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Venezuela: Entregadas más de 591 canaimas a la Escuela Absalón Bracho en Zulia.

América del Sur/Venezuela/28.06.2016/Autor:Carlos Arrieche/Fuente:http://www.me.gob.ve/

Para dar continuidad a la entrega de Canaimas a todas las instituciones del estado Zulia, se fueron entregados 591 equipos Canaima en la Escuela Básica Estadal Absalón Bracho, ubicada en el municipio San Francisco de la entidad.

La autoridad única de Educación del estado Zulia, María de Queipo, recordó a los padres y representantes presentes que deben velar por el cuidado y buen uso de las canaimas de sus hijos, quienes han recibido dichas herramientas tecnológicas para tener una formación integral.

“En el Gobierno Revolucionario que inició nuestro Comandante Eterno Hugo Chávez, es prioridad del estado la compenetración de la comunidad con la escuela. Ustedes como familias deben estar pendientes de la ayuda que la gestión bolivariana ofrece a sus hijos, y ante las irregularidades que se han suscitado con el uso de las canaimas, les pido comprensión y participación en el buen uso de la tecnología educativa” argumentó la profesora Queipo.

El coordinador de informática de la Zona Educativa, Daniel González, indicó que el sistema de entrega de canaimas continuará durante junio, y se está coordinando las dotaciones de los equipos tecnológicos hasta el inicio de vacaciones por cese del año escolar 2015-2016, abarcando paralelamente la Costa Oriental del Lago, la parte noroeste de Maracaibo, y continuando por Jesús Enrique Lossada, Machiques de Perijá y otros municipios del Zulia.

Durante la entrega de canaimas se desarrollaron charlas dirigidas a los padres y representantes que acompañaron a sus hijos, donde recibieron instrucciones sobre el manejo adecuado de las computadoras, que representan una herramienta que permiten a los estudiantes trabajar bajo el uso de las tecnologías de la información y comunicación.

Fuente: http://www.me.gob.ve/index.php/noticias/64-noticias-2016/junio/1695-entregadas-mas-de-591-canaimas-a-la-escuela-absalon-bracho-en-zulia

Imagen: http://www.me.gob.ve/images/Noticias/Junio2016/zuliacanai.png

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Entrevista a Justa Ezpeleta:»La implementación es un momento clave de una política educativa»

12 Junio 2016/Fuente:Ministerio de Educación/Autora:Ana Abramowsk

Justa Ezpeleta nació en la ciudad de Córdoba. Estudió pedagogía y sociología en la Universidad Nacional de Córdoba y trabajó en el ámbito del planeamiento educativo. En los años setenta se exilió en México, donde reside hasta hoy. Es profesora del Departamento de Investigación Educativa (DIE) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINVESTAV). En abril visitó la Argentina, invitada por el Ministerio de Educación de la Nación, para dictar un seminario sobre «Propuestas de educación rural»

A lo largo de las dos últimas décadas, Justa Ezpeleta ha desarrollado una sólida línea de investigación sobre las escuelas y los maestros. Al señalar la importancia del cotidiano escolar y de la identidad docente, produjo una mirada renovada sobre el quehacer de las instituciones educativas. En los últimos años fue contratada para evaluar varios programas educativos nacionales y regionales en México, lo que la llevó a pensar acerca de la relación entre políticas educativas y las escuelas. Las suyas no son evaluaciones que buscan determinar la «eficacia» de un programa en los términos clásicos, sino que tratan de pensar cómo se vinculan los intentos de cambio del sistema con los sujetos y las instituciones concretas. Sobre esta experiencia habla en la siguiente entrevista.

-A partir de su desempeño como evaluadora de programas educativos en el ámbito de la educación primaria, ¿nos puede contar cuáles son las características centrales de los programas que ha estudiado? 
-En general, los programas que son objeto de evaluaciones suelen apuntar a problemas del sistema educativo. Y una de las dificultades que he visto evaluando estos programas es que, con frecuencia, vienen excesivamente armados, reglamentados, tratando de responder con un modelo más o menos racional al problema que quieren enfrentar. Por diversos condicionamientos, pero también por las maneras de hacer las cosas desde la burocracia, terminan siendo modelos muy rígidos. Y además suele entrar mucho el factor del financiamiento, en función del cual hay que rendir cuentas sobre distintos niveles de gastos. Este es un componente que me parece importante incorporar. Pero una cosa es incluir el criterio, el sentido ético que esto implica; y otra cosa es burocratizarlo, formalizarlo. Porque se rigidizan los procedimientos, las formas de encarar las distintas realidades y se burocratizan muchas de las acciones que se proponen como necesarias. En los programas que he evaluado veo una cosa doble: una propuesta interesante para enfocar un problema, y un modo de implementar la propuesta que suele traer serios inconvenientes para la realización.

-¿En dónde radican los inconvenientes a la hora de implementar esas políticas educativas? 
-Creo que la implementación es un momento clave de cualquier política de cambio, y en particular de la política educativa. Y hay una tendencia a darle poca imimportancia. Por implementación entiendo las formas a construir para acilitar que las cosas se hagan. Lo que he estado viendo es que, normalmente, estos programas insisten mucho en los aspectos referidos a aquello que se quiere lograr, al «deber ser», y se atiende mucho menos al cómo hacerlo. Cuando se quieren implementar programas en los que están implicados cambios de planes de estudio, etcétera -que son en realidad cambios de concepción relativos a cómo los maestros piensan- , me parece que existe casi siempre la tentación de responder a eso con las estructuras habituales para bajar prescripciones a los maestros.

-¿Cómo se hace para no quedarse en la mera prescripción y poder pasar al momento del acompañamiento? 
-Por ejemplo, estoy pensando con qué equipos técnicos se realiza el acompañamiento de estos procesos. Tanto en la Argentina como en México, existen regiones donde hay equipos técnicos y regiones donde no los hay, o donde los equipos técnicos no disponen de la capacidad profesional necesaria para sustentar el proceso que se quiere motorizar en los maestros. Entonces, el problema de disponer de equipos técnicos, o de su capacidad técnico-pedagógica, es un eslabón muy decisorio en la posibilidad de acompañar el proceso de los maestros.

También creo que desde las estructuras clásicas de los Ministerios de Educación se pensaba poco en acompañar, se pensaba más bien en bajar línea, en orientar hacia dónde caminar. Lo cual no me parece mal, pero no debe ser lo exclusivo de una propuesta de cambio. Desde las estructuras que motorizan estos programas se encuentra con frecuentemente la creencia implícita de que solo insistiendo en el nuevo discurso se va a lograr que el cambio empiece a tener algún espacio.

