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Noam Chomsky, Barbara Ehrenreich, activistas y organizaciones llaman a clausurar “campos de concentración” para migrantes

Redacción: Rebelión

Noam y Valeria Chomsky, las autoras Barbara Ehrenreich y Naomi Klein, activistas y organizaciones defensoras de los derechos de los migrantes llamaron “a toda la gente de consciencia a clausurar los campos de concentración en la frontera México-Estados Unidos mediante cualquier medio necesario no violento”, ante las condiciones inhumanas a las que son sometidos los migrantes en los centros de detención de ambos países.

“A menos de que la gente los cierre, los campos de concentración siempre empeoran. Hoy son refugiados, mañana podrían ser musulmanes, periodistas, opositores políticos… Debemos rechazar enfáticamente un futuro construido sobre muros y drones y vigilancia y peor…”, señalaron en la convocatoria, firmada también por dirigentes de diferentes movimientos de santuarios, como Juan Carlos Ruiz en Nueva York y Jeannette Vizguerra en Colorado.

Los firmantes llamaron a un movimiento de “rebelión y resistencia” que en las próximas semanas sume todo tipo de acciones y expresiones, como tres días de actividades organizadas por judíos para obstaculizar las operaciones de las autoridades migratorias con la consigna “Nunca más”, vigilias frente a oficinas de migración, acciones contra gobiernos locales, empresas e instituciones que tienen negocios con las autoridades migratorias, entre otras.

Por otra parte, una coalición conformada en su mayoría por madres llamó a una vigilia nacional e internacional para el 12 de julio con el título “Luces por la Libertad”, con el fin de exigir el cierre de los “campos de concentración”.

Accede a la página oficial del movimiento aquí

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=258201

 

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Venezuela: Noam Chomsky explica qué esconden las “ayudas humanitarias”

Redacción: Rebelión

El concepto de ayuda humanitaria es casi todo acto agresivo realizado por cualquier potencia que, desde el punto de vista del agresor es una ayuda humanitaria, pero no desde el punto de vista de las víctimas, explica el filósofo Noam Chomsky. Según el también lingüista y politólogo, Estados Unidos lo reconoce públicamente y se entiende en el terreno del imperio tradicional.

Primer ejemplo de ayuda humanitaria: El bombardeo a Serbia en 1999

Fuerzas de Albania cometían ataques terroristas en territorio serbio para provocar una respuesta de su Gobierno que le sirviera como justificación a la OTAN (alianza militar intergubernamental Organización del Tratado del Atlántico Norte ), para entrar al país, es decir, una intervención de Estados Unidos. Las pérdidas estimadas fueron altas en ambos lados: dos mil víctimas.

Cuando asumieron la invasión, el general estadounidense a cargo, Wesley Clark, le informó a Washington que el resultado del ataque de EE.UU. intensificaría las atrocidades, porque Serbia no era capaz de responder militarmente bombardeando a los EE.UU., Serbia respondió por tierra, expulsando de Kosovo a los albaneses terroristas, justo después del bombardeo de EE.UU.

Pero la gran cobertura mediática fue la de Slobodan Milošević (expresidente serbio) llevado a la Corte Penal Internacional por una acusación sobre crímenes masivos, todos con una sola excepción, fueron después del bombardeo que ejecutó Estados Unidos contra su población.

Todo lo narrado anteriormente fue una intervención humanitaria, apunta Chomsky.

¿Son legales las intervenciones por ayudas humanitarias?

La Asamblea General de las Naciones Unidas tiene una resolución sobre la responsabilidad de proteger, que dice explícitamente que no puede ejecutarse un acto no militar a menos que esté autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU. Se utiliza para asegurarse de que los gobiernos no repriman a sus propias poblaciones.

No obstante, el activista estadounidense explica que hubo otra comisión, presidida por el exprimer ministro australiano Garreth Evans, que debatió sobre la “responsabilidad de proteger”, muy parecida a la versión de la ONU, pero con una diferencia, “que así el Consejo de Seguridad no esté de acuerdo en autorizar una intervención, agrupamientos regionales pueden intervenir a la fuerza por su cuenta, ¿qué agrupamiento regional es capaz de una intervención? Hay uno solo y se llama OTAN”.

