Las tendencias de microaprendizaje transforman el panorama de la formación continua y personalizada

Por: Nacho Meneses

Las plataformas de aprendizaje, la educación a distancia y los contenidos gratuitos o de bajo coste multiplican las posibilidades de formación a lo largo de la vida laboral

Las consecuencias económicas, laborales y sociales provocadas por la pandemia se han dejado sentir con fuerza en los meses de confinamiento, pero el desempleo, que creció en 5.107 personas en junio, se ha ralentizado por segundo mes consecutivo e invita a un moderado optimismo: la Seguridad Social ganó una media de casi 70.000 afiliados, aunque los datos interanuales muestran casi 900.000 afiliados menos que hace 12 meses. La incertidumbre por el futuro es la nota predominante en un mercado laboral en el que, si sumamos a los 3,8 millones de parados inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) los 1,8 millones de trabajadores acogidos a un ERTE, comprobamos que uno de cada cuatro trabajadores españoles están inactivos o en pausa.

El estado de alarma supuso una acentuada ralentización de la actividad económica, pero por otro lado estimuló la transformación digital de la sociedad: toda una “alfabetización” a marchas forzadas incluso para aquellos que eran reacios a las nuevas tecnologías. Las empresas buscan perfiles tecnológicos para digitalizarse y las instituciones educativas aprovechar la inercia de esta metamorfosis para dar respuesta a las necesidades futuras: “La crisis sociosanitaria ha acelerado lo que iba a pasar en el mundo de la educación en los próximos cinco o seis años, que va a pasar a suceder en apenas año y medio”, afirma Sergio Calvo, vicerrector de Estudiantes de la Universidad Europea. “Los formatos más tradicionales van a beber de otros más parecidos a la formación continua, que a su vez va a adquirir un valor mayor. Ese lifelong learning, ese aprendizaje a lo largo de toda la vida, será una realidad aún más palpable”.

Es en este contexto en el que las tendencias de formación apuntan a un modelo mucho más flexible, accesible y personalizado, “un continuo proceso de aprendizaje para ser relevantes, redefinir los roles y / o adaptarse a funciones y trabajos que ni siquiera existen todavía”, apunta Gema Requena, directora de la consultora Nethunting, que acaba de publicar junto a EAE Business School el estudio Microtrends 2020: Educación y Trabajo. Un informe del que se desprende que el líder del futuro será un “educador empresarial” con la función de integrar empleados, conocimientos, proveedores y retos empresariales y sociales (como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030) en su cadena de valor, y con un amplio dominio de habilidades como la resiliencia, el pensamiento crítico, redes globales, inteligencia cultural y geopolítica, analítica de datos o sostenibilidad: porque no se trata ya tanto de vender más, sino mejor. El negocio no solo se mide ya en términos económicos, sino sociales y medioambientales.

Plataformas de aprendizaje

Más que nunca, la educación ha de ser un traje digital accesible y a medida, y las nuevas tecnologías ofrecen multitud de modelos de gran utilidad a lo largo de nuestra carrera profesional. Herramientas educativas como las de Goodhabitz u Odilo permiten a las empresas crear sus propias plataformas personalizadas de cursos en habilidades profesionales o de crecimiento personal, entre millones de opciones disponibles. Un concepto parecido al de Netflix, pero de formación continua, y que han abrazado otras instituciones educativas como IEBS, a través de Akademus, un canal de microaprendizaje disponible para cualquier usuario (24,90 € de suscripción mensual) con cursos que van desde el marketing digital y los negocios hasta los recursos humanos, la tecnología, la programación y el diseño de fotografía y vídeo.

La transformación, indica Calvo, acabará por extenderse entre las universidades. “El esquema que tenemos ahora, en el que te dices que tienes que estudiar primero, y luego segundo, tercero, cuarto… está condenado a desaparecer”, asegura. “Todo va a ser mucho más modular, y el estudiante va a poder ir conformando su propio currículo en función de lo que quiera realmente”; un modelo híbrido que mezcle la educación presencial (normalmente más práctica) y la online, que combine lo mejor de ambos mundos y se adapte al momento vital y profesional de cada estudiante.

