Ecuador: Auditoría determinará si 5 universidades pierden beneficios tributarios por supuesta vinculación a paraísos fiscales

 ElComercio/15 de julio de 2016

Leonardo Orlando, director del Servicio de Rentas Internas (SRI), explicó los supuestos vínculos de las autoridades de universidades con empresas que les proveen de bienes y servicios o que tienen integrantes en paraísos fiscales. Lo hizo en comparecencia ante la Comisión de Justicia de la Asamblea Nacional, este jueves 14 de julio del 2016. En la sesión, Orlando se refirió únicamente al proceso de investigación que se efectúa a cinco universidades. «Se están realizando auditorías en el caso de las universidades y se verificará si hubo ánimo de lucro», sostuvo.

Los resultados de este proceso de investigación determinarán -dijo Orlando- si estas instituciones educativas pierden los beneficios tributarios con los que hoy cuentan como la exoneración al impuesto a la renta (IR). Explicó que estos centros reciben estas exenciones porque son consideradas como instituciones sin fines de lucro. Indicó, además, que se indagará si hubo incumplimiento de los fines estatutarios y que se investigará el destino de los excedentes de su actividad.

La entidad cuestionó que gran cantidad de los excedentes de la actividad de estos centros fueran, al parecer, sacados del país. Según Orlando, son las autoridades de esos centros o sus familiares quienes tienen relación con paraísos fiscales o están mencionados en los llamados Papeles de Panamá. Sin embargo, Orlando indicó que hasta este momento no se ha determinado si hubo actos ilícitos. «Somos respetuosos del debido proceso. La comisión nos pidió comparecer y se ha notificado de forma pública la relación entre directivos y empresas que están relacionados con los Papeles de Panamá o que tienen residencia o vínculos con paraísos fiscales». El encargado de la entidad tributaria aseguró que hasta fin de año se tendrán los resultados.

Tomado de: http://www.elcomercio.com/actualidad/auditoria-universidades-paraisosfiscales-sri-investigacion.html

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La corrupción supone un sobrecoste y aumento de la deuda pública ¿Cómo pueden existir los paraísos fiscales si tenemos al FMI, G7 y la OCDE vigilando?

Por: Santiago González Vallejo

 

El volumen que manejan las guaridas fiscales es según la OCDE de 240.000 millones de dólares anuales. Durante muchos años. Ese volumen hace que las arcas públicas de todos los estados se debiliten y disminuya la progresividad fiscal.

En esta publicación no hay que argumentar el rechazo de lo que el propio capitalismo y sus rectores han creado y consolidado. Los paraísos o cuevas o guaridas fiscales (para señalar de forma más adecuada la ruindad de su objeto), están definidos por su opacidad –en lo que respecta a la ocultación de las personas físicas o jurídicas dueñas de los fondos depositados, y/o su origen, frecuentemente ligados a delitos-, y no pagar impuestos.

Los impuestos son una retracción de los ingresos de las personas para satisfacer los bienes y servicios públicos. El bienestar social, la educación, la sanidad, la previsión social, pero también la mutualización de limitar o hacer frente a riesgos sociales, ambientales o de seguridad, etc., se financian con impuestos. Hay una correlación entre impuestos y estado de bienestar. Porque si bien, los salarios, la negociación colectiva, son los ingresos directos de los trabajadores, los ciudadanos tienen otros ingresos ‘en especie’, los indirectos, que conforman todo un entramado de calidad de vida. Si no hay dinero, impuestos, se deterioran los servicios públicos, se privatizan –pasando al mercado y su distribución depende de la renta individual- o dejan de existir. Además, los impuestos facilitan una inversión colectiva que debe propiciar un desarrollo al país que favorece a todos y a su futuro.

La elusión fiscal de las multinacionales, cumplir la ley pero transferir los beneficios a territorios libres de impuestos, hace que éstas compitan deslealmente desde el plano fiscal con las pymes. Si McDonald’s no paga impuestos, estará en mejor posición para expandirse que una pyme de restauración. Y eso nuestros rectores lo han apoyado. Pero las patronales, dirigidas por esas multinacionales, reclaman menor presión fiscal, pero obvian esa asimetría fiscal y no reclaman que las multinacionales paguen lo mismo que las pymes y así la ciudadanía más cercana, sus clientes, tengan un mayor nivel adquisitivo (salario directo e indirecto).

Hay otras derivadas económicas. El flujo financiero que pasa por la opacidad de los paraísos fiscales, por delitos y elusión fiscal de las multinacionales, vuelve a los circuitos financieros e industriales, por medio de fondos de inversión que practican el capitalismo especulador y de corto plazo que retuercen las relaciones laborales y fomentan la deslocalización.

El volumen que manejan las guaridas fiscales es según la OCDE de 240.000 millones de dólares anuales. Durante muchos años. Ese volumen hace que las arcas públicas de todos los estados se debiliten y disminuya la progresividad fiscal. Por eso, y por la guerra a la baja en los tipos fiscales al capital, cuando no a acuerdos específicos con multinacionales, como se ha visto en el país y periodo del actual presidente de la Comisión europea, Jean Claude Juncker.

La corrupción supone un sobrecoste y aumento de la deuda pública, alrededor de 120.000 millones de euros en la Unión Europea al año en detrimento del bienestar general. Ese hurto está amparado por la impunidad de las guaridas fiscales. Lo mismo se puede decir de otros delitos y negocios ilegales, tráfico de armas y personas, narcotráfico y delitos financieros.

Pero hay un gran volumen que transita por las guaridas financieras generados por empresas de gran prestigio, sean Google, Amazon, Microsoft, Apple, o empresas extractoras en los países en desarrollo o todas las meritorias primeras empresas españolas que cotizan en Bolsa que cuentan con 891 filiales en esas guaridas. No sólo es que haya evasión fiscal delictiva, es que los rectores económicos del FMI, el G7 y la OCDE y los gobiernos que las conforman han mirado a otro lado ante las prácticas de la elusión fiscal de las multinacionales y fraude de sus potentados con la necesaria complicidad del sector financiero. Y hay billones de dólares que no han sido declarados y han dejado de contribuir al bien común durante todos estos años.

Nuestros rectores económicos y legislativos han hecho leyes que facilitan crear empresas opacas impunes y salvaguardan la falta de transparencia financiera, siendo infructuosos los últimos intentos diseñados por la propia OCDE, quizá porque entre sus miembros, los países más ricos del mundo, cuentan con una importante entramado de centros que realizan ingeniería fiscal. Que el Primer ministro británico, ‘pillado’ en los papeles de Panamá, intente distraernos de su responsabilidad con una conferencia internacional contra la corrupción y, al mismo tiempo, no contemple eliminar la opacidad de 17 centros considerados guaridas fiscales, todos de soberanía británica (Jersey, Caimán,…) ni la forma de actuar de la propia City londinense dice casi todo del cinismo de los líderes. El presidente estadounidense Obama, a través del G7 mostró su preocupación por ese ‘fenómeno’, pero no puede mostrarse escandalizado por los papeles de Panamá cuando Estados Unidos rechaza compartir información bancaria, fiscal y financiera; la legislación financiera de Panamá esta plagiada de la del estado de Delaware, que le gana en domiciliación empresarial opaca -en un solo edificio de una planta figuran domiciliadas 285.000 sociedades; y este estado, junto con Dakota del Sur, Nevada y Wyoming son más opacos que los suizos y se disponen a ser anfitriones de las sociedades y potentados asustados de la brecha informativa de Panamá.

Todo esto hace que sea perentorio que la agenda política, sindical o de desarrollo contenga la lucha contra las guaridas fiscales. Desvelar el comportamiento de dirigentes empresariales, financieros, legisladores y gobernantes es fundamental. Movilizar a las Pymes contra sus desleales competidores. Compaginar la acción local, modificando la elección de los fabricantes de los productos que consumimos y cambiando nuestras cuentas bancarias a operadores financieros que no trabajen en guaridas fiscales; variar las condiciones en los concursos públicos locales para rechazar a empresas que tengan filiales o trabajen con guaridas fiscales, como lo acaba de hacer el Ayuntamiento de Barcelona o la región de Aragón, en el Estado español y en la propia negociación colectiva interesándonos por las actuaciones de las empresas donde trabajamos y plantear en nuestras organizaciones la lucha en ámbitos internacionales, reclamando el concurso de las Naciones Unidas.

Lo más rápido y fácil sería no dar personalidad jurídica a las empresas domiciliadas en los territorios de las guaridas, o gravar sustancialmente cualquier movimiento de fondos hacia o desde esos territorios.

