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Indígenas, aborígenes, indios, pueblos originarios, ¿cuál es la diferencia?

Los pueblos originarios americanos tienen una larga historia de explotación y represión que trascendió incluso la etapa de conquista europea. Por ello, utilizar la terminología correcta para nombrar y hablar de estos pueblos es un menester, más que técnico, político. ¿Cuál es la forma correcta de hacerlo?

Desde México, pasando por el Caribe, el sur de Centroamérica, la Amazonía y la región andina, son 522 los pueblos originarios que se encuentran en territorio latinoamericano. Solo en Brasil hay más de 200, que suman unas 700.000 personas, mientras que México es el país que más habitantes originarios tiene: más de 9 millones y medio.

Entre México, Bolivia, Guatemala, Perú y Colombia se reúne al 87% de la población originaria de América Latina y el Caribe, mientras que el resto (13%) se reparte en otros 20 Estados, según datos de Unicef de 2018. En total, se calcula que un 10% de la población de América Latina es indígena.

 

Sin embargo, a la hora de referirse a los pueblos originarios, es habitual que, en lo cotidiano, las personas, los medios de comunicación, e incluso los académicos, no haya un criterio uniforme o, por lo menos, certero de qué denominaciones utilizar para mencionarlos. Términos como ‘aborigen’, ‘indígena’, ‘indio’ y ‘precolombino’ circulan en internet y en el habla cotidiana como si se tratase de sinónimos, aunque no lo sean. Por ello, estudiosos de América Latina e instituciones gubernamentales de la cultura latinoamericana han hecho hincapié en este asunto. 

«El referirse a los pueblos originarios de una forma equívoca, o bien, derechamente no nombrarlos, ha sido una manera de negar su cultura e identidad», resalta el documento «Recomendaciones para nombrar y escribir sobre pueblos indígenas y sus lenguas», del Ministerio de Cultura de Chile, país que junto a Argentina reúne a más del 70% de la población Mapuche, y que tiene también una fuerte presencia de pueblos Quechua.

¿Hay una forma correcta de nombrar a los pueblos nativos?

Uno de los errores más comunes cuando se hace referencia a poblaciones originarias es el uso del término ‘aborigen’. Para muchos, la diferencia entre esta palabra e ‘indígena’ no está clara. Según la Agencia de la ONU para refugiados (ACNUR): «Un aborigen es una persona que ha sido la primitiva moradora de un determinado territorio, es decir, se diferencia de otras personas que llegaron después a la región para vivir allí». Aunque el término no es precisamente incorrecto, es de un carácter más bien genérico, aunque suele atribuírsele a los pueblos originarios australianos.

 

Por ello, para referirse específicamente a aquellos aborígenes que pertenecen al territorio americano, en 1989 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) aceptó el término «indígena», procurando desligarlo de su origen, que fue la confusión geográfica de las Américas con la India al inicio de la conquista (1492), se explica desde el Ministerio de Cultura argentino, otro país en el que habitan comunidades originarias como las anteriormente mencionadas. El término ‘indio’, por otro lado, es puramente incorrecto, ya que se trata del gentilicio de la India. 

¿Cómo se relaciona el lenguaje con la política?

Uno de los elementos que ambos ministerios enfatizan es la necesidad de entender la terminología utilizada para nombrar a los pueblos indígenas de América Latina como una acción política. Aunque los términos anteriores son, en su forma original, producto del periodo colonial, es preciso resignificarlos, dice en la misma línea la periodista indígena Zulema Enríquez.

 

«El lenguaje es disputa de poder. En ese sentido, los términos son hechos políticos. Para los pueblos originarios es importante avanzar sobre el significado de cada palabra y cada concepto. A mí no me molesta que me llamen india, indígena u originaria, porque el sentido que se pone en juego es que el otro pueda repensar el significado del indígena, del indio, del pueblo originario como sujetos políticos, activos, sociales, del presente y no como objetos de estudio del pasado», sostiene. 