La “responsablidad de proteger” es legal porque la Asamblea General de la ONU lo autorizó, pero lo que rige actualmente es la versión autorizada de Evans, un buen ejemplo de cómo funciona una propaganda en un sistema poderoso, agrega Chomsky y que además se puede ver en los medios de comunicación.

Otro ejemplo de ayuda humanitaria: El bombardeo a Libia en 2011

Una resolución de la ONU en 2011 hizo un llamado a la creación de una zona de exclusión aérea en Libia, a excepción de aquellos cuyos fines sean “humanitarios”, que pasó a términos diplomáticos para solucionar el problema, y que Muamar Gadafi aceptó, declarando un cese el fuego contra fuerzas opositoras a su Gobierno.

Finalmente Washington optó por apoyar una resolución mucha más amplia que la de la simple zona de exclusión aérea, y apostó por una ocupación militar del país.

“Reino Unido, Francia y Estados Unidos se convirtieron en la fuerza aérea de la oposición. Uno de sus ataques terminó sepultando a Gadafi y matando a 10 mil personas, dejó a Libia en lo que es hoy día, en manos de milicias”, recuerda Noam Chomsky.

A partir de ese momento, hubo un gran flujo de yihadistas armados en Asia occidental y África occidental, lo que se convirtió en la fuente principal de terrorismo radical en el mundo, “una consecuencia de la mal llamada intervención humanitaria en Libia”.

El poder de EE.UU. ahora, con Donald Trump como presidente

Chomsky también explicó que la sociedad debe repensar lo que significa el poder. Estados Unidos, a su juicio, sigue siendo supremo. Su poder es dañino, pero desde el punto de vista de la oligarquía, ese poder les da todo lo que piden, asevera el filósofo. Solo en términos militares, esta nación maneja el 25 por ciento de la economía mundial, y también está mucho más avanzado en tecnología que el resto del mundo.

Agrega que pese a que en economía han estado en declive, sería un error pensar en que han perdido su dominio.

“La multinacionales estadounidenses son dueñas de la mitad del mundo, están integradas con el Estado, tienen todos los sectores: industria, venta, comercio, finanzas”.

Explica que desde su elección como presidente, no solo es Trump quien representa el peligro, sino el liderazgo republicano completo, que niegan el fenómeno del calentamiento global, por mencionar solo un problema.

“El partido republicano es una de las organizaciones más peligrosas en la historia de la humanidad, suena escandaloso, pero pensemos al respecto por un momento, Hitler no quería destruir el futuro de la existencia humana, nadie tenía la intención”, se lamenta y agrega que no son personas ignorantes ni fundamentalistas religiosos, sino las mejores educadas y apoyadas del mundo, quienes ponen a la sociedad en peligro.

Según Chomsky, las políticas más peligrosas apenas se discuten, son amenazas existenciales que enfrentamos, esta generación tiene que decidir si la existencia humana continuará, no es un chiste, es el calentamiento global o una guerra nuclear y las acciones de Trump empeoran ambas.

Fuente: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=252416&titular=noam-chomsky-explica-qu%E9-esconden-las-%93ayudas-humanitarias%94-

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Carta abierta de Noam Chomsky y 70 académicos al gobierno de Trump

Por: Crónica Digital.

La siguiente carta abierta, firmada por 70 académicos, estudiosos de América Latina, ciencias políticas e historia, así como cineastas, líderes de la sociedad civil y expertos, se publicó el jueves 24 de enero de 2019 en oposición a la intervención en curso de los Estados Unidos en Venezuela.

El gobierno de Estados Unidos debe dejar de interferir en la política interna de Venezuela, especialmente con el propósito de derrocar al gobierno del país. Es casi seguro que las acciones de la Administración Trump y sus aliados en el hemisferio empeoren la situación en Venezuela, lo que llevaría a sufrimiento humano innecesario, violencia e inestabilidad.

