Aprendiendo a reciclar con vidrio: consejos para concienciar a los más pequeños

Estas son las claves para transmitir la importancia del reciclado de una forma educativa y divertida.

En un mundo lleno de estímulos, en ocasiones resulta complicado transmitir ciertos valores a los más pequeños de la casa, como la importancia del reciclaje y sus beneficios medioambientales.

Por ello, la plataforma de consumidores a favor de la elección y el reciclado de envases de vidrio, Friends of Glass, propone 5 ideas para contribuir, de una forma amena y con los más jóvenes como protagonistas, a un mundo más sostenible en esta vuelta al cole.

1. ¿Por qué reciclar?

Es importante conocer los beneficios de este proceso que fomenta la sostenibilidad y transmitirlo de manera adecuada a los niños, para que ellos entiendan qué es el reciclaje y por qué debemos hacerlo. Comparar hechos con experiencias que les son familiares ayuda a interiorizar mejor el mensaje:

El vidrio es infinitamente reciclable. Los envases de vidrio pueden reciclarse una y otra vez, convirtiéndose de nuevo en botella o tarro de vidrio sin perder calidad ni cantidad. Como cuando los niños juegan con plastilina, esta se puede moldear en multitud de formas sin que pierda sus propiedades.

Reciclar vidrio es cuidar del medio ambiente. Evitamos la extracción de materias primas, ahorramos energía y reducimos las emisiones. Para poder disfrutar del parque cada día, hay que cuidarlo y disfrutarlo por igual.

Reciclar es fácil. Con un pequeño gesto, entre todos, marcamos una diferencia. Igual que en un partido de fútbol, ganamos cuando jugamos en equipo, compartiendo el triunfo en conjunto.

2. Aprender jugando

Al igual que sucede con infinidad de juegos infantiles educativos, la diversión es una de las mejores formas de aprendizaje para los más pequeños. Las posibilidades son muchas y los adultos pueden diseñar juegos sencillos para transmitir valores y educación medioambiental a los peques con:

Juegos de adivinanzas para descubrir qué elementos pueden introducirse (botellas, tarros y frascos) y cuáles no (vasos, copas, tapas de tarros, bombillas) en el contenedor verde.

Un tablón de puntuaciones que premie a los que nunca se olvidan de reciclar.

Actividades de colorear o de recortar y pegar, para que los niños recuerden cuál es el contenedor adecuado para cada tipo de envase.

Contar los pasos para identificar el punto de reciclado de vidrio más cercano.

3. Creatividad sostenible a través de las manualidades

Otro gran método de aprendizaje para los niños son las manualidades, que aúnan creatividad y sostenibilidad y que pueden hacerse tanto en el hogar como en el colegio. Lo mejor de las manualidades es que las posibilidades son infinitas, como las vidas del vidrio, y podemos animar a los niños a dar una nueva vida a las botellas y tarros vacíos. Es importante recordar que esta reutilización es el paso previo al reciclaje, por lo que hay que visitar el contenedor más adelante con nuestros pequeños cuando esa nueva vida ha concluido su función. Algunas ideas para manualidades son:

Transformar un frasco de mermelada vacío en un portalápiz, utilizar un tarro de yogur para hacer un portavelas o convertir un bote de conservas en un vaso para los zumos. Hacerlo es divertido y el resultado puede ser muy original.

Recopilando algunas botellas de zumos o refrescos se puede crear un instrumento musical similar a un xilófono. Simplemente llenando estas botellas con distintas medidas de agua y colocándolas en fila, comprobaremos que golpeándolas suavemente se pueden escuchar las distintas notas musicales.

Otra opción podría ser realizar un clásico experimento escolar germinando semillas en un algodón para dar vida a una planta dentro de un envase de vidrio. Cuando brote, se puede trasplantar a una maceta para que continúe creciendo y llevar el recipiente anterior al contenedor verde.

4. El reciclaje no acaba en casa

Una vez que ya hayan interiorizado los beneficios del reciclaje, es importante recordar a los pequeños que, para poner su granito de arena en favor del medio ambiente, deben hacerlo también fuera de casa.

Una buena forma de reforzar el mensaje de la importancia del reciclado es añadir una parada de camino al cole y pasar por un punto de reciclaje, convirtiendo así el trayecto en un buen hábito en el que se predique con el ejemplo.

Procurar que los residuos que se generen en el parque o en la escuela, sean colocados en sus respectivos contenedores. Se puede llevar una bolsita donde guardar los residuos para poder reciclar más tarde, si en el momento no se encuentra un lugar adecuado.

5. Hablar desde el ejemplo

Los niños tienden a imitar comportamientos, y la mejor forma de enseñarles a reciclar es adquiriendo esta costumbre en nuestro hogar. A su vez, los niños también querrán compartir todo lo aprendido con su entorno, generando así una red de aprendizaje sobre los beneficios de reciclar vidrio. Por eso, una buena forma de empezar a hacerlo es invitándoles a ser partícipes del proceso:

Preguntándoles en que contenedor iría cada envase o residuo que se genera en casa, convirtiendo el acto de reciclar en un juego.

Animándolos a que enseñen a sus hermanos pequeños o a sus amigos cómo se recicla. Además, de esta manera, se sentirán importantes al saberse maestros de algo tan crucial como salvar el planeta.

Realizando elecciones responsables en la cesta de la compra. Si en los hogares nos acostumbramos a adquirir productos con envases sostenibles, en el futuro los niños también lo harán.

Fuente de la información e imagen: https://www.abc.es/familia

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