Unesco convoca al premio mundial de libertad de prensa Guillermo Cano.

Por: @cdperiodismo. Clases de Periodismo. 20/01/2017

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) lanzó la convocatoria para el “Premio Mundial de Libertad de Prensa UNESCO/Guillermo Cano 2017”, que se entregará en el marco del “Día Mundial de la Libertad de Prensa” el 3 de mayo en Yakarta, Indonesia.

El premio fue creado en 1997 como homenaje al periodista colombiano Guillermo Cano Isaza, asesinado en Bogotá el 17 de diciembre de 1986, cuyo coraje y compromiso para con el periodismo independiente de su país, según la Unesco, constituyen un ejemplo a seguir para la profesión a nivel mundial y para las formas de libertad de prensa.

El premio se otorga anualmente a personas, organizaciones o instituciones que contribuyan de manera sobresaliente a la defensa o promoción de la libertad de prensa en cualquier país.

Los candidatos que aspiren a dicho premio deberán elaborar un proyecto de investigación en el que se detalle de qué manera se contribuye a la difusión y fomento de la libertad de expresión y de cualquier otro medio de comunicación.

El galardón está dotado de un estímulo de 25 mil dólares respaldado por las fundaciones Guillermo Cano Isaza y Helingin Sanomat.

Las candidaturas son propuestas por organizaciones no gubernamentales regionales e internacionales que trabajan en pro de la libertad de prensa y por los Estados Miembros de la Unesco

Fuente:http://www.clasesdeperiodismo.com/2017/01/13/unesco-convoca-al-premio-mundial-de-libertad-de-prensa-guillermo-cano/

Fotografía:clases de periodismo

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Carolina Vásquez Araya: “Para inspirarse no hay mejor entorno que nuestros países en crisis constante»

Por Pressenza

Quisimos entrevistar a otra columnista permanente de nuestro medio, la chilena Carolina Vásquez Araya, radicada en Guatemala desde hace años.