En este sentido, más allá de las definiciones correctas, «es importante respetar la autodenominación, es decir, las formas en que los distintos pueblos prefieren ser llamados», señala el ministerio chileno. Entre sus recomendaciones, destaca evitar los verbos que dejen a la persona o pueblo indígena como «sujeto de pertenencia» en una frase: por ejemplo, en lugar de llamarlos «nuestros pueblos originarios» sería mejor formular «los pueblos originarios»; o evitar decir «pueblos indígenas de Chile» y sustituirlo por «pueblos indígenas en Chile».

Fuente: https://mundo.sputniknews.com/america-latina/202101081094059809-indigenas-aborigenes-indios-pueblos-originarios-cual-es-la-diferencia/

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Psicoanálisis: lecturas recomendadas para el verano 2021

Nada mejor que descubrir una buena lectura hacia el fin de este verano 2021. Aquí va una recomendación: el primer número de ABC La cultura del psicoanálisis (2017) tiene quince artículos repartidos entre la Presentación y las secciones Reportajes, Flashes y Diversidades, tanto este número como el segundo (sobre ambos informa esta columna), pueden leerse online o descargarse desde la página web del Colegio Estudios Analíticos. Los enlaces más adelante, en esta misma nota.

Iniciar y profundizar debates

Una serie se inicia pero también se interrumpe, se bifurca, se diluye, florece. María del Rosario Ramírez (Psicoanalista, Miembro de Colegio Estudios Analíticos, Directora de ABC), en la Presentación del primer número de ABC La cultura del psicoanálisis, abre y ordena el juego con una primera frase (o sentencia): “Freud y Lacan fueron dos hombres de una amplia cultura, cada uno en su época.” (2017:13). Dice sobre Freud: “Alteró el orden de lo que había hasta allí, subvirtiendo los prejuicios sobre el sexo, las concepciones románticas sobre el lenguaje y las nociones de inconsciente. El suyo fue un descubrimiento sin antecedentes.” (2017:13). Dice sobre Lacan: “Tales fueron las transformaciones que produjo que suscitó el interés en muchos otros campos de la cultura.” (2017:13). Y continúa respecto del psicoanalista francés “Por cierto, el desarrollo de su enseñanza fue el de una progresión geométrica, cuya incidencia llevó a la expansión del psicoanálisis en el mundo.” (2017:14). También expresa una dificultad: “(…) se ha producido una asimilación del psicoanálisis por parte de la psicología, tanto en la práctica como en la enseñanza.” (2017:14). Estos son los senderos por los que el lector o lectora podrá atreverse, siempre considerando que “La enseñanza del psicoanálisis atraviesa la historia de sus instituciones, la episteme y la praxis, forjadas en esta relación insistente a otros discursos.” (2017: 14).

Luego de la Presentación hay dos Reportajes, también a cargo de María del Rosario Ramírez, uno a Juan Pablo Lucchelli y otro a Gustavo Dessal, ambos psicoanalistas.

Aquí puede destacarse, de la intervención en lo Real que siempre supone la letra, que el primer número de ABC, presenta como nudo central una serie de textos que resultan de investigaciones sobre Shakespeare, las cuales despliegan algunas cuestiones: la política, la educación de los analistas. Sobre algunos puntos en contacto con estas ideas escriben: Germán García, María del Rosario Ramírez, Laura Bosco, Silvia Conía, Marcela Varela, Nora Caputo y Mirtha Benítez, eso en la sección Flashes.

En la sección Diversidades escriben: Leonor Curti, Nora Caputo y Sergio Nervi, allí discurren notas y comentarios sobre Hannah Arendt, Rosa Falcone y Diego Peller.

Click para leer o descargar la Revista ABC La cultura del psicoanálisis Número 1

S1-S2

En el segundo número de ABC, luego de la Presentación a cargo de María del Rosario Ramírez, se incluye una traducción al castellano de “Lo Real”, tal el título de la cuarta parte de Le Bovarysme (1902) de Jules de Gaultier (la primera traducción en nuestro idioma de este apartado). Gaultier fue referenciado por Lacan en sus Escritos (Acerca de la causalidad psíquica, texto de 1946) y en algunas clases de su Seminario. A continuación de ese texto fundamental, María del Rosario Ramírez junto a Gaultier, Flaubert y Rancière (o con su complicidad), traza vías para la reflexión sobre El Bovarismo en los personajes de Flaubert (la Primera parte del mismo estudio de Gaultier). “Hombres y mujeres disponen de un poder: el hombre se concibe a sí mismo como otro que no es. Tara, facultad esencial, ponen en circulación el bovarismo: un singular poder de metamorfosis.” (Ramírez, 2018: 46-47).

