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IX convocatoria para la conformación de Grupos de Trabajo de CLACSO

Redacción:

El Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales abre la IX Convocatoria para la presentación de propuestas destinadas a la creación de Grupos de Trabajo (GTs) para el período 2019-2022.

Los Grupos de Trabajo (GT) son redes interdisciplinarias de investigadores de distintos países que se reúnen alrededor de un tema o problema social relevante para América Latina y el Caribe. Los GT trabajan para la producción de conocimiento comparado relevante y riguroso, y buscan lograr una efectiva relación entre investigadores, responsables de políticas públicas y organizaciones sociales.

Los GTs se seleccionan a partir de concursos públicos en los que se presentan propuestas temáticas específicas y un plan de trabajo trienal. Están integrados por investigadoras/es de los centros miembros y asociados a la red institucional de CLACSO, pudiendo contar con participantes externas/os. Las propuestas de los Grupos de Trabajo son evaluadas por jurados internacionales de reconocida trayectoria.

Las consultas se responderán únicamente por correo electrónico a partir del 5 de junio de 2019 en el correo gruposcv@clacso.edu.ar.

Fuente: https://www.clacso.org/ix-convocatoria-para-la-conformacion-de-grupos-de-trabajo-de-clacso/

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John Dewey (a propósito de “la fiesta de la democracia”)

Por: Jaume Martínez Bonafé

Si la democracia ha de liberar y cultivar la inteligencia, la escuela es el lugar en el que ese proceso se construye. Pero no puede haber aprendizaje de la democracia en una escuela que no sea democrática.

Estos días pasados se nos ha bombardeado desde los medios de comunicación y las declaraciones de diferentes líderes políticos con “la celebración de la fiesta de la democracia”, haciendo referencia a la reciente convocatoria electoral. Parece oportuno recordar, en tiempos en que las palabras pierden su sentido original y su fuerza más real, a uno de los autores que más ayudó a pensar la democracia y a relacionarla, además, con la función educativa.

Para Dewey la democracia no era una forma de gobierno sino una forma de vida social. Una sociedad democrática es móvil, cambiante, activa, conflictiva, tolerante, armónica (de todas estas maneras encontramos en Dewey acepciones a la democracia) y requiere de sus miembros inteligencia, compromiso e interacción positiva con el otro a fin de construir una comunidad justa e inclusiva. Esta capacidad humana debe ser educada, aprendida, haciendo democracia, es decir, resolviendo los problemas concretos que plantea la vida democrática. Y es en ese proceso, siempre social e inacabado, en el que se cultiva y desarrolla la inteligencia como función específica que dirige nuestros modos de comportamiento. Conviene recordar que Dewey era profundamente crítico con la sociedad industrial por la conformación rutinaria, pasiva, objetivada y mecánica del modelo de vida y de aquí la necesidad de la democracia como posibilidad de transformación de ese modelo de vida.

Así que la democracia es un procedimiento social que nos ayuda a crecer como seres humanos inteligentes y libres, un instrumento que facilita el cambio y la mejora de los modos de vida, alejada de verdades transcendentales o inmutables. Pero esa posibilidad pragmática deber ser educada. De aquí el importante papel que Dewey atribuye a la institución escolar. Si la democracia ha de liberar y cultivar la inteligencia, la escuela es el lugar en el que ese proceso se construye. Pero no puede haber aprendizaje de la democracia en una escuela que no sea democrática. Dewey, muy crítico con los sistemas educativos contemporáneos (“el sistema escolar siempre ha estado en función del tipo de organización de la vida social dominante” ) reclama una praxis educadora que partiendo de la experiencia vital investigue las realidades y conflictos sociales, desarrolle métodos rigurosos y científicos para su análisis y comprensión, y sugiera un “plan de operaciones” dice Dewey, proyectos de intervención y mejora de la realidad investigada.

Y es en este sentido que la educación es política: la teoría política de la democracia reclama una teoría política de la escuela que asegure procesos de experiencia, reflexión y aprendizaje de la vida democrática. La escuela, por tanto, es una “agencia”, un “laboratorio”, una “practica intencional”, una “lugar experimental” con un ambiente organizado y un programa específico que ofrezca las condiciones objetivas y subjetivas para vivir experiencias cualificadas que ayuden a los sujetos en su formación como reconstructores sociales. Pero la formación en el aula del espíritu democrático “sólo existe cuando el individuo aprecia por sí mismo los fines que se propone y trabaja con interés y dedicación personal para alcanzarlos”. Ese laboratorio de vida democrática que es la esuela se basa en una didáctica activa y experimental que trabaja con datos y se enfrenta a perspectivas inmutables y universos cerrados. La democracia se construye experimentándola.