Pressenza: ¿En qué valores te formaste, cuáles resultaron ser para tí los temas más importantes, intransables, que buscan abrirse paso a través de tus lineas?
Carolina: Nací y crecí en Chile, un país que en los años 50 y 60 estaba concentrado en sí mismo, en su propio desarrollo y en donde la educación tenía un gran valor, un país hasta cierto punto aislado del resto del mundo y donde el modelo a seguir era Europa y su cultura. De hecho, en mi familia predominaba una visión de futuro en función de las cualidades intelectuales y no se consideraba importante la posibilidad de embarcarse en otras actividades, tales como la tecnología o los negocios. De ese modo, en mi niñez todo parecía girar alrededor de una valoración extrema de ciertos principios, siempre en función de lo que podías lograr por medio de una formación eminentemente académica.
Esa etapa marcó mi visión de las cosas de manera bastante particular, pero también me prestó una perspectiva crítica de la vida y de los acontecimientos, algo muy útil en los tiempos que vivimos. De ese germen fue creciendo un interés particular por los temas culturales, predominantes en mi trayectoria durante muchos años, evolucionando hacia un enfoque mucho más integral de la realidad.
Pressenza: ¿Cómo haces para inspirarte y ponerte ante el teclado con tanta frecuencia?
Carolina: Durante algunos años escribí y publiqué una columna sobre temas culturales de lunes a sábado y no podía –ni quería- dejar de hacerlo. Eso, quizá, más la rutina del trabajo periodístico y la presión de escribir a diario sobre distintos temas, me ayudó a crear un hábito que se fue transformando en una vía indispensable de expresión. Mi columna en un periódico guatemalteco de gran influencia tiene ya 25 años de existencia y hasta finales de 2015 se publicó 2 veces por semana. Desde enero de este año tiene frecuencia semanal.
En cuanto a la temática, para inspirarse no hay mejor entorno que nuestros países en crisis constante. El crimen, la violencia, la discriminación y el racismo, las profundas desigualdades y el abuso de poder de ciertos sectores configuran un escenario al cual no te puedes sustraer. Te invade, te impulsa a sumarte a la denuncia porque de otro modo de nada sirve tu capacidad para elaborar un texto. Es una gran responsabilidad para quienes tenemos el privilegio de ver nuestro pensamiento plasmado en la prensa escrita o en un archivo digital.
Pressenza: ¿De qué modo percibes a quienes te leen con regularidad, recibes algún feed-back, o imaginas a esos lectores? ¿Para quién escribes?
Carolina: Recibo comentarios y por lo general son muy positivos. Cuando alguien reacciona de manera negativa a mis escritos intento comprender el porqué de esa reacción. Todo escrito refleja una visión personal de quien lo elabora y no representa necesariamente el sentir universal de los lectores. De ahí que debo ser extremadamente sensible a las reacciones para no traspasar esa línea entre mi concepto de la verdad y el de los demás. Evitar esa forma de arrogancia resulta esencial para mantener la cordura.
Pressenza: ¿Has publicado alguna vez tus columnas en formato libro, o solamente las difundes por nuestra agencia y por otros plataformas virtuales?
Carolina: Alguna vez, hace ya mucho tiempo, edité un libro con columnas sobre cultura. Ahí lo tengo guardado y jamás terminé el proyecto, nunca lo mandé a imprimir. Han sido muchos años de escribir con una frecuencia tan estricta que prácticamente se ha vuelto un estilo de vida al cual he dedicado mucha energía, pero no estoy segura de que una selección de columnas de opinión tenga valor literario en sí misma. Sin embargo, no dudo de su valor como espejo de una época en la cual han sucedido acontecimientos de enorme trascendencia. Quizá sea ése mi gran proyecto futuro. Desde hace algunos años alimento un blog con mis escritos (http://www.carolinavasquezaraya.com), con la esperanza de que algún día despierte el interés de quienes deseen conocer mi pensamiento.
Pressenza: ¿Qué sería para tí lo más importante, la aspiración mayor a lograr con tus palabras en el año entrante?
Carolina: Durante años he observado la vida política y social de Guatemala y de otros países de nuestro continente, por lo cual puedo decir con total convicción que las palabras no bastan para alcanzar cambios significativos en sociedades tan complejas y trastornadas como las nuestras. Los problemas sobrepasan cualquier iniciativa de cambio en niveles mucho más estructurados, como son los sistemas de justicia, los controles administrativos del Estado, la fiscalización de la recaudación tributaria o la reforma de los sistemas de salud y educación. En este sentido, la prensa solo puede contribuir a informar, analizar y denunciar, pero la verdadera incidencia en los cambios corresponde a la ciudadanía.
Pressenza: Finalmente, Carolina, cómo percibes tu a Pressenza y qué tal ha sido tu relación hasta ahora…
Carolina: Pressenza es ejemplo de una plataforma moderna, orientada hacia un público diverso. El gran valor de un medio digital como Pressenza es su enorme potencial divulgativo y su capacidad para brindar espacio a quienes enfocan su análisis en el desarrollo de nuestros pueblos. Es una plataforma solidaria a la cual agradezco la publicación de mis columnas y le deseo el mayor de los éxitos.
Pressenza: ¿Hay algo más que quisieras decirnos?
A veces, nuestros esfuerzos parecen estériles y en algún momento sentimos impotencia ante la enorme labor que nos espera. Sin embargo los avances existen, se perciben en cambios muchas veces insignificantes pero reales. El solo hecho de expresarnos libremente es un derecho que hace tres décadas no teníamos en la mayoría de nuestros países. Siempre miremos hacia el pasado para redondear nuestra perspectiva y dar sentido a nuestras metas. Gracias, Pressenza, por darme la oportunidad de compartir con ustedes esta travesía.
Pressenza: ¡Muchas gracias a ti, Carolina!
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Fidel y el periodismo: ejemplo y magisterio

Por: José Dos Santos

Sagacidad y valentía, objetivos claros y voluntad de alcanzarlos, visión unitaria y calibre de argumentos, precisión en
lenguaje y cifras, intencionalidad a prueba de coyunturas, defensa de principios y oído atento al pulso de todos los tiempos. Esas son, entre otras muchas, enseñanzas de Fidel a los periodistas honestos, de Cuba y el mundo, para ahora y siempre. Tarea casi imposible resumir su impronta en una profesión de profesiones, esta que ejercemos unos miles en su terruño y que tiene como misión abordar lo que hacen las demás, y expandir la mirada hacia lo divino y humano que sucede en el entorno, con la misión de darlo a conocer a todos, ayudar a comprenderlo y aportar al análisis y las soluciones.