María del Rosario Ramírez (Psicoanalista)

“Si bien se conciben a sí mismos como otros que no son, los personajes de Flaubert están marcados por una impotencia que les impide igualarse al modelo que proponen… ¡Y tampoco admiten esa impotencia!” (2018:48). En este segundo número de ABC cuyo subtítulo es: El fin del bovarismo. La transformación de las mujeres en Argentina, se incluyen nuevos autores/as y se repiten otros/as. Completan la sección Flashes textos de Germán García, Silvia Conía, Ana Santillán y Gabriel Levy. Varios textos orbitan alrededor del bovarismo y ofrecen sobre el concepto diversas perspectivas. El conjunto cristaliza algunas advertencias sobre el bovarismo en psicoanálisis, al tiempo que profundiza los interrogantes sobre la formación de los analistas.

La sección Diversidades presenta textos de: Luciano Ducatelli, Mirtha Benítez, Verónica Knavs y Marcela Varela. Luego, Sebastián Bartel y Laura Bosco escriben en la sección Reseñas sobre libros de Germán García (Oscar Masotta y el psicoanálisis castellano) y Marcelo Izaguirre (Jacques Lacan: El anclaje de su enseñanza en la Argentina). También aparece una recomendación editorial: Informes para el psicoanálisis: una salida, de Germán García.

¿Por qué detenerse a leer la Revista ABC? Para aquellos que sin ser analistas se interesan por el psicoanálisis y para la formación de analistas, es más que interesante encontrar una política editorial que renueva el compromiso con la teoría al tiempo que interpela al campo de lo instituido. El psicoanálisis se repite, y en alguna medida se ve acorralado por otros discursos ¿cómo sobrevivirá? Quizás para sobrevivir deba retomar aquel gesto de incorporarse a la cultura de su tiempo, escucharla, criticarla, analizarla, ¿decir algo?

Clic para leer o descargar la Revista ABC La cultura del psicoanálisis Número 2

PD1

Al cuidado de la edición de ABC está Ana Santillán. El tercer número de la revista (2019), fue dedicado a la memoria de Germán García (asesor de ABC 2017-2018). En agosto de 2020 se publicó el cuarto número de ABC La cultura del psicoanálisis, con el subtítulo: Sexualidad: derivas y debates. Desde el año pasado la revista fue inscripta en Latindex, lo que sin lugar a dudas le suma prestigio. Todos los números de ABC se consiguen en formato papel en las más importantes librerías de Rosario, Buenos Aires, Córdoba, Tucumán y otras localidades. También pueden adquirirse por medios electrónicos.

El año pasado, año del inicio de la pandemia, fruto de la política editorial de Colegio Estudios Analíticos, a través de Ediciones RSI, fue publicado también Homenaje a Oscar Masotta, Versión Facsimilar (2020), un texto sobre el cual aquí no podemos más que sugerir al lector interesado en el psicoanálisis que, parafraseando a Freud, lo adquiera para poseerlo.

En febrero de 2021 Colegio Estudios Analíticos presenta un curso (vía Zoom) sobre Lacan y la psicología a cargo de algunos Miembros de la institución.

 

PD2 La Revista ABC en Rosario

Por la iniciativa de Miembros de Colegio Estudios Analíticos y bajo supervisión de María del Rosario Ramírez en 2019, tuvieron lugar en nuestra ciudad dos Lecturas de la Revista ABC. El 1ro de Noviembre de 2019 Julieta Morandi, Paola Valli, Florencia Fambrini y Fernando Gómez, leyeron fragmentos del Número 2 en la Biblioteca Argentina Dr. Juan Álvarez y el día 15to del mismo mes se leyeron fragmentos del tercer número en Oui Bar, participaron Paola Valli, Sol Páez Sosa y Fernando Gómez.