Dewey escribió Democracia y Educación en 1916. Su obra fue traducida al español por un comprometido inspector de educación cercano a la ILE, Lorenzo Luzuriaga, que escapó al exilio tras el triunfo de la dictadura franquista, manteniendo en Buenos Aires el empeño editorial de las obras de Dewey en español. No se cuanto hay, en esta simbólica huida al exilio del texto de Dewey de silencio, olvido y despiste sobre el verdadero sentido pragmático de la democracia y el papal que debiera jugar la educación. Y desde el silencio, el olvido o el despiste, el fiestorro de la democracia da de si lo que da de si. La charlatanería mediática, la vaciada llamada puntual a depositar la papeleta, o la afirmación autoritaria y no argumentada pueden ser contrastadas con un modo de vida democrático si ha tenido ya en la escuela un espacio de vida democrática.

Fuente: https://eldiariodelaeducacion.com/blog/2019/06/05/john-dewey-a-proposito-de-la-fiesta-de-la-democracia/

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La educación vive en Brasil un clima de dictadura

América del sur/Brasil/06 Junio 2019/Fuente: El país

Desde el Ministerio de Educación piden a la sociedad denunciar a los profesores que intenten estimular a los alumnos a desarrollar su derecho a manifestarse

Junto con el descalabro de la economía que podría llevar a Brasil a una recesión técnica, el clima de miedo que viven las instituciones públicas de educación es uno de los puntos cruciales del nuevo Gobierno de extrema derecha que preside Jair Bolsonaro. Hasta el punto que en el mundo de la educación se vive ya un clima de dictadura y miedo ante las amenazas del ministro de Educación, Abraham Weintraub.

Ese miedo de profesores y alumnos ante las amenazas del Ministerio de Educación (MEC) de Brasil ha podido ser la causa de la fuerte disminución de público en las manifestaciones de este jueves con relación en la multitudinaria del pasado día 15. Si en la primera marcha contra los recortes de presupuesto a la enseñanza participaron 220 ciudades, el jueves solo fueron 82.

Las amenazas de las autoridades del MEC fueron tajantes: “Ninguna de las instituciones de enseñanza pública tiene prerrogativas legales para incentivar movimientos políticos partidarios y promover la participación de alumnos a las manifestaciones”. Hubo una petición oficial del MEC para que “la población denuncie a quien estimule manifestaciones en horario escolar”.

Si a los estudiantes Bolsonaro les llamó “idiotas útiles”, este jueves un joven en Fortaleza le respondió, en un cartel escrito a mano: “idiota inútil”. Ello indica el clima de tensión, preocupación y miedo que vive el mundo de la escuela y de la universidad, que se ven acusados de infundir ideología marxista a sus alumnos y que incitan a la sociedad a denunciar a profesores y alumnos.

Todo ello junto crea, en efecto, un clima de régimen dictatorial que solo puede acarrear prejuicios graves a la ya cenicienta educación de Brasil. Bolsonaro puede tener razón en denunciar que él recibió la educación con índices que aparecen siempre entre los peores a nivel mundial y que es preciso mejorar todo el mundo de la enseñanza, lo que no puede es acusar a los profesores de haber instituido un clima ideológico de izquierda impuesto a los alumnos y ahora querer sustituirlo por otro de ultraderecha con intimidaciones añadidas a quienes no acepten dicha imposición.

Mientras tanto, el presidente Bolsonaro parece querer emular al carismático expresidente, Lula da Silva, que se presentaba como “Lulinha paz y amor”. El hasta entonces duro presidente, amante de las armas parece haberse convertido en “Jairzinho paz y amor”. Así le hemos visto por primera vez cambiar el gesto de sus manos imitando a un arma con el gesto de un doble corazón. Lo ha hecho rodeado de sonrientes diputadas y teniendo a su lado, al presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Dias Toffoli, también con sonrisa de oreja a oreja.