Hay fórmulas para eliminarlos y mejorar la base imponible de todos los países. Falta voluntad política y para ello la ciudadanía debe exigir menos distracciones y ser más exigente con empresas, legisladores y políticos.

Fuente: http://www.mundoobrero.es/pl.php?id=5929

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Ciencia facción

ALAI/8 de abril de 2016/Por: Luis Casado

¿El nombre de H.G. Wells te dice algo? Wells, escritor inglés, es el autor de obras como “La Máquina del Tiempo” y “El Hombre Invisible”, célebres novelas clasificadas en el género de la ciencia ficción.

En “El Hombre Invisible”, un médico un pelín fallo al caldo estudia cómo cambiar el índice refractivo de una persona para que coincida exactamente con el del aire. Lográndolo su cuerpo no absorberá ni reflejará la luz, y se hará invisible al ojo humano. Es la cualidad del aire que conocemos como “transparencia”, también llamada translucidez. La transparencia se cuantifica como transmitancia, porcentaje de intensidad lumínica que atraviesa una muestra. Para medirla se utiliza un colorímetro o un espectrofotómetro. A 100% de transmitancia no ves nada: hay “transparencia”.

H.G. Wells tenía claro, en 1897, que ser “transparente” permite pasar piola. De ahí que su personaje, el Dr. Griffin, aproveche su invisibilidad para robar, enriquecerse y dominar, sin detenerse ante la violencia y el engaño.

Los “expertos”, que cada día nos venden la pomada de la libre competencia, son los vicarios de la “transparencia”. Visto lo que precede comienzas a comprender porqué.

Hace unos días, la televisión francesa, que en la materia es tan sopas tontas como la chilena, proclamó urbi et orbi el ranking de la transparencia en el mundo, citando, desde luego, al Vaticano auto-designado, al metro patrón, al sistema de referencia inercial en el que se verifica la invariancia de Galileo, al nec plus ultra de la translucidez, tengo el placer, el honor y la ventaja de presentarte a Transparencia Internacional.

En Francia, el uso inmoderado de los cilicios y otros adminículos destinados a la mortificación, el tormento, el suplicio y la penitencia, es deporte nacional. El pueblo francés tiene que comprender que sus “privilegios” –la seguridad social, el sistema de previsión por repartición, la educación pública, laica y gratuita, los transportes públicos, el sistema de sanidad pública y hasta el empleo– son injustificables e inmerecidos, y contribuyen poderosamente a la pérdida de “competitividad en los mercados internacionales”, arrastrando a Francia a su pérdida y a una decadencia definitiva.

De ahí que con un entusiasmo delirante, el charlatán de la TV arrojase a la cara de la ciudadanía, como un escupitajo condenatorio, el ranking de Transparencia Internacional, en el cual, horror de horrores Francia está en el mismo nivel de corrupción que… Chile. Como lo lees. ¡El país cuyo capítulo de Transparencia Internacional era presidido por un malandrín que traficaba en Panamá!

El informe no tiene pierde: en él “corrupción” y “transparencia” son antónimos. Cuando te digo que emporcando el idioma logran ocultar la realidad, no exagero.

Islandia y Gran Bretaña, cuyos primeros ministros poseen cuentas off-shore en Panamá, están muy por arriba, son muy “transparentes”. Suiza, cuyos bancos han sido condenados y multados por blanqueo de capitales, organización industrial de fraude al fisco y ocultamiento de los latrocinios de cuanto dictador hay en el mundo, también está entre los países más “transparentes”.

Cerquita de Suiza, Islandia y Gran Bretaña está Luxemburgo, otro paraíso fiscal, que ostenta el honor de haber tenido un ministro de finanzas y luego primer ministro, que durante 30 años consagró lo mejor de su tiempo a estafar a los países del primer mundo.

Monsieur Jean-Claude Juncker, así se llama ese forajido, blanqueó el dinero de 340 multinacionales, de las cuales 58 francesas. Cada año Jean-Claude Juncker le hizo perder al fisco francés la módica suma de 100 mil millones de euros. Multiplica por 30 y dime cuanto hace el total.

¿Qué hace ahora Jean-Claude Juncker? Preside la Unión Europea, la transparencia hecha continente.

Nótese que el Banco Mundial, una de las instituciones más inútiles que haya inventado la estulticia humana, ofrece a su vez otro ranking, llamado “Índice de facilidad para los negocios” o Doing Business. Ese índice premia o castiga a 189 países según dispongan de la reglamentación más favorable a las empresas. Los países mejor calificados son aquellos en los que las empresas encuentran la pensión Soto.