*Psicoanalista, Miembro de Colegio Estudios Analíticos

Fuente: https://redaccionrosario.com/2021/01/22/psicoanalisis-lecturas-recomendadas-para-el-verano-2021/

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Libro (PDF): Pensando la democracia geopolíticamente

Reseña: CLACSO

La democracia fue definida como una forma de gobierno en el horizonte de la polis y el estado-nación, es decir, como forma interna de gobierno. Hoy es necesario reconceptualizarla en el horizonte de las relaciones políticas entre sociedades, países y Estados. Este libro propone una conceptualización de la democracia en el horizonte cosmopolita de la intergubernamentabilidad, a la vez que piensa la configuración de las formas de gobierno en relación al modo en que la producción del orden social se relaciona con el modo de transformación de la naturaleza, que es la primera dimensión geopolítica.

 

Autor/a:                               Tapia, Luis  
Editorial/Editor: CLACSO
Comuna
Muela del Diablo Editores
CIDES-UMSA
Año de publicación:  2009

 

País (es): Bolivia
Idioma: Español
ISBN : 978-99905-40-60-4
Descarga:   Libro (PDF): Pensando la democracia geopolíticamente
Fuente e imagen:

http://biblioteca.clacso.edu.ar/

 

 

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Uruguay: el Covid 19 entre ciencia, pretexto y soberbia neoliberal

Por: Eduardo Camín

Enseñaba el filosofo español de la primera mitad del siglo XX José Ortega y Gasset que el progreso de la civilización humana se debe fundamentalmente a dos razones; por un lado la democracia, es decir la adquisición de derechos sociales y civiles y el establecimiento y consolidación de generaciones humanas. Y por el otro, la generación del conocimiento en su sentido mas amplio y el desarrollo científico y tecnológico,

Reafirmaba la idea que para conseguir y mantener la democracia resulta fundamental la política. Y, a la vez que para conseguir y mantener lo segundo resulta crucial la ciencia.180.com.uy :: “Notoriamente Uruguay mantiene números bajos” de covid-19

El buen alumno del Covid 19

En un primer momento Uruguay recorrió con holgura –cuasi  insolencia- lo que el mundo comenzaba a padecer. Apenas un mes de comenzada la pandemia el gobierno nacional creo el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH).

Mas de 60 científicos, matemáticos, infectologos, epidemiológicos y otros especialistas asesoraban estrechamente al gobierno uruguayo recientemente formado por Luis Lacalle Pou, en el control de la Covid 19, los cuales en su momento fueron señalados como uno de los factores de la privilegiada situación del pais respeto a la enfermedad.

El tiempo ha pasado y aquel buen alumno con pocos casos activos de Covid 19 y con menos de cinco nuevos casos por día en promedio, ha dejado de ser un caso singular y una excepción, como nos destacaban los medios internacionales, para transformarse en un eslabón mas de la crisis sanitaria a escala mundial.

La lucha política cambio de bando

Ayer repudiaban la arrogancia (tal vez con razón) de la tecnocrática de los economistas de centroizquierda nucleados en el Frente Amplio, con ese alarde de falsa superioridad que desestima como irrelevante la opinión de quienes no son expertos en economía.

El tiempo ha pasado y la derecha neoliberal está al frente del gobierno, hoy trata de cerrarle la boca a cualquiera que intente Coronavirus en Uruguay: Luis Lacalle Pou estuvo en contacto con un infectado y entra en aislamientoopinar sobre la emergencia sanitaria si no es especialista en epidemiología. La duda y la crítica, esos recursos que tanto supieron ejercer antes, cuando estaban en la oposición, ahora que están en el poder les parecen una necedad, una afrenta o un peligro.

Es como si su militancia política se hubiera vuelto incompatible con la lealtad a la democracia. Como si su derecho a defender al gobierno significara que ya se les olvidó, que ya no entienden o no tienen que tolerar el derecho a disentir.

Porque en lugar de responder con datos y argumentos suelen hacerlo asumiendo que todo cuestionamiento forma parte de una maquinación. No aclaran las dudas ni rebaten las críticas, simplemente descalifican a quienes las plantean. No admiten diferencias, solo imputan malas intenciones.

Parece que su convicción política llega a tal extremo que les impide aceptar la posibilidad de desacuerdos legítimos, como el simple hecho de preguntar por un plan de vacunación.

Mucho nos tememos, que se busca invocar el prestigio social de la ciencia para evadir el rigor del debate político. Quieren que la ciencia sea una proveedora de certezas definitivas, de respuestas irrefutables. Pero la ciencia no es eso, no puede serlo. Si así fuera, posiblemente no hubiéramos llegado al estado actual de la pandemia, batiendo récords de casos positivos.

La ciencia es más bien, un campo de disputa permanente y de preguntas que nunca terminan. El conocimiento científico, para serlo de veras, necesita basarse en evidencia accesible y en una teoría clara, ser explícito en su método, poder replicarse y sobre todo estar formulado de tal manera que sea susceptible de ser refutado.De eso se trata, en ello reside su paradójica Uruguay: tecnología para paliar la Covid-19 - Diario Hoy En la noticiafortaleza; en no confiarse, en estar siempre sujeto a escrutinio, en irse forjando no a partir de la conformidad sino del conflicto.

Aquí está el quid de la cuestión: qué peso debe tener la opinión de los científicos en las decisiones políticas en las circunstancias actuales si queremos que el Covid 19 pase a ser un mal recuerdo.  Sin dudas, es priorizar el asesoramiento científico en todas las decisiones políticas.

Ahora bien, refugiarse en esta lógica es un equilibrio difícil, porque el debate se cristaliza sobre el conjunto de medidas, que salva vidas evitando que los hospitales colapsen, pero cuyo coste económico y social es terrible, y que se contradicen en esa falacia de nueva normalidad.

Uruguay comienza a ceder, su práctica económica y social es el sector turístico y sus empresariados con la complicidad de los diferentes alcaldes quienes comienza a generar una firme contradicción en el manejo de la pandemia, como por ejemplo la extensión de los horarios de bares y restaurantes.

Por eso tratar de acallar a quienes lo interpelan pretextando que ellos no tienen credenciales científicas e incluso atribuyéndoles motivaciones perversas e inconfesables, no es ayudar a la causa de la ciencia, es hacer política apelando a ella, no como forma de conocimiento sino como recurso de autoridad.

La ciencia no escapa a la ideología a sus sesgos personales y los intereses políticos y empresariales. Por ello uno de los mayores retos del organismo como el GACH es conservar su independencia y su credibilidad.

Parlamento homenajeó a grupo asesor científicoEl conjunto de investigadores que conforman el GACH subrayan la importancia de entender que la evidencia científica es aquello en lo que muchas personas están de acuerdo y que la ciencia no tiene respuestas absolutas. Por eso la necesidad de ser críticos con las fuentes y ser capaces de transmitir todo esto a los políticos dentro de una estructura independiente y creíble.

Los procesos científicos y tecnológicos se han convertido en asuntos políticos de importancia medular en las sociedades contemporáneas como consecuencia de su capacidad para afectar y transformar todas las esferas de la vida.

No obstante, toda la conducción de la pandemia, se concentra en la estructura del gobierno de la coalición neoliberal o mejor dicho bajo la autoridad del presidente Luis Lacalle Pou.

Esto no es un hecho menor, que se refleja en su discurso tecnocrático y neoliberal, que excluye por la vía de los hechos, la mitad de la población representada por la centroizquierda, a no integrar, a ningunear a sus legítimos representantes a un espacio de coordinación con el grupo científico, por ejemplo.

Ya Parménides enseñaba en Grecia la distinción entre opinión y opinión verdadera que sería desarrollada por Platón. En realidad se trata de una distinción que determina la diferencia entre política y ciencia. Lo malo es que garantizar la independencia de la ciencia es una decisión política, y la decisión de financiarla, con cuanto y cómo, es una practica política por excelencia.