En los últimos años, por ejemplo, en muchos países de América Latina, se ha insistido muchísimo con la autonomía del maestro, de la escuela, con la capacidad de tomar decisiones, etcétera, dentro de estructuras escolares donde los maestros y las maestras o los directores no tienen muchas posibilidades de tomar decisiones. Y no las tienen por la estructuración de sus trabajos, de los controles, y por la estructuración de la propia administración. Entonces me parece que ahí hace falta buscar un equilibrio entre el punto de partida, las metas que se proponen y, sobre todo, el acompañamiento para caminar hacia las nuevas metas a partir de lo que somos y de lo que tenemos. Todo esto entra dentro de lo que yo llamo las políticas de implementación que, insisto, es un momento de la política, tan importante como el momento de la formulación de la nueva política, y que pienso que ha sido objeto de poca atención.

-Usted ha hablado de propuestas de cambio. ¿Cuál es la concepción de cambio social y educativo subyacente a los programas que ha evaluado? ¿Cómo piensa usted el cambio educativo? 
-En los programas que he evaluado me parece que hay un notable desfase de tiempos en el control de los procesos de reaprendizaje que hay que hacer en las escuelas para que estas puedan funcionar de otro modo. Que los maestros deban reaprender y, para ello, desaprender prácticas y concepciones en las que se han formado -en una institución que no cuestionaba estas formas de hacer sino que más bien las orientaba-, es un proceso que necesita mucho tiempo y, a la vez, mucho acompañamiento. También necesita generación de condiciones para que empiecen a rearticularse diferentes modos del hacer cotidiano.

Entonces pienso que, cuando se lanza un programa y se espera que al año no solo el proceso esté en marcha sino que además haya resultados reflejados en aprendizajes de los estudiantes, se trata de un despropósito o de un desconocimiento serio de lo que son los procesos escolares. Sabemos que se pueden implementar muy buenas capacitaciones teóricas para los maestros, pero también sabemos que esto no significa que al día siguiente el maestro va a cambiar sus formas de hacer habituales, sedimentadas, probadas en años de práctica. La propuesta de cambio escolar que le exige al maestro revisar las relaciones con sus colegas, cuando por ejemplo le piden trabajo colectivo, es un replanteo profundo de relaciones profesionales y sociales al interior de la escuela. Entonces, construir otras formas de diálogos profesionales entre los maestros supone una cierta manera de instalar el problema de modo que la gente le encuentre sentido. A veces precisa también, rever las reglas de poder que están sosteniendo las formas de relación vigentes. Este es un asunto un tanto complejo porque, que logremos que haya un colectivo de maestros discutiendo cada quince días alguna cosa sobre el proyecto escolar, no necesariamente se va a ver reflejado, al cabo de uno o dos años escolares, en los resultados de aprendizaje de los estudiantes.

El cambio en la escuela es un proceso que afecta las prácticas de las personas, que son prácticas sociales en el marco de instituciones, que afecta a las prácticas de gobierno sobre la escuela. Es decir, que afecta a aspectos sustantivos de la propia organización de esa institución. Por lo tanto, hay que esperar que esos parámetros se rearticulen con cierta lentitud. Si se tiene presente que esta rearticulación es lenta, quizás se puedan acompañar mejor esos procesos, en lugar de estar exigiendo metas que son excesivas para el corto plazo. Porque en la medida en que se está poniendo como expectativa que estas metas pueden lograrse en poco tiempo, en realidad se está alimentando el descreimiento de la gente acerca de la posibilidad que tiene esa meta de realizarse. Los reformadores suelen estar imbuidos de un sentido de la urgencia un tanto exagerado, y me parece que si se enfoca el asunto desde la perspectiva de los procesos de implementación se pueden aprender muchas cosas que dicen las propias realidades que se están queriendo cambiar.

-Con relación a ese descreimiento de los actores, ¿qué les diría a los directores y docentes de las escuelas que reciben los programas? ¿Cuál es la mejor manera de apropiarse de ellos, de hacer que sean parte de la trama que sostiene la vida institucional? 
-Les podría decir que seleccionen lo que les hace sentido en función de la realidad que tienen. A veces la realidad suele servir como pretexto para decir «esto no funciona». Pero pensemos en la gente que con compromiso sabe que tiene una realidad difícil pero responde a la altura de sus obligaciones profesionales. Yo creo que cuando las estructuras sobrepasan la capacidad de hacer de una escuela, necesariamente hay que seleccionar y trabajar a partir de lo que allí interesa. No todas las escuelas presentan la misma base como punto de partida, o la misma jerarquización de problemas. Entonces me parece que tiene mucho sentido el criterio de quien conduce la escuela para seleccionar, motorizar, incorporar elementos que los programas no prevén, suprimir elementos que los programas prevén pero que en su ambiente de trabajo no son viables. Tener conciencia del lugar donde se está parado y valorar los elementos que aportan y los que condicionan. Hay cosas que es imposible prever desde el nivel Nación o desde el nivel provincia y que un director tiene claras en función de lo que le plantea su medio inmediato. Me parece que sería importante que los directivos aprendieran a pelear o construir sus espacios de decisión dándoles la relevancia que tienen a los componentes locales que ellos están manejando.

-¿Y qué les diría a los Ministerios de Educación? 
-Como decía antes, creo que no se trata solo de insistir en el nuevo discurso sino de saber quién es tu interlocutor y desde qué situación concreta está partiendo. Es fundamental saber cómo se encuentran los maestros, actores principales y decisivos, y cómo se encuentran las estructuras de la organización escolar y de la administración educativa para posibilitar que esto que se está proponiendo como dirección pedagógica sea posible.

Fuente de la entrevista:http://www.me.gov.ar/monitor/nro13/entrevista.htm

Fuente de la imagen: http://www.me.gov.ar/monitor/nro13/images/entrevista1.jpg

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Sobre el Fracaso de la Reforma Educativa: Entrevista a Manuel Gil Antón

México/ 09 junio 2016/ Autor: Horizontal/ Fuente: Insurgencia Magisterial.

La reforma educativa culpó al magisterio de todos los problemas del sistema. En este proyecto laboral se desperdició un impulso histórico para transformar verdaderamente la educación en México. 

A propósito de las últimas tensiones entre el magisterio y el gobierno, entrevistamos a Manuel Gil Antón, profesor investigador del Colegio de México, sobre el contexto actual del sistema educativo mexicano, los saldos de las evaluaciones, la relación entre el sindicato y el Estado y los prejuicios que acompañan la percepción social del maestro.

