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Ecuador: La demagogia hasta en la educación

Ecuador / www. eldiario.ec / 20 de Septiembre de 2017

Cuando se anunció el proyecto de Yachay y su posterior inauguración, los escépticos nos preguntábamos por qué no invertir todo ese dinero en la capacidad educativa instalada en nuestro país y de esa manera hacer una inversión más eficiente basada en el mejoramiento de las instituciones existentes y así potencializar su desarrollo y su aporte al país mediante la optimización de recursos.

El video institucional de la Senescyt sobre Yachay la presenta como la revolución académica y científica del Ecuador. Recordemos el presupuesto de inversión para este apoteósico proyecto: 347’000.000 millones de dólares que se dividen en 163 millones para Yachay Tech, 98 millones para el parque tecnológico y 86 millones para la infraestructura de la Ciudad del Conocimiento. La idea era que dicha institución tenga 4 mil estudiantes, hoy tiene 1.010 y lucha para llegar a 5 mil.
Pongamos las cosas en proporción, la Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí, que nació originalmente como una extensión de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte de Guayaquil, tiene actualmente -según su Plan Estratégico Institucional 2016-2020- 19.740 estudiantes con extensiones en Chone, Bahía de Caráquez y El Carmen. ¿No era mejor escoger las universidades estatales con mayor necesidad de mejoramiento y utilizar esos recursos para invertir en ellas? Se prometía que Yachay generaría millones en inversión, en el agro no ha generado un dólar según el reporte entregado a la Presidencia de la República, tan sólo 372 mil dólares en arriendos en 900 hectáreas alquiladas.
Los edificios de la institución son espacios mayormente desocupados, sólo hay dos empresas privadas trabajando en Yachay, las otras o nunca llegaron o cesaron los contratos. Cinco de sus edificios tienen fallas estructurales y podrían desplomarse, dicha inversión en riesgo es de 43,9 millones de dólares.
El correísmo presentó a Yachay como “el cambio de la realidad de un país que lo tiene todo” y eso no es verdad. El Ecuador necesita más educación. La educación en la herramienta fundamental en el desarrollo de un país, esos recursos son vitales en el fortalecimiento de una población que debe educarse más y mejor. Esos trescientos millones de dólares podían haber sido designados con prudencia y con inteligencia. Yachay más parece un monumento al ego de una disque revolución que un espacio de educación, inversión y desarrollo.
Además de la universidad Laica de Manabí existen otras insitutuciones académicas públicas que pudieron recibir mejoras, como la Universidad Técnica de Manabí, la Estatal del Sur de Manabí y la Escuela Superior Pol. Agropecuaria de Manabí. Esto sólo en esta provincia. La contraloría ha anunciado que inicia una auditoría, el problema es que gran parte de esos recursos ya se perdieron. El escándalo del estado de Yachay evidencia la demagogia correísta hasta en la educación.
Fuente: http://www.eldiario.ec/noticias-manabi-ecuador/448238-la-demagogia-hasta-en-la-educacion/
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España: El Pacto de Estado por la Educación empieza a negociarse en el Senado

España / www.abs.es / 14 de Junio de 2017

El Pacto Social y Político por la Educación comenzó a negociarse ayer en el Senado con la primera reunión de la Ponencia, que se constituyó el pasado día 7 en el seno de la Comisión General de las Comunidades Autónomas.

En esta primera reunión los grupos políticos acordaron que comparezcan todos los consejeros de Educación de las Comunidades autónomas, a partir del próximo mes de julio. Posteriormente, se decidirá si se cita a otros comparecencientes, según ha podido saber ABC de fuentes solventes.

Sobre este punto hay opiniones contradictorias entre las distintas fuerzas políticas, ya que unas, como el PP, es partidaria de acotar las comparecencias al ámbito autonómico, mientras que otras quieren extenderla al ámbito educativo.

Esta Ponencia trabajará en paralelo a la Subcomisión constituida en el Congreso de los Diputados, y fue una propuesta del PSOE en el debate monográfico sobre el Pacto de Estado, que se celebró el pasado día 27 de marzo. El ministro de Educación, Íñigo Méndez de Vigo, aceptó la propuesta y fruto de este acuerdo es la Ponencia del Senado.

El plazo de trabajo que se han marcado es de seis meses, hasta final de año. Coincidirá con la Subcomisión del Congreso, que ha prorrogado seis meses más su actividad.

El documento que surja de esta Ponencia, con las propuestas de los comparecientes, se unirá al informe de la Cámara Baja. Las medidas consensudas se enviarán al Gobierno para que realice las reformas legislativas necesarias para llevar a cabo el Pacto de Estado.

Fuente: http://www.abc.es/sociedad/abci-pacto-estado-educacion-empieza-negociarse-senado-201706132023_noticia.html

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Analizando la diferencia entre la educación y el adoctrinamiento

La política se ha convertido en un campo de minas en las escuelas americanas. Pregúntale a una directora de la ciudad de Nueva York, que está bajo investigación para organizar un comunismo en su escuela.

En marzo, funcionarios del departamento de educación de la ciudad informaron a Jill Bloomberg, la directora de la escuela secundaria Park Slope Collegiate en Brooklyn, que estaba bajo investigación por la organización política durante las horas escolares en nombre del Partido Laborista Progresista.

Bloomberg, que niega las acusaciones, ha sido un crítico abierto de las escuelas públicas de la ciudad desde el año 2010. Ha organizado protestas en nombre de sus estudiantes -una mayoría de los cuales son negros y latinos- sobre lo que ella considera acciones desiguales por parte de la ciudad Departamento de educación que promueve la segregación racial y la desigualdad. También apoyó a sus estudiantes en la resistencia a la adición de detectores de metales y ayudó a organizar asambleas escolares sobre la brutalidad policial.

Ahora, Bloomberg ha contrarrestado la investigación del distrito con una demanda, alegando que los funcionarios del distrito violaron su derecho de criticar libremente las escuelas chárter y las políticas del distrito escolar.

En todo el país, en la época de Donald Trump, los educadores han estado declarando sus opiniones sobre nuestro presidente volátil y sus políticas sobre inmigración, escuelas y mucho más. Como ciudadanos, los educadores deben ser libres para mantener cualquier punto de vista que deseen. Si las autoridades escolares eligieron a Jill Bloomberg por sus creencias, como ella afirma (y lo niegan), deben suspender su investigación y disculparse profusamente con ella y con la escuela.

Tampoco deberían los investigadores investigar alrededor de la escuela para preguntar si Bloomberg o cualquier otra persona estaba participando en actividades comunistas. Ese tipo de expedición de pesca lleva ecos misteriosos de la era McCarthy de los años 50, cuando cientos de maestros de la Ciudad de Nueva York perdieron sus empleos debido a afiliaciones comunistas reales o presuntas. Los educadores tienen el derecho de expresar sus opiniones sobre Trump y todo lo demás, pero deben hacerlo de tal manera que deje espacio para que los estudiantes se decidan por sí mismos.

Pero también tenemos que preguntarnos si Bloomberg estaba tratando de imponer sus opiniones sobre sus estudiantes. Cuando Bloomberg prestó su apoyo a estudiantes que estaban luchando contra la instalación de detectores de metales en su escuela, ¿escuchó también a estudiantes y padres que apoyaron a los detectores para mejorar la seguridad? Cuando organizó asambleas escolares sobre la brutalidad policial, ¿incluyó las perspectivas del personal de la policía comunitaria? Cuando dirigió reuniones de padres y estudiantes contra la escuela autónoma, ¿entendieron todas las partes que las calificaciones de los estudiantes y la buena reputación no dependían de su participación en la protesta?
No va a hacer para sugerir que las actividades de Bloomberg estaban de alguna manera por encima de la política, como han argumentado algunos de sus defensores. Algunos profesores y padres defendieron las acciones de Bloomberg en una carta de «Apoyo a nuestro principal» al canciller de las escuelas de la ciudad, diciendo que Bloomberg es un «abogado franco contra la discriminación racial».

Independientemente de sus intenciones, las actividades antirracistas de Bloomberg tienen una ventaja política aguda. No todo el mundo piensa que los detectores de metales -o las escuelas charter- son racistas. Según el abogado de Bloomberg, algunos maestros de su escuela ahora tienen miedo de usar camisas de movimiento Black Lives Matter o enseñar temas de derechos civiles por temor a que sean blanco de los funcionarios del distrito. Esa es una pésima noticia, si las lluvias hacen que los maestros de Park Slope Colegial estén reacios a decir lo que creen.

Pero los educadores deben tener cuidado al imponer sus creencias a los adolescentes incautos. Cuando una maestra -o una directora- usa su política en su manga o en su camiseta, hace que sea difícil para los estudiantes disentir de su punto de vista.

