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Chile: Expertos analizaron debilidades de educación a distancia y coinciden en que «no estamos preparados»

América del Sur/ Chile/ 21.04.2020/ Fuente: www.elmostrador.cl.

A los problemas de conectividad que poseen muchos estudiantes, especialmente los  de menores recursos e incluidos los residentes en zonas rurales, se suma la insuficiente capacitación de los docentes, sobre todo los de mayor edad. «En este contexto, los sistemas educativos en todos sus niveles no están preparados para la educación a distancia. Los docentes se formaron para dar clases en forma presencial, no online, además no se capacitaron. Si bien se les ha impuesto hacerlo y se están creando repositorios y el ministerio lo que ofrece es un repositorio de recursos virtuales, nadie se está haciendo responsable de crear una escuela online y entornos virtuales de aprendizaje», sentenció el académico de la Universidad de Santiago, Juan Silva.

Chile no está preparado para brindar educación virtual –a nivel básico, medio ni superior– en tiempos del coronavirus. Esa es la conclusión de varios académicos de diversas universidades y expertos en el tema ante la medida adoptada de brindar enseñanza remota a los 3,5 millones de escolares y 1,1 millón de universitarios que están sin clases presenciales, debido a la pandemia.

A los problemas de conectividad que poseen muchos estudiantes, especialmente los de menores recursos e incluidos los residentes en zonas rurales, se suma la insuficiente capacitación de los docentes, sobre todo los de mayor edad. «En este contexto los sistemas educativos en todos sus niveles no están preparados para la educación a distancia. Los docentes se formaron para dar clases en forma presencial, no online, además no se capacitaron. Si bien se les ha impuesto hacerlo y se están creando repositorios y el ministerio lo que ofrece es un repositorio de recursos virtuales, nadie se está haciendo responsable de crear una escuela online y entornos virtuales de aprendizaje», sentenció el académico de la Universidad de Santiago, Juan Silva.

A eso se suman problemas de orden práctico, por ejemplo, contenidos que no se pueden dictar de manera virtual, como los laboratorios de física, química o educación física. Sin embargo, a pesar de las falencias, los especialistas también afirmaron que esta crisis es una oportunidad para reforzar los programas virtuales existentes.

La académica de la Universidad de Concepción, Marcela Varas, señaló que las condiciones mínimas para la educación virtual son contar con un espacio tranquilo, un dispositivo adecuado –notebook, tableta o computador de escritorio con una pantalla de buena resolución–, con una buena conexión a Internet, estable y con un ancho de banda de unos 512Kb. «Considerando los índices de vulnerabilidad, sospecho que son muy pocos los estudiantes que cuentan con las condiciones adecuadas en esta contingencia. El problema del acceso a Internet empeora en comunas rurales o alejadas», recalcó.

«La situación en que estamos no la elegimos y, considerando eso, me parece que Internet es una tremenda oportunidad para que los profesores sigan vinculados con sus estudiantes y para generar oportunidades de aprendizaje en este tiempo», reflexionó la experta de la Universidad Católica, Magdalena Claro. Eso sí, admitió que «para eso hay que repensar las actividades que se dan a los estudiantes, considerando el contexto virtual y las diferencias de acceso».

Conexión insuficiente

Chile es uno de los países más interconectados de Latinoamérica y con un alto uso de aplicaciones digitales, pero eso no implica que se tengan las competencias para un uso educativo, alertó José Albuccó, académico de la Universidad Cardenal Raúl Silva Henríquez. «Acceder a la virtualidad y su información no es sinónimo de aprendizaje. La pandemia de COVID-19 es, entonces, una oportunidad para que la comunidad educativa use estos recursos en bien de la adquisición de las competencias educativas que cada nivel implica», dijo.

Un problema no menor es que la conectividad a Internet no está garantizada para toda la población, incluidos los estudiantes. «El acceso a Internet es variable en cuanto a cantidad y calidad, además de las regiones y las clases sociales (…), pero no necesariamente calidad, porque, si vives en la periferia, por más recursos económicos que se tenga, la Internet no llega o es de mala calidad», apuntó Silva.

Al respecto, la experta de la UC agregó que «dada la situación actual de cuarentena, lo relevante serían cifras de acceso a Internet en los hogares de los estudiantes y sobre eso no hay datos».

Según cifras del Ministerio de Desarrollo Social de 2019, 632 localidades distribuidas en 170 comunas del país no poseen acceso a Internet, lo que implica más de 76 mil personas sin conectividad digital. Dichos datos son liderados por la Región de La Araucanía con 136 sectores, seguida de la Región de Los Lagos con 107 y Coquimbo con 70. Incluso, en la Región Metropolitana hay dos sectores donde no se puede acceder a la web.

