Page 130 of 135
1 128 129 130 131 132 135

La sequía afecta el crecimiento de niñas y niños en Madagascar

Madagascar/14 julio 2016/Fuente:IPS Agencia de Noticias

Casi la mitad de las niñas y los niños de las zonas afectadas por la sequía en el sur de Madagascar sufren malnutrición.

El pequeño malgache Voahevetse Fotetse aparenta tres años, pero tiene seis y va a la escuela de Ankilimafaitsy, en este distrito de Ambovombe, en la región de Androy en Madagascar, una de las más golpeadas por la sequía que afecta el sur de este país africano.

“Fotetse es uno de los muchos alumnos de la escuela que, debido a la malnutrición crónica, es demasiado pequeño para su edad, demasiado bajo y demasiado flaco”, explicó la directora Seraphine Sasara.

La escuela tiene 348 alumnos, 72 varones y 276 niñas, de entre tres y 15 años. Hay muy pocos varones porque tienen que ayudar en la granja o pastorear al ganado.

Pero la tendencia cambia cuando las niñas cumplen 15 años, la mayoría se ve obligada a abandonar la escuela para casarse.

Pero escolarizados o no, casi la mitad de niñas y niños del sur de Madagascar no escapan a la malnutrición. El Programa Mundial de Alimentos (PMA) dijo que el retraso en el crecimiento, cuando la estatura está por debajo del promedio para su edad, afecta a por lo menos 47 por ciento de los menores de cinco años.

A diferencia de la malnutrición aguda, que puede desarrollarse en un breve lapso y es reversible, el retraso en el crecimiento tiene consecuencias de largo alcance.

“El retraso en el crecimiento es un proceso gradual y acumulativo de 1.000 días, desde la concepción y hasta los dos primeros años de vida del niño”, explicó Sasara a IPS.

Las causas tienen que ver con una ingesta deficiente y sostenida, repetidas infecciones o una combinación de ambas.

“No se trata solo de que un niño sea demasiado pequeño para su edad, tiene severas consecuencias irreversibles, como riesgo de muerte y capacidades físicas y cognitivas limitadas”, detalló Sasara.

Los datos disponibles muestran que dos millones de niñas y niños en este país de África austral tienen retraso en el crecimiento, lo que ubica a Madagascar en el cuarto lugar en la lista de Malnutrición Crónica Global.

Si bien en febrero de este año, la malnutrición aguda global, la deficiencia del peso para la edad, afectaba a ocho por ciento de los niños, es mucho mayor en varias regiones del sur del país, donde muchos distritos superaron el límite crítico de 10 por ciento.

La falta de lluvias y la sequía persistente en el sur del país deterioró la seguridad alimentaria en numerosos hogares, lo que tuvo un impacto significativo en el estado nutricional de los menores de cinco años.

Además, Sasara dijo que la situación empeoró debido a la costumbre de comer arroz en todo el país, “donde comen en el desayuno, el almuerzo y la cena”, precisó.

Pero Mamy Perline dijo a IPS que no siempre hay arroz disponible. “Le doy a mis ocho hijos arroz en el desayuno y en la cena, pero en el almuerzo tienen que comer la fruta del cactus”, relató.

Según el PMA, que está a cargo de un programa de alimentación en las escuelas de los distritos afectados por la sequía, el de Tsihombe es el que está en peor situación con un promedio de 14 por ciento de los menores de cinco años con síntomas de malnutrición aguda.

La agencia estima que casi 50 por ciento de los niños y niñas malgaches menores de cinco años tienen deficiencia de hierro, que causa anemia.

Eso hace que 62 niños de cada 1.000 nacidos vivos mueran antes de cumplir los cinco años.

La falta de agua potable y de condiciones adecuadas de saneamiento agravan la situación que padece el sur de Madagascar.

La educación sigue soportando la peor parte de la grave sequía, pues los datos de varias agencias humanitarias, incluido el PMA, muestran que la matrícula en primaria registra un espiral descendente en Madagascar.

En 2006, 96,2 por ciento de niños y niñas se inscribieron en la escuela, pero la proporción cayó a 69,4 por ciento en 2012. Sasara estima que actualmente, la matrícula es mucho menor porque los niños están pasando demasiada hambre como para permanecer en el aula.

Eso ocurre en la aldea de Tanandava, en el distrito de Amboasary, en Anosy, donde cientos de escolares se reúnen cada día en un centro de la organización Catholic Relief Services, donde se les sirve una comida diaria.

Datos del PMA revelan que hay 1,5 millones de niños y niñas no escolarizados de entre seis y 12 años, con regiones como Anosy, Androy y Atsimo Andrefana, en el sur, donde las elevadas cifras de inseguridad alimentaria causan un alarmantemente bajo rendimiento escolar.

Desde 2005, el PMA implementa el programa de alimentación escolar, en el marco del cual ofrece una comida fortificada a casi 300.000 niñas y niños a diario en 1.300 escuelas primarias en el sur, pero también en los asentamiento irregulares de Antananarivo, Tulear y Tamatave.

“Las comidas se complementan con micronutrientes, que son fundamentales para cortar el ciclo de malnutrición en el país”, explicó Sasara.

El programa de alimentación escolar es un esfuerzo comunitario en que los padres participan en la elaboración de la comida, lo que se convierte en una plataforma para implementar otras intervenciones tendientes a mejorar la salud y la nutrición de niños vulnerables.

Las intervenciones apuntan a mejorar la disponibilidad de agua potable y el saneamiento, un problema doble en la región.

“Cuando llueve y se acumula agua en baches del camino, la recolectamos en contenedores para beber, cocinar y lavar. No importa cuántos automóviles o personas la hayan pisado, es la única fuente que tenemos”, relató Perline.

Con el aumento de casos de malnutrición aguda, un factor que propicia la mortalidad infantil, el PMA respalda a la Oficina Nacional de Nutrición por medio de su Oficina Regional de Nutrición, que ofrece programas de alimentación complementarios para el tratamiento de casos moderados de malnutrición agua en las aldeas del sur del país.

“El tratamiento de niñas y niños con malnutrición aguda moderada puede reducir de forma drástica el número de personas afectadas y restablecer un estado nutricional adecuado”, remarcó Yves Christian, director de la Oficina Regional para la Nutrición.

Además, el PMA ofrece asistencia técnica al gobierno en distintos niveles, que se espera derive en un programa nacional de alimentación escolar.

Por último, se implementarán nuevos proyectos pilotos con otras modalidades de alimentación escolar al inicio del próximo año lectivo, en septiembre de este año.

 

Fuente: http://www.ipsnoticias.net/2016/07/la-sequia-afecta-el-crecimiento-de-ninas-y-ninos-en-madagascar/

 

 

Comparte este contenido:

¿Cuál es la situación actual de la desigualdad en Asia?

14 julio 2016/Fuente: RPP Noticias

La desigualdad en algunos países de Asia es comparable a la que existe en Latinoamérica.

El Fondo de la ONU para la Infancia (Unicef) pidió más inversión gubernamental en Asia Oriental y Pacífico para acabar con la desigualdad que afecta a millones de niños en la región, a pesar del crecimiento económico en los últimos años.

Desigualdad. Karin Hulshof, directora regional de Unicef, indicó que la desigualdad sigue lastrando las oportunidades de los niños con menos recursos en Asia Oriental y Pacífico, lo que incluye a Mongolia, China, Corea del Norte, el Sudeste Asiático y las naciones insulares. «Incluso si continúa el extraordinario crecimiento, está claro que sin mejores programas y políticas de protección social que conviertan el crecimiento en sostenible, veremos a más y más personas excluidas», aseveró Hulshof en una conferencia de prensa en Bangkok.

Los efectos de la pobreza. Las muertes de niños con menos de cinco años a causa de la pobreza en Asia Oriental y Pacífico se han reducido en un 68 por ciento, hasta 18 muertes por cada 1.000 desde 1990, según Unicef. Sin embargo, esto significa que el año pasado fallecieron en la región 540.000 menores antes de cumplir los cinco años por causas evitables.

