Reino UNido: Según el Secretario de Educación las universidades de élite deben mejorar el acceso

Damian Hinds dice que las principales instituciones gastarán £ 860 millones para apoyar a los desfavorecidos

Europa/ReinoUnido/TheGuardian

Las universidades de élite no tienen un sesgo instintivo en contra de los jóvenes desfavorecidos, pero deben hacer más para mejorar el acceso, dijo el secretario de educación del Reino Unido.

En su primer discurso importante sobre movilidad social, Damian Hinds dijo que había un «interés público muy legítimo» para garantizar que los intentos de alentar a los niños a asistir a las principales instituciones de educación superior lleguen «a lo más profundo del país» y a cada grupo.

Dijo que la universidad era clave para determinar el éxito futuro de los niños y sugirió que había «un progreso alentador» en la movilidad social debido al aumento en el número de niños provenientes de entornos desfavorecidos.

Damian Hinds
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 Damian Hinds: ‘Creo que tenemos que ir más allá’. Fotografía: Sarah Lee para The Guardian

Pero Hinds dijo que era «inaceptable» que los solicitantes de 18 años de las áreas más favorecidas del país tuvieran casi cinco veces y media más probabilidades de ingresar a las universidades más selectivas que sus pares más desfavorecidos.

La Oficina de Estudiantes se ha pedido para identificar los mejores enfoques para lograr que los niños de diferentes orígenes en la universidad, incluyendo el más selectivo.

Hinds dijo que era necesario hacer más en las escuelas a la luz de los datos que muestran que las escuelas privadas son responsables del 7% de la población escolar, pero el 40% de las que acudieron a las universidades de Oxbridge en 2016-17.

Agregó que las escuelas privadas representan el 14% de los estudiantes de nivel A y el 25% de los estudiantes que obtienen tres o más calificaciones de A.

El ministro del gabinete luego resaltó una «expectativa y brecha de conocimiento», señalando a los padres de clase media alentando a sus hijos a elegir asignaturas «más difíciles» como matemáticas, historia y mandarín como un «dispositivo de señalización» para universidades y empleadores.

Hinds comentó durante un evento de Resolution Foundation en Londres, donde dijo que se esperaba que las universidades gastaran 860 millones de libras para «mejorar el acceso y el éxito de los estudiantes desfavorecidos», y agregó que era necesario gastarlo bien y que los desafíos enfrentados deben ser reconocidos.

«Las últimas estadísticas sobre destinos de estudiantes de sexto y universitarios muestran que los alumnos blancos desfavorecidos tienen menos probabilidades de estudiar en la educación superior el próximo año que los alumnos desfavorecidos de cualquier otro grupo étnico», dijo Hinds.

«Y a pesar de que los alumnos afrodescendientes en desventaja tienen casi el doble de probabilidades de ir a una universidad superior que los alumnos blancos desfavorecidos, ambos están igualmente subrepresentados en las universidades más selectivas, incluido el Grupo Russell «.

También destacó las variaciones regionales en Inglaterra, señalando que uno de cada cinco alumnos desfavorecidos de Londres va a una universidad de tercer tercio en comparación con uno de cada 17 del noreste.

Presionado más tarde por los periodistas, Hinds dijo: «¿Pienso que las universidades de élite son parciales contra los niños desfavorecidos? No, no creo que instintivamente lo sean; Creo que quieren que las personas puedan beneficiarse de lo que tienen que ofrecer.

«Pero creo que tenemos que ir más allá, necesitan ir más allá. Se está gastando una gran cantidad de dinero en estos programas de acceso y demás, y existe un interés público muy legítimo en asegurarse de que se extienda a lo más profundo del país y a todos los grupos que pueda «.

También se encargará un nuevo proyecto de Big Data, basado en el trabajo en los Estados Unidos, para analizar a los jóvenes de todo el Reino Unido y dónde terminarán en los próximos cinco o seis años, dijo el ministro. 

También abordó investigaciones que muestran habilidades de comunicación tales como poder hablar sobre eventos del pasado o del futuro que faltaban en el 28% de los niños de cuatro y cinco años, y se comprometió a reducir a la mitad el número de niños que comienzan la escuela sin la habilidades de lectura que necesitan para 2028.

Una cumbre educativa en la que participen empresas y organismos de radiodifusión este otoño ayudará a motivar a más padres a leer y aprender nuevas palabras con sus hijos.

Fuente: https://www.theguardian.com/education/2018/jul/31/education-secretary-damian-hinds-elite-universities-access-disadvantaged

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Perú: Colegio público para personas invidentes arranca proceso de matrículas

América del Sur/ Perú/ 26.02.2018 / Fuente: larepublica.pe.

A punto de cumplir 77 años, la institución educativa especial Luis Braille empezó su proceso de matrícula abierta y gratuita en el distrito de Comas.  Este plantel, que se ha convertido en el único de su tipo en el Perú, recibe estudiantes de inicial, primaria y secundaria con ceguera o baja visión.

Ubicada en la Av. El Maestro Peruano 340, a la altura del paradero Politécnico en la Av. Túpac Amaru y del paradero Tres Postes en la Panamericana Norte, esta escuela pública brinda también a sus estudiantes talleres ocupacionales de computación, música, masajes, shiatsu (dígito presión), artesanía y manualidades.

Cuenta además con el Programa de Rehabilitación dirigido a las personas adultas que perdieron recientemente la visión y presenta un servicio de internado para los estudiantes procedentes de las diferentes regiones del país, de igual modo con un servicio de comedor escolar.

«Para optimizar el aprendizaje de nuestros estudiantes, contamos con el servicio de impresiones en braille, gracias al cual los estudiantes cuentan con separatas textos y libros en este sistema«, afirmó el director del plantel, Alfredo Zárate Chávez, quien también es una persona invidente y da el ejemplo de que con esfuerzo de logran las metas.

La institución educativa como complemento de la formación integral del estudiante, continuó Zárate, cuenta con una piscina semiolímpica, una cancha de grass sintético y una losa deportivapara desarrollar y potenciar sus habilidades físicas.

«Los estudiantes que egresan del colegio Luis Braille o bien continúan estudios superiores o se insertan en el mercado laboral de manera competitiva», señaló el director del plantel, quien animó a asumir el reto a las familias de niños con discapacidad visual.

Fuente de la noticia: http://larepublica.pe/sociedad/1202103-colegio-publico-para-personas-invidentes-arranca-proceso-de-matriculas-en-comas.

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La formación de familias en contextos desfavorecidos como elemento básico de mejora

Por: Pablo Gutiérrez del Álamo

La formación de familias mejora los resultados de niñas y niños, además de tener efectos positivos en la convivencia y la comunicación con el centro educativo e, incluso, fuera, en el barrio.

Tres podrían ser los ingredientes clave para conseguir una buena relación con las familias gracias a la formación en el centro: preguntarles qué quieren aprender, hacerles caso y poner en marcha el proyecto para que lo aprendan y, por último, “cafelito”.

La participación de las familias es uno de esos ingredientes necesarios para una mejora de todos los sentidos en la vida de un centro. Pero esta participación siempre es algo complicada. Tal vez más, o diferente, cuando el centro educativo se encuentra en barrios en donde buena parte de la población se encuentra al borde de la exclusión social, bien sea por ser migrantes, por pertenecer a minorías étnicas o culturales, por la situación laboral o por todas estas razones al mismo tiempo.

Una buena manera de conseguir un salto cualitativo, no exento de gran esfuerzo, es la formación de familias. Es una de las actuaciones que se llevan a cabo en el proyecto educativo de comunidades de aprendizaje. Una formación de familias que si por algo se caracteriza es por el diálogo igualitario entre las partes.

Preguntar

Hace unos días se presentaba en Madrid un estudio sobre el impacto de la formación de familiares (principalmente madres) en la vida de los centros educativos y de sus entornos. Para ello, además de asistir el investigador principal, Aitor Gómez, también estuvieron presentes madres, personas voluntarias del proyecto, así como equipos directivos de centros tan alejados como el Mare de Deu de Montserrat (Terrasa) como el CEIP Andalucía (Sevilla).

Lo primero de todo es preguntar a las familias qué quieren, qué necesitan aprender. “Cuando se abre la puerta hay que hacerlo de corazón, escuchando”, aseguró Inmaculada Mayorga, del equipo directivo del CEIP Andalucía.

Antes de organizar cualquier formación es básico saber qué necesitan las personas a las que va dirigida. Las respuestas van desde educación emocional, alfabetización, clases para sacar el carné de conducir, costura y patronaje… La lista es larga, pero teniendo en cuenta la realidad de los centros del estudio, la alfabetización para la consecución de un título como el de la ESO o para el carné de conducir son recurrentes. También el aprendizaje del idioma, puesto que muchas de las familias son de origen migrante (en muchos casos, marroquíes) y necesitan cosas tan básicas como poder preguntar a los docentes de sus hijas e hijos cómo van en los estudios, cómo se portan o qué notas tienen. O qué han de preguntar en el consultorio médico.

Pero, claro, cuando se pregunta hay una obligación de acatar lo que se decida. Aquí los equipos directivos han de hacer un cierto esfuerzo de humildad. Es otra de las bases de todo el proyecto, el diálogo igualitario que tanto obliga al docente a no ser el agente decisorio, sino facilitador en muchos casos, así como es el elemento clave para el cambio en las relaciones (para mejor) tanto de las familias hacia los docentes y la escuela, como entre ellas y en el barrio.

Desde el Colegio Santiago Apóstol, en el barrio valenciano del Cabanyal lo tienen claro. Jordi Bosch (director) y Amparo Cervera (jefa de estudios) explicaron cómo “más diálogo hace que todo sea más fácil y que haya menos conflicto”. Para Nuria Martín, directora del Mare de Deu, la cosa está clara: “Les preguntamos mucho. Hay que escuchar para hacer según nos digan. Horarios, cursos, si queremos formador, alfabetización en catalán/castellano, preparación para la nacionalidad, inserción laboral, conocer a sus hijos…”.

Como explicaba José López, voluntario y mediador intercultural de etnia gitana en el Cabanyal, una de las dificultades para las familias es que “nos costó creer que nos dejaran entrar (en los centros). Me van a escuchar, mi voto cuenta”.

La participación de las familias en la formación que pueda organizarse dentro del colegio es importante no solo por los efectos sobre el alumnado, en sus resultados así como en la mejora de la convivencia del centro. También adquiere importancia al mejorar las relaciones entre estas familias dentro y, sobre todo, fuera de las puertas del colegio.

María Quirós es una madre del Mare de Deu, de etnia gitana, que explicó lo importante que había sido poder compartir espacios de formación, aprendizaje y conversación con otras madres, en este caso, marroquíes. Habían compartido tertulias literarias alrededor de libros como Yerma, Madre coraje o Casa de muñecas. Libros que, dijo, les hablaban “de mujeres de verdad”, gracias a los cuales habían conocido “diferentes culturas que nos dan distintas visiones”. Las tertulias consiguieron que estas madres eliminasen “los mitos sobre las otras culturas”. “Nos respetamos y hace que el barrio vaya mejor”.

Y a parte de diseñar actividades formativas elegidas por las propias familias, o encuadrarlas en un horario que les venga bien a ellas para poder asistir, preguntaba una docente cómo se conseguía que esas madres y padres fueran al centro, participasen.

La respuesta, por simple, tal vez no se vea. La dio José López: “Invítalas a merendar”. Una de las claves es reunir a las personas alrededor de una mesa, con un café, con algo de comida. En el CEIP Ciutat de Cremona, Alicia Requena, su directora, también habían optado por esta línea: “Con horchata y merienda”. Y no solo en Valencia. Desde el CEIP Andalucía de Sevilla también comentaron la “necesidad” de incentivar las reuniones con las familias con algo más que el título de la reunión.

Para López la clave es que el ambiente sea distendido, no obligatorio. De hecho, en el Santiago Apóstol se había optado por llamar al proyecto de formación “Tardes familiares”. A parte de la merienda, claro, la clave es que la formación es a demanda, la elegida por las familias: taller socio-sanitario sobre alimentación para los críos, habilidades sociales a la hora de enfrentar una entrevista de trabajo, alfabetización para el carné de conducir.

¿Para qué esta formación?

Esta tal vez se la pregunta clave. Dentro del proyecto de comunidades de aprendizaje entienden la formación de las familias como elemento fundamental para, entre otras cosas, romper con el determinismo social según el cuál el nivel de estudios de las familias (principalmente de las madres) predice el nivel académico de niñas y niños, o influye en su desarrollo en dentro del sistema educativo.

Las familias de ámbitos de exclusión social, que por lo general tienen niveles de estudios primarios o, como mucho, hasta la ESO, según informes como PISA, impactan en los resultados de niñas y niños de forma que no alcanzan altos niveles de competencia.

Mediante la formación de familias se consiguen importantes resultados que tienen incidencia en los resultados académicos de sus hijos e hijas. Uno de los primeros efectos es que estos ven a sus madres (y también a algunos de sus padres) estudiando dentro del mismo colegio que ellos. Ven directamente cómo repercute la formación en su futuro. Les ayuda a motivarse puesto que ven el referente adulto más claro. Las expectativas aumentan. En este sentido también habló Loli Santiago, profesora y voluntaria gitana en la Escuela Mediterrani, quien explicó que “Ven que tú lo has hecho y que ellas pueden hacerlo también”; “te conviertes en un referente”.

José López explicaba que: “Tiene mucho impacto para las niñas y los niños ver que sus padres también estudian y lo hacen en el mismo colegio que ellos. Además, cuando llegan a la casa ven que sus familias también tienen que hacer deberes y eso crea escuela“.

Así que el impacto sobre los resultados académicos es patente, pero no solo. También está el efecto que tiene esta formación en la convivencia dentro del centro. Lo ejemplificaba esto Reda Rigaa, un alumno de 12 años, de 6º de Primaria del Mare de Deu de Montserrat al explicar cómo había llegado un niño nuevo en 4º procedente de Bruselas. Y cómo los niños de la clase le hacían bromas sin pensar que le pudieran molestar. La madre del chico participaba dentro de los grupos interactivos que trabajan con los chicos diferentes horas a la semana y, viendo lo que ocurría, habló con la profesora de los niños. Hubo una reunión del grupo con esta docente y con la madre, que les explicó que su hijo lo estaba pasando mal.Las bromas cesaron, explicaba Reda, porque comprendieron lo que estaba ocurriendo.

El niño también ejemplificó la importancia de la formación de las familias hablando de cómo su padres estaba leyendo en las tertulias dialógicas literarias La metamorfosis de Kafka y cómo les explicaba a la familia de qué trataba durante la cena. “Ahora le explico yo que estoy leyendo El lazarillo de Tormes y de qué trata”. “Nos gusta que vengan al colegio porque nos pueden ayudar”.

*Fuente: http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2017/06/12/la-formacion-de-familias-en-contextos-desfavorecidos-como-elemento-basico-de-mejora/

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Conocer al alumno, estrategia contra la deserción

Por: Gloria Esther Trigos Reynoso

Es preocupante la posibilidad de  que el presupuesto para la educación superior se reduzca para el año próximo y que esto impactará directamente en la expansión del sistema para seguir atendiendo a los jóvenes en edad de cursar estudios universitarios, generando a su vez otro tipo de impactos de orden social y económico propios de personas desocupadas: ocio, falta de esperanza de un cambio en su calidad de vida, etcétera.

