Por: Nathalia González Seligra y Federico Puy.
Ya arrancó la paritaria nacional docente y hubo reuniones en varias provincias. Nicolas Trotta, el ministro de Educación quiere quitar la cláusula gatillo y pide “responsabilidad” y mesura a la hora de discutir plata para educación y salarios, mientras su gobierno negocia pagar a bonistas y FMI. La deuda, es con la educación y las y los trabajadores. ¿Qué plantea la izquierda?
Necesitamos recuperar todo lo perdido bajo los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri. Nuestro salario perdió entre un 30, 40 o 50 por ciento (según informes de sindicatos provinciales) de poder adquisitivo, mientras que las grandes patronales amasaron fortunas. Las familias de nuestros chicos se quedaron sin trabajo, o hacen changas en forma precarizada y no llegan a fin de mes. La canasta básica familiar según el propio Indec está en $62 mil pesos y los alimentos aumentaron en enero un 4,7% y va a seguir subiendo porque anuncian nuevos tarifazos. Estas tarifas que tanto afectan a nuestros pibes y sus familias, que muchas veces el único plato de comida caliente que comen es en la escuela, porque prender una hornalla es un lujo.
La importancia de la cláusula gatillo
Comenzó la discusión paritaria y Hugo Yasky, diputado nacional por el Frente de Todos y dirigente de la CTA dijo por los medios que “la cláusula gatillo en las paritarias genera inercia inflacionaria», el mismo discurso que tiene Trotta y los funcionarios del gobierno. Estas declaraciones fueron en consonancia con las de Alberto Fernández.
Ya hay dos provincias afectadas por la quita de la cláusula gatillo, que correspondía a la negociación del año pasado a nuestro salario. Se movilizaron en Tucumán, los docentes junto a estatales y trabajadores de la salud, en Mendoza. En la provincia de Buenos Aires el gobernador Axel Kicillof, optó por los buitres antes que la educación. O la propia provincia de Chubut, donde los bonistas exigen $650mil millones de dólares a la provincia y se adeuda la cláusula gatillo a los docentes.
Yasky se hace eco de los funcionarios que quieren imponer paritarias maniatada y cuando se habla de aumento de salario nos piden que más seamos solidarios con los menos tienen. Los docentes trabajamos todos los días con las familias que vemos cómo ingresan en la más absoluta pobreza, sabemos de qué se trata, no nos las tienen que contar. Somos solidarios todos los días poniendo de nuestros bolsillos para material didáctico o ropa y zapatillas cuando una mamá nos cuenta porque no manda a sus hijos al colegio ¿Por qué a los que más ganaron con la era de Mauricio Macri no se les pide absolutamente nada?, y es más, en algunos casos le dieron nuevos beneficios como a las petroleras y mineras.
Miremos sino las fabulosas ganancias de los Bancos privados, solo en 2019 – $ 262.332 millones. Es decir, un 166% más que en 2018. Pero en cambio con nuestros viejos y viejas, el ajuste empieza a partir de una módica jubilación $ 16.200, para alguien que laburo años y años. Y a los trabajadores se les pide mesura ¿Porque no ajustan a los bancos, petroleras, grandes empresarios del campo?
La deuda es con los pibes y la educación
Desde hace muchos años la educación viene en caída libre, gracias a las políticas educativas neoliberales implementadas desde los 80, con una educación ligada a las necesidades de las grandes patronales, del trabajo precario y de la necesidad del capital de reproducir mano de obra barata. La baja en los presupuestos educativos, los constantes ataques a los docentes, la precarización enorme en la juventud y la constante pauperización de las familias que concurren a la escuela pública.
Aunque da bronca, vale la pena recordar que más de 700 mil chicos de 5 a 15 años trabajan en el país, y según UNICEF hay un 47,7 por ciento de los hogares con niños y adolescentes que no cubren la canasta básica y 5,6 millones de niños son pobres, de ellos, 1,3 millón está en la indigencia. Esto se profundizará. Hay que unirnos desde las escuelas con todas estas familias, con la juventud y organizarse, para pelear contra estas condiciones de vida que quieren imponernos.
¿Cómo salimos de esta crisis?
Con respecto a la crisis que dejó Macri y la deuda hay que tomar decisiones fuertes, como planteó nuestro compañero Nicolás del Caño y el Frente de Izquierda en campaña. Desconociendo esta deuda el país se ahorraría millones y millones, que como ya se demostró es ilegal, ilegítima y fraudulenta. Es falsa la idea de que se podía cumplir la deuda y frenar el ajuste. Mientras se negocie para pagar, la contrapartida va a ser una política que haga caer los costos sobre sectores de la clase trabajadora y el pueblo, nunca sobre los banqueros. Aunque lo quieran tapar con discursos de «solidaridad». Hay que hacer un gran ahorro nacional desconociendo soberanamente la deuda y volcando esas decenas de miles de millones de dólares a servicio de las necesidades del pueblo trabajador. Es lo contrario a subordinarse a los dictados del FMI y los buitres como está haciendo Alberto.