Un educador de K-12 debe ejercer el derecho de decir lo que ella piensa con cuidado y discreción. Cada vez que expresa una opinión, necesita enfatizar que es una opinión y no la verdad del evangelio. Y si se pone demasiado fuerte, los estudiantes pueden simplemente ir en deferencia a su autoridad.

Después de todo, el educador es el adulto en la habitación. Los estudiantes miran hacia ella, y también saben que ella es responsable de evaluarlos. Es fácil ver por qué se repite lo que ella piensa sin realmente pensar por sí mismos.

Eso no es educación; Es adoctrinamiento. «Nuestros profesores deben ser defensores, pero nunca pueden ser vendedores o propagandistas», escribió el reformador Alexander Meiklejohn en la revista Harper’s Magazine en 1938. «La existencia misma de las escuelas democráticas depende de esa distinción».

¿Bloomberg rompió la frontera entre educación y propaganda? El equilibrio de la acción política es difícil de atacar, pero que todos nosotros como educadores debemos estar luchando. Los educadores deben ser libres para abogar por el comunismo, el capitalismo o cualquier otra cosa. Pero no deben convertir a los estudiantes en herramientas para su defensa. Depende de ello la existencia misma de las escuelas democráticas.

Fuente del Artículo:

http://www.edweek.org/ew/articles/2017/06/07/parsing-the-difference-between-education-and-indoctrination.html

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2×1 en las calles y en las aulasFacund

Por Facundo Ferreiros

El jueves pasado fui a dar mi clase de Historia Social y Política de la Educación al profesorado de Inicial muy afectado por la reciente noticia del 2×1. Luego de saludar y “desensillar”, les dije a las estudiantes que estaba muy triste y enojado a la vez. Que supieran comprender si estaba particularmente sensible. Que de todos modos esperaba dar la clase que había planificado.

Una de las estudiantes, no recuerdo cómo, me dice que ella no estaba de acuerdo con lo que hacían “los de los derechos humanos”, porque ellos estaban de acuerdo con los derechos de los presos y con los jueces garantistas que liberaban violadores como el que había asesinado a Micaela.

Como una especie de identificación histérica freudiana, otras estudiantes se sumaron: “que encima de violar cobran sueldo en la cárcel”, “que los mantenemos con nuestra plata”, “que te violan pero después tienen derecho a vivir dignamente”, “que sus familias reciben subsidios y que hasta pueden estudiar en la cárcel”, “que tienen más derechos los que roban que los que son robados”, “que los que cobran planes no quieren laburar”…

En el momento advertí, por un lado, cómo se había conformado una gramática que asociaba significantes como “violador”, “garantismo”, “derechos humanos”. Parecía que la teoría de los dos demonios se había reactualizado, donde ya no eran los guerrilleros, sino los defensores de los derechos humanos “los del otro bando”. Por otro lado, advertí que bajo el influjo de esa gramática era coherente que estuvieran en contra de los organismos de derechos humanos, porque sus subjetividades, como las de muchísimas mujeres que viven en este tiempo y este espacio, están configuradas en el terror: temen por sus vidas en cada momento en el que salen solas por la calle, temen que les roben y temen que las violen. Se sienten frágiles y vulnerables. Y lo están. Y por eso no es casual que algunos medios de comunicación hayan logrado permear tan fuertemente con esta gramática absurda: apelaron a la vulnerabilidad de las mujeres para pegarle abajo a los organismos de derechos humanos.

Traté casi en vano desarmar algunas ideas, planteando que la libertad del femicida de Micaela no era problema del “mal llamado garantismo”, sino de una red de corrupción y complicidad patriarcal de jueces, políticos, policías y delincuentes. Que los que habían estado en las calles exigiendo la aparición con vida de Micaela habían sido los organismos de derechos humanos, y que también peleaban por los derechos de los presos, porque que no gocen del derecho a la libertad (quizás el más importante de los derechos, sepan disculpar mi referencia ácrata), no quiere decir que deban estar recluidos en condiciones inhumanas, y que en las cárceles la mayoría de los presos no son violadores ni asesinos peligrosos, sino jóvenes pobres sin condena. Todos estos esfuerzos eran insustanciales, porque la gramática descripta apela a un terror primario, irracional, casi genético, en donde ya no importan ni los argumentos, ni los datos.