Becas y ayudas a la formación

El aumento del teletrabajo provocado por la pandemia ha facilitado también las posibilidades de formación online, normalmente a un precio mucho más asequible que el de la educación presencial. Así, por ejemplo, el buscador de cursos Emagister puso el pasado mes de mayo a disposición de sus usuarios una iniciativa de becas de formación por valor de un millón de euros, de los que se han consumido ya más de 600.000, en programas que van desde los MBA del Instituto Superior Europeo de Barcelona (ISEB), a los másteres en logopedia de la Escuela de Postgrado de Medicina y Sanidad o la formación en ciberseguridad de Select Business School, entre muchos otros.

Herramientas como el aprendizaje automático, la inteligencia artificial o el Big Data han facilitado además que Emagister, junto con Majorel y GSS Grupo Covisian, puedan ofrecer al usuario formaciones que se adapten mejor a sus necesidades tanto de conocimientos como económicas, gracias a un equipo de especialistas académicos que asesorarán a partir a los estudiantes en todo el proceso, desde la elección del curso y centro hasta las posibles opciones de financiación.

Ironhack, por su parte, ha dispuesto becas por valor de 300.000 € para los profesionales que quieran hacer la transición a carreras tecnológicas con alta demanda en la actualidad. Las ayudas cubrirán, total o parcialmente, los bootcamps de Ironhack en Madrid, Barcelona y Lisboa, así como los programas de Ironhack Remoto. Y si lo que te interesa es el mundo de las ventas, otra opción es la Sales School de IEBS y Grupo Edutech, para formar comerciales en dos meses y ayudarles después a encontrar trabajo. Además, para facilitar la inserción laboral de los desempleados, estos no tendrán que abonar nada por su formación hasta estar trabajando.

La formación gratuita también existe

Los MOOCS, un acrónimo en inglés que designa a los cursos online, abiertos y masivos de muy diversas disciplinas, constituyen una ingente fuente de conocimiento en muchas ocasiones gratuito, generalmente en formato de vídeo y disponible en inglés (EdX, Coursera, Udemy) o español (Miríadax). Se trata de cursos en muchas ocasiones elaborados por profesores universitarios, investigadores o especialistas en cada campo, lo que los convierte con frecuencia en formaciones de alta calidad y reputación. “Por ejemplo, en el área de la ciencia de datos o la inteligencia artificial, es poco probable encontrar a alguien que no haya realizado los cursos de Andrew NG (cofundador de Coursera) sobre Deep Learning, es casi un requisito”, explica José Pedro Manzano, graduado de la Universidad Complutense y doctorando en Neurociencia Computacional en el Reino Unido.

Con frecuencia, los MOOCs abordan contenidos para los que no existen grados o másteres especializados, algo muy útil cuando las universidades carecen en muchas ocasiones de la flexibilidad o la rapidez necesarias para adaptarse a las últimas demandas del mercado laboral. Sin embargo, el avance de la formación virtual ha empujado a muchas de ellas a pasar a formato digital gran parte de sus programas, como en el caso de los cursos abiertos del Massachusetts Institute of Technology (MIT): “Al igual que con los MOOCs, son una gozada, porque en ocasiones es el mismo descubridor de algo el que te está explicando cómo funciona o cuál ha sido el recorrido hasta llegar allí”, cuenta Manzano. Aparte de los vídeos, sueles tener acceso a apuntes, tareas y materiales, si bien tiene la pega de que, “aunque hagas toda la carrera, no obtienes el título de graduado, aunque en ocasiones (previo pago) emiten certificados”.

YouTube es también fuente de numerosos recursos educativos. Una búsqueda en la popular plataforma de vídeo te puede llevar a Missing Semester, un canal del MIT creado a raíz de la covid-19, a Oxford Mathematics (donde está el mismo Stephen Hawking dando clase), o a tutoriales, charlas y conferencias. Kaggle es una plataforma de competiciones de ciencia de datos; y SpainAI te abre las puertas al aprendizaje colaborativo. Y hay muchas más; tan solo hay que buscarlas.

En el mundo de la tecnología, por ejemplo, está muy extendida la cultura del Open Science, la ciencia abierta: compartir tu propio código para que repliques un algoritmo, documentar y generar contenido explicando tus avances… En Github hay miles de repositorios con tutoriales y código que puedes reutilizar, Google te deja ejecutar código de forma gratuita en sus servidores y empresas como Amazon AWS y Azure tienen servidores a muy bajo precio.

Fuente: https://elpais.com/economia/2020/07/23/actualidad/1595495304_025886.html

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