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La indagación en la enseñanza de la nutrición humana

16 de agosto de 2017 / Fuente: https://compartirpalabramaestra.org

Por: Liliana Martin Bautista

Mientras con la metodología tradicional, la entrega de las actividades y la memorización de los conceptos resultaban primordial para los docentes; ahora se interesa más por el conocimiento que por la nota obtenida. 

Resumen

El Colegio Florentino González participa actualmente en el programa Pequeños Científicos de la Universidad de los Andes, el cual propone la Enseñanza de las Ciencias Basada en la Indagación (ECBI). Esta nueva estrategia metodológica inicia con la indagación de las ideas previas, procede con una exploración y descubrimiento y, por último, genera reflexión en torno a conceptos de extensión. Su implementación ha permitido el desarrollo de competencias científicas en los estudiantes, la observación de fenómenos conexos a la alimentación y la nutrición humana, la discusión de las observaciones y, lo más importante, el cuestionamiento y la reorientación de la labor de enseñanza de las Ciencias Naturales.

Antecedentes

El Colegio Florentino González implementa la enseñanza denominada: Necesidades Educativas Especiales (NEEE), cuyo énfasis es la identificación y atención a niños con talentos o capacidades excepcionales, siendo considerado como pionero por las autoridades oficiales. En este contexto en el 2015, los directivos de la Institución decidieron participar en el programa Pequeños Científicos de la Universidad de los Andes, a través del cual se propone una Enseñanza de las Ciencias Basada en la Indagación (ECBI). La Institución ha conseguido materializar en el aula una nueva estrategia para la enseñanza de las Ciencias Naturales, así como revaluar la enseñanza que se impartía anteriormente.

La experiencia en el aula

La trasformación de la labor docente es difícil de enmarcar en una nueva filosofía de la enseñanza. Todavía, el quehacer de los educadores acude a métodos tradicionales fundamentados en la memorización de la información, la cual, incluso, los estudiantes no comprenden y solo repiten para aprobar la asignatura, alejándolos de una enseñanza significativa de la ciencia.

El docente sigue siendo el comunicador del saber y el estudiante continúa sometido a la incapacidad para realizar una reflexión y un análisis de lo que está aprendiendo. El procedimiento para la solución de problemas sigue siendo la reiteración mecánica. A esta filosofía de la educación, cuyo lema pareciera ser “prohibido pensar”, se le puede atribuir el desinterés que experimentan los estudiantes por el estudio de las Ciencias Naturales. Es posible afirmar que las razones de este comportamiento, que auspicia la desidia, el desgaño y la negligencia, son atribuibles a una forma de enseñanza que divorcia el contenido de los libros con la realidad del mundo que rodea la vida del estudiante, así como la insuficiente relación que establece el docente entre la ciencia, la tecnología, la sociedad, el proceso educativo y la utilidad de cada una de ellas (Torres, 2010).

Teniendo en cuenta estas dificultades, en el Colegio se comenzó a implementar la metodología ECBI con la temática de la alimentación y la nutrición humana. El objeto era corregir las falencias detectadas, reflexiónar sobre la práctica docente, así como evaluar la utilidad y pertinencia del tema para cambiar conductas y prácticas de los estudiantes. El proceso partió del principio que la calidad educativa se logra cuando contribuye a cambiar al individuo y al mundo que lo rodea.

La estrategia ECBI propone la conformación de grupos de cuatro estudiantes con el fin de desarrollar actividades académicas mediante el trabajo cooperativo. En el conjunto de educandos se aplica una especie de división del trabajo con funciones específicas para cada integrante: el director científico, el encargado de materiales, el secretario y el vocero del grupo.

Con la participación activa de los estudiantes, la estrategia ha permitido mejorar el trabajo grupal, reconocer la importancia de la responsabilidad y comprender que el trabajo en equipo facilita alcanzar mejores resultados. Lo anterior corta con aquella dinámica en la que también se conformaban grupos, pero donde un solo estudiante participaba en el desempeño de todas las funciones y los demás se limitaban a copiar.

La implementación de esta estrategia también ha permitido modificar la estructura de la clase. Ahora se establece el tema y el objetivo. Antes solo se daban a conocer las fortalezas que se iban a desarrollar durante el periodo. Luego, se llega con los estudiantes a unos acuerdos previos necesarios para el buen desarrollo de la clase, tales como el reconocimiento del respeto, así como el de escuchar a su compañero y evitar el uso de celulares, etc.

Para el desarrollo de la temática de la alimentación y la nutrición humana se tomó como base el curso 601 de la jornada tarde. La clase se desarrolló a través de cuatro secuencias de enseñanza, que contemplan los siguientes momentos: ideas previas, exploración y descubrimiento, reflexión e ideas de extensión.

Resultados

En la estrategia implementada, las ideas previas fueron importantes debido a que hicieron posible conocer las concepciones de los estudiantes sobre el tema aludido, a partir de lo cual se pusieron a prueba preguntas y demostraciones. Con la metodología tradicional esto no se tenía en cuenta. Este ejercicio inicial permitió identificar la capacidad que tienen los estudiantes para apropiar el conocimiento acerca de lo que ven, escuchan y observan de su entorno.

Conocer sus ideas facilitó aclarar dudas y corregir saberes erróneos. En concreto, sobre el sistema digestivo, los estudiantes conocen e identifican los órganos y sus funciones (muchas veces repetían de memoria sus nombres sin tener claros los procesos); esto resulta ser una ventaja al momento de orientar el tema mencionado debido a la familiaridad que tienen los educandos con los términos de la clase.

En la etapa de exploración, los estudiantes procedieron a investigar los órganos del sistema digestivo, mediante el uso de modelos de representación. El esófago se modelizó con un tubo de PVC de 25 cm; el estómago con una bomba inflada hasta 25 cm3; el intestino delgado por 4 cuerdas de 2 metros cada una; y el intestino grueso por una media velada de 1,5 metros. Junto a la representación se explican aspectos como la función y tiempo de almacenamiento del alimento en cada órgano.

Al final del ejercicio, el educando describe el paso de una arveja por el sistema digestivo. También se realiza la demostración del peristaltismo, a través de la cual los mismos estudiantes construyen sus propias definiciones, involucran procesos de inferencia, reflexión y conclusión.

