El cerebro puede reconfigurarse para evolucionar

Por: Semana Educación.

Julia Harper, doctora en psicología y experta en neuroplasticidad, participará de la sexta edición de la Cumbre Líderes por la Educación, el 18 y 19 de septiembre en Bogotá. Semana Educación habló con ella sobre esta disciplina y sus aportes a la educación, en especial en ambientes traumáticos.

Semana Educación: ¿Qué es la neuroplasticidad y cómo funciona?

Julia Harper: La neuroplasticidad es la capacidad del cerebro para cambiar, para reconfigurarse. Funciona al permitirnos crear nuevas conexiones en nuestros cerebros. Gracias a la neuroplasticidad podemos aprender cosas nuevas; romper viejos hábitos no deseados y crear nuevos más positivos; cambiar el comportamiento y mejorar el funcionamiento del cerebro.

S.E.: ¿Cuáles son los límites del cerebro humano?

J.H.: Si la estructura del cerebro está intacta y no hay daño evidente, se puede modificar el cerebro para adquirir y aprender nuevas habilidades y comportamientos.

S.E.: En una sociedad como la colombiana, que ha sufrido durante muchos años altos niveles de violencia, ¿cuál es el aporte de la neuroplasticidad?

J.H.: La neuroplasticidad está disponible tanto para la regeneración anatómica de las neuronas como para la reestructuración de la mente con la psicología. Con respecto al trauma que podría provenir de años de exposición a la violencia, podemos usar el concepto de neuroplasticidad para reconectar la mente y crear nuevas rutas cerebrales que permitan el desarrollo de nuevos estados mentales y emocionales.

S.E.: ¿Cómo pueden los maestros usar la neuroplasticidad para ayudar a sus estudiantes a obtener su máximo potencial?

J.H.: La neuroplasticidad está en el corazón de todo aprendizaje. Para adquirir nuevos conocimientos sobre cualquier tema, el cerebro tiene que crear nuevas rutas neuronales y hacer nuevas conexiones. Es importante que los maestros comprendan el poder de la neuroplasticidad para que puedan usarla y que el aprendizaje sea más eficiente para los estudiantes.

S.E.: ¿Hay actividades diarias que se puedan realizar para que todas las partes del cerebro funcionen bien?

J.H.: El 80 por ciento de las funciones cerebrales ocurren subcorticalmente, en las estructuras debajo de la corteza. Estas áreas del cerebro se estimulan mediante actividad y movimiento, especialmente movimientos antigravedad. Los estiramientos, yoga, caminar, correr, ejercicios de fuerza y la natación son solo algunos ejemplos.

Fomentar el movimiento durante todo el día es especialmente favorable para la función cerebral, ya que estimulamos las estructuras subcorticales. Esto además apoya el otro 20 por ciento de las estructuras corticales al enviarles más poder para un mayor enfoque y claridad. Cuando estamos inactivos y el aprendizaje es principalmente visual y auditivo, solo estimulamos un área muy limitada del cerebro.

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S.E.: ¿Qué papel juega la familia y el entorno durante el proceso de neuroplasticidad?

J.H.: Si bien el cerebro puede reconectarse y es moldeable a lo largo de la vida, es fundamental que el entorno participe y facilite el uso de las nuevas conexiones cerebrales para que sea funcional. Por ejemplo, al usar la neuroplasticidad para dejar el alcohol, la persona necesita un entorno que respalde esa nueva habilidad. Por lo tanto, parte de estabilizar la nueva vía cerebral es evitar entornos en los que se fomente el consumo de alcohol, como los bares.

S.E.: ¿Por qué la educación es la oportunidad que hace todo posible?

J.H.: A menudo digo que no podemos cambiar lo que no podemos ver. En otras palabras, debemos poder «ver» o tomar conciencia de lo que no conocemos para poder acceder al cambio. La educación ofrece la oportunidad de aprender a vernos a nosotros mismos y a los demás; nos permite aprender sobre el mundo y cómo encajamos en él.

Sin educación no hay posibilidad de cambio, estaríamos atrapados en viejos patrones y viejas formas de hacer las cosas. Eso es lo opuesto a la neuroplasticidad, que dice que el cambio es posible. Eso es lo contrario de la evolución. La educación es nuestra oportunidad de cambiarnos a nosotros mismos y cambiar nuestro mundo.

*Julia Harper, junto a más de 60 expertos nacional e internacionales, participarán de la Cumbre Líderes por la Educación, que se realizará en el Centro de Convenciones Ágora el 18 y 19 de septiembre. Conozca más del evento y adquiera sus boletas en www.cumbrelideresporlaeducacion.com

Fuente de la entrevista: https://www.semana.com/educacion/articulo/el-cerebro-puede-reconfigurarse/630422
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Empoderar a las niñas es la mejor prevención contra la violencia

Por: Mercedes Leal González.

