‘Canadá puede ser acusado de genocidio’, sobreviviente de escuelas residenciales

Gerónimo Henry, de 84 años, afirma que una vez se detecten todas las tumbas clandestinas y se realizan los respectivos funerales, Canadá puede ser acusado de genocidio, ya que alguien tiene que pagar por la tragedia por la que pasaron esos niños.

Gerónimo Henry, sobreviviente de una de las controvertidas escuelas residenciales en Canadá ,donde se encontraron cientos de tumbas clandestinas de niños, pide justicia para todos los menores y señala que pueden considerarse parte de un genocidio.

En entrevista con la Agencia Anadolu, Henry, de 84 años, recordó sus años en la escuela residencial Instituto Mohawk en la ciudad de Brantford, Ontario. «Pasé 11 años aquí en la escuela residencial, desde 1942 hasta 1953», asegura.

El miembro de la comunidad indígena Seis Naciones dice que tenía seis años cuando lo llevaron a la escuela y 17 años cuando salió. Agrega que sus hermanos, un hombre y dos mujeres también fueron llevados a la escuela mientras él se encontraba ahí.

Recuerda que su hermano encontró una manera de escapar de la escuela y nunca regresó, y que no pudo ver a sus dos hermanas a pesar de estar en la misma escuela.

En Canadá, más de 150.000 niños indígenas fueron separados por la fuerza de sus familias para ser llevados a 139 escuelas residenciales que fueron abiertas por la Iglesia Católica en el siglo XIX, en nombre del Gobierno canadiense.

La escuela residencial Instituto Mohawk, que fue inaugurada en 1831 por la Iglesia Católica, es una de las más grandes del país. Fue cerrada en 1970.

La escuela, cuyo edificio principal permanece cerrada por reformas, ha estado sirviendo como centro cultural desde 1972 con tres galerías de arte, un museo de historia y una biblioteca en el edificio que se construyó más tarde.

«Escuelas inauguradas para recolectar niños nativos»

Henry señala que esas 139 escuelas en todo el país se abrieron para agrupar a los niños indígenas, para «cambiar su idioma, cultura y creencia».

«Mi familia no cree en la iglesia», como nativos, afirma, tienen sus propias creencias.

Henry dice que no vio ninguna tumba durante su estadía en la escuela, pero asegura que siempre se hablaba sobre las tumbas clandestinas ubicadas en una granja detrás del centro educativo.

“Todavía estamos exigiendo que esta área sea registrada con radar. Todos los terrenos aquí y todas las escuelas de Canadá ”, dice. Para Henry los cuerpos de todos esos niños deben registrarse y sus ceremonias fúnebres deben realizarse de acuerdo con sus creencias.

Henry afirma que debe haber justicia para todos los niños, «esas escuelas eran como cárceles para niños».

“No cometimos ningún delito. Solo ser nativos. Supongo que ese es nuestro crimen», subraya.

Para Geronimo Henry una vez se detecten todas las tumbas clandestinas y se realizan los respectivos funerales, Canadá puede ser acusado de genocidio, ya que alguien tiene que pagar por las tragedias por las que pasaron esos niños en las escuelas residenciales.

Hace hincapié en que una disculpa no es suficiente.

«Canadá masacró a nuestros niños en las escuelas residenciales»

Otra persona de la comunidad indígena de las Seis Naciones, Jacquline House, dice que visitó una de las escuelas para ofrecer oraciones.

House asegura que su padre también estuvo retenido allí y está profundamente conmovida por las noticias recientes de tumbas clandestinas encontradas en Columbia Británica y Saskatchewan.

Agrega que después de permanecer en esa escuela durante años, su padre puede hablar su propio lengua. También afirma que a los niños les lavaron el cerebro en esas instituciones.

De igual forma House califica los hechos como un genocidio, dice que las escuelas residenciales en Canadá masacraron a niños e insta a los perpetradores a rendir cuentas por sus crímenes.

Las escuelas residenciales indígenas fueron establecidas por el Gobierno canadiense a partir de la década de 1820. Los niños de las Primeras Naciones fueron separados de sus padres, a veces por la fuerza, para ser enviados a estos institutos, cuyo objetivo era acabar con la cultura nativa e inculcar una cultura blanca en los niños.

Las Primeras Naciones se refieren a las 600 tribus indígenas que habitaban Canadá antes de que llegaran los colonos europeos.

Los niños que asistieron a las escuelas residenciales fueron sometidos a menudo a abusos físicos, psicológicos y sexuales.

Los canadienses reaccionaron con horror cuando se descubrieron en junio casi 1.000 tumbas clandestinas en antiguas escuelas residenciales en Columbia Británica y Saskatchewan.

Aproximadamente 4.000 niños murieron y fueron enterrados, a veces clandestinamente, sin informarle a sus familias lo que les sucedió.

*Sena Guler y Aicha Sandoval Alaguna contribuyeron con la redacción de esta nota.

Fuente: https://www.aa.com.tr/es/mundo/canad%C3%A1-puede-ser-acusado-de-genocidio-sobreviviente-de-escuelas-residenciales/2288182#

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