Una de las definiciones presentadas por uno de los estudiantes fue la siguiente: “el peristaltismo es un movimiento que realiza el esófago abriéndose y cerrándose rítmicamente, lo que impulsa el alimento al estómago”; es de anotar que con la metodología tradicional el docente procedía únicamente a dictar las definiciones, mientras que con el nuevo proceso son los mismos estudiantes quienes construyen los conceptos, y el docente corrige y orienta En la siguiente actividad, construcción de ideas de extensión, los estudiantes realizan un trabajo en sus casas, que consiste en contar el número de veces que mastican los distintos alimentos de la cena, así como la descripción y consistencia de los mismos. Finalmente cada estudiante hace una consulta sobre el sentido del gusto.

Con la ECBI el estudiante se convierte en un sujeto activo del proceso de aprendizaje, desarrolla actitudes positivas frente al conocimiento y la materialización de competencias que le permiten la interiorización de saberes significativos, entre los que se cuentan: observar, escuchar, escribir y argumentar.

Con base en estas actividades, se consiguió dinamizar el contenido, mejorar la participación de los estudiantes, optimizar su concentración para refutar o apoyar los aportes de sus compañeros y generar discusiones y controversias con respecto al tema trabajado. Estas actitudes difieren de la enseñanza tradicional en la que el estudiante se limita, únicamente, a recibir acríticamente el conocimiento impartido por el docente.

La ECBI también ha permitido desarrollar competencias científicas, debido a que con las prácticas, los estudiantes deben observar fenómenos, responder preguntas, discutir sus observaciones y finalmente llegar a una conclusión.

Las socializaciones mejoraron la competencia oral de algunos estudiantes y, en general, la capacidad de escucha. En este proceso de enseñanza-aprendizaje es importante explicar a los educandos la forma como se deben consignar las observaciones en el cuaderno o la carpeta grupal, esto con el fin de poder comunicarlas a sus compañeros de manera precisa y clara.

Otro de los cambios está relacionado con la forma de evaluar el aprendizaje de los estudiantes. Mientras con la metodología tradicional la entrega de las actividades y la memorización de los conceptos resultaba primordial para los docentes, con la nueva metodología el estudiante ya no está pendiente de los estímulos cuantitativos; ahora se interesa más por el conocimiento que por la nota obtenida. El método de evaluación previo consistía en calificar actividades simples. Por ejemplo, el dibujo del sistema digestivo y sus partes, actividad en las que no se tenía en cuenta si el estudiante había comprendido la temática.

En este contexto, era normal que los estudiantes reprobaran la asignatura. Tal situación nos hizo cambiar esta forma de evaluar por la planteada en la ECBI. En efecto, en esta metodología se plantean la evaluación formativa y sumativa. La primera se realiza durante el proceso de enseñanza y no genera juicios de valor; la segunda, al final del proceso y permite evidenciar si el estudiante aprendió. Otro ejemplo de la metodología tradicional, consistía en el desarrollo de la temática de la alimentación y la nutrición humana efectuada en dos o tres semanas y evaluada desde la perspectiva memorística; mientras que con la ECBI, esta temática se abordó durante un tiempo mayor.

En esta estrategia, el docente, además de ser el moderador de la clase, debe propiciar un ambiente de respeto y responsabilidad frente al impulso de las nuevas actividades adquiridas por el estudiante.

Aún falta por recorrer un largo camino en la implementación de esta nueva metodología. No obstante, con lo realizado, se han alcanzado cambios en la actitud de los estudiantes frente a la clase; algunos manifiestan su deseo de trabajar de la misma forma en otras asignaturas; otros dicen estar más dispuestos a participar; la mayoría realizan las actividades propuestas para la casa. En conclusión, todo ha resultado mejor.

Entre los retos que se desprenden de la aplicación de la nueva metodología se encuentran: la preparación con anticipación de las actividades y la planeación detallada de las mismas; acercar al estudiante al quehacer del trabajo científico, y lo que ello requiere, como la observación y la experimentación, así como el registro y análisis de datos; y la necesidad de planear para los próximos años una adaptación del plan de estudios de la institución a la metodología del programa ECBI.

A manera de comentario final, se puede mencionar que la estrategia ha permitido cuestionar la labor que realiza el docente de Ciencias Naturales. No cabe duda que la implementación de una educación fundada en el conocimiento científico requiere de transformaciones de índole estructural, que apunten a cualificar la enseñanza que se imparte; no se trata de cumplir con un plan de estudios, sin importar si los estudiante aprehenden. Es necesario entender la incertidumbre que ocasionan, tanto en estudiantes como en docentes, los precarios resultados obtenidos en las pruebas saber y las pruebas internacionales y atreverse a ensayar estrategias diferentes que permitan ser competentes en el ser y el hacer.

Referencias

Torres, S. M. (2010). La enseñanza tradicional de las ciencias versus las nuevas tendencias educativas. En: Revista Electrónica Educare, Vol. 14, No. 1, pp. 131-142. Recuperado de: http://www.redalyc.org/pdf/1941/194114419012.pdf

Fuente artículo: https://compartirpalabramaestra.org/columnas/la-indagacion-en-la-ensenanza-de-la-nutricion-humana

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Es posible alimentar a la humanidad de manera sostenible, afirma la Junta de Asesoramiento Científico del Secretario General

08 de enero de 2017 / Fuente: http://es.unesco.org/

El mundo debe tomar conciencia de la gravedad del nuevo problema de seguridad alimentaria y nutricional e invertir en ciencia, tecnología e innovación, adoptando desde ahora políticas de apoyo para responder a las necesidades futuras del planeta en materia de alimentación y nutrición, de acuerdo con un nuevo informe de políticas publicado hoy por la Junta de Asesoramiento Científico del Secretario General de las Naciones Unidas. En dicho informe se ponen de relieve siete mensajes y recomendaciones clave destinados a determinar y abordar los problemas relacionados con la seguridad alimentaria y la salud, a fin de cumplir la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, en particular el Objetivo para el Desarrollo Sostenible 2 “Poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria y la mejora de la nutrición y promover la agricultura sostenible”.

Alimentar a la humanidad de manera sostenible constituye un importante desafío mundial para la sociedad. A corto plazo, las preocupaciones sobre la seguridad alimentaria mundial se centran en el hambre y la pobreza entre los más pobres, siendo esta situación más aguda y apremiante en los países en desarrollo, en que unos 800 millones de personas pasan hambre y los niños corren el riesgo de sufrir retrasos en el crecimiento. La Junta examinó la cuestión de la seguridad alimentaria en un contexto más amplio, teniendo en cuenta la utilización y la conservación de los recursos naturales, unas prácticas más eficientes de producción de alimentos y de utilización de los recursos, los efectos del cambio climático y la reducción de la pérdida y el despilfarro de alimentos en el mundo. Entre las cuestiones que se tratan en el informe sobre políticas figuran los cambios que deben introducirse en la dieta alimentaria, pasando de una alimentación rica en calorías a otra más rica en proteínas.