Por eso la tarea, tenemos que asumirla en conjunto trabajadores, estudiantes, familias jubilados movilizándonos e imponer en las calles otro programa, otra política al servicio de las mayorías. Esa es la solidaridad que tenemos que desarrollar, pelear juntos por nuestros intereses.
Para evitar la crisis y un posible “default”, se hace necesario desconocer la deuda no pagarla y nacionalizar la banca para que no fuguen los capitales, los mismos que se beneficiaron de la deuda, ya que los grandes bancos privados y todo el sistema está organizado no para proteger a los pequeños ahorristas (cómo vimos en 2001), sino para proteger a los mismos ricos que toman deuda fraudulenta y cada vez que las cosas se ponen feas la fugan al exterior.
El país recaudaría nacionalizando el comercio exterior, hoy en manos de las cerealeras y otras patronales agrarias, y seguramente con estas medidas habría decenas de millones de dólares por año para bajar las tarifas. Y nacionalizar el sistema energético para no quedar atrasados tecnológicamente y hacer un plan de obras públicas para construir un millón de viviendas, hospitales, escuelas, pagar a los jubilados la canasta básica, entre otras medidas de emergencia. Sólo una nacionalización de la banca y de las grandes empresas estratégicas podrá crear empleo y superar la pobreza.
¿Qué deben hacer nuestros sindicatos?
En toda la Argentina somos más de un millón y medio de docentes, de todos los niveles. Hay una escuela en cada pueblo y en cada ciudad. Miren la fuerza y la extensión que tenemos y el lugar que ocupamos. Somos parte, como trabajadores de la educación, del conjunto de la clase trabajadora en Argentina que van desde los que abren las escuelas, los que construyen casas, trabajan en las fábricas y comercios, y los que manejan los transportes. Nosotros trabajamos con los hijos e hijas de toda esta clase trabajadora.
Los sindicatos nacionales como CTERA tienen que tomar en sus manos estas problemáticas y convocar a movilizar. En primer lugar hay que poner en pie asambleas por escuela, por zona y distrito y debatir de abajo para arriba para tomar resoluciones. En relación al salario tenemos que defender la cláusula gatillo y conseguir un aumento que nos permita superar realmente a la inflación. Pelear por un básico unificado nacional sin sumas en negro, nacionalizar el sistema educativo acabando con los resabios de la ley federal de Educación de Menem y la fragmentación que mantuvo la Ley Nacional.
La CTERA tiene la fuerza de hacer desde Ushuaia a la Quiaca una fuerte campaña ¡La deuda es con el pueblo! partiendo de la necesidad de no pagar esta estafa y explicando por ejemplo, que si se elige pagar a los bonistas y arreglar con el FMI, las primeras en golpear serán nuestras escuelas. Para los que conocemos o conservamos memoria de las grandes luchas que dimos los docentes, tanto el Maestrazo de 1989 como las luchas provinciales previas al 2001, o la importante lucha en Provincia cuando los docentes cantábamos “A ver Cristina, a ver si nos entendemos, con 1800 pesos, de básico no comemos / Derrochan millones, pagando a Repsol/ y no dan un peso, para educación. / Los trabajadores salimo’ a luchar / ganemos las calles, huelga general”, cuando se acuerda con los buitres y el Fondo vienen por nuestros derechos. Hoy tenemos como apoyo seccionales y sindicatos provinciales recuperados por la izquierda, para poner otra política y otros intereses por delante.
Los docentes del PTS en el Frente de Izquierda Unidad, desde la Corriente Nacional 9 de Abril, con presencia en decenas provincias, somos socialistas y peleamos día a día contra la clases social de los especuladores y los ricos, por ellos defendemos nuestro salario, enfrentamos tarifazos y ajustes a jubilados y el pueblo.. Los dueños de la Argentina son duros contra los trabajadores, pero cobardes frente al FMI y a los grandes acreedores. Sólo una gran fuerza de trabajadores puede movilizar a todo el pueblo, conquistar un gobierno de los trabajadores que no se agache ante los poderosos para frenar décadas y décadas de decadencia nacional.
Fuente del artículo: https://laizquierdadiario.com/Los-bancos-ganaron-166-mas-en-2019-y-cuanto-recibio-la-educacion-publica