La polarización política de Venezuela no es nueva. El país ha estado dividido por mucho tiempo en términos raciales y socioeconómicos. Pero la polarización se ha profundizado en los últimos años. Esto se debe en parte al apoyo de Estados Unidos a una estrategia de oposición dirigida a destituir al gobierno de Nicolás Maduro por medios extraelectorales. Si bien la oposición se ha dividido en esta estrategia, el apoyo de los EE.UU. ha respaldado a los sectores de la línea dura en su objetivo de derrocar al gobierno de Maduro mediante protestas a menudo violentas, un golpe de estado militar u otras vías que eluden las urnas electorales.

Bajo la administración de Trump, la retórica agresiva contra el gobierno venezolano se ha incrementado a nivel más extremo y amenazante, con funcionarios de la Administración de Trump hablando de “acción militar” y condenando a Venezuela, junto con Cuba y Nicaragua, como parte de una “troika de tiranía”. Los problemas resultantes de la política del gobierno venezolano se han agravado por las sanciones económicas de EE.UU., ilegales en términos de la Organización de los Estados Americanos y las Naciones Unidas, así como de la legislación de los EE.UU. y de tratados y convenciones internacionales. Las sanciones han cortado los medios por los cuales el gobierno venezolano podría escapar de su recesión económica, al tiempo que causó una caída dramática en la producción de petróleo y empeoró la crisis económica, y causó la muerte de muchas personas porque no pueden acceder a medicinas que les salven la vida. Mientras tanto, los Estados Unidos y otros gobiernos continúan culpando al gobierno venezolano, únicamente, por el daño económico, incluso el causado por las sanciones de los Estados Unidos.

Ahora EE.UU. y sus aliados, incluido el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, y el Presidente de extrema derecha de Brasil, Jair Bolsonaro, han empujado a Venezuela al precipicio. Al reconocer al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como nuevo presidente de Venezuela –algo ilegal bajo la Carta de la OEA– el gobierno de Trump ha acelerado la crisis política de Venezuela con la esperanza de lograr dividir a los militares y polarizar aún más a la población, obligándolos a elegir bandos. El objetivo obvio, y en ocasiones declarado, es expulsar a Maduro mediante un golpe de Estado.

La realidad es que a pesar de la hiperinflación, la escasez y una profunda depresión, Venezuela sigue siendo un país políticamente polarizado. Los Estados Unidos y sus aliados deben dejar de alentar la violencia presionando por un cambio de régimen violento y extralegal. Si la Administración de Trump y sus aliados continúan su atolondrado accionar hacia Venezuela, el resultado más probable será el derramamiento de sangre, el caos y la inestabilidad. Estados Unidos debería haber aprendido algo de las iniciativas de cambio de régimen en Irak, Siria, Libia y su larga y violenta historia de patrocinio de cambios de gobierno en América Latina.

Ninguna de las partes en Venezuela puede simplemente vencer a la otra. El ejército, por ejemplo, tiene al menos 235.000 miembros en sus frentes, y hay al menos 1,6 millones en las milicias. Muchas de estas personas lucharán, no solo sobre la base de su creencia en la soberanía nacional que se mantiene ampliamente en América Latina, frente a lo que parece ser una intervención liderada por Estados Unidos, sino también para protegerse de una posible represión si la oposición derroca al gobierno por la fuerza.

En tales situaciones, la única solución es un acuerdo negociado, como sucedió en el pasado en países latinoamericanos cuando sociedades políticamente polarizadas no pudieron resolver sus diferencias a través de elecciones. Ha habido esfuerzos, como los dirigidos por El Vaticano en el otoño de 2016, que tuvieron potencial, pero no recibieron apoyo de Washington y sus aliados que en cambio favorecieron el cambio de gobierno. Esta estrategia debe cambiar para que exista solución viable a la crisis en Venezuela.

Por el bien del pueblo venezolano, la región y el principio de la soberanía nacional, estos actores internacionales deben apoyar las negociaciones entre el gobierno venezolano y sus oponentes para que el país finalmente salga de su crisis política y económica.