Karin Hulshof, directora regional de Unicef, indicó que la desigualdad sigue lastrando las oportunidades de los niños con menos recursos en Asia Oriental y Pacífico.

Unicef dice que en muchos países las familias pagan el 50 por ciento del gasto de educación y salud.

Escolarización. Según la directora general, el progreso en Asia es palpable en ciudades como Bangkok, Pekín e incluso en la región indonesia de Aceh, al tiempo que el 96 por ciento de los niños está escolarizado en la región. No obstante, Hulshof aseveró que 6,5 millones de niños no van a la escuela en Asia Oriental y Pacífico, lo que contraviene la Convención de los Derechos del Niño que todos los países han firmado. «Podemos ver que el número de niños sin escolarizar en la región es mayor que toda la población de Singapur o de Nueva Zelanda», apostilló.

Servicios de calidad. Hulshof afirmó que en muchos países las familias pagan el 50 por ciento del gasto de educación y salud, por lo que abogó por que los ciudadanos exijan a sus gobiernos servicios de calidad y accesibles. Gaspar Faijth, asesor de Políticas Sociales y Análisis Económico de Unicef en Asia Oriental y Pacífico, recordó que el mensaje es que «desarrollo sostenible empieza proveyendo justicia y oportunidades a los niños».

Problemas sociales. Faijth citó el trabajo infantil, la malnutrición y carencia de oportunidades como algunos de los problemas a los que se enfrentan 45 millones de niños que viven con menos de 1,90 dólares diarios en Asia Oriental y Pacífico. El experto agregó que la desigualdad en algunos países de Asia es comparable a la que existe en Latinoamérica y precisó que la falta de fondos para la educación y la salud de los niños no se debe a una «falta de dinero» sino de «prioridades» en los presupuestos gubernamentales.

Fuente: http://rpp.pe/mundo/actualidad/cual-es-la-situacion-actual-de-la-desigualdad-en-asia-noticia-977585

 

Comparte este contenido:

Escuelas rurales de México, marginadas y lejanas a la reforma educativa

México/14 ulio 2016/ Fuente: Zócalo Saltillo

La maestra escribe en el pizarrón fracciones matemáticas mientras los muros de lámina del salón de clases se cimbran al soplar el viento. Con sus lápices astillados, los alumnos de esta humilde primaria toman nota, esperando convertirse en los futuros intelectuales, doctores y futbolistas de México.

Sin sanitarios, patio pavimentado, agua potable o computadoras, la escuela pública Adolfo López Mateos acoge a 114 alumnos de distintas etnias indígenas de Oaxaca.

Felipa, que a sus diez años cursa el cuarto grado, camina cotidianamente durante una hora por empinados senderos de lodo, con la mochila al hombro y el estómago vacío, para llegar a esta primaria ubicada en la comunidad de Zaachila, a las afueras de Oaxaca capital.

En esta región, miles de maestros se oponen virulentamente a la reforma educativa promulgada en 2013 que, según el presidente Enrique Peña Nieto, busca disminuir la profunda brecha de desigualdad, en un país donde cerca de la mitad de los alumnos de 15 años no alcanza competencias básicas en ciencias, lectura o matemáticas, según un informe de 2012 de la OCDE.

Cuando sus maestros no están en marchas y protestas, Felipa recoge sus cabellos negros en una coleta, se pone su camisa blanca y sus zapatitos negros para ir a la escuela, ubicada frente a un gigantesco vertedero de basura.

“Sí me gusta estudiar. Quiero escribir muchas cosas para ser maestra. O mejor pintora”, dice a la AFP esta tímida niña de ojos rasgados, mientras garabatea en su cuaderno.

Felipa, cuya familia subsiste gracias al empleo de su madre como lavandera de ropa, piensa que su escuela “sí es bonita” aunque sólo cuente con dos aulas de concreto -las otras cuatro son de lámina- y tenga, en vez de sanitarios, dos letrinas cavadas en la tierra a las que de cuando en cuando se les vierte cal para disimular el hedor.