Esa tarea originaria del periodismo no se circunscribe a lo dicho porque –incluso cada vez mas con la aplicación de las nuevas tecnologías- tiende a diluirse la frontera entre lo tradicional (léase entrevista, crónica, reportaje o la nota informativa) y lo novedoso (el twit o el msm que hoy inunda el ciberespacio). Los peligros de que la velocidad de la comunicación de masas lleve a la simplificación del mensaje, y que éste de pie a la banalidad y la superficialidad para conformar factores del pensamiento contemporáneo podrán ser conjurados en la medida que prevalezcan lecciones como las dadas por el Comandante.

En el ya lejano 17 de junio de 1955,  en su artículo “Aquí ya no se puede vivir”, publicado en el periódico La Calle, Fidel indicaba que la suya sería una voz con “la verdad de los que defienden a los humildes…la del hombre digno y honrado…” Desde entonces, ese “hereje incorregible” se batió “como un Quijote contra todos los farsantes” en cuanto medio de prensa estuvo a su alcance y tuviera el coraje de publicar su pensamiento y sus denuncias. Mostraba ya las características de su periodismo que luego se reproduciría en ejemplos como los que encontrará en esta edición, algunos de ellos escrito con la tinta invisible del jugo de limón con los que elaboraba artículos en prisión.

Nuestra publicación tuvo el privilegio de estar entre los dos primeros medios cubanos “que atravesaron las líneas enemigas y penetraron en la zona rebelde. Ellos son testigos de lo que aquí se ha hecho con el tesón y el sacrificio de humildes luchadores…” como él lo consignara el 2 de mayo de 1958 en un mensaje autógrafo desde la Sierra Maestra.

Y en ese papel de dar testimonio hemos pretendido ser consecuentes con los tiempos y sus enseñanzas.

A sólo cuatro días del triunfo de 1959, en el periódico La Tarde resaltaba su criterio “de constituir la prensa escrita un servicio público de extraordinario valor para orientar al pueblo y mantenerlo debidamente informado de los acontecimientos”. Similar consideración ha tenido, a lo largo de su activa vida como revolucionario, la radio –por algo Radio Rebelde fue el órgano de los insurrectos cubanos- y la televisión, a partir de que la rebelión victoriosa se convirtiera en Revolución.

Son legendarias sus prolongadas comparecencias de los primeros años -televisadas y radiadas- en momentos críticos para llevar la verdad a la mayor cantidad de pueblo posible. y así esclarecer y refutar, educar e impulsar la compleja y gigantesca obra transformadora que se emprendía. De aquellos primeros días fue un mensaje que nos enorgullece y
compromete a todos los que hoy trabajamos en ella: A la Revista Bohemia, mi primer saludo después de la victoria porque fue nuestro más firme baluarte. Espero que nos ayude en la paz como nos ayudó en estos largos años de lucha, porque ahora comienza nuestra tarea más difícil y dura.- Fidel Castro

De aquellas fechas son válidas sus afirmaciones: “el periodista trabaja para el pueblo, el periodista informa al pueblo. El pueblo solo necesita que le informen los hechos, las conclusiones las saca él, porque para eso es lo suficientemente inteligente…”

Una de sus mayores enseñanzas la proclamó tan temprano como el 8 de enero de 1959, cuando en el campamento militar de Colombia, el día de su llegada a La Habana, reflexionaba: ¿Cómo ganó la guerra el Ejército Rebelde? Diciendo la verdad. ¿Cómo perdió la guerra la tiranía? Engañando a los soldados” Poco después advertía  que “Nos parece como que el mundo se hunde cuando una verdad se dice, ¡como si no valiera más la pena de que el mundo se hundiera, antes de que vivir en la mentira!”.