La foto es emblemática porque se sabe de la poca simpatía y aprecio de Bolsonaro por las mujeres. Basta recordar que defiende que deben ganar menos que los hombres y que, refiriéndose a la única hija de sus tres matrimonios, confesó que nació mujer “por un descuido suyo”. Así como resulta enigmático el enamoramiento repentino de Bolsonaro por Dias Toffoli cuando sus seguidores más radicales piden el cierre del mismo.

Algo de significativo debe existir en ese enamoramiento repentino de Bolsonaro por Toffoli hasta el punto que, mientras hacía el gesto del corazón que lo hacía ver como pacifista, llegó a confesar: “Es muy bueno tener a la justicia a nuestro lado”. Cabría preguntarse qué interés, incluso personal o familiar, puede tener el presidente brasileño para sentir el gozo de tener a su lado como protector al discutido Dias Toffoli.

Mientras tanto, desde el Ministerio de Educación piden que la sociedad y los alumnos denuncien a los profesores que intenten estimularles a desarrollar un derecho sagrado y constitucional de manifestación, de libertad de expresión y de pensamiento. ¿Qué hará Dias Toffoli, la última conquista amorosa de Bolsonaro, si llega a sus manos la petición para juzgar ese clima dictatorial y de miedo en escuelas y universidades?

Lleva razón Bolsonaro que “es muy bueno”, en ciertos momentos, “tener a la justicia a tu lado”. Mientras tanto, el Gobierno maniatado en esas inútiles peleas ideológicas, parece que los millones de pobres, que lo son cada día más y más numerosos, han desaparecido de la escena. Nadie habla de los 13 millones de personas sin empleo, de los seis millones que, desilusionados, ni lo buscan. De los miles de estudiantes que han tenido que dejar las aulas para ir a aliviar la pobreza de sus padres trabajando para pagar deudas.

Nadie habla de hacer una gran campaña para ayudar a los millones de analfabetos funcionales que arrastra este país desde los tiempos de la esclavitud. Ellos son los verdaderos parias ya que se quedan siempre al margen de la riqueza y de la cultura, masa de maniobra para la compra de votos que perpetua la política incapaz de colocarse al lado de esas gentes y escuchar el dolor que desde generaciones llevan dentro.

Todavía este jueves un trabajador, que tiene la suerte de contar con un pequeño salario, me decía: “Pobre debe morir”. Terrible examen de conciencia para los satisfechos, los que sí tienen derecho a vivir, aunque sea a costa de quienes nacieron para morir antes de tener tiempo de soñar.

Fuente: https://elpais.com/internacional/2019/05/31/america/1559331521_267471.html

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Investigarán durante 3 años la desigualdad educativa en Puerto Rico

Centroamérica/Puerto Rico/30 Mayo 2019/Fuente: Noticel 

Una subvención de $650,000 donada por las fundaciones William T. Grant y Spencer permitirá que durante los próximos tres años un equipo de investigadores de la Universidad de Toronto y el Departamento de Educación (DE) de Puerto Rico liderados por el profesor en economía, Gustavo Bobonis, mejore el rendimiento académico entre los estudiantes en las escuelas públicas con dificultades.

Las fundaciones crearon la beca ‘Reto Institucional’ para alentar a los investigadores a asociarse con organizaciones públicas para lograr resultados más equitativos para los jóvenes.

«¿Cómo conseguimos que los formuladores de políticas públicas utilicen a los investigadores de manera más efectiva, y cómo hacemos que los investigadores se interesen en hacer investigación que sea aplicable al mundo real?» son algunas de las preguntas que el equipo buscará responder, explicó Bobonis a Noticias de UT.

Bobonis abundó que el programa de Economía en la Universidad de Toronto establecerá un laboratorio de investigación de políticas para proporcionar la infraestructura necesaria para que la asociación funcione.

En Puerto Rico, el 94 por ciento de los estudiantes de octavo grado no pueden demostrar un dominio básico en matemáticas. Con esta subvención los educadores en la Isla podrán usar datos e investigaciones para configurar políticas que combatan la desigualdad juvenil en uno de los sistemas escolares con peor desempeño en los Estados Unidos.

«Esperamos que nuestras evaluaciones muestren que los niveles de rendimiento académico mejoran para los niños atendidos por un sistema que toma decisiones basadas en datos e investigación», aseguró Bobonis.

Uno de los proyectos consistirá en evaluar la capacitación y tutoría de los directores de escuelas. Un segundo enfoque es la evaluación de políticas pasadas, como los efectos del cierre de escuelas en uno de los distritos escolares más grandes de los Estados Unidos, que cubre toda la isla.