¿Nuestro sistema educativo en lugar de contribuir a la equidad social es impulsor de la desigualdad?

Aprendí de un colega que una mirada hacia el sistema educativo podía ser por el lado de la equidad. Este enfoque tiene dos objetivos fundamentales: que nadie tenga obstáculos para acceder a la educación obligatoria y, segundo, que se rompa la distancia entre origen y destino. Por el lado del acceso estamos terriblemente mal: hay seis millones de analfabetas, 10 millones sin primaria, 16 millones sin secundaria –y estos 32 millones son el 43% del grupo de 15 a 64 años de México. Entonces por el lado del acceso tenemos un acceso muy sesgado por las condiciones económicas. Y, por el otro lado, el que pretende que la educación rompa la determinación del origen social sobre el destino laboral y el avance cognitivo, pues no podríamos estar peor: padres con posgrado tienen hijos en licenciatura, padres sin instrucción tienen hijos que no terminan primaria. En este contexto, si nosotros tenemos una desigualdad social tan aguda, la escuela para propiciar igualdad tendría que dar la mejor educación a los que más lo necesitan y creo que el país está dando la peor educación a los que más lo necesitan (en términos de infraestructura, de condiciones y riqueza de materiales y recursos pedagógicos). A los que más tienen se les da la mejor educación –o la pueden pagar–, y a los que menos tienen se les da la peor educación (por ejemplo, el 40% de las escuelas primarias en México son multigrado: un profesor o dos atienden a todos los grupos). En consecuencia, el abandono escolar está concentrándose en los sectores más desfavorecidos, a los cuales el título de “certificado” les podría significar avance. Si esto es así –y la investigación apunta a ello– el sistema educativo no está promoviendo un proceso mediante el cual tú puedas tener credenciales con las que aspires a una movilidad social –sobre todo cuando dejas la educación en una etapa temprana–, sino que te coloca otra vez en desventaja. En este sentido, el sistema educativo no solamente sigue la curva de la desigualdad sino que la incrementa, la potencia.

¿Qué otros elementos complementan tu diagnóstico del sistema educativo?

Si lo ves desde el punto de la equidad, el anterior sería el problema principal. Si lo ves desde el punto del aprendizaje, de nuevo, los que no se van de la escuela y que permanecen en ella hasta el bachillerato, más o menos el sesenta por ciento, no tienen capacidad ni de lectura ni de escritura después de 12 años, y si te fijas en quiénes son esos que, a pesar de haberse sostenido en una escuela que es expulsora, terminan, notas también un sesgo, un impacto de la clase de origen. De tal manera que si la promesa de toda escuela en una sociedad moderna es contribuir a pasar de una dinámica de roles adscritos por nacimiento a una de roles adquiridos por mérito, en México parece ser mucho más explicativo del futuro de una persona su origen social (“origen es destino”). Por otro lado, más vale tener conocidos que conocimiento porque, aun los que terminan y tienen certificados, van a tener más dificultades para encontrar un empleo, pues no tienen redes de contacto en un país que, a su vez, no tiene empleo. Por el lado de la equidad pero también por el lado del aprendizaje se ha despreciado el impacto que tienen pésimos planes y programas de estudio, que son extraordinariamente ricos en información a repetir y poco profundos en la consolidación de estructuras cognitivas que permitan preguntar. Entonces, el sistema educativo, creo, está generando con mucha frecuencia repetidores (porque además ese es el modo de evaluar) y no gente que sepa plantear una pregunta (para plantear una pregunta tienes que comprender, que tener otros insumos). Un sistema así lo que genera es una suerte de carrera de obstáculos para seguir pasando la escuela.

En breve, ¿cuál es tu tesis sobre la reforma educativa?

En general, lo que yo pienso es que la reforma educativa simplificó el problema en el magisterio y supuso que un magisterio mejor preparado (o mejor evaluado), por ese hecho, iba a mejorar la calidad de todo el sistema. El factor que aporta el profesor en el aprendizaje no es menor pero es muchísimo menor que el que aportan, por ejemplo, la desigualdad, el desastre en los planes y programas de estudio y la centralización del proceso.

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¿Qué detalles específicos te preocupan de la reforma educativa?

Hablaré para empezar de dos, uno menor y otro grave: la alteración del artículo 3 de la Constitución y, segundo, la alteración del artículo 73 y su subsiguiente traducción en la Ley General de Servicio Profesional Docente.

Con la reforma educativa los legisladores incluyeron el adjetivo “calidad” en el artículo 3 de la Constitución, en lo que es un claro pleonasmo. Según el adagio jurídico de “justificación no pedida, acusación manifiesta”, el hecho de que en el texto constitucional se diga que la educación que imparte el Estado tenga que ser de calidad es muy desalentador, porque no tendría que tener ese calificativo: que sea obligatoria, gratuita, laica, etcétera, son calificativos, en efecto, del tipo de educación que el Estado hace cuando es un Estado moderno, no confesional, pero si se tiene que repetir que es de “calidad” y que esto es necesario que esté en la Constitución significa que no lo era –o hay que decir que lo sea. Probablemente sea más un lapsus para interpretación de los psicoanalistas que de los sociólogos.

La segunda cuestión la considero aguda. En el artículo 123, que regula la cuestión laboral, tenemos un apartado “A” y un apartado “B”. El apartado “A” es para los trabajadores de la industria y el apartado “B” para los trabajadores al servicio del Estado. Al reformar el artículo 73, es decir, el artículo sobre las facultades del Congreso, quedó, en la fracción XXV, que el Congreso de la Unión es el encargado de regular los términos de ingreso, promoción y permanencia del personal docente. Esto quiere decir que los docentes están fuera de la regulación laboral: están en un régimen laboral de excepción. Por poner un caso histórico, durante mucho tiempo el doctor Guillermo Soberón, de la UNAM, propuso que para los trabajadores universitarios debería haber un apartado “C” (por la naturaleza de su trabajo, etc.), cosa que no se logró. En este caso, sin decirlo, hoy el magisterio mexicano está en un régimen laboral de excepción porque cuando se fracase las veces que estipula la ley, por ejemplo, en aprobar un examen, se termina la relación laboral sin ninguna responsabilidad para la autoridad –y no hay ni siquiera liquidación. Creo que no se ha pensado lo suficiente qué significa tener al magisterio en un apartado específico.

