China copa la cima del informe PISA entre críticas por la presión escolar

Asia/China/05 Diciembre 2019/El país

Los excelentes resultados de China continental, Macao y Hong Kong contrastan con las críticas domésticas ante la presión que el sistema educativo impone a los estudiantes

China continental —representada por Pekín, Shanghái, Jiangsu y Zhejiang— se sitúa primera en el podio de la evaluación educativa PISA con una valoración media de 578 puntos. A la región administrativa especial de Macao le ha correspondido el bronce (542) por delante de Hong Kong, cuarta (530). Solo otro país asiático, Singapur, segundo (556), ha logrado interponerse en la hegemonía del sistema educativo chino, el cual, sin embargo, es objeto de críticas dentro del país por la presión que sufren los escolares.

China triunfa en todo: lectura, matemáticas y ciencia. Incluso «su 10% inferior mostró una capacidad lectora superior a la media de los países de la OCDE», remarca Ángel Guría, secretario general del organismo, en el prefacio del informe. Aunque la victoria tiene, no obstante, truco: las cuatro regiones seleccionadas son las más ricas del país. Ordenadas de acuerdo a su PIB per cápita según datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas china, Pekín es la primera, Shanghái la segunda, Jiangsu la cuarta y Zhejiang la quinta de un total de 31 provincias de riqueza muy desigual. Solo las cifras de esta última —98.643 yuanes en 2018 (unos 12.600 euros)— suponen más del doble de cualquiera de la mitad inferior. Precisamente por eso, el propio informe reconoce que el nivel educativo en estos cuatro territorios, cuya población conjunta supera los 180 millones de habitantes, “está lejos de representar a China por completo”.

Lenora Chu, periodista y autora del libro Little Soldiers —Pequeños soldados, en inglés— sobre el sistema educativo chino apunta por teléfono que, pese a los condicionantes, “los resultados merecen atención ya que, aunque la muestra comprende a las provincias más prósperas del país, su nivel de ingresos per cápita sigue siendo inferior a la media de los países de la OCDE [36.750 euros en 2018]”. “Hay tres razones fundamentales que explican esto”, añade, “la primera es que escolarización de los hijos se afronta como un esfuerzo de toda la familia, hasta el punto de constituir el primer gasto del hogar; la segunda es un método de aprendizaje en el que la memorización tiene un mayor peso; y, por último, una mentalidad de crecimiento: los alumnos entienden el éxito como una cuestión de trabajo más que de capacidad intelectual”.

La educación en China se ha caracterizado tradicionalmente —haciendo del habla popular ciencia— por el trabajo intensivo. Los resultados de PISA reflejan, en efecto, que los escolares chinos son los segundos más aplicados con más de 55 horas semanales de estudio sumando aula y casa, muy por delante de las 44 de media de la OCDE. “El Gobierno chino necesita que sus ciudadanos crean en el sistema, en la idea de que si trabajas lo suficientemente duro alcanzarás un futuro mejor: esa es la base sobre la que el partido ha edificado su legitimidad”, apunta Chu. La escolarización es para los jóvenes, por tanto, “una manera de asegurar que se mantienen en esa escalera”.

El sistema educativo del gigante asiático está atravesado de sucesivos cortafuegos: grandes exámenes como el zhongkao —al acabar la escuela primaria— o el gaokao —antes de acceder a la universidad— sin los que no es posible alcanzar el siguiente escalón. Esto provoca que, como si de una competición se tratara, muchas familias opten por complementar el aprendizaje de sus hijos con una segunda escuela, para así garantizar los mejores resultados posibles en clase. Es el caso, por ejemplo, de Chen Shiyu, una niña de 10 años, alumna de un centro de primaria en el norte de Pekín. Según cuenta su madre, Chen tiene un tutor privado con el que estudia chino, inglés y matemáticas, las tres asignaturas fundamentales a su edad. “Lo hacemos para asegurarnos de que pase de nivel y, sobre todo, por su confianza personal: si las cosas no le van bien en clase, no tendrá seguridad en sí misma y no querrá ir a la escuela”.

Ello se traduce en que, en una jornada normal, Chen termina su segunda ronda de clases a las cinco de la tarde. Hasta las diez, hora en la que se va a la cama, tendrá que cenar y hacer deberes por partida doble, colegio más academia, durante una media de tres horas, por lo que su madre calcula que solo disfruta de una hora de tiempo libre al día. “Todos los padres sufren por no poder dejar que sus hijos disfruten de la infancia”, explica, “pero al mismo tiempo el resto de niños están aprendiendo cosas y hay una enorme presión competitiva”.