Para Albuccó, si se mira por ciclo educativo, también se dará una segregación en la conectividad y calidad del acceso de acuerdo a dónde estén matriculados los estudiantes, según la escuela o la universidad a la que pertenezcan.

La académica de la Universidad de Concepción, Marcela Varas, señaló que las condiciones mínimas para la educación virtual son contar con un espacio tranquilo, un dispositivo adecuado –notebook, tableta o computador de escritorio con una pantalla de buena resolución–, con una buena conexión a Internet, estable y con un ancho de banda de unos 512Kb. «Considerando los índices de vulnerabilidad, sospecho que son muy pocos los estudiantes que cuentan con las condiciones adecuadas en esta contingencia. El problema del acceso a Internet empeora en comunas rurales o alejadas», recalcó.

Así, aunque en esta contingencia no ve otra opción, Varas afirmó que es necesario trasparentar que en muchos casos no se podrá llegar con los programas educativos.

«Lo principal es entender que los profesores no pueden pretender pasar toda la materia en forma normal (…), hay que concentrarse en lo fundamental, tener paciencia y tolerancia con los estudiantes que tendrán más problemas –conectividad, concentración en casa, etc,–. Será un enorme esfuerzo de todo el sistema educativo», acotó  José Miguel Piquer, de la Universidad de Chile

Capacitación insuficiente

Aparte de este tema de conectividad, hay otro factor, el que los docentes no tienen suficiente capacitación para enseñar sus contenidos de manera virtual. «Mientras mayor es la edad promedio, menos digitales son», sintetizó Piquer.

Punto en el que coincidió Silva. «Los profesores de todos los niveles educativos, incluidos los de educación superior, no están capacitados. La gran mayoría no posee competencias para una docencia online efectiva. Algunos han sido tutores de cursos online, pero no es lo mismo. El diseñar espacios virtuales no es sencillo, se requiere formación y experiencia».

Para Varas, eso se debe a que la enseñanza virtual no había sido tan necesaria como hasta ahora. «Los profesores tienen conocimientos y capacitación en la elaboración de material didáctico de apoyo, el uso de tecnologías de información para apoyo educativo, pero muy pocos tendrán experiencia suficiente en una modalidad 100% virtual», añadió.

«Aún tenemos el modelo clásico de aprendizaje en aula, la relación profesor-estudiante en forma directa en un espacio físico concreto», puntualizó Albuccó.

Contar con los dispositivos de virtualidad no asegura un exitoso proceso de enseñanza-aprendizaje, si no se cuenta con una arquitectura de soporte computacional que asegure la estabilidad de las plataformas que utilicen los profesores. Muchos docentes que son innovadores en las metodologías a distancias, ven frustrado su trabajo y esfuerzo en la preparación de los módulos de aprendizaje por la inestabilidad de las plataformas, que es –para Albuccó– otra forma de segregación en la calidad.

«La educación a distancia se realiza generalmente como tutorías en que el estudiante es el que debe ser dueño de su aprendizaje, es responsable primero de su educación, los docentes son tutores que colaboran en los aprendizajes, ayudan a avanzar modelando el aprendizaje. Entonces el estudiante es más activo, desde que enciende el computador, se conecta y revisa lo que debe aprender, realiza preguntas y luego la evaluación, con una constante retroalimentación de su docente. Esto implica mucho tiempo de preparación de material, lecturas, cuestionarios, videos, etc. Luego, el acompañamiento de cada estudiante, lo que muchas veces es más tiempo, sobre todo la primera vez, como pasa en esta oportunidad», explicó Albuccó.

En Chile no hay casos de colegios que estén haciendo solo educación virtual, ni tampoco las facultades de educación se han planteado un escenario tan extremo como el actual. En lo que sí están capacitando desde la Facultad de Educación de la UC es en la metodología de clase invertida, que, dicho de manera simple, supone trasladar los contenidos al espacio virtual –videos, lecturas, screencasts, entre otros– para dar tiempo dentro de la sala de clases para un aprendizaje más activo de ejercitación, aplicación, colaboración, entre otros.

«Sin embargo, este es un trabajo reciente y hay unos pocos ejemplos de colegios privados en Chile que han aplicado esta metodología en algunas de sus clases. En ese sentido, prácticamente no existe experiencia de enseñanza virtual en el mundo escolar», admitió Claro.

