generis de entropía, más bien desligado de la noción termodinámica que usamos el resto de la humanidad: no creo que ello contribuya a la claridad del análisis…

[5] Jevons citado en Nicholas Georgescu-Roegen, La ley de la entropía y el proceso económico, Fundación Argentaria/ Visor distribuciones, Madrid 1996, p. 368.

[6] Antonio Valero/ Alicia Valero: Thanatia: The Destiny of the Earth’s Mineral Resources: A Thermodynamic Cradle-to-Cradle Assessment, World Scientific Publishing Company 2014, Una forma más sencilla de iniciarse en esta perspectiva: Antonio Valero y Alicia Valero, Thanatia. Los límites minerales del planeta (conversaciones con Adrián Almazán), Icaria, Barcelona 2021.

[7] Alf Hornborg, “Dialectical confusion: On Jason Moore’s posthumanist marxism”, Historical Materialism, 25 de junio de 2020.

[8] Hornborg, op. cit.

[9] Previamente Moore ha explicado que se trata de sistemas esencialmente gobernados por el poder político, que se parecerían tal vez a civilizaciones pre-capitalistas, especialmente las del este y sudeste asiático; lo que Samir Amin solía llamar “formaciones tributarias”, basadas en el movimiento político del plusvalor.

[10] Jason W. Moore: “El sucio secreto de la acumulación infinita por parte del capitalismo es que no paga sus facturas” (entrevista), El Salto, 30 de noviembre de 2020.

[11] El geógrafo David Harvey, uno de los más destacados eruditos marxistas del mundo, no se había dado cuenta de lo que realmente significa el calentamiento global –a saber, una amenaza existencial para la humanidad y para la entera biosfera– ¡hasta 2019! Como ha señalado Patrick Bond, la “conversión” de Harvey al punto de vista de que las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) ahora amenazan a la humanidad y a otras especies llegó extremadamente tarde, ¡sólo en un podcast de Anti-Capitalist Chronicles en julio de 2019! Lo ha reproducido el geógrafo marxista en su reciente libro del mismo título, donde leemos: “Me encontré con una información hace unos cuatro meses que literalmente me voló la cabeza y me hizo repensar muchas de mis posiciones. La información estaba contenida en un gráfico publicado por la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU)… Bueno, siempre he opinado que deberíamos tomarnos en serio las cuestiones ambientales, pero he sido profundamente escéptico con respecto a los escenarios y visiones apocalípticas. Pero eso realmente cambió cuando vi las 400 ppm de concentración atmosférica de dióxido de carbono en el contexto de que no se había visto nada por encima de 300 ppm durante los últimos 800.000 años”. David Harvey, The Anti-Capitalist Chronicles, Pluto Press, Londres 2020, p. 60.

Fuente: https://www.15-15-15.org/webzine/2021/09/07/resena-de-el-capitalismo-en-la-trama-de-la-vida-ecologia-y-acumulacion-de-capital/

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América Latina: El conocimiento ancestral como recurso al Cambio Climático

América Latina/Autor(a) y Fuente: es.unesco.org

La Plataforma de Cambio Climático, Riesgo y Resiliencia destaca el caso Geoparque mundial de la UNESCO, Mixteca Alta, en México, en donde se desarrolla un método de terrazas agrícolas puesto en marcha hace más de 3500 años, que permite maximizar los resultados de los cultivos expuestos a resistir la variabilidad climática

Un horizonte rojo, amarillo, anaranjado, verde, azul y morado. Pocos paisajes del mundo pueden hermanar tan bella paleta de colores con montañas, volcanes, valles y un sinfín de relieves y texturas naturales, en un encuadre tan rico como árido. Esa es una de las postales más singulares que tiene Mixteca Alta, uno de los ocho Geoparques mundiales de la UNESCO en América Latina. Ubicado en México, la comunidad local desarrolla hace más de 3500 años un sistema de terrazas agrícolas con resultados asombrosos para resistir, en pleno siglo XXI, al cambio climático.

Este es uno de los pocos -muy pocos- lugares del mundo donde todavía se aplican conocimientos ancestrales, transmitidos de generación en generación, para generar transformaciones que protejan la agrobiodiversidad del planeta. Dada su importante trascendencia, este caso ha sido categorizado como un referente de buena práctica en la Plataforma de Cambio Climático, Riesgo y Resiliencia que impulsa la Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe.

