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Movimiento estudiantil, neoizquierdas y reforma de la educación superior

Chile/ Autor: José Joaquín Brunner

Los estudiantes movilizados y en continua radicalización han ido aislándose cada vez más en un espléndido discurso maximalista, como suele ocurrir en momentos de infantilismo revolucionario.

 I

De pronto cambió el tono de la dirigencia de las agrupaciones estudiantiles controladas por grupos y fracciones de neoizquierda (mejor que llamarlas de “ultraizquierda”), tanto a nivel universitario como secundario. La ciudadanía observa con cierto escepticismo, relativo acostumbramiento y a veces molesta cómo aumenta el ruido en las calles e, inevitablemente, la violencia de los grupos encapuchados que acompañan a las manifestaciones para perturbar el orden, atacar a Carabineros y destruir bienes públicos y privados.

Tal acentuación de la radicalidad, ¿es un signo de fuerza o un manifestación de debilidad; una manera de ganar adeptos o de estrechar filas; un intento por forzar una “reforma con ruptura” de la educación superior o por asentar la idea de que los cambios impulsados por el Mineduc son un mero adorno de la vitrina?

Sin duda, el movimiento estudiantil pasa por un momento difícil.

La estrategia de conversar y presionar simultáneamente en las calles no ha dado resultado. Al contrario, ha desgastado a los dirigentes en sus comunidades (escasa participación, baja legitimidad de las federaciones, tendencia al fraccionamiento interno) y, hacia fuera, les ha hecho perder prestigio ante la opinión pública. Paradojalmente, mientras más recurre a la fuerza, menor es su fuerza ante la opinión pública.

Efectivamente, el núcleo político de la Confech se halla confundido y dividido respecto de cómo seguir adelante. Hay quienes llaman al “paro indefinido” (¡qué fascinación produce aquí el término “indefinido”!), mientras otros convocan a asambleas reflexivas.

Uno de los grupos principales que integra ese núcleo directivo, la Izquierda Autónoma (IA) al que pertenece el diputado Boric, acaba de romperse por cuestiones de diseño estratégico y, en particular, por posiciones encontradas frente a qué hacer con la reforma educacional.

Al mismo tiempo, otro de los grupos de la neoizquierda nacida del movimiento estudiantil, Revolución Democrática (RD) del diputado Jackson, ahora convertido en partido político, retiró a algunos de sus principales cuadros del Mineduc, donde habían creado una red tecnoburocrática influyente en torno al diseño y manejo de la reforma educacional, desplazando a los partidos tradicionales de la NM, particularmente al PS y la DC.

De modo que nos encontramos ante un cuadro de tormentas que -en torno a la reforma de la educación superior- se ha ido formando en el horizonte, amenazando a la polis con un invierno revuelto. ¿Cuán intensas serán las turbulencias y con qué efectos e impacto? No es fácil saberlo. Pero sí resulta relativamente menos difícil identificar los elementos que están conjugándose para provocar la tormenta.

Primero, la ya larga postergación del anunciado proyecto de reforma de la educación superior, vacío que ha ido llenándose con cambiantes y frecuentemente contradictorios enunciados del gobierno y personeros de la Nueva Mayoría (NM). Han sido dos años exasperantes: sin agenda, sin carta de navegación, sin rumbo, sin personeros que lideren la posición oficial, sin propuestas fundadas que pudieran discutirse seriamente, sin siquiera dar señas de hacia dónde ir o qué esperar.

Segundo, como consecuencia de lo anterior, los actores de primera línea del sector enervados y confundidos. El CRUCH dividido y sus rectores desafectados o convertidos en meros portavoces de los intereses más directamente corporativo-financieros de sus organizaciones. Las instituciones privadas no-pertenecientes a dicho Consejo, inseguras de su suerte y sin posibilidades de planificar su futuro. Los institutos profesionales y centros de formación técnica relegados a un papel secundario. Las comunidades científicas y los académicos prácticamente fuera del escenario. Los estudiantes dedicados, en su gran mayoría, a tomar distancia de los asuntos públicos, pero con un movimiento radicalizado en torno a la Confech y las organizaciones de secundarios que se presentan como portavoces del conjunto de los estudiantes del país. Pero que progresivamente van perdiendo conexión con la masa estudiantil y con los patrones normales de conducta democrática.

Tercero, frente al panorama descrito, la opinión pública ha ido restando apoyo a la reforma educacional y, lo más probable, tiende a percibirla a través de las imágenes de la violencia y el desorden en las calles, los liceos “tomados”, y unas élites -de izquierda a derecha, en el gobierno, el parlamento, la NM y la oposición- que no logran arribar a mínimos acuerdos y mantienen una confrontación verbal que incluso a los iniciados en estos asuntos les resulta difícil entender.