Esto es un problema porque luego, traducido en la Ley de Servicio Profesional Docente, propone que los profesores que antes gozaban de la estabilidad en el empleo ahora cada cuatro años tendrán que refrendar su posibilidad de seguir siendo profesores. Esta es una renovación cuyos incentivos no están orientados a ver en qué podría mejorar el profesor, sino a ver cómo podría conservar el empleo. Es una precarización de las condiciones laborales hasta el infinito. En la educación superior, por ejemplo, cuando tienes una base, pues tienes estabilidad en el empleo. Si faltas tres veces te pueden correr pero, vamos, no se necesitaba hacer una reforma educativa para aplicar las sanciones que corresponden a la ley de trabajo. A mí me parece grave, como un signo de los tiempos, que se precarice el trabajo. Por esto, ligo esta reforma educativa con la reforma laboral que hicieron en el interregno entre Calderón y Peña Nieto para facilitar el despido.

Entonces, el fracaso de la reforma educativa se debe a que se enfoca exclusivamente en los maestros.

Sí: los implica al culparlos, como si fueran un factor único o el principal. La reforma supone que por evaluarlos va a subir la calidad de sus clases. Y aquí la propuesta que hemos hecho muchos es que si la evaluación tiene como efecto perder el empleo, entonces las personas se van a preparar para la evaluación sin que esto tenga un correlato en el cambio de la práctica pedagógica. En sociología existe la famosa ley de Campbell, que dice: mientras más precisa sea una métrica para evaluar algo, mientras más consecuencias fuertes tenga, esta métrica va a ser, al mismo tiempo, cumplida y, en la misma proporción, simulada. Entonces lo que estamos viendo ahora es la proliferación de un montón de entidades y empresas que te preparan para la evaluación, pero que no son espacios para mejorar la actividad en el aula, sino para ayudarte a sobrevivir en el empleo.

¿Cómo llegamos a este punto? ¿Por qué la reforma solamente se enfocó en los profesores?

Me parece que en los años previos a la reforma educativa se fue construyendo una generalización muy injusta, un prejuicio, de que todo el magisterio eran un grupo de golpeadores, ignorantes, ineptos, una generalización incluso con notas clasistas y racistas. Recuerdo a varios personajes de los medios de comunicación diciendo “¿Usted dejaría a sus hijos con esa persona?” –cuando “esa persona” tenía el fenotipo de las personas de Oaxaca y Chiapas. También está la simplificación del convenio corporativo entre el Estado y el sindicato, del cual se culpa solo al sindicato, como si en el caso de Oaxaca Ulises Ruiz o Diódoro Carrasco no tuvieran nada que ver en esa convivencia –o los secretarios de estado o Elba Esther. Entonces, el traslado de la culpa del acuerdo a un solo polo, sumado a la construcción de una imagen de los maestros como unas personas muy mal preparadas, incapaces e ignorantes, generó en la opinión pública la idea de que bastaba con evaluarlos, para que se pusieran a estudiar y que todo el sistema mejorara. Creo que esta no es la solución. Y ese estigma, esa forma de generalizar, por lo menos, con un conjunto de un millón doscientas mil personas, diciendo que todos son ignorantes, que todos son unos provocadores, que todos son violentos, etcétera, permitió que la reforma pasase con facilidad y que su objetivo único sea controlar al magisterio.

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Caricatura de Paco Calderón.

Se desperdició un impulso histórico en una reforma educativa limitada.

Lo más triste es que la reforma educativa es necesaria, pero concibiéndola como la transformación de las condiciones en las que ocurre el aprendizaje, que rebasan al profesor aunque lo incluyen. Por un lado, hay una resistencia fuerte, muy localizada, que incluso ha llegado a niveles de mucha polarización. Por el otro, hay una resignación: si tengo que conservar el empleo, hago la evaluación y me preparo para la evaluación, pero que me prepare para la evaluación no tiene consecuencias en lo que hago como maestro. Por lo tanto, nuestros déficits en el aprendizaje no van a subsanarse por evaluar cada cuatro años a doscientas cincuenta mil personas.

Además, los profesores salieron bien en las evaluaciones.

Esa es una cuestión de la que vale sospechar. Algunos evaluadores con los que he podido hablar me han dicho que los resultados eran malos, pero que la calificación de corte de lo que se consideraba satisfactorio o insatisfactorio se ajustó a lo que podía aguantarse políticamente. En cierto modo, cuando la reforma culpa al magisterio y luego el ochenta y cinco por ciento de los resultados de las evaluaciones son buenos o destacables, pues se contradice. Pero hay quienes opinan que se fue demasiado generoso en la calificación de satisfactorio en adelante para evitar un problema político fuerte.

Independientemente de los resultados, nos tendríamos que preguntar si es idónea la evaluación. Cuando a un profesor le piden que suba cuatro evidencias de su trabajo, luego que haga un examen de conocimientos y luego que haga una planeación pedagógica en la mañana, lo recopilado nos puede decir cosas: puede decir cuánto domina del conocimiento, puede darnos una idea de qué tan capaz es didácticamente, pero con eso no puedes decir que durante 16 años ese profesor ha tenido un desempeño “excelente” o “destacado” o “insatisfactorio”. No se puede: a veces he dicho que es tratar de medir la presión arterial con un martillo. Porque esa evaluación sí diría cosas que podemos mejorar, pero predicar que ella nos puede calificar el desempeño de años de trabajo no es adecuado. Y esto es lo que se está viviendo.

¿Cuál es el escenario próximo?

Me parece que la reforma va a ser exitosa en términos de la renovación del pacto corporativo del gobierno federal con el sindicato. Es impresionante como cada que sale en imagen Aurelio Nuño, el secretario de educación pública, sale también Juan Díaz de la Torre, el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Que este último haya visto cómo todo su gremio ha perdido la estabilidad en el empleo y que el sindicato no haya hecho ninguna objeción, me parece que indica la reconstrucción del pacto corporativo que se había roto, que se había roto porque Elba Esther se había ido, digamos, a vender al mejor postor sus servicios políticos. La posición del SNTE ha sido la de decir: “nosotros le aseguramos al profesor que lo preparamos para que vea que no va a perder su empleo”. Nunca se ha pronunciado sobre la pérdida de la estabilidad laboral del gremio. Ni siquiera ha propuesto que después de tres o cuatro evaluaciones se gane la estabilidad. En sentido estricto, si cada cuatro años no tienes seguro el empleo y tienes que ser revisado, no podrías obtener, por ejemplo, un préstamo del ISSTE. Entonces, me parece que la reforma va a producir una reorganización política en la relación entre el Estado y el sindicato y no va a tener consecuencias significativas en el aprendizaje y, por otro lado, está generando una polarización importante (como vimos en el caso de Chiapas); las evaluaciones están siendo casi militarizadas: tienen que meter un montón de policías para que se puedan llevar a cabo y la vejación que sufrieron los profesores en Chiapas, en días pasados, nos habla de un nivel de encono muy grande. En cierta medida, me parece que los profesores van, en general, a aceptar como una forma de adaptación a nuevas reglas para conservar el empleo, sin estar convencidos que esa evaluación es significativa en su desarrollo, como lo han hecho tantas veces: de repente la SEP dice “vamos a ser constructivistas” y son constructivistas; dos años después dice “vamos a ser ahora por competencias” y son por competencias. Y, en realidad, está pasando lo mismo.