Esos eran días en que denunciaba las campañas de mentiras y calumnias que desde el extranjero, con apoyo de la reacción interna, pretendían desestabilizar el proceso revolucionario. Entonces, con la habitual visión estratégica de sus decisiones, organizó la. Operación Verdad, hito en el combate por la soberanía informativa, no sólo de Cuba, que entonces hizo nacer la Agencia Latinoamericana de Noticias, Prensa Latina (en junio de ese 1959) y que constituye enseñanza válida de movilización para procesos progresistas hoy sometidos a similares –y peores- maniobras antipopulares.

Años después fui testigo de sus propuestas y análisis en el Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Periodistas en La Habana y recordaba sus palabras de entonces: “La prensa de América Latina debiera estar en posesión de medios que le permitan conocer la verdad y no ser víctimas de la mentira”. De esa visión actualizada nacieron iniciativas de diversa índole y magnitud, desde la modesta Argenpress, en Argentina, hasta la multinacional televisiva Telesur, en Venezuela.

Cuando el 7 de junio se celebraba un Día Mundial de la Libertad de Prensa, en 1959, Fidel exponía otro de los pilares de su concepción sobre el periodismo, el cual “no quiere decir empresa… porque empresa quiere decir negocio y periodismo quiere decir esfuerzo intelectual, quiere decir pensamiento.

Tanto habría que decir sobre esta faceta de Fidel que un estudioso como nuestro querido colega Juan Marrero, historiador de la prensa cubana a la que el mismo aportó historia, realizó una recopilación que alcanzo casi 350 cuartillas de expresiones, citas y consideraciones al respecto. Ellas me han ayudado a eslabonar este texto, en particular porque soy de una generación posterior a esos pasajes fundacionales, aunque abrevé de experiencias como las suyas, las de Ernesto Vera, Elio Constantín, Enrique de la Osa, Baldomero Álvarez, Luis Báez, Julio García Luis y otros grandes del periodismo contemporáneo cubano que fueron colaboradores y discípulos directos suyos.

Mi primer contacto directo con él como periodista fue durante la celebración del aniversario 70 de la Revolución de Octubre, en 1987. A partir de entonces, durante casi una década, di cobertura de acontecimientos internacionales a los que estuvo vinculado. Como ya hice constar “Fue un privilegio multiplicador de mi profesión. Enseñanza permanente para tratar de no ser de esos que, cuando el hombre sabio señala a la luna, se quedan mirándole el dedo”.

Luego, desde el colectivo de la Presidencia de la Unión de Periodistas de Cuba, bajo la dirección de Tubal Páez, aprecié de primera mano la maduración de ideas y métodos en una nueva etapa, la del Período Especial, la desintegración del Campo Socialista y la ofensiva neoliberal global que pretendió acabar con la historia, tal y como ahora alguno quiere hacérnosla olvidar.

El advertía, en la década de los 90, “…una computadora conectada a la red de Internet es ya una posibilidad para hacer llegar… un pensamiento a millones de personas en el mundo”. Fue momentos en que naciera la Mesa Redonda como nueva fórmula comunicativa y se iniciara la creación de nuestras páginas digitales y blogs.

En el VII Congreso de la UPEC, en 1999, dio un nuevo mensaje trascendente al sector: “Necesitamos periodistas cada vez más preparados, maduros, con experiencia y vocación, de sólidos principios revolucionarios para enfrentar esta lucha en que estamos envueltos. Los periodistas son soldados de primera línea en esta batalla.”  Y como tales seguiremos sus enseñanzas.

Fuente:http://www.cubaperiodistas.cu/index.php/2016/08/fidel-y-el-periodismo-ejemplo-y-magisterio/

Imagen: http://1.bp.blogspot.com/–ekFoV3iPxg

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Los secretos revelados por Julian Assange

Por: Manuel Yepe

El último día de agosto, el New York Times publicó un extenso ensayo contra Julian Assange, periodista australiano que al frente de WikiLeaks, se convirtió en eje de uno de los episodios más controvertidos de la historia del periodismo mundial.

Con la firma de Jo Becker (jefe de grupo), Steven Erlanger y Eric Schmitt, el artículo apareció con el título de “Cómo Rusia se beneficia con frecuencia con los secretos de Occidente revelados por Julian Assange (How Russia Often Benefits When Julian Assange Reveals the West’s Secrets)”.