Firmas:

Noam Chomsky, Professor Emeritus, MIT and Laureate Professor, University of Arizona

Laura Carlsen, Director, Americas Program, Center for International Policy

Greg Grandin, Professor of History, New York University

Miguel Tinker Salas, Professor of Latin American History and Chicano/a Latino/a Studies at Pomona College

Sujatha Fernandes, Professor of Political Economy and Sociology, University of Sydney

Steve Ellner, Associate Managing Editor of Latin American Perspectives

Alfred de Zayas, former UN Independent Expert on the Promotion of a Democratic and Equitable International Order and only UN rapporteur to have visited Venezuela in 21 years

Boots Riley, Writer/Director of Sorry to Bother You, Musician

John Pilger, Journalist & Film-Maker

Mark Weisbrot, Co-Director, Center for Economic and Policy Research

Jared Abbott, PhD Candidate, Department of Government, Harvard University

Dr. Tim Anderson, Director, Centre for Counter Hegemonic Studies

Elisabeth Armstrong, Professor of the Study of Women and Gender, Smith College

Alexander Aviña, PhD, Associate Professor of History, Arizona State University

Marc Becker, Professor of History, Truman State University

Medea Benjamin, Cofounder, CODEPINK

Phyllis Bennis, Program Director, New Internationalism, Institute for Policy Studies

Dr. Robert E. Birt, Professor of Philosophy, Bowie State University

Aviva Chomsky, Professor of History, Salem State University

James Cohen, University of Paris 3 Sorbonne Nouvelle

Guadalupe Correa-Cabrera, Associate Professor, George Mason University

Benjamin Dangl, PhD, Editor of Toward Freedom

Dr. Francisco Dominguez, Faculty of Professional and Social Sciences, Middlesex University, UK

Alex Dupuy, John E. Andrus Professor of Sociology Emeritus, Wesleyan University

Jodie Evans, Cofounder, CODEPINK

Vanessa Freije, Assistant Professor of International Studies, University of Washington

Gavin Fridell, Canada Research Chair and Associate Professor in International Development Studies, St. Mary’s University

Evelyn Gonzalez, Counselor, Montgomery College

Jeffrey L. Gould, Rudy Professor of History, Indiana University

Bret Gustafson, Associate Professor of Anthropology, Washington University in St. Louis

Peter Hallward, Professor of Philosophy, Kingston University

John L. Hammond, Professor of Sociology, CUNY

Mark Healey, Associate Professor of History, University of Connecticut

Gabriel Hetland, Assistant Professor of Latin American, Caribbean and U.S. Latino Studies, University of Albany

Forrest Hylton, Associate Professor of History, Universidad Nacional de Colombia-Medellín

Daniel James, Bernardo Mendel Chair of Latin American History

Chuck Kaufman, National Co-Coordinator, Alliance for Global Justice

Daniel Kovalik, Adjunct Professor of Law, University of Pittsburgh

Winnie Lem, Professor, International Development Studies, Trent University

Dr. Gilberto López y Rivas, Professor-Researcher, National University of Anthropology and History, Morelos, Mexico

Mary Ann Mahony, Professor of History, Central Connecticut State University

Jorge Mancini, Vice President, Foundation for Latin American Integration (FILA)

Luís Martin-Cabrera, Associate Professor of Literature and Latin American Studies, University of California San Diego

Teresa A. Meade, Florence B. Sherwood Professor of History and Culture, Union College

Frederick Mills, Professor of Philosophy, Bowie State University

Stephen Morris, Professor of Political Science and International Relations, Middle Tennessee State University

Liisa L. North, Professor Emeritus, York University

Paul Ortiz, Associate Professor of History, University of Florida

Christian Parenti, Associate Professor, Department of Economics, John Jay College CUNY

Nicole Phillips, Law Professor at the Université de la Foundation Dr. Aristide Faculté des Sciences Juridiques et Politiques and Adjunct Law Professor at the University of California Hastings College of the Law

Beatrice Pita, Lecturer, Department of Literature, University of California San Diego