¿Cómo ves el contexto de Chiapas y Oaxaca?

A mí me parece que ahí –en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán, donde la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es muy fuerte– la labor del profesor es una labor que incluye, además de la enseñanza (con sus fallas, sin duda), una especie de liderazgo social ante la miseria y la injusticia. Casi siempre confundimos a los profesores con la cúpula de la coordinadora o a los profesores con la cúpula del sindicato –me parece que esto es un error. Cuando el gobierno actual dice, por ejemplo, que en Chiapas o Oaxaca el profesorado tenía condiciones de privilegio, habla como si esas condiciones hayan sido arrebatadas por el sindicato y no pactadas por el gobierno; ninguna plaza o prestación que le dieron al Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), cuando tenía bastante influencia en él la sección 22 del sindicato, careció del acuerdo con el gobernador; entonces si para obtener un préstamo a la vivienda la sección 22 pedía ser activo políticamente en las manifestaciones, pues en las otras secciones también para obtener prestaciones se tenía que tener una cierta disciplina con la vida sindical. Yo creo que tenemos un magisterio sumamente atrapado en el sindicalismo, ya sea el sindicalismo al servicio del poder o un sindicalismo que propone desde la escuela la transformación social de toda la sociedad, lo cual creo que es un exceso. Entonces, la coordinadora que surge para democratizar la forma de elección de la secretaría general del SNTE, poco a poco, se ha convertido en una instancia que tiene un proyecto de educación que incluye la transformación social. Quizás arriba, los dirigentes puedan tener pactos y acuerdos y privilegios, pero creo que estamos desperdiciando que muchos profesores de base sostienen eso –educar para lograr la transformación la sociedad– como convicción genuina. Y ante esto, hay que tener más habilidad política; no basta con simplemente exigirles una evaluación.

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En 2013, Claudio Lomnitz propuso renovar las formas de resistencia magisterial. Una de sus propuestas era librar, con argumentos y propuestas, una batalla de inteligencia en la opinión pública. ¿Crees que se ha librado esta batalla? 

A nivel de opinión pública, me parece, lo que ha ocurrido es que fue tan fuerte la desacreditación del magisterio que la posibilidad de que el propio magisterio mostrara que había muchos profesores que han hecho un trabajo diferente no ha sido posible. Doy un caso. Varias veces fui el programa de Leo Zuckermann, Es la hora de opinar, y cada que terminaba el programa terminaba él diciendo: “Oye, a ver, Manuel, por qué no la próxima vez traemos a profesores para que ellos digan cómo están viviendo la reforma”. En varias ocasiones se propuso. A mí me dijo: “¿Tú puedes conseguir que vengan profesores?” Le dije que “sí” y lo mismo le preguntó a David Calderón, de Mexicanos Primero, que también accedió. Está bien, quedamos en escuchar a los profesores, en vez de escuchar a los “intelectuales” que disque sabemos de esas cosas. Pero ese programa nunca ocurrió. Yo no he visto a profesores de base decir cómo están viviendo la reforma. Por eso, me parece que lo que propone Claudio de ir a ganar en la opinión pública la percepción de una reforma necesaria no ha ocurrido porque, en general, los medios se han comprado y contribuyeron a crear la imagen de que del magisterio no se puede esperar nada y que, por eso, hay que someterlo. Ese es el verbo que utiliza el secretario Nuño: “aquel que no se someta a la evaluación, perderá el empleo”. Entonces, me parece que esa batalla en los medios está perdida. Hay –en La Jornada y en algunas otras columnas– personas que tratamos de decir, bueno, aquí hay carencias, esta evaluación no es idónea, que es cierto, es constitucional, es legal, pero hay problemas, hay que discutirla. Son voces minoritarias; en la mayoría de los canales de televisión, en la mayoría de los medios, han difundido la otra versión.

Con los hechos de Chiapas y Oaxaca, ¿los medios están volviendo a difundir los prejuicios que citas?

También hay que reconocer que la coordinadora no ha sido creativa en sus modalidades de protesta, por lo que está perdiendo apoyo social. Curiosamente, con sus acciones fortalece la idea de que todos los profesores son una bola de violentos. Cuando hablas con algunos de ellos te dicen: “A ver, si no cerramos las calles, nadie nos hace caso. Si no hacemos los bloqueos, ¿quién hubiera discutido la reforma?” La reforma educativa la aprobaron todos los partidos por unanimidad. ¿Qué partido en el Congreso dijo “oigan, perdón, esta es una simplificación enorme”? En ese momento no había Congreso en México: estaba sustituido por el Pacto por México. Y ahí la reforma surge y luego llega a las cámaras a ser aprobada. Hay una especie de ajuste que el PRD procura sobre la cuestión de la estabilidad pero es algo menor (y además suscitado por la movilización del magisterio). Es curioso: la reforma que tuvo más resistencia fue la educativa, no la energética (cuando se pensaba que esta iba a despertar un resurgimiento del sentimiento nacionalista), principalmente porque la educativa tocó a un sector organizado. Pues sí, en los medios uno siempre ve la fotografía del profesor violento –nunca ves la fotografía, por ejemplo, de una profesora que va marchando inconforme. Hay toda una construcción imaginaria del magisterio como un sector violento.

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¿Cómo explicar el aumento de la popularidad de Aurelio Nuño?

Si nosotros hacemos el seguimiento de la estigmatización del magisterio y luego aceptamos que se ganó en la opinión pública la idea de que la evaluación es el único camino, entonces el secretario Nuño está siendo visto como un tipo que no negocia la ley, cuando durante años con el CNTE y la SNTE se negoció cualquier cosa: no solo la ley, se negociaban elecciones. Me parece que el secretario Nuño está siendo mirado como un político que hace cumplir la ley, un político que no negocia la ley, y esto está teniendo un impacto en la apreciación de su gestión. No me extraña la satisfacción que generó entre algunos sectores el proceso a Elba Esther. Si haz construido al diablo durante años y luego lo metes a la cárcel, pues claro que te ganas adeptos; si haz concebido al magisterio como el diablo –porque son burros, ignorantes, desgraciados y toman casetas– pues evalúalos, somételos, y el que no se deje someter, córrelo.

Entonces el secretario está personificando, a mi juicio, lo que muchos considerarían el Estado de derecho. Y eso le va a dar rendimientos, salvo que la represión que se suscite haga inviable su continuidad. Pero sí: está teniendo el aprecio de muchos sectores de clase media, de muchas personas que dicen “que se evalúe y el que no se evalúe que se vaya”. En este sentido, el riesgo que puede ocurrirle es que abandone una de las cuestiones más preciadas de la política que es la capacidad para abrir espacios de diálogo. Pero, bueno, él ha jugado a la lógica de hacer cumplir la ley y las amenazas de despidos se han cumplido. Vamos a ver qué pasa en Chiapas, qué pasa en Oaxaca, cuando en efecto se despidan a los profesores, vamos a ver cómo reacciona el gremio, porque hasta ahorita solo hemos visto las reacciones del gremio ante la evaluación. Ayer me decía una profesora que es supervisora: “El problema, Manuel, de esta reforma es que no se pone la autoridad en nuestro pellejo; yo soy profesora y yo tengo la obligación de parte de SEP de señalar qué profesores no fueron a trabajar, a quienes van a despedir; y yo voy a seguir viviendo ahí con mi familia; Nuño y Peña se van a ir”. Entonces, la situación abajo, entre quienes efectivamente despiden a los profesores, pues la están viviendo los supervisores y los directores y yo creo que eso va a generar mucho encono. Por otro lado, también decir que este profesor es “destacado”, que este es “bueno”, que este no, está estratificando al magisterio. Son muchas aristas las que tiene la implementación de la reforma. Y yo sí pienso que para muchas personas una persona de mano firme como Aurelio Nuño está siendo muy bien recibido por sectores que consideran que lo que necesita este país es “mano firme” (Chong dice “firme”, no “dura”).

Una de los aspectos que no se han tocado en la reforma es este: ¿cómo puede un gobierno con tal nivel de corrupción conducir una reforma educativa que, en el fondo, tiene que ser una reforma ética? Yo no conozco –y te lo dicen los empresarios y te lo dice todo mundo– un nivel de impunidad y de corrupción más grande como el de esta administración y, sin embargo, son los que impulsan la reforma educativa. ¿Con qué autoridad moral?

Has hablado en otras ocasiones que la reforma debió buscar descentralizar el sistema. ¿Podrías desarrollar esta idea?

Aprendí esto de la profesora Coral, la directora de una Telesecundaria de la sierra, que termino en uno de los foros diciendo: “Miren, si de veras quieren que progrese la educación, no le hagan caso a la SEP”. Es algo más que una anécdota la idea de que las reformas educativas que han resultado fuertes y relevantes en las experiencias en el mundo han sido las que han confiado en el magisterio y han descentralizado los esfuerzos para que sean las comunidades –de profesores, alumnos y padres de familias– las que decidan y tengan proyectos escolares. Creo que esta reforma es muy centralista, muy uniformadora. El Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) está haciendo parámetros generales que quiere hacer valer, pues, en escuelas multigrado y en escuelas urbanas, cuando son contextos diferentes (no quiero decir que a las escuelas multigrado no se les tenga que exigir que sean buenas, pero sí tienen circunstancias de trabajo diferentes). El problema es complejo. Pero yo remataría diciendo que no hay reforma educativa que haya prosperado si consideran que el magisterio es un objeto a transformar y no un sujeto aliado de la reforma; y como esta reforma lo considera un objeto, un insumo a calificar y evaluar, me parece que el magisterio o se va a resistir o va a adaptarse a la evaluación, sin comprometerse a un cambio. Por eso, la idea era tratar de ver si podíamos hacer una reforma más descentralizada; por ejemplo, pidiendo a zonas y regiones escolares que hicieran un compromiso con unos objetivos a cumplir en seis años, con sus propios medios pedagógicos, como que después de ese periodo en su zona no haya ningún niño que no sepa leer y escribir. Esa idea de una reforma que confíe más en el magisterio tendría, sí, que vigilar las zonas donde esa libertad se convirtiera en el apoyo a la desidia. Pero me parece que tendría más impacto en la vida cotidiana de las escuelas si se confiara y se corrigieran las desviaciones, en lugar de tratar que todo cambie desde arriba. Esa era la idea –no veo que venga.


Manuel Gil Antón es profesor investigador del Colegio de México. Se puede consultar su trabajo académico aquí y sus artículos de opinión aquí.

Fotos: cortesía de Galo Naranjo, alisa, Eneas De Troya y Malova Gobernador.

Fuente: http://horizontal.mx/sobre-el-fracaso-de-la-reforma-educativa-entrevista-a-manuel-gil-anton/

Fotografía: boisestatepublicradio

Fuente de la Entrevista:

http://insurgenciamagisterial.com/sobre-el-fracaso-de-la-reforma-educativa-entrevista-a-manuel-gil-anton/

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España: Experto aboga por un Simce que mida competencias digitales

España/09 junio 2016/Autor: La Nación/ Fuente: http://www.entornointeligente.com/

Una dolorosa vergüenza Tras conocerse los alarmantes resultados del Simce y la abrupta caída que arrojó la medición en la Prueba de Lectura aplicada a alumnos de segundo medio (y que bajó cinco puntos entre 2014 y 2015), el experto en educación de la Universidad de Santiago, Dr. Saúl Contreras, cree que hay que buscar las explicaciones en otro auge: el de las tecnologías de la información merma los hábitos de lectura de las nuevas generaciones. «El problema no radicaría en que los estudiantes lean poco . Los estudiantes están leyendo mucho, pero no lo que el sistema educativo quiere que lea», sostiene. Por eso, agrega que uno de los principales problemas tiene que ver con el enfoque «más bien tradicional» del Simce, lo que se opone a las prácticas actuales de los estudiantes más acostumbrados a usar tecnologías de la información y comunicación.