Al comienzo de la semana, casi dos terceras partes de la opinión pública encuestada se pronunciaba negativamente respecto a la reforma educacional, lo cual es un fenómeno extraordinario si se piensa que por lo general las reformas educativas suscitan más esperanza que desconfianza, más aplauso que rechazo.

Cuarto, sin embargo, se sabe poco de la reforma de la educación superior -sus metas, contenidos, fundamentos y plazos- a pesar de que han transcurrido dos años desde el comienzo de la administración Bachelet y de tratarse, supuestamente, del eje central de la política gubernamental y su iniciativa estelar.

Efectivamente, la gratuidad acotada del 2016 -único anticipo efectivamente explicitado hasta ahora de la reforma y puesto parcialmente en marcha- ha tendido a profundizar la confusión y a expandirla, acelerando la ola del descontento, por diversas razones, en todos los frentes.

Quinto, ante tal falta de conducción intelectual, técnica y política del proceso de reforma, la cacofonía de voces, enunciados, declaraciones y ecos redobla la sensación de desorden. Basta observar lo ocurrido durante los últimos días.

La ministra de Educación y los dirigentes de la NM insisten en que se hará un esfuerzo por llevar la gratuidad al menos a los estudiantes del 60% de hogares de menores recursos relativos para desde ahí dar el salto, en el futuro cercano, al 100% de gratuidad. A su turno, el ministro Valdés, encargado de la Hacienda pública, aclara: “lo que es claro es que llegar a la gratuidad universal con los recursos que hoy tenemos es muy difícil, porque le pone una presión muy grande al resto del aparato público. O sea, si no se hace nada más, se puede. Pero hay otras necesidades también. Entonces, el proyecto va a establecer las formas y modos de cómo se va a seguir avanzando”.

Una diputada oficialista, del PC, Camila Vallejo, se queja, argumentando: “yo hubiese esperado un 70% para el 2018, eso ya no se anunció, es solo el 60%. Lo que a nosotros nos interesa es que se explicite cómo vamos a garantizar la gratuidad universal y en qué plazos, porque no estamos de acuerdo con que esto dependa de cómo se alinearán los astros y de la situación macroeconómica, pues es muy poco probable que eso así sea y se favorezca la extensión de la gratuidad”. Y ayer, en el diario La Tercera, la diputada oficialista llamaba a mantener la presión desde la calle: “Creo que necesitamos una fuerte movilización social en esta materia, que logre incidir y establecer los marcos de lo que debiese ser la discusión de la reforma educacional, para que no termine en una cocina en el Senado. El rol del movimiento social es muy importante”.

En La Tercera interviene también el senador Walker y, con realismo creo yo, señala: “el programa de gobierno habla de gratuidad para el 70% de menores ingresos, bajo este gobierno, y se compromete con llegar a un 100%, en 2020. Quiero ser claro sobre esta materia: esto último es imposible de lograr, ni en 2020, ni en 2030, ni en 2040”.

Finalmente, para agudizar aún más este cuadro cacofónico, aparece el diputado Giorgio Jackson de RD declarando que, para financiar la gratuidad, se debería crear “un sistema de contribución que involucre múltiples formas”, mencionando como posibles contribuciones un impuesto a los graduados, recursos de la ley del cobre y la devolución con trabajo voluntario, todo lo cual reduce la gratuidad a un intercambio por dinero o en prestaciones. En un frente algo distinto, el senador Montes, del PS, sorpresivamente declara (¡ahora, en la undécima hora!) su disposición para estudiar la legalización del lucro en el caso de instituciones privadas de enseñanza superior que renuncien a obtener cualquier apoyo del Estado.

Así pues, se va llenando el cajón de sastre vacío que el gobierno ha mantenido abierto durante dos años.

II

En el orden de los razonamientos explicativos, cabe anotar que la misma falta de conducción y contenidos gubernamentales, de relato y propuestas, y el desorden observado en la NM, han favorecido la radicalización del movimiento estudiantil. Sus demandas van escalando y su tono se torna cada vez más desafiante, hasta alcanzar su punto cúlmine con el dicho reciente de un dirigente secundario: “El ministro del Interior nos tiene miedo. No los dejaremos gobernar”.

Se llega a este punto límite, en buena medida, porque la administración Bachelet, desde el primer día, ha buscado congraciarse con los estudiantes y no ha ofrecido a sus sectores dirigentes aquello que se supone es propio del soft power: la capacidad intelectual, política y ética de argumentar, persuadir y orientar a aquellos que pretenden desafiar al poder. Al contrario, la administración Bachelet ha cedido y concedido continuamente, moviendo los límites de un lado para el otro, sin oponer la resistencia que nace de las ideas sólidas, de las convicciones, sobre todo de la fuerza democrática e institucional de las convicciones. En vez de eso ha buscado mimetizarse con el lenguaje y el aura de los jóvenes estudiantes y sus reivindicaciones. Su gobierno ha terminado, parafraseando a Maquiavelo, sin ser amada ni temida.