Contenidos a enseñar

Solo algunos contenidos pueden ser transmitidos de manera virtual, ya que hay habilidades, como las sociales, que dependen de la interacción propia como la presencial. «Para las (materias) más teóricas será más sencillo que las prácticas», comentó Silva.

Albuccó coincidió en que las más complicadas son todas aquellas áreas de las disciplinas que requieren el desarrollo de competencias y habilidades in situ, como las artes, ámbitos de la salud o de las ciencias que necesitan la experiencia de laboratorio.

A esto se suma que la enseñanza personal, las vivencias, experiencias y emociones no son virtualizables de manera sencilla, según Varas.

Para Claro, el espacio virtual favorece la entrega de contenidos, pero limita las posibilidades de interacción, aplicación, experimentación, entre otros. Si bien se pueden generar algunas oportunidades de este tipo, como por ejemplo hacer una discusión en una videoconferencia o un foro, dadas las distintas condiciones de acceso, estos encuentros no siempre son muy fluidos, afirmó.

El proceso educativo es más que contenido y habilidades tecnológicas: tiene un importante proceso de socialización, lo que implica el desarrollo de competencias sociales, culturales y ciudadanas, recalcó Albuccó: «Hay instituciones que están dispuesta a perder eso y solo ser un medio de recursos de capital humano para la economía y no del desarrollo humano integral».

La académica Varas advirtió que»en el contexto de esta contingencia, que encuentra al sistema educativo nacional sin las herramientas, capacidades y recursos, se podrán lograr los aprendizajes cognitivos con algún grado de facilidad, pero las habilidades de pensamiento superior, las que se logran a través de la discusión, experimentación y el intercambio con otros, se podrían postergar para el segundo semestre o después de la pandemia».

En ese sentido, dijo que «los profesores ingeniosos sabrán cómo motivar a sus estudiantes y lograr sus aprendizajes, pero los profesores, como todos, están viviendo su propia cuarentena y hay que tener en cuenta que también deben contar con las condiciones para poder trabajar».

Métodos de enseñanza

Actualmente, ya hay una serie de métodos para la enseñanza virtual como video, conferencias, chats, mails, foros, blogs y creación de videos, entre otros. Por la experiencia que ha tenido Silva, lo más usado es una plataforma que articule la entrega de materiales y el uso de las herramientas de plataforma, que se puede complementar con videollamadas. El mail, en cambio, es lo menos aconsejable, porque no queda la interacción en un solo lugar.

En palabras de Varas, para lograr aprendizajes en modalidad no presencial se deben utilizar recursos diversos como se hace en una clase presencial y aprovechar las ventajas de la tecnología, en el uso de wikis o creación de documentos compartidos, simulaciones y animaciones.

En tanto, para la entrega de contenidos se pueden usar videos y dejarlos disponibles en alguna plataforma de streaming. Para discusión y retroalimentación, se pueden usar videollamadas, audiollamadas, foros de discusión, correos electrónicos.

Hay plataformas –LMS Learning Management Systems– que están especialmente diseñadas para que las instituciones educativas manejen el proceso de aprendizaje de sus estudiantes, y estas plataformas proveen muchas herramientas de apoyo. Incluso, hay varias que no requieren pago. «Lo importante es considerar los objetivos de aprendizaje y diseñar secuencias didácticas combinando diferentes métodos», complementó Claro.

Por ejemplo, una clase expositiva puede ser transformada en un video o screencast que los estudiantes pueden consultar en alguna plataforma que se disponga para el curso. Aquí, sin embargo, es fundamental entender que no se puede hacer un video con una exposición estática de 45 minutos o una hora: en general se recomienda hacer videos de entre 7-12 minutos.

Esto implica revisar la materia y seleccionar los nudos críticos, además de subdividir por temas y producir videos separados para cada uno de ellos. Estos contenidos se pueden complementar con otros recursos, como lecturas o videos disponibles en Internet.

«Luego, si teníamos planificado realizar una actividad de discusión en clases, se puede hacer en una videoconferencia breve –45 minutos a una hora–, que permite hacer la discusión de manera sincrónica, o foros, si nos parece que puede hacerse de forma asincrónica», explicó Claro.

Un trabajo grupal puede organizarse con herramientas de creación de grupos que tienen algunas plataformas y que permiten trabajar de manera sincrónica o hacerlo de manera asincrónica, pidiendo a los estudiantes que se coordinen aprovechando sus redes sociales o herramientas para trabajar documentos de manera colaborativa. En todas estas actividades, agregó la académica de la UC, el rol del docente es clave para estructurar, guiar, retroalimentar y acompañar.