No te sorprenderá que el número uno sea Singapur, un paraíso fiscal, y los dos últimos Libia y Eritrea, países que occidente bombardea un día sí y el otro también. El drama de los migrantes, ¿te dice algo?

Sin embargo, como queda dicho, el mercado exige “transparencia”, tiene horror de los “privilegios” de que gozan los atorrantes, detesta la legislación laboral y se caga en los sindicatos que perturban la libre competencia. De modo que en Francia no nos queda más que avergonzarnos de figurar en las profundidades de las clasificaciones que, gracias a su ciencia infusa, nos ofrecen generosamente Transparencia Internacional y el Banco Mundial.

Por alguna razón, no puedo olvidar cómo terminó el hombre invisible en la novela de H.G. Wells. Después de robar y agredir, después de soñar con enriquecerse y dominar el mundo gracias a su “transparencia”, los lugareños logran atraparle y lo linchan.

No faltará quien diga que el populacho es violento e imprevisible. Por eso es buena la democracia protegida, ese esperpento inventado por quienes se dedicaron, y se dedican, a la ciencia facción.

Fuente: http://www.alainet.org/es/articulo/176620

 

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¿Qué son «Los Papeles de Panamá»?: diez claves para entender esta investigación

InsurgenciaMagisterial/Por: El Confidencial. 08/04/2016

Destapamos los documentos de una de las mayores fábricas de sociedades offshore del mundo, el despacho de abogados panameños Mossack Fonseca.

El Confidencial, en colaboración con La Sexta, publicó en exclusiva este domingo ‘Los Papeles de Panamá’, una investigación que llega al corazón de uno de los más importantes despachos de abogados especializado en la creación de sociedades ‘offshore’, Mossack Fonseca. Estas son las claves para no perderse en la maraña de información.

1. ¿Qué son «Los Papeles de Panamá»?
Son más de 11,5 millones de documentos internos del despacho de abogados panameño Mossack Fonseca, considerado como uno de los cinco mayores registradores mundiales de sociedades ‘offshore’, a los que han tenido acceso el diario alemán ‘Süddeustche Zeitung’ y el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ). Un equipo de más de 370 periodistas de un centenar de medios de comunicación de 76 países ha trabajado durante un año para analizarlos y arrojar luz sobre el secretismo que impera en la creación de sociedades en paraísos fiscales de todo el mundo. En España, las exclusivas de ‘Los Papeles de Panamá’ se publicarán en El Confidencial y La Sexta tras un trabajo periodístico conjunto iniciado en julio de 2015.

Los documentos abarcan casi 40 años de trabajo interno de la firma panameña, desde 1977 hasta diciembre de 2015. Los documentos secretos incluyen correos electrónicos, cuentas bancarias, bases de datos, pasaportes y registros de clientes del despacho, y revelan información oculta de 214.488 sociedades ‘offshore’ conectadas con más de 200 países.

2. ¿Qué es y a qué se dedica Mossack Fonseca?
Mossack Fonseca es un despacho de abogados creado en Panamá en 1986, cuando el panameño Ramón Fonseca y el alemán Jürgen Mossack unificaron sus dos bufetes bajo un mismo nombre. A día de hoy, tiene presencia en todos los continentes -con sedes europeas en Londres, Luxemburgo, Suiza, Malta y Gibraltar- y está especializado en derecho comercial y creación de estructuras internacionales. Es el segundo bufete de Panamá por incorporación de sociedades en el registro mercantil local y una de las cinco mayores firmas del mundo en creación de compañías ‘offshore’.

El despacho ha sido acusado en varias ocasiones de ayudar a ciudadanos de otros países a evadir sus impuestos. El pasado mes de febrero, la policía brasileña ordenó detener a cinco empleados del despacho por su implicación en el esquema de blanqueo de dinero por parte de directivos de la empresa pública Petrobras. Un año antes, una investigación judicial en Alemania acusó a Mossack Fonseca de haber ayudado a cientos de clientes del Commerzbank, el segundo banco del país, a ocultar su patrimonio en Luxemburgo. En España, el nombre de Mossack Fonseca ha sonado sobre todo por la implicación de una de sus sociedades en el caso del ático del expresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González.

