Cambiar de Secretaria no significa un cambio educativo

Por: Abelardo Carro Nava

«El Sistema Educativo Mexicano está permeado por problemas estructurales que, si bien es cierto, su origen se remonta a las pésimas decisiones que anteriores gobiernos han tomado, también es cierto que las políticas que en estos 4 años se han implementado, poco o nada han colaborado para aminorarlos.»

El pasado 1 de septiembre, la periodista Denise Maerker, presentó en su noticiero nocturno, una realidad que viven quienes asisten a cientos de escuelas públicas en nuestro país; se trató de la Escuela Secundaria Francisco Ruiz Massieu ubicada en la comunidad Caridad, de San Marcos, en el estado de Guerrero. El reportaje, como tal, muestra a unos estudiantes tomando clases al aire libre, mientras otros, ocupan un salón de clases porque, desafortunadamente, además de no contar con espacios suficientes donde se desarrolle en las mejores condiciones el proceso de enseñanza y de aprendizaje en cada uno de los grados, carecen de pizarrones, escritorios, computadoras, material didáctico, pero también, sanitarios o luz eléctrica.

Esta, repito, es una realidad que muy pocas veces se escucha en los discursos y logros que, con bombo y platillo, se anuncian desde Palacio Nacional o desde la Secretaría de Educación Pública (SEP). Y es que, por ejemplo, según el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en su reporte Información Estratégica para el Regreso a Clases en México 2021, 89 mil escuelas de educación básica carecen de drenaje, 39 mil 558 no tienen red de agua potable, 9 mil 989 no cuentan con energía eléctrica. Insisto, una realidad que ahí está, pero que pocas veces se señala y, si se hace, es con el propósito de culpar a gobiernos pasados lo cual, de alguna forma puede ser cierto, pero, transcurridos 4 años de gobierno lopezobradorista, ¿sigue sin ser atendido un tema tan importante para la formación de niñas, niños y adolescentes?

Ahora bien, también, hace unos días, la periodista Azucena Uresti, a través del programa de noticias que conduce por la noche, dio a conocer otra de esas realidades que ahí están, pero que tampoco se incluyen en esos discursos y logros presidenciales o secretariales; en Tuzantla, Michoacán, más de 100 escuelas públicas y particulares (87 primarias, 4 secundarias y 20 telesecundarias), no iniciaron el ciclo escolar 2022-2023 por una sencilla razón: el miedo que trae consigo el clima de violencia e inseguridad que han generado grupos de criminales en esa entidad federativa, como en otras.

Asunto que no es menor pues, si revisamos la percepción de inseguridad de los mexicanos que, en enero de este año dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI, 2022), ésta aumentó, del 64% registrada en septiembre paso al 65.8% en diciembre, de 2021. Esto puede significar que ese último porcentaje de la población, haya percibido que el lugar en que reside es inseguro pues, durante ese mismo periodo, los datos que ofrece este instituto obtenidos a través de la aplicación de una encuesta nacional de seguridad pública urbana, reflejaron que los habitantes consultados, vieron o escucharon conductas delictivas o antisociales alrededor de su vivienda como: consumo de alcohol en las calles (61.7%), robos o asaltos (55.7%), vandalismo en las viviendas o negocios (42.7%), venta o consumo de drogas (40.5%), disparos frecuentes con armas (39.6%), bandas violentas o pandillerismo (27.15), entre otros. Culpar o responsabilizar al pasado, ¿cobra sentido después de 4 años de gobierno en los que tal inseguridad no se ha sido atendida para que dichos índices disminuyan paulatinamente? Tal vez, ello explica, el por qué ahora las escuelas de algunos estados como Baja California, Zacatecas, Puebla o Morelos, hayan optado por enseñar en sus respectivos espacios educativos, ciertos protocolos para actuar en una situación de violencia cuando ocurra, por ejemplo, una balacera cerca de su escuela.

Lo anterior, son dos claros ejemplos de una realidad que es latente en nuestro país, como también lo es, el que la SEP en los últimos años se haya visto como un trampolín político para ocupar un cargo público de posible mayor envergadura, o bien, una candidatura para una gubernatura en cierto estado de la República Mexicana. Cambiar de Secretario o Secretaria, no significa un cambio educativo ipso facto.

Como se sabe, el Sistema Educativo Mexicano está permeado por problemas estructurales que, si bien es cierto, su origen se remonta a las pésimas decisiones que anteriores gobiernos han tomado, también es cierto que las políticas que en estos 4 años se han implementado, poco o nada han colaborado para aminorarlos. Es obvio, tales problemáticas rebasan, por mucho, lo que podría denominar como “buenas intenciones”; por ejemplo, uno de los programas estrella de este gobierno, en materia educativa, como el de la Escuela es Nuestra, no ha logrado atender las demandas y necesidades acumuladas de los planteles escolares que, como en el caso de la secundaria arriba expuesto, son el común en el territorio mexicano. Tampoco lo ha sido el otorgamiento de becas a los estudiantes puesto que, a decir de los datos contenidos en el Cuarto Informe de Gobierno, más de 520 mil alumnos no se inscribieron en el ciclo escolar 2021-2022; de hecho, la pérdida más significativa en este rubro, ocurrió en educación básica debido a que, en educación inicial y primaria, ya no se registraron 438 mil estudiantes.

Y bueno, si de formación profesional docente hablamos, habría que consultar y contrastar los datos que recientemente dio a conocer el Instituto Mexicano para la Competitividad A. C. (IMCO), donde se señala que el Programa de Desarrollo Profesional Docente va en picada pues, en 2016, fueron asignados 3 mil 539 millones de pesos, pero en 2022, solo se destinaron 249 millones, lo que representa que el gobierno federal solo destinó 38 centavos por docente para capacitaciones. Si, se leyó bien: 38 centavos por docente. ¿De qué manera se pueden mejorar los procesos educativos si un tema tan importante no es apoyado con suficientes recursos? En fin.

En los últimos días, he visto con atención, que varios colegas, investigadores, académicos o profesores, nos hemos concentrado en analizar la puesta en marcha del plan de estudios 2022, a implementarse en 2023, justo a un año de que termine este gobierno; la discusiones se han centrado en su contenido, estructura, enfoque, entre otros aspectos, pero también, en el “piloteo” que en el mes de octubre de este año comenzará a realizarse en pocas, muy pocas escuelas de nuestro país; sin embargo, pienso, que más allá de estos temas que son relevantes, existen otros tantos que, de manera cotidiana y recurrente, viven y padecen las maestras y maestros mexicanos. ¿Valdría la pena echarles una mirada? Yo creo que sí, porque sin ser pesimista, advierto que la recién nombrada Secretaria de Educación, poco podrá hacer en el ámbito educativo pues los problemas ahí están y se siguen acumulando, por ejemplo, los derivados del desastre que es la Unidad del Sistema de la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM) donde, por cierto, se sigue aplicando a raja tabla una política neoliberal, la más neoliberal de todas, que cada mañana se critica hasta el hartazgo desde el pulpito presidencial y secretarial.

Al tiempo.

Fuente: https://profelandia.com/cambiar-de-secretaria-no-significa-un-cambio-educativo/

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Ecuador: Nuevas visiones sobre la «Revolución Ciudadana»

Nuevas visiones sobre la «Revolución Ciudadana»
Juan J. Paz-y-Miño Cepeda
Al menos en tres artículos escritos en los meses finales de 2018 (https://bit.ly/2MTaHn8https://bit.ly/37AIIkh; y, https://bit.ly/2Qm77Ee) repasé los libros y artículos esenciales que se habían escrito sobre el gobierno de Rafael Correa (2007-2017). Contaba con casi un centenar de textos que merecían ser tomados en cuenta para estudiar a la Revolución Ciudadana con la seriedad y rigurosidad con las que ese ciclo histórico -como cualquier otro en nuestra vida republicana- debe ser tratado.La “descorreización”, impulsada en sus orígenes por la extrema derecha, paradójicamente coauspiciada por las izquierdas inicialmente “morenistas” (hoy en retirada, como lo hicieron con Correa), y que desde 2017 se convirtió, además, en consigna oficial de las funciones del Estado, de las empresas privadas de comunicación más influyentes, e incluso de la revivida doctrina militar de la seguridad nacional, no solo ha pretendido que desaparezca la historia real de ese ciclo del progresismo latinoamericano, sino que impide distinguir sus logros, los límites y hasta sus “pecados”. Pero empiezan a aparecer nuevas investigaciones. Tomaré en cuenta dos recientes.

El artículo del profesor Germán Carrillo García, “Triple revolución en Ecuador. Contradicciones de la economía política frente a la construcción de un Estado Social” (https://bit.ly/2Fmx1lg, dic/2019), permite ubicar, claramente, la sucesión histórica de tres procesos: 1) el ciclo del “desarrollismo” durante las décadas de 1960 y 1970, que por el aumento de las capacidades estatales, su incursión económica, la planificación, la reforma agraria, la industrialización sustitutiva de importaciones y el crecimiento empresarial inducido, lograron superar la ruralidad y el atraso del país, que desde entonces adquirió una típica fisonomía capitalista de rasgos latinoamericanos; 2) el ciclo del “neoliberalismo”, durante las décadas de 1980, 1990 e inicios del siglo XXI, cuando se asumen las consignas anti-estatales, de privatización, mercado libre y hegemonía de los intereses privados, que arrasaron con el avance en las condiciones de vida y de trabajo, precarizando a las mayorías sociales; y, 3) el ciclo del “neodesarrollismo” de la revolución ciudadana, que recuperó el papel del Estado y mejoró las condiciones sociales, aunque en un marco de “notable retórica política” -dice el autor- frente a una realidad socioeconómica que dependió del auge petrolero y que, por lo mismo, empezó a dar un giro “neoliberal” en las alianzas público-privadas, ante los desajustes externos.

El análisis todavía general de ese tercer ciclo, realizado por el profesor Carrillo, bien puede complementarse y ampliarse con el estudio que realiza otro profesor, Miguel Ruiz Acosta, en “Desafiando al neoliberalismo desde la mitad del mundo: repolitización de la economía bajo la Revolución Ciudadana” (https://bit.ly/39DVIaF, nov/2019), que ofrece un sólido trabajo sobre cuatro políticas del gobierno de Rafael Correa: la tributaria; de regulación financiera; sobre el mercado de trabajo; y las políticas de bienestar social.

Pormenorizando en datos y fuentes, queda igualmente en claro, que la revolución ciudadana, como dice el autor, no solo fue un cambio de gobierno, sino un “cambio de régimen”, que supo repolitizar la economía en contra de la ideología neoliberal. 1) En materia tributaria, crecieron los impuestos directos y, con sucesivas reformas, se institucionalizó su cobro efectivo, apuntando contra la evasión, lo que destapó las reacciones de las cámaras de la producción. Por cierto, en este punto vale destacar la rigurosa investigación de Timm B. Schützhofer, pionera en estudiar el régimen tributario de la Revolución Ciudadana (https://bit.ly/39DTRCH, feb/2019). 2) Se produjo una “expropiación financiera”, pues el Estado logró imponer sus regulaciones a la poderosa banca privada, especialmente en cuanto a intereses, liquidez, garantías, comisiones; auditó la deuda externa; renegoció contratos petroleros; repatrió reservas internacionales y realizó vastas e importantes inversiones públicas; con todo lo cual provocó las reacciones de los banqueros y de las elites empresariales. 3) En lo laboral, ciñéndose al Mandato 8 de la Asamblea Constituyente y a la Constitución de 2008, el gobierno actuó para reducir la “tasa de explotación” y con ese fin garantizó los derechos fundamentales para los trabajadores, incrementó sustancialmente los ingresos laborales guiado por el principio del “salario digno” y amplió la cobertura de la seguridad social; pero fue, dice el autor, una política laboral “híbrida”, ya que si bien mejoró el trabajo formal y también la atención al informal (las estadísticas lo demuestran), afectó ciertos derechos para los servidores públicos, promovió un sindicalismo oficialista (CUT, PL) y se distanció con las organizaciones de trabajadores más reconocidas, incluso llegando a ciertos giros “flexibilizadores” en sus dos últimos años, algo que yo señalé en aquel tiempo y que el profesor Ruiz lo destaca en una cita. 4) En bienestar social los avances fueron evidentes, a través de la seguridad social ya referida, además de la extensión y cobertura con servicios públicos (educación, medicina, vivienda), subsidios focalizados, programas de transferencia condicionados como el bono de desarrollo humano y el incremento del gasto social.

Ese conjunto de políticas “neodesarrollistas”, según el autor (coincide con Carrillo), trajeron resultados: incremento sostenido del salario real (se demostró que el alza salarial no fue obstáculo para el crecimiento del trabajo formal), reducción sustancial de la pobreza y paralelamente de las desigualdades sociales, además del fortalecimiento de las capacidades estatales regulatorias y de la institucionalidad. Lo comprueban los datos económicos y los cuadros insertos en el artículo. Ecuador fue reconocido como el primero en América Latina en cuanto a la mayor eficacia en la disminución de desigualdades, y el segundo en reducción de la pobreza, de acuerdo con entidades internacionales (FMI, BM, PNUD, OIT, CEPAL) y otros estudios académicos. Como señala Ruiz, se demostró que sí hay alternativas al neoliberalismo.

Sobre la base de los estudios realizados por los profesores Carrillo y Ruiz, bien puede sostenerse que durante el ciclo de la Revolución Ciudadana estuvo en proceso de construcción un tipo de economía social, que logró distinguirse del modelo neoliberal-empresarial que le antecedió por décadas. Pero, además, si se observa con perspectiva histórica, ese tipo de economía daba continuidad a esfuerzos nacionales de otras épocas, de manera que es irracional hablar de la existencia de una supuesta economía “correísta” o de una “década perdida”, cuando los datos prueban lo contrario.

La educación universal, laica y gratuita fue una conquista del radicalismo en la Revolución Liberal de 1895, así como la asistencia pública, antecesora de la seguridad social, pero también el sindicalismo. Las políticas sociales, los derechos de los trabajadores, la cajas del seguro y pensiones, los impuestos directos y la necesidad de imponer el poder público a los intereses bancarios y empresariales particulares nacen con la Revolución Juliana de 1925. Los rastros iniciales del “desarrollismo” se encuentran en el gobierno de Galo Plaza Lasso (1948-1952), se afirmaron en las décadas de los 60 y 70, y solo así se logró superar definitivamente el régimen oligárquico y el sistema hacienda. El “neodesarrollismo” de la revolución ciudadana tuvo esas bases. Los principios para una economía social fueron ampliados sucesivamente por las Constituciones de 1929, 1945 y 1979 (lo estudio en un artículo publicado en 2007 en el libro Asamblea Constituyente y Economía, https://bit.ly/2STwkrm), de modo que la Constitución de 2008 responde a ese avance.

En cambio, el régimen oligárquico del siglo XIX, la época plutocrática (1912-1925), o las décadas neoliberales de fines del siglo XX, que se caracterizaron por la hegemonía de los intereses privados, no cambiaron la fisonomía del país, se sustentaron en el agravamiento de las condiciones de vida y de trabajo, y fortalecieron la concentración de la riqueza en unas elites despreciadoras de las responsabilidades sociales del Estado. Incluso las Constituciones de 1967 y 1998 reflejan los intereses privados en la economía, que sustentan el modelo empresarial.

Para Germán Carrillo está claro que desde 2017 “Lenín Moreno, ha demostrado con solvencia su adhesión incondicional a esas élites señaladas por Hirschman, que junto a las instituciones globales del capitalismo neoliberal no desestiman la imposición de políticas de austeridad a las bases del cuerpo social”; y para Miguel Ruiz, “el actual Gobierno [de Lenín Moreno], a pesar de haber emergido del propio seno de la Revolución Ciudadana, [ha] dado un giro de 1800 no sólo en materia geopolítica, sino también en los ámbitos económico y social”; y agrega: “ Como lo mostró el gran estallido social de inicios de octubre de 2019, la nueva orientación de la política pública no sólo dejó de lado un proyecto de desarrollo nacional de carácter inclusivo, sino que resucitó la vieja idea de que no hay más alternativa que regresar a la (anti)política del neoliberalismo”.

Cabe añadir que el giro dado desde 2017, mediante el cual se cortó un camino económico y social distinto al neoliberalismo, ha sido acompañado por las orientaciones contra los “correístas” y, ante todo, contra “la más grande corrupción que ha tenido la historia”, según afirman los enemigos del ciclo de la revolución ciudadana. Desde las filas del “correísmo” se denuncia la persecución, el lawfare y el odio político. Pero también hay voces de reconocidos abogados y juristas, que cuestionan acusaciones o procesos (véase, por ejemplo, https://bit.ly/2uk2Icz); a quienes se suman los pronunciamientos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (https://bit.ly/2QINKV7; y https://bit.ly/36qoOrU); e incluso de la Interpol (https://bit.ly/37CdxFm), u otras (https://bit.ly/2ZP4E8Ahttps://bit.ly/2MWKHaKhttps://bit.ly/39LlOsf). La Asociación de jueces se pronunció contra la intromisión amenazante de la Fiscalía sobre el tema de las causas despertadas a raíz de la rebelión indígena y popular de octubre 2019 (https://bit.ly/2rY0wXq).

El debate jurídico puede resultar interminable. Pero en términos históricos, no debía confundirse la lucha contra la corrupción y el necesario juzgamiento de los implicados (algo que todos los ecuatorianos exigimos), con la destrucción, al mismo tiempo, del modelo económico y social que Ecuador ha tratado de construir, entre oleadas políticas, avances y retrocesos, desde los más remotos tiempos de la Revolución Liberal y la Revolución Juliana.

Desde 2017 hubo la oportunidad histórica para continuar y profundizar la construcción de la economía social, en lugar de optar por la subordinación a los intereses de la elite empresarial más atrasada y reaccionaria del país, tanto como al capital transnacional y finalmente al FMI. Con estas fuerzas se ha logrado revivir un segundo momento del modelo neoliberal-empresarial que ahora rige en Ecuador, y con el cual es imposible conseguir resultados de amplio beneficio social, aunque si de privilegio para las elites económicas, como lo ha demostrado la experiencia no solo nacional, sino latinoamericana, y lo están advirtiendo los diversos estudios de la Cepal.

Los retos para recobrar el camino de construcción de una economía social se han vuelto más complejos y difíciles. Pero debieran quedar en claro algunos de los postulados más significativos, sobre la base, precisamente, de la experiencia histórica del Ecuador: 1. Es necesario fortalecer las capacidades del Estado para invertir, regular la economía e imponer el interés público sobre los intereses particulares; 2. Impuestos directos para los ricos y las elites propietarias del capital; 3. Incrementar y garantizar derechos laborales, sociales, comunitarios y ciudadanos, así como generar el trabajo que supere el desempleo y el subempleo; 4. Impulsar políticas de bienestar social que logren definitivamente servicios universales y gratuitos en educación, salud, medicina, seguridad social, pensiones, atenciones a estamentos requeridos de protección estatal y asistencias; 5. Políticas de preservación del medio ambiente; 6. Búsqueda del buen vivir; 7. Latinoamericanismo, contrapuesto al americanismo continentalista. Son lineamientos diametralmente opuestos a la edificación neoliberal-empresarial.

Autor: Juan J. Paz-y-Miño C

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Argentina: El Frente Gremial Docente adhiere al paro nacional del 29 de mayo

Fuente: Diario Chaco

El Frente Gremial Docente informó que adhiere y convoca a los docentes de todos los niveles y modalidades de la provincia al paro nacional previsto para el próximo miércoles 29 de mayo. Así lo anunció el frente integrado por los sindicatos ATECH, Federación SITECH, Utre Ctera, Sadop, Setproch y Ugrebi.

La medida fue dispuesta en “rechazo a las políticas neoliberales definidas y llevadas adelante por el Gobierno nacional encabezado por el presidente Mauricio Macri, que están destruyendo los pilares fundamentales de la sociedad argentina”.

“Política resistida, repudiada y combatida al igual que en la época de los ’90, direccionadas por el FMI, a expensas de intereses extranjeros, con un endeudamiento externo abismal generando la hipoteca del presente y futuro del pueblo trabajador en su conjunto, al que sistemáticamente ha agredido desde el momento mismo de su asunción con la fijación de políticas todas contrarias a los derechos y a la calidad de vida del mismo”, apuntaron.

Asimismo, mediante un comunicado los gremios aseguraron que “así fue y es para desde el principio para los más vulnerables, para con los niños jóvenes y adultos, llevando al extremo de la pulverización de los derechos de todos, gobernando para los ricos cada vez más ricos y a espaldas de la gran mayoría de la sociedad, con el único crecimiento en nuestra República en la era macrista: la pobreza cada vez mayor y extrema de tantos argentinos”.

RECHAZO Y REPUDIO A LOS “TARIFAZOS”

En la misma línea, el Frente Gremial Docente ratificó su “categórico rechazo a los tarifazos, producto de las políticas erráticas de Nación y Provincia. La Nación responsable máxima de los costos de la energía eléctrica desde el mismo momento en que resolviera liberar a las distribuidoras para que incrementaran inescrupulosamente las tarifas-. Y la Provincia a través de su empresa jurisdiccional que inescrupulosamente también ha incrementado sus tarifas generando el gravísimo problema en el que nos ha inmerso a todos los usuarios chaqueños”.

RECHAZO A LA POLTÍCA NEOLIBERAL “QUE SE REPLICA EN LA PROVINCIA”

Además, los gremios docentes reafirmaron su “rechazo permanente a la política neoliberal nacional que se replica en la Provincia del Chaco, producto de la cual los trabajadores y en particular los de la educación hemos sufrido la pérdida estrepitosa del poder adquisitivo de los salarios, con pautas salariales de pobreza y sin actualización ninguna, razón por la cual la docencia chaqueña se ha manifestado multitudinariamente a lo largo y a lo ancho de toda la Provincia, en el marco del conflicto educativo con una lucha inclaudicable de los trabajadores de la educación a través del Frente Gremial”.

“EL PASO ADELANTE, RESULTADO DE LA INCLAUDICABLE LUCHA DOCENTE CHAQUEÑA”

“En el presente año, y a principios del presente mes se ha destrabado coyunturalmente el conflicto con las medidas tomadas por la mayoría de la docencia a través del Frente, marcando aún la insuficiencia de lo que sigue representando aún la respuesta salarial en particular en el grave contexto de crisis que vivimos, pero reivindicando un logro histórico como lo es la cláusula gatillo, asegurándonos a todos los docentes activos y jubilados docentes chaqueños, dejar de perder frente a la inflación a partir del presente año”, mencionaron.

Y añadieron: “La recuperación del poder adquisitivo abarcada en el tercer punto de las medidas tomadas, especificándose que en el mes de junio próximo la comisión de política salarial y condiciones de trabajo debe expedirse al respecto. Además de subrayarse el resto de las medidas ya en marcha como la resolución 2217/19 y la 2188/19 MECCYT de resolución del problema de reconocimientos médicos hasta la restitución de los departamentos correspondientes en toda la provincia, como el freno al ajuste con la suspensión de cierre de cargos, divisiones, etc. por todo el período 2019, respectivamente. Entre las otras medidas tomadas, representando todo un paso adelante en defensa de los derechos de los docentes y de la educación pública misma”.

Fuente: http://www.diariochaco.com/noticia/el-frente-gremial-docente-adhiere-al-paro-nacional-del-29-de-mayo

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Méjico: 100 días de AMLO: ¿Un Gobierno antineoliberal o neoliberal? j

Andrés Lund Medina

El gobierno de AMLO no es ni pretende ser antineoliberal

Introducción

En anteriores escritos se ha argumentado que el nuevo gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) significa, en efecto, una ruptura política con el régimen anterior, es decir, con una forma de dominación que había prevalecido desde la imposición de las políticas económicas neoliberales (1).

Desde nuestra perspectiva, el enorme descontento en la población provocado por el neoliberalismo y la amenaza latente de una explosión social en caso de repetir un fraude electoral en la disputa presidencial, levantó una gran ola de votos que tuvo que ser respetada, permitiendo un gobierno de AMLO.

Por su ideología política y su estilo de gobernar, se preveía que AMLO encabezaría un gobierno bonapartista, encuadrado, de manera tardía, en el ciclo de gobiernos progresistas latinoamericanos, que nunca rompieron ni con el neoliberalismo ni con el capitalismo (2).

Los primeros 100 días de gobierno de AMLO confirman tal previsión.

Sin embargo, AMLO mismo se presenta como antineoliberal y afirma que está acabando con él. Un pensamiento crítico debe poner en duda toda afirmación que viene del poder político, de modo que es necesario preguntarse: ¿es verdad que el gobierno de AMLO es antineoliberal?

Si se reflexiona y se examina con rigor a este nuevo gobierno, se impone una respuesta tajante: No, el gobierno de AMLO no es ni pretende ser antineoliberal porque:

En primer lugar, el neoliberalismo, como debiera saberse, no es una forma de gobierno sino la promoción de una política económica capitalista de acumulación.

En segundo lugar, el gobierno de AMLO no ha atacado las formas de acumulación capitalista neoliberal instituidas sino que las ha mantenido y reforzado.

Por último, el gobierno de AMLO es parte de un Estado capitalista cuya estructura política-jurídica salvaguarda al sistema capitalista y la forma de acumulación capitalista neoliberal; obviamente no es un gobierno revolucionario que busca un cambio de las estructuras políticas y del sistema económico.

A continuación, desarrollaré mis argumentos, aclararé dudas y objeciones e intentaré refutar a los que piensan que el gobierno de AMLO es antineoliberal. Al final, presentaré mis conclusiones.

100 días de AMLO, todo está dicho: neoliberalismo económico con una nueva forma política

En sus conferencias mañaneras, AMLO ha insistido, una y otra vez, que su gobierno ha roto con el neoliberalismo. También ha repetido que lo que caracteriza a su gobierno es la lucha contra la corrupción, la cual es, según él, el problema más grave de México.

A partir de lo que AMLO afirma, tal vez algunos pensarán que el neoliberalismo se reduce a gobiernos corruptos que favorecen a ciertos políticos y empresarios, a lo que ha llamado “la mafia del poder”. Pero AMLO ignora o no quiere decir que el neoliberalismo es una política económica que estructuró una forma salvaje de explotación y acumulación capitalista.
Cuestionando la simplificación que hace AMLO de lo que significa el neoliberalismo, argumentaremos que su gobierno no es ni pretende ser antineoliberal.

Primero, como decíamos antes, el neoliberalismo no es una forma de gobierno, corrupta o no, sino la promoción de una política económica capitalista de acumulación.

Como se ha explicado en varios escritos de importantes teóricos (3), el neoliberalismo implica un viraje del capitalismo mundial que se logró imponer por dictaduras militares (Chile), aventuras militaristas de gobiernos imperialistas (Thatcher y Reagan) o por organismos financieros internacionales (Fondo Monetaria Internacional y Banco Mundial), dependientes del gobierno de EEUU, a partir de las obligaciones de la Deuda Externa (como en México y muchos otros países más).

Como se sabe, esas políticas neoliberales impusieron la desregulación del Capital transnacional, en inversiones y comercio, que se tradujeron en tratados de libre comercio. Asimismo, se promovió que se desmantelara el Estado social (privatizaciones de servicios públicos, reducciones del presupuesto social, derrumbe salarial y eliminación de derechos laborales), sin importar el deterioro de las condiciones de vida de la mayoría de la población.

Todas estas políticas económicas neoliberales generaron un cambio en la acumulación capitalista mundial, que ha sido caracterizado como «acumulación por desposesión» de un nuevo imperialismo que busca por todos los medios recrudecer la explotación de la fuerza de trabajo humana y de los recursos naturales (4). Desde nuestro punto de vista, esta nueva y más agresiva acumulación por despojo (de bienes públicos, energéticos; de bienes comunales, biodiversidad; de bienes humanos, agua) se articula con los mecanismos de la acumulación capitalista y la refuerza.

Ese despojo ha tenido como mecanismos principales:

1. El pago puntual de intereses de una Deuda Externa, en gran parte ilegítima, que determina que enormes cantidades de las riquezas producidas en nuestro país sean transferidas a manos privadas capitales extranjeros o nacionales. Hace unos años, Eric Toussaint, nos explicaba por qué esa Deuda se volvió una Deuda Eterna:

“Entre 1982 y 2000, la deuda externa de México casi triplicó (pasando de 57 mil millones de dólares a 157 mil millones) mientras el país pagó a sus acreedores 8 veces lo que debía (según el Banco Mundial, México reembolsó 478 mil millones de dólares). El país reembolsa endeudándose. La deuda externa se vuelve eterna. El pago de la deuda externa mexicana representa, como para los otros países del Tercer Mundo, una enorme transferencia de ingresos de los trabajadores y de los pequeños y medianos productores hacia los capitalistas poseedores de títulos de la deuda externa.” (5)

Sin embargo, ahora todo está peor: sin consultas públicas ni claridad en su uso, “la deuda pública bruta pasó de 2.673.571 millones de pesos en el año 2008 a 10.265.445 millones de pesos en el año 2018, un aumento de aproximadamente 284% en 11 años.” (6)

Cabe señalar que ese aumento de la deuda pública no ha servido para incrementar el gasto social sino, al revés, éste ha sido utilizado ¡para refinanciar la deuda pública! De hecho, una parte significativa del presupuesto público del gobierno mexicano se ha convertido en una fuente de acumulación de los grandes capitales pues se transfieren recursos del gasto social, para la educación, salud, medio ambiente, salario y desarrollo social, hacia el pago del servicio de la deuda pública.

2. Otro mecanismo de despojo ha sido el enorme deterioro salarial de los trabajadores mexicanos que, en realidad, ha significado una caída abismal de los salarios: el poder adquisitivo del mínimo se contrajo hasta el 82%. Desde hace años y hasta la fecha, México tiene los salarios mínimos más bajos del mundo así como la tasa de explotación más grande del mundo. Esto quiere decir que la sobrexplotación se generalizó en México y se volvió una forma de acumulación capitalista saqueando el propio fondo salarial que debía permitir la reproducción de la fuerza de trabajo.

Este despojo salarial se reforzó con la drástica reducción de la inversión pública impuesta por el FMI y el BM que terminó con el llamado “salario social”: si ese apoyo indirecto era el 10.8% del PIB en 1981, para el 2009 era sólo el 3%. Entre otras cosas, esto significó que el subsidio alimentario se redujera del 1.25 por ciento del Producto Interno Bruto en 1983 al 0.37 por ciento en 1988; también acarreó la reducción del gasto público en el campo: si entre 1980-1982 esas inversiones representaban el 1.48% del PIB, en 2007-2009 apenas alcanzan el 0.15%; esta contracción del gasto público afectó trabajos y servicios públicos como la salud, la educación, la vivienda, etc.

En el sector primario la situación de los trabajadores es peor: el 34 por ciento de esta población no recibe ingresos, el 6.42 por ciento recibe la mitad del salario mínimo, el 18.2 hasta un salario mínimo y el 28 por ciento hasta dos salarios mínimos. Para presionar todavía más la baja salarial las políticas neoliberales volvieron al desempleo en estructural: la PEA aumenta en 6 millones de gente en edad de trabajar y sólo se ofrece un millón de empleos.

Y de los que tienen la fortuna de trabajar, los salarios no les alcanzan para vivir fuera de la pobreza: el 41 de la PEA tienen ingresos que no le permiten adquirir la canasta básica. De hecho, los que trabajan sufren una sobrexplotación del trabajo, extensiva (jornadas más largas) e intensiva (mayor productividad en el tiempo): de acuerdo a investigaciones al respecto, si en 1976, de 8 hrs. de jornada, 4.38 eran plusvalía para el empresario y 3.22 de salario para trabajador; en 2004, de 8 hrs. de jornada, 7.47 son plusvalía para empresario y 0.13 de salario para el trabajador. La jornada promedio en México es de 9 y media horas. Por si fuera poco, los tiempos neoliberales generalizaron el trabajo precario (sin derechos ni prestaciones): la PEA de 2004 era de 43 millones; de ellos, 26 millones eran trabajadores asalariados, pero sólo recibían prestaciones 15 millones; eso significa que más de 10 millones de trabajos precarios.

Esta ofensiva neoliberal contra los trabajadores no sólo despojó al trabajo vivo de sus medios de vida, también le expropió su vida futura al privatizar las pensiones para el beneficio del Capital especulativo. Por otro lado, los excluidos permanentes del trabajo se incorporaron al empleo informal, que también se volvió estructural. A ellos habría que agregar los más de 5 millones de migrantes mexicanos que trabajan en EEUU en condiciones de semi-esclavitud. Por supuesto, todo ello viola la Constitución, la Ley Federal del Trabajo y los acuerdos internacionales. Todo ello se puede resumir del modo siguiente: de 1982 a 2009 el número de pobres pasó de 32 millones a 60 millones: con 30 años de neoliberalismo su fracaso más contundente es que la pobreza se duplicó. (7)

3. Otra forma de desposesión fue la privatización de los bienes públicos, que fue acelerada desde el gobierno de Miguel de la Madrid: el Estado controlaba, todavía en diciembre de 1982, 1,155 entidades paraestatales: 724 eran empresas de participación estatal mayoritaria, 75 de participación minoritaria, 103 eran organismos descentralizados y 223 eran fideicomisos. En sólo cinco años, del 1º de diciembre de 1983 al 30 de noviembre de 1988, se desincorporaron o privatizaron 741 entidades paraestatales. Fue en el sector industrial en donde se llevó a cabo el mayor número de “desincorporaciones”: de 412 empresas paraestatales que se tenían sólo quedaron 153. De esta manera, el Estado abandonó 22 áreas de la actividad económica, de acuerdo con la clasificación del Censo Industrial: alimentos, turismo, fabricación de maquinaria, industria química, etc. Ello significaba dejar de apoyar la nutrición de millones de mexicanos, eliminar servicios sociales, dejar de producir medicinas, etc.

Con el gobierno de Salinas de Gortari se llevó a cabo la más grande venta, entrega y saqueo de empresas públicas. Se ofrecieron a precio de remate a un grupo selecto, a cambio de acciones y sobornos -y todo ello salió a la luz pública cuando se reveló el origen de la fortuna de Raúl Salinas de Gortari por más de 100 millones de dólares. Durante el gobierno de Salinas, en unos meses remataron 18 instituciones de crédito a una nueva clase empresarial ligada a Salinas de Gortari. En 5 años, de 1988 a 1993, se remataron 159 empresas púbicas; entre ellas estaban empresas tan importantes como las que se dedicaban a la telefonía, los bancos, las televisoras, minas, siderúrgicas, fábricas… Y luego se siguieron con tierras, autopistas, puertos, aeropuertos, electricidad, negocios en PEMEX… (8)

4. Otro mecanismo de despojo o desposesión ha sido la promoción de la privatización de los recursos naturales y la biodiversidad. De hecho, esta forma de saqueo nos retrotrae a la preponderancia de formas de explotación extractivistas del siglo XVII pero con tecnologías del siglo XXI. Todo recurso natural utilizado por el Capital para su acumulación y reproducción ampliada es despojado, como el petróleo, los minerales, la biodiversidad.

Despojo de petróleo

Durante estos tiempos neoliberales, el saqueo del petróleo y su canalización a EEUU ha sido enorme, pero eso no ha sido todo: se cede el petróleo crudo a unas cuantas compañías norteamericanas para comprárselo después, pero refinado y convertido en gasolina, a las mismas. En los últimos años, México ha sido una fuente de suministro de petróleo al mercado estadunidense: si en 1993 representaba el 12.7% de la importaciones de EEUU, en los últimos años ha promediado un 15%, según datos de la Administración de Información de Energía (AIE) de EEUU. Si en 1993 se transfirieron 314 millones 961 mil barriles, en 2006 aumentó a 575 millones 501 mil barriles. De hecho, EEUU consumió sólo en 2006 10 millones 127 mil barriles diarios de petróleo de otros países, principalmente de Canadá, México, Arabia Saudita, Venezuela y Nigeria, los cuales en conjunto aportaron el 68.7 por ciento del total. Ese año México contribuyó con un millón 556 mil de barriles al día, en total 575 millones 501 mil barriles (9).

Despojo de minerales

Durante años México ha exportado toneladas de Oro de Durango, Sonora, Querétaro, Zacatecas, Guanajuato; de Plata de Zacatecas, Durango, Chihuahua, Estado de México, San Luis Potosí; de Plomo de Zacatecas, Chihuahua, Durango, San Luis Potosí; de Cobre de Sonora, Zacatecas, San Luis Potosí, Chihuahua, México; de Zinc de Zacatecas, Chihuahua, San Luis Potosí, México, Durango, etc.

En 26 entidades de nuestro país, la minería es la principal actividad económica: de ellas, cada año se extraen toneladas de minerales. Pero en todas ellas sigue creciendo el desempleo y la miseria material, a la que se añade la ecológica. Esto es así porque esta industria sólo busca extraer la mayor cantidad de minerales en el menor tiempo posible, sin importar las consecuencias sociales y/o ecológicas. Con los métodos brutales de la minería a cielo abierto, en 2008 se extrajeron del subsuelo mexicano 50 mil 365 toneladas de oro, que equivalen a 15 mil 698 millones 429 mil 400 pesos.
Gran parte de esa riqueza no renovable se arrancó de Aguascalientes, de donde se extrajeron 2 millones 668 mil 28 toneladas de plata y 397 mil 306 toneladas de zinc. De Sonora se sustrajeron 46 mil 844 toneladas de wollastonita, necesaria en la cerámica industrial y para recubrimientos. De diversos estados de la república mexicana se sacan toneladas de barita (México es 7º productor mundial de la misma), azufre (16º productor), celestita (3º lugar mundial), plomo (5º lugar), molibdeno (6º lugar), fierro (15º lugar), cadmio, antimonio, perlita, fosforita y diatomita, etc. Esta extracción de minerales es, dicen Saxe Fernández y Gian Carlo Delgado, “vital para mantener la hegemonía estadounidense” pues muchos de esos minerales son “estratégicos” para EEUU, el cual depende de ellos para sus proyectos militares e industriales (10).

Despojo de biodiversidad

En 1990, el 95% de las exportaciones de madera y sus manufacturas eran para EEUU. En 2004 la proporción aumentó hasta más del 97%. Miles de hectáreas de bosques y selvas de México se sacrifican para producir manufacturas utilizadas y consumidas, principalmente, en EEUU.

También se extraen de México cada año miles de toneladas frutas y hortalizas, principalmente tomates y aguacates. Gran parte de nuestros productos agrícolas, pero también cervezas y alimentos pesqueros, se exportan a EEUU. Si nos va bien y los precios no se derrumban, México exporta casi el 80% de su producción de café.

Como país mega-diverso, con 34 de los 36 ecoclimas existentes y el 14.4% del total de las especies vivas en el planeta, México sea uno de los blancos principales de la biopiratería. Para Gian Carlo Delgado, los proyectos de biopiratería de las grandes corporaciones son mayúsculos: se trata de un saqueo masivo y sistemático a través de “corredores biológicos”. Por ejemplo, el “Corredor Biológico Mesoamericano” que esté al servicio de las corporaciones multinacionales: de apropiarse del 11% de la biodiversidad mundial concentrada en Mesoamérica, de su variedad de paisajes, ecosistemas, especies y genes, incluyendo todos los procesos asociados. Los grandes Capitales Biotecnológicos se proponen hacerlo mediante un sistema de bioprospección mundial y un sistema mundial de propiedad intelectual (patentes), así como con el incondicional apoyo del régimen neoliberal mexicano y el Banco Mundial. De hecho, el proyecto del “Corredor Biológico Mesoamericano” fue presentado por el Banco Mundial en el 2000, respaldado por multinacionales más interesadas en la biopiratería que en el “conservacionismo”. (11)

Por estos y otros medios, el Capital ha saqueado a México de sus energéticos, de sus minerales valiosos, de sus bosques y selvas, de sus mejores productos agropecuarios, etc.

Es verdad que estas brutales políticas de despojo neoliberales requirieron gobiernos autoritarios, policíacos y militares, para contener el descontento popular.

Sin embargo, el neoliberalismo económico ha admitido otras formas de gobernanza, de modo que ha sido gestionado por autoproclamados «socialistas» franceses, españoles, griegos, en Europa; por «demócratas» o «republicanos» en EEUU; por priístas o panistas, en colaboración con perredistas, en México. Cabe señalar que todos los gobiernos y partidos que han impuesto o mantenido al neoliberalismo se han desgastado políticamente hasta generar un explicable rechazo en su contra que se ha reflejado en las elecciones. Con una enorme legitimidad popular, por el voto contra los partidos identificados con las políticas neoliberales, AMLO mantiene el neoliberalismo económico aunque intenta modificar su forma de gestión política, incluyendo políticas públicas asistencialistas así como simulacros de consultas democráticas en las que nunca hay espacio y tiempo para que se escuche la postura opuesta, para que se lleve a cabo un debate informado y mecanismos de participación legales respetados.

Segundo, el gobierno de AMLO no ha atacado las formas de acumulación capitalista neoliberal sino que las mantiene y refuerza.

Pese a todos sus autoproclamas antineoliberales de AMLO en la presidencia del nuevo gobierno mexicano, lo cierto es que no sólo se mantienen intocados los mecanismos de acumulación por desposesión neoliberales sino que no se cuestionan ni se pretende eliminarlos.

El gobierno de AMLO sigue con el pago puntual de una Deuda Externa ilegítima, que podría ser cuestionada para obligar a una renegociación de la misma (como ha ocurrido incluso en gobiernos progresistas latinoamericanos).

El gobierno de AMLO no se propone una verdadera recuperación salarial pese a que los trabajadores mexicanos padecen los salarios más bajos del mundo y la sobreexplotación capitalista más aguda del planeta.

El gobierno de AMLO mantiene el extractivismo ecocida, como se ha podido constatar cuando prometió no tocar los negocios mineros o cuando propuso megaproyectos ecocidas como el tren maya o la hidroeléctrica de Morelos.

El gobierno de AMLO mantiene sin problemas la desregulación comercial y de inversiones, sin pretender renegociar siquiera el otrora Tratado de Libre Comercio, pese a sus efectos nocivos para la economía mexicana.

El gobierno de AMLO no se plantea nacionalizaciones (PEMEX, por ejemplo) ni romper convenios rapaces con empresas privadas para recuperar la soberanía política y económica, pero se compromete a pagarles sus intereses, aunque los critique públicamente.

El gobierno de AMLO no se compromete con volver a levantar el Estado social (seguridad social, educación pública, vivienda, etc.), sino que lanza un asistencialismo individualizado que captura potenciales votantes, manteniendo en el abandono tareas sociales del Estado, como las guarderías para los trabajadores, la educación y empleo con derechos a los jóvenes, etc..

En fin, el gobierno de AMLO no se propone desmontar las contra-reformas neoliberales estructurales ni convocar a una nueva Asamblea Constituyente, que es el medio político eficaz para hacerlo.

Por cierto esas formas de acumulación capitalista neoliberal que el gobierno de AMLO deja intocadas son la verdadera fuente de la violencia que vive México: sobre el territorio del despojo (mineras, maquiladoras, megaproyectos de todo tipo) se levanta, revela y explica el mapa de la violencia de nuestro país (desapariciones, feminicidios, asesinatos de periodistas, ecologistas, defensores de derechos humanos, activistas). Como este nuevo gobierno de AMLO no ataca de raíz el origen de la violencia, vuelve a echar gasolina al fuego de la violencia neoliberal con su ya aprobada guardia nacional.

Tercero, el gobierno de AMLO es un gobierno de un Estado capitalista con una forma de acumulación neoliberal y no un gobierno revolucionario que busca transformaciones radicales.

El presidente AMLO y su partido mayoritario MORENA son, ahora, los representantes y garantes de la ley y el orden de nuestro país. Un país capitalista, semicolonial, subordinado al imperialismo norteamericano, saqueado y profundamente desigual, patriarcalista y económicamente ecocida.

Más que transformar ese país que es nuestro México, quieren gobernarlo.

Como gobernantes y representantes del poder político, están comprometidos con la defensa de la propiedad privada, el respeto a sus obligaciones con los tratados neoliberales del despojo, el orden social. Cuentan ya con una guardia nacional para pacificar al territorio mexicano.

Como los liberales decimonónicos y modernos, practican el liberalismo económico, se olvidan de la cuestión social (desigualdades, explotación de los trabajadores, opresión de las mujeres, destrucción de la naturaleza, generalización de la miseria) y se obsesionan por la cuestión política (leyes y reformas para gobernar).

Su Cuarta Transformación parece reducirse a instituir un capitalismo sin corruptelas, cosa imposible en este primitivo sistema de fetichistas adoradores de la mercancía del dinero que da más dinero (Capital) y del capitalismo delincuencial neoliberal.

Cuando AMLO dice que pretende separar el poder político del poder económico y, al mismo tiempo, desea mantener buenas relaciones con los grandes empresarios (que son una ínfima minoría), proponiéndoles proyectos públicos para que inviertan y saquen ganancias, se contradice y subordina el poder político al económico. Se vuelve él mismo el criticado mayordomo del poder económico.

En realidad, superar al neoliberalismo implica romper con el capitalismo, en lo económico, político y jurídico, pero también en lo imaginario: requiere desgarrar el mito del Progreso económico, capitalista, fosilista (basado en energía fósil), depredador, inhumano y bárbaro.

La Cuarta Transformación se volverá una caricatura de sí misma o una nueva fachada política de las formas de acumulación capitalista y neoliberal si no se propone cambiar el modelo de producción, distribución y consumo que termine con la explotación capitalista, imperialista y ecocida, que promueva la desigualdad y termine con la pobreza y el hambre, que promueva formas de autogestión de la producción y el consumo, que buscando el Buen Vivir promueva el trabajo y la vida digna para todos, gestionado colectivamente y ecológicamente nuestra relación con la naturaleza.

Una verdadera Cuarta Transformación en México será revolucionaria, ecosocialista, o no será. Si la llamada Cuarta Transformación no se vuelve una revolución permanente que avanza hacia el ecosocialismo, sólo servirá para relegitimar al propio neoliberalismo, se desgastará rápidamente y abrirá la puerta al poder político a la derecha más retrógrada y bárbara. Y no es que vea el futuro: veo el pasado camino recorrido por algunos gobiernos llamados progresistas de América Latina.

Para avanzar en esa vía se requiere un auténtico antineoliberalismo político que incida directamente en el modelo de acumulación capitalista neoliberal:

Que pugne por recupere la soberanía política nacional, económica, alimentaria, tecnológica, cultural.

Que se proponga no pagar una Deuda Externa ilegítima.

Que busque terminar con el extractivismo y el ecocidio, que inicie una transición energética de la energía fósil a la solar, dando un ejemplo al mundo entero de compromiso por reducir gases de efecto invernadero y de verdadera preocupación por el Calentamiento planetario.

Que se comprometa con una verdadera recuperación salarial así como con la generalización de un trabajo digno para todos.