El informe de políticas fue preparado bajo la dirección de Gebisa Ejeta, miembro de la Junta de Asesoramiento Científico. De acuerdo con la Junta, las capacidades humanas e institucionales de muchas naciones pobres necesitan de manera apremiante ser reforzadas para que esas naciones puedan ser parte de las soluciones en calidad de actores importantes en un nuevo sistema alimentario mundial que responda a las crecientes necesidades mundiales en materia de alimentación y nutrición.

La Junta aboga también por el establecimiento de alianzas sólidas entre los sectores público y privado, esenciales para promover el desarrollo de “sistemas alimentarios” comerciales sostenibles y prósperos a fin de favorecer el crecimiento económico, proporcionar empleo remunerado y satisfacer las necesidades alimentarias y nutricionales de la sociedad para mejorar la salud.

En el informe de políticas se destaca la necesidad de vincular la seguridad alimentaria mundial a políticas nacionales y mundiales más firmes que apoyen sistemas de producción inteligentes desde el punto de vista climático, con empresas rentables y sistemas alimentarios que se basen en la ordenación racional de los recursos del planeta Tierra.

Al invertir en ciencia, creamos la posibilidad de frenar e invertir los actos y las tendencias dañinos mediante las decisiones que adoptemos hoy”, afirma la Junta.

Hemos aprendido de la historia que las inversiones realizadas en ciencias agrícolas en el siglo XX han permitido evitar desastres y obtener grandes beneficios. En el marco de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, no es imposible que este planeta pueda producir por sí solo alimentos suficientes para alimentar a 9.000 millones de personas de manera sostenible para el medio ambiente gracias a la ciencia y la innovación creativas, así como a la sabiduría local y las políticas eficaces”, explica Gebisa Ejeta.

Creada en 2014 en reconocimiento de la función decisiva que desempeña la ciencia en el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Junta de Asesoramiento Científico constituye una experiencia singular que sienta las bases para el asesoramiento científico interdisciplinario al Secretario General de las Naciones Unidas. La UNESCO hace las veces de Secretaría de la Junta.

Fuente noticia: http://es.unesco.org/news/es-posible-alimentar-humanidad-manera-sostenible-afirma-junta-asesoramiento-cientifico-del

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Honduras: La FAO acompaña XX Congreso Infantil para promover programas de alimentación escolar

Centro América/Honduras/20 de agosto de 2016/Fuente: latribuna

Promover iniciativas para la universalización del programa de alimentación escolar, la lucha contra el zika, la seguridad ciudadana, entre otros, son los temas que se discutirán en la instalación del XX Congreso Infantil, el próximo mes de septiembre, informó María Julia Cárdenas Barrios, Representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO).

El Congreso Infantil es una iniciativa que promueve el Congreso Nacional, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), la Secretaría de Educación y en esta edición la FAO en Honduras que se incorporará para contribuir a fortalecer capacidades en los parlamentarios infantiles en temas de seguridad alimentario.

La FAO en el país ha venido impulsando la metodología de un Programa de Alimentación Escolar, bajo el modelo de escuelas sostenibles que contempla la construcción de espacios adecuados para la preparación y consumo de alimentos, la educación alimentaria nutricional y las compras locales de productos a la agricultura familiar para dinamizar la economía de los territorios, señaló Cárdenas Barrios.

Los 128 parlamentarios infantiles, provenientes de las diferentes regiones de Honduras, del 3 al 5 de septiembre debatirán sobre el tema de alimentación escolar y otros de prioridad para la población infantil.

Por su parte, el Presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, agradeció a la FAO su incorporación a este proyecto, manifestando que representaba un mayor compromiso para continuar impulsando las iniciativas a favor de la niñez hondureña.

Es importante destacar que de acuerdo a las autoridades parlamentarias el 90 por ciento de las mociones presentadas por los diputados infantiles incidieron para la aprobación de importantes leyes en beneficio de la población infantil.

FAO-alimentos

Fuente: http://www.latribuna.hn/2016/08/19/la-fao-acompana-xx-congreso-infantil-promover-programas-alimentacion-escolar/

Imagen: http://cdn.latribuna.hn/wp-content/uploads/2016/08/congreso-infantil.jpg

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Nueva alianza busca reforzar la seguridad alimentaria en África

África/04 agosto 2016/ Fuente: IPS Noticias

En un momento en que 20 millones de personas sufren la escasez de alimentos por la sequía que golpeó a África subsahariana y por problemas de desarrollo, representantes de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y del Parlamento Panafricano (PAP) se reunieron en Johannesburgo para crear una nueva alianza para la seguridad alimentaria.

La reunión del lunes 1 de este mes llevó varios años de preparación desde la segunda Conferencia Internacional sobre Nutrición, organizada por la FAO a fines de 2014.

“Tenemos 53 países en el PAP y la alianza será grande”, señaló Bernadette Lahai, cuarta vicepresidenta del Parlamento, en cuyas oficinas se realizó el taller.

“A escala continental, una vez que hayamos lanzado la alianza formalmente, alentaremos a los parlamentos regionales para que toda África aúne esfuerzos”, apuntó la dirigente sierraleonesa. “Será una voz muy fuerte”, destacó.

Por su parte, la coordinadora especial para alianzas parlamentarias de FAO, Caroline Rodrigues Birkett, comentó que su tarea es asegurarse de que los parlamentarios pongan a la seguridad alimentaria en el centro de su agenda.

“Hacemos esto porque según la evidencia que tenemos en la FAO, una vez que se tienen las leyes y las políticas sobre seguridad alimentaria y nutrición, hay una correlación positiva con la mejora de los indicadores específicos”, explicó.

“El año pasado, facilitamos la participación de siete parlamentarios africanos en una reunión de América Latina y el Caribe, en Lima, y esos mismos siete nos pidieron un intercambio con otros parlamentarios africanos”, relató.

Y ahora, un pequeño grupo de legisladores de América Latina y el Caribe viajaron a Johannesburgo para aportar detalles de su propia experiencia con la FAO en una alianza dedicada a garantizar la seguridad alimentaria para las personas que pasan hambre en América del Sur y en las naciones insulares del Caribe.