«Es imposible que se les pida a las generaciones actuales ver el Simce como hace 10 años. Debiéramos contar con un indicador sobre las competencias digitales que tienen los estudiantes de las generaciones actuales» , aconseja el académico que hace hincapié en que si el problema de comprensión lectora se sigue abordando como hasta ahora «cuando los estudiantes vean preguntas en pruebas tampoco las van a entender. Ya tenemos datos históricos de que no entienden las preguntas que se les hacen en test estandarizados internacionales».

«El sistema educativo se tiene que adecuar al modelo actual, de inmediatez y disponibilidad de la información. Significa que debieran alinearse las formas y los instrumentos con los estándares con que se miden a los estudiantes», sintetiza el Doctor en Didáctica de las Ciencias Experimentales.  Recomienda que una variable a considerar es la inmediatez de la información a la que están acostumbrados los jóvenes en la actualidad. «Los estudiantes lo quieren todo ahora y, muchas veces, en vez de leer el libro, prefieren un resumen», ejemplifica. «Necesitamos generar más conocimiento didáctico sobre cómo usar estas tecnologías de la información en la comunicación, porque en este tema ya no hay vuelta atrás. Hay que incorporarlo y hacerse cargo», insiste.

Aristas para enfrentar la problemática Respecto al anuncio del Ministerio de Educación de una agenda de investigación para enfrentar esta situación, el experto esboza cuatro puntos en los que esta debiera centrarse. Primero, «identificar estrategias, mecanismos y recursos que usan los profesores de Lenguaje y Comunicación en salas de clases para motivar a sus estudiantes a leer».

Segundo, que se identifiquen claramente los intereses de lectura de los alumnos. «Del mismo modo que se dice que la ciencia tiene que ser entretenida y vinculada a lo cotidiano para que los estudiantes entiendan su utilidad, del mismo modo debiera estar enfocada la asignatura de Lenguaje y Comunicación».

Tercero, considerar un levantamiento de información sobre las condiciones laborales de los docentes para «saber si los profesores tienen las herramientas, competencias y conocimiento práctico para hacer estas cosas. El país se tiene que hacer cargo de los profesores que están en activo y si se necesita dar refuerzo. La Carrera Docente aún no está instalada y seguimos en las mismas condiciones, sin las horas no lectivas suficientes para mejorar estos aspectos, por ejemplo». Finalmente, plantea que la autoridad debe liderar con mayor decisión proyectos para motivar y apoyar la lectura.

Fuente de la Noticia:

http://www.entornointeligente.com/articulo/8534870/Experto-aboga-por-un-Simce-que-mida-competencias-digitales

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México. Aurelio Nuño anuncia el despido de 3.100 maestros rebeldes

México/20 de mayo 2016/ Autor: Jan Martinez/Fuente: El País

El secretario de Educación hace una exhibición de fuerza ante los sindicatos radicales para imponer la última gran reforma del mandato de Peña Nieto

La reforma educativa vuelve a estar en primera línea de combate en México. En una contundente exhibición de fuerza, el Gobierno de Enrique Peña Nieto ha anunciado el despido de 3.119 maestros por haber participado durante cuatro días en un paro ilegal contra la ley educativa. El golpe, dirigido al corazón de la resistencia sindical en Oaxaca, Guerrero y Michoacán, tiene como objetivo mostrar, en un momento de fuerte incertidumbre electoral, la determinación de implantar la última gran norma del mandato presidencial.

El pulso viene de lejos. La reforma educativa, surgida del consenso y aprobada por aplastante mayoría en el Congreso, ha tenido desde sus inicios como principal adversario a la poderosa Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Enseñanza (CNTE). Instalada en el clientelismo, esta organización radical, surgida en los años setenta como escisión del sindicato mayoritario de profesores, llegó a ejercer un control casi omnimodo del sistema educativo en los empobrecidos estados del sur, sobre todo, en Oaxaca. Allí, gracias a décadas de connivencia con el PRI, la coordinadora designaba a los cargos, controlaba los pagos y disponía a su voluntad del personal docente.

Los cambios impuestos por la reforma echaron por tierra este entramado clientelar. La ley no sólo ponía fin a la compra-venta de puestos y establecía el concurso obligatorio; sino que imponía la evaluación del profesorado. Un anatema para el sindicato. Y el detonante de una furibunda ofensiva.

Para Peña Nieto, cuya valoración ha entrado en fase crítica, el éxito de la ley supone uno de sus últimos balones de oxígeno

Tras meses de violentos enfrentamientos,que incluyeron el asalto a aeropuertos y la quema de oficinas electorales, el Gobierno decidió cambiar las tornas y, en julio pasado, dio un golpe de mano al retirar en un solo día y por decreto estatal el control de las instituciones educativas a la CNTE. La demostración de fuerza se completó con la congelación de las cuentas bancarias de la central y el encarcelamiento de sus dirigentes más radicales.

Desde entonces la resistencia sindical ha ido perdiendo fuerza. La Secretaría de Educación, dirigida por Aurelio Nuño, aprovechó el desconcierto causado en las filas de la coordinadora para ofrecer una política de mano tendida a los profesores y buscó, consciente del polvorín en el que se movía, revertir el rechazo con mejoras económicas y una fuerte campaña presencial.

La coordinadora, arrinconada, ha intentado una y otra vez recuperar la iniciativa. Aunque no ha logrado frenar el avance de la reforma, su alta capacidad de movilización aún la convierten en un adversario temible. Y desde la esquina del cuadrilátero no ha dejado de lanzar ofensivas. La última ha sido un paro nacional indefinido contra la ley educativa. Una línea roja que Nuño, el delfín de Peña Nieto y uno de los priístas mejor situados para la sucesión, había anunciado que no dejaría pasar. “La voluntad del presidente de la República es continuar, sin importar qué obstáculos tengamos que vencer, con el desarrollo de la reforma educativa y, aplicando la ley, instaurar un Estado de Derecho y erradicar la impunidad en nuestro sistema educativo”, afirmó el secretario.

La consumación de la protesta, aunque con escaso éxito, ha sido respondida con el despido de los maestros que estuvieron más de cuatro días ausentes de las aulas. Para sustituirlos se emplearan a opositores que superaron el examen docente pero no obtuvieron plaza. El sindicato ya ha anunciado que usará todas las medidas a su alcance para frenar las expulsiones. Su margen, con todo, es bastante escaso. Las leyes juegan a favor de la Secretaría de Educación. Y lo que es más importante, las encuestas indican que la reforma, en un país situado a la cola de la OCDE en resultados escolares, cuenta con el apoyo de la mayoría de la población.