El mexicano Quetzalcoátl Orozco Ramírez es uno de los responsables de que dicho logro suceda. Hijo de un matrimonio campesino del antiguo México rural, ha dedicado su vida a la investigación agroecológica formal en el manejo de recursos naturales, tras haber alcanzado su Doctorado en Geografía en los Estados Unidos. Regresó a vivir a Oaxaca -uno de los Estados de México con mayor diversidad biológica y geológica- donde trabaja actualmente como investigador dentro del Geoparque mundial de la UNESCO, Mixteca Alta. Eligió esa tierra para criar junto a su esposa, a su hijo recién nacido, quien lleva el original nombre Centli, en náhuatl, una lengua azteca que data desde el siglo V, y que su traducción al castellano es, curiosamente, maíz. ​​

“Cuando llegué a la Mixteca Alta, me llamó la atención la variedad de maíz, particularmente del maíz de cajete, que es el que crece en las terrazas de estas tierras, tras un largo ciclo de producción y una notoria resistencia a la sequía. Representa muy poco porcentaje de la superficie pero, tomando en cuenta el valor cultural y la importancia para la seguridad alimentaria de los pueblos que no están asentados en el Valle, es muy relevante. Y de ahí el interés por iniciar este estudio de las terrazas”, detalló Orozco Ramírez a UNESCO Montevideo.

Terrazas agrícolas, un método ancestral

La población que reside en Oaxaca maneja prácticas agrícolas que datan de 3400 a 3500 años atrás y, asombrosamente, en la actualidad, su aplicación aporta a la resiliencia contra los efectos del cambio climático mediante una práctica singular de la agricultura en terrazas. En concreto, en este Geoparque, se aplican dos sistemas distintos de terrazas: el de laderas, que implica un esquema más conocido a nivel mundial, y de lamabordos, que sería el método más novedoso. Este último supone una estructura formada por una pared de piedra -camellón o muro- seguido de un arenal que genera la superficie plana. Estas construcciones se ubican estratégicamente sobre los arroyos o corrientes de agua, para aprovechar la erosión natural de los suelos que se encuentran por encima de ellas. Y esa es su mayor fortaleza.

Orozco Ramírez explicó que la variabilidad climática siempre ha estado presente en esta localidad, aún antes de que se sintieran los efectos del cambio climático. Si bien esas consecuencias adversas exacerbaron el fenómeno:  “Esta región, debido a su ubicación y elevación, siempre ha tenido periodos de sequía y de mucha lluvia, con fuertes cambios en las lluvias, incluso, dentro del mismo año. Desde el origen, existió siempre la necesidad de desarrollar una agricultura que fuera capaz de adaptarse a esas condiciones cambiantes”, señaló.

Lo que es evidente, dijo, es la resiliencia que tiene este esquema de terrazas, la cual se expresa en los resultados de la producción. Mientras que aquí la cosecha de maíz es segura año tras año -en el eje de un 50% y 70% de resultado favorable- en las zonas no “aterrazadas” los cultivos no progresan, dijo, ya sea por falta de agua o exceso de lluvia.

Este modelo de terrazas tiene particularidades que lo distinguen. Fue diseñado para rendir, especialmente, durante los años castigados por la sequía, con el cometido de aprovechar al máximo la poca agua que circula en la zona. En los cauces o fuentes de agua, se acumula sedimento hasta formar pequeños terrenos planos, dando origen, justamente, a los lamabordos.

“Son tan singulares debido a que el suelo que se genera es producto del sedimento que arrastra la corriente, que se nutre también de la materia orgánica y de las plantas que se crean en las microcuencas. Surgen sobre los cauces y sus suelos son de origen antropogénico”, distinguió el investigador, diferenciando este método del esquema de contorno que se ubica perpendicular a la pendiente de una loma.

Esta práctica es especialmente valiosa porque tiene un vínculo directo con la seguridad alimentaria en el proceso de adaptación al cambio climático. El Geoparque mundial de la UNESCO, Mixteca Alta es, este sentido, un gran referente a nivel global, porque implementa las terrazas con especial atención en las soluciones basadas en la naturaleza y en la sabiduría de las comunidades locales, impulsando la resiliencia ante la variabilidad climática.

Todos los Geoparques mundiales de la UNESCO son áreas geográficas únicas y unificadas, en donde los paisajes de importancia geológica se gestionan con un concepto holístico de protección, educación y desarrollo sostenible. Mixteca Alta, utiliza su patrimonio geológico, en conexión con todos los demás aspectos del patrimonio natural y cultural de la zona, para mejorar la concientización y la comprensión de cuestiones claves a las que se enfrenta la sociedad, como el uso sostenible de los recursos naturales, la mitigación de los efectos del cambio climático y la reducción de los riesgos relacionados con los desastres naturales.