Margaret Power, Professor of History, Illinois Institute of Technology

Vijay Prashad, Editor, The TriContinental

Eleanora Quijada Cervoni FHEA, Staff Education Facilitator & EFS Mentor, Centre for Higher Education, Learning & Teaching at The Australian National University

Walter Riley, Attorney and Activist

William I. Robinson, Professor of Sociology, University of California, Santa Barbara

Mary Roldan, Dorothy Epstein Professor of Latin American History, Hunter College/ CUNY Graduate Center

Karin Rosemblatt, Professor of History, University of Maryland

Emir Sader, Professor of Sociology, University of the State of Rio de Janeiro

Rosaura Sanchez, Professor of Latin American Literature and Chicano Literature, University of California, San Diego

T.M. Scruggs Jr., Professor Emeritus, University of Iowa

Victor Silverman, Professor of History, Pomona College

Brad Simpson, Associate Professor of History, University of Connecticut

Jeb Sprague, Lecturer, University of Virginia

Christy Thornton, Assistant Professor of History, Johns Hopkins University

Sinclair S. Thomson, Associate Professor of History, New York University

Steven Topik, Professor of History, University of California, Irvine

Stephen Volk, Professor of History Emeritus, Oberlin College

Kirsten Weld, John. L. Loeb Associate Professor of the Social Sciences, Department of History, Harvard University

Kevin Young, Assistant Professor of History, University of Massachusetts Amherst

Patricio Zamorano, Academic of Latin American Studies; Executive Director, InfoAmericas

La carta en inglés puede ser leída en CommonDreams.org

Santiago de Chile, 27 de enero 2019
Crónica Digital

Fuente del documento: https://www.cronicadigital.cl/2019/01/27/carta-abierta-de-noam-chomsky-y-70-academicos-al-gobierno-de-trump/

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Reza como un santo por los muertos y lucha como un demonio por los vivos

Por: Amy Goodman y Denis Moynihan/ Portal Rebelión

En un ventoso cementerio ubicado al norte de Mount Olive, Illinois, perteneciente al Sindicato de Trabajadores Mineros de Estados Unidos, se erige un gran monumento que marca el lugar de sepultura de Mary Harris Jones. Mother Jones, como se la conocía popularmente, fue una legendaria activista por los derechos laborales de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La activista dedicó su vida a la causa de los trabajadores, desde las minas de carbón a las fábricas textiles, y luchó contra las condiciones laborales abusivas, el trabajo infantil y la pobreza. En una ocasión, mientras protestaba con un grupo de trabajadores sindicalizados de la minería de carbón en Virginia Occidental, Mother Jones declaró: “Reza como un santo por los muertos y lucha como un demonio por los vivos”. Tras el Día de Duelo Nacional declarado en honor del recientemente fallecido expresidente estadounidense George H. W. Bush y una vez concluidos sus funerales, bien vale recordar las palabras de Mother Jones.

La familia de Bush, sus amigos, los cinco presidentes de Estados Unidos vivos —su hijo, George W. Bush; Jimmy Carter; Bill Clinton; Barack Obama; y el actual presidente, Donald Trump— se congregaron en la Catedral Nacional para rendirle honores.

Las semblanzas de los medios hicieron referencia a la oportunidad en la que Bush logró escapar de un avión bombardero en llamas durante la 2da. Guerra Mundial, al lanzarse en paracaídas hacia el Océano Pacífico. En un claro contraste con el presidente Donald Trump, Bush fue recordado como un republicano de la vieja escuela, señorial y cortés, capaz de cruzar barreras partidarias. Bush renunció a su calidad de miembro de la Asociación Nacional del Rifle cuando la agrupación se enfrentó a los agentes federales y fue elogiado por apoyar y promulgar la llamada Ley sobre Estadounidenses con Discapacidades.

Pero a un lado quedó el papel que tuvo Bush en las violentas intervenciones militares de Estados Unidos a lo largo de su mandato, como la invasión a Panamá en 1989, ordenada por Bush, que tuvo como resultado la muerte de 3000 civiles, y la invasión de 1991 a Irak, también bajo sus órdenes, en la que murieron miles de iraquíes. Precisamente esta semana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos exhortó a Estados Unidos a indemnizar a las víctimas de la invasión a Panamá. Como director de la CIA en 1976, Bush apoyó las dictaduras de derecha más violentas de América Latina, como la dictadura militar argentina y la llevada adelante por el dictador Augusto Pinochet en Chile.