Las escuelas han estado cerrando a medida que la población del territorio estadounidense, que todavía trata de recuperarse del huracán María y donde el 57 por ciento de la niñez vive en la pobreza, disminuye y los funcionarios intentan crear economías de escala para reducir el costo de la educación por estudiante.

La Universidad de Toronto ha estado trabajando con el DE desde 2017.

Fuente: https://www.noticel.com/ahora/educacion/investigaran-durante-3-anos-la-desigualdad-educativa-en-puerto-rico/1080915023

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La educación en Colombia, un debate que no hemos sabido plantear

Por: Carlos David Martínez Ramírez/las2orillas.co=29-05-2019

Han sido muchos los intentos, pero aún no hemos logrado dar en el clavo. Y sin enfocar acertadamente las aristas más importantes, es poco lo que podemos avanzar

Uno de los problemas más graves de la educación en Colombia tiene que ver con la falta de estabilidad en las políticas públicas. El(la) ministro(a) que llega suele desconocer el trabajo de su antecesor(a) e igualmente ocurre en las entidades territoriales. Este es un fenómeno que no es nuevo. La Universidad Pedagógica Nacional desarrolló una recopilación de varios artículos editoriales sobre educación en diferentes periódicos del país, y de la misma manera en que inicia este párrafo, inician varios artículos escritos incluso a inicios siglo XX.

La manera más sintética de expresar el problema es que contamos con políticas de gobierno y no con políticas de Estado. Un avance importante se ve reflejado en los esfuerzos por estructurar planes decenales de educación. Pero, ciertamente, falta mucho para que se logren proyecciones importantes para que la educación acompañe y potencialice esfuerzos nacionales de desarrollo integral. Un ejemplo interesante puede apreciarse en algunos países asiáticos en los períodos de posguerra, en los cuales se usó el sistema educativo para proyectar su crecimiento económico pronosticando los requerimientos de perfiles profesionales específicos.

De alguna manera, todos somos responsables, las manifestaciones para reclamar mejores condiciones, por parte de algunos docentes y agremiaciones de docentes, a veces se concentran en reclamos de corto plazo (válidos y justificados) y vale aclarar que muchas veces (me atrevo a decir que la mayoría) también se reclama políticas públicas estables y serias, pero los medios de comunicación tradicionales no visibilizan estos reclamos y se concentran en temas como los aspectos salariales y de atención en salud, los cuales, insisto, también son muy importantes. Pero es muy posible que a los docentes y a los intelectuales nos falte hacer más por llamar la atención de la comunidad sobre la importancia de estos otros temas.

Otro debate que suele pasarse por alto o suele enfocarse equivocadamente tiene que ver con las diferencias entre la educación pública y privada. No debería preguntarse si la educación privada es mejor que la pública, juego en el que caen banalmente la mayoría de los medios de comunicación convencionales. Deberíamos preguntarnos mejor: si la educación se considera un servicio o un derecho; si el Estado garantiza este derecho a la población de manera adecuada y pertinente; si la oferta educativa del sector privado es complementaria a la del sector público o si rivaliza en una “sana” competencia o de manera “abusiva”; si la diversidad en la oferta educativa representa oportunidades interesantes para la mayor parte de la población, o si es un síntoma de inequidad en el acceso. En una lógica económica de oferta y demanda, los “consumidores” de los “servicios” educativos podrían escoger las mejores opciones de acuerdo a sus preferencias, gustos, intereses e incluso características de personalidad, pero la realidad en Colombia es que la diversidad es más una señal de inequidad que una muestra de “oportunidades”, de manera que muchos escogen de acuerdo a lo que les alcance el bolsillo.

De esta manera, otro debate equivocado suele ser la comparación con otros países. Por ejemplo: estudiar un doctorado en Colombia es muy costoso, en Alemania es gratis, la mayoría de universidades en Colombia son privadas, en Alemania son públicas; en este orden, no se puede comparar a Colombia con Alemania así nada más. El problema no está en compararnos con otros países, en muchas ocasiones puede servir de mucha utilidad; piénsese en la primera misión alemana en 1870 de la cual se derivaron aprendizajes muy importantes para mejorar (estructurar) el sistema educativo colombiano; el problema está cuando se pretende aplicar modelos foráneos sin reconocer la falta de integralidad (o integración) de nuestro sistema educativo y las particularidades de nuestra situación social, económica y política.