No debiera sorprender que en este terreno movedizo y de cercos sobrepasados, la disputa tienda a alejarse también del sentido común, los cambios posibles, los tiempos políticos-administrativos, para irse a los extremos de la mera lucha ideológica -espacio del “infantilismo revolucionario”- o de la desnuda defensa de los intereses corporativo-financiero de las organizaciones involucradas.

La disputa ideológica ocupa así el espacio dejado por el gobierno con discursos inflamados y categorías gruesas del estilo modelo, paradigma, hegemonía pública, desmercantilización, nueva centralidad, etc.; es decir, “much ado about nothing”. En el otro extremo campea el más craso sentido mercantil; cada organización trata de posicionarse de la mejor manera posible para arrancar la mayor proporción de recursos al Estado.

Del lado de la disputa ideológica, la veta más interesante de los últimos días proviene, sin duda, de la fracción de la Izquierda Autónoma agrupada en torno a la fundación Nodo XXI, cuyo documento “El futuro de la educación superior chilena en la reconstrucción de la educación superior pública”, entregado a la ministra de Educación, apuró la escisión del grupo liderado por el diputado Gabriel Boric, quien se declaró sorprendido por los contenidos del texto y por el acto de su entrega a la autoridad, justo en el momento que el movimiento estudiantil llamaba a un paro indefinido y a tomarse los palacios de invierno de la educación.

De hecho, el documento de esta fracción de neoizquierda es todo menos anti-sistema y no introduce una ruptura con el status actual de la educación superior.

Por primera vez, una parte de aquel mundo autoproclamado como neorrevolucionario hace un esfuerzo serio por pensar la educación superior desde dentro de los marcos de un sistema mixto, de cooperación estatal-privado. Reconoce (¡finalmente!) una educación pública estatal y no-estatal, asunto que algunos venimos postulando desde hace una década frente a la incomprensión de la izquierda tradicional de la NM y, hasta ahora, también frente a la ceguera de la neoizquierda.

Habla que una “nueva universidad pública (estatal o no estatal)” debe ocupar el centro del sistema y expandirse, asimilándose bajo ese concepto las universidades creadas o reconocidas por ley como las propiamente estatales, las privadas laicas del CRUCH, las católicas del CRUCH (en la práctica no se entiende bien a título de qué viene esta última distinción cuando todas ellas son universidades públicas de acuerdo al documento), agregándose además una nueva categoría de universidades privadas que “colaboran con la función pública”, también reconocidas por ley y que podrán recibir financiamiento fiscal.

Adicionalmente, podrían existir instituciones privadas de derecho civil que, sin pretender ser colaboradoras de la función pública, tampoco recibirán recursos de la renta nacional, subentendiéndose que podrían organizarse como personas jurídicas con o sin fines de lucro.

Para justificar este cambio de actitud -al menos en el discurso-, la fracción Nodo XXI de la IA apela a la sabiduría conservadora: “Hay que aprender de nuestra historia” dice el documento entregado a la ministra, cosa que es un supuesto de la razón pública, la cual no se agota ni consuma en el plano puro de las normas, los ideales y los valores.

¡Bravo! A esto se llama asumir una cuota necesaria de realismo para incidir en las decisiones y hacerse parte de la historia y no sólo de la esfera de la declamación ideológica.

III

Puestas así las cosas, puede entenderse el temblor que causó el texto de Nodo XXI dentro de las estrechas paredes de la IA.

En efecto, a partir de un texto así formulado sería perfectamente posible establecer un diálogo bastante más rico sobre temas de coordinación y planificación dentro de un sistema mixto, la centralidad de la educación pública (entendida como dice el documento), la expansión de esta última, el financiamiento mixto de las instituciones, etc.

Esta visión abandona, explícita y no sólo oblicuamente, el privilegio que otras corrientes más tradicionales aspiran a otorgar a las universidades estatales, al reducir lo público al Estado y al derecho a acceder con preferencia a recursos fiscales. Termina, asimismo, con el pertinaz y arbitrario argumento de que lo privado es bueno y aceptable cuando está dentro de los límites del CRUCH y es perverso e intolerable si está fuera de ese reino.

Por cierto, hay decenas de otros aspectos en el texto que comentamos -propuestas institucionales, de organización y funcionamiento, de relación con el Estado y la sociedad, de uso de fondos públicos y definición de las instituciones, etc.- que en él no hallan, en mi opinión, un adecuado tratamiento político, ni académico, ni técnico. Con todo, el documento da un paso que en lo esencial -la existencia de un esquema mixto de provisión con un trato relativamente igualitario entre los proveedores públicos de diverso tipo- constituye una verdadera ruptura con el discurso tradicional de la izquierda y la NM, centrado en la preeminencia del subsistema de instituciones estatales. Esa concepción administrativo-burocrática de lo público queda atrás aquí. Lo cual no significa que vaya a desaparecer o que, en el horizonte corto, vaya a ser superada.

Pues, como ya dijimos, en el lado opuesto al de las disputas ideológicas se libra una lucha político-corporativa en defensa de los intereses, la identidad y las pretensiones de los actores organizacionales, básicamente las universidades estatales mejor establecidas y más consolidadas, que buscan un trato preferente y una suerte de prerrogativa napoleónica para administrar al sistema en su conjunto, como alguna vez ocurrió en Francia con la universidad imperial.

No hay en verdad argumentos robustos para defender esa visión, llena de nostalgias imperiales y de una débil legitimidad tradicional, de donde provienen las frecuentes invocaciones a Bello, Domeyko y Letelier.

Habría que volver al siglo XIX, claro está, para revivir esa tradición y dotar de una nueva legitimidad al control estatal sobre el sistema universitario y sobre los recursos del Estado destinados a subsidiar la producción y transmisión de conocimientos.

Sorprende, en cualquier caso, que ni el gobierno Bachelet, ni la NM, ni tampoco las corrientes de neoizquierda hayan reivindicado como salida más viable del actual punto ciego en que se halla entercada la reforma, una solución al estilo de los EEUU, donde las universidades estatales reciben un trato especial del Estado (y los estados) a cambio de sujetarse a ciertas reglas y competir con las instituciones privadas de diverso tipo que reciben también apoyo público a través de un amplio esquema de apoyos estudiantiles administrado por el gobierno.

Alcanzar tal solución ha estado al alcance de la mano desde el primer día de la administración Bachelet, pues el propio sistema ha venido desarrollándose en tal dirección durante los últimos 25 años. Si no se adoptó este camino es únicamente por una mezcla de malas razones: porque entones el gobierno aparecía como continuista y no como rupturista, porque no significaba un cambio de paradigma ideológico y porque obligaba a reconocer que un sistema mixto de provisión tiene indudables fortalezas a la hora de expandir las oportunidades educacionales y de financiarlas. Los puntos débiles, insuficiencias y fallas que ostensiblemente posee este otro régimen son relativamente fáciles de identificar y solucionar y habrían podido superarse con un gasto significativamente menor de energías, recursos y en gestión e implementación que aquel en que el gobierno deberá incurrir para imponer su propio diseño de reforma.

La lucha por intereses materiales -una mayor proporción de la torta, más subsidio, recursos adicionales y fondos basales directos y no condicionados- es una parte habitual de la competencia por recursos en una democracia de base capitalista. No se halla separada tampoco de la lucha ideológica, como aparece aquí en el análisis. Ni es el interés corporativo algo propio únicamente de las instituciones estatales. Más bien, el conjunto de las actores, de todo tipo, pugnan por captar una cuota mayor de recursos, mejorar su posición relativa frente al Estado y sus competidores y justifican conductas estratégicas y él cálculo posicional en función de ideales y valores (es decir, de racionalizaciones ideológicas). Y esto vale para los actores tradicionales y nuevos, laicos y confesionales, emprendedores y comunitarios, metropolitanos y regionales.

Entre tanto, los estudiantes movilizados y en continua radicalización han ido perdiendo contacto con esas realidades y aislándose cada vez más en un espléndido discurso maximalista, como suele ocurrir en momentos de infantilismo revolucionario. Ya no reparan en los fines ni en los medios, sino que se propulsan a sí mismos a la esfera de la Idea Absoluta, que puede ser a veces el turpe lucrum, otras veces la gratuidad o mañana la triestamentalidad o los fondos basales. Palabras fetiches, cargadas de una intensa emocionalidad, pero alejadas de cualquier referente compartido con el resto de la sociedad. Desconectadas de la historia -incluso de las ideologías y los intereses corporativos- ascienden a esa  esfera donde reinan triunfantes las consignas en su aparente pureza. Y donde los propios movimientos sociales suelen quedar atrapados en sus discursos.

Fuente noticia: http://www.brunner.cl/?p=14348

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España: Sindicatos de la enseñanza concertada navarra insisten en reclamar al Gobierno la subida salarial del 1%

España/30 junio 2016/ Fuente: Eco Diario

Los sindicatos del sector de educación concertada en Navarra SEPNA-FSIE, UGT, ELA y LAB se han concentrado este miércoles frente al Departamento de Educación del Gobierno foral para denunciar de nuevo «la discriminación a la que son sometidos» los trabajadores de la red concertada, a los que no se les ha aplicado la subida salarial del 1 por ciento que sí se ha reconocido a la red pública.

PAMPLONA, 29 (EUROPA PRESS)

Los sindicatos han advertido de que si no reciben respuesta del Ejecutivo para septiembre, llevarán a cabo otro tipo de medidas «para dejar de ser tratados como trabajadores de segunda».