El sistema educativo chino mantiene, de este modo, un extraño equilibrio: de un lado, excelentes resultados en los test internacionales; de otro, fuertes críticas por producir “graduados con puntuaciones altas, habilidades bajas y salud débil”, tal y como exponen los investigadores Xu Zhao, Robert L. Selman y Helen Haste en un estudio titulado Estrés académico en las escuelas chinas. Este texto se hace eco de una encuesta según la cual, de una muestra de más de 2.000 niños chinos, un 81% aseguraba preocuparse “mucho” por los exámenes y un 73% confesaba haber sufrido castigos físicos a causa de su desempeño escolar. El Libro Azul de Educación publicado en 2014 por el Gobierno del país ya apuntaba que el 93% de 79 suicidios de jóvenes investigados ese año estaban relacionados con cuestiones académicas.

Todo esto está empezando a cambiar. En el distrito en el que vive Chen, las autoridades locales han comenzado a limitar la cantidad de deberes, en algunos casos hasta eliminarlos por completo. “El ministerio de educación está desarrollando un enorme esfuerzo para reformar el sistema. Creen que los niños trabajan demasiado duro y desean prepararlos para una educación más moderna, haciendo énfasis en la creatividad y la flexibilidad”, explica Chen, quien no es optimista. “Creo que fundamentalmente las cosas no han cambiado. Puede que los niños dejen de tener deberes en el colegio, pero seguirán realizando tareas relacionadas con sus actividades extracurriculares para obtener más ventajas competitivas frente a sus compañeros”. Una frase del informe PISA resume lo que está en juego: “la calidad de las escuelas hoy alimentará la fortaleza de la economía mañana”.

Fuente: https://elpais.com/sociedad/2019/12/03/actualidad/1575374189_233671.html

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Colombia, el país de la Ocde con los resultados más bajos en las pruebas Pisa 2018

América del sur/Colombia/05 Diciembre 2019/Semana

El país desmejoró en ciencia y lectura, mientras que en matemáticas hubo un avance apenas mínimo. Los resultados empeoraron comparados con el examen de 2015.

Entre el 25 de abril y el 18 de mayo de 2018, más de 8.500 alumnos de 250 colegios, públicos y privados de todo el país, que en ese momento tenían 15 años, presentaron las pruebas Pisa. El examen mide el rendimiento académico de los alumnos de cada país en matemáticas, ciencia y lectura.

Por quinta ocasión, Colombia participó de la prueba que adelanta cada tres años la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde). Como el país ya hace parte de ese privilegiado escenario, había mucha expectativa por los resultados de la prueba aplicada el año pasado. Una de las razones es que en la pasada edición, de 2015, el país registró una mejora importante en cada una de las competencias evaluadas, aunque se mantenía alejado del promedio de resultados de los otros países miembros.

Sin embargo, los resultados de la prueba Pisa 2018, que publicó la Ocde este martes, evidencian un preocupante panorama en todo sentido. Se mantiene la brecha entre Colombia y el promedio de los países que pertenecen a la organización, y además se desmejoró en los resultados de ciencia y lectura, mientras que en matemáticas hubo un avance apenas mínimo.

Para este año participaron de la prueba 79 países, 37 que son miembros de la Ocde (incluido Colombia), y el resto son países colaboradores de la organización. Colombia obtuvo los resultados más bajos de los países que pertenecen a la Ocde, y según el informe Pisa sus resultados se equiparan a los obtenidos por países no miembros como Albania, Macedonia del Norte y Qatar.

Colombia solo supera a España en comprensión lectora, pues la Ocde aplazó la entrega de los resultados de ese país por encontrar un “comportamiento de respuesta inverosímil” en los colegios.

Retroceso en comprensión lectora

Para 2015 Colombia obtuvo 425 puntos en la prueba de lectura, sin embargo para la más reciente edición se evidenció un retroceso importante al obtener 412 puntos, mientras que el promedio Ocde es de 487 puntos. Es decir, el país desmejoró en 13 puntos en esta competencia.