María Augusta Calle, quien integró el grupo representando a Ecuador, contó a los aproximadamente 20 miembros del PAP que, según su experiencia, trabajar con funcionarios de la FAO contribuyó a la erradicación del hambre en gran parte de la región.

Nueva alianza busca reforzar la seguridad alimentaria en África

De izquierda a derecha: coordinadora especial de la FAO para alianzas parlamentarias, Caroline Rodrigues Birkett, Maria Augusta Calle, de Ecuador, y vicepresidenta del PAP, Bernadette Lahai. Crédito: Desmond Latham/IPS.

Por su parte, Caesar Saboto, de San Vicente y las Granadinas, fue claro sobre las oportunidades que para aliviar el hambre existen en el mundo en desarrollo.

“Es la primera vez que viajo a África y no es de vacaciones”, comenzó. “Es por una razón muy importante. No quiero regresar al Caribe y, por cierto que María Augusta Calle tampoco quiere, diciendo que vinimos a dar un discurso”, indicó.

“En 1995, 20 por ciento de los 110.000 habitantes de mi país estaban subalimentados. Más de 22.000 estaban en vulnerabilidad alimentaria”, indicó en su breve presentación.

“¿Pero saben qué? Trabajando con las comunidades y los gobiernos logramos reducir esos números a 5.000, en 2012, o 4,9 por ciento de la población. Y estoy encantado de anunciarles aquí, por primera vez, que en 2016, apuntamos a reducirlo a 3.500, o 3,2 por ciento”, alentó, lo que motivó aplausos de los delegados presentes.

Entre los miembros del PAP, había representantes de sectores como agricultura, transporte y justicia, además de salud y especialistas en género. Una de las interrogantes planteadas fue cómo se pueden aplicar los procesos de las pequeñas naciones insulares a las necesidades de vastas regiones africanas.

“Cualquier número se puede dividir”, prosiguió Saboto.

“Primero tiene que comenzar con la voluntad política; tanto el gobierno como la oposición deben aceptar la idea. Si tienes 20 millones de personas, las puede dividir en grupos de trabajo y asignar estructuras para la rendición de cuentas y la transparencia”, explicó.

Además, los delegados africanos se interesaron por los procesos que usaron las naciones latinoamericanas para crear su estructura. Lahai quería que los latinoamericanos ayudaran al Parlamento Africano a planificar la creación de sus propias estructuras.

“La seguridad alimentaria no es solo una cuestión política, sino de desarrollo”, precisó en entrevista con IPS.

“La primera instancia cuando hay problemas de seguridad alimentaria suele ser el parlamento. Debemos de encabezar los esfuerzos hacia lo que se conoce como el hambre cero”, subrayó.

Pero todavía quedan grandes desafíos por delante.

Tras una reunión de octubre de 2015, la FAO se alió con el PAP con el fin de luchar contra el hambre a través de una nueva alianza. Pero el Parlamento Africano es un grupo poco estructurado de naciones africanas cuyos miembros no pudieron lograr el respaldo de los gobernantes para esa iniciativa.

Lahai insistió en que el taller debía comenzar por atender las cuestiones de estructura.

También subrayó que había que considerar la coordinación entre el PAP, varios países y otras agrupaciones como la Comunidad Económica de los estados de África Occidental (Ecowas) y la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC).

“Necesitamos un marco adecuado”, observó.

“Es importante involucrar a nuestros gobernantes en el proceso. Con eso en mente, sugeriría que aprendamos mucho de nuestros visitantes, quienes tuvieron experiencias positivas trabajando en cuestiones de nutrición en América Latina”, subrayó.

El representante de la FAO en Sudáfrica, Lewis Hove, alertó que la mala nutrición creó una situación en la que las niños y los niños con retraso en el crecimiento corrían más peligro de ser obesos en el futuro.

La aparente contradicción surgió de estadísticas que muestran que países de bajos y medianos ingresos registraban una relación costo beneficio de 16 a uno.

El Cuadro Nutricional de África, publicado por la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (Nepad) a fines de 2015, muestra que alrededor de 58 millones menores de cinco años en África subsahariana tienen baja estatura para su edad.

Además de que otros 163 millones de mujeres, niñas y niños tienen anemia por la mala nutrición.

El taller terminó con un llamado para que la FAO y el PAP impulsen una mayor capacitación y facilitación.

En ese contexto, la próxima reunión de estados de América Latina y el Caribe en México se fijó como plazo para comenzar el proceso de creación de una nueva secretaría. Se pensó que así los miembros del PAP se verían impulsados a promover el proceso, y se acordó que la sede del nuevo órgano tendría su sede en el Parlamento Panafricano, en Sudáfrica.

Lahai dijo que los delegados prepararán un informe técnico para firmarlo en la próxima ronda del PAP, prevista para fines de este año en Egipto.

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2016/08/nueva-alianza-busca-reforzar-la-seguridad-alimentaria-en-africa/

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Helping hungry students a key to improving schools in Canada

América del Norte/Canada/29 de Julio de 2016/Fuente: Vancouver Observer

RESUMEN: La escuela puede estar fuera para el verano, pero para algunos defensores de la seguridad alimentaria, las conexiones entre la educación, la pobreza y la nutrición están en sesión.  se discutieron las formas en que Vancouver, así como Columbia Británica y Canadá, se enfrentan a serios desafíos a la hora de garantizar que las mentes en crecimiento tienen acceso a la alta calidad, digna y nutrición culturalmente apropiada.En Vancouver, hay estudiantes de primaria y secundaria que van a la escuela con hambre cada día.  A pesar de esto, sólo un tercio de los profesores clasificación de los programas de comidas de su escuela, ya sea como «bastante» o «muy» adecuada para satisfacer las necesidades de todos los estudiantes que requieren apoyo nutricional. Además de alimentar a los cuerpos y mentes jóvenes, hay una oportunidad para elevar los alumnos los conocimientos y habilidades para tomar decisiones informadas sobre los alimentos que contribuyen a la salud de las personas, las comunidades y el medio ambiente. Necesitamos un sistema alimentario escolar fuerte para asegurar que la próxima generación de los canadienses estará equipado para florecer.

School may be out for the summer, but for some food security advocates, the connections between education, poverty and nutrition are in session.

As a member of the Vancouver Food Policy Council (VFPC), I recently attended a council meeting on the topic of school food. The meeting discussed the ways in which Vancouver, as well as British Columbia and Canada, face serious challenges when it comes to ensuring that growing minds have access to high-quality, dignified and culturally appropriate nutrition.