Evidentemente el propósito principal del trabajo periodístico era difundir la idea de una probable existencia de vínculos de Assange con los servicios de inteligencia rusos “que pudiera ser la razón por la que las agendas de WL y el Kremlin encajan tan a menudo”. El ensayo difundido por el NYT recuerda que Assange saltó a la fama en 2010 al difundir enormes alijos de comunicaciones altamente clasificadas del gobierno estadounidense exponiendo interioridades de sus guerras en Afganistán e Irak, así como de su errática diplomacia alrededor del mundo.

Los autores afirman que Assange, desde el reducido espacio en que vive en la embajada ecuatoriana en Londres -que desde hace cuatro años le ha concedido asilo para protegerle de la cacería a que le tienen sometido las agencias policiales al servicio de Estados Unidos- ha venido ofreciendo una visión de EEUU como un “superbully”, vale decir, una nación que dispone de poder imperial para reconocer la lealtad de las naciones a los principios de los derechos humanos y facultades para castigar a quienes, como el propio Assange, se atreven a decir la verdad. En julio, WL divulgó casi 20.000 mensajes electrónicos del Comité Nacional Demócrata sugiriendo que ese partido había conspirado con la campaña de Hillary para socavar a su principal oponente en aquel momento, el senador Bernie Sanders. Assange, quien ha sido abiertamente crítico de la señora Clinton, prometió nuevas revelaciones que podrían voltear su campaña contra el candidato republicano, Donald Trump.

El trabajo publicado por el NYT contra Assange asegura que “funcionarios estadounidenses creen, con alto grado de certeza, que esos mensajes fueron hackeados por el gobierno ruso y sospechan que los códigos han sido robados por los rusos”.

Según los autores del artículo, ello ha hecho surgir la pregunta de “si WL se habría convertido en máquina de lavado para el material reunido por espías rusos y, en términos más generales, ¿cuál es la relación entre Assange y el Kremlin?”.

Los coautores del trabajo que publica el NYT, afirman que “ya sea por convicción, conveniencia o coincidencia, las versiones de documentos divulgados por WL, así como muchas declaraciones de Assange, han beneficiado a Rusia a costa de Occidente”.

De ahí que el consenso entre funcionarios de Estados Unidos sea que -aunque probablemente Assange y WikiLeaks no tengan vínculos directos con los servicios de inteligencia rusos- al menos en el caso de correos electrónicos del partido demócrata, Moscú sabía que en WikiLeaks tenía una salida viable para bajar, en las bandejas digitales anónimos del grupo, los documentos hurtados.

Poco tardó el fundador de WikiLeaks en salir en rechazo de lo planteado por los tres coautores del artículo contra él aparecido en el New York Times el 31 de agosto.

«La teoría de la conspiración que el artículo intenta imputar a la distribución de las publicaciones de WikiLeaks es falsa y otros varios puntos del artículo son «falsos» o «engañosos», simplemente no son periodismo,» escribió Assange en su respuesta.

«La única noticia seria en el artículo del NYT es que los funcionarios estadounidenses hayan admitido que Assange y WikiLeaks probablemente no tienen vínculos con los servicios de inteligencia rusos”, dice Assange citando el subtítulo del artículo.

WikiLeaks no ha tenido noticias de que el gobierno de Estados Unidos haya afirmado en algún momento que los mensajes hackeados del Comité Nacional Demócrata que WikiLeaks publicó en julio, hayan sido obtenidos por la inteligencia rusa. De hecho, el gobierno de Estados Unidos jamás ha acusado públicamente al gobierno ruso de estar detrás del hecho, aunque ahora se diga que muchos expertos cibernéticos estadounidenses hayan asegurado tener un «alto grado de certeza» de que el gobierno ruso estaba detrás del robo de los correos electrónicos.

Respecto a los cuestionamientos que se le hacen acerca del hecho de que WikiLeaks nunca publica materiales contrarios a los intereses de Rusia, Assange afirma que su grupo no excusa a ninguna nación en particular. Más bien verifica que cualquier material que publica sea en servicio del público, que «adora echar un vistazo a la maquinaria corrupta que intenta gobernarlos.»

Exclusivo para el diario POR ESTO! de Mérida, México.

http://manuelyepe.wordpress.com/

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