Representantes de las cuatro centrales sindicales se han concentrado en Pamplona frente a la sede de Educación con una pancarta en la que se leía ‘Trabajadores de la concertada, no discriminación’ y han lamentado que siguen sin tener respuesta a su demanda, a pesar de haber mantenido reuniones con el consejero, el director general de Educación, la presidenta del Gobierno, distintos parlamentarios y el Defensor del Pueblo.

Pilar López, del sindicato SEPNA-FSIE, ha asegurado en declaraciones a los medios que el departamento ha reconocido su reivindicación pero no ha incluido la subida del 1% en los presupuestos del 2016, «a pesar de haberlo solicitado a tiempo». «Se comprometieron a presentarlo para los presupuestos del 2017 pero nosotros exigimos que sea desde el 1 de enero del 2016», ha explicado López.

La responsable sindical ha afirmado que el Departamento de Educación «ha incumplido la promesa de reunirse con los sindicatos antes de finalizar el curso escolar para hablar del acuerdo del sector educativo, cuya vigencia finaliza el 31 de agosto».

Por su parte, Alejandro Gastaminza, del sindicato UGT, ha explicado que reclaman la subida del 1% al igual que se le ha concedido a la enseñanza pública y ha recalcado que el Gobierno «tendrá que explicar por qué a unos sí y a otros no».

Fuente noticia: http://ecodiario.eleconomista.es/sociedad/noticias/7671839/06/16/Sindicatos-de-la-ensenanza-concertada-navarra-insisten-en-reclamar-al-Gobierno-la-subida-salarial-del-1.html

Fuente imagen: http://www.navarra.com/media/navarra/images/2016/06/29/2016062914365748111.jpg

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Argentina: La suerte de los PEBA.

América del Sur/Argentina/28.06.2016/Autor y Fuente:http://noticiasyprotagonistas.com/

Desde que asumió el intendente Carlos Arroyo, uno de los temas más polémicos fue la continuidad de los llamados PEBA, talleres barriales de educación no formal para chicos y jóvenes de zonas periféricas, que no tendrían a mano la formación en diversas disciplinas artísticas o deportivas fundamentalmente por razones económicas.

El actual programa tiene su antecedente en el plan Educare (Educación Abierta y Recuperación Escolar), puesto en práctica por el exintendente radical Elio Aprile. Como oportunamente recordaba el concejal de Cambiemos Luis Rech, “el programa Educare significó la apertura, desde la educación no formal, a múltiples perspectivas educativas organizadas en cuatro áreas, a saber: apoyo escolar, expresión artística, capacitación laboral y actividades deportivas. El hecho de que funcionara en distintos ámbitos de la comunidad como sociedades de fomento, entre otros, significó un programa que logró amplia y extendida inserción social en la comunidad. El programa originario tuvo como destinatario al conjunto de la población en todas las etapas de la vida: niños, adolescentes, adultos y ancianos, atendiendo tanto a personas que concurrían al sistema educativo formal como a aquellos que nunca concurrieron al mismo o que llevaban años sin participar de actividades formativas. En definitiva celebramos que el PEBA como continuador conceptual del Educare haya sido ratificado, y cualquier idea de optimización del mismo no debe entenderse sino como la posibilidad de mejorar, en la medida de lo posible, un instrumento que le permita a las personas descubrir nuevos ámbitos de capacitación”.

Pero ante la inminencia de los hechos, y de que en efecto una gran parte de la oferta no formal de proyectos formativos barriales no tenía continuidad, tanto en el PEBA como en los Almacenes Culturales, integrantes del Consejo de la Niñez acudieron a la justicia con el fin de conseguir un ampro, para que se impida lo que para ellos era una limitación del acceso al derecho a la educación para los chicos de los barrios marplatenses.

Y si bien había un ánimo entusiasta entre los reclamantes, ahora la conciliación convocada por el Juzgado en lo Civil y Comercial N° 9 hizo que la discusión pasara a un cuarto intermedio hasta el 9 de agosto.

A la audiencia estaban convocados el intendente Carlos Arroyo, la secretaria de Educación, Ana María Crovetto, y la de Cultura, Silvana Rojas. Es decir, los tres funcionarios mencionados en el recurso de amparo que presentó el Consejo Local de Promoción y Protección de los Derechos del Niño, Niñas y Adolescentes contra la disminución de las actividades en los barrios. Pero ninguno de los tres acudió. En cambio, representaron a la comuna el secretario de Gobierno, Alejandro Vicente, y el subsecretario legal y técnico, Gustavo Gil de Muro.
Para las autoridades del Consejo la reunión había sido “positiva”, y creyeron posible mantener la esperanza de que hubiera modificaciones en el criterio utilizado por el municipio para distribuir las horas PEBA (Programa Educativo Barrial) y los programas culturales en los barrios.

Pero el secretario de Gobierno municipal, Alejandro Vicente, aseguró que la atribución de determinar esas políticas es exclusiva del municipio: “Tuvimos una larga charla, con un debate bastante profundo, y quedó muy en claro que es el municipio el que desarrolla las políticas culturales y educativas porque justamente la atribución que tiene el municipio es la de imponer estas políticas”, dijo en una rueda de prensa. Y agregó: “No obstante, se acordó un cuarto intermedio hasta el 9 de agosto a los fines de ir informándole a esta gente que interpuso el amparo las políticas que se van a ir implementando”, agregó.

Vicente:

¿Quién es “esta gente”? El secretario de Gobierno se refiere de esta manera al Consejo de la Niñez, cuyas autoridades no son reconocidas por el gobierno actual, ya que debieron renovar sus funciones y cargos durante la gestión del exintendente Pulti, y tal acción no fue llevada a cabo. Por lo tanto sus mandatos están vencidos.
En respuesta al recurso de amparo, el municipio detalló y acreditó las horas PEBA que se están cumpliendo y los programas culturales que se están desarrollando en cada una de las secretarías.
Por una parte, Vicente negó que se estuvieran afectando los derechos de los niños de la ciudad y menos en la cifra que estableció el Consejo, que alcazaba los 13.200, obviamente partiendo del número de chicos que aparecían matriculados en los diferentes talleres durante el año anterior: “El intendente Arroyo siempre tiene como política atender a los sectores más vulnerables, entre los cuales están los niños y los ancianos”, mencionó.
El funcionario defendió el derecho del gobierno municipal de tomar las decisiones políticas que considerara pertinentes en todas las áreas, y dejó en claro que no tenía por qué consensuar criterios con nadie: “el que gana las elecciones toma las decisiones”, dijo. Y aclaró que quería dejar en claro que no iban a erradicar los PEBA ni a reducir la oferta: “lo que se está haciendo es redireccionar los programas y las políticas culturales”, afirmó.
Ese redireccionamiento implica tomar como punto de partida el criterio imperante  durante la gestión del ex intendente Pulti: ”En la gestión anterior hubo una sobreejecución de los programas culturales y educativos. ¿Qué significa sobreejecución presupuestaria? Significa ni más ni menos que se llevaron a cabo programas que no se pudieron pagar. Es decir, había más programas que dinero para poder sustentarlos. Entonces, los programas se van a ejecutar en la medida de los presupuestos, y este presupuesto educativo y cultural es superior al del año pasado”.

Pero lo más sustancial de las declaraciones de Vicente fue que, según su punto de vista, no es posible establecer un amparo para una acción política por la vía judicial. “La realidad es que es el municipio es el que define las políticas culturales y educativas, de salud, de producción, etcétera. No podemos sostener la imposición de decisiones políticas cuando es justamente el gobierno que resultó elegido el que debe desarrollar las políticas”, insistió. Es decir que el que ganó decide, y más en este caso, ya que no puede aceptar que el Consejo sea para él un interlocutor válido: dijo que el organismo fue creado por ordenanza para ser un órgano consultivo del ejecutivo, y no para actuar como si fuera independiente y se pudiera presentar ante la justicia a reclamar.

La reducción:

De la reunión donde se discutieron las políticas de educación no formal en los barrios participó Leticia González, profesional de amplia trayectoria desde diferentes funciones de la política local. Luego, en entrevista con la 99.9 expuso: “Me ha tocado vivenciar de manera directa cuáles han sido los beneficios de poder participar de talleres de educación no formal para chicos en situación de vulnerabilidad”. Detalló que los talleres abarcaban actividades tanto educativas como culturales y artísticas de manera gratuita, sobre todo en barrios periféricos de la ciudad, pero –a su criterio- hay objetivamente una decisión del gobierno actual de dejar de impartirlos. “Cuando la política pública cierra esa oferta, algunos sectores podrán seguir teniendo acceso porque pueden pagarlo, pero otros sectores se quedarán definitivamente sin acceso“, agregó. También contó que ella, durante mucho tiempo, trabajó con chicos que realizan tareas en el basural, y que, en esos casos, recursos como los Programas Educativos Barriales (PEBA) y Almacenes Culturales eran fundamentales. “Esto no es una monarquía”, dijo, explicando que los derechos adquiridos por una comunidad debían ser protegidos.

En cuanto al tema particular de elevar a la justicia el reclamo, lo defendió expresando  que le parece “innovador” reclamar derechos intangibles en la justicia, y al mismo tiempo, que esta podía ser una vía para alcanzar una mesa de discusión. Para graficar vivamente las diferencias profundas de perspectiva, González también habló de “esta gente”, pero para ella, el tratamiento se aplica a las secretarias de Educación y Cultura, que a su criterio no han tenido capacidad de diálogo ni conocimiento de las necesidades de la ciudad: “No es posible hablar con esta gente. Tanto la secretaria de Educación como la de Cultura no atienden, no se sientan, eluden, van diciendo cosas que no son ciertas. Si el Consejo determinó que esa era una estrategia para poder sentarse a hablar, bueno, bienvenida sea, y bienvenidas sean otras en el marco de lo que es la convivencia institucional”.

González niega que el reclamo por los PEBA sea una cuestión de política partidaria y de un sector embanderado en el FPV o Acción Marplatense. Explicó que la reunión en la que ella participó fue multisectorial, y que también participaron personas de la izquierda, de unidades académicas, e incluso figuras nacionales. Recordó que ella misma, en muchas ocasiones criticó, la política social de Pulti por no estar de acuerdo, y que esta discusión va más allá de la disputa por el poder local: “Yo recuerdo cuando los distintos participantes del Plan Estratégico plantearon un modelo de ciudad equitativa, que utilizara la educación, la cultura y el deporte como herramientas igualadoras, para construir una sociedad lo más equitativa posible“, recordó, y también agregó: “aquellas cosas que discutimos como sociedad hace un montón de años, que adquirimos como sociedad a pesar de las políticas sociales de Pulti, que en muchos casos no han sido buenas, lo que se avanzó y es patrimonio de todos no puede volver atrás por gente que no tiene la menor idea de lo que es la cosa pública de esta ciudad“.

Sin embargo, para Alejandro Vicente todo sigue siendo un “show mediático”, ya que, según aseguró, “tener que dar explicaciones ante un juzgado por las políticas implementadas en un gobierno no tiene ningún sentido, en tanto y en cuanto no haya arbitrariedad manifiesta o una violación de un derecho constitucional. Creo que el motivo es político, se trata de crear un show, montar un espectáculo”.  A su criterio, está instrumentado por quienes “han perdido las elecciones”.

Finalmente, aseguró: “este gobierno tiene asignado mayor presupuesto educativo, mayor presupuesto en cultura y ha comprometido y ejecutado más presupuesto que el gobierno pasado“. Así llamó a ser democráticos, y a aceptar las medidas que legítimamente toma un gobierno.

Fuente: http://noticiasyprotagonistas.com/central/la-suerte-de-los-peba/

Imagen: http://noticiasyprotagonistas.com/wp-content/uploads/2016/06/Central-978.jpg

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Colombia: Gobierno promueve monopolio de licoreras que afectaría recursos para educación

Fuente: FECODE / 27 de junio de 2016

La aplanadora santista busca aprobar la Ley de Licores, que disminuye impuestos a licores importados y abre el mercado a monopolios importadores. En este sentido, el Gobierno Santos conmina al Congreso por una reducción de impuestos a licores importados para facilitar acceso de los producidos por trasnacionales. Así mismo, busca eliminar protección a industria de licores de monopolios públicos para imponer la libre competencia.

De esta manera, el Gobierno Santos, como con toda su política económica, cumple un mandato neoliberal que defiende intereses de transnacionales y exigencias de la OCDE. Casualmente, en 2015 M. Jorgensen, quien hace parte de la OCDE en Europa, ordenó al gobierno colombiano reducir impuesto a licor extranjero y desmontar monopolio estatal del sector. Antes, en 2014, la OCDE señaló: «En Colombia se sigue discriminando entre los licores importados y los licores producidos localmente”. La excusa sería: “reducir impuesto a bebidas alcohólicas importadas podría aumentar ingresos fiscales por venta de licor”.

Sin embargo, abrir mercado a licores de talla mundial y debilitar industria nacional causa que las empresas públicas sean absorbidas por multinacionales. En Colombia, los monopolios de licores generan de rentas para los departamentos con finalidad de interés público destinadas a salud-educación.

La renta de licores es el principal renglón de ingresos corrientes de los departamentos. En 2014, el sector aportó $1,5 billones; 91,6% fue por licores nacionales. A estas rentas se deben sumar utilidades de licoreras públicas, por $400.000 millones y $300.000 millones de IVA con destinación exclusiva a salud. El monopolio estatal de licores aporta anualmente más de 2 billones de pesos a finanzas de los departamentos. En contraste, licores extranjeros, solo aportan el 8,4% del total del recaudo.

Entonces, la ley que debilita licoreras públicas y fortalece trasnacionales bajará el recaudo de impuestos y las utilidades irán a nuevos propietarios privados. La concentración se dará en 5 poderosos grupos empresariales del millonario negocio mundial de licores; que con fusiones y adquisiciones transnacionales del licor buscarán reducir competencia local, costos de producción, distribución y mercadeo. Para el acceso a mercados locales las transnacionales usan la corrupción para no cumplir leyes, evadir impuestos e incrementar utilidades. En conclusión, la defensa del patrimonio público y de recursos para salud y educación pasa por la defensa de licoreras públicas para evitar su quiebra

Tal como lo informó el presidente de Fecode en el pasado programa Encuentro, el Ministerio de Educación se comprometió a publicar la convocatoria a la nueva evaluación con carácter diagnóstica formativa el próximo 23 de junio. Tal como se puede constatar en el proyecto de Decreto, que se encuentra en su etapa de publicidad. Podrán participar: normalistas superiores, profesionales licenciados en educación o profesionales con título diferente al de licenciado en educación que hayan sido vinculados mediante concurso. Los requisitos planteados son: Docentes que esté ejerciendo el cargo con derechos de carrera e inscritos en el Escalafón Docente; quienes hayan cumplido tres (3) años de servicio contados a partir de la fecha de posesión en período de prueba; y quienes hayan obtenido una calificación mínima del sesenta por ciento (60%) en las últimas dos evaluaciones anuales de desempeño que haya presentado. Fecode está atento a este documento y ya ha presentado al Ministerio sus objeciones al mismo.

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Tanzania: Free education plan costs 18.8 billion each month

África/Tanzania/26 Junio 2016/Fuente: Dailynews /Autor:Daily News Reporters

Resumen:  A medida que continúa la ejecución del programa de educación gratuita en las escuelas públicas a nivel de primaria y secundaria, el gobierno ha realizado el desembolso de  18.8bn por mes para financiar el plan. El Viceministro de la Oficina del Presidente Regional (Administración y gobiernos locales), Suleiman Jaffo, realizo una  explicación al responder a una pregunta básica por asientos especiales MP, Tunza Issa Malapo (Chadema).

Dodoma — As it continues implementing the free education programme in public primary and secondary schools, the government disburses 18.8bn/- each month to fund the plan, the National Assembly heard yesterday.

Deputy Minister in the President’s Office Regional (Administration and Local Governments), Suleiman Jaffo, made the explanation when answering a basic question by Special Seats MP, Tunza Issa Malapo (Chadema).

In her question, Malapo had wanted to know how the government was implementing the free-education by footing costs at the schools such as electricity and water bills, meals for students in boarding schools as well as other teaching materials.

The MP had expressed worries that implementation of the plan could spark disputes between heads of schools, teachers, parents and students as far as footing the costs is concerned.

In his response, Jaffo said the plan had started smoothly in many parts of the country and that guidelines were issued to regional authorities on implementation of the programme.

«The government is well prepared to ensure that there are no disputes between respective players in execution of the plan,» Jaffo explained, noting, however, that implementation of the plan has faced a number of challenges.

The Deputy Minister explained as well that the free-education programme does not prohibit parents and other stakeholders to contribute to improve the education sector, provided the contributions are made at will.

In another development, the government has pledged to improve facilities at teachers’ resource centres across the country in a bid to improve efficiency in the education sector.

Fuente de la noticia: http://dailynews.co.tz/index.php/home-news/50431-free-education-plan-costs-18-8bn-each-month-minister

Fuente de la imagen: http://dailynews.co.tz/images/jafonzuri.JPG

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México: Salud y Educación, las más afectadas por recorte

InsurgenciaMagisterial/25 de junio de 2016

Las secretarías de Educación Pública, Salud y la de Agricultura serán las que carguen con el mayor peso del recorte preventivo al gasto por 31 mil 715 millones de pesos que anunció esta mañana la Secretaría de Hacienda, tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea.

El recorte será y se aplicará solo al gobierno federal, sin que se afecte a Pemex.

Este monto es adicional a la disminución presupuestal por 132 mil 300 millones de pesos anunciado en febrero pasado para este año.

El 91.7 por ciento de este nuevo ajuste adicional será en gasto corriente, por lo que se calcula sean 29 mil 71 millones de pesos.

RECORTES

Secretaría de Salud – 6 mil 500 mdp

Secretaría de Educación Pública – 6 mil 500 mdp

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación – 4 mil 205 mdp

Entidades no sectorizadas – 3 mil 100 mdp

Secretaría de Comunicaciones y Transportes – 2 mil 174.5 mdp

Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales – mil 664.1 mdp

Secretaría de Desarrollo Social – mil 550 mdp

Secretaría de Gobernación – mil 88.1 mdp

Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología – mil 800 mdp

Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano – mil mdp

Secretaría de Turismo – 705.6 mdp

Secretaría de Relaciones Exteriores – 632.4 mdp

Secretaría de Economía – 600 mdp

Secretaría de Energía – 90 mdp

Comisión Reguladora de Energía – 50 mdp

Comisión Nacional de Hidrocarburos – 35 mdp

Secretaría del Trabajo y Previsión Social – 20 mdp

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Fotografía: yucatan

Tomado de: http://insurgenciamagisterial.com/salud-y-educacion-las-mas-afectadas-por-recorte/

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