Con multitudinarias marchas, los maestros se oponen a la nueva ley educativa, por considerar que las evaluaciones que estipula no toman en cuenta las especificidades de zonas indígenas y rurales.

El 11% de las escuelas mexicanas no tiene baños, una porcentaje que alcanza el 30% en el estado de Oaxaca y sus vecinos Chiapas y Guerrero, según el ministerio de Educación.

Una teoría inaplicable

Mariela Bautista, una dinámica joven de 28 años, hace las veces de maestra y directora de la primaria de Felipa.

Ante la indiferencia del Estado, debe cobrar a los padres de familia una cuota -para muchos impagable- de 150 pesos anuales para pagar la luz eléctrica, impresiones de los exámenes o marcadores para el pizarrón. Cuando no recolecta lo suficiente, saca de su bolsillo.

También debe pedir a las madres que hagan el aseo de la escuela y preparen los desayunos que, por cinco pesos, son servidos a los niños.

“No estoy trabajando dignamente porque no tengo las condiciones que debo tener. Pero aun así, estoy con la frente en alto y quiero sacar mi trabajo. Amo a mis niños, amo mi carrera, y el gobierno no puede venir a pisotearnos más”, dice Bautista, que se rehúsa a presentar los exámenes gubernamentales.

“La teoría de esos exámenes no se puede pasar a la práctica que nosotros tenemos. Los pedagogos hablan de una conexión entre padres de familia, niños, maestros y sociedad. Y aquí toda la responsabilidad es de nosotros”, argumenta, al explicar que la mayoría de los padres no tienen recursos para vestir y alimentar a sus hijos, y que no pueden ayudarlos con las tareas por ser analfabetas.

Además, los nuevos libros de texto remiten constantemente a sitios internet, algo incompatible en una escuela donde el Estado no paga la electricidad y no hay una sola computadora, subraya.

La polémica reforma impulsa el proyecto “Escuelas al 100”, que presume ser la mayor inversión en infraestructura educativa, con unos 2,7 millones de dólares.

Ilusionada, Bautista pidió aulas de concreto para su escuela, pero desistió cuando supo que el gobierno las cobraría.

“Nos piden una hipoteca que los papás van a tener que pagar”, explicó, al asegurar que pensará “dos veces” antes de pedir al gobierno que mejore las condiciones de sus enclenques aulas.

“Cuando el viento sopla, trae mareas de un aire fétido por el basurero de enfrente; en invierno, las manos nos tiemblan en los salones de lámina y no podemos ni escribir; en verano se siente el bochorno horrible y en época de lluvia se inundan de lodo”, relata.

En el patio, Felipa enfunda de nuevo su mochila antes de iniciar la caminata de regreso a casa.

“Hoy aprendí las fases de la Luna. Ahora voy a ayudar a mi mamá”, dice sonriente, mientras se aleja arrastrando sus zapatitos negros sobre el lodo.

Fuente: http://www.zocalo.com.mx/seccion/articulo/escuelas-rurales-de-mexico-marginadas-y-lejanas-a-la-reforma-educativa-1468

Comparte este contenido:

Insta ONU a apoyar e invertir en las adolescentes

Los líderes políticos y empresariales, así como la sociedad civil deben enfocarse, apoyar e invertir en las adolescentes para proteger sus derechos humanos, instó el Secretario General de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon.

En el marco del Día Mundial de Población, el alto funcionario de la ONU afirmó que un objetivo fundamental de los Objetivos de Desarrollo Sostenible es que nadie se quede atrás.

«Si bien se han logrado avances significativos en la reducción de la pobreza y la mejora de las oportunidades y del bienestar para muchas personas en todo el mundo, cientos de millones siguen aguardando desesperadamente la posibilidad de un futuro mejor», dijo.

Agregó que las niñas, en particular las adolescentes en sus años de formación, se encuentran entre las personas a las que se ha prestado menos atención en las iniciativas de desarrollo.

