Fuente: Adital/kaosenlared/ 11 de Mayo de 2016/ Dauno Tótoro
La marcha estudiantil del 11 de mayo se enmarca en un escenario político agitado. El estudiantado organizado puede dinamizar dicha situación, apoyando prácticamente al pueblo chilote en lucha, desarrollando sus propias movilizaciones. Para esto hay que avanzar a las formas más democráticas de organización.
La CONFECH, la CONES y la ACES han convocado a una nueva movilización a nivel nacional para el 11 de mayo. Esta sería la tercera jornada masiva de movilización callejera del mes, luego del 1ero de mayo (día internacional de los/as trabajadores/as) y del 5 de mayo (marcha convocada por la CONES).
Dicha marcha se enmarca en un momento complejo y dinámico: en el sur, los pescadores artesanales, trabajadores de la industria del salmón y en general el pueblo de Chiloé han salido a las calles por el desastre medioambiental generado en sus costas. El gobierno de la Nueva Mayoría ha respondido exclusivamente con negativas a sus exigencias y con la más dura represión.
Se han viralizado imágenes de micros de Fuerzas Especiales, carros lanza aguas, zorrillos y efectivos policiales siendo trasladados en aviones, embarcaciones e incluso ambulancias. Sólo mano dura en defensa de los empresarios y sus intereses es lo que tiene Bachelet para entregarle al pueblo trabajador.
Al mismo tiempo, el debate educativo está candente. En el marco general de una beca de gratuidad que deja a cientos de miles afuera, que mantiene en la incertidumbre a otro enorme puñado de estudiantes, y que no garantiza una gratuidad efectiva, manteniendo el mercado educativo, el gobierno y la derecha buscan con celeridad que el proyecto ingrese rápidamente al Congreso.
Es que están desesperados por legislar para que nada cambie. Son un Parlamento totalmente ajeno a las necesidades del movimiento estudiantil, plagado por escandalosos casos de corrupción.
En ese marco es donde se desarrolla la convocatoria a movilización. Pero esta misma ha sido precedida por importantes luchas, como la toma de la Facultad de Derecho de la U de Chile, que a pesar de que la Izquierda Autónoma, que dirige dicho Centro de Estudiantes, se ha negado a apoyar la movilización, ha sido mantenida por varios días, triunfando en las votaciones y exigiendo la reincorporación de 5 compañeros/as expulsados arbitrariamente de la escuela.
Francisco Flores, miembro de la agrupación local de estudiantes La Hazaña, militante de la ACR y vocero de la toma, declaró que «Llamamos a que el Pleno FECh y los Centros de Estudiantes de la U de Chile solidaricen con nuestra movilización, que levanten declaraciones y acciones en apoyo, porque sólo la unidad nos llevará al triunfo”.
Mayo será un mes agitado, y tenemos que aprovechar esta coyuntura para desarrollar fuertemente un proceso de movilizaciones y de coordinación desde la base. Para esto, algunas medidas que podemos tomar como movimiento estudiantil y que apuntan en ese sentido pueden ser el desarrollo de la coordinación territorial, a través de Cordones, como se viene intentando en el Cordón Macul, como espacios dinamizadores de la movilización, o la apertura de los zonales de la CONFECH para que asistan delegados de base de las diversas carreras, a plantear sus problemáticas, y en función de estas, agendar nuevas fechas y métodos de movilización, que robustezcan la lucha nacional, y liguen en los hechos, lo local con lo nacional.
El desarrollo e impulso de nuestra movilización, que nos devuelva a las calles, y que debe fortalecerse con tomas y paros de nuestros espacios, como centros de organización política, nos permitirá, en los hechos, ir desarrollando un plan de lucha a nivel nacional, que pueda organizarse y discutirse mediante encuentros de delegados de base por Universidades.
Dichos encuentros permitirían el desarrollo de nuevas iniciativas y nuevos insumos para las discusiones de las asambleas, generando un proceso de discusión y movilización muchísimo más vigoroso.
Es que las actuales Federaciones y la CONFECH, han mostrado no estar a la altura. Estatutos que impiden la participación de la base, síntesis o actas de decenas de páginas que casi nadie leerá y un lenguaje técnico poco entendible, además de una práctica política por parte de las dirigencias de la CONFECH que avalan y mantienen este estado de cosas, han llevado a que se presenten en los hechos la necesidad de refundar nuestros espacios organizativos por mecanismos más democráticos.
Hay que sacar a las Federaciones de la inmovilidad, haciendo que pesen las asambleas, discusiones, decisiones e iniciativas de la base.
El potenciamiento de nuestra lucha, será además, un aliciente, y un potente gesto de solidaridad para con los pescadores artesanales, trabajadores salmoneros y el pueblo chilote, que vienen desarrollando una destacable lucha contra el gobierno (nacional y regional) y sus fuerzas represivas.
La marcha del 11 de mