La Pedagogía latinoamericana: ¿Qué tenemos de nuevo?

Por: Miguel Ángel Pérez

El Ser latinoamericano, es un ente colectivo que corre desde el Rio Bravo hasta la Patagonia, su identidad está atravesada por el coraje, la rebeldía, la injusticia acumulada. En ningún lugar del mundo sólo en este continente, se tiene el contraste de dos mundos y de dos épocas: aquellas que es antes de la llegada de los europeos y la que (de)viene después y una tercera a modo de síntesis, de conjugación dialéctica, del encuentro entre dos momentos (el antes y el después) que es la época actual.

La América nuestra que fue violada, mancillada, ultrajada y saqueada desde el origen; vive y (sobre)vive, pero el pecado original está ahí. Pasamos de la invasión y los imperialismos europeos, a padecer otro imperialismo, que es más voraz y sanguinario, el imperialismo asentado en nuestro propio continente. De ahí que lo latinoamericano, es una conjugación de muchas voces, de muchas rebeldías integradas en una sola, de muchos proyectos para toda la gente de este vasto continente, articulados en la identidad latinoamericana.

La educación latinoamericana se teje y se des-teje a partir de claves diferentes, en los distintos contenidos siempre está presente el otro que un día llegó para saquear y mancillar, de ahí que las voces de protesta también estén acompañadas de las voces de propuestas.

La educación Latinoamericana en este momento se integra de tres grandes segmentos, tres componentes de un mismo sistema que no se acoplan ni son compatibles entre sí, más que en algunos aspectos:

  1. La primer educación está ligada con el proyecto educativo de los Estados nacionales, los sistemas educativos de los viejos sistemas oligárquicos, que le daban especial énfasis a un nacionalismo en abstracto, somos mexicanos primero y latinoamericanos después, el himno, la patria, la bandera y algunas costumbres especificas genera nuevas identidades, nuevos contenidos para una gran asignatura que se teje con relativa sencillez, a partir de una historia de vencidos, de derrotados, pero que levantan un himno de triunfo y de ofensiva. El sistema educativo nacional se coloca en medio entre las presiones de los organismos internacionales y las presiones del mundo de abajo de los pueblos, las razas y las raíces de las naciones pobres de América latina. Este  interés en querer quedar bien con el amo y el esclavo coloca a muchos gobiernos en una posición incómoda, el neo liberalismo colocará a cada gobierno en su lugar, hacerse del lado de los poderosos con un discurso embaucador para los que nada tienen.
  2. Un segundo componente es el que le da continuidad al imperio, es aquella propuesta que reproducen las propuestas de los organismos internacionales: la OCDE, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional; su interés está puesto en continuar con la expansión territorial, que los mercados sigan ganando, los ciudadanos de este continente (desde la lógica de dichos organismos) no son personas sino clientes u obreros, maquiladores y empleados de esas grandes empresas, voraces, cuyo único interés está puesto en la expansión, la ganancia y el control. El capital es el amo, y todos los contenidos de un currículo se tejen a partir de ahí, de aprender a obedecer, a acatar y a consumir.
  3. Tenemos un tercer componente del desarrollo educativo latinoamericano, ligado con las iniciativas y las tradiciones surgidas desde los márgenes del sistema, desde la periferia del sistema mismo, dichas iniciativas se tejen y se destejen por iniciativa e inventiva de pedagogos comprometidos con las causas del pueblo, educadores y educadoras que han aprendido a leer la realidad para aprovecharse de los recursos, son educadores comprometidos y estudiosos de la realidad social de los pueblos y las comunidades. A este proyecto se le conoce como educación alternativa, educación periférica, educación contra – cultural. El proyecto latinoamericano no es coherente, ni uniforme entre sí, pero en cada país se reivindican contenidos específicos de acuerdo a necesidades propias de cada región: por ejemplo la educación ambiental, la educación y defensa de los indígenas, la preservación de los recursos naturales, la defensa de los derechos humanos, la lucha a favor de los perseguidos y desaparecidos políticos, etc.

En conclusión la educación latinoamericana en los últimos años, se ha tornado en una compleja disputa por pretender hegemonizar e intentar predominar tanto uno como otro proyecto y en abrir espacios de diálogo y de negociación entre las partes para dar a conocer el proyecto especifico de cada grupo.

En la historia de nuestro continente se reivindican tres grandes vetas de herencia pedagógica:

  1. La escuela rural mexicana de Rafael Ramírez y de todo el grupo de pedagogos intelectuales de inicios del siglo XX en México (Saúl Rodiles, Isidro Castillo, Gabino Barreda, etc.)
  2. Los aportes pedagógicos de la Paulo Freire y la educación para la liberación y
  3. La conformación de una propuesta reciente cuyo nombre genérico es Educación popular y que tiene sus vetas y sus aportes en cada nación  latinoamericana, en ellas la escuela no es el espacio más importante para educar(se) sino la comunidad, el contexto, y el vínculo con la realidad que se estudia para ser transformada.