Fuente de la Información: https://www.las2orillas.co/la-educacion-en-colombia-un-debate-que-no-hemos-sabido-plantear/

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Venezuela: Universidades sufren impacto de las políticas contra la educación superior

Redacción: El Carabobeño

La rectora de la UC, Jessy Divo de Romero lamentó las políticas contra el sector universitario, como causa principal de las pésimas condiciones en las que se encuentran las universidades.

Cada día es más visible el deterioro de las instituciones de educación superior y la Universidad de Carabobo no escapa a esta realidad. Pese a los grandes esfuerzos de las autoridades, el campus Bárbula ha sido fuertemente golpeado por la insuficiencia de recursos, a lo que se suma el desbordamiento de la delincuencia que ha hecho de las suyas dentro de nuestro recinto por la ausencia de cooperación de los cuerpos de seguridad.

Ante esta situación, la rectora Jessy Divo de Romero lamentó las políticas contra el sector universitario, como causa principal de las pésimas condiciones en las que se encuentran las universidades.

Con la reconversión de la moneda, la situación se agravó aún más, explicó Divo de Romero, ya que las asignaciones quedaron reducidas a montos irrisorios; es así como podemos ver que hay direcciones y dependencias cuyos montos para funcionar no alcanzan ni para la compra de una resma de papel. En escalas similares quedaron todas las universidades y sus sedes académicas y administrativas y es algo que no pueden negar.

Ante esta realidad, las universidades se mantienen funcionando al mínimo de su capacidad, a través de créditos adicionales, figura jurídica que anteriormente era para cubrir una extensión de los gastos ordinarios y desde hace varios años es la forma en la que se ha venido manejando la Oficina de Planificación del Sector Universitario. Lo excepcional lo convirtieron en procedimiento habitual.

Presupuesto deficitario
Divo de Romero detalló que el Presupuesto asignado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología para 2019 fue de 1.178.186.450 Bs, 2.395.851.828, 21 Bs por crédito adicional para un total de 3.574.038.278,21 Bs, sin embargo, la UC envió un oficio solicitando recursos para cubrir las insuficiencias del primer trimestre, por un monto de 6.133.639.236,59 Bs, del cual no se ha recibido respuesta.

Dependencias activas
A pesar de la grave crisis universitaria, todas las dependencias de la Universidad de Carabobo se mantienen activas. En todas sus sedes hay personal que cumple con sus actividades, pese a que muchas dependencias han sido objeto de robos y desmantelamiento por parte de delincuentes.

Divo de Romero reconoció el trabajo, la entrega y dedicación de todo el personal ucista, obrero, administrativo y académico, que día a día asiste a sus puestos y luchan por no abandonar los espacios de su alma máter. “Para los universitarios es triste ver cómo están nuestros espacios, pero estamos seguros de que nuestra casa de estudios volverá a tomar el sitial de honor que siempre ha tenido.

Fuente: https://www.el-carabobeno.com/universidades-sufren-impacto-de-las-politicas-contra-la-educacion-superior/

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España: Necesitamos una educación europea común

Europa/España/23 Mayo 2019/Fuente: El diario

En la expansión del carácter común europeo no puede estar sola la Escuela; ésta debe sentirse acompañada por la Enseñanza no formal, la que percibimos a través de los medios sociales, la familia y las propias instituciones no educativas

El próximo 26 de mayo la ciudadanía europea elegirá a sus representantes en el Parlamento para los próximos cinco años. La coincidencia en España de estos comicios con las elecciones locales y autonómicas (territoriales en Euskadi) le está restando la importancia debida y añade un elemento más de incertidumbre sobre el resultado final que se produzca. Esta situación ha sido ya detectada por parte de la clase política –especialmente la que ya ha tenido contacto con las diversas instituciones europeas (Parlamento, Consejo y Comisión)- y ha empezado a alzar sus voces para que el electorado fije también aquí la atención necesaria, ante el temor de que disminuya drásticamente la participación en este proceso electoral.