Orozco Ramírez reconoce que este modelo agrícola tiene potencial para ser extrapolado a otras latitudes, en la medida que exista cooperación y compromiso entre varios actores para impulsar la práctica, invertir en ella y proteger la agrobiodiversidad, actualmente amenazada por los efectos adversos del cambio climático.

Foto: cortesía de Quetzalcoátl Orozco Ramírez, 2021

Una trama colaborativa

Además de los aspectos técnicos, esta práctica agrícola integra un valor ligado a la comunidad autóctona. Los terrenos en los que se trabaja se heredan de generación en generación hace miles de años, lo que configura un apego y compromiso comunitario por mantener los cultivos que los ancestros trabajaban. Sin embargo, la coyuntura del mundo actual impuso un reto importante a esa responsabilidad, dado que en los últimos años han aumentado las dificultades económicas que deben enfrentar varias familias de la zona, obligadas, muchas veces, a migrar en busca de mejores oportunidades de empleo.

“Quien cosecha en lamabordos requiere, necesariamente, de apoyo colectivo para poder sembrar, porque es un trabajo que implica mucho esfuerzo físico y una sola persona no la puedo hacer. Esto genera mecanismos de ayuda mutua y recíproca, que da más cohesión a la comunidad local”,

destacó Orozco Ramírez quien, ​​de hecho, para poder elaborar el manual sobre construcción de lamabordos, estuvo colaborando recientemente con una familia de Oaxaca. Se necesitan, dijo, incentivos para poder consolidar esta práctica agrícola.

“Lamentablemente, en la actualidad existe una combinación de factores socioeconómicos como ambientales que dificultan las actividades primarias en esa en esa zona”, alertó.

El valor de la UNESCO

Orozco Ramírez destacó la importancia del reconocimiento que ha hecho la UNESCO sobre ese territorio, al asignarle la categoría de Geoparque mundial de la UNESCO, lo que significa, dijo, proteger y resaltar el valor que existe a nivel de patrimonio ecológico, patrimonio cultural y patrimonio natural.

“Esto ha hecho que tanto en el interior del territorio como dentro del Estado, y hasta incluso a nivel país, se le ponga mayor atención y se reconozca lo interesante que hay en este sitio. Esta importante sinergia es el resultado directo del reconocimiento que ha hecho la UNESCO a través del Programa de Geoparques”, reafirmó el investigador.

Tras la designación de este territorio como Geoparque mundial de la UNESCO se han impulsado cantidad de actividades alternativas paralelas dentro del sitio, vinculadas, por ejemplo, a la educación y al turismo. El impacto de dichas acciones produjo un aumento a nivel de ingresos para familias de la comunidad local, lo cual contribuye a detener las migraciones forzadas que muchos colectivos se ven obligados a realizar. Estos resultados son “muy bien vistos” por la comunidad local, según el mexicano, quien destacó el rol de la UNESCO como un articulador capaz de provocar valiosos resultados tangibles e intangibles en el territorio.

Mediante la sensibilización de la importancia del patrimonio geológico del área en la historia y la sociedad actual, los Geoparques mundiales de la UNESCO dan a la población local un sentimiento de orgullo de su región y fortalecen su identificación con el área. Se estimula la creación de empresas locales innovadoras, de nuevos trabajos y cursos de formación de alta calidad, a medida que se generan nuevas fuentes de ingresos a través del geoturismo, protegiendo al mismo tiempo los recursos geológicos del área.

Fuente: https://es.unesco.org/news/conocimiento-ancestral-como-recurso-al-cambio-climatico

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Teresa Franquesa: “La sostenibilidad debe estar en el centro del proyecto educativo”

Por: Educación 3.0

Entrevistamos a Teresa Franquesa, doctora en Ciencias Biológicas y una de las autoras del nuevo proyecto ‘Nuestro Planeta A’ para el 2º ciclo de Infantil, de Editorial Casals, que se basa en la sostenibilidad.

El contacto con el entorno natural mejora la concentración y evita algunos de los síntomas del trastorno por déficit de naturaleza como el estrés y la ansiedad. Unas cuestiones que pone en práctica Teresa Franquesa, doctora en Ciencias Biológicas y una de las autoras del nuevo proyecto ‘Nuestro Planeta A’ para el 2º ciclo de Infantil, de Editorial Casals, que apuesta por la sostenibilidad con un enfoque positivo. Y es que para Franquesa es vital educar a favor de la naturaleza desde los primeros niveles educativos. ¿La razón?: “Somos naturaleza y al redescubrirla, nos descubrimos a nosotros mismos”.

Pregunta: ¿Por qué es importante educar para la sostenibilidad?

Respuesta: Cambiar de rumbo requiere hacerlo de mentalidad. Debemos revisar ideas arraigadas, desaprender hábitos y explorar nuevas maneras de vivir. Necesitamos construir una nueva cultura en este ámbito y la educación es clave, porque puede ser una palanca de cambio social, mientras que el centro educativo es un espacio de socialización hacia un futuro mejor.

P: ¿Qué se puede hacer en Infantil?

R: Lo primero, ¡predicar con el ejemplo! Creciendo en un entorno que aprecie la belleza y la diversidad de la vida, que se pregunta cómo mejorar, que felicita por las buenas ideas y que reconoce las buenas prácticas, los niños empiezan a cultivar de manera natural la cultura de la sostenibilidad. Cada uno de nosotros puede contribuir al cambio necesario, pero si somos muchos y trabajando juntos en la misma dirección, ¡mejor!

P: ¿Qué son los ecotemas?

R: Para avanzar hacia una civilización ecocultural, la sostenibilidad debe estar en el centro del proyecto educativo e impregnarlo. Por eso, todos los contenidos curriculares de ‘Nuestro planeta A’ se estructuran en torno a unos ecotemas que despiertan la curiosidad de los niños por el mundo e introducen los conocimientos básicos.

P: ¿Qué podemos aprender de la relación de los protagonistas con los animales?

R: Proponemos relacionar cada mascota con un niño, porque pensamos que la amistad y la complicidad entre ellos pueden suscitar la simpatía y el interés por los seres vivos y fomentar el aprecio de las distintas formas de vida. Las parejas de niños y sus mascotas serán unas guías ideales para acercarles las distintas temáticas.

P: ¿Por qué hay que ‘redescubrir’ la naturaleza?

R: Somos naturaleza y al redescubrirla nos descubrimos a nosotros mismos. Y es que redescubriendo nuestro entorno ganamos en salud y bienestar y también en conocimiento de primera mano, ya que nos acercamos al medio, estamos en contacto con él. En el momento en el que consideramos el medio como propio es cuando, de forma casi automática, empezamos a entender que nuestra vida depende de su conservación.

Fuente e Imagen: https://www.educaciontrespuntocero.com/entrevistas/sostenibilidad-en-el-centro/

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Graham Lawton: Plan de rescate para la naturaleza, cómo solucionar la crisis de biodiversidad

Traducido por Eva Calleja

Llevamos demasiado tiempo arrasando los ecosistemas del planeta, pero decisiones fundamentales que se tomarán este año podrían ser el punto de inflexión que nos ayude a restaurar nuestra relación con la naturaleza.

Hemos estado retrasando el tema, pero el covid-19 quizá haya sido el toque de atención definitivo. “2021 debe de ser el año en el que la humanidad se reconcilie con la naturaleza”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres,  en una intervención ante la Cumbre One Planet de líderes mundiales en Paris el mes pasado. “Hasta ahora hemos estado destruyendo nuestro planeta. Hemos estado abusando de él como si tuviéramos uno de repuesto”.

Las cifras son claras, cualquiera que elijas. Más del 70 por ciento de la tierra libre de hielo está ahora bajo control humano y cada vez más degradada. La masa de infraestructura hecha por el hombre excede a toda la biomasa. Los humanos y los animales domésticos suponen más del 90 por ciento de todos los mamíferos del planeta. Nuestras acciones amenazan con la extinción a un millón de especies, 1 de cada 8, (Ver “Biodiversity: A status report”).

Todo eso ha sucedido en un abrir y cerrar de ojos, en términos geológicos. “Si comparamos la historia de la Tierra con un calendario anual, hemos usado un tercio de sus recursos naturales en los últimos 0,2 segundos” dijo Guterres en París.

Después de una década perdida, y de un retraso de un año en las negociaciones debido a la pandemia, está previsto firmar un nuevo acuerdo internacional para conservar la biodiversidad del mundo a finales de este año, con muchas otras iniciativas también iniciándose. Las señales son que el covid-19, una pandemia causada por nuestra actitud desdeñosa hacia la naturaleza, podría finalmente haber centrado nuestras mentes. La pregunta es, ¿Qué necesitamos hacer, y podemos hacer lo suficiente a tiempo?

Nuestra relación con la naturaleza comenzó a agriarse más o menos a principios de la revolución industrial, pero realmente no se torció hasta que la Gran Aceleración empezó a coger impulso después de la segunda guerra mundial. En este periodo, el auge dela población y del comercio y unos niveles más altos de prosperidad provocaron un crecimiento exponencial de casi todas las medidas del impacto de la humanidad en el planeta: extracción de recursos, producción agrícola, desarrollo de infraestructuras, contaminación y pérdida de hábitats y biodiversidad.

Este expolio fue una apuesta que hace mucho dejo de ser rentable. La tierra degradada ya afecta de manera negativa el bienestar de 3.200 millones de personas y cuesta más del 10 por ciento del PIB anual en pérdidas de cosechas, deterioro de la salud y otros efectos negativos. Estos solo van a aumentar. En un documento reciente en la revista Frontiers in Conservation Science, un grupo de científicos internacionales avisan de que el planeta se está enfrentando a un “futuro horrible de extinciones masivas, de un empeoramiento de la salud, de agitaciones asociadas a perturbaciones climáticas… este siglo”.

“El mundo se enfrenta a tres crisis importantes en la actualidad: la pérdida de biodiversidad, el cambio climático y la pandemia”, dice el biólogo Cristián Samper en la  Wildlife Conservation Society de Nueva York. “Todas están interrelacionadas, con muchas de las mismas causas y soluciones”.

“La ciencia es tan contundente”, dice Johan Rockström en el  Potsdam Institute for Climate Impact Research de Alemania. En 2009,  él y sus colegas desarrollaron el concepto de “límites planetarios”, que tenía como objetivo delimitar el espacio seguro de operación para la humanidad, y cuantificar como estamos sobrepasándolo. En una actualización por su10º aniversario en 2019, sugirieron que ya hemos sobrepasado cuatro de los nueve límites, incluyendo significativamente nuestro impacto en la biodiversidad. “Por primera vez, tenemos que considerar el riesgo real de desestabilización de todo el planeta”, dice Rockström.

“Si no actuamos ahora, las generaciones futuras preguntarán ¿Por qué no actuasteis para salvar la Tierra considerando todas las pruebas científicas con las que contabais?” dice Bob Watson, antiguo presidente del Panel Intergubernamental para el Cambio Climático y de la Plataforma Intergubernamental Científico-normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios de los Ecosistemas (IPBES), un organismo establecido por la ONU que evalúa las últimas investigaciones sobre la biodiversidad.

No es que nos hayan faltado las buenas intenciones en el pasado. En 2010, la Convención sobre Diversidad Biológica, uno de los tres organismos de la ONU que surgió de la Cumbre de la Tierra de Rio en 1992, junto con la Convención Marco sobre el Cambio Climático y la Convención para Combatir la Desertificación, se reunió en Aichi, Japón. Acordó 20 objetivos de biodiversidad para2020, desde la eliminación gradual de ayudas para actividades que dañan la biodiversidad a asegurar la diversidad genética de plantas y animales salvajes y domésticos.  Llegó el 2020 y el resultado final fue biodiversidad cero, destrucción medioambiental 20.

Por ejemplo el objetivo fundamental sobre la cantidad de tierra entregada a la naturaleza. Ordenaba la protección del 17 por ciento de la tierra y del agua dulce y del 10 por ciento de los océanos para finales de 2020. Se progresó algo, dice Samper, pero ninguno de los objetivos se alcanzó, siendo las cifras actuales aproximadamente 15 por ciento y un poco más del 7,5 por ciento. Aquellas áreas que están protegidas a menudo están mal gestionadas, son demasiado pequeñas y no cubren la riqueza total de los ecosistemas de la Tierra: se cree que solo el 42 por ciento de los 867 tipos distintos de ecosistemas clasificados hasta ahora están bien protegidos.

“La ciencia nos dice que debemos aumentar las áreas protegidas para cubrir al menos el 50 por ciento de la tierra y del mar para 2030”, dijo Samper en la cumbre de Paris. Un grupo nuevo, el High Ambition Coalition for Nature and People, que comprende más de 50 países, copresidido por Francia, Costa Rica y Gran Bretaña, pretenden ahora asegurar un acuerdo internacional para este compromiso “30 para el 30”.

Más allá de la conservación

Al mismo tiempo, el 5 de junio, Día Mundial del Medioambiente, la ONU lanzará su Década sobre la Restauración de Ecosistemas. “El principal objetivo es prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo”, diceTim Christophersen del Programa Medioambiental de la ONU (UNEP), que coordinará la iniciativa. “Nada más y nada menos. Una tarea un poco abrumadora”.