Panelists included Sarah Carten, a Social Planner at the City of Vancouver who works on the implementation of the Food Strategy, Matthew Kemshaw, Farm to School BC’s Vancouver Area Animator and a program manager with the Environmental Youth Alliance and the LifeCycles Project Society, Jessica Land, the Supervisor, Enhanced Services at the Vancouver Board of Education, Brent Mansfield, the Director of the BC Food Systems Network, and Laura Track, a lawyer with the BC Civil Liberties Association.

In Vancouver, there are elementary and high school students who go to school hungry each day. According to “Hungry students in BC public schools and the adequacy of school meal programs to support them”, a 2015 study conducted by the BC Teachers’ Federation (BCTF) in collaboration with the Committee for Action on Social Justice, «Eight in ten teachers reported having students who come to school hungry, and having students who are without food for lunch or snacks.» Despite this, only a third of teachers rated their school’s meal programs as either “quite” or “very” adequate to meet the needs of all students requiring nutritional support.

Even when school meal programs are offered, eligible students may not sign up. According to the BCTF report, many of these programs still charge a fee. For some families, even $20 per month is too much. The stigma of approaching the school and asking for a fee waiver is often too embarrassing for families and students to face. Some of the burden has actually fallen to individual teachers, with 40% reporting that they have used their own money to buy snacks for hungry students, spending an average of $29 per month.

The VSB is aware of the struggles, and cannot solve them alone with current levels of funding. In late 2015, the City of Vancouver announced that it would provide $320,000 to the Vancouver School Board’s meals program and $80,000 to the Strathcona Community Centre’s meals program, which provides breakfasts to local families.

Unfortunately, this amount is not enough to reach all students in need. Investments in school meals currently fall to a patchwork of provincial, municipal and individual levels because Canada is one of the few industrialized countries that lacks a national school food program. This is an issue that the VFPC is working on as a member of the Coalition for Healthy School Food, given that such a program could easily be included in the national food policy the Prime Minister has mandated.

The potential exists for school food to be a source of education, nourishment and abundance, rather than an afterthought or a source of stigma. As the panelists discussed, food could be integrated as a universal part of school pedagogy, a chance to learn about everything from biology to chemistry to cultural traditions and social justice issues. Cooking skills and healthy eating could be a part of every student’s curriculum. Groups such as Vancouver’s School Food Network offer support to teachers for this. There are even opportunities within the school environment to show the value of food, such as building adequate school kitchen facilities and ensuring students have the time and space to eat lunch. School food should be a source of celebration.

It almost goes without saying that students need adequate nutrition in order to learn. It is inappropriate to expect students to get good grades, behave well and contribute to society when their basic needs are not being met. Yet, with the current patchwork school food system, that is all too often the case.

Food is too often an afterthought in our society, treated as a privilege rather than a right. Canada’s status as one of the few industrialized countries without a national school food program needs to change. Adequate nutrition has a profound effect on the physical and mental health of people of any age, especially growing children and adolescents.

In addition to feeding young bodies and minds, there is an opportunity to raise students with the knowledge and skills to make informed food choices that contribute to health of people, communities, and our environment.  We need a strong school food system to ensure that the next generation of Canadians will be equipped to flourish.

Fuente: http://www.vancouverobserver.com/life/helping-hungry-students-key-improving-schools-canada

Fuente de la imagen: http://saludable.info/la-alimentacion-escolar/

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Indian-Origin Chef Shortlisted For New Global Prize

Joshna Maharaj was nominated for the Basque Culinary World Prize for her work with several hospitals and institutions in the country to help them serve better food to patients.

Indians Abroad | Press Trust of India | May 27, by Taboola Sponsored Links Sponsored

Resumen: Una cocinera de origen indio ha sido seleccionada entre los 20 finalistas de un nuevo premio internacional de € 100.000 creado para honrar a un chef que haya hecho una contribución excepcional a la «mejora de la sociedad a través de la gastronomía». Con sede en Canadá Joshna Maharaj fue nominada para el premio Mundial de la culinaria vasca por su trabajo con varios hospitales e instituciones en el país para ayudar a servir mejor a los alimentos a los pacientes. «Espero que ser preseleccionada para este premio proporcione un poco de energía y atención sobre las comidas institucionales y la seguridad alimentaria y realmente se afirme la idea de que hay un papel que los chefs pueden jugar como agentes de cambio en las comunidades «, dijo Maharaj, quien acredita su herencia indígena por su pasión como una defensor de la buena, la comida sana.

An Indian-origin woman chef has been selected among the top 20 finalists of a new 100,000 euro international prize set up to honour a chef who has made an exceptional contribution to «improving society through gastronomy».

Canada-based Joshna Maharaj was nominated for the Basque Culinary World Prize for her work with several hospitals and institutions in the country to help them serve better food to patients.

«I hope it [being shortlisted for the prize] will provide some fuel and spotlight for these bigger conversations around institutional food change and community food security it opens up a whole other audience for this conversation, and really affirms the idea that there is a role that chefs can play as change agents in communities,» said Maharaj, who credits her Indian heritage for her passion as an advocate of good, healthy food.

«There is no question that my family’s Indian cooking has influenced my love for food. There is something inherently generous about the Indian kitchen… you can feed an army of people with delicious pots of curry. More than that, the tradition in my house was that everyone was welcome and there was always extra food for surprise visitors. On a professional level, Indian food is unapologetically flavourful while also being subtle and sophisticated,» she said.

The prize was launched earlier this year by the Spain- headquartered Basque Culinary Center, one of the world’s most prestigious gastronomic universities with a well-known Research and Innovation Centre in the field of food and gastronomy.

Each year, the prize of 100,000 euros will be awarded to an exceptional chef from anywhere in the world who demonstrates by his or her own work how gastronomy can be force for change.

The inaugural year’s top 20 finalists include chefs from countries like Brazil, Chile, Colombia, Denmark, France, Italy, Mexico, the Netherlands, South Africa, Spain, the UK, the US and Venezuela.

Their work is focused on everything from innovation to education, health, research, sustainability, social entrepreneurship and philanthropy, and the preservation of local cultures.

Joxe Mari Aizega, head of the Basque Culinary Centre, said: «We are thrilled by the diversity and caliber of our Top 20 finalists, who show the powerful, positive change chefs can make when they take on the responsibility of a public voice.

«Their stories will surely serve as an inspiration to their colleagues all over the world, which is the ultimate mission of the prize. It will be a difficult but exciting challenge for the Jury to choose one winner this summer.»