Y no es para menos. Tanto a nivel interno como internacional estamos inmersos en procesos que ya no controlan nuestros gobiernos nacionales. Veamos algunos ejemplos. Prácticamente dos de cada tres cuestiones que afectan a la ciudadanía de cualquier país, de los 28 que componen la Unión, se dirimen en Bruselas y no en Berlín, Madrid o París. El despiadado proceso de globalización mundial que sufrimos se perfila en foros como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional, donde son las multinacionales las que llevan tiempo poniendo la música y marcando el ritmo de baile. La situación de precariedad de millones de trabajadores y trabajadoras deberá estar organizada cada vez más por la unión de alianzas de organizaciones sindicales que superen los marcos nacionales. La lista puede seguir alargándose y confirmaría la sensación de que sólo una comunidad internacional de países con objetivos comunes puede ser la que solucione las “presiones”citadas.

Por eso es necesario remarcar la importancia que la votación del próximo 26 de mayo al Parlamento europeo –por cierto, el único, a diferencia del Consejo y de la Comisión, elegido por el voto directo de la ciudadanía- tiene para el inmediato futuro de 500 millones de personas. Y es que, además, en opinión de los expertos, no corren buenos tiempos para la Unión Europea, acuciada interna y externamente por problemas que nos siguen empequeñeciendo a los ojos del mundo.

En el ámbito exterior  aparecen cuestiones como la crisis climática –a la que muestran oídos sordos sus principales causantes, China y EE.UU-, la vergonzosa actitud europea en el trato a la población migrante, el escaso peso futuro de la población europea (6 %) para una humanidad que superará en el año 2030 la cifra de 8.600, (según Naciones Unidas), o la intrascendencia geoestratégica que juega este continente en plena recrudecimiento de la política de bloques entre EE.UU-China-Rusia. Es decir, minucias que ahondan en la idea de que sólo la unión de intereses será capaz de proponer soluciones garantistas con el estado del bienestar conseguido en los últimos decenios.

Si nos miramos por dentro, las y los europeos tenemos que estar preocupados/as por las consecuencias del Brexit y la salida aún incierta de si será o no pactada con el Reino Unido. Y otro asunto no de menor importancia: el deseo de frenar nuevamente el crecimiento del populismo más ultraconservador que capea a sus anchas por media Europa. Este último, por sí solo debería ser el elemento definitivo que nos inclinara a votar el próximo 26 de junio. La ultraderecha está presente en los parlamentos de 17 países de la Unión y en los gobiernos de Austria, Italia, Dinamarca, Finlandia, Eslovaquia y Polonia. En España, VOX ya ha establecido una cabeza de puente en Andalucía y en el propio Parlamento español y pocos dudan de que siga siendo una fuerza en auge. Un crecimiento de esta ideología en el conjunto europeo con una presencia decisiva en el nuevo Parlamento desencadenaría un conflicto de incalculables consecuencias en temas tan sensibles como la inmigración, el reparto territorial o la construcción de una Europa más social. Hasta la fecha, tal y como demuestra el Eurobarómetro, convertir al migrante en chivo expiatorio ha salido rentable a esta opción ultra: la inmigración ya es la máxima preocupación de las/os europeas/os.

También la Educación debería ser una razón para generar más Europa.  Y el reto es, cuando menos, complicado. Diversos estudios comparativos sobre los sistemas educativos en Europa nos hablan de la complejidad de homogeneizar políticas educativas (desde las muy centralizadas de Francia al modelo español, por ejemplo), redes (desde las mayoritarias de la Enseñanza Pública en los países nórdicos hasta el caso holandés, eminentemente concertado), o itinerarios diferenciados en Secundaria (muy tempranos, como el caso alemán, comprensivos hasta los 16 años, en España), por citar algunas diferencias notables. Otras cuestiones, no menores, como el tratamiento de los salarios del profesorado, las jornadas lectivas o la edad de inicio de la escolaridad obligatoria  siguen presentando profundas diferencias, según el país que observemos.