«Cuando las niñas deberían estar estudiando en la escuela y soñando con todo lo que tienen por delante, las trabas sociales y culturales impiden a un número demasiado elevado de ellas hacer realidad sus ambiciones», expuso.

«Mientras las opciones y las oportunidades de los niños tienden a aumentar cuando llegan a la adolescencia, las de las niñas se reducen con demasiada frecuencia. La mitad de las agresiones sexuales en todo el mundo se cometen contra niñas de 15 años o menos. En los países en desarrollo, una de cada tres menores contrae matrimonio antes de cumplir los 18. Además, en comparación con los adolescentes, las adolescentes tienen menos probabilidades de comenzar o acabar la escuela secundaria», agregó.

Por lo tanto, Ban Ki-moon afirmó que corregir estas desigualdades es fundamental para el éxito de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la cual busca lograr, entre otras metas, la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas.

«Insto a todos los gobiernos, las empresas y la sociedad civil a que apoyen a las adolescentes e inviertan en ellas. Todas las personas merecen beneficiarse del crecimiento económico y el progreso social. Trabajemos codo con codo para poder disfrutar de una vida en que haya seguridad, dignidad y oportunidades para todos», enfatizó.

En su mensaje, el Director Ejecutivo del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), Babatunde Osotimehin dijo: «Cuando [una adolescente] tiene nada que decir en las decisiones sobre su educación, salud, trabajo o estado incluso civil, ella nunca puede alcanzar su máximo potencial o convertirse en una fuerza positiva para la transformación en su hogar, comunidad y nación.»

Explicó que en algunas partes del mundo, una niña que llega a la pubertad es considerada por su familia o comunidad como lista para el matrimonio, el embarazo y el parto. Puede casarse y ser forzada a abandonar la escuela. Sus derechos humanos pueden ser violados.

«[Sin embargo], cuando una adolescente tiene el poder, los medios y la información para tomar sus propias decisiones en la vida, es más probable que pueda superar los obstáculos que se le interponen y alcanzar un futuro saludable y productivo. Esto le beneficiará a ella, su familia y su comunidad», resaltó Osotimehin.

También destacó que invertir en las adolescentes es necesario para proteger su salud, incluyendo su salud sexual y reproductiva, para recibir una educación de calidad y ampliar las oportunidades económicas y tener un trabajo decente.

El Representante del UNFPA subrayó que una adolescente, cuyos derechos son respetados y que sea capaz de alcanzar su máximo potencial, es una persona que puede tener más probabilidad de contribuir al progreso económico y social de su comunidad y nación.

Fuente:http://www.cinu.mx/noticias/la/insta-onu-a-apoyar-e-invertir-/

Comparte este contenido:

Cumpliendo 5 años con Sudán del Sur

Sudan del Sur/ 12 de julio de 2016/Fuente: 20minutos

El 9 de julio, Sudán del Sur cumplió cinco años, del mismo modo que decenas de miles de niños en el país solo han conocido la violencia, el miedo y la convulsión a lo largo de la mayor parte de su vida.

Después de más de dos años de guerra civil, ¿cómo se vive siendo niño en Sudán del Sur hoy? Aproximadamente un millón de niños se han visto forzados a huir de sus hogares por culpa de la violencia; más de 400.000 han dejado el colegio debido a las luchas y más de un tercio de todos los niños sufren desnutrición. Estas son las historias de 5 niños que cumplen 5 años en Sudán del Sur.

©UNICEF/UNI203954/Everett. Gatchang Moet, 5 años, Bentiu. En el Centro de Protección de Civiles de Bentiu.

©UNICEF/UNI203954/Everett. Gatchang Moet, 5 años, Bentiu. En el Centro de Protección de Civiles de Bentiu.

“Quiero ser piloto de aviones”. Gatchang responde sin pensarlo dos veces, de pie en el centro de la habitación que comparte con otros ocho miembros de su familia.