3. ¿Qué personalidades relevantes aparecen en «Los Papeles de Panamá»?
Doce jefes de Estado o primeros ministros, 128 políticos, 61 familiares o socios cercanos a líderes políticos, entre ellos amigos íntimos del presidente ruso Vladimir Putin, pero también futbolistas, empresarios o actores. En las próximas semanas El Confidencial y La Sexta detallarán los nombres españoles de mayor interés público y el funcionamiento interno de esta enorme maquinaria ‘offshore’.

Fotogalería: todas las caras de la investigación 'Los Papeles de Panamá'

4. ¿Qué es un paraíso fiscal?
‘Paraíso fiscal’ es una mala traducción del inglés ‘Tax Haven’, literalmente ‘refugio fiscal’. Pero el concepto es el mismo. Se trata de lugares donde la creación de sociedades mercantiles es una de las principales, cuando no la única, industria del país. Por ejemplo, en Islas Caimán hay dos sociedades registradas por cada habitante. Su éxito reside en las enormes ventajas fiscales que ciudadanos de otros países pueden obtener utilizando estas sociedades y en el secreto bancario, necesario para ocultar bienes o patrimonio a las autoridades fiscales de cada país.

Tres de cada cuatro sociedades que aparecen en los documentos están registradas en Islas Vírgenes Británicas o Panamá.

No existe una lista global oficial de paraísos fiscales. Cada país decide por sí mismo con qué jurisdicciones firma acuerdos tributarios o de intercambio de información, lo que ha permitido a la OCDE eliminar a una treintena de países de su lista de estados ‘no cooperativos’ fiscalmente. En junio de 2015 la Comisión Europea publicó su propia lista de 30 países que considera como paraísos fiscales. El requisito utilizado por la Comisión Europea para confeccionar este listado es que estos Estados sean considerados paraísos fiscales por al menos diez países miembro. Panamá es uno de ellos, pero para España dejó de serlo cuatro años antes, en 2011, con la firma de un acuerdo de doble imposición. El mismo caso ocurre con Andorra. Cuando se publicó la lista comunitaria de paraísos fiscales, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, habló de “armonizar” el listado europeo con los de cada país.

5. ¿Qué jurisdicciones aparecen en los documentos?
El hecho de que Mossack Fonseca sea un despacho en Panamá no implica que sólo creara sociedades en ese país. La mitad de las sociedades que aparecen en los documentos internos de Mossack Fonseca fueron registradas en Islas Vírgenes Británicas, jurisdicción considerada un paraíso fiscal también por España. Se trata de 113.648 compañías.

6. ¿Qué es una sociedad ‘offshore’? ¿Para qué se utiliza?
Se llama ‘offshore’ a cualquier sociedad creada según las leyes de un Estado extranjero y cuya actividad se realiza fuera de la jurisdicción en la que está registrada. Por esta razón, el término se utiliza para denominar aquellas compañías creadas en un paraíso fiscal, donde no llevan a cabo ninguna actividad sino que aprovechan las ventajas fiscales y de secretismo de la jurisdicción.

Estas sociedades se pueden utilizar simplemente para acumular patrimonio, pero a menudo tienen otros fines, como comprar acciones, bienes o desviar beneficios personales o de una empresa. Además, como reveló la ‘lista Falciani’, también publicada por El Confidencial hace un año, o el citado caso del Commerzbank alemán, se utilizan también para abrir cuentas bancarias en otros países -básicamente en Suiza, pero también en otros países con secreto bancario como Andorra o Mónaco- a nombre de estas sociedades y que los beneficiarios últimos puedan ocultar su identidad para eludir así el pago de impuestos.

Las nuevas leyes antiblanqueo obligaban a los bancos de estos países a informar de los titulares de cuentas a nombre de una persona pero no si estaban a nombre de una sociedad, con lo que bastaba con crear una sociedad en Panamá, por ejemplo, para mantener oculta su identidad. De ahí la denominación de “sociedades pantalla”, puesto que su único fin era ocultar el verdadero dueño del patrimonio y no tenían ninguna actividad real mercantil.

El hecho de que una sociedad se abra desde Panamá no significa que esté registrada en ese país. Como demuestran los documentos a los que se ha tenido acceso para esta investigación, uno de los servicios que proveen despachos como Mossack Fonseca es justamente el de buscar la solución más adecuada a las necesidades de su cliente, moviendo las compañías a jurisdicciones que garantizan mayor secretismo y se adaptan mejor a las demandas de los beneficiarios.