De acuerdo con el análisis de la Ocde, en Colombia el 50 % de los estudiantes alcanzaron al menos el nivel 2 de competencia en lectura (de 408 a 480 puntos). Los estudiantes que quedaron en este nivel como mínimo están en capacidad de identificar la idea principal en un texto de extensión moderada, encontrar información basada en criterios explícitos.

Sin embargo solo un 1 por ciento de los estudiantes de Colombia se ubicaron como los de mejor rendimiento en lectura, es decir, alcanzaron el Nivel 5 o 6 en la prueba Pisa de lectura (más de 620 puntos), mientras que el promedio Ocde es de 9 por ciento. En estos niveles, los estudiantes pueden comprender textos largos, manejar conceptos abstractos o contradictorios y establecer distinciones entre hechos y opiniones.

¿Qué pasó en la ciencia?

En la prueba de 2015 Colombia tuvo una mejora sustancial en esta competencia, al pasar de una calificación de 399 en 2012 a 416 las pruebas pasadas. Los recientes resultados muestran que el país no pudo mantener ese ritmo de mejora, y por el contrario bajó su calificación a 413 puntos, lejos del promedio Ocde, que es de 489 puntos.

Según el análisis que presentó la organización, poco menos del 50 por ciento de los estudiantes colombianos alcanzaron el nivel 2 en ciencias (la media de la Ocde es de 78 por ciento). Como mínimo, estos estudiantes pueden reconocer la explicación correcta de fenómenos científicos familiares.

Leve mejora en matemáticas

En matemáticas los estudiantes colombianos obtuvieron un puntaje promedio de 391, una leve mejora frente a los 390 puntos de media obtenidos en 2015, pero aún alejados del promedio de los países pertenecientes a la Ocde que es de 489 puntos.

De los 8.500 estudiantes colombianos que presentaron la prueba, cerca de 35 por ciento alcanzaron el nivel 2 o superior en matemáticas (el promedio Ocde es de 76 por ciento). Como mínimo, dichos estudiantes son capaces de interpretar y reconocer, sin instrucciones directas, cómo representar matemáticamente una situación simple, por ejemplo, comparar la distancia total entre dos rutas alternativas o convertir precios a una moneda diferente.

En cuanto a los estudiantes que quedaron en el nivel 5 y 6, los de mejor resultado, solo un 1 por ciento de los colombianos alcanzaron este puntaje en matemáticas, mientras la media de la Ocde es del 11 por ciento.

¿En qué se destacan hombres y mujeres?

En todos los países y economías que participaron en Pisa 2018, las mujeres superaron significativamente a los hombres en lectura, por 30 puntos de media en todos los países de la Ocde. En Colombia, la brecha de género en lectura (10 puntos) fue menor que la brecha media.

En cuanto a las matemáticas, en Colombia los hombres superaron a las mujeres por 20 puntos, brecha mayor que la brecha de género promedio en matemáticas en todos los países de la Ocde (5 puntos).

Para el caso de la ciencia, en el promedio Ocde las mujeres aventajan ligeramente a los hombres por dos puntos, pero en Colombia el comportamiento es opuesto, pues los hombres superaron a las mujeres en ciencias por 12 puntos.

¿Cómo es el ambiente escolar en el país?

Adicionalmente, en las pruebas Pisa se preguntó a los estudiantes de cada país diferentes aspectos sobre su vida y entorno escolar, con el fin de tener un panorama completo de la educación.

Los resultados entregados por la Ocde indican que en Colombia, 32 por ciento de los estudiantes reportaron haber sido víctimas de bullying o acoso escolar por lo menos alguna vez al mes, en comparación con 23 por ciento de media en todos los países miembros.

Al mismo tiempo, 84 por ciento de los estudiantes colombianos (y 88 por ciento de los estudiantes en promedio en todos los países de la Ocde) estuvieron de acuerdo o en fuerte acuerdo con que es bueno ayudar a los estudiantes que no pueden defenderse por sí mismos.

Por otra parte, 20 por ciento de colombianos (media de la Ocde: 26 por ciento) informaron que, en todas o casi todas las clases su profesor tiene que esperar mucho tiempo para que los estudiantes se calmen.

Finalmente, en Colombia, 73 por ciento de los estudiantes (media de la Ocde: 67 por ciento) informaron que están satisfechos con su vida (estudiantes que reportaron estar entre 7 y 10 en la escala de 10 puntos de satisfacción con la vida). 