Gatchang, nos cuenta su abuelo, nació en un día particularmente cálido. No pueden recordar un momento sin conflicto. Cuando Gatchang cumplió apenas dos años, su ciudad quedó destruida prácticamente por completo con el estallido de la guerra civil. Su familia huyó para estar a salvo a un campo de protección de civiles controlado por la ONU. Ha pasado la mayoría de su vida dentro de este espacio de mucha seguridad.

 

©UNICEF/UNI203958/Everett. Election Lowata, 5 años, viene del pueblo de Lomolo, en un centro de tránsito en Adjumani, Uganda.

©UNICEF/UNI203958/Everett. Election Lowata, 5 años, viene del pueblo de Lomolo, en un centro de tránsito en Adjumani, Uganda.

 

“¡Nunca! No había estado en un tobogán hasta ahora. Pero me gusta”, dice antes de darse la vuelta para lanzarse otra vez.

Nacida el año en que su país alcanzó la independencia, sus padres la llamaron orgullosamente Elección. Después de dos años de malas cosechas, y un persistente asalto a su ganado por parte de tribus rivales, la familia se quedó sin opciones. Hoy en día, en el año en que su hija y su país cumplen cinco años, Elección y su familia se han visto forzados a atravesar la frontera a su país vecino, Uganda. La mañana después de su llegada, Elección visitó la zona infantil y el aula apoyadas por UNICEF, alzando la mano para responder a las preguntas desde el principio.

“Creo que va a volver todos los días”, dice su padre Kompeo, orgulloso, sonriendo por primera vez en toda la semana.

“Un día preguntó a su profesor qué hacían esos aviones en el cielo”, cuenta Florence entre risas cuando escucha a su hija decir que quiere ser piloto. “Su profesor dijo que eran personas que van mucho a la escuela, y en ese momento Susan decidió que quería ser piloto”.

©UNICEF/UNI203956/Everett. Susan Andua, 5 años, en el exterior de la casa de su madre Florence en Nimule, Sudán del Sur.

©UNICEF/UNI203956/Everett.
Susan Andua, 5 años, en el exterior de la casa de su madre Florence en Nimule, Sudán del Sur.

Sólo un 10% de las niñas en Sudán del Sur completa la educación primaria, y la edad media con que se casan en las zonas rurales rara vez supera los 15 años. Resultado de ello: hay más adolescentes que mueren al dar a luz que adolescentes que terminan el instituto.

 

 

 

 

 

 

“Mi madre me ayuda con los botones todos los días, antes de ir a la escuela”, nos cuenta Madadr mientras se levanta para enseñarnos su pequeña chaqueta.

©UNICEF/UNI203953/Everett. Madadr Tuok, 5 años, Bentiu. En la Escuela Primaria Lich, en el Centro de Protección de Civiles de Bentiu.

©UNICEF/UNI203953/Everett.
Madadr Tuok, 5 años, Bentiu. En la Escuela Primaria Lich, en el Centro de Protección de Civiles de Bentiu.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta escuela es una de las ocho operadas por UNICEF dentro del Centro de Protección de Civiles de Bentiu. Con una población de 90.000 personas, de las que más del 60% son menores de 18 años, la demanda de educación es acuciante.

Continúa hablando de una lata vacía de aceite “La llevo a la escuela desde casa cada día. Si me siento delante, puedo llegar a ver al profesor”.

“Mis botas vienen de Jubba”, dice Sabri, orgulloso de saber que sus botas vienen de la capital de Sudán del Sur, una ciudad que nunca ha visto. “Mi madre tiene una hermana allí, que trabaja en el hospital”.

Hadia, de 13 años, es la que gana el pan en la familia de Sabri, de seis personas, incluyendo sus hermanos gemelos de seis meses.

©UNICEF/UNI203955/Everett. Sabri, 5 años, Magwi, desde el exterior de la casa que alquila su madre en Torit, Sudán del Sur.

©UNICEF/UNI203955/Everett. Sabri, 5 años, Magwi, desde el exterior de la casa que alquila su madre en Torit, Sudán del Sur.