«Pero la pregunta, más que por el método, es por el propósito y objetivo educativo que se pretende lograr. La sabiduría que el profesor debe tener es elegir los métodos más adecuados para aprendizaje del estudiante. Cantidad no es calidad y esa calidad debe ser inclusiva para las personas con capacidades diferentes», remató Albuccó.

Dificultad por niveles

A esto se suma la diferencia según el nivel de enseñanza de los estudiantes. En ese sentido, son las mismas que en presencial, pero acentuadas: mientras más jóvenes, más difícil es retener su atención y comunicar directamente con ellos, según Piquer.

Por eso, es más sencillo con los estudiantes mayores. Hay universidades online en el mundo que dictan sus carreras en esta modalidad, lo mismo para el área técnica, «pero ya en primaria y secundaría es menos pertinente, pues hay menos autonomía, sobre todo en los más pequeños, que no saben leer, no manejan el computador», afirmó Silva.

La educación primaria pone en contacto al niño o niña con los aprendizajes y contempla la enseñanza de hábitos, socialización, respeto, corresponsabilidad, que en forma virtual es más difícil de modelar. En cambio, «en la educación universitaria este es un recurso muy usado, aunque existen competencias que necesitan modelamiento con prácticas y capacitaciones efectivas y pertinentes para cada disciplina en las universidades», recalcó Albuccó.

Más allá de los problemas de las actuales circunstancias por la pandemia,Varas precisó que la educación y la tecnología son aliados y que la necesidad hará que, tanto los profesores busquen y generen material de apoyo, como que los estudiantes ordenen su tiempo.

«La situación actual nos ha forzado a pensar en las oportunidades para el aprendizaje que existen en el espacio virtual y para muchos docentes aprender a usar varias de las herramientas que están disponibles por primera vez», afirmó Claro.

En este plano, agregó que «la gran mayoría habrá tenido que probar algunas herramientas digitales y en ese sentido tendrá una experiencia de enseñanza en línea. Creo que, luego de esto, muchos docentes y estudiantes tendrán más claro cuál es el aporte que hace al aprendizaje el espacio virtual y qué aspectos de la presencialidad, sencillamente, no se logran reemplazar. Sin duda, eso significará que muchos sigan usando las herramientas descubiertas en este período y se abrirán a seguir explorando estas oportunidades».

Silva, en tanto, indicó que «esperaría que después de esto se tome más en serio la formación virtual, las instituciones fortalezcan esta área, existan en el país universidades, institutos, escuelas en modalidad virtual o al menos que complementen la presencialidad con la virtualidad. Es una gran oportunidad para formar a los docentes, a los estudiantes, para estar preparados para la enseñanza virtual».

Otros, como Piquer, creen incluso que el futuro de la educación es totalmente digital y a distancia. «Esta pandemia cambiará nuestra forma de vivir para siempre. En muchos niveles. Pero en el uso y valorización de la tecnología, para mí, es claro que será radical», concluyó.

Fuente de la noticia: https://www.elmostrador.cl/cultura/2020/03/30/educacion-a-distancia-para-millones-en-plena-crisis-sanitaria-expertos-advierten-que-no-estamos-preparados/

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COVID-19 transforma el sistema educativo brasileño, que pasa a ser online

América del Sur/ Brasil/ 21.04.2020/ Fuente: spanish.xinhuanet.com.

Con cerca de 850 millones de estudiantes fuera de las clases en todo el mundo debido a la enfermedad del nuevo coronavirus (COVID-19), escuelas y universidades tuvieron que reinventarse en poco tiempo para no perder el año lectivo, algo que en Brasil los centros de educación han hecho en un tiempo récord.

El grupo de educación Raíz, que en Río de Janeiro tiene prestigiosas escuelas como QI y Ao Cubo, transformó en pocos días su aplicación de apoyo a los estudiantes en una central de clases online en directo para 2.000 alumnos de bachillerato y de cursos preparatorios.

Anteriormente, apenas las clases de refuerzo eran filmadas, pero tras la llegada de la pandemia a Brasil, el grupo Raíz llegó a un acuerdo con la empresa de enseño online ProEnem, doblando a cuatro el número de estudios utilizados y contratando freelancers para su equipo, a fin de poder atender a los alumnos que están en casa.

«El feedback de los alumnos ha mostrado que este es un camino sin marcha atrás. Soy de los que piensan que las aulas presenciales son muy importantes, pero a partir de ahora, tendremos muchas más clases online, con el coronavirus o sin el coronavirus», explicó el director general del grupo, André Gusman.