Que levante un Estado social sostenido en una democracia participativa, autogestiva.

Que avance en una política de nacionalizaciones, expropiaciones, redisribución de la riqueza privatizada.

Que promueva una Asamblea Constituyente que plasme otro proyecto de país, justo e igualitario, soberano, y determine las leyes e instituciones necesarias para llevarlo a cabo.

Que utilice el poder político explícito del Estado, reformado y vuelto auténticamente democrático, como una herramienta para desmontar tanto al neoliberalismo como al capitalismo, iniciando así una verdadera y radical transformación de la sociedad.

Conclusión

En resumen, el gobierno de AMLO no es ni pretende ser antineoliberal, aunque la inmensa mayoría de mexicanos que votaron por él también votaron contra las políticas neoliberales y el modelo de acumulación por desposesión que instituyeron en nuestro país.

Pese a que AMLO pretende reducir al neoliberalismo a un régimen político corrupto, los mexicanos padecemos al neoliberalismo económico con los bajos salarios que recibimos, la sobreexplotación laboral que sufrimos, la pobreza que nos rodea, la violencia que no disminuye, los megaproyectos ecocidas que siguen generando resistencias, el visible desastre económico de nuestro país que parece no ofrecer un futuro a las próximas generaciones.

El neoliberalismo económico, como modelo de acumulación capitalista, hasta ahora sigue intocado por el gobierno de AMLO y su partido MORENA. Pero ya los trabajadores vuelven a hacer huelgas para la recuperación salarial, pueblos enteros de Morelos se rebelan contra la hidroeléctrica y declaran al presidente AMLO como persona no grata en sus comunidades, miles de mujeres le gritan al nuevo gobierno que los derechos no se consultan, Muy pronto, comunidades del sureste protestarán contra el proyecto etnocida y ecocida del tren maya, y muchos estaremos a su lado. No falta poco para que las luchas de los trabajadores por sus salarios y sus derechos se generalicen, y un nuevo movimiento obrero surgirá. Las luchas ecosociales, que siguen vivas contra mineras y despojos diversos, se organizarán y unirán para defender la vida.

Pese a las confusiones que fomenta el gobierno de AMLO, las luchas antineoliberales seguirán, se unirán, se fortalecerán.

Poco a poco comprenderán que este gobierno no va a solucionar sus demandas ni a realizar una verdadera transformación de México. Entenderán, entenderemos, que seremos nosotros, los que combatimos al neoliberalismo económico, los que con todos transformaremos a México.

Para hacerlo debemos comprender, pero lo comprenderemos, que requerimos independencia política de este gobierno y su partido así como una fuerza política antineoliberal y anticapitalista para llevar las luchas de resistencia a la lucha ofensiva, política y estratégica que transforme a nuestro país para que sea del pueblo y los trabajadores.

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Notas:

(1) Andrés Lund Medina, “El fin del régimen político-oligárquico neoliberal en México“, en Rebelión, 16-07-2018. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=244168

(2) Andrés Lund Medina, “El callejón sin salida de los «progresismos» latinoamericanos“, en Rebelión, 07-09-2018. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=246166

(3) Perry Anderson, “Historia y lecciones del neoliberalismo”, en: Marxismo crítico. https://marxismocritico.com/2011/10/02/historia-y-lecciones-del-neoliberalismo-perry-anderson/

(4) Harvey, David.

(5) Eric Toussaint, “México: El escándalo silencioso de la deuda externa y del modelo neoliberal“, en CADTM, julio de 2002. http://www.cadtm.org/Mexico-El-escandalo-silencioso-de

(6) John Freddy Gómez y Camila Andrea Galindo, “La Deuda Pública en México y su papel en la construcción de un estado autoritario al servicio del capital“, en CADTM, 15 de abril de 2018. http://www.cadtm.org/La-Deuda-Publica-en-Mexico-y-su

(7) Lund, Andrés. México en la discordancia de los tiempos, UCI-red, México 2010.

(8) Lund, Idem.

(9) Lund, Idem.

(10) Gian Carlo Delgado. “La piratería del conocimiento indígena de la biodiversidad”, en La Jornada – Suplemento «La Jornada del Campo», México, 10 de abril de 2000. En: http://www.giandelgado.net/2000/04/la-piratera-del-conocimiento-indgena-de.html

(11) Gian Carlo Delgado. “Corredor Biológico Mesoamericano al servicio de las corporaciones multinacionales”, en Ambientico. No. 105. Universidad Nacional. Costa Rica, junio de 2002. En: http://www.giandelgado.net/2002_06_01_archive.html

CALPU

Texto completo en: https://www.lahaine.org/bU6j

Fuente de la Información: https://www.lahaine.org/mundo.php/100-dias-de-amlo-iun

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Bienvenida la abrogación de la reforma educativa

México / 17 de febrero de 2019 / Autor: Abelardo Carro Nava / Fuente: Profelandia

Aún tengo en la memoria las imágenes de cientos de maestros humillados, sobajados, menospreciados y agredidos por las evaluaciones militarizadas y punitivas que, en el sexenio peñista, se aplicaron a cientos de docentes a lo largo y ancho del territorio mexicano. Tal bajeza, según se dijo, era necesaria, pues para lograr la tan anhelada calidad educativa del intricado Sistema Educativo Mexicano (SEM), había que utilizar todos los recursos del Estado contra aquel que osara manifestar su rechazo, ante una reforma que colocaría a nuestro país en los cuernos de la luna.

En su momento, los partidos que pomposamente sellaron y aplaudieron incansablemente las reformas estructurales, entre ellas la educativa, poco hicieron para detener la salvaje denostación y desprecio que Peña Nieto y Aurelio Nuño, cometieron en contra de una de las profesiones más nobles que puede existir en el mundo: la docencia. Claro, lo importante era recuperar la rectoría de la educación y, para ello, era necesario contar con el apoyo de los partidos políticos puesto que éstos “representaban al pueblo”.

A la par que esto sucedía, algunas organizaciones civiles que, en su discurso, pugnaban porque la educación de millones de niños y jóvenes que asistían a las escuelas, fuera un derecho y un derecho que asegurara esa educación de calidad, se regocijaban con la aplicación de evaluaciones a diestra y siniestra, pues para ellos, evaluar y evaluar y evaluar, era el punto de partida para que se lograra esa efímera y subjetiva “calidad” que tanto hacía falta en México. Claro, no había más, la empresa y las escuelas, eran símiles y, por lo tanto, los maestros y maestras, obreros.

Indudablemente, algunos apreciables colegas, reconocidos investigadores, prestigiados académicos, entre otros, aplaudieron la autonomía que se le otorgó al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), pues ese mismo ímpetu reformador que se deprendió de un presidente cuya popularidad se hizo mayúscula, más por su apariencia que por su inteligencia, hizo creer que las cosas cambiarían de la noche a la mañana. Soberbia y más soberbia. Claro, las atribuciones constitucionales y legales les hicieron pensar, a sus consejeros, que gozarían de un fuero que, cual diputados y senadores de esa y anteriores legislaturas, les permitiría hacer y deshacer lo que quisieran. Al parecer, el poder sería eterno.

Y qué decir del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), fiel o, mejor dicho, siempre fiel a sus usos y costumbres, se alineó al nuevo gobierno. Claro, La Maestra ya estaba tras las rejas y qué sentido tenía oponerse a lo que en su momento se llamó Pacto por México, qué sentido tenía defender los derechos laborales de los trabajadores de la educación, al fin y al cabo, la educación, según se dijo, era lo primero, y las reformas a los artículos 3º y 73º constitucionales, para ellos, fueron lo de menos. Claro, la permanencia en el servicio de sus dirigentes, nunca estuvo en juego.