«It has been exciting to see that there are chefs who are using the essence of our profession to promote change or be part valuable projects that contribute to society in so many different ways. That’s something we couldn’t have even imagined a few years ago. I’m so proud of my peers,» added Elena Arzak, chair of the prize committee.

Entries came from over 30 countries worldwide and a total of 110 chefs were nominated.

(This story has not been edited by NDTV staff and is auto-generated from a syndicated feed.)

Fuente: http://www.ndtv.com/indians-abroad/indian-origin-chef-shortlisted-for-new-global-prize-1412844

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Bancos de alimentos: ¿excedentes alimentarios para combatir la malnutrición?

Una reciente declaración de la Aliança per la Sobirania Alimentària de Catalunya (ASAC) concluía: faltan políticas globales para erradicar la pobreza; no  se plantea el acceso a una alimentación sana y adecuada como un derecho de ciudadanía. Todo ello se substituye  por una política exclusiva   de reparto de alimentos. [1]Centrando la actividad en el reparto de alimentos se substrae la alimentación digna y  adecuada del ámbito de los derechos ciudadanos sustituyéndola por  dádivas arbitrarias. El derecho se trasforma en caridad que depende de la voluntad del donante. Se crea así una cultura de dependencia a voluntades arbitrarias desposeyendo a la ciudadanía de la capacidad de incidir y /o reclamar.

 

Generar dependencia, cronificar la pobreza

 

El perfil de los sectores en riesgo de exclusión incluye, un fuerte sentimiento de culpabilización que genera desmotivación y una profunda desconfianza en sus propias posibilidades de salir del pozo al que se han visto impelidos. Hay consenso entre los trabajadores de los servicios sociales en que esta situación emocional es la principal dificultad para que la gente empobrecida pueda salir a medio plazo de la situación en la que está. Generar autonomía a las personas, empoderarlas, requieren análisis pormenorizados, desde la proximidad y, sobre todo,  requiere participación de las propias personas empobrecidas.

La cultura  de la dependencia propia del reparto de alimentos complementa y profundiza el sentimiento de fracaso que genera  atribuir  la pobreza  a causas individuales. El complemento ideal para desarrollar este asistencialismo   son organizaciones privadas  verticales , donde el voluntario está separado del “usuario” en   roles diferenciados y jerarquizados que a menudo consolidan y  refuerzan estereotipos. La organización   vertical de dichas organizaciones constituye la cara interna de las relaciones que generan con el exterior. Muchas de ellas, como el Banco de Alimentos[2] , teorizan este funcionamiento comparándose con la empresa privada. La cantidad  de usuarios atendidos o de quilogramos distribuidos,  al mínimo coste,  son los indicadores  de la calidad de un trabajo que se entiende como un distribuidor eficiente de calorías. La visión empresarial de eficiencia y productividad  encaja bien con la visión de crear usuarios de servicios  entendidos como donaciones evaluables  como mercancías. Sin embargo estamos hablando de derechos de las  personas y su eficiencia   debería evaluarse según el  fortalecimiento de  sus capacidades para enfrentarse a las situaciones en las que se han encontrado.

El Banco de Alimentos(R) no aborda las causas profundas que están generando la pobreza en general y la alimentaria en particular y aún menos las alternativas que harían falta. Está claro que no es una solución a medio y largo plazo a los problemas de malnutrición que existen en nuestra sociedad. De hecho ni lo pretende. Pero al menos se le tendría que pedir que no fuese un obstáculo. Así, hemos visto que, generando dependencia, cronifica las situaciones de empobrecimiento que dice combatir.

Todo lo contrario de otras experiencias para combatir la pobreza, en este caso, de vivienda:

“El principal problema al que nos enfrentamos las víctimas de la crisis, cuando tocamos fondo y nos damos cuenta de que es imposible hacernos cargo de las deudas contraídas, es superar la vergüenza, el estigma, y el miedo asociado al proceso (…)
Por eso uno de los éxitos más importantes de la Plataforma (PAH) ha sido hacer visible el problema que se vive de manera individual, un problema que pocas veces conseguía traspasar la esfera de lo privado, y convertirlo en un problema social.
La PAH nos ha conferido autoestima, seguridad y una identidad colectiva que nos permite hacer frente a los bancos y medirnos con ellos de igual a igual.(…)  La PAH me dio los instrumentos y la fuerza para seguir adelante”[3].

 

Bancos de Alimentos(R):  ¿solución a la  emergencia?

 

En diferentes publicaciones hemos analizado que  el Banco de Alimentos®  se dedica  principalmente  a  transformar subvenciones públicas en alimentos comprados a la agro-industria para ser distribuidos entre los pobres. Podemos concluir que por lo bajo un 70% de lo que mueven está subvencionado con dineros públicos. Del resto, la parte más  importante son compras promovidas a las grandes superficies para luego ser donadas. Poco que ver con los excedentes[4].  El criterio de selección de los alimentos no está en las necesidades de la población sino en los intereses de la agroindustria en vender, gracias al dinero publico, partidas que no pueden colocar en los canales de distribución habituales. El resultado es que en un país en que el empobrecimiento hace que tengamos un problema de malnutrición con dietas con exceso de hidratos de carbono y sin productos frescos, la principal partida del banco de alimentos proporcione el tipo de alimentos que la dieta tiene en exceso y no suministra los alimentos que harían falta para equilibrarla y combatir la malnutrición.

Es por ello que l’ASAC en la citada declaración  concluía:

“Todo esto los convierte en un mecanismo totalmente ineficaz para combatir el problema de malnutrición existente, que requiere alimentos adecuados en el lugar y el momento adecuados en lugar de suministros decididos de forma  hiper-centralizada y en función de criterios ajenos a las necesidades alimentarias concretas de las personas en situación de malnutrición”.[5]

Podríamos añadir que subvencionar excedentes con la excusa de una utilidad social que no es tal, no es la mejor forma de combatir el desperdicio alimentario. No en vano el residuo mas sostenible es el que no se produce.

 

Cuando la ayuda a los pobres se convierte en un negocio

 

¿A dónde van todos  estos recursos públicos  invertidos en “ayuda a los pobres”? Pues a las grandes empresas que optan a la subasta del FEGA, a los grandes exportadores de frutas que cobran  sus frutas a la UE cuando caen los precios de los mercados europeos, los grandes supermercados a los que se  les organiza una venta masiva y una campaña de imagen y publicidad gratuita…  Dinero público invertido en engrandecer  los márgenes de estas empresas que expatrian sus ganancias. No es, pues, dinero que refuerce el tejido productivo local sino a sus depredadores. Se pierde así una ocasión de utilizar importantes partidas de compra pública en fortalecer las economías locales que son las generadoras de riqueza  y de trabajo distribuidos entre la población, dos elementos básicos para combatir, mas allá de la emergencia, la pobreza y con ella las carencias alimentarias.