Fuente e imagen: http://estrategia.la/2021/01/07/uruguay-el-covid-19-entre-ciencia-pretexto-y-soberbia-neoliberal/

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Cambio en la SEP, una decisión de fondo

Si quien ocupe la Secretaría de Educación Pública no puede o no ve la necesidad de aprovechar el momento para dar un golpe de timón –como ocurrió con Cárdenas en la década de los 30– la reforma educativa de la 4T se quedará en lo que han marcado estos dos años: la aplicación de un proyecto educativo de neoliberalismo fino, de alianzas con cúpulas empresariales e institucionales y algunas concesiones elementales para el resto.

Se habrán podado las expresiones más brutales de la reforma de Peña Nieto, pero con piezas como la aún pendiente Ley General de Educación Superior (LGES), se hará a un lado a las comunidades, maestros y estudiantes y se favorecerá aún más a las cúpulas privadas y burocracias autoritarias-institucionales.

Hasta en el caso del derecho a la educación, porque éste se proclama, pero luego se le rodea de restricciones que dificultan y hasta niegan su ejercicio. Esa ley mantiene el requisito de un examen de selección, que con su sólo planteamiento, contradice lo básico de un derecho universal: que sea para todos. Un muestreo reciente reveló hasta dónde han avanzado las restricciones. Hay instituciones que aplican hasta cuatro exámenes (diagnóstico, sicométrico, admisión e inglés), además de un cuestionario socioeconómico.

Más recatadas instituciones públicas hablan de aplicar una batería de exámenes y otras que combinan el resultado del examen con el promedio de bachillerato. mismo que también es un requisito. Violentando la normatividad oficial, es común que se prohíba que solicite admisión quien tenga un promedio de bachillerato de 6.5, 6.9 o incluso de 8.5. Además, en algún caso, el promedio que se exige no es fijo, depende de la Media Global del subsistema de Bachillerato en que se graduó.

En otro caso de plantel público, además de pasar por una entrevista, el aspirante debe comprobar que en el bachillerato tuvo al menos 90 por ciento de asistencias y que jamás presentó un examen extraordinario. Y las becas se entregan sólo a quienes lleguen con 9 de promedio.

Por otro lado, el hecho de que las instituciones puedan discrecionalmente establecer requisitos, abre la puerta a que se establezca un perfil deseable del aspirante en lo ideológico o político. De hecho, en la muestra apareció al menos una institución privada de renombre que verificaba que el aspirante tuviera una concepción de su papel en la sociedad (de inspiración religiosa) coincidente con el institucional.

En otra, aparecían continuas referencias a los valores empresariales y se establecían limitaciones para el uso de las redes sociales. Se piden también cartas de recomendación y no necesariamente circunscritas al desempeño académico del estudiante.

Hay instituciones directamente ligadas a grupos empresariales que, como parte de su proceso de diversificación corporativa, incluyen una universidad de acceso restringido. Este punto se vuelve todavía más importante si se conecta con otro aspecto que salió a la luz en privadas: que en algunas los requisitos no son públicos. Se debe solicitar una cita donde, evidentemente y más allá de los aspectos vocacionales o de trayectoria escolar, el entrevistador puede indagar sobre aspectos como los arriba señalados o temas relacionados con sexualidad y antecedentes político-familiares.

El panorama para el derecho a la educación se complica aún más porque la discrecionalidad en el ingreso incluye los montos a cobrar (las colegiaturas, incluso en las públicas pueden ser de varios miles de pesos mensuales). El costo del proceso de admisión en una institución pública puede llegar a ser hasta 30 por ciento más alto que en una de las más renombradas y costosas instituciones.

Y, además, en privadas y públicas aparece una gran variedad de cobros: credencialización, bono deportivo, expediente médico, aportación al fondo de becas, matrícula. Frente a esta tupida maleza, las y los jóvenes en realidad sólo tendrán derecho a intentar ejercer el derecho a la educación. Y todo esto tiene que ver con la SEP, pues la actual ha impulsado denodadamente que se mantenga la redacción que pide que, además del certificado de bachillerato, quien aspira cumpla con los requisitos que establezcan las instituciones de educación superior (artículo 4). Requisitos como los arriba descritos y los que vengan, sin límite o acotamiento alguno. ¿Asumirá la nueva SEP este lineamiento o se deslindará de su antecesor y se pronunciará de palabra y en los hechos en favor de las y los jóvenes quienes durante más de un siglo han visto negado o severamente condicionado su derecho a la educación superior? ¿Se seguirá privilegiando (LGES, artículo 52) la co-conducción con los privados a expensas de la subordi-nación y exclusión de maestros y estudiantes? Y no es un dilema sólo personal de quien ocupe el puesto, es de fondo, el dilema de todo el proyecto educativo. Y el silencio también habla.