Hoy día, algunas cosas han cambiado. Insisto, solo algunas, puesto que el vendaval de sucesos que ha traído consigo el triunfo de la izquierda en México, nos ha metido en una vorágine que, como alguien bien diría: es cosa de locos. Y es que mire usted:

El SNTE sigue siendo fiel a sus usos y costumbres y busca, a toda costa, alinearse con el nuevo gobierno. ¿Qué ha cambiado en ellos? La respuesta es sencilla: el discurso. Claro, los tiempos no están para no hablar de la defensa de los derechos de los trabajadores de la educación. Claro, los tiempos no están para que la dirigencia nacional no busque legitimarse ante sus agremiados. Claro, los tiempos no están para perder todas la prebendas y canonjías que han ganado y, mucho menos, para que Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), ni los Maestros Por México (MxM), les coman el mandado.

Por lo que respecta a mis apreciables colegas, reconocidos investigadores y prestigiados académicos que, en su momento, se regocijaron con la autonomía del INEE y de las evaluaciones en el magisterio, quiero pensar que, en estos días, han comprendido lo que significa “ser oposición”. De hecho, en estos días, he visto cómo es que se han formado ciertos grupos y redes de académicos cuya intención es de loable. Caray, en un país como el nuestro, todas las voces deben ser escuchadas y, perdón, en días pasados en las audiencias públicas que en San Lázaro se efectuaron, se escucharon esas voces; pregunto: ¿sucedió lo mismo con Peña Nieto y Aurelio Nuño? Una más, ¿por qué ninguno de esos estimados colegas cuestionó el papel que ha jugado Guevara Niebla, ex consejero del INEE, en la propuesta que ha lanzado el gobierno federal encabezado por AMLO? ¿Secretum foedus? En fin.

Y qué se puede decir de las organizaciones civiles que allá por el 2012 vivieron su esplendor con la llegada de Peña Nieto al poder. Hoy día, no encuentran cabida. Siguen buscando cómo lograr incidir en las políticas educativas desde su trinchera; sin embargo, esa trinchera, se ha quedado sin reservas. Valdría la pena lanzar un nuevo documental titulado: La Educación en Tiempos de Nuño: el despilfarro de los recursos del pueblo. Sería un éxito, lo aseguro.

Por lo que respecta a la propuesta que lanzaron los partidos políticos integrados por aquellos que en su momento apoyaron y aprobaron la reforma educativa en 2013, qué puede decirse. No han logrado entender que en el terreno político ya perdieron, y en el plano educativo, hablar de una involución educativa y una regresión al pasado, suena tan irrisorio como pensar que el hombre se baña dos veces en el mismo río.

¿Y el magisterio?, ¿y los maestros y maestras?, ¿qué ha pasado con ellos? Sin profundizar al respecto responderé que, inequívocamente, siguen padeciendo el lastre que dejó la reforma educativa del 2013, tanto en el plano laboral como en el educativo. Sí, así de simple y así de complejo. Por ello, es que efectivamente, le doy la bienvenida a la abrogación de esa mal llamada reforma educativa y, al mismo tiempo, exijo que el nuevo gobierno federal trabaje para que el magisterio mexicano, cuente con todas las condiciones habidas y por haber, para que éste realice su función en el ámbito que le corresponde.

Actualmente hay infinidad de problemas administrativos, pero también, hay incontables problemas (de todo tipo) en las escuelas que afectan la educación que deben o deberían recibir los niños, jóvenes y adultos. La tarea no es fácil; hace falta de la política para el logro de este propósito, no lo niego, pero propongo: que los políticos atiendan la política y los pedagogos, esos que no son otros sino los verdaderos maestros y maestras en las escuelas, participemos en la construcción de un modelo que encuentre sentido en nuestras aulas y en nuestras escuelas. Es una ecuación muy sencilla cuyos resultados pueden ser fructíferos. Partir desde el ámbito escolar y no desde un escritorio, puede ser benéfico para la educación en su conjunto.

En suma, calidad y excelencia, como parte de una política neoliberal, se lee y suena bonito, pero lo que el magisterio necesita es, menos palabras bonitas y más apoyo (de todo tipo) para que éste cumpla con su función, como siempre ha sido.

Fuente del Artículo:

Bienvenida la abrogación de la reforma educativa.

Fuente de la Imagen: https://www.flickr.com/photos/gtps/9629601661/in/photolist-fEWe5R-eaaDqb-9bt3eY-bUQJg2-e2DEVi-dLDq61-dYpyS7-eqTsQh-bxJrkY-qM9HmF-deHBsy-qMeMQw-eccquQ-p88LhN-nkNZzo-bmF48i-nkPbwx-fFdVV1-nC5BYJ-nkNWq7-nC5zbu-nC1Pcc-dA2Qoc-dXQBcu-nkNTxz-9bpVkR-nCimmY-fEWeMk-nC1M8T-nkPbdX-nkP5Fs-nC5AKG-nC1PuX-nCiDnc-nkP2sJ-nC5DSd-nCijC7-nkP1Uu-nAg261-e8mZSr-brDL2T-nkPd9k-fEWoZP-nkP57w-nkPcAX-nC5C8w-dA8rd9-fE7Vzm-dA8iUE-fU6YvM

ove/mahv

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Programación del Portal Otras Voces en Educación del Domingo 17 de febrero de 2019: hora tras hora (24×24)

17 de febrero de 2019 / Autor: Editores OVE

Recomendamos la lectura del portal Otras Voces en Educación en su edición del día domingo 17 de febrero de 2019. Esta selección y programación la realizan investigador@s del GT CLACSO «Reformas y Contrarreformas Educativas», la Red Global/Glocal por la Calidad Educativa, organización miembro de la CLADE y el Observatorio Internacional de Reformas Educativas y Políticas Docentes (OIREPOD) registrado en el IESALC UNESCO.

 

00:00:00 – Los profesores de Zimbabue suspenden la huelga indefinida

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300964

 

01:00:00 – La “trampa” de la excelencia educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300881

02:00:00 – Niños haitianos cruzan hacia la frontera de República Dominicana para estudiar (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300967

03:00:00 – La transformación educativa en Bolivia

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301151

 

04:00:00 – Cuba lanzará una versión digital de su reconocido método de alfabetización

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301155

 

05:00:00 – Educación neoliberal: Jurjo Torres en conferencia (Vídeo)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/300878

 

06:00:00 – Libro: La integración de las tecnologías digitales en las escuelas de América Latina y el Caribe: una mirada multidimensional (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301332

 

07:00:00 – Bienvenida la abrogación de la reforma educativa

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301206

 

08:00:00 – Podcast: Radio OVE – Tercer Aniversario del Portal Otras Voces en Educación (Audio)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301430

 

09:00:00 – Colombia: 42° Emisión de ‘El Abecedario, La Educación de la A a la Z’ – Radio Educativa (Evaluación Educativa IV)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301196

 

10:00:00 – Libro: Universidad y sociedad en América Latina: un esquema de interpretación (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301439

 

11:00:00 – Aprende a crear mapas geográficos interactivos para tus clases

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301305

 

12:00:00 – Los salarios de los maestros argentinos, entre los más bajos del mundo

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301203

 

13:00:00 – Profe Ramón : “El mayor tesoro que tiene nuestra educación son los docentes”

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301200

 

14:00:00 – Claves: Educación de Calidad ¿Objetivo del milenio o negocio del siglo? | Claves (Video)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301326

 

15:00:00 – Los profesores son la clave

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301312

 

16:00:00 – Libro: Una pedagogía alternativa en defensa de la escuela pública (PDF)

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301443

 

17:00:00 – El día que Piaget y Vigotsky se perdieron en las escuelas mexicanas

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301319

 

18:00:00 – Ecuador: Manual reflexiona sobre cómo educar para la inclusión

http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/301446

 

19:00:00 – Corazón y razón en la educación actual

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20:00:00 – Podcast: Radio OVE – Reporte Educativo – Enero 2019 (Audio)

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21:00:00 – Educación no formal: lo que debemos saber sobre esta variante educativa

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22:00:00 – Uruguay: Qué se está haciendo en Primaria y Secundaria para revertir déficit de docentes

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23:00:00 – Nota PISA #15 Honduras: ¿Es posible mejorar el sistema educativo del país? (PDF)

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ove/mahv

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