La obligación de ser alumno

Pedro Badía

¿Es posible con los actuales currículos y la actual organización escolar hacer efectivas las ideas de Poiry, Freinet y Cizek? No. Los currículos son, en gran parte, los guardianes de la ortodoxia. Aquella que mantiene prisionera a la palabra, a la creatividad, a la curiosidad y al conocimiento.

“¿Quiénes eran aquellos seres de ojos grandes e hipnóticos, como los de las abejas? ¿Por qué había que domesticarlos durante años y años, para transformarlos finalmente en seres como nosotros? ¿Sólo para no ser devorados por ellos?”, Mircea Cartarescu, Solenoide.

Incorporar los derechos de la infancia es la reforma pendiente, e imprescindible, del artículo 27 de la Constitución española. Garantizaría en toda su plenitud el derecho a la educación y devolvería la palabra a las niñas y niños como personas activas en el proceso de enseñanza y aprendizaje y, al mismo tiempo, fortalecería su perfil como sujeto activo en la toma de decisiones en el centro educativo. No es posible formar personas libres y críticas, si no les facilitamos los medios y los instrumentos necesarios para que, desde sus primeros años, sean activistas sociales. Respetados y escuchados como personas autónomas que aprenden.

La obligación de ser alumno sustituye al deseo y al amor por el conocimiento, a la curiosidad como motor de la creatividad. La obligación de ser alumno desmotiva. El sistema educativo es a la persona lo que la cama de Procusto¹ al viajero. No está pensado para el amor al conocimiento, sino para la obligación de ser alumno y alumna, con lo cual, pierde la razón de ser, el sentido y el fin de la educación. Lo que de verdad importa: la persona.

La vida pasa fuera del aula. El maestro Isidoré Poiry escribe en su libro La Reforma de la Educación, 1923: “Hoy el niño está ahogado física y moralmente en los medios escolásticos desusados de nuestras escuelas-cuarteles”. Freinet, por su parte, habla de los niños y las niñas “deformados frecuentemente por el ambiente escolástico”. El profesor Fernando Jiménez Mier, en su magnífico libro ¡Viva la imprenta! Orígenes de la educación Freinet en España: Libro de vida, escribe: “Poiry expresa que los ejercicios de redacción en la escuela deben ser (…) simples, concretos que arrastren al niño a observar, a sentir, a pensar, para que se le revele la Naturaleza y la Vida, y expresen sus propias ideas (…)».

Freinet y Poiry comparten muchas ideas y sobre todo una praxis muy sugerente para muchos maestros y maestras. Pero según el profesor Jiménez Mier, “la importancia del freinitismo reside en llevar a la escuela un proyecto educativo muy profundo y a la vez muy sencillo: darle definitivamente la palabra al niño para que se exprese libremente”.

El freinetismo es un ejemplo, entre otros, para explicar que han coexistido, a lo largo de la historia, dos modelos educativos expresados en dos modelos organizativos de escuela: en uno, la persona se ha sentido participe de su proyecto formativo, en el otro, han sentido la obligación de ser alumnos. Andados 19 años del siglo XXI, el del conocimiento y los avances tecnológicos inimaginables hace tan sólo una década, aún se impone el modelo que se fundamenta en la obligación de “ser” alumno y alumna. Las nuevas tecnologías no han devuelto la palabra al niño ni a la niña. Los currículos cargados de asignaturas y con metodologías poco activas no han resuelto lo fundamental: que no se sientan obligados, sino respetados y escuchados; resueltos a aprender por amor al conocimiento.

En la distancia, magnífico libro autobiográfico, Josefina Aldecoa recuerda su descubrimiento de Cizek. “El pintor vienés de los años treinta había sido uno de los descubridores del valor estético y psicológico de la pintura infantil y de su influencia decisiva en la educación”. “Cizek –continua Josefina– resumió su descubrimiento en una frase: Dejad a los niños crecer, desenvolverse y madurar”.

¿Es posible con los actuales currículos y la actual organización escolar hacer efectivas las ideas de Poiry, Freinet y Cizek? No. Los currículos son, en gran parte, los guardianes de la ortodoxia. Aquella que mantiene prisionera a la palabra, a la creatividad, a la curiosidad y al conocimiento.

Nota
1.- En la mitología griega, Procusto tenía una posada en las colinas de Ática, allí ofrecía alojamiento al viajero. Mientras este dormía, lo ataba y amordazaba a la cama. Si la víctima era más larga que la cama, cortaba las partes del cuerpo que sobresalían. Si era más pequeña, lo descoyuntaba hasta estirarlo a largo de la cama.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/11/18/la-obligacion-de-ser-alumno/

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De la participación al protagonismo infantil Propuestas para la acción

Autoría: Erika Alfageme Anavitarte, Raquel Cantos Vicent, Marta Martínez Muñoz
Editorial: Plataforma de Infancia
Entidad: Plataforma de Infancia
Fecha: 29 julio 2010
¿De dónde surge la necesidad de abordar la promoción de la participación infantil en la Plataforma de Infancia?
Nace de la inquietud de una serie de organizaciones integradas en la Plataforma de Infancia, que desde hace varios años cuestionamos, debatimos y practicamos otra forma de trabajar con la infancia, integrando elementos surgidos de los paradigmas de la participación infantil.
Esta experiencia hace preguntarnos constantemente si de veras estamos generando los espacios y las condiciones adecuadas para potenciar la autonomía, el diálogo sincero y en igualdad de condiciones, el respeto por las personas a las que acompañamos en un proceso educativo, y en definitiva la implicación en la toma de decisiones sobre los asuntos que afectan a los niños, niñas adolescentes y jóvenes con los que compartimos nuestro tiempo.

Fuente: http://plataformadeinfancia.org/documento/de-la-participacion-al-protagonismo-infantil-propuestas-para-la-accion/

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España: Los adolescentes piden al Congreso más y mejor educación para combatir el acoso escolar y el machismo

España/26 enero 2017/Fuente: La Información

Los jóvenes han pedido hacer de España el primer país con un consejo estatal de participación para la infancia y la adolescencia

Miembros de consejos de Participación Infantil y Adolescente de toda España han pedido este miércoles en el Congreso de los Diputados diversas mejoras en educación como base para luchar contra dos de los problemas que, según han explicado, afectan principalmente a la infancia del país, como son el acoso escolar y la igualdad de oportunidades.

En unas jornadas parlamentarias celebradas bajo el nombre ‘Tras la pista de nuestros derechos’, organizada por la Plataforma Infancia y Unicef Comité Español, ocho jóvenes de entre 14 y 17 años Asturias, Galicia, Andalucía y Cataluña han representado a los consejos de participación de la infancia y la adolescencia de todo el país exponiendo sus propuestas antes los diputados y portavoces de la Comisión de Derechos de la Infancia y la Adolescencia de la Cámara Baja.

Durante su intervención, que ha tratado temas como la sanidad, la dependencia, la igualdad o los refugiados, pero el hilo conductor ha sido la educación, incidiendo especialmente en el aprendizaje «emocional» que, a su juicio, es solución para evitar «las malas conductas que pueden llevar al rechazo y al acoso» en los diferentes ámbitos tratados.

Así lo ha explicado la asturiana Erica Pascual durante su intervención, señalando la necesidad de que los más jóvenes puedan acceder a una mejor información sobre los problemas del mundo para lograr la «empatía» que, en muchas ocasiones lleva a comportamientos erróneos hacia los demás. «Tener niños mejor informados es una de las mayores armas para luchar contra estos comportamientos», ha apuntado.

Para Pascual es «una vergüenza» que en el siglos XX sigan registrándose casos de ‘ciberbullying’ o acoso sexual. En este sentido, plantean leyes más duras para los acosadores y una mayor concienciación tanto para las generaciones actuales como para las futuras, con el fin de evitar la vulnerabilidad de los niños.

EMPATÍA PARA LUCHAR POR LA IGUALDAD

La educación emocional es también base para lograr la igualdad de oportunidades y para ponerse en el lugar de los refugiados. Al respecto, la madrileña Bárbara Sánchez ha sugerido charlas en colegios e institutos y encuentros de convivencia con diferentes razas y religiones que supondrán «el enriquecimiento personal» de los niños y una «mejor comprensión» de su entorno.

Aunque reconocen que la situación en España no es la mejor para poder acoger al gran número de refugiados que solicitan asilo en Europa, el manchego Sergio Zuqui, ha recordado que hace un siglo eran los españoles los que viajaban a Sudamérica en busca de un futuro. «Al menos se puede luchar por mejorar las condiciones de los refugiados que llegan, que tengan también derecho a una vida mejor», ha apuntado.

Sobre igualdad de oportunidades también han hablado de discapacidad, pidiendo eliminar las barreras arquitectónicas y el acceso a la educación a todos los niños para que «todos puedan explotar sus cualidades»; de género, exigiendo que los profesionales sean elegidos por su currículum y experiencia y no por si es hombre o mujer y que ambos cobren los mismo; y de economía, solicitando más ayudas para que todos los menores puedan acceder a sus derechos básicos.

TIENDAS DE ALCOHOL REGULADAS

En este sentido, la gallega Edita Pousada, ha propuesto el programa ‘releo’ para que los libros de texto sean cuatrimestrales, en lugar de anuales, y se puedan compartir entre alumnos y la andaluza Ariola Malaj ha expuesto la posibilidad de que los supermercados cubran, a través de bonos, las necesidades de aquellas familias que no tienen los recursos suficientes.

Por otra parte, la también andaluza Tania Segado, ha abogado por crear tiendas habilitadas específicamente para alcohol y que éste no pueda dispensarse en las grandes superficies. A su juicio, este es el modo de controlar mejor el consumo de esta bebida ilegal para los menores de edad.

Más centros sanitarios en los pueblos y especializados en todo el país para evitar las largas esperas, que se rebaje el precio de todas las energías, incluidas las renovables o adecuar los temarios escolares a la actualidad y que haya más materia práctica que teórica, son otras de las propuestas que se han escuchado durante la intervención de los representantes de los consejos de infancia.

MAYOR PARTICIPACIÓN EN LA TOMA DE DECISIONES

Tras las propuestas de los menores, los portavoces parlamentarios tomaron la palabra para recordar a los jóvenes que su presencia en la Cámara Baja es «historia de la que se escribe con mayúscula» y para pedirles que, cuando sean adultos, recuerden también ellos que deben escuchar a los más jóvenes.

Todos los partidos han reconocido la «sensibilidad» y «madurez» de los ponentes a la hora de «leer la realidad» que vive el país y han mostrado su intención de que muchas de las propuestas expuestas sean recogidas por las formaciones como iniciativas.

En este sentido, el catalán Zacaria Benatalla ha pedido a los diputados que garanticen políticamente que todos los municipios españoles tengan un consejo de infancia y han propuesto que España sea el primer país con uno de estos órganos a nivel estatal. Al respecto, han solicitado que se les convoque al Congreso una vez al año y que se les informe habitualmente de lo que ocurre en la comisión sobre Infancia y Adolescencia.

También han abogado por promover la participación del menor en todos los ámbitos, permitiéndoles participar en debates y ponencias. Del mismo modo, y tras un comentario del diputado de ERC Joan Oloriz, los ponentes se han mostrado a favor de que se rebaje hasta los 16 años la edad mínima para votar.

Fuente:http://www.lainformacion.com/policia-y-justicia/justicia-y-derechos/adolescentes-Congreso-educacion-combatir-machismo_0_993501711.html

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Las fallas del circuito penal juvenil: más violencia y pocos derechos

Por Alejandra Perinetti

Durante mucho tiempo, la legislación de nuestro país criminalizó la pobreza y, a partir de una concepción paternalista de la infancia, se encargó de poner bajo una pseudoprotección a cualquier «niño que se encontrara en riesgo o estado de abandono moral o material», ingresándolos a dispositivos institucionales de control social como los institutos de menores.

Estas instituciones poco tenían que ver con el fortalecimiento de los vínculos familiares o con estrategias de revinculación con su familia de origen, vulnerando así los derechos del niño y afectando su desarrollo pleno.