Fuente: https://www.jornada.com.mx/2020/12/19/opinion/021a2pol

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Una biblioteca virtual de ciencias sociales en formato digital y con acceso libre

El Instituto de Investigaciones Gino Germani de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales lanzaron una colección de libros en formato digital y de acceso libre. La colección abarca por el momento un total de 17 publicaciones originales e inéditas del campo de las Ciencias Sociales que pueden ser descargadas a través de la biblioteca virtual de Clacso. Algunos de los temas posibles son reflexiones en torno al neoliberalismo, el arte, el fútbol, la ecología, la metodología, la movilidad social, las clases sociales, la desigualdad, la teoría política, el psicoanálisis, la historia latinoamericana, la cultura popular y el pensamiento de diversos autores, como Hegel, Simmel y Althusser.

La Colección IIGG-Clacso es una iniciativa conjunta entre el Instituto Gino Germani, que aporta todos los contenidos, y Clacso, que incorpora estos libros a su biblioteca virtual, con el objetivo de aumentar la difusión local e internacional de las producciones de las y los investigadores del instituto, valorizando la actividad científico-académica realizada en las universidades públicas.

El proyecto editorial se inició en 2013 y, al día de hoy, tiene en su catálogo 17 libros de los cuales 10 se publicaron durante 2020. La colección recorre distintas problemáticas de las ciencias sociales y cuenta con un amplio abanico de autores. Hay publicaciones tanto colectivas como individuales. Los libros son de acceso libre y se distribuyen en toda América Latina desde el IIGG y Clacso. Para recorrer virtualmente toda la colección hay que ingresar aquí.

Algunos de los títulos y autores que aparecen en la colección son los siguientes:

* Asedio del tiempo. Estudios políticos althusserianos, Carolina Collazo y Natalia Romé (compiladoras)

Georg Simmel, un siglo después, Esteban Bernik y Hernán Borisonik (editores)

La identidad se forja en el tablón. Masculinidad, etnicidad y discriminación en los cantos de las hinchadas argentinas, Javier Sebastián Bundio

Profesores, científicos e intelectuales. La Universidad de Buenos Aires de 1955 a su Bicentenario, Martín Unzué

La política y lo político. En el entrecruzamiento del posfundacionalismo y el psicoanálisis, Miguel Rossi y Elena Mancinelli (compiladores)

Políticas terapéuticas y economías de sufrimiento. Perspectivas y debates contemporáneos sobre las tecnologías psi, María E. Epele (compiladora)

El análisis de clases sociales. Pensando la movilidad social, la residencia, los lazos sociales, la identidad y la agencia, Ruth Sautu, Paula Boniolo, Pablo Dalle y Rodolfo Elbert (editores)

* Arte y ecología política, Gabriela Merlinsky y Paula Serafini (editoras)

Contraofensiva neoliberal. La Escuela Austríaca de Economía en el centro estratégico de la disputa, María Paula de Büren

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Neoliberalismo, transparencia y educación

ara el neoliberalismo, el mejor sindicato es el que no existe, y por décadas han intentado contener la organización de los trabajadores. Sin un referente como la Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación (CNTE), luchando ininterrumpidamente durante 41 años de existencia, el giro neoliberal habría devastado el sistema educativo público, tal cual sucedió en países como es el caso de Chile, donde la educación privada impera sobre la escuela gratuita.

Pero las formas de privatización educativa directa son cada vez menos recurridas por los estados, lo mismo que la disolución violenta, legal o administrativa de los sindicatos o los ataques frontales contra ellos y sus liderazgos. El periodo de persecución, encarcelamientos, asesinatos, desapariciones forzadas o represión policiaca contra los maestros de la disidencia magisterial en México ha dejado de ser la política central de contención del sistema.