“No hay dinero para la escuela ahora”, dice Rose, la madre de Sabri. “Pero cuando los bebés hayan crecido un poco volveré a trabajar, y Sabri irá al colegio. Quiero que tenga una educación. Puede conseguir lo que quiera, se puede ver que es un buen chico”.

Fuente: http://blogs.20minutos.es/blog-solidario-cooperantes/2016/07/09/cumpliendo-5-anos-con-sudan-del-sur/

Imagen: http://images.eldiario.es/politica/Sudan-Sur-proteger-matrimonio-HRW_EDIIMA20130307_0282_4.jpg

Comparte este contenido:

Argentina: Los futuros ciudadanos que no conocemos (antes de la tormenta)

Argentina/12 de julio de 2016/Fuente:  Urgente24

Los barrios porteños más vulnerables son a la vez los que más porcentaje de niños hasta 4 años registran en la Capital: Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano, en una primera línea, y Boca, Barracas, Parque Patricios y Nueva Pompeya, un escalón más abajo. Todos linderos al Riachuelo y adonde el gobierno de la Ciudad le apunta los cañones sociales. Ya funcionan 64 Puntos Centros de Primera Infancia que atienden a 9.000 chicos en todas las comunas en materia alimentaria, de salud y educación. Aunque una encuesta de CIPPEC, UNICEF, FLACSO y el Ministerio Desarrollo Humano y Hábitat de la CABA les abrió un crédito, la calle sigue reflejando con crudeza la triste historia de generaciones de niños que crecen prisioneros de esa desigualdad social.

Comparte este contenido:

En la República Centroafricana, las expectativas son altísimas

Por. Banco Mundial.

BANGUI.- Lo primero que se observa al aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Bangui M’Poko son kilómetros y kilómetros de refugios improvisados, cubiertos con lonas de plástico, peligrosamente alineados a lo largo de la pista de aterrizaje. “Un desastre inminente, si un avión se desviara de la pista y se incendiara”, dice un oficial de bomberos del aeropuerto. Bienvenidos al campamento M’Poko, refugio de 30 000 desplazados internos que viven en los terrenos de un aeropuerto dilapidado.

En 2014, en la plenitud de la crisis política y sectaria que devastó a la República Centroafricana y desplazó a la cuarta parte de su población, el campamento llegó a albergar a unas 100 000 personas. La ciudad capital de la República Centroafricana, apodada antiguamente Bangui la Coquette (Bangui, ciudad de encanto), se ha ganado el triste apelativo de Bangui la Roquette (Bangui, ciudad de bombas). Aunque las recientes elecciones presidenciales y legislativas han puesto fin a tres años de conmoción y de transición, los cascos azules todavía están por doquier y los brotes de violencia son frecuentes.

Sin embargo, por primera vez en su historia, el país ha elegido democráticamente un presidente y una Asamblea Nacional. “La República Centroafricana está emergiendo de una de las crisis más duras y costosas de su historia, y las nuevas autoridades enfrentan enormes desafíos”, dice Jean-Christophe Carret, gerente del Banco Mundial a cargo de las operaciones en ese país. “Además de reconstruir la nación, el desafío primordial [del Gobierno] será asegurar el restablecimiento de la seguridad en todo el país, promover la reconciliación nacional y ocuparse de los desplazados internos”.

En un extremo del campamento M’Poko, bajo el ala de un avión derruido, encontramos sentado a Roger Arnold Tabassé, de 73 años, exinspector de la policía, un hombre que tuvo un pasado mejor pero que aún conserva su dignidad. “Mis hijos me obligaron a venir aquí por mi propia seguridad”, comenta. “Mi hogar, en el centro de Bangui, fue saqueado completamente —lo único que dejaron fue una cama metálica— y como estoy enfermo y debo usar una sonda, ellos pensaron que este campamento era la mejor opción. Ahora vivo aquí con mis cinco hijos, mis nietos y mi esposa, que tengo la suerte de que sea enfermera”. Pero Roger, como muchas personas que conocimos en el campamento, está optimista acerca del futuro de su país. “Espero de verdad que podamos salir adelante”.

Un alto precio que pagar

La República Centroafricana, famosa en otros tiempos por sus diamantes y su emperador autoproclamado, es hoy uno de los países más pobres del mundo y ha emprendido un largo camino hacia la recuperación con la ayuda del Banco Mundial y otros asociados del ámbito del desarrollo. Durante la crisis, el gasto en la estabilización del país alcanzó los USD 1350 millones anuales (cifra que equivale aproximadamente a todo el producto interno bruto del país), incluidos unos USD 800 millones para apoyar a la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Centroafricana (MINUSCA) y USD 300 millones para las fuerzas francesas de mantenimiento de la paz en el marco de la Operación Sangaris. Durante esos tiempos difíciles, el país también recibió USD 250 millones anuales en asistencia humanitaria, monto sin precedentes en un país tan dependiente de la asistencia externa que a veces lo llaman la “República de las ONG”.

Se estima que a fines de 2015 había unos 450 000 desplazados internos, y cerca de 500 000 refugiados en países vecinos. Alrededor de 2,5 millones de personas —es decir, más de la mitad de la población del país— requieren asistencia humanitaria en forma urgente, y más del 60 % de los habitantes vive en condiciones de pobreza extrema. El Banco Mundial apoyó la respuesta frente a la crisis con una donación por un valor de USD 100 millones financiada por la Asociación Internacional de Fomento (AIF), (i) su fondo para los países más pobres, y actualmente colabora con las Naciones Unidas y la Unión Europea en la organización de una conferencia sobre la reconstrucción de la República Centroafricana. En dicho evento se definirán las prioridades y necesidades del país a fin de apoyar el proceso de recuperación y de paz en los próximos cinco años.

Una de las medidas más eficaces que adoptaron los donantes durante la crisis fue un programa de trabajo a cambio de dinero que dio empleo temporal a las personas más vulnerables, entre ellos excombatientes, en Bangui y sus alrededores. Fuera de Bangui, el Banco Mundial, a través de su proyecto Londo (“Levántate”), facilitó los esfuerzos de consolidación de la paz y estabilización dando ocupaciones temporales a 8500 hombres y mujeres de 17 distritos en una época en que aún prevalecía la falta de seguridad.

“Cuando se recibe ayuda en situaciones tan difíciles como esta, no es fácil medir el grado de alivio que se siente. El proyecto fue sumamente beneficioso para la población en términos de calidad de vida y empleo, lo cual resultó muy alentador para quienes habían quedado abandonados a su suerte tras la gravísima crisis que había atravesado el país”, dice Jeannette Teya, alcaldesa de Bimbo (la capital provincial de Ombella-M’Poko), situada a unos 24 kilómetros de Bangui

En la actualidad, lo primordial para Jean-Christophe Carret es facilitar la reinserción de los excombatientes y el retorno de los desplazados internos a sus lugares de origen. El Banco Mundial está preparando un programa orientado a respaldar las medidas de recuperación y reconstrucción. Como parte del proceso de estabilización y reconciliación nacional, se prestará especial atención a los jóvenes que han sido marginados por la sociedad o movilizados por grupos armados.

En el campamento Beal, en el corazón de Bangui, donde 1500 exrebeldes viven en precarias condiciones bajo la atenta mirada de las fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, las expectativas son altísimas. Tal como señala un excombatiente: “Primero vinimos a tomar el poder. Luego, dejamos nuestras armas y aceptamos que nos instalaran en este campamento. Ahora estamos a la espera del proceso de desarme, desmovilización y reinserción, para poder seguir adelante con nuestras vidas, porque ya llevamos tres años esperando. Si fuera posible, me gustaría terminar mis estudios, convertirme en un ciudadano libre y digno y, sobre todo, dejar todo esto atrás”.

Fuente: http://www.bancomundial.org/es/news/feature/2016/07/06/in-the-central-african-republic-expectations-are-sky-high

Imagen: http://www.bancomundial.org/content/dam/photos/780×439/2016/jul/avion-historia-africana.jpg

Comparte este contenido:
Page 130 of 135
1 128 129 130 131 132 135