George H.W. Bush también indultó a seis de los principales involucrados en el escándalo Irán-Contra, que implicó la venta secreta de armas a Irán y el desvío ilegal de las ganancias a la Contra que luchaba contra el gobierno sandinista en Nicaragua. Miles de civiles fueron asesinados como resultado. Lawrence Walsh, el fiscal independiente del caso, afirmó luego de que Bush indultara a los conspiradores: “El encubrimiento del escándalo Irán-Contra…ha sido completado”. El uso del indulto presidencial para encubrir un escándalo político constituyó una operación de obstrucción de la justicia en ese entonces, tal como sucederá ahora si Trump decide invocar el indulto para proteger a las personas que se encuentran en la mira de la investigación del fiscal Robert Mueller sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, entre ellas, él mismo.

Sí, Mother Jones nos haría rezar por George H.W. Bush, que murió a los 94 años de edad, pero también por sus víctimas, muchas de las cuales, entre ellas niños, fueron sepultadas sin fastuosas ceremonias o, incluso, simplemente desaparecieron.

También nos exhortaría a que luchemos como demonios por los vivos. Uno de los contemporáneos de George H.W Bush es Noam Chomsky, quien ha cumplido 90 años esta semana. Chomsky, el fundador de la lingüística moderna, también es un reconocido activista y autor disidente. Desde su oposición a la guerra de Estados Unidos en Vietnam y las invasiones a Irak tanto de Bush padre como de Bush hijo, a sus críticas férreas contra el gobierno de Trump, Chomsky ha informado e inspirado a gente de todo el mundo durante más de 60 años, y ha escrito más de 100 libros sobre política.

Entre los asuntos candentes de los que se ocupa hoy en día se encuentra el cambio climático. Chomsky afirmó recientemente en “Democracy Now!”:“El mundo quizás tenga por delante tan solo una década o dos para dejar de depender de los combustibles fósiles si queremos tener una chance de controlar el calentamiento global y mantenerlo por debajo de los niveles que implicarían una catástrofe absoluta. Es tiempo de tomar las decisiones que determinarán, literalmente, si la vida humana organizada podrá sobrevivir de manera decente”.

En este momento se están llevando a cabo en Polonia negociaciones para limitar el cambio climático, en el marco de la cumbre anual de las Naciones Unidas denominada “COP 24”.

Irónicamente, la cumbre fue organizada en la ciudad de Katowice, en el corazón de la región carbonífera de Polonia. La cumbre espera establecer las normas que garanticen la puesta en marcha del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático firmado en 2015, un acuerdo del que Trump se retiró el año pasado. Estados Unidos no quedará fuera del acuerdo formalmente hasta 2020, por lo que Trump envió una delegación que tiene previsto promover el carbón y otros combustibles fósiles. El intento de Trump de entorpecer el consenso a nivel mundial en materia de acción climática se refleja en sus políticas a nivel nacional. El administrador interino de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, Andrew Wheeler, un ex lobista de la industria del carbón, se está encargando de revertir una tras otra las regulaciones para combatir el cambio climático, casi a la misma velocidad en la que los incendios forestales, los huracanes y las inundaciones azotan el país.

Mientras George H.W. Bush descansa en paz y Noam Chomsky trabaja sin descanso, seguimos aumentando la temperatura del planeta a una velocidad nunca antes vista. Mother Jones, quien falleció a los 93 años de edad en 1930, cuestionó en una oportunidad a un orador que la presentó como una “humanitaria”. “¡Soy una alborotadora!”, le gritó a la multitud. Los desafíos que enfrentamos son inmensos. Ahora más que nunca, necesitamos alborotadores como Mother Jones y Noam Chomsky para luchar como demonios por los vivos.