Para conseguir el mismo objetivo; es decir, la abrogación del sindicato y el derecho a la defensa colectiva y organizada del trabajador, el neoliberalismo se reinventa constantemente, modernizando su lenguaje, sus formas de control y el despojo laboral. A través de nociones como transparencia, meritocracia o derecho humano, se impone sin necesidad de utilizar métodos coercitivos; la introyección de la mentalidad neoliberal ha tenido mejores resultados y menos resistencias que las medidas abiertas y frontales.

Del mismo modo que las oligarquías multinacionales impusieron la noción de que el libre mercado era la mano invisible que regula y ordena toda relación social para construir el supuesto interés común; ahora lo hacen con la idea de transparencia. El mito de que la nueva diosa del capitalismo informático habita el olimpo de la virtualidad, translúcida, pura e incorruptible, sirve de narrativa para instalar un sistema de control y de sometimiento impersonal, en donde la burocracia del Estado como representación de los intereses de las clases gobernantes está siendo sustituida por la tramitología individual.

La transparencia puede ser visible en su morfología de información y datos, pero es un dogma intangible que no se presenta como hechura de la imperfección humana. La subjetividad neoliberal se oculta en el diseño, metodología, captura y manejo de los datos y no admite reclamo organizado colectivamente para hacer efectivo el derecho social al trabajo con dignidad; todo el proceso de tramitología digitalizado está pensado para la individualización o fragmentación de la organización sindical, sin otra posibilidad de interacción que no sea la soledad de la plataforma virtual.

La virtualización de la tramitología del derecho laboral evoca al mérito como empoderamiento personal; sin embargo, lo que se materializa como producto de la subjetividad neoliberal es un régimen de precariedad en el que la relación de trabajo es individual y se sujeta a las reglas patronales, unilateralmente y sin la mediación del contrato colectivo ni la defensa sindical de unas reglas de común acuerdo.

La actual reforma educativa de la cuarta transformación adoptó la morfología constitucional de estas nociones renovadas del neoliberalismo; los mecanismos de ingreso a la docencia, promoción y reconocimiento establecidos en la Ley General del Sistema de Carrera para las Maestras y los Maestros, así como los cambios de adscripción, están atravesados por dispositivos reglamentarios y plataformas de gestión individualizada para fraguar la obsolescencia del sindicalismo, de ahí que la CNTE no encuentre un punto de partida para aterrizar la gestión democrática del magisterio.

Paradójicamente, en la sociedad del capitalismo informático, la libertad no se combate con censura, sino con más libertad que se autocontrola, diversificando los medios aparentemente independientes del poder, sobre todo a través de las redes sociales; la tensión de las demandas populares, mucho antes de ser sofocadas por medios represivos, se contienen con un diálogo sistemático y dilatorio para mantener el conflicto en la esfera de la comunicación y la información pública, pero fuera del terreno callejero de la lucha de clases. Después de 18 reuniones de la CNTE con el gobierno federal, se va comprendiendo con mayor certeza que esta es la estrategia del Estado.

Sin la abrogación de la actual reforma educativa de la Cuarta Transformación, sin la Nueva Escuela Mexicana recuperando los proyectos educativos de la CNTE y sin un terreno firme y parejo para la democratización del SNTE; el reconocimiento político a la bilateralidad de las estructuras sindicales nacionales y seccionales del movimiento magisterial que naciera en el invierno de 1979 y que tendrá lugar en Palacio Nacional el próximo 21 de diciembre, podría ser otro episodio del Estado para continuar con la estrategia de disolución del sindicalismo y de aterrizaje de las nuevas formas de precariedad laboral; esto lo saben los militantes de la Coordinadora que han mantenido viva la resistencia, cuya paciencia se agota cada vez que los compromisos establecidos en las mesas con el Presidente de la República no encuentran eco en los gobiernos estatales ni concreción en los funcionarios del gabinete federal.

Fuente: https://profelandia.com/neoliberalismo-transparencia-y-educacion/

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