 

Que las grandes empresas contribuyan a acabar con las situaciones de pobreza incluyendo la alimentaria, es muy fácil. Sólo hace falta que paguen los impuestos que les corresponden lo que permitiría un estado del bienestar capaz de dar un apoyo suficiente a la gente empobrecida. Pero esta solución tan elemental, y que sólo implica cumplir las leyes, no está en el programa del Banco de Alimentos(R)  porque no interesa a las grandes empresas ya que quieren que su responsabilidad social no vaya más allá de repartir las migajas con el mínimo coste posible y aquí es donde el Banco de Alimentos(R)  cumple su función.

 

La estrecha imbricación entre las estrategias del Banco de Alimentos(R) y las estrategias de las grandes empresas va mas allá de incrementar su facturación con  compras financiadas con fondos públicos.
La teoría se confirma cuando vemos quién dirige el Banco de Alimentos(R). Empezando por su presidente Antoni Sansalvadó y Tribó, antiguo directivo de logística y actual accionista en Áreas y Serunion. Esta empresa, filial de la multinacional Elior, líder en el sector de la restauración colectiva, suministra comidas a 2800 centros (comedores escolares, hospitales, etc. y mayoritariamente  en instalaciones públicas) y factura diariamente 450.000 comidas. Serunion está también representada por su presidente y director general Antoni Llorens i Tubau con el cargo de vocal. Nestlé está representada a través  de Eduard Arruga i Valeri, directivo de Cereal Partners España, una filial del grupo Nestlé. El  vocal Alfons Carnero i Suñol: representa, entre otros, a Ebro Agrícolas. Los vocales Javier Riera- Marsá  y Lluis Carulla i Font garantizan  respectivamente la presencia de las sagas familiares Riera-Marsá y Gallina Blanca, determinantes en el cluster agroalimentario catalán. No podía faltar la organización propia de la gran patronal que está directamente representada por el director general de AECOC (Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores): José María Bonmatí Pérez.[6]

 

Hay alternativas desde la soberanía alimentaria

 

Sin embargo  una política general de derechos podría solucionar el problema de la pobreza incluyendo la alimentaria que no es mas que una de las múltiples caras de un problema único. Una  Renta  Básica Universal  garantizaría  una vida digna a toda la población incluyendo  el derecho a la alimentación. Derecho que debería ser parte de la enseñanza, la sanidad, los trabajos de cuidados…

 

En el camino de conseguir estos derechos  aquellas situaciones que requieren de medidas paliativas podrían  ser abordadas  desde otros paradigmas como ya se estaá haciendo en múltiples lugares. A continuación se puede leer una parte de las medidas paliativas que en julio pasado proponía la Aliança por la Soberania Alimentària de Catalunya, recogiendo lo que ya se está impulsando en el territorio.

 

 

ANEXO:

Alternativas en clave de Soberanía Alimentaria a la gestión neoliberal de la pobreza alimentaria (extracto: medidas paliativas)
Documento de junio de 2015 de la Aliança por la Soberania Alimentària de Catalunya

B. Transformar el modelo dominante de ayuda alimentaria
Dada la situación de emergencia social que vive el país y los efectos contraproducentes que tienen la mayoría de medidas orientadas a paliar la pobreza alimentaria, es necesario y urgente transformar el modelo dominante de ayuda alimentaria. A continuación, se proponen medidas en esta dirección relacionadas con dos ámbitos de actuación diferentes.
B.1. Becas comedor y compra pública
De entre los problemas de malnutrición que sufre la población catalana, es especialmente doloroso  el  que afecta a los y las menores de 16 años. En este sentido, una de las principales prioridades debe ser acabar con la malnutrición y la subnutrición en la infancia y la adolescencia. Dentro del derecho a  una educación universal hasta los 16 años se debería incluir, como parte inseparable, garantizar el derecho a disfrutar de una alimentación suficiente y adecuada.
La falta de becas comedor está convirtiendo en crónica dado el aumento de la pobreza infantil de los últimos años y el reducido presupuesto que el Departamento de Enseñanza dedica. Aumentar en 185.636 más las actuales 69.000 becas, garantizar el 100% de la comida, recuperar las becas comedor en secundaria y definir mecanismos para poder otorgar becas a lo largo de todo el curso son las medidas planteadas por la Fapac (Federacion de Padres y Madres de Alumnos de Catalunya)  y que apoyamos.
La enseñanza pública puede ser también el ámbito desde el que abordar de forma no estigmatizadora la subalimentación infantil en otras comidas no estrictamente escolares, por ejemplo mediante mecanismos como la fiambrera solidaria, becas para cubrir desayunos, meriendas, comidas en las actividades extraescolares , los centros diarios, los centros de vacaciones, etc.
Los gastos que implicaría implementar estas medidas son perfectamente asumibles. Es sólo un problema de prioridades. Significarían una importante inversión en bienestar y derechos de la infancia y la adolescencia. Aumentar las actuales becas según la propuesta de la Fapac hasta llegar a la cifra de 254.636 significaría un desembolso de 141,5M de euros por parte de la administración (3,5 veces el desembolso actual). Es cierto que estamos hablando de un gasto importante de dinero público destinado a la compra de alimentos pero insistimos en que son perfectamente asumibles.
El gasto público para la compra de alimentos para responder a las situaciones de emergencia alimentaria representa un volumen de dinero público elevado y, por tanto, tiene un importante impacto económico. Desde la perspectiva de la Soberanía Alimentaria la compra pública de alimentos debería ser realizada mediante Sistemas de Pago Condicionados al cumplimiento de determinados criterios nutricionales, socioeconómicos y ambientales, orientados a:
acabar con la malnutrición y la subnutrición fomentando una alimentación adecuada y de calidad basada en productos frescos, de temporada, de proximidad, ecológicos y culturalmente adecuados;
fortalecer los comercios tradicionales y en general las pequeñas y medianas empresas agroalimentarias vinculadas a la Economía Social y Solidaria; apoyar los métodos justos y sostenibles de producción, distribución y comercialización de productos agroalimentarios propios de la Agroecología.
En el ámbito educativo, los Sistemas de Pago Condicionados deberían ir acompañados de un trabajo y unos medios orientados a promover la transición de la alimentación escolar hacia la creación de Comedores Escolares Ecológicos, y de una propuesta pedagógica coherente con esta opción.
En el ámbito de la protección social, aplicar los Sistemas de Pago Condicionados que se proponen supondría promover la distribución de lotes de alimentos agroecológicos, comedores sociales agroecológicos y prestaciones económicas para la compra de productos agroecológicos. En última instancia, significaría fomentar que las personas empobrecidas tengan acceso a una alimentación adecuada desde el punto de vista nutricional, socioeconómico y ambiental.
B.2. Medidas paliativas
Con el fin de tender a acabar con las situaciones de empobrecimiento en lugar de tender a cronificarlas , las acciones de ayuda alimentaria no pueden limitarse a satisfacer las necesidades alimenticias de estas personas. Deben promover que dichas personas  ganen control y poder sobre sus vidas para que sean las protagonistas en  la construcción de las soluciones a sus propios problemas. Dicho de otro modo, deben fomentar la autonomía y el empoderamiento de las personas.
La prestación de medidas paliativas debe enmarcarse en proyectos que fomentan el empoderamiento haciendo que su buena marcha dependa de la implicación y la corresponsabilidad de las personas participantes; basándose en el funcionamiento horizontal; y concretándose en propuestas de intervención a medio plazo orientadas a fomentar la promoción de las personas, el desarrollo de sus habilidades sociales y el fortalecimiento de sus vínculos sociales.