En especial me llamó la atención una estudiante. Ella era la más ferviente defensora de la teoría de los dos demonios. Y si se descuidaba, hasta se le podía escapar alguna que otra loa hacia los genocidas. Le pregunté su nombre y tardó en decirlo. Dudaba. Me contó temía que la tomara de punto. Le dije que no era esa clase de docente, que simplemente quería saber su nombre. Me lo dijo. Y también me dijo que había sufrido por expresar sus ideas en esa institución, que hasta habían hecho una reunión de junta de rectorado para definir su futuro por haberla acusado de violar los valores éticos descriptos en el ideario. Y que sus posturas podrían, una vez egresada, manchar el buen nombre de la institución. Sentía que era perseguida por sus ideas y que no tenía libertad para expresarse, aunque “se hicieran los democráticos”. Que le habían bajado notas en materias y que la tenían de punto muchos docentes. Me dijo que había elegido no hablar más, porque todo esto le había pasado por decir que “había que poner una bomba en las villas”. Y que ella pensaba así.

Yo me preguntaba qué confianza habrá sentido conmigo quien, en tan pocas clases e intuyendo que no avalaría sus dichos, se animó sin embargo a expresar sus ideas y su sensación de “perseguida política”. Le comenté que ella se estaba formando profesionalmente para desempeñar un rol en la sociedad, y que esa sociedad nos pide que eduquemos en los valores de la democracia y que no podemos, aun cuando lo pensemos, ir en contra de eso. Que una docente no puede reivindicar el terrorismo de estado ni justificarlo, y que tampoco puede incitar a la violencia, al racismo y la discriminación social. Y que no estaba bueno criminalizar la pobreza. También le dije que el terrorismo fue un plan sistemático y que nada justificaba el secuestro ilegal, la tortura, las violaciones, la sustracción de bebes y el robo de identidad. Y que todo eso hoy es entendido desde la jurisprudencia como crímenes de lesa humanidad y que constituye un genocidio, figura que es castigada con la pena de reclusión perpetua en cárcel común para sus responsables.

La hora de irnos estaba llegando. El tema de la educación en las colonias no tuvo lugar. Hubo otra prioridad. Planificar es tomar decisiones. Y yo tomé la mía. Ese día no se podía hablar de las colonias, había que hablar de todo esto que había salido. Yo las escuchaba y me sentía cada vez más lejos de creer que venceríamos, que los genocidas seguirían recluidos en cárceles comunes.

Me fui aturdido de esa clase, no sin antes decirles que cada uno enuncia la historia desde un lugar de enunciamiento que es teórico, ético-político, y epistémico. Y que en temas de historia reciente era fundamental reconstruir la memoria histórica, rastrearnos en la historia de nuestros viejos, de nuestros abuelos. Que había seguramente muchas tensiones y contradicciones, que en todas las familias tenemos un peronista y un milico. Les dije que mi viejo había sido montonero. Y que siempre me dice que yo nací de milagro y que mis hermanos no son hijos de desaparecidos de milagro. Y les dije que mi vida, como cada vida, es un condensado de experiencias que están atravesados por esa historia que es de los argentinos, que es familiar, y que está inscripta en mi cuerpo, en los tejidos que componen la memoria.

Me subí al auto y comencé a manejar. Era tarde y estaba muy cansado. Triste y cansado. Casi ya ni estaba enojado. Sentía un cansancio existencial como decía Freire. Como cada vez que vuelvo del profesorado, pasé por un restaurant armenio y recordé que el apellido de la estudiante, la que se sentía perseguida por sus expresiones, terminaba en “ian”. Guardé el secreto hasta la semana siguiente.

Hoy, una semana después, volvimos a vernos. Después de la marcha de ayer. Después de León Gieco cantando “La Memoria” en un estacionamiento como dedicatoria a las madres y abuelas porque no pudo llegar al escenario de la marea de pañuelos blancos que había. Yo sabía que me quedaba una sola bala y que podía fallar. Pero arriesgué y tiré.

Al terminar la clase, llamé a la estudiante con apellido armenio por su nombre y le dije: “Dígame su apellido”. Se rio pensando que le volvía a hacer el juego de la semana pasada en la que le preguntaba su nombre para “tomarla de punto”. Me dijo: “Azarbakian”. “Usted sabe”, le dije sin tutearla para simular una relación distante, con humor, “que ese apellido es armenio”. Asintió. “Imagino que sabrá por qué sus abuelos vinieron a Argentina”. “Si”, expresó mientras comenzaba a imaginar algo de lo que le diría.

Bien”, le dije, “¿se imagina usted diciéndole a su abuelo que el genocidio armenio fue una guerra entre dos bandos?”

¡Me mata!”, se ríe nerviosa.

Salimos del aula y seguimos conversando. Hablamos de que en el caso de los armenios había sido el imperio otomano y que en el caso de los nazis, había sido un presidente democráticamente electo quien había cometido un genocidio contra sus propios conciudadanos judíos, afrodescendientes, gitanos. Me contó que antes no le interesaba toda esa historia de su familia, pero que después de ver “El niño con pijama a rayas”, le cambió su manera de verla. Que había llorado por la película.

Entonces le pedí que no respondiera a la pregunta que iba a hacerle, pero que se la llevara para pensarla tranquila y en soledad. La miré con mis ojos desnudos buscando sinceridad en su mirada y le dije: “si te conmovió el niño de la película, ¿no te conmueve acaso aún más ese bebé que nació en cautiverio del vientre de una madre que lo deseó, le cantó y lo arrulló con su andar, y que fue extraído violentamente de esas manos que tanto habían deseado tocarlo, para luego robarle su verdadera identidad?» Abrí la puerta y nos despedimos en silencio.

Todo está guardado en la memoria.

Fuente: articulo enviado por su autor a la redacción de OVE

Imagen tomada de: http://www.telesurtv.net/__export/1494019128169/sites/telesur/img/news/2017/05/05/590a0d3c71c51_750x500.jpg_1718483347.jpg

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Marchan en Argentina contra papel de EEUU en Siria y Venezuela

América del Sur/Argentina/Abril del 2017/http://www.2001.com.ve

Un grupo de activistas de agrupaciones de izquierda de Argentina marcharon este miércoles a la embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, donde denunciaron el papel que juega Washington en las crisis de Siria y Venezuela.

Con grandes banderas y algunos con los rostros cubiertos, la protesta reclamó el respeto por «la autodeterminación de los pueblos», dijo Guillermo Caviasca, uno de los activistas.

«Cada pueblo tiene derecho a definir su futuro, ellos (el gobierno de Estados Unidos) no tienen por qué meterse en diferentes países generando golpes de Estado, maniobras desestabilizadoras o, literalmente, levantamientos armados de grupos de derecha o grupos terroristas», agregó Caviasca a la AFP.

Noemí Lamberti, integrante de la agrupación Movimiento Patriótico Revolucionario Quebracho, sostuvo que «los pueblos están siendo agredidos por el imperialismo a través de bombas, de explotación, a través de conspiraciones como la que desarrollan en nuestra hermana República de Venezuela, con la cual tenemos nuestra solidaridad y la hermandad como pueblo».

Quebracho dijo en un comunicado que «Estados Unidos y (el presidente Donald) Trump respalda a la derecha golpista de Venezuela y buscan voltear a (mandatario Nicolás) Maduro».

Trump ordenó la semana pasada la primera acción directa contra Siria, bombardeando con misiles una base siria en represalia al presunto ataque químico perpetrado por las fuerzas del presidente Bashar al Asad a una ciudad rebelde, que dejó 86 muertos.

Del lado venezolano, Washington urgió el lunes al mandatario Nicolás Maduro que «reconsidere» la decisión de inhabilitar durante 15 años a Henrique Capriles, uno de los líderes opositores más emblemáticos.

Además, pidió a Caracas garantizar que los ciudadanos ejerzan «su derecho a elegir a sus representantes en elecciones libres y justas» y que las fuerzas de seguridad «protejan la protesta pacífica» de los miles de venezolanos que salen a las calles desde principios de abirl en contra del gobierno.

Fuente:

http://www.2001.com.ve/en-el-mundo/157135/marchan-en-argentina-contra-papel-de-eeuu-en-siria-y-venezuela—video-.html

Fuente Imagen:

https://lh3.googleusercontent.com/3r_Z_sTXWZvnvwDHPorzQo7PZytlpIkMl7XShqrLzO9SvKq3Jm5Jd6_j0i2sf0By4pZj=s85

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Reseña de Película: Antonio Gramsci. Los días de la cárcel.