Por su parte, el grupo brasileño de educación Cogna empezó a preparase para el enseño online cuando la situación de COVID-19 empezó a empeorar en el país europeo de Italia. Su brazo de educación básica «Somos Educaçao», que cuenta con 4.100 escuelas en el país sudamericano, desarrolló una metodología para la educación infantil y la fundamental en todo el país.

«Hicimos un planeamiento para prepararlo todo en tres semanas cuando vimos los números en Italia, pero tuvimos que hacerlo todo en apenas una semana», aseguró el director de «Somos Educaçao», Mario Ghio.

Según Ghio, varias secretarías de educación regionales y municipales de Brasil ya entraron en contacto con el grupo para poder disponer de las herramientas para el enseño online a distancia.

«Las secretarías regionales están reconociendo que es posible aprender fuera de la escuela presencial. Es un debate que se arrastra desde hace años y apenas ahora los estados empiezan a darse cuenta de que es posible hacerlo», comentó.

El gran desafío apuntado por los especialistas en Brasil es que todos los alumnos puedan estudiar online, teniendo en cuenta las desigualdades sociales que hay en el país.

Según un estudio presentado el año pasado por el Comité Gestor de Internet, el 58 por ciento de los domicilios del país sudamericano no tenían ordenador y el 33 por ciento no tenía internet. Entre las clases más bajas, el acceso todavía era más restringido.

Algunos estados optaron por transmitir por televisión en canales públicos clases para los alumnos, mientras que otros optaron por dejar que los alumnos sin internet vayan una vez por semana a la escuela a buscar las lecciones a estudiar en casa.

El Ministerio de Educación brasileño ofreció cerca de 32.000 plazas en cursos de enseño a distancia para cualificaciones profesionales y técnicas, con una carga horaria de 800 horas por curso, como forma de incentivar la continuidad de los estudios en tiempos de pandemia, con las instituciones educativas cerradas.

Según el último boletín divulgado hoy por el Gobierno brasileño, al menos 2.575 personas murieron en el país por la COVID-19, mientras que 40.581 dieron positivo por el virus, lo que convierte a Brasil en el país más afectado de América Latina por la pandemia.

Fuente de la noticia: http://spanish.xinhuanet.com/2020-04/21/c_138994463.htm

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¿Está preparada Colombia para apostar por la educación virtual?

América del Sur/ Colombia/ 21.04.2020/ Fuente: noticias.caracoltv.com.

 

Aunque el gobierno ha buscado opciones para llegar a sectores rurales y con bajos recursos, expertos no ven el panorama claro. Ojo a esta radiografía.

Forzados por la cuarentena y en medio de la incertidumbre de la pandemia del coronavirus, 10 millones de estudiantes de educación básica y media regresaron este lunes a clases de manera virtual: 8,1 millones de esos jóvenes pertenecen a instituciones públicas y al menos otros dos millones a escuelas rurales de Colombia.

Un escenario inédito que tiene a todos inquietos: a los padres de familia, a los alumnos mismos, a los rectores, a los operadores de telefonía y al gobierno que trata de capotear el temporal sobre un propósito esencial: que no haya deserción escolar.

“Tanto para los niños de lo urbano como de la ruralidad no hemos ahorrado esfuerzos: está la plataforma Aprender Digital, pero sabemos que no todo el país está conectado. En ese sentido estamos llegando con una programación de 12 horas en el canal 3, 2, 1 Educación, con programas como El profe en casa. Estamos teniendo parrillas de radio y enlazaremos en las próximas semanas canales regionales y emisoras comunitarias”, explica María Victoria Angulo, ministra de Educación.

Sin embargo, ¿está Colombia preparada para un desafío de esta envergadura? Mucho más teniendo en cuenta que la cobertura de internet, según cifras conservadoras, ronda el 70% en el país y en áreas rurales es aún más deficiente.

“Colombia no está preparada para la educación virtual. Miremos el caso de la educación rural: hoy más de 2 millones 350 mil niños se están viendo afectados por esta circunstancia”, sostiene Nelson Alarcón, presidente de Fecode.

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Pese a estas críticas, la ministra Orozco insiste en que se están haciendo esfuerzos. Señala que la plataforma Aprender digital podrá descargarse sin consumir datos.

Agrega que a las familias de estratos 1 y 2 se les facilitará un paquete de internet con tarifas muy bajas que se mantendrán hasta 2023.

Para los expertos, no obstante, la radiografía de la virtualidad educativa es bastante mala. Un estudio del laboratorio de economía de la educación de la Universidad Javeriana, liderado por la profesora Luz Karyme Abadía es crudo: la mitad de los rectores de colegios públicos consultados aceptó que sus maestros no tienen ni las herramientas ni las estrategias pedagógicas para encarar lo que se viene.