Abrumadora en particular porque en cierto sentido ya es demasiado tarde. “Desde luego, es más barato conservar ecosistemas o asegurarse de que no se degradan”, dice Christophersen. “Pero estamos en un punto en el que la conservación ya no es suficiente. También necesitamos hacer grandes inversiones en restauración”.

La restauración de ecosistemas será crucial para tener éxito o fracasar durante las próximas décadas. Tiene muchas formas, dependiendo del ecosistema y del grado de degradación que sufre. En un extremo del espectro está la resilvestración pasiva, que significa simplemente apartarnos y dejar que la naturaleza haga sus cosas. “La capacidad de la naturaleza para sanarse a sí misma es asombrosa”, dice el ecólogo Paul Leadley de la  Universidad de Paris-Saclay en Francia, que fue uno de los coautores del informe de evaluación global IPBES sobre biodiversidad y ecosistemas de 2019.

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Una zona deforestada cerca de Porto Velho en la Amazonía brasileña. REUTERS

Los proyectos de resilvestración a pequeña escala como el de Oostvaardersplassen en los Países Bajos, en el que un área de pólder recuperado ha sido devuelta a la naturaleza, ha mostrado la manera, pero la ambición debe crecer, y está creciendo. En Europa, el mayor proyecto tiene como objetivo reservar unos 35.000 kilómetros cuadrados en Laponia en el norte de Suecia y Noruega para resilvestrar. En América del Norte, la Wildlands Network tiene como objetivo unir áreas protegidas con “caminos silvestres” en los que los animales puedan moverse libremente abarcando Canadá, EE.UU. y México.

 “Cada dólar gastado en la restauración de ecosistemas acumula entre 3 y 75 dólaresde ganancias”

En el otro extremo del espectro de la restauración está la ingeniería activa de paisajes enteros con plantaciones masivas de árboles, retirada de especies invasoras e infraestructura dañina, como las presas, y la reintroducción de especies. Esto puede hacerse. Corea del Sur adoptó una política de reforestación activa en los años 50 después de la guerra de Corea. El volumen total de madera en los bosques del país aumentó de aproximadamente 64 millones de metros cúbicos en 1967 a 925 millones de metros cúbicos en 2015, y los bosques cubren ahora aproximadamente dos tercios del país.  El Green Belt Movement fundado en Kenia por la premio Nobel Wangari Maathai ha plantado decenas de millones de árboles por todo África y ha inspirado muchos proyectos similares.

Pero aunque es muy posible hacerla, la restauración activa conlleva riesgos si no se hace de una manera científica, dice Bernardo Strassburg del International Institute for Sustainability de Rio de Janeiro, Brasil. “Cualquier gran restauración necesita ser ecológicamente sensata”, dice, “no se trata solo de plantar árboles por todos los lados, particularmente en sitios en los que no pertenecen los árboles, como praderas o humedales. Sería perjudicial para la biodiversidad”.  Se necesitan soluciones diferentes en diferentes lugares.

Christophersen cree que la teoría y la práctica de la restauración ecológica están a la altura de las circunstancias. “Tenemos décadas de experiencia en restauración. Sabemos lo suficiente. No sabemos todo, y aprenderemos más a medida que avancemos. Pero sabemos lo suficiente para empezar. Es una de esas situaciones en las que no puedes permitir que lo perfecto sea el enemigo de lo bueno”.

La meta principal de la iniciativa UNEP es restaurar 3,5 millones de kilómetros cuadrados de terreno en los próximos diez años, un poco más del tamaño de India, o un poco más del 2% de la superficie terrestre del mundo.  Esto es “increíblemente ambicioso”, dice Strassburg. “Si lo conseguimos, sería la remodelación más rápida en la superficie [de la Tierra] causada por nosotros”. No será barato. Según la UNEP, el coste inicial es aproximadamente de un billón de dólares, no es calderilla en una recesión post pandémica, aunque es una inversión con una tasa elevada de rentabilidad.