 

Dentro de este ámbito, desde la perspectiva de la Soberanía Alimentaria la medida estrella debería ser la promoción de huertos sociales y comunitarios. En este tipo de iniciativas, el empoderamiento de las personas participantes se promueve, por un lado, posibilitando que cultiven parcelas de huerta para autoabastecerse parcialmente de verduras; y, por otra parte, promoviendo que trabajen en grupo, participen activamente en la gestión y el desarrollo de los proyectos y se vinculen a la comunidad local donde se emplaza la iniciativa. Por medio de esta doble estrategia, en el marco de los proyectos de Agricultura Social se incentiva que las personas empobrecidas mejoren su dieta, su condición física y anímica, sus habilidades sociales y su autoestima; aumenten su autonomía; y aprendan a autoorganizarse, a autoabastecerse de parte de los alimentos que necesitan  resolviendo sus problemas por sí mismas.
El ámbito periurbano y el medio rural cuentan, a día de hoy , con miles de hectáreas de tierra agraria abandonada o infrautilizada. En este contexto, la proliferación que actualmente están experimentando las iniciativas de Agricultura Social constituye una muy buena oportunidad para revertir la degradación de los agroecosistemas que tiene lugar cuando la tierra agraria se abandona, y para recuperar la doble vocación productiva y social que tiene la tierra agraria. Pero para que las personas empobrecidas y la ciudadanía en general pueda autoabastecerse parcialmente de alimentos, idealmente a través de huertos sociales o comunitarios, se necesitan políticas y programas que faciliten tanto el acceso a la tierra como su gestión colectiva o comunitaria; y necesitan también programas de formación y acompañamiento.
(…)
Por otra parte, hay que destinar más recursos públicos a las prestaciones económicas directas encaminadas a paliar las situaciones de emergencia alimentaria. Se ha constatado que estas prestaciones permiten que las personas que ven vulnerado su derecho a la alimentación puedan gestionarse sus necesidades alimenticias de forma autónoma y, de este modo, se contribuye a dignificar sus situaciones vitales y prevenir  su estigmatización. Esta modalidad de ayuda alimentaria permite, además, implementar el tipo de Sistemas de Pago Condicionados que se han descrito más arriba.
También hay que tener presente que las necesidades alimenticias son concretas para cada persona y momento. Es por ello que la forma de responder adecuándose a esta realidad debe ser descentralizada y el más a pie de calle posible. En este sentido, los servicios sociales municipales, si se les dota con medios suficientes, son las herramientas ideales para hacer este trabajo adecuándose a cada circunstancia concreta. Llevar a cabo este tipo de acciones de forma descentralizada y cercana a las necesidades de la población local es la forma más adecuada de ganar el máximo de eficacia y eficiencia.
Del mismo modo, este seguimiento cuidadoso a cada circunstancia mediante servicios cercanos a las personas ha de insertar las ayudas concretas en planes integrales de apoyo y empoderamiento. Esta es la forma de conseguir que estas medidas sean limitadas en el tiempo, sin que ello signifique dejar a las personas desatendidas, sino que se han creado otros mecanismos que den respuesta a las situaciones de empobrecimiento promoviendo la autonomía para que las personas sean capaces de salir por sí mismas de la situación de vulnerabilidad en que se encuentran y puedan prescindir, al menos parcialmente, de las ayudas directas.

 


[1]   “Alternatives des de la Sobirania Alimentària a la gestió neoliberal de la pobresa alimentària” ASAC,  Barcelona, Juliol 2015. La parte dedicada a alternativas  de esta misma declaración està como anexo a continuación de este artículo.

[2]          El Banco de Alimentos es una palabra que tiene una doble acepción. Por una parte es un genérico que se utiliza para toda entidad que recoge alimentos para redistribuirlos, pero, también, es una organización centralizada y federada. Esta última organización   tiene registrada una marca que en casos utiliza contra las experiencias autorganizadas de barrios (como ha sido el caso del barrio Tetuan de Madrid). A ella nos referiremos llamándola: Bancos de Alimentos(R)

[3] Jose Coy en el prólogo del libro  Vides Hipotecades, de Ada Colau y Adrià Alemany.

[4]   Un analisis mas detallado se puede encontar en Alimentos desperdiciados. Un análisis del derroche alimentario desde la soberanía alimentaria (Barcelona & Quito: Icaria & Instituto de Altos Estudios Nacionales . Se puede descargar enhttps://www.academia.edu/8769890/Alimentos_desperdiciados_Un_an%C3%A1lisis_del_derroche_alimentario_desde_la_soberan%C3%ADa_alimentaria_Montagut_X._Gasc%C3%B3n_J._._Barcelona_Quito_Icaria_IAEN._2014

[5]   “Alternatives des de la Sobirania Alimentària a la gestió neoliberal de la pobresa alimentària” ASAC,  Barcelona junio 2015

 

es economista. Ha trabajado últimamente temas como la agricultura, la alimentación y el consumo responsable. Es autor de varios libros sobre estas materias.
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