Fuente: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=249964

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El lingüista Noam Chomsky expresó su apoyo por Gustavo Petro

Estados Unidos/16 de Junio de 2018/El Tiempo

EL TIEMPO obtuvo la declaración del filósofo estadounidense.

A menos de un día de la segunda vuelta electoral en nuestro país, el lingüista, activista político y filósofo estadounidense Avram Noam Chomsky, uno de los teóricos del lenguaje y activistas políticos más importantes del siglo XX, expresó su apoyo por el candidato de Colombia Humana, Gustavo Petro.

Chomsky, quien es profesor emérito de lingüística de la Massachusetts Institute Of Technology y profesor laureado de la Universidad de Arizona, se manifestó luego de que cuatro colombianos que trabajan en universidades de Colombia y Estados Unidos le escribieran un correo solicitando su apoyo público a Gustavo Petro.

Ante eso, en el correo que obtuvo EL TIEMPO, el filósofo contestó: «Escribo para expresar mi apoyo por la candidatura de Gustavo Petro en las elecciones presidenciales. Creo que es un asunto de gran importancia en esta etapa crítica de la transición de Colombia de una trágica historia de violencia y represión a una sociedad libre y próspera que satisfaga las justas aspiraciones de personas que han sufrido durante demasiado tiempo».

Chomsky es autor de libros como ‘Estados peligrosos: Oriente Medio y la política exterior estadounidense’, ‘La (des)educación’ y ‘Los límites de la globalización’. En el 2015 había expresado su apoyo por el proceso de paz en Colombia.

Otros intelectuales ya habían expresado su apoyo por el candidato, tales como el filósofo y animalista australiano Peter Singer y el escritor y economista francés Thomas Piketty, autor del ‘El capital en el siglo XXI’. Además, el pasado 5 de junio, EL TIEMPO había publicado el apoyo explícito del premio nobel de literatura John Maxwell Coetzee, quien se lo había enviado al escritor colombiano Giuseppe Caputto.

Fuente: http://m.eltiempo.com/elecciones-colombia-2018/presidenciales/noam-chosmky-intelectual-que-apoya-a-gustavo-petro-en-elecciones-231402

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Libro: La (des)educación (PDF)

Estados Unidos / 22 de abril de 2018 / Autor: Noam Chomsky / Fuente: Google Books

A Noam Chomsky se le reconoce mundialmente como uno de los grandes intelectuales y educadores del siglo XX. Y, sin embargo, hasta ahora no se habían recogido en ningún libro sus escritos sobre la educación y la deseducación de los ciudadanos. En éste, el gran lingüista norteamericano critica duramente nuestro actual sistema de enseñanza. Frente a la idea de que en nuestras escuelas se enseñan los valores democráticos, lo que realmente existe es un modelo colonial de enseñanza diseñado primordialmente para formar profesores cuya dimensión intelectual quede devaluada y sea sustituida por un complejo de procedimientos y técnicas; un modelo que impide el pensamiento crítico e independiente, que no permite razonar sobre lo que se oculta tras las explicaciones y que, por ello mismo, fija estas explicaciones como las únicas posibles. Raras veces los profesores piden a los alumnos que analicen las estructuras políticas y sociales que informan sus vidas. Raramente se insta a los estudiantes a que descubran la verdad por sí mismos. En este libro, Chomsky nos proporciona excelentes herramientas para desmontar este tipo de enseñanza pensada para la domesticación de los ciudadanos: si los educadores rechazan el adiestramiento tecnocrático que les desintelectualiza para convertirse en intelectuales auténticos que denuncien la hipocresía, las injusticias sociales y la miseria humana, conseguirán que los estudiantes asuman el reto de ensanchar los horizontes de la democracia y de la ciudadanía y, junto a ellos, trabajarán para construir un mundo menos discriminatorio, más democrático, menos deshumanizado y más justo.

Link para la descarga:

https://drive.google.com/file/d/1uyodp3jiqr9LW1K9FD3LYn8XKOAeF7hL/view

Fuente de la Reseña:

https://books.google.com.mx/books/about/La_des_educaci%C3%B3n.html?hl=es&id=GQMH7v0KnZwC&redir_esc=y

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