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Informe de UNICEF: ‘Sobrevivir sin lo básico’: la crisis en Líbano pone en jaque el futuro de la infancia

Un informe de UNICEF advierte de que la situación de los niños libaneses ha empeorado en los últimos meses.

“Ahora no puedo ni pagar el alquiler, ni siquiera puedo mantener a mis hijos”, cuenta Ghada, una madre de la ciudad libanesa de Becá. Esta es la realidad a la que se enfrentan miles de familias en Líbano. En los últimos meses, la situación de la población, y de los niños en particular, ha empeorado notablemente. Cada vez son menos las familias que pueden procurarse un techo o alimentos para subsistir.

Un informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), titulado Sobrevivir sin lo básico, retrata, basándose en dos evaluaciones rápidas realizadas en abril y octubre de este año, el alto riesgo al que están expuestos los niños. Los testimonios recabados por la oenegé dibujan un panorama un tanto desolador para el país de Oriente Próximo.

Muchos menores, sumidos en la pobreza, no ven más opción que abandonar la escuela y trabajar para ayudar a su familia a sobrevivir.

Aquí antes se erigían los hogares de los habitantes del campamento de Hesbi.

Aquí antes se erigían los hogares de los habitantes del campamento de Hesbi. Fouad Choufany UNICEF
Desde hace unos años, Líbano experimenta una de sus peores crisis económicas. La pandemia de la covid-19, sumada a la tragedia de la explosión del puerto de Beirut en agosto del año pasado, ha terminado por devastar su débil economía.

El acceso a servicios básicos como la educación, la salud o simplemente disponer de agua y saneamiento adecuados, se han convertido en los problemas cotidianos de la mayoría de familias libanesas. Según estimaciones recientes, 8 de cada diez personas viven en situación de pobreza, y alrededor de un tercio de la población sufre pobreza extrema.

El hambre es otra de las consecuencias de la crisis socioeconómica en la que está sumido el país. Debido a la incapacidad de adquirir alimentos variados, el pan y el zaatar –mezcla de especias, hojas secas y semillas típicas de la zona– se han convertido en la comida principal de muchas familias.

“Comemos aceitunas, tomillo y aceite. Esto supone tres cuartos de nuestra alimentación. Hace dos meses que no traemos carne a nuestro hogar”, cuenta Khalid.

8 de cada diez personas viven en situación de pobreza en Líbano

Además, los medicamentos y el acceso a la salud están al alcance de pocos. “No puedo llevar a mis hijos al médico, nuestra única opción es la farmacia, que es más barata”, cuenta Fadla.

Para aliviar estos problemas, UNICEF ha puesto en marcha el programa Haddi, que procura un ingreso básico mensual a más de 95.000 niños y jóvenes en situación de vulnerabilidad.

Sin embargo, como afirma Hanan, “la situación ha empeorado”. Esta joven madre de cuarto niños asegura que “hace cuatro años, la situación no era como ahora, vivíamos bien”. Y reconoce que, a pesar de que no eran ricos, podían vivir cómodamente y se sentían seguros.

Hanan, una joven de 29 años vive con su esposo y sus cuatro hijos a las afueras de Trípoli, al norte del país.

Hanan, una joven de 29 años vive con su esposo y sus cuatro hijos a las afueras de Trípoli, al norte del país. Fouad Choufany UNICEF

El deterioro de la situación económica del país obligó a Tarek, su marido y principal sustento de la familia, a cerrar su negocio, que venía arrastrando muchas deudas. Todo su equipamiento y herramientas pasaron a manos del casero. Aunque su situación actual ha mejorado respecto a hace unos meses, esta familia todavía tiene dificultades para pagar el transporte a la escuela de sus hijos o para alimentarlos.

“Ahora, no tengo nada más que vender para alimentar a mis hijos”, señala Hanan. Alrededor del 40% de las familias, como la de Hanan y Tarek, se han visto obligadas a vender objetos domésticos para sobrevivir. Y siete de cada diez han tenido que comprar comida a crédito o pedir dinero prestado para comprar alimentos.

“A veces, mando a mis niños a la escuela hambrientos, sabiendo que esto está fuera de mi control. Estoy desesperada”, lamenta Hanan.

Ser refugiado en Líbano

Líbano es uno de los países con mayor ratio de refugiados del mundo, con alrededor de 900.000 personas en esta situación. En este contexto desfavorable, las consecuencias de la crisis son incluso más notables.

La inflación que sufre la economía nacional, el incremento de la pobreza y la escasez de puestos de trabajo, unidas a un contexto político muy inestable, han condenado al país a una situación crítica. Los más vulnerables entre los vulnerables son los menores, especialmente los refugiados.

Además, todos estos factores, sumados a las consecuencias del covid-19, han puesto a miles de familias al borde de la hambruna.

“No puedo llevar a mis hijos al médico; la farmacia es más barata” cuenta Fadla 

A las afueras de la ciudad de Saida se localiza el campamento de Hesbi, donde viven como pueden 22 familias libanesas de origen palestino a las que UNICEF presta ayuda y cuya evolución ha seguido de cerca.

La vida en el campamento de Hesbi se ha vuelto cada vez más dura: este año, el campamento sufrió un incendio que calcinó gran parte de las tiendas. En la actualidad, sólo dos quedan en pie.

“Durante los últimos seis meses, hemos dormido en el suelo al aire libre”, relata Asad Mostapha, residente de este campamento. “Ya no tenemos viviendas, lo único que pedimos es que nos procuren un espacio seguro para nuestros hijos, necesitamos ayuda para esto”, reclama.

La pequeña figura de Aya, una niña de cinco años aparece y susurra no queremos nada más que un nuevo hogar.

La pequeña figura de Aya, una niña de cinco años aparece y susurra «no queremos nada más que un nuevo hogar». Fouad Choufany UNICEF

La situación de los niños es cada vez más complicada. Ahmad, de 14 años, explica cómo no ha tenido oportunidad de continuar sus estudios. “Mis hermanos y yo tenemos trabajo como mozos. Subimos cosas a camiones desde las 6 de la mañana hasta las 7 de la tarde. Gano 30.000 libras libanesas al día [alrededor de un dólar y medio]”. Él y sus hermanos, dice, al menos están bien.

Pero su historia no es única: los 62 niños que viven en el campamento han tenido que dejar de ir a la escuela.

Ante la complicada situación de los menores en Líbano, Yukie Mokuo, representante de UNICEF en el país, hace un llamamiento a los líderes políticos: “El Gobierno debe actuar rápidamente para salvaguardar el futuro de los niños. Esto requiere ampliar de manera importante las medidas de protección social, garantizar el acceso a educación de calidad para cada niño, y fortalecer la atención sanitaria primaria y los servicios de protección infantil”.

Desde 2019, Líbano experimenta una situación crítica. La retirada de los subsidios a los productos básicos y la ausencia de un sistema de protección social efectivo condenan a muchas familias a vivir en condiciones infrahumanas, y los más vulnerables, como suele suceder en otros contextos adversos, son los niños.

Fuente: https://www.elespanol.com/enclave-ods/historias/20211203/sobrevivir-sin-basico-crisis-libano-pone-jaque-futuro-infancia/630937982_0.html

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Informe: Los estudiantes podrían perder 15 billones a lo largo de su vida como consecuencia de la pandemia en el mundo

Banco Mundial, UNESCO y UNICEF piden Programas de Recuperación del Aprendizaje y una mayor inversión en educación en los paquetes de estímulo

Un informe sobre las consecuencias educativas de la pandemia de coronavirus cifra en 17 billones de dólares (unos 15 billones de euros) lo que perderán los actuales estudiantes a lo largo de toda su vida como consecuencia del impacto de la COVID-19. En su punto álgido, la pandemia ha interrumpido la educación de 1.600 millones de estudiantes.

El informe ‘El estado de la crisis mundial de la educación: Un camino hacia la recuperación’ recoge así que se podría perder en torno al 15 por ciento del PIB mundial actual por el cierre de centros educativos por el virus. El texto ha sido elaborado por el Banco Mundial, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

La nueva proyección revela que el impacto es más grave de lo que se pensaba y supera con creces las estimaciones de 10 billones de dólares publicadas en 2020.

Además, muestra que en los países de ingresos bajos y medios, la proporción de niños que viven en situación de pobreza de aprendizaje –que ya era del 53 por ciento antes de la pandemia– podría llegar al 70 por ciento debido a los largos cierres de las escuelas y a la ineficacia de la enseñanza a distancia para garantizar la plena continuidad del aprendizaje durante los cierres de los colegios.

«La crisis del COVID-19 paralizó los sistemas educativos de todo el mundo», ha explicado el director mundial de Educación del Banco Mundial, Jaime Saavedra. «Ahora, 21 meses después, las escuelas permanecen cerradas para millones de niños y es posible que otros nunca vuelvan a las aulas. La pérdida de aprendizaje que están experimentando muchos niños es moralmente inaceptable», ha remachado.

La consecuencia directa es el impacto «devastador» en la productividad, los ingresos y el bienestar futuros de esta generación de niños y jóvenes, sus familias y las economías del mundo.

Las simulaciones que estiman que los cierres de escuelas provocan importantes pérdidas de aprendizaje están siendo corroboradas por datos reales. Por ejemplo, los datos regionales de Brasil, Pakistán, India, Sudáfrica o México muestran pérdidas sustanciales en matemáticas y lectura.

PÉRDIDAS PROPORCIONALES A LA DURACIÓN DE LOS CIERRES

El análisis muestra que en algunos países las pérdidas de aprendizaje son aproximadamente proporcionales a la duración de los cierres. Sin embargo, existe una gran heterogeneidad entre los países y según la materia, el estatus socioeconómico de los estudiantes, el género y el nivel de grado.

Por ejemplo, los resultados de dos estados de México muestran pérdidas de aprendizaje significativas en lectura y en matemáticas para los estudiantes de 10 a 15 años. Las pérdidas de aprendizaje estimadas fueron mayores en matemáticas que en lectura y afectaron de forma desproporcionada a los alumnos más jóvenes, a los estudiantes de bajos ingresos y a las niñas.