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Tierra agrícola invade el bosque que rodea  la iglesia Debre Mihret Arbiatu Ensesa en Etiopia. Kieran Dodds/Panos Pictures

Por lo menos en teoría, está garantizada. Annelies Sewell del Netherlands Environmental Assessment Agency en La Haya y sus colegas sumaron compromisos para proyectos de restauración existentes en 115 países, incluyendo planes para aumentar las áreas protegidas, restaurar y mejorar bosques, tierras de cultivo y praderas, y más.  Encontraron que esto suma unos 10 millones de kilómetros cuadrados, más o menos el tamaño de china o justo por debajo del 7 por ciento de la superficie terrestre. “Hay más de lo que esperábamos”, dice Sewel. “Pero esto no quiere decir que haya suficiente”.

La hora de la verdad

La conservación y la restauración pueden ayudar a resolver múltiples retos medioambientales, pero “esto solo no los resolverá”, dice Sewel. Por esto un segundo pilar de 2021: la negociación de una nueva serie de objetivos de biodiversidad, que reemplacen los objetivos de Aichi, y que se ajusten a la Década de Restauración de Ecosistemas. Todo esto significa que la década de los 2020 será un momento crucial. “Esta es una década decisiva para el futuro de la humanidad en la Tierra”, dice Rockström.

Está previsto debatir exhaustivamente estos objetivos en una reunión decisiva de la Convention for Biological Diversity (CBD),retrasada por la pandemia, que ahora se celebrará a finales de este año en Kunming, China. Según Elizabeth Mrema, secretaria ejecutiva de CBD, hay lecciones que aprender de Aichi, y hay ahora una coalición internacional de intereses que está comprometida a hacer que funcionen los nuevos objetivos (ver “Entrevista con Elizabeth Mrema: tenemos que ser optimistas con la biodiversidad”). El coste inicial será de más de 700 mil millones de dólares, dice Mrema, pero al igual que con la restauración de sistemas, viene acompañada de enormes beneficios. “Cada dólar que se gaste acumulará entre 3 y 75 dólares de beneficios  económicos en bienes y servicios del ecosistema”, dice.

A pesar del fracaso general de Aichi, otra lección de la pasada década es que, cuando los gobiernos y otros grupos se comprometen a proteger la biodiversidad, puede darse el cambio (ver “Diez historias de éxito de conversación en las que las especies han vuelto del borde del abismo”). “No quiero endulzar esto porque no fue un gran resultado”, David Cooper, secretario ejecutivo adjunto de CBD, dijo en el World Biodiversity Forum en enero de 2021. “Pero donde se han tomado medidas serias, por ejemplo para reducir el ritmo de deforestación, mejorar el estado de caladeros, prevenir extinciones cuando sabemos la causa, se ha conseguido un progreso significativo”.

En última instancia, el éxito o el fracaso dependerá del progreso en otra área fundamental: el cambio climático. Este año es la hora de la verdad para esto también, y otra gran cumbre retrasada de la ONU para forjar una manera de proceder se celebrará, si lo permite la pandemia, este mes de noviembre en Glasgow, Gran Bretaña- El éxito o el fracaso de Glasgow y Kunming estarán interconectados. “Sin abordar el cambio climático, no es posible doblegar la curva de la pérdida de biodiversidad: todas las apuestas quedarían sin efecto”, dice Cooper.

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Ciudades de rápido crecimiento como Baoji, China, fragmentan la naturaleza Xinhua/Shutterstock

Pero esto funciona en ambos sentidos: conservar la biodiversidad y restaurar ecosistemas tendrá efectos colaterales positivos para el clima. “La restauración es una de las herramientas más rentables para mitigar el cambio climático”,  dice Strassburg: el cambio en el uso de la tierra y un aumento de cobertura vegetal podría proporcionar hasta un tercio de la reducción de gases de efecto invernadero que necesitamos.

Básicamente, dice Mrema, la próxima década necesita tratar sobre la sinergia, con iniciativas para la biodiversidad, medidas para combatir el cambio climático y otros programas internacionales como los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU convergiendo en el objetivo final; la harmonía con la naturaleza para 2050.

Todavía hay obstáculos enormes. “Sabemos que los cambios que necesitamos para avanzar hacia la sostenibilidad son enormes, que no van a ser fáciles”, dice Cooper. Pero al menos se está diciendo lo que queremos escuchar. En Paris, celebridades que incluyen a los líderes de Alemania, Canadá y Gran Bretaña, al vicepresidente chino Han Zheng y a los presidentes del Banco Mundial y del Banco Central Europeo se alinearon para jurar fidelidad a la causa de la conservación de la naturaleza. Emmanuel Macron, presidente de Francia y convocante de la cumbre dijo: “La agenda está ahora madurada y estamos listos para actuar”.