“La emergencia sanitaria que estamos viviendo a causa del COVID-19 evidenció el atraso tecnológico tan grande que existe en los colegios oficiales del país”, afirma la profesora Abadía.

Y como si todo no fuera lo suficientemente complejo ya también ronda la corrupción. Una auditoría de la Contraloría reveló en enero pasado graves irregularidades en 25 contratos por 153 mil millones de pesos suscritos por siete gobernaciones y pagados con recursos del sistema de regalías.

Dichos contratos tenían por objeto la prestación de servicios de conectividad a internet a instituciones de educación pública.

Según el expediente, en algunos contratos se pagó dos veces por este servicio. En otros, las megas compradas por las gobernaciones a los operadores de internet no se entregaron y hasta hubo contratos millonarios para proveer internet a centros educativos en tiempos de vacaciones escolares. Y eso que solo se auditó la tercera parte de las regiones de Colombia.

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Estos hallazgos, que hoy indaga también un grupo élite de la Fiscalía, se dieron en las gobernaciones de La Guajira, Magdalena, Santander, Norte de Santander, Meta, Nariño y Casanare.

Mientras el Gobierno busca salidas para evitar la deserción escolar y tanto padres como alumnos se llenan de paciencia para resistir el nuevo modelo de educación virtual, los organismos de control le ponen la lupa a toda la contratación para evitar un desangre.

Fuente de la noticia: https://noticias.caracoltv.com/coronavirus-covid-19/esta-preparada-colombia-para-apostar-por-la-educacion-virtual-nid226809-ie215

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Pasar de curso

Por: El Diaro El País. 

 

El Ministerio de Educación y las comunidades autónomas acordaron esta semana los términos en los que se procederá a la finalización del curso académico. Los alumnos de todas las etapas, desde primaria hasta bachillerato, pasando por formación profesional, promocionarán salvo en casos excepcionales. La fórmula no es un aprobado general, pero se parece bastante. Las circunstancias singulares que han marcado el tercer trimestre escolar, con las aulas vacías y unas precarias condiciones para impartir clases telemáticas, dificultan notablemente la evaluación de los alumnos en la recta final de curso.

No obstante, el acuerdo prevé que los docentes tendrán en cuenta las calificaciones de los dos primeros trimestres a la hora de determinar la nota definitiva y que el último tramo, dedicado a repasar y reforzar contenidos, solo contará para beneficiar al alumno, nunca para perjudicarlo. Esta salvaguarda permite que sean calificados de forma justa, valorando sus logros durante la etapa de confinamiento y sus necesidades de aprendizaje.

Las autoridades educativas coinciden en que, para ocho millones de alumnos no universitarios, repetir curso es una medida excepcional que deberá ser adoptada, y convenientemente argumentada, de forma colegiada por el equipo docente atendiendo a la evolución académica del estudiante antes del cierre de las aulas, hace ya más de un mes. La situación socioeconómica de las familias es un aspecto que no puede quedar al margen, toda vez que condiciona el acceso a la educación online y a las herramientas pedagógicas digitales.

Es de lamentar, no obstante, que las comunidades de Madrid, Andalucía y Castilla y León (presididas por el PP) hayan decidido desmarcarse del documento presentado por el ministerio y se empeñen en exigir al Gobierno que fije el número máximo de asignaturas suspensas para que los estudiantes puedan pasar de curso o titularse. El País Vasco apela a la defensa de las competencias para aplicar su propio plan y Cataluña ultima su particular decreto. La disparidad de criterios en función del territorio redunda, a efectos prácticos, en una evidente desigualdad de los estudiantes, que verán condicionada la obtención de un título o la posibilidad de presentarse a la prueba de acceso a la universidad.

Actitudes como las exhibidas por el PP y grupos nacionalistas ponen de relieve las dificultades intrínsecas a la hora de alcanzar pactos estables y duraderos en el ámbito educativo y sitúan una materia tan sensible en el centro de la rencilla política, una vez más. Perseguir un provecho partidista o actuar con afán de desgastar al Gobierno central en una situación extraordinaria como la actual tiene difícil defensa, más cuando los afectados son niños y niñas.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/04/17/opinion/1587138399_750715.html

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Curso interrumpido

Por: El País.