Hoy en día, a más de 25 años de sancionada la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), donde niños, niñas y adolescentes son reconocidos como sujetos de derecho, éste debería ser un tema saldado en pos de la construcción de un sistema de protección integral de derechos con características que garanticen el bienestar de todos los niños, independientemente del estrato social al que pertenezcan. Lamentablemente, esto no es así.

Un estudio publicado en 2015 por la Secretaría Nacional de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) junto a Unicef, revela que hay 3908 jóvenes infractores y presuntos infractores de la ley penal de hasta 17 años, inclusive. Esta cantidad representa al 0,14% del total de población de 14 a 17 años del país.

Por otro lado, si se considera el nivel educativo alcanzado por este grupo de adolescentes y jóvenes, podemos observar que el 17% cuenta con la educación primaria completa, el 16% con la primaria incompleta, el 64% no ha cumplimentado con el nivel secundario completo mientras que solo el 3% logró finalizar los estudios secundarios.

Podemos deducir entonces que hay un sector de la sociedad más vulnerado para el cual la respuesta punitiva del Estado parece ser la más recurrente.

Además, una vez que ingresan al circuito penal juvenil, las condiciones en las que se encuentran estos adolescentes distan mucho de convertirse en una oportunidad para que, una vez que recuperan la libertad, puedan reinsertarse saludablemente en el contexto de sus comunidades.

Por ello, se vuelve urgente remarcar que el mandato constitucional establece que el sentido de la privación de la libertad no debe ser el castigo, sino la adecuada preparación para la vida en libertad.

Sin embargo, los institutos de libertad restringida son totalmente iatrogénicos (dícese del acto médico que a pesar de haber sido realizado debidamente no consigue la recuperación de la salud del paciente): las condiciones en las que pasan sus días los adolescentes y jóvenes privados de libertad dan cuenta de pautas y normas de convivencia que, sin profundizar demasiado, se podrían asociar a una clara violación de los estándares mínimos de calidad de vida y derechos humanos que se establecen y reconocen en distintos tratados internacionales, Constitución Nacional, así como en las leyes nacionales y provinciales que se dictaron en consecuencia.

En este contexto surge la siguiente pregunta: ¿cómo es posible exigirle a un adolescente o joven que se «reinserte» en la sociedad una vez cumplida su condena si durante la permanencia en estos dispositivos no se ha hecho más que profundizar la vulneración de sus derechos?

Más allá de la deuda que nuestro país tiene en materia de responsabilidad penal juvenil, es necesario avanzar hacia el fortalecimiento de políticas destinadas a mejorar las condiciones en la permanencia y el egreso de los adolescentes que transiten por el circuito penal juvenil.

Tratamiento diferenciado

El tratamiento que se le da a la comisión de un delito por parte de un adolescente o joven no puede ser el mismo que a un adulto. Necesitamos contar con un sistema judicial que resguarde a los jóvenes en conflicto con la ley penal, con el objetivo de romper el círculo vicioso que reproduce la violencia en la que viven inmersos.

Más aún, es necesario mejorar los mecanismos de integración social que apunten a evitar no sólo la reproducción de conductas juveniles delictivas, sino que, fundamentalmente, garanticen sus derechos, brindándoles un marco para su inserción social.

Desde Aldeas Infantiles SOS entendemos a la juventud y la adolescencia como un período entre la niñez y la adultez, en el cual se busca consolidar su relación con la sociedad, en un afán de reinventar el mundo desde su propia mirada y formas de expresión.

Esto nos convoca a todos como sociedad a acompañar la transición, desde la inclusión y la participación, de quienes van a construir nuestro futuro, posibilitando así un debate real sobre qué tipo de sociedad queremos construir.

¿Una inclusiva y constructiva o una que ensanche la brecha por donde se filtran cada vez más niños, niñas adolescentes y jóvenes?

La autora es directora nacional de Aldeas Infantiles SOS Argentina; www.aldeasinfantiles.org.ar

Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1897714-las-fallas-del-circuito-penal-juvenil-mas-violencia-y-pocos-derechos

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