Fuente: https://www.semana.com/educacion/articulo/como-le-fue-a-colombia-en-las-ultimas-pruebas-pisa/642984

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México: Hay un alarmante problema de acoso, según PISA

México/24 de Abril de 2017/Identidad Latina

 

La mayoría de los estudiantes de 15 años se considera feliz, pero el acoso escolar, que afecta a cerca de 1 de cada 5 alumnos, sigue como un problema «alarmante», reveló hoy el denominado informe PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La directora gerente de la OCDE, la mexicana Gabriela Ramos, presentó los resultados de la primera evaluación sobre el bienestar de los estudiantes del Programa Internacional de Evaluación de los Alumnos (PISA), realizada a adolescentes de 15 años que también pasaron por las pruebas de ciencias, matemáticas y lectura en 2015.
En videoconferencia desde París, Ramos afirmó que, como media, en los 34 países de la OCDE, los alumnos manifestaron un nivel de 7,3 sobre 10 cuando se les preguntó por el grado de satisfacción con la vida.
De acuerdo con la encuesta, que incluyó 72 países y economías, los estudiantes de la República Dominicana (8,5), México (8,3) y Costa Rica (8,2) son los que dijeron ser más felices, mientras que los que registraron una mayor insatisfacción fueron Turquía (6,1), Corea del Sur (6,4) y Hong Kong (6,5).
En general, los varones expresaron estar más contentos con sus vidas que las mujeres; como media en la OCDE, el 29 % de las estudiantes expresaron estar satisfechas, frente al 39 % de los chicos.
Ramos lo atribuye a que las adolescentes sufren un «bombardeo de modelos nocivos en medios de comunicación y redes sociales» que les hace no estar satisfechas de cómo son y tener un mayor nivel de autocrítica respecto a su cuerpo.
El informe destaca que el 18,7 % de los alumnos de 15 años de países de la OCDE sufren acoso escolar en cualquiera de sus formas -burlas, amenazas, agresión física- al menos «unas cuantas veces al mes».
Hong Kong (32,3 %) y Letonia (30,6 %) encabezan el listado de lugares participantes en la encuesta con un mayor nivel de acoso.
«Hay una proporción alarmante de estudiantes que reportan ser víctimas», por lo que es imprescindible fomentar programas «integrales» de prevención contra el acoso escolar que centren sus acciones en alumnos, maestros y familias, afirmó Ramos.
En cuanto a la relación que los docentes tienen con los alumnos, uno de cada cinco estudiantes dijeron haber recibido un trato injusto por parte de sus maestros. Es decir, les trataron con dureza, les ofendieron o ridiculizaron frente a sus compañeros.
La alta funcionaria de la OCDE señaló además que existe una correlación entre los estudiantes que quieren ser los mejores de su clase con los que sufren un mayor nivel de ansiedad.
El 56 % de los jóvenes de los países de la OCDE encuestados manifestaron sufrir ansiedad de cara a los exámenes, aunque se hayan preparado para ellos.
Los sistemas educativos que son de mayor «interés» son aquellos en los que hay un menor nivel de ansiedad y unos mejores resultados, apuntó Ramos.
Estos se caracterizan por ser exigentes, pero a través de unos docentes que demandan resultados a los jóvenes «de una manera mucho más cuidadosa» y consiguen motivarlos, con un amplio abanico de técnicas.
Asimismo, Ramos dijo que se ha detectado que hay un «círculo virtuoso» que hace que, cuando hay conversación entre padres e hijos, se eleva el nivel de desempeño y de satisfacción.
Por otra parte, de media, el 44 % de los adolescentes de 15 años de la OCDE piensan terminar los estudios universitarios.
En Colombia, Corea del Sur, Catar y Estados Unidos más de tres de cada cuatro personas tienen esa expectativa, subraya el informe.
Como herramientas específicas a desarrollar tras los resultados del informe, la directora gerente de la OCDE señaló la importancia de «invertir en la capacitación de los maestros», para que puedan personalizar la enseñanza dependiendo de lo que requiera cada alumno.
También destinar recursos a los sistemas de apoyo para los alumnos que se quedan atrás y examinar la carga de trabajo de docentes -ya que algunas clases presentan un elevado número de estudiantes- y las horas lectivas de los alumnos.
La evaluación PISA 2015 fue completada por 540.000 estudiantes, quienes representaron a unos 29 millones alumnos de 15 años de 72 países y economías.

Fuente: http://identidadlatina.com/alarmante-problema-acoso-segun-pisa/

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