Sin embargo, esta situación también permite preguntarnos, ¿sólo es necesario educar a más personas? Con los recursos que tenemos ¿podemos mejorar la formación que ofrecemos en nuestras instituciones?, ¿podemos trabajar para retener a nuestros estudiantes para que culminen sus estudios?, ¿podemos facilitarles cerrar su ciclo de estudiante y prepararlos para su inserción laboral? A intentar dar respuesta a estos cuestionamientos nos invita la desafortunada situación financiera del país.

Desde esta perspectiva, ¿nos hemos detenido a reflexionar sobre el tiempo que permanece la influencia de la formación recibida en tal o cual institución educativa, tanto en el que culmina sus estudios superiores como en el que los abandona?, ¿Será acaso que permanece para siempre? Si es así ¿lo tenemos presente en los planteamientos existentes en el modelo académico que se ofrece y en la práctica docente que se imparte?, ¿existe articulación entre estos dos conceptos desde su etapa de diseño hasta su desarrollo?, ¿realmente se conoce al alumno y se trabaja en función de él?
Entonces, si aceptamos que la influencia de la formación ofrecida por una Institución Educativa permanece para siempre ¿qué hacer, desde ahora, para potenciar esa influencia en la vida de un exuniversitario?

Una de tantas respuestas, puede ser: Facilitarle su proceso de re – conocimiento  así como el desarrollo de su potencial para construir y concretar su proyecto de vida.
Derivado de lo anterior, obligadamente nos debemos preguntar: ¿Cómo hacer esto?

Reconocer al alumno como persona

Sin pretender dar una receta infalible, sino más bien guiada por el sentido común, considero que se debe pensar en introducir varios criterios para imprimirle calidad al Proceso de Enseñanza Aprendizaje (PEA):

• Tratar al joven estudiante como persona, con aspiraciones y necesidades específicas, no sólo como un sujeto a escolarizar.
• Transitar del concepto de grupo al de individuo en el PEA; es decir, dejar de tratar de manera uniforme a los alumnos que forman un grupo de clase. Cada vez es más urgente entender que cada uno tiene características diferentes por lo que se debe buscar la manera de conciliar y aprovechar la riqueza de dichas diferencias en su desempeño académico, en favor del cumplimiento de cada programa de estudios.
• Conocer la forma en que aprenden, procesan y aplican la información que reciben los estudiantes para diseñar y utilizar, en forma combinada y proporcional, las estrategias de aprendizaje idóneas para cada grupo.
• Identificar puntos de riesgo en tiempo real, para su atención inmediata. Por ejemplo, uno de los casos más frecuentes es que el alumno no pone atención en el número de ocasiones que reprueba la misma materia, o que se inscribe en ella. Cuando llega al límite permitido por reglamento y no aprueba dicha materia, simplemente causa baja del sistema. En este caso, el docente o tutor pueden orientar oportunamente, de manera preventiva, para evitar que por esa causa pierda la oportunidad de seguir estudiando.

Otro caso, puede ser cuando un alumno que lleva buen promedio, inclusive destacado, tiene que dejar sus estudios debido a que procede de una ciudad distinta y sus padres ya no pueden sostener su estancia en esa ciudad, o bien, casos que proceden de un medio rural y no logran adaptarse en el primer semestre o año al ambiente universitario y aunque tengan buen promedio, deciden dejar los estudios.

Indudablemente que hay muchas formas de abordar este tema, pero
algunas acciones específicas que ayudarían a construir una plataforma adecuada para atender las situaciones que se presentan durante los estudios, podrían ser:

Seguimiento de los individuos

• Realizar sistemáticamente un seguimiento de cada cohorte o generación original de estudiantes. Esto tiene que ver con realizar, de manera permanente, estudios longitudinales que permitan ver con claridad las transiciones académicas de cada estudiante así como identificar áreas de oportunidad. Pero, ¿por qué original? Porque se considera que es la forma idónea de ver con toda transparencia el egreso oportuno, el egreso con rezago, la discontinuidad y la propia movilidad del estudiante (cambios de carrera o institución).