Salvo algunas excepciones, las tendencias generales en todo el mundo se alinean con los hallazgos de México, lo que sugiere que la crisis ha exacerbado las desigualdades en la educación. Los niños de hogares con bajos ingresos, los niños con discapacidades y las niñas tenían menos probabilidades de acceder al aprendizaje a distancia que sus compañeros.

Esto se debe a la falta de tecnologías accesibles y a la disponibilidad de electricidad, conectividad y dispositivos, así como a la discriminación y las normas de género.

Los estudiantes más jóvenes tenían menos acceso a la enseñanza a distancia y se veían más afectados por la pérdida de aprendizaje que los estudiantes de más edad, especialmente entre los niños en edad preescolar en etapas cruciales de aprendizaje y desarrollo.

DESIGUALDAD

El impacto perjudicial en el aprendizaje ha afectado de forma desproporcionada a los más marginados o vulnerables. Las pérdidas de aprendizaje fueron mayores para los alumnos de menor nivel socioeconómico en países como Ghana, México y Pakistán.

Los primeros indicios apuntan a que las pérdidas son mayores entre las niñas, ya que están perdiendo rápidamente la protección que la escuela y el aprendizaje ofrecen a su bienestar y a sus oportunidades en la vida.

«En algunos países, estamos viendo mayores pérdidas de aprendizaje entre las niñas y un aumento del riesgo de que se enfrenten al trabajo infantil, la violencia de género, el matrimonio precoz y el embarazo», ha señalado el director de Educación de UNICEF, Robert Jenkins.

El informe subraya además que, hasta la fecha, menos del 3 por ciento de los paquetes de estímulo de los gobiernos se han destinado a la educación. «Se necesitarán muchos más fondos para la recuperación inmediata del aprendizaje», destacan los autores.

PROGRAMAS DE RECUPERACIÓN DEL APRENDIZAJE

Por ello, piden que la reapertura de las escuelas sea una prioridad «máxima y urgente» a nivel mundial para frenar y revertir las pérdidas de aprendizaje. «Los países deben poner en marcha Programas de Recuperación del Aprendizaje con el objetivo de asegurar que los estudiantes de esta generación alcancen al menos las mismas competencias de la generación anterior», han planteado.

Estos programas deben cubrir tres líneas de acción clave: consolidar el currículo, ampliar el tiempo de instrucción y mejorar la eficiencia del aprendizaje. «Debemos hacer de los niños y los jóvenes una verdadera prioridad en medio de todas las demás exigencias de la respuesta a la pandemia. Su futuro y nuestro futuro colectivo dependen de ello», ha apuntado la subdirectora general de Educación de la UNESCO, Stefania Giannini.

El informe incluye una serie de recomendaciones para construir sistemas educativos más resistentes a largo plazo: Invertir en el entorno propicio para liberar el potencial de las oportunidades de aprendizaje digital para todos los estudiantes; reforzar el papel de los padres, las familias y las comunidades en el aprendizaje de los niños; garantizar que los profesores tengan apoyo y acceso a oportunidades de desarrollo profesional de alta calidad y aumentar la proporción de la educación en la asignación del presupuesto nacional de los paquetes de estímulo.

Fuente: https://www.europapress.es/internacional/noticia-estudiantes-podrian-perder-15-billones-largo-vida-consecuencia-pandemia-20211206144309.html

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La pandemia empuja a escolares de África fuera de las aulas

La educación de calidad, segura, con perspectiva de género e inclusiva para los niños y niñas de África está cada vez más fuera de su alcance de la mayoría de la infancia del continente, dicen los expertos.

Los centros de educación secundaria de Kenia reabrieron sus aulas en octubre, pero el gobierno debió establecer una pausa no programada, antes del planificado cierre del 23 de diciembre, luego de que estudiantes habían incendiado ya 35 escuelas, en protesta por las medidas especiales para completar los currículos en un periodo muy reducido.

Sarah Kitana, profesora de secundaria en Kathiani, en el sureño condado de Machokos, dice a IPS que un hecho notorio es que hay menos estudiantes en las aulas después de un año de interrupciones impulsadas para contener los contagios de covid-19 y el consiguiente período prolongado sin clases.

Esto es aún más evidente en las zonas rurales.

“A los que han vuelto les resulta muy difícil afrontar el nuevo ritmo de aprendizaje para recuperar el tiempo perdido. Los alumnos de secundaria cursan entre ocho y 13 asignaturas. En algunas escuelas los alumnos se levantan a las 3:00 de la mañana para estar en clase a las 4:30 y terminar la jornada a las 10:.45 de la noche”, explica.

El esfuerzo busca, justifica, “ayudar a dar cierta normalidad a un calendario académico alterado, reestructurado y acortado. Habrá que esperar hasta enero de 2023 para que el calendario escolar de Kenia recupere cierta normalidad”, aunque eso provoque tensiones.

Ya antes de la pandemia,  África, y sobre todo  África subsahariana, ya estaba lejos de alcanzar el 4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que pretende alcanzar de forma universal una educación de calidad, inclusiva y equitativa, a fin de promover oportunidades de aprendizaje para todos y durante toda la vida.

En 2019, el Instituto de Estadística de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) indicó que, de todas las regiones, el África subsahariana tiene las tasas más altas de exclusión educativa, ya que no estaban escolarizados más de una quinta parte de los niños de entre 6 y 11 años, un tercio de los de 12 a 14 años y 60 % de los de 15 a 17 años.

En julio de 2021, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) anunció que al menos 40 % de todos los niños en edad escolar de África oriental y meridional estaban sin escolarizar a consecuencia de las medidas anticovid, además de otros problemas previos a la pandemia a los que se enfrenta el persistentemente frágil sistema educativo.

Los datos de las agencias de las Naciones Unidas muestran que hay al menos 15 países con conflictos armados activos en el África subsahariana.

La guerra civil, los embarazos en edad temprana, los matrimonios infantiles, los problemas de acceso debidos a las discapacidades, los desplazamientos provocados por el cambio climático y las crisis económicas derivadas de la covid no harán sino aumentar el número de niños sin escolarizar, afirma Josephat Kimathi, pedagogo especialista del Ministerio de Educación de Kenia.

La falta de educación puede tener consecuencias para toda la vida. Save the Children, la organización internacional en defensa de los derechos de la infancia, indica que sus previsiones con base en la situación de julio de 2020,  indica que los niños sin escolarizar por el cierre de los centros educativos en aquel momento, podrían traducirse en una pérdida de 10 billones (millones de millones) de dólares.

En 16 de los 47 condados de Kenia, un país del este de África, un estudio de referencia realizado por Unicef reveló que más de 27 500 niños con discapacidades estaban sin escolarizar.

No solo se ha interrumpido la educación de toda una generación en la historia de la humanidad, sino que Kimathi afirma que la educación de calidad, segura, con perspectiva de género e inclusiva para los niños de África está cada vez más fuera de su alcance.

“En comparación, Kenia es un país bastante estable. Sin embargo, 1,8 millones de niños y adolescentes de entre 6 y 17 años no están escolarizados. Otros 700 000 niños pequeños, de entre cuatro y cinco años, no pueden acceder a las oportunidades interactivas de la primera infancia que les preparan para entrar en la escuela primaria”, dijo Kimathi a IPS.

Uno de cada cuatro niños de África vive en zonas de conflicto. Save the Children realizó un nuevo estudio sobre 12 países con riesgo extremo de que se incremente el abandono escolar, donde se mostró que la mayoría de ellos son países africanos: Costa de Marfil, Guinea, Liberia, Malí, Chad, Níger, Mauritania, Nigeria y Senegal. Los otros tres son Afganistán, Pakistán y Yemen.

En toda África, asegura el especialista Kimathi, los niños más pobres de las comunidades rurales, asoladas por la sequía, minoritarias y marginadas serán los que más sufran los efectos devastadores de la pandemia.

Grace Gakii, experta en cuestiones de género con base en Nairobi, afirma que la pandemia ya está expulsando a más niñas del sistema educativo africano. Según un informe de 2021 de la Fundación Mo Ibrahim, es posible que al menos un millón de niñas africanas no vuelvan nunca a la escuela.

Según un análisis de la Unesco previo al estallido de la pandemia,  nueve millones de niñas de entre seis y 11 años que viven en África subsahariana, no irán nunca a la escuela, tres millones más que los niños de la misma edad.

Gakii habla de los crecientes desafíos en las comunidades áridas, semiáridas y pastoriles para matricular y retener a las niñas en la escuela y teme perder los logros alcanzados.

La escuela primaria con internado Elangata Enterit, situada en la comunidad pastoril keniana de Narok Sur, es un ejemplo perfecto de éxito. En 2007, la escuela no tenía ni una sola niña que se presentara al crucial y obligatorio Certificado de Educación Primaria de Kenia (KCPE).

Con la intervención a favor de la escolarización de las niñas, el número de ellas que se presentan al KCPE aumentó a 30 estudiantes en 2016 y sigue creciendo.

Son 42 los países en África que ofrecen educación primaria gratuita y obligatoria y los Estados miembros de la Unión Africana se esfuerzan por invertir al menos 20 % de su presupuesto nacional en educación, pero aun así ya antes del estallido de la pandemia de covid, datos de la Unesco mostraban que 100 millones de niños estaban sin escolarizar en África subsahariana.

En julio de 2020, Save the Children estimó que la recesión provocada por la pandemia dejará un déficit de 77 000 millones de dólares en el gasto en educación en algunos de los países más pobres del mundo durante los siguientes 18 meses.

El pedagogo Kimathi afirma que África necesitará planes de educación específicos para cada contexto, que ayuden a crear una resistencia contra las perturbaciones a un sistema educativo ya débil, para volver a ponerse en marcha.

También necesitará, añade, fondos para aplicar los planes de acción, además de medidas proactivas para mantener la seguridad de los niños y sistemas para seguir y garantizar que el continente mantenga el rumbo.

En Kenia, detalla, hay por acelerar la aplicación del derecho a la educación para todos los niños.

Esto incluye el programa en curso «Operación Venir a la Escuela», dirigido a 16 condados rurales en los que son notorios los niños no escolarizados.

Esto, dice, es fundamental para lograr el ODS 4, especialmente a la luz de las terribles predicciones de la Unesco, que estiman que 50 % de los niños del África subsahariana no completarán la educación secundaria en 2030.

La pandemia empuja a escolares de África fuera de las aulas

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Historias que duelen y que indignan

Por: Tlachinollan

En la comunidad de Joya Real, a pesar de que tenemos tierras, no las ocupamos porque nuestra pobreza es muy grande. Es un problema que tenemos con todos los gobiernos, porque nos tienen abandonados. Nunca nos visitan. Cuando lo hacen es porque traen alguna despensa para que votemos por ellos. Ya que están en el palacio, no nos atienden porque según andan gestionando obras en Tlapa o Chilpancingo. La realidad es que la creación del nuevo municipio, no nos benefició a quienes vivimos lejos de la cabecera. Les va bien a algunas familias que ahora tienen dinero y pagan a la gente para ganar elecciones. Ahora se dan muchos asesinatos en mero Cochoapa,y todo por el pleito de la presidencia. Hace más de 3 años desaparecieron a un presidente que ganó la elección y según se sabe, apareció muerto en el río Tlapaneco. También han matado a ex presidentes y ex síndicos. En los bailes de la fiesta se han dado balaceras en la cancha. En este trienio que pasó hubo como 10 asesinatos de gente que ocupó cargos en la presidencia y en el comisariado de bienes comunales. Los que aquí vivimos no sabemos por qué tanta muerte, sin que las autoridades del estado y la federación hagan algo. El ministerio público solo viene a levantar los cuerpos, pero en verdad no investiga. Las cosas están peor, porque vemos que andan libres los que cometen estos delitos. Quiere decir que son sus cómplices. Por eso la gente no denuncia, porque les tiene miedo.

Cuando nos animamos a sembrar, solo lo hacemos para comer elotes y para poner la ofrenda en el altar de los muertos. Yo por ejemplo nada más siembro un litro de maíz y vengo sacando 5 costales de mazorca. Cuando desgrano, se medio llenan dos costales, que no pesan ni cien kilos. ¿Tú crees que con eso voy a poder mantener a mi familia todo el año? Eso no nos alcanza ni para un mes. Por eso aquí en Joya Real, nos vamos en cuadrillas a trabajar a varios estados. Por ejemplo ahorita que pasó la fiesta de los difuntos casi todos nos vamos a los estados de Michoacán y Colima, al corte de tomate y de chile. Vamos a estar trabajando en los campos de varios patrones todo el tiempo del frío. Nos regresamos a finales de febrero. Solo en el mes de marzo venimos a ver la casa y a nuestros abuelos que aquí se quedan con las autoridades. Nuevamente en abril salimos con toda la familia, pero ahora agarramos rumbo a León Guanajuato, Zacatecas y Jalisco. Ahí andamos de campo en campo hasta el mes de septiembre. Nos venimos otro rato al pueblo, y algunos que no les va bien en el corte, se vuelven a regresar en octubre, porque en la comunidad no hay que comer.

Nuestra historia es muy dura porque trabajamos mucho y ganamos poco. En el corte de tomate nos pagan 5 pesos por una cubeta de 19 litros. Para que nos convenga el trabajo, tenemos que recolectar toda la familia. Ellos llenan las cubetas y los que cargamos tenemos que llevarnos 4 cubetas: una en el hombro, otra en la cabeza y una en cada mano. Solo así aprovechamos el viaje que hacemos del surco hasta donde están los camiones. Son 100 metros hasta casi medio kilometro, que tenemos que llevar las cubetas. Por eso no nos conviene acarrear de una cubeta porque pierdes tiempo. Aún así con todo ese esfuerzo, como familia vamos sacando como 250 pesos. Muy rara vez juntamos 300 pesos al día. Nos iría un poco mejor si el caporal no nos quitara dos pesos por cada cubeta. El piensa que no sabemos que se agarra ese dinero, pero como nos consigue el trabajo, no le podemos decir nada, porque se enoja y nos corre.

Yo me tuve que cambiar a otro campo porque no le aguante a la cargada. Me salió una hernia y me tuvieron que operar. El medico me dijo que ya no debo de cargar costales ni cubetas, por eso, busco otros trabajos menos pesados. Lo hago porque cuando ando en los campos, aprovecho para que mis hijos estudien. Es lo único que quiero, que ya mis hijos no anden de jornaleros porque se sufre mucho. Todos los que hablan español nos discriminan y nos maltratan. Es muy feo porque desde que subimos al autobús, el chofer nos grita. Regaña a nuestras esposas, cuando los niños lloran mucho y vomitan. En el campo tenemos que buscar un cuarto. Nos cobran caro y muchos ni luz tienen. Luego no nos dejan comprar en las tiendas del pueblo, nos obligan a consumir todos los productos en la tienda del patrón, a un precio más alto. Las chingas diarias no valen la pena, porque mientras tengas fuerza y no te enfermes, aguantas, pero si uno anda mal, como los que tienen diabetes, ya no vas a rendir igual y el caporal ya no te va a dar trabajo.

En verdad como familias jornaleras no veo que tengamos un mejor futuro. Nunca vamos a salir de pobres. Desde que nací esta vida llevamos. Trabajando todo el tiempo en el sol, sin que podamos ahorrar algo y tener una mejor casita. Es más grande el problema de los papás que tienen hijos, y que de acuerdo a la costumbre, los casan muy chicos de los 12 a 15 años. Está la creencia que si te casas más grande vas a tener problemas para tener hijos, por eso prefieren que los hijos se casen temprano. También veo que como jornaleros y en el trabajo mismo que realizamos en el campo, necesitamos que alguien nos ayude, porque uno solo no puede juntar algo de dinero. Por eso algunos papás sienten la necesidad de tener varios hijos e hijas, y que pronto haya nietos para que la familia crezca y así tenga mas gente para trabajar. Se requieren más personas que desde pequeños ayuden en el trabajo del campo, porque se necesitan relevos para sobrevivir como jornaleros. Ese destino nos está llevando al absismo.

Esto ya no tiene que ver con la costumbre, nada más que así dicen los mestizos. La verdad esto que vivimos es por la pobreza, es por culpa del gobierno, porque no hay escuelas. Nuestros hijos e hijas no pueden estudiar. Aquí en Joya Real, aunque hay una escuela primaria tenemos el problema que no vienen los maestros. Con el pretexto de que está lejos, y sobre todo ahora con la pandemia, no vienen.  Por eso mejor nos vamos toda la familia a trabajar. Para el gobierno es mejor, porque sabe que nosotros resolvemos nuestras necesidades, que no los molestamos y así se quedan con el dinero que nos debe tocar en salud, educación, vivienda, apoyo para el campo y construcción de caminos. Todos esos millones de pesos se lo han embolsado, mientras nosotros, con nuestros hijos e hijas, sufriendo como esclavos en otros estados.

Yo quiero decir que el caso que pasó con Angelica que huyó de la casa de su suegro porque estaba siendo amenazada y además fue violada, es un problema grandote que se da en varias comunidades y en otros municipios desde hace varios años. Esto se descompuso desde que los jóvenes se fueron a trabajar a Nueva York. Ellos, además de ayudar a pagar los gastos de la fiesta del pueblo, también mandan dinero para que los papás puedan comprar una niña. Antes era una costumbre de respeto, pero ahora se hace por negocio. Antes los embajadores daban consejo a los padres y madres del niño y la niña y se comprometían a respetarse. Ahora lo que se alega y regatea es el precio de la niña; es qué grupo va a tocar y cuántos cartones de cerveza y refresco se van a comprar. El dinero nos ha traído más problemas, porque hay más violencia y lo peor es que las mujeres y las niñas son a las que golpean y hasta asesinan.

Por eso, las niñas como Angelica y Anayeli tuvieron el valor de huir de sus casas para pedir auxilio a sus familiares y vecinos. Estos casos pasan porque de plano el gobierno nos abandonó y dividió con los partidos políticos. Ahora entre nosotros como comunidad hemos perdido el respeto. Manda el que tiene dinero, el que tiene hijos en Nueva York o al que le va bien como jornalero. Por eso luego algunos niños dicen que su papá va a comprar a su novia, porque ya trabajó para juntar algo de dinero. Yo lo que veo es que ya se rompió la buena armonía que había cuando se daban estos matrimonios, donde los mayores daban buen ejemplo de respetar a las esposas y de cuidar a las hijas.

En la comunidad se sembró la discordia, la división, los pleitos, los abusos y la violencia. Es la consecuencia de los malos gobierno que tenemos. Allá los políticos, lo único que les interesa es el dinero, quieren poder y se juntan con los delincuentes para matar a sus enemigos. También sabemos que hay muchas muertes de mujeres y de niñas en las ciudades grandes y en Tlapa mismo. Quiere decir que tampoco protegen a las mujeres. Si en la ciudad no le dan el apoyo y el cuidado a las mujeres, menos acá en Joya Real, donde la violencia principal es la del gobierno porque por muchos años nos tiene abandonados, porque ha dejado que nos dividamos y nos matemos. Porque no protege a las mujeres y niñas. Les niegan todos los derechos. Por eso les diría que se miren en el espejo, que lo que pasa aquí no se compara con lo que está pasando donde están gobernando. Primero tiene que cambiar el gobierno, tiene que empezar a trabajar con las comunidades, para que realmente haya un cambio aquí en Joya Real. Para que no haya más ventas de niñas. Me gustaría que le preguntaran en tu un savi a Angélica y Anayeli, si alguna vez en su corta vida ha sentido el apoyo del gobierno. La respuesta es negativa. El gobierno ignora, maltrata y castigas a las niñas y mujeres indígenas. Por eso aquí en la Montaña, contamos estas historias que nos duelen mucho.

Centro de derechos humanos de la Montaña, Tlachinollan

Fuente de la información e imagen: https://www.tlachinollan.org

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México: matrimonio de niñas es un problema de violencia, no de tradición, afirma organización

Fuente: CIMAC Noticias

La organización internacional “Girls Not Brides” condenó los matrimonios forzados en niñas menores de edad y consideró que esta es una problemática y no una “tradición de los pueblos indígenas”, y es una forma de violencia que limita que las menores de edad ejerzan su autonomía corporal, libertad de expresión, vida sexual, y demás Derechos Humanos.

En un comunicado refirieron que el matrimonio forzado en menores de edad no es una “cosmovisión” de la comunidad indígena, sino una problemática que tiene origen en la pobreza, la falta de acceso a servicios, oportunidades e información, y las desigualdades de género, las cuales se tratan de “resolver” al emplear a las menores de edad como una “mercancía” que puede ser transferible por dinero, especies o animales. Acciones que violan sus derechos y las condenan a una vida que ellas no desean.

Con base en su experiencia, dijeron, los matrimonios infantiles prevalecen en el país porque no hay políticas públicas orientadas hacia la protección de los derechos de las y los niños, ni en garantizar una educación, acceso a salud, oportunidades de desarrollo e independencia económica, reconocer la autonomía, eliminar los estereotipos de género, promover la planificación familiar o de vida. Todo ello impulsa a que las “uniones forzadas” sean una solución a la supervivencia económica.

En su opinión, es preocupantes que la sociedad considere aún el matrimonio infantil como “algo natural” porque contribuye a que las menores de edad sean más violentadas. “El respeto de los Derechos Humanos de las niñas, adolescentes y mujeres, no debe estar limitado por la cultura, lengua, lugar de origen o nivel socioeconómico”.

Datos de “Girls Not Brides” visibilizan que en el mundo, 12 millones de niñas y adolescentes se unen o se casan antes de cumplir los 18 años de edad. Estas uniones conducen a embarazos en la infancia,y adolescencia, que pueden tener un impacto negativo en la salud de estas menores de edad. Cada año, 21 millones de niñas y adolescentes se embarazan, 27 por ciento de ellas recurren a un aborto y 86 por ciento sufren de fístulas obstétricas (una de las lesiones más graves que pueden ocurrir en el parto. Es un orificio entre el canal del parto y la vejiga).

A fin de terminar con esta problemática, es importante que la legislación sea más rigurosa, promover un cambio cultural, y generar políticas públicas que pongan en el centro a las menores de edad, en particular trabajar con las comunidades para cambiar las normas sociales y de género que permiten que esta práctica prevalezca bajo la impunidad.

Llamaron a las distintas instituciones federales, estatales y municipales, como el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, las Secretarías de Gobernación, Salud, Bienestar, Educación Pública de la Mujer y el Sistema de Desarrollo Integral de la Familia, entre otras autoridades, a que trabajen en un plan de acción urgente para atacar esta problemática, que involucre a las menores de edad, a las mujeres, y a las y los líderes comunitarios.

Para llevar a cabo este plan, explicaron, también se deben integrar las opiniones de las organizaciones civiles que trabajan este tema y que tenga un enfoque de género, de prevención de la violencia, de reconocimiento de los derechos, temas de salud, educación, y desarrollo de las comunidades.

Este material se comparte con autorización de CIMAC Noticias

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La mujer en Venezuela más allá del lenguaje

Por: Roberto Patiño

En un esfuerzo para ofrecer datos confiables y de libre acceso a todos los ciudadanos, que permitan planificar políticas públicas con verdadera incidencia, la Universidad Católica Andrés Bello divulgó su último estudio sobre las condiciones de vida del venezolano (Encovi, 2021). Una encuesta que muestra, con verdadera rigurosidad, el tamaño del abismo económico y social en el que estamos los venezolanos tras más de veinte años de revolución.

La investigación confirma lo que hemos constatado en nuestro trabajo en las comunidades y en nuestra experiencia personal, un crecimiento dramático de la pobreza que ha alcanzado a 94,5% de la población. Más de 8 años de caída constante del producto interno bruto y una inflación que no ha podido ser controlada, han llevado a que 76,6% de los venezolanos estén en situación de pobreza extrema, una realidad que nos ha restado 3 años a nuestra esperanza de vida. El país, nos advierte la Encovi, tendría que duplicar su PIB para que todos salgan de la pobreza extrema y entren en situación de pobreza.

Son muchos y muy alarmantes los datos que arroja esta investigación, pero en estas líneas queremos detenernos en la información que nos ofrecen sobre la mujer venezolana, un actor clave en la organización popular de base, como hemos podido constatar en todos estos años.