Fuente: http://www.educacionfutura.org/la-pedagogia-latinoamericana-que-tenemos-de-nuevo/

Comparte este contenido:

Un Simón en Octubre

Por Heriberto Rivera

Cuando Samuel Robinson, apuntalado por el conocimiento divergente y con un pensamiento nutrido de las fuentes de los clásicos del momento y de las raíces ancestrales, nos lego la expresión ¡INVENTAMOS O ERRAMOS!, indudablemente que hacia referencia a  “tomen lo bueno-dejen lo malo-imiten con juicio- y por lo que falten inventen.

Al trasmitirnos sus ideas de emancipación, propias de su pensamiento critico y originalidad de su praxis  profundamente renovadora insistía en que “lo único constante en el mundo es la variación”.

Estaba claro Samuel Robinson, cuando tras su admiración y exaltación por el otro Simón nos inducia a defender a la Patria Bolivariana, así entonces exclamaba “aprendan los pueblos á conocer a sus verdaderos defensores en los que se sostienen los choques que sufre su causa. Vean en los principios de Bolívar los de la seguridad jeneral, y en su persona, y en su persona la columna maestra del sistema republicano. Bolívar merece ser defendido: los americanos deben considerarlo como su padre, cargado con el tesoro de sus derechos, peleando solo contra millares de enemigos, y pidiendo socorro a los mismos que defiende”

Cuando se habla o rememora a Simón Rodríguez, es para recordar no al maestro de Bolívar, como lo han querido etiquetar, reduciendo a pasividad lo que fue una dilatada actividad de creación, del hacer y del saber, se hizo a si mismo, con la esperanza de convertir en  verdaderas republicas los territorios conquistados por la libertad;

Simón Rodríguez fue  para Bolívar  su principal fuente de conocimiento, su ductor, su formador integral,  y para quien seguir a Bolívar es seguir la verdad, al respecto Samuel nos dice “por no quererse persuadir de esta verdad- por no querer imitar a Bolívar yerran gravemente los que mandan unos pueblos tan desordenados y tan pobres, confiados en que una pequeña parte muy voluntariosa (que llaman sana, porque no la conocen) los ha de ayudar. Reconozcan, pues, los pueblos del mediodía de América que la valor y al sagacidad de Bolívar deben su independencia, y crean que su prudencia y a su firmeza deberán su Libertad. Instrúyanse al populacho, y para ello dígasele”.

Un Simón Rodríguez, es la aspiración, que en cada escuela surja un pensamiento robinsoniano, un maestro irreverente, consecuente con su pueblo.

Fue un gran pensador americano y precursor de la educación popular, la originalidad de su pensamiento, su sentido estricto  de la honestidad, la trascendencia renovadora de sus ideas pedagógicas y sociales, la heterodoxia y excentricidad de sus métodos  constituyen el referente de hombre propio que se ubica muy por encima de su época.

Hoy 28 de octubre, se conmemoran los 249 para unos y para otros 247 años del nacimiento  de aquel que habiendo nacido como un niño expósito, se hizo un hombre de ideas y de acción, de praxis, cuyas ideas  resultan de forma perenne una actualidad que asombra, a pesar de que siempre se escucha con algún ruido, que la educación es el elemento clave para combatir la pobreza y consolidar la democracia protagónica.

Decepcionado, por cuanto  no le habían dejado hacer por la libertad de América ya que la sociedad del momento no logro comprenderlo,  como muestra del resquemor que sentía hacia la sociedad que frustro sus proyectos lo cual se refleja en el portal de su vivienda, coloco el letrero con la inscripción: “Luces y virtudes americanas, esto es: Velas de sebo, paciencia, jabón, resignación, cola fuerte, amor al trabajo”. Las velas representaban   una muestra sarcástica de aquello que en su opinión había significado el “siglo de las luces” para América.

La última vez que Don Simón Rodríguez se encontró con Manuelita Sáenz en Paita, éste exclamo ¡que Ironía! Las dos personas que más quiso El Libertador sobreviven de las tareas más humildes. Usted contribuye a endulzar  la grave amargura de América. Yo, con mis velas, sigo empeñado en alumbrar sus caminos.

Se llamaba Simón Narciso de Jesús. Había nacido un 28 de octubre de 1769 para unos y para otros  de 1771. “Aún no había sido bautizado” Decía la nota al pie de la puerta donde le abandonaron.

hriverat1@hotmail.com

Fuente; http://aristobulo.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2009/10/simonrodriguez01-fidel-ernesto-vasquez.jpg

Comparte este contenido: