*Esta columna fue escrita junto a Marcelo Correa, Secretario General CONES..
En los últimos días hemos conocido dos novedades importantes para la educación general en Chile. En primer lugar, la OECD, a través de su informe de evaluación de las políticas educacionales para nuestro país (que observa el ciclo 2004-2016), entrega un sólido respaldo a las reformas que se han estado poniendo en marcha en el último tiempo. La ley de inclusión, la nueva educación pública y el sistema de desarrollo docente, con sus fortalezas y limitaciones, diría la OECD, representan condiciones fundamentales para dar un salto en calidad y equidad en nuestro sistema escolar en los próximos años. En segundo término, también en los últimos días la Agencia de Calidad ha dado a conocer los resultados de la primera participación de Chile en el Estudio Internacional de Progreso en Competencia Lectora (PIRLS, por sus siglas en inglés). La evidencia ahí recolectada nos muestra que las oportunidades de aprendizaje que provee nuestro sistema a los niños y niñas de educación primaria – en un área fundamental para el desarrollo humano como la lectura – están todavía lejos de aquellos países con PIB similar a Chile, que persiste una gran proporción de estudiantes (40%) en los niveles inferiores de desempeño y que seguimos siendo testigos de niveles inaceptables de inequidad y segregación. Esta combinación de noticias es probablemente un reflejo muy claro de lo que hoy representa nuestra educación general: un sistema en plena transformación, pero en el que al mismo tiempo se requieren nuevos impulsos y políticas que permitan traducir dicha transformación en un mejoramiento sustantivo de las oportunidades de desarrollo integral que ofrecemos a todos los niños, niñas y jóvenes.
En este escenario, los programas para la educación escolar de las candidaturas presidenciales en carrera debiesen ser motivo de preocupación. Cuesta encontrar en ellos una visión de futuro para la educación obligatoria, a pesar de que, como toda la evidencia indica, es en la educación inicial y general donde esencialmente se juega el éxito o fracaso de cualquier sistema educativo. En el caso de Sebastián Piñera, un largo y desarticulado listado de iniciativas para la educación general convive hoy con la intención – comunicada públicamente – de “corregir” o retroceder en algunos aspectos de las reformas en curso (como abrir nuevamente la puerta a la selección o establecer un copago encubierto). En el caso de Alejando Guillier, si bien su programa da cuenta de la necesidad de consolidar y proyectar algunos de los avances logrados en el último tiempo, no se aprecia con claridad cuáles son las políticas para la educación escolar que concretamente priorizará en su gobierno.
El desafío del próximo período gubernamental consiste en, a partir de los cambios ya en ejecución, iniciar un nuevo ciclo de políticas educacionales, con un claro protagonismo de las comunidades educativas y sus integrantes, que le permita al país avanzar mucho más decididamente en calidad e inclusión. Un salto en las condiciones para la calidad – como el coeficiente técnico – de la educación parvularia, un plan de fortalecimiento radical de la formación inicial y continua de nuestros docentes y directivos, una discusión y decisión de fondo sobre la racionalidad del currículum, una reforma profunda al sistema de aseguramiento de la calidad (SAC), una política de expansión de la educación pública escolar, y la puesta en marcha urgente de un nuevo sistema financiamiento para la educación general, debieran ser agendas prioritarias para este nuevo ciclo político y educacional que se ha abierto en Chile.
No cabe duda que para avanzar en estas nuevas reformas es indispensable, primero que todo, implementar rigurosamente, pero con visión crítica y una amplia participación de sus protagonistas, cada uno de los cambios – como la ley de inclusión, la nueva educación pública y la ley de formación ciudadana – que se han venido concretando para la educación general en los últimos años. Cualquier retroceso o estancamiento en estas materias sería una mala noticia para nuestro sistema escolar.
La medida comenzará a implementarse desde el inicio de 2018, aunque la comunidad educativa ve difícil su aplicación.
Francia ha decidido prohibir los teléfonos móviles tanto en las escuelas como en los institutos. Así lo ha anunciado este martes Jean-Michel Blanquer, ministro de Educación, quien también explicó que la medida entrará en funcionamiento “desde el comienzo de 2018”.
”Estamos trabajando en este tema y puede tomar diferentes formas. Alguien puede necesitar los móviles para fines pedagógicos o para situaciones de emergencia. Por eso los teléfonos estarán guardados, explicó Blanquer. El ministro recordó que en algunas universidades “ya se está aplicando esta medida”.
La medida entrará en funcionamiento “desde el comienzo de 2018”
Según Jean-Michel Blanquer, la cuestión del uso de las pantallas es ya una cuestión de “salud pública”. “Es bueno que los niños no pasen demasiado tiempo delante de ellas, sobre todo antes de los 7 años”, apuntó.
Muchos maestros están alarmados por la “guerra interminable” que libran contra los teléfonos móviles en la escuela. Ocho de cada diez adolescentes los llevan a clase, según un estudio, En 2011 eran solo el 20% de los alumnos. Y los expertos apuntan que la tendencia es que ese comportamiento se amplíe hacia la primaria.
Lo comunidad educativa, sin embargo, cree que la implementación de esta medida va a ser complicada. El código de educación ya prohíbe el uso de teléfonos móviles en colegios y escuelas durante las clases. La prohibición durante el recreo y el mediodía es más difícil de llevar a cabo, dicen los sindicatos, tanto porque los padres desean hablar con sus hijos después de las clases como por las limitaciones prácticas que tendrán que afrontar los trabajadores de los colegios.
Muchos maestros están alarmados por la “guerra interminable” que libran contra los móviles en la escuela
Declaró inconstitucional un inciso de la ley de Educación de la provincia de Salta, que establece la enseñanza religiosa en los planes de estudio de las escuelas estatales, por considerarlo discriminatorio.
La Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) declaró la inconstitucionalidad de un inciso de la ley de educación de Salta que establece la enseñanza religiosa en los planes de estudio de las escuelas públicas, por considerar que es “discriminatorio y viola el derecho a la intimidad de las familias”, según anunció ayer el Centro de Información Judicial.
Con el voto de Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, el máximo tribunal declaró inconstitucional el inciso “ñ” del artículo 27 de la ley de educación salteña, y quitó validez a la obligación de que los padres completen un formulario para exteriorizar la religión que profesan.
Tras conocerse el fallo, el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, envió a la legislatura provincial un proyecto que modifica la ley provincial de educación y deja a la religión fuera del horario de clases, como anticipó que haría si la Corte avalaba el reclamo.
“El texto del inciso ‘ñ’ del artículo 27 de la ley de educación provincial no contiene un supuesto de discriminación directa sino que, bajo la apariencia de neutralidad, tiene decisivos efectos discriminatorios”, sostuvieron los jueces en el fallo de 94 páginas, en el que remarcaron que “viola el principio de igualdad y no discriminación que debe orientar” a las políticas educativas.
Lorenzetti, Highton de Nolasco y Maqueda aseguraron que “en numerosas escuelas públicas salteñas se ha adoctrinado a los alumnos en el catolicismo, así lo indican los textos, ilustraciones y ejercicios contenidos en los libros utilizados en las clases de enseñanza religiosa”.
La Constitución Nacional establece un ámbito en el que cada individuo es soberano para tomar decisiones libres sobre el estilo de vida que desea, por lo cual, que alguien pueda ser obligado a revelar sus creencias religiosas es “abrir una grieta en el sistema de derechos fundamentales”, explicaron los jueces.
La causa fue promovida por madres de alumnos de escuelas públicas
“Además, se encuentra acreditada la presencia de alumnos en el aula durante las clases de catequesis pese a que sus padres habían exteriorizado su voluntad de que sus hijos no recibieran educación religiosa, o bien manifestado en forma expresa que no profesaban religión alguna”, agregaron Lorenzetti, Highton de Nolasco y Maqueda.
Los magistrados sostuvieron que en la escuela, fuera del horario de clase, todos aquellos que deseen recibir enseñanza religiosa pueden hacerlo.
En disidencia, el juez Horacio Rosatti consideró que la ley “es constitucional”, pero exhortó a la provincia de Salta a instrumentar las medidas necesarias para adaptar los contenidos curriculares de la materia y disponer el cese de todo rito religioso durante la jornada escolar.
Por su parte, el juez Carlos Rosenkrantz no suscribió la sentencia pues se excusó de intervenir en la causa ya que al momento de promoverse la acción de amparo era miembro de la Asociación por los Derechos Civiles, coactora en estas actuaciones, precisó el CIJ.
La causa fue iniciada con una acción colectiva de amparo promovida por un grupo de madres de alumnos de escuelas pública salteñas y la Asociación por los Derechos Civiles (ADC) contra la provincia por considerar que la norma de educación local violaba la ley 1420 de Educación Pública de 1884 que establecía la laicidad.
Tras ser rechazado el planteo por todas las instancias de los tribunales salteños, incluida la Corte de Justicia provincial, el recurso llegó a la Corte Suprema, que realizó cuatro audiencias públicas este año en las que participaron académicos, defensores de los derechos humanos y representantes de distintos credos.
La discusión en torno a la educación religiosa en las escuelas movilizó a los salteños que realizaron movilizaciones a favor y en contra de la medida mientras la CSJN la tenía en análisis.
El gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, había dicho que la provincia aceptaría la sentencia de la Corte, a pesar de su defensa de la educación religiosa.
“Si la Corte Suprema de Justicia de la Nación dice que nuestra Constitución viola la Constitución nacional, deberemos hacerle caso a la Corte”, afirmó en esa ocasión Urtubey.
En el fallo, los magistrados concluyeron que “de lo expuesto surge claramente que, dentro del sistema educativo público de la Provincia de Salta, existen patrones sistemáticos de trato desigualitario hacia grupos religiosos minoritarios y hacia los no creyentes”.
Las autoridades chinas han ordenado el cierre de una escuela de «pureza» para mujeres en la provincia de Lianoning por un vídeo que presentaba «problemas con la moral social».
Las autoridades chinas han ordenado el cierre de una escuela de ‘pureza’ para mujeres en la provincia de Lianoning (noreste) a raíz de la polémica desatada por un vídeo en el que se veía a un profesor explicando que «las mujeres deben hablar menos, hacer tareas domésticas y cerrar la boca».
Este vídeo se publicó en la red social china de microblogs Sina Weiboo, donde generó más de 5.000 comentarios, y llevó a las autoridades a ordenar el cierre inmediato de la escuela alegando que presentaba «problemas con la moral social» y que se había abierto sin contar con una licencia.
«Las mujeres no deben luchar para progresar en la sociedad, deben quedarse en el nivel de abajo. Si pides comida a domicilio en vez de cocinar por ti misma, estás desobedeciendo las reglas para mujeres«, adoctrinaba el instructor a las estudiantes en el vídeo.
La escuela pertenece a la Asociación de Investigación Cultural Tradicional de la ciudad de Fushun, constituida en el año 2011 tras recibir aprobación de las autoridades locales y que cuenta con distintas sedes en las ciudades de Wenzhou(en la provincia de Zhejiang, al este), Zhengzhou (en el río Amarillo, en la provincia de Henan, noreste) y Sanya (al sur de la isla de Hainan).
La oferta educativa de esta asociación se basa en la cultura tradicional china y busca atraer a adolescentes de todo el país. La clase para mujeres se impartió en un área de la escuela «no autorizada», según las autoridades citadas por Xinhua.
Según esta agencia oficial, las autoridades dijeron que habían aprendido una «importante lección» con este incidente y que «no permitirán a ninguna institución operar sin permiso, para evitar que se produzca alguna situación que vaya en contra de los valores del Socialismo chino».
14 diciembre 2017/Fuente: El Diario de la Educación
La profesora del instituto Marta Estrada de Granollers explica si el contexto político ha acondicionado sus clases y profundiza en cómo se aprende la historia en pleno siglo XXI.
“A los alumnos les interesa mucho la cuestión política”, explica Victoria Carrió. En sus clases de Ciencias Sociales se habla, de política, pero no porque ella tenga más o menos ganas, sino porque suele plantear la clase a partir de preguntas. Y los chicos y chicas preguntan, más aún cuando los temas de historia que tratan tienen una conexión a menudo evidente con la actualidad en Cataluña o en todo el mundo. A lo largo de la entrevista, esta profesora del instituto Marta Estrada de Granollers explica si el contexto político ha acondicionado sus clases y profundiza también en cómo se aprende la historia en pleno siglo XXI.
¿En qué parte del temario se encuentra estos días en el instituto?
Ahora en tercero estamos estudiando una parte pequeña de Historia Moderna. Hoy hemos trabajado la Inquisición, aunque la forma de hacerlo tal vez es diferente de la que estamos acostumbrados tradicionalmente. En nuestro centro no utilizamos libros de texto en la materia de Ciencias Sociales. La propuesta para tercero es crear un cómic histórico como trabajo final de una labor de investigación histórica y los alumnos se documentarán en grupos cooperativos. Yo les propongo temas generales, como por ejemplo la Monarquía Hispánica, y ellos hacen una búsqueda que después deben verificar en clase como base para el cómic.
¿Es complicado hablar de historia en el curso que estamos viviendo?
Quizás es un poco más difícil. El proceso independentista hace años que existe, y los alumnos igualmente hace años que preguntan, ya sea en la asignatura de Historia o en la de Valores éticos y ciudadanía. Ha sido constante y ahora aún más, claro.
Lo preguntaba porque algunos maestros nos decían que tienen miedo de hablar de según qué temas en clase vistas las acusaciones y querellas.
Yo no he cambiado nada mis clases, porque siempre las he hecho a partir de las preguntas de los alumnos, no de mis posicionamientos (que encuentro que no son interesantes). De hecho, el currículum dice que hay que hablar de política cuando recoge que en Sociales se debe conectar el pasado con vínculos del presente. Entiendo que es complicado abordar la situación política de Cataluña porque nos afecta muy directamente, de una manera personal, y, además, últimamente se ha activado una mirada inquisidora sobre el profesorado. Es mucho más sencillo hablar de conflictos lejanos como la guerra de Siria. Todo ello ya daría para un largo debate. A los alumnos les interesa mucho la cuestión política. En clase analizamos cada semana noticias que eligen ellos, y sorprende porque piensas que querrán hablar de deportes y sucesos, pero no, a menudo es política. Y tratamos de analizarlo intentando ser objetivos, pero asumiendo que, en ciencias sociales, la objetividad no existe, porque somos sujetos. Cada uno mira con sus gafas.
¿Se puede contar la historia de una forma neutral?
No se puede. Si en clase incluyo la conquista de América y me dedico a hablar de la vida de los indígenas, estoy posicionándome. Si no lo hago, también. Si cuando explicas la historia hablas sólo de los reyes y las dinastías, de nuevo te estás posicionando. Si hablas del papel de las mujeres, de la caza de brujas durante la Inquisición, también. Pasa en todo. Desde el punto de vista feminista es clarísimo, es evidente quiénes aparecen y quién no en los relatos históricos. Y eso siempre se lo digo a los alumnos, que se fijen. Esta es la potencia de las ciencias sociales, que permiten entrar en diferentes puntos de vista.
¿También ocurre con las otras religiones y culturas que tienes en clase?
Al igual que la visión de género está la visión de los lugares de origen de los alumnos, y esto es más una cuestión de la cultura del centro que de una asignatura sola.
Me ha pasado más de una vez que maestros me cuentan que se dan cuenta del eurocentrismo de sus clases cuando tratan en clase el descubrimiento de América… Y sus alumnos son de origen latinoamericano.
Además, este es un tema que les interesa mucho en general. Este año cuando lo planteamos era alrededor del 12 de octubre, el Día de la Hispanidad, y estuvimos buscando sobre su significado y vieron que había gente que reivindiva que no hay nada que celebrar, que fue un genocidio… Es un planteamiento necesario. No se puede explicar la historia de América sin hablar de la gente que vivía allí, porque no fue un descubrimiento, fue un grupo de europeos que llegó allí. Hay que desembarazarse de la visión de superioridad cultural: este es también un objetivo de las ciencias sociales.
¿Cuando los propones que hagan investigación percibes que les faltan conocimientos a la hora de encontrar fuentes fiables? Pienso en el problema de las fake news.
Lo más habitual es que de entrada vayan en la Wikipedia [risas]. Y sí, a menudo sucede que la información que recogen es poco rigurosa, pero para eso es precisamente interesante que la trabajen en grupo cooperativo, porque entonces son varias personas haciendo investigación y contraste, construyendo discurso conjuntamente. Tengo que decir que al cabo de unos meses de trabajar así tienen mucha más facilidad para distinguir la solvencia de las fuentes.
El currículo de historia es de los más extensos que en cuanto a contenido. Y a menudo, además, se reproduce la historia de forma lineal. ¿Tiene sentido esta organización? ¿Se puede llegar a todo?
Si analizas el currículo desde una perspectiva competencial, todo cambia. La materia de Ciencias Sociales está dividida en cuatro áreas: historia, geografía, historia del arte y ciudadanía. Si hacemos un planteamiento globalizador, podemos relacionar estas cuatro dimensiones y trabajar los contenidos de una manera más ágil y menos repetitiva. Por ejemplo, si analizo el urbanismo de un territorio lo puedo hacer ligando el contenido de la geografía, así como de la historia política, social, económica, del arte y desde el punto de vista de los derechos y deberes de la ciudadanía. Además, la relación con otras ciencias sociales, como la antropología, la filosofía, las ciencias políticas o la sociología nos ayuda a tener diversas miradas sobre unos mismos hechos, ampliando la visión del alumnado de forma clara. Y si unimos, como en un engranaje, las ciencias sociales con otras materias como ciencias naturales, matemáticas, tecnología, lenguas… Aunque puedes pulir más los contenidos, y muchas veces reducirlos. Como ejemplos este curso en primero de ESO hemos estudiado los diferentes tipos de proyección cartográfica, y el alumnado ha diseñado un viaje por el mundo para conocer los diversos paisajes, climas y problemas medioambientales. Pues bien, a matemáticas han aprovechado para diseñar a escala un mapa del mundo gigante para poder crear un mapa temático con sus búsquedas. De esta manera trabajamos los contenidos de una forma más ligera pero a la vez profunda. En ciencias sociales es más importante darles herramientas e instrumentos para enfrentarse al pasado, presente y futuro, más que los conocimientos generales, que tampoco querría desmerecer. No es importante que memoricen cosas que podrán encontrar en internet, sino que les garantizamos que puedan acceder al conocimiento.
¿Y cuáles son estas herramientas?
De entrada, la autonomía. Parece un poco abstracto, pero esto quiere decir que una persona sepa qué instrumentos necesita en cada momento. Además, para ser competentes en historia deben saber investigar en fuentes, sobre todo a través de internet. Y la otra herramienta importante es despertar la curiosidad y el placer por el descubrimiento. Es esto lo que da sentido a nuestro trabajo.
¿Y cómo se puede despertar la curiosidad de los alumnos por la historia?
Si la profesora ama lo que hace, transmite esa emoción al alumnado. Creo que esta es la base. Luego, además, hay recursos como partir del conocimiento del alumnado y de sus intereses para establecer preguntas, diálogos y conclusiones donde el estudiante es un sujeto activo de su proceso de aprendizaje. El diseño de la materia a partir de aprendizaje basado en proyectos permite que el interés por conseguir el objetivo, o realizar el proyecto, sea un aliciente que despierta esta curiosidad. También es necesario que el alumnado entienda que la historia está viva en su presente, hay que llevar la historia a lo cotidiano. Por ejemplo, tengo en mente proponer un proyecto para crear una gran constelación familiar del grupo de alumnos y que, a partir de una recopilación de memoria oral con sus padres, puedan reconstruir a partir de estos recuerdos cercanos una parte de la historia del siglo XX.
Otro recurso es empoderar al alumnado en lo que saben, por ejemplo, a partir de propuestas donde puedan compartir lo aprendido con otros grupos o niveles. El uso de las tecnologías también es una buena herramienta para hacer más atractiva la materia, ya que el alumnado está bastante acostumbrado a hacer uso y generalmente no les asusta utilizar las herramientas digitales.
Y por último destacaría el papel, muchas veces olvidado, de la importancia del arte. El arte no sólo entendido como una parte del contenido, sino también como un instrumento, como un hilo creativo que sirve para unir los conocimientos de los contenidos de las ciencias sociales, que a veces pueden ser demasiado abstractos y complejos para el alumnado. Cuando crean un objeto o una acción artística estamos trabajando profundamente muchos saberes: la creatividad, la estética, la expresión, la comunicación, la educación visual, el pensamiento crítico, las creencias del alumno… Todo ello activa la curiosidad de el alumno.
¿Hay algún episodio de la Historia que estimule por sí solo sus ganas de saber?
Hombre, ¡la Segunda Guerra Mundial! Se han hecho muchas pelis, están los nazis… Les suena mucho, tienen mucho interés. Y esto choca con el hecho de que la Guerra Civil no despierta tanto, sólo engancha a algunos. Aparte de que todo es bastante imprevisible. Este año tengo dos grupos que han seguido intereses muy diferentes. Uno de ellos se ha interesado por la caza de brujas, y han tirado del hilo para saber de dónde viene, para hablar del asesinato de mujeres (80.000 mujeres aproximadamente). ¿Quiénes eran? ¿Había en el Vallès? ¿Por qué pasaba? Antes del siglo XV tenían de media cuatro hijos y después ocho o diez. ¿Qué significaba eso para ellas? ¿Y para su cuerpo? En cambio, el otro grupo se ha entusiasmado con la expulsión de los judíos y los musulmanes. Lo que une los dos casos es que los alumnos les interesa sobre todo la historia social, más que la política. Se sienten más identificados, les gusta profundizar en las condiciones de vida de la época.
¿Es sencillo transformar la Historia en una propuesta educativa activa?
La historia tiene muchísimo potencial, porque hablas de la sociedad. Todas las asignaturas se podrían tratar como una sola… ¿Dónde empieza la ciencia y dónde termina la historia de la ciencia? Se puede analizar la sociedad desde muchos aspectos. Para mí el principal problema que tienen las ciencias sociales es que viven una contradicción: se explican conceptos como la democracia o el diálogo y luego los centros educativos no cumplen con estos preceptos, sino que repiten las estructuras de control y poder absoluto. Y eso los alumnos nos lo dicen y nos expone como profes.
¿Crees que hay un déficit democrático en las escuelas?
Claramente. La escuela es una reproductora de un sistema social desigual, y si no mira quiénes son los alumnos que abandonan los estudios. El sistema educativo no siempre sirve como ascensor social, ya que el factor socioeconómico sigue siendo determinante y la escuela no ha podido superar este acondicionado. Para mí, innovar en educación es sacudir la institución educativa, incluidas las contracciones que vivimos los profesores, para que también formamos parte de las paredes de lo que a veces es una prisión. Podemos ser castradores de la imaginación y la autoestima de los alumnos.
¿Como sería tu planteamiento ideal para dar clase de historia?
De entrada, para mí sería fantástico que los alumnos quisieran estar en clase, y eso no pasa. Los hay que están obligados, y eso tiene una carga importante, porque el sistema no está dando respuesta a sus necesidades. Como estamos allí lo tenemos que sostener: una de las funciones del profesorado es hacer de acompañante de todos estos procesos emocionales y eso es toda una tarea pedagógica importantísima. Pero creo que debería ser todo un poco más flexible para que libremente pudieran estar en clase. A partir de aquí, me encantaría poder enseñarles el currículum entero y preguntarles: ¿qué queréis hacer? ¿Estudiar el estado de las autonomías en España? Pues vamos a hacer una investigación, hipótesis, desgranarlas… Pero eso quizás sería ya con alumnos mayores, de cuarto.
Si bien es cierto que el acceso al mundo digital favorece en algunos aspectos a los niños, si no se hace bajo supervisión podría exponerlos a pedófilos, traficantes o al ciberacoso.
El nuevo informe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por su sigla en inglés) reveló que uno de cada tres usuarios en Internet es menor de edad y la mayoría de ellos no están lo suficientemente protegidos.
El Estado Mundial de la Infancia 2017: Niños en un mundo digitalestudia los efectos positivos y negativos del acceso a la tecnología digital en la vida de los infantes.
“En un mundo digital, nuestro reto es doble: cómo mitigar los daños y a la vez maximizar los beneficios de Internet para todos los niños”, expresó el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake.
Foto: Monkeybusinessimages
¿Cuál es la brecha digital?
El 29 por ciento, es decir, 346 millones de jóvenes en el mundo no tienen acceso a Internet. En África apenas tres de cada cinco pueden navegar por la red, mientras que en Europa solo lo hace uno de cada 25.
El informe de Unicef resalta que la brecha digital profundiza en otras diferencias económicas que afectan aún más a jóvenes que viven en zonas de pobreza, conflictos o marginados de la sociedad.
Quienes no aprenden a usar las nuevas tecnologías están en desventaja cuando deben buscar un trabajo o acceder a información en línea.
En la India solo el 29 por ciento de los usuarios de Internet son mujeres, lo que demuestra que el género femenino es el más afectado por esta brecha.
¿Cuál es el impacto positivo de la digitalización en los jóvenes?
– Facilita el acceso a la educación a niños que viven en áreas remotas.
– Permite a niños migrantes buscar rutas seguras y comunicarse con su familia.
– Podría contribuir a reducir la pobreza sistémica, entre otras.
El informe resalta que en los países de rentas elevadas la brecha entre el mundo digital y el físico es cada vez más “borrosa”.
En EE.UU., el 92 por ciento de los jóvenes entre 13 y 17 años de edad se conectan a diario y con el auge de los teléfonos inteligentes muchos de ellos navegan por la red sin supervisión. De esta manera, pueden acceder a contenidos inadecuados como la pornografía o de violencia explícita, agrega el estudio.
Otro de los riesgos que supone el uso de Internet sin supervisión es la gran tendencia de compartir datos personales sin calcular las consecuencias. Los juegos virtuales y las redes sociales facilitan que más niños caigan en manos de traficantes, acosadores o pedófilos.
También predominan los casos de ciberacoso. Las niñas y las mujeres menores de 30 años son las más propensas.
El dato: Nueve de cada diez sitios web de abuso sexual infantil se ubican en Estados Unidos, Canadá, Países Bajos, Francia y Rusia.
¿Qué puede hacerse?
Cuando un niño sube una fotografía a las redes sociales o hace una búsqueda genera datos relacionados con su localización, identificación y preferencia que generalmente son manipulados.
El informe recomienda que empresas, gobiernos, maestros y padres trabajen mancomunadamente para ayudar a que los niños tengan un acceso seguro al mundo digital.
Es así como Piñera relacionó directamente la gratuidad con el nivel de involucramiento de los padres en la educación de sus hijos.
A pesar de esto, al ser consultado sobre si él tiene menos compromiso ya que estudió sin costo en la universidad, respondió: “no sentí menos compromiso. Pero cuando uno aporta algo, el compromiso es mejor que cuando llega como ‘maná del cielo’”.
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