Cuando se reducen las oportunidades de empleo formal y cualificado en esa misma medida, nos señala la investigación, bajan los incentivos para contratar a las mujeres. La desigualdad que persisten en las familias venezolanas en la asignación de responsabilidades por criterios de género, obligan a que la mayoría de las venezolanas asuman, muchas veces en solitario, el cuidado de los niños y de los adultos mayores, un compromiso que las sobrecarga de responsabilidades y las hace menos “competitivas” en el mercado laboral, lo que se expresa en diferencias salariales entre hombres y mujeres, donde ellos pueden llegar a ganar un 17,7% más.

Resulta paradójico y profundamente injusto que las venezolanas, al asumir mayores responsabilidades en la supervivencia de todos los integrantes de las familias, estén expuestas a condiciones de desigualdad frente a sus compañeros y su trabajo esté menos retribuido. Quienes hoy por hoy son el actor clave en la supervivencia de muchos venezolanos y motor del cambio en el país, son ciudadanas de segunda categoría tal y como nos muestra, de manera cruda, los datos de esta investigación.

Desde el trabajo en las comunidades a través de Caracas Mi Convive, hemos comprendido la verdadera importancia del rol de la mujer; es así como en  nuestros programas de formación de liderazgos femeninos y nuestros talleres de educación para el emprendimiento, apuntamos a dos objetivos que son necesarios para hacer frente a la pobreza en Venezuela: el empoderamiento de la mujer y la capacitación en habilidades técnicas y profesionales para que este proceso se traduzca en mejoras condiciones económicas que aminoren la brecha entre hombres y mujeres.

Luchar por la verdadera igualdad entre hombres y mujeres va mucho más allá del debate del lenguaje de género y el uso de artículos y pronombres en pasquines propagandísticos tal y como se limita a hacer el régimen. El esfuerzo debe dirigirse a erradicar, desde la raíz de la familia, la violencia de género e intrafamiliar, trabajar por políticas públicas que garanticen una buena salud sexual y reproductiva, suprimir las arbitrarias diferencias culturales que hacen que ellas carguen con todo el peso de las responsabilidades domésticas y lograr que, efectivamente, este proceso de empoderamiento vaya más allá de la corrección lingüística y tengan efectos económicos concretos sobre la calidad del trabajo y la igualdad en el salario.

El trabajo que hemos sacado adelante en las comunidades ha sido logrado, en gran medida, por el compromiso de nuestras lideresas y a ellas debemos que en nuestro país persista, con tenacidad, una convicción para seguir en la lucha por el cambio que tanto necesitamos. Inspirados en su esfuerzo seguiremos trabajando para lograr la Venezuela donde la mujer ocupe el rol que le corresponde en nuestra sociedad.

Este es nuestro compromiso.

www.rpatino.com

Fuente e Imagen: https://www.elnacional.com/opinion/la-mujer-en-venezuela-mas-alla-del-lenguaje/

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“¿Por qué el mundo nos mira morir en silencio?”: Mujeres afganas protestan en Kabul. Afganistán

Asia/Afganistán/29-10-2021/Autor: Kevin Muñoz/ Agencias/Fuente: www.elsalvador.com

En Kabul, una decena de mujeres se manifiestan denunciando el “silencio” de la comunidad internacional ante la “situación política, social y económica” de Afganistán.

¿Por qué el mundo nos mira morir en silencio?” o “Derecho a la educación y al trabajo” son algunas de las frases que figuran en las pancartas que llevaban las manifestantes, que se presentaron como miembros del “movimiento espontáneo de mujeres militantes de Afganistán”.

“Cada día la pobreza hace estragos, nuestros hijos mueren, los hombres no tienen trabajo, se suicidan y el mundo se calla”, clamó Husna Saddat, una de las participantes.

A las mujeres en Afganistán se les ha ido quitando derechos desde que los talibanes tomaron el poder. Hace una semana las comadronas afganas pidieron a los talibanes poder seguir trabajando.

Los talibanes han excluido en la práctica a muchas mujeres y chicas de la educación y el trabajo como hicieron en su primer mandato (1996-2001). A las profesionales sanitarias las animan a volver a sus puestos, aunque muchas tienen miedo.

La protesta, que inicialmente estaba prevista para celebrarse cerca de la misión de la ONU en Afganistán (Unama), se desplazó en el último momento a la entrada de la antigua “zona verde”, donde se encuentran los edificios evacuados por varias embajadas tras la toma de poder de los talibanes en agosto.

“¿Por qué y hasta cuándo tendremos que permanecer prisioneras en casa? ¿Por qué nadie nos oye? ¿Por qué las mujeres ya no tienen derecho a participar en nuestra sociedad?”, prosiguió Saddat.

En declaraciones a AFP, Wahida Amiri, declaró que piden al secretario general de las Naciones Unidas “que apoye nuestros derechos, a la educación, al trabajo. Hoy estamos privadas de todo”.

Aunque estas manifestaciones están prohibidas por los talibanes y han sido violentamente reprimidas desde su llegada al gobierno, Amiri se apresuró a añadir que no tienen nada contra los nuevos gobernantes: “Sólo nos queremos manifestar pacíficamente”.

Fuente e Imagen: https://www.elsalvador.com/noticias/internacional/mujeres-afganas-protestan-derechos/893686/2021/

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