Título original: Antonio Gramsci. I giorni del carcere.
Dirección: Lino del Fra.
Guión: Pier Giovanni Anchisi y Lino del Fra.
Reparto: Riccardo Cucciolla, Lea Massari, Mimsy Farmer y Jacques Herlin.
Música: Egisto Macchi.
Año: 1977.
País: Italia.
Idioma: En italiano. Subtítulos disponibles en castellano.
Duración: 127 minutos.

Sinopsis: «Gramsci, los años de cárcel» es un riguroso drama biográfico que realiza un recorrido por el complejo devenir personal e ideológico de este líder y teórico político italiano. El filme se detiene concretamente en los años que Gramsci estuvo recluido en prisión a causa de su praxis política y en la intensa actividad teórica que desarrolló hasta su muerte en abril de 1937.

Nacido en 1891 en Cerdeña, Gramsci se adhirió en 1913 al Partido Socialista y acogió con entusiasmo la Revolución Bolchevique de 1917. Tras colaborar en el movimiento de ocupación de fábricas y en los consejos obreros de Turín, fundó junto con otros el Partido Comunista italiano en 1921 y fue miembro de su comité central.

Tras un breve periodo en la URSS, volvió a Italia en 1924 y en enero de 1926 fue elegido secretario general del PCI. Diez meses después fue detenido por la policía fascista y condenado a veinte años, cuatro meses y cinco días de reclusión. Desahuciado, fue internado en un centro sanitario en 1937, pocos días antes de morir enfermo.

Con el transcurrir de los años su pensamiento político se fue alejando cada vez más de las ideas autoritarias que empezaban a regir la Unión Soviética hacia una forma de pensar que apostaba por la disminución del poder del Estado a favor de la hegemonía expansiva y no represiva del proletariado.

Fuente: https://youtu.be/WbkmFn0ldwA?list=PLWo-QYP2pW5tQwSI8jxKi7gRxHATRBWMp

Imagen: http://4.bp.blogspot.com/-zMKNBKEETwI/UmEnNadgcII/AAAAAAAAqpg/rPnhAxx9rxk/s1600/Antonio+Gramsci.+I+giorni+del+carcere+%E2%9C%86++%C2%A9+Gramsciman%C3%ADa.jpg

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Libro: Escuela de formación política

Escuela de formación política
Quito: Instituto de Estudios Ecuatorianos : GVC : Unión Europea. 2009. 4v.

Responsabilidad: por Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi

Agencia de catalogación original

Flacso Ecuador

Idioma de catalogación

spa

Agencia de transcripción

Flacso Ecuador

Agencia de modificación

Flacso Ecuador

Convenciones de descripción

RDA

Nombre corporativo

Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi

Otros detalles físicos

ilustraciones

336a

texto

337a

sin mediación, computadora

338a

volumen, recurso en línea

Nota general

v.1 También en digital

Nota de bibliografía

Incluye bibliografía

Nota de contenidos

Contiene:
v.1: Flores, Judith. Fortalecimiento organizativo: pensando cómo unirmos y para qué
v.2: Rodríguez, Javier. Economías campesinas y proyecto político
v.3: Flores, Judith. Cotopaxi, Ecuador y el mundo
v.4: Tibán Guala, Angel. Identidad, cultura y género

Fuente de adquisición

Publicaciones Convenio IEE

Temas

POLÍTICA, EDUCACIÓN, ORGANIZACIONES CAMPESINAS, COTOPAXI, IDENTIDAD, CULTURA, GÉNERO, ECONOMÍA CAMPESINA

Resumen General

El Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC) ha llevado a cabo varias iniciativas para poner en marcha una Escuela de Formación desde distintos proyectos, desde el 2006 varios cursos se han realizado con el objetivo de formar a sus bases, sin embargo, no se contaba con un material publicado para dar continuidad a la Escuela. De ahí que recogiendo la experiencia del MICC, el Instituto de Estudios Ecuatorianos (IEE) lanzó dos convocatorias al Curso de Formación Política, dirigidas a las organizaciones de segundo grado del MICC, durante los cuales se trabajó con varios temas, que fueron preparados pensando en la realidad de Cotopaxi y en las bases. Dichos textos, de los cuales forma parte el de «Fortalecimiento organizativo», fueron validados en dos talleres.

Para descargar el libro, haga click aquí:

http://www.flacsoandes.edu.ec/libros/digital/55935.pdf

Fuente de la reseña:

http://www.flacsoandes.edu.ec/

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