7. ¿Quién puede constituir una compañía ‘offshore’?
Cualquier persona o entidad puede poseer una sociedad ‘offshore’. Pero según muestran ‘Los Papeles de Panamá’, es muy complejo hacerlo sin un buen intermediario, generalmente un experto fiscal. Se trata de una pieza clave en la maquinaria ‘offshore’ y es un papel en el que destacan los despachos de abogados. Por cuenta de su cliente, contactan con Mossack Fonseca para crear el esquema que mejor se adapte a los intereses y necesidades del beneficiario. Son ellos quienes gestionan la parte burocrática y administrativa. En la mayoría de los casos, Mossack Fonseca no entra en contacto con el verdadero beneficiario de la sociedad.

Los documentos a los que este diario ha tenido acceso revelan además que varios grandes bancos internacionales han ejercido de intermediarios, con la adquisición de firmas ‘offshore’ que ofrecen a sus clientes para realizar inversiones o abrir cuentas bancarias.

8. ¿Cómo se constituye una compañía ‘offshore’?
Una vez establecido el contacto con los representantes del beneficiario, el despacho panameño provee los administradores para la compañías. En el caso de Panamá son suficientes tres administradores y un accionista (o dueño). Ninguno de ellos tiene por qué ser el beneficiario final de la sociedad.

Estas personas pueden así ejercer como ‘testaferros’ (literalmente, ‘cabeza de hierro’ en italiano), hombres de paja que se utilizan para que no aparezca el nombre del verdadero dueño de la sociedad. Despachos como Mossack Fonseca proveen este servicio, por lo que es bastante frecuente que un testaferro coincida en varias sociedades sin que este hecho implique, por sí solo, que haya alguna conexión entre ellas.

Aun cuando se conoce el nombre de los administradores de una sociedad, es muy complejo llegar saber quién es su dueño.

Incluso conociendo el nombre de los administradores, no es fácil llegar al beneficiario final. Como en el caso del ático de González, suelen hacer falta requerimientos judiciales para descubrir quién posee realmente una compañía ‘offshore’.

El gran atractivo de las sociedades panameñas ha sido históricamente la posibilidad de tener acciones al portador, títulos cuya simple posesión física acredita la participación en una sociedad y hace extremadamente complejo rastrear los verdaderos dueños para las Haciendas nacionales. Es decir, aquellos que tenían cuentas en Suiza o Andorra podían crear una de estas sociedades en las que ni siquiera figuraba su nombre, sino que bastaba con tener en su poder las acciones físicas. En 2015 el Gobierno de Panamá tuvo que regular este tipo de acciones, entre otras medidas, para adaptar las leyes locales a las normas internacionales contra el blanqueo de dinero.

A día de hoy, la fórmula que garantiza mayor secretismo en Panamá es la Fundación de Interés Privado. Funciona como una sociedad, no está sujeta a ningún tipo de impuestos y no hay necesidad de desvelar beneficiarios ni de rellenar informes de cuentas. No por casualidad, Luís Bárcenas, extesorero del Partido Popular, utilizó este tipo de entidad para mover dinero en sus cuentas en Suiza.

9. ¿Es ilegal tener una sociedad en un paraíso fiscal?
No, es legal siempre y cuando el beneficiario declare la sociedad a las autoridades fiscales del país en el que reside. La Agencia Tributaria española hizo público que, de acuerdo con los últimos datos disponibles (2012), los contribuyentes han aprovechado la amnistía fiscal para repatriar patrimonio procedente en su mayoría de paraísos fiscales.

10. Si no es ilegal, ¿por qué es importante la publicación de «Los Papeles de Panamá»?
Por primera vez, se puede conocer en detalle el funcionamiento del mundo ‘offshore’. ‘Los Papeles de Panamá’ permiten, caso por caso, arrojar luz sobre cómo ricos contribuyentes, bancos y firmas de abogados han realizado operaciones poco éticas y al borde de la legalidad con la ayuda de Mossack Fonseca. La firma ha ejercido de guardián del secretismo de sus clientes incluso al descubrir que eran miembros de organizaciones criminales, traficantes de droga, políticos corruptos o evasores fiscales.

Fuente: http://www.elconfidencial.com/economia/papeles-panama/2016-04-03/papeles-panama-papers-claves-investigacion-mossack-fonseca_1177429/

Fotografía: elespectador

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