 

¿Tienes seguridad de estar haciendo lo necesario para evitar que tu hija sufra de abusos? Empoderar a las niñas desde temprana edad no da la oportunidad de modificar su percepción errónea del mundo, muchas veces propiciada por falsas expectativas y prejuicios que nos implementa la sociedad.

En estos tiempos de violencia y permisología informativa, es determinante preparar a nuestras niñas para evitar que sean víctimas de abuso.

En la actualidad es una evidente causa de preocupación, los niveles de violencia que han alcanzado las agresiones cada vez más frecuentes; de las que son víctimas mujeres y niñas en nuestra sociedad.

A diario siempre resalta algún encabezado de las noticias, que cuente sobre un nuevo hecho con estas características.

En apariencia, las autoridades se han visto sobrepasadas para darle solución a esta preocupante situación; que tanto afecta a toda la sociedad y en especial, a las familias que la integran y han experimentado un suceso con este tipo de violencia.

Ante estas perspectivas, debemos saber actuar y para ello debemos tener la información pertinente; para solucionar de raíz esta lastimosa situación.

Continúa leyendo este interesante artículo hasta el final, pues es una temática que a todos nos interesa. Descubre aquí las herramientas de las que dispones para afrontar maduramente el problema de la violencia de género.

La mujer, abusada en su rol en la sociedad

En nuestra sociedad, el abuso contra la mujer ha tenido un largo proceso de evolución; para ir logrando la erradicación de antiguos preceptos que denigraban de ellas.  Aún hoy en día, hay países donde se les considera casi como un objeto de propiedad y como tal, son tratadas.

  Interpretaciones prejuiciosas de textos religiosos, así como antiguas tradiciones orales y manuscritas; han venido marcando pautas sobre el papel de la mujer en esas sociedades donde ni siquiera se les da un trato humano.

Inclusive en las sociedades más modernas hay un claro menosprecio de la mujer, siendo evidente este hecho en la clasificación de salarios, cargos y responsabilidades donde el sexo masculino aventaja con creces los beneficios que reciben.

  Afortunadamente, esta tendencia está comenzando a apuntar hacia un cambio: ¡Al fin se le están dando herramientas a las féminas para afrontar exitosamente cualquier vestigio de abuso al que se les quiera someter!

Empoderar a nuestras hijas; una cuestión de necesidad

 Si queremos dotar a nuestras hijas de herramientas efectivas para prevenir la violencia de género, empoderarlas es realmente la solución.

Esta es una manera muy útil y asertiva, porque enseña desde pequeñas a las niñas a que  rechacen situaciones que puedan derivar en alguna dependencia afectiva; así como a ser más selectivas y libres en sus relaciones amorosas.

Este tipo de iniciativa está focalizada en la capacidad que tienen nuestras niñas, de llegar tan lejos en sus vidas como se lo propongan y de labrarse una independencia económica; deslastrándose del estereotipo clásico “femenino”.

 Este proceso formativo debe propiciar un cambio de actitudes, la prevención de la violencia de género y la construcción de relaciones más justas y equitativas; no solo a nivel sentimental sino a todos los niveles de las relaciones interpersonales.

Pautas para un empoderamiento efectivo

Esto implica un proceso que debe contemplar los siguientes puntos:

1. La escuela y el hogar juegan un papel importante

La educación va dirigida tanto a niñas como a varones; pues se les debe inculcar el respeto mutuo y la justa valoración de aptitudes y habilidades.

El carácter supervisorio debe ser permanente y la fomentación del liderazgo no debe descalificar géneros.

2. Forjar el carácter de la niña

 En estos tiempos ya no es prudente seguir adoptando una actitud sobreprotectora con nuestras hijas. Hay que dejarlas que cometan errores y que sufran las consecuencias para fortalecerlas emocionalmente.

Sobre todo, deben aprender a decir ¡no! sin ambigüedades y a no sentirse mal por su respuesta  negativa.

3. La enseñanza del cuido personal

 Las niñas (y las mujeres) son especialmente vulnerables si se les compara físicamente con el hombre. Pero eso no significa que sean indefensas.

Existen programas y escuelas donde se fomenta la práctica de tácticas defensivas, que en algún momento pueden resultar de utilidad.

La forma más efectiva de enseñanza viene del hogar, donde desde la niñez es oportuno conversar y hacerles ver los peligros que pueden enfrentar. Para esto es importante hablar del respeto hacia sus genitales y hacia el de los demás; para que así ellas puedan identificar rápidamente conductas que son inapropiadas.

Si te ha gustado el artículo, por favor compártelo con tus familiares y amigos. ¡Seguro será un interesante tema de conversación

Fuente del artículo: https://www.menteasombrosa.com/empoderar-ninas-prevencion-contra-violencia/

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