Asimismo, se podrían realizar comparaciones del tiempo y circunstancias en que logra cerrarse una generación; es decir, en qué momento podemos decir que ya no habrá reactivaciones o reingresos de estudiantes que iniciaron sus estudios en un ciclo determinado. Hay generaciones que después de 16 años siguen activas, cuando el tiempo esperado oscila entre cinco y seis años. Conocer estos datos nos debe imponer como reto imaginar e implementar diferentes alternativas para atender y disminuir esta problemática.

• Diseñar y ejecutar Programas de Intervención ad hoc. Un caso clásico que requiere este tipo de apoyo es cuando el estudiante se da cuenta de que la carrera que eligió no es la que realmente le interesaba.

Se enfrenta entonces, al dilema de desconocimiento de las implicaciones que tiene un cambio de carrera y además, a lo que opinarán sus padres que son quienes, generalmente, cubren sus gastos. Siente amenazada la continuación de sus estudios. Ante situaciones así, hay quienes solos resuelven este conflicto con éxito, pero también hay quienes se quedan atrapados y toman una decisión quizá errónea y que a la postre les hará sentirse frustrados.

También está el caso de los que están próximos a egresar y que empiezan a ser conscientes de que su papel en la vida será muy distinto ya que tendrán que buscar trabajo y poner en práctica lo aprendido. Están llenos de temor ante la inminencia de su inserción laboral y se dan cuenta de que carecen de ciertas habilidades para iniciar esa nueva etapa de su vida.

Ayuda en la transición

En ambos casos, el acompañamiento que tengan de un tutor o de un orientador, mediante pláticas o talleres, les permitirá transitar esas etapas con mayor claridad y por ende, con mayor seguridad y éxito.

• Incorporándolos a actividades institucionales y no escolares.
• Apoyando el proceso de titulación. Se ha detectado que alrededor de un 40 por ciento de los que concluyen sus estudios no tramita su título y cédula profesional correspondiente. Ello se debe en la mayoría de los casos, a cuestiones de tipo económico y a desinformación sobre las opciones de titulación que ofrece cada institución. Este hecho pone en desventaja a los egresados que no tienen el documento que los acredite oficialmente como profesionistas en determinada carrera, respecto a los que sí realizan su trámite.
• Por otra parte, también se ha detectado que hay quienes han obtenido su título y cédula profesional después de hasta once años, quizá debido a que en su trabajo se les requiere para algún ascenso. ¿Por qué sucede esto? ¿Acaso no se podrían establecer acciones para que nuestros egresados se titulen en un periodo máximo de uno a dos años después de concluir sus estudios, incluyendo en ellas quitar barreras burocráticas que sólo sirven para ampliar el poder secretarial?
• Manteniendo el contacto con los estudiantes de cada cohorte; para ello es necesario realizar el seguimiento de egresados por generación, no cada cinco o diez años. Esta práctica permitiría analizar comparativamente su comportamiento y con los resultados obtenidos, mejorar el plan de estudios correspondiente; asimismo, resultaría familiar tanto para el egresado como para el que abandona sus estudios, seguir colaborando con la Universidad en estudios de naturaleza académica.

Todo esto es posible lograrlo si se involucran los docentes más experimentados y que les falta poco tiempo para jubilarse, ya que son profesionistas que han acumulado mucha experiencia con el paso de los años y que bien valdría la pena, que la reflejaran en sugerir e implementar acciones en beneficio de los estudiantes. Con ello se contaría, de manera natural, con un gran equipo multidisciplinario, lo que enriquecería sustancialmente el trabajo realizado en torno al desarrollo educativo institucional, permitiéndonos estar más cerca de lograr comunidades universitarias muy potentes.

Esto se puede lograr sin tener que hacer grandes gastos o inversiones, sino organizándonos mejor al interior de las instituciones de educación superior públicas, reconociendo y aprovechando las capacidades de su recurso humano en beneficio de las nuevas generaciones.

Fuente noticia: http://www.educacionfutura.org/conocer-al-alumno-estrategia-contra-la-desercion/

 

 

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