La fragmentación de uno de los partidos con mayor tradición en Chile partió del fracaso de la aspirante presidencial Carolina Goic, quien apoyada por una parte de la organización, decidió ir en solitario a la primera vuelta de los comicios.
Goic obtuvo cerca del 6,0 por ciento de la votación, pero para más debacle, la DC perdió puestos en el Congreso Nacional en los sufragios parlamentarios.
Al margen, la postura del candidato derechista Sebastián Piñera al balotaje del 17 de diciembre dio un vuelco en busca de captar votos de los centristas o desconcertar a un segmento de la izquierda con miras a su retorno al Palacio de La Moneda.
En un giro inédito, el ex mandatario y magnate multimillonario aceptó hace un par de día que la gratuidad en la educación puede ser factible adaptada a sus ideas, después de repetir durante meses duras críticas las reformas en curso.
La presidenta de la República, Michelle Bachelet, y su ministra de Gobierno y vocera oficial, Paula Narváez, no dudaron en remarcar el cambio de actitud de Piñera en esta materia.
Bachelet remarcó que ‘las personas que se dan una vuelta así de importante tendrán que dar una explicación’. Vale recordar que Piñera consideraba a la educación como ‘un bien de mercado’.
La gratuidad en la educación superior es una política pública virtuosa, porque ella permite efectivamente que todos salgamos ganando: ellos, sus familias, sus comunidades, sus barrios, sus ciudades y el país en su conjunto’, declaró Narváez.
No obstante, el ex gobernante, pese al traspié en la primera ronda del pasado domingo, mantiene su favoritismo, luego de
arroparse de los ultra y los moderados de la derecha.
Encima, los medios de comunicación, en su inmensa mayoría en manos de grandes empresas, se comportan en una luna de miel absoluta, con un peso en la información que dobla la atención que acapara su contrincante.
Del lado del senador Guillier, la arrancada fue enrevesada después del primer round de la disputa por acceder al Palacio de La Moneda el 11 de marzo de 2018. A su favor, logró entenderse con la Democracia Cristiana y consiguió su espaldarazo.
Pero no pudo evitar que algunos integrantes del propio partido expresaran distanciamiento, temerosos del protagonismo del Partido Comunista (PCCh), precisamente la fuerza que en un inicio sufrió un daño.
En el nuevo comando de campaña de Guillier no apareció al principio nadie del PCCh, hasta que finalmente incluyó a la carismática diputada Camila Vallejo, uno de los rostros más conocidos durante las protestas estudiantiles de 2011.