Es en ese terreno donde el combate cobra una relevancia nacional. Para Peña Nieto, cuya valoración ha entrado en fase crítica, el éxito de la ley supone uno de sus últimos balones de oxígeno. Y para Nuño, un político al que se acusa de carecer de experiencia de calle, refuerza sus opciones, aún lejanas, como aspirante a la liza presidencial en 2018.

En este escenario, la CNTE apenas ha contado con más apoyo que el del carismático líder de la izquierda Andrés Manuel López Obrador. Un veterano jugador que ha advertido que una derrota gubernamental en este campo podría brindarle el apoyo de decenas de miles de profesores insatisfechos y ser capitalizada como un activo a su candidatura.

Fuente de la Noticia:

internacional.elpais.com/internacional/2016/05/20/actualidad/1463708726_767398.html

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Maestros buscan diálogo con Gobierno mexicano y consolidar la huelga nacional

México/16 mayo 2016/Autor: Agencia EFE/ Fuente: Noticias Terra. com

maestros de la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE) arrancaron hoy una huelga indefinida y siguen instalados frente a la sede de la Secretaría de Gobernación (Segob) de la capital exigiendo diálogo con funcionarios de primer nivel.

«Nos ofrecieron una mesa de diálogo, pero no con gente que tuviera posibilidades de resolver, con funcionarios de nivel. Buscamos que nos atienda la Segob y de ser posible, el secretario de Gobernación», dijo a Efe el secretario de la CNTE en Michoacán, Salvador Almanza.

Consideró que el tema de la «educación pública es un problema mayor» y por ello han de ser funcionarios de primer orden quienes participen en las conversaciones con la CNTE.

Este domingo entre 10.000 y 15.000 maestros del sindicato, uno de los más poderosos del país con cerca de 200.000 afiliados, marcharon por la capital para pedir el fin de la reforma educativa implementada por el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y la cancelación de medidas como la evaluación docente.

Con un centenar de tiendas de campaña instaladas frente a la sede de Gobernación, el movimiento busca presionar a las autoridades para entablar un diálogo que culmine en la aprobación de un pliego petitorio con varios puntos, pero muy similar al que ya desecharon la autoridades hace un año.

Las demandas incluyen un aumento salarial, la presentación con vida de los 43 jóvenes desaparecidos de Ayotzinapa, la derogación de la reforma educativa promulgada en 2013 y el restablecimiento de los maestros cesados.

Mientras, trabajan para «ir consolidando el plantón, que tiene como finalidad protestar por la criminal Ley de Educación», aseguró el secretario de la CNTE para Michoacán (oeste), donde -dijo- el seguimiento del paro ha llevado al cierre del 85 % de las escuelas.

La protesta también busca la suspensión de la llamada evaluación docente, que comenzó el pasado año y consiste en un examen de capacidades a los profesores y, de ser reprobado, puede conllevar su despido.

Según Almanza, hay estados con un «alto nivel» de seguimiento de la huelga, como son Guerrero, Chiapas y Oaxaca, en el sur del país, o Michoacán, mientras que en otras 24 entidades federativas si bien se ha dado clase, se han realizado «marchas, bloqueos, visitas a medios de comunicación y ayuntamientos».

«En los estados, la tarea fundamental es el paro, que estaremos consolidando en esta semana», zanjó.

En Oaxaca, uno de los principales bastiones de la CNTE, solo un 12 % de los centros educativos se sumaron este lunes a la huelga, según dijo el director del Instituto Estatal de Educación Pública (IEEPO) de este estado, Moisés Robles.

Fuente de la Noticia:

http://noticias.terra.com/mundo/latinoamerica/maestros-buscan-dialogo-con-gobierno-mexicano-y-consolidar-la-huelga-nacional,e51111dd8ab9f7b2be483864a368eed1o29p1272.html

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Angola: Familias deben ser educadas al respeto de la diferencia – dice Ministro Mpinda Simão

Angola/Angola Press/ 13 de Mayo de 2016

Luanda – Las familias deben ser educadas a respetar, a fin de promover la cultura de la paz para la estabilidad y el desarrollo sostenible, dijo el miércoles, en Luanda, el Ministro de Educación, Pinda Simão.

Según el gobernante, que habló en la inauguración del 13º Consejo Consultivo del Ministerio de la Familia y Promoción de la Mujer (MINFAMU), el respeto debe basarse en la igualdad de derechos y deberes en que cada uno a su nivel respete los límites del sentido común.

Pinda Simão añadió que la ciudadanía comienza con el primer nivel de socialización en la niñez temprana que se desarrolla en la familia, en la comunidad y se consolida en la escuela.

Refirió que empoderar a la familia es construir comunidades fuertes y sociedades más democráticas y participativas.

Para ello, subrayó, la escuela en conjunto con la familia juega un papel importante en la educación y la formación de las nuevas generaciones, siendo un espacio privilegiado para la formación e información sobre los valores de la comunidad en que está insertada, para un desarrollo económico, social y cultural que cada uno busca.

Por otra parte Pinda Simão dijo que las familias por ser fuerzas vivas de la nación son llamadas a asumir el papel para que les quepa en el proceso de diversificación de la económica, requiere la valorización, dinamización de diversas ramas de la economía que se muestra aún menos desarrollado.

El 13º Consejo del MINFAMU se celebra en paralelo con el 19º Consejo Nacional de la Familia bajo el lema «La contribución de las Familias Angoleñas en el Proceso de Diversificación de la Economía» con el propósito de continuar con la promoción, búsqueda de referencias y modelos de familias y de los padres.

El Consejo Nacional de la Familia va a evaluar el grado de cumplimiento de las recomendaciones aprobadas de la 18ª Sesión del Consejo Nacional de la Familia, así como continuar con ciclo de reflexiones que coloquen a la familia en el centro de atención como parte de las políticas públicas de valorización y fortalecimiento de las habilidades familiares.

Estuvieron presentes en la ceremonia de apertura la vicegobernadora de Luanda para el sector político y social, Juvelina Imperial, la Ministra de Medio Ambiente, Fátima Jardim, directores provinciales y técnicos de MINFAMU.

El evento se llevará a cabo hasta hoy (viernes) en el anfiteatro del Ministerio de la Agricultura.

Fuente:http://www.portalangop.co.ao/angola/es_es/noticias/sociedade/2016/4/19/Angola-Familias-deben-ser-educadas-respeto-diferencia-dice-Ministro-Mpinda-Simao,fa5354c9-ffee-47af-9db3-7ce9be482cb3.html

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