Pero, una Unión que pretende cohesionar 28 sociedades distintas debería pensar en la Educación como un agente activo que encontrase motivos comunes que la avalaran. La idea no es nueva. Ya el Consejo Europeo de 2009 estableció cuatro objetivos estratégicos en esta línea: hacer realidad el aprendizaje permanente y la movilidad; mejorar la calidad y la eficacia de la educación y la formación; promover la equidad, la cohesión social y la ciudadanía activa; e incrementar la creatividad y la innovación en todos los niveles educativos.

una Unión que pretende cohesionar 28 sociedades distintas debería pensar en la Educación como un agente activo que encontrase motivos comunes que la avalaran

Diez años después no se ha avanzado demasiado en una política educativa común, terreno incomprensiblemente privativo de los respectivos gobiernos nacionales. Así, se hace difícil defender la importancia que cuestiones como las que he señalado  al principio suponen para la ciudadanía europea. La falta de concreción en el ámbito educativo priva de una mayor cohesión popular, que no se identifica especialmente con los riesgos ya señalados. Por eso aprovecho la oportunidad para lanzar una idea de trabajo –no nueva, aunque apenas desarrollada, hasta ahora-. Un proyecto que involucre a los distintos estados y sirva para generar una mayor conciencia transnacional: la Educación para la Ciudadanía Europea.

Como argumentaron M. Puig Gutiérrez, S. Domene Martos y J. A. Morales Lozano (Educación para la ciudadanía: referentes europeos. Ediciones Universidad Salamanca, 2010) “educar para la ciudadanía es una necesidad actual (y no tanto un oportunismo político), que cobra sentido desde la concepción del aprendizaje como proceso que se desarrolla a lo largo de la vida y que nos permite hacer frente a la realidad de cada momento y contexto; y desde una política común de reconocimiento de la ciudadanía europea y la educación como estrategia esencial de la misma”.

Brindar a los ciudadanos la oportunidad de interactuar y participar en la construcción de una Europa cada vez más cercana, unida y enriquecida por su diversidad cultural; forjar una identidad europea, basada en valores, historia y cultura comunes y reconocidos, o mejorar la comprensión mutua entre los ciudadanos europeos en el respeto y la apreciación de la diversidad cultural, deben ser objetivos generales de tal materia que debería atravesar los distintos currículos nacionales educativos.

Crear una cultura común transnacional supondrá indagar más en los colectivos invisibilizados, marginalizados (la mujer, las clases populares), que hable de episodios de paz sobre los de guerra (tres veces más citados los bélicos en los libros de texto de Ciencias Sociales de 4º de ESO, según un estudio de 2017), que fomente la pluralidad étnica como valor y oportunidad de diversidad educativa.

En esta tarea de expansión del carácter común europeo no puede estar sola la Escuela; ésta debe sentirse acompañada por la Enseñanza no formal, la que percibimos a través de los medios sociales, la familia y las propias instituciones no educativas.

De la mejora de esta realidad común se beneficiaría, sin duda la Europa social, esa a la que le preocupa el fin de mes, la que necesita complementar seguros nacionales de paro, la que espera acuerdos de salarios mínimos, redistribución fiscal y una negociación colectiva transnacional, tal y como apunta Josep Borrell (Por un relanzamiento europeo, El País, 9/05).

Este año se cumplen 60 desde que la firma de los Tratados de Roma hiciese surgir la idea de un proyecto europeo común. Es un buen momento para que una apuesta decidida de apoyo y fomento de la educación y la cultura permita mejorar el sentimiento de pertenencia a una comunidad europea, de momento más virtual que real, más económica que social. Algún intento por parte de las instituciones ya se ha dado en este sentido. Resta que se aplique con intención y confianza en los países miembros.

La mitología griega nos recuerda que la belleza de Europa obligó al dios Zeus a raptarla y llevársela lejos de sus dominios. No aclara si fue feliz con su nueva situación, más allá de los tres hijos que engendró, aunque el uso de la fuerza y el engaño no llevan a concebir demasiada esperanza. Ahora, en 2019, puede ser que Europa se encuentre ante un secuestro más sutil, pero no menos efectivo por parte de los Zeus actuales si no mostramos el próxima 26 de mayo fortaleza y confianza en nuestras propias fuerzas.

Un reciente documento editado por CCOO (“Tú decide. Propuestas al Parlamento europeo”) señala con certeza las características que debe tener ese nuevo espacio que deseamos construir: la Europa social, democrática, solidaria e igualitaria, feminista, del trabajo decente, de las personas y no sólo de los mercados, que camine hacia una transición justa. Una Europa así no se construye sola, sino con la colaboración de cuantas personas la deseen. Lo que significa tomarnos en serio estas elecciones. También exigir a todos los políticos que piensen -¡una vez más!- en clave de Educación.  Todas, todos, saldremos beneficiadas/os.

Fuente: https://www.eldiario.es/norte/vientodelnorte/Necesitamos-educacion-europea-comun_6_901219880.html
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