Lo que es más importante es que todavía hay tiempo, justo, para gestionar el cambio desde la Gran Aceleración a la Gran Restauración, una era en la que la humanidad aprenda de nuevo a vivir de manera sostenible y en harmonía con la naturaleza. “Las cosas están ahora difíciles y de verdad se necesita actuar ya, pero no estamos en una situación catastrófica, todavía”, dice Leadley. “Si avanzamos hacia un consumo y una producción sostenible, establecemos suficientes áreas protegidas y gestionamos el cambio climático, no hay ninguna razón por la que la biodiversidad no pueda tener un perspectiva positiva.  No estamos más allá del punto de no retorno”.

CÓMO RESTAURAR UN ECOSISTEMA

Cómo están degradados los ecosistemas por la actividad humana varía, y las maneras de restaurarlos también es diferente.

BOSQUES

Degradadores: el desmonte para infraestructuras, agricultura y pastoreo; la tala para leña; la contaminación, plagas y animales invasores e incendios Restauradores: plantación de árboles nativos; la conservación de plantas y animales; resilvestración.

AGUA DULCE

Degradadores: extracción de agua para riego, industria y hogares; extracción de arena y grava; presas, canalización y drenaje para la agricultura; la contaminación por sustancias químicas, plásticos y aguas residuales Restauradores: Control de la extracción de agua, de la pesca y de la minería; retirada de presas o rediseño, restauración de flujos de agua en humedales;

OCÉANOS Y COSTAS

Degradadores: Sobrepesca y desmonte de costas para la acuacultura; plástico y contaminación por nutrientes; vertido de aguas residuales Restauradores: pesca sostenible, tratamiento de aguas residuales, control de contaminación, gestión y restauración de arrecifes de coral, manglares y praderas marinas;

PRADERAS Y SABANAS

Degradadores: La conversión de tierras de cultivo y pastos; sobrepastoreo y erosión de suelo; extracción de recursos insostenible; especies invasoras Restauradores: desmonte active de vegetación leñosa; resembrado de hierbas nativas y replantación de arbustos y árboles; reintroducción y protección de fauna nativa;

MONTAÑAS

Degradadores: desmonte de bosques para la agricultura, presas y carreteras; erosión de suelo; desastres naturales como avalanchas, deslizamientos e inundaciones Restauradores: plantación de árboles, mejor planificación de infraestructuras, uso de técnicas agrícolas de bajo impacto como la agroforestería;

TURBERAS

Degradadores: Extracción de turba; drenaje para agricultura, infraestructuras, minería y exploración de combustibles fósiles, fuego, sobrepastoreo, contaminación Restauradores:Rehumedecimiento, conservación;

TIERRA AGRICOLA

Degradadores: Sobrepastoreo y erosión del suelo; eliminación de ribazos y árboles; contaminación por fertilizantes y plaguicidas Restauradores: Rotación de cultivos con más diversidad de cultivos, incluyendo árboles y ganado de pasto en tierra de cultivo después de la cosecha; uso de fertilizantes y control de plagas naturales;

CIUDADES

Degradadores: crecimiento urbano descontrolado; residuos y emisiones de la industria, tráfico, hogares Restauradores: leyes de planificación más estrictas; limpieza de cauces de agua y antiguas zonas industriales; plantación de árboles y creación de espacios verdes y humedales urbanos.

¿Qué hacen los ecosistemas por nosotros?

Lejos de ser un lujo que las economías con pocos recursos pueden apenas permitirse, gastar dinero en la restauración y la conservación de ecosistemas es una inversión sensata. De media, cada dólar gastado en la restauración de ecosistemas ofrece una ganancia de casi 10 dólares en bienes y servicios de ecosistemas.

Algunos de estos beneficios monetarios son directos, por ejemplo madera sostenible, cosechas agrícolas mejoradas e ingresos del ecoturismo. Pero la mayor parte de ellos son regalos por los que de otra manera  la sociedad tendría que pagar, como aire y agua limpios, polinización, control de pagas, reciclado de nutrientes, secuestro de carbono, menos enfermedades transmitidas por animales y una mayor resiliencia ante fenómenos atmosféricos extremos y desastres naturales.

Imagínatelo como la construcción de carreteras  y puentes, no generan beneficios por ellos mismos, pero preparan el camino para un aumento de actividad económica. “Tiene un sentido económico sólido con beneficios que superan los costes”, dijo el científico medioambiental y diplomático Bob Watson.

Fuente: https://rebelion.org/plan-de-rescate-para-la-naturaleza-como-solucionar-la-crisis-de-biodiversidad/

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