La comunidad educativa está pendiente de la decisión que adopten las autoridades académicas sobre el futuro del curso escolar tras el cierre de los colegios, hace ya un mes, por la crisis del coronavirus. El Consejo Escolar del Estado, máximo órgano consultivo del Gobierno en la materia pero cuyas decisiones no son vinculantes, es partidario de que el conjunto de actividades que los alumnos han venido realizando en sus domicilios a través de herramientas telemáticas sean evaluables. Mantiene, no obstante, una excepción para aquellas familias que no dispongan de los medios tecnológicos apropiados para que sus hijos puedan seguir las clases on line,pero no da instrucciones sobre cómo llevar a cabo esta función. Proponer que el profesorado realice seguimientos personalizados para valorar las tareas realizadas por los alumnos es poco realista y totalmente incomprensible ante las dificultades derivadas del confinamiento.

Frente a los problemas para completar el curso, algunos países han optado por plantear un aprobado general, obviando las calificaciones obtenidas antes del aislamiento. Esta posibilidad, por la que se inclina Italia, ha sido rechazada de plano por el Consejo Escolar que, además, es partidario de que los alumnos puedan repetir curso en casos extraordinarios. La cuestión es cómo discernir en qué situaciones han quedado rezagados por decisión propia o si lo han hecho por carecer de los instrumentos necesarios para engancharse a las clases virtuales. Es preciso tener en cuenta que al menos el 10% de los 8,2 millones de alumnos de las enseñanzas regladas no universitarias carecen de Internet en sus hogares. Aplicar un rasero único sin valorar los desequilibrios tecnológicos a la hora de evaluar el aprendizaje durante la cuarentena sería una medida injusta que perjudicaría a los sectores menos favorecidos.

Especial relevancia adquiere la situación de los estudiantes convocados a Selectividad. Algunas voces reclaman que los exámenes solo contemplen la materia que se ha impartido hasta marzo. La decisión sobre los contenidos de la prueba de acceso a la Universidad está todavía pendiente y se espera que próximamente haya un pronunciamiento por parte del Ministerio de Educación y de las comunidades, pero parecería razonable que para garantizar la igualdad de oportunidades el examen se circunscribiera al temario anterior a la declaración del estado de alarma. Sería la mejor manera de no perjudicar al colectivo de estudiantes más vulnerable, aquellos que han quedado desconectados de las clases on line por falta de equipamiento. Ante un curso alterado abruptamente en todas las etapas escolares por la emergencia sanitaria, las autoridades educativas deberían aplicar criterios acordes a las circunstancias.

Fuente del artículo: https://elpais.com/elpais/2020/04/09/opinion/1586448633_568887.html

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Respuesta abierta de un profesor universitario

Por: Pedro Pablo Rojas. 

El arquitecto docente Pedro Pablo Rojas responde al articulo «“Pagué 20 millones por el semestre en Los Andes para que me den clases por internet” con 10 reflexiones

RESPUESTA AL LETARDO DE LA CLASE VIRTUAL

Soy docente Universitario y pese a estar de acuerdo -en parte- con el articulo, debo manifestar algunas cosas las cuales resumo en estos puntos:

  1. Esta cuarentena es una coyuntura para la cual –y pese a que se venia venir- NADIE estaba preparado, ni siquiera la mejor Universidad de Colombia como se ha demostrado.
  2. El trabajo de los docentes (no solo el mío), ha sido un reto enorme que de una u otra manera –el tiempo lo dirá- supuso un cambio y una ruptura en un paso que la educación y la manera de enseñar debió haber dado, al cual nunca se atrevió.
  3. Siempre creí que esta transición seria muy dura para los docentes pero qué como demuestra la realidad, ha sido  mucho más dura para los estudiantes.
  4. La virtualidad nuca remplazará a la presencialidad, eso se da por hecho, pero debemos estar abiertos y acostumbrarnos a la transmisión del saber dentro de un tiempo, más que en un determinado espacio.
  5. Algunos estudiantes (con mucha razón) se han quejado, más que por aprender, por la acostumbrada manera convencional y tradicional de recibir la educación, y considero, este es el enorme paradigma que YA debemos superar. Si bien es cierto el conocimiento se profesa, estamos en una era en que este se debe buscar a partir de interrogantes que no deben estar supeditados al aula.
  6. No crean que para los profesores ha sido fácil, de hecho, y en mi caso, esto ha sido mas dispendioso toda vez que ha conllevado a trabajar casi el triple para depurar y permitir que el material de enseñanza vaya acorde con la expectativa de unos junto a la carencia de interés por parte de otros aprendices. Ni que decir con docentes mayores que han hecho su mejor esfuerzo para aprender tecnologías y aplicaciones ajenas en pro de una nueva manera de instruir, pese a que ni siquiera manejan un celular.
  7. No es critica, de hecho, a parte de ser docente también soy estudiante de doctorado, pero el enorme problema de la formación en Colombia es que pese a que los alumnos reclaman cambios, aun se insiste en la manera convencional en la cual se asume que la presencia del docente va ligada con la premisa condenatoria para quienes no asistan y presten atención.
  8. Sé que no es el pensar de todos, pero si de una gran mayoría, que no ve oportunidades sino que se arropan con las talanqueras consabidas de la queja constante. ¿Porqué me enseñan igual?, ¿porque me enseñan diferente?
  9. Sí en los Andes se siente esa percepción, ¿Qué se podrá pensar en las demás?, y aunque no trabajo en dicha institución, todos los días (no solo de la cuarentena) me levanto muy temprano con la enorme convicción de hacer las cosas a la altura de las circunstancias, con la mayor honestidad y comprendiendo que esto ha sido complejo para todos, bajo la enorme convicción qué, pese a estos duros tiempos,  saldremos fortalecidos no solo como sociedad sino como un país que de una u otra manera ha reclamado desde hace dos siglos lo que esta pandemia ha logrado en tan solo dos escasas semanas de su aparición. Un cambio en la manera de enseñar y de aprender.
  10. Remato con la enorme inquietud que atormenta la relación sincrónica estudiante-profesor en torno a la evaluación, como ese gran vacío de la educación, en la cual ya debemos entender que no solo son las notas lo que vale sino el compromiso y actitud en la relación hacia el cambio pedagógico, el cual y dadas las circunstancias ya se inició.

Fuente de la reseña: https://www.las2orillas.co/respuesta-abierta-de-un-profesor-de-la-universidad-de-los-andes/

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Italia da un aprobado general a sus estudiantes. ¿Qué pasará en España?

Europa/ Italia/ 06.04.2020/ Fuente: www.diariodenavarra.es.

Italia es el espejo en el que los españoles nos miramos, conscientes de seguir un proceso similar en la crisis del covid-19, separado por un par de semanas en el tiempo. Allí, ya se está ultimando un decreto ley que liquidaría el año académico y prepararía el regreso a las aulas ya en el próximo septiembre. España todavía no ha tomado esta decisión ¿Volverán los alumnos a clase antes de final de curso?

Los italianos han comenzado a planificar cómo afrontar el curso que viene. La opción que gana enteros es iniciar el próximo curso con los alumnos más rezagados, a los que esté afectando más especialmente el curso perdido. De esta forma, las clases del curso 2020-2021 empezarían algo más tarde para el conjunto de los alumnos.

La principal dificultad es qué hacer con los jóvenes que debían enfrentarse a la selectividad (maturità en italiano). Si las clases se reanudan el 18 de mayo, se prepararía un calendario abreviado para llegar a las pruebas. Si no, no habrá examen escrito, sino oral a través de una plataforma on line.

ESPAÑA, ANTE VARIOS ESCENARIOS

En España, el Consejo Escolar del Estado -que agrupa a toda la comunidad nacional- votará mañana martes una propuesta sobre qué puede hacerse con lo que queda de curso. El sector educativo se está planteando varias posibilidades.

Lo que parece claro es que la opción de alargar el curso a julio no convence a nadie. Así lo expresado también el Departamento de Educación del Gobierno de Navarra que, aunque no descarta la vuelta a la docencia presencial, considera que no hay que alargar el curso más allá del mes de junio porque tanto el alumnado como el profesorado «necesitan un periodo vacacional».

Los expertos plantean tres escenarios: que las clases presenciales se reanuden a finales de abril, que lo hagan en mayo o que no se pueda volver a las aulas. Para los dos primeros casos, el texto pide que no se avance en el currículo y la evaluación se centre el repaso de los contenidos ya estudiados. Si se da el tercero de los escenarios y no hay forma de volver a clase, se realizaría la evaluación de forma telemática. En todos los casos, los resultados del tercer trimestre servirían para el conjunto del curso.

El caso más complejo se daría en 4º de la ESO y 2º de Bachiller, ya que son cursos que otorgan títulos. Lo excepcional de la situación también ha hecho plantearse que para la obtención de los títulos de la ESO y Bachillerato sirvan los resultados del tercer trimestre, aunque en los dos anteriores se hubieran suspendido asignaturas. Así, y de forma extraordinaria, la tercera evaluación serviría «como recuperación de la dos anteriores y, en consecuencia, permitirá la obtención del título».

Fuente de la noticia: https://www.diariodenavarra.es/noticias/vivir/educacion-familia/2020/04/06/italia-aprobado-general-estudiantes-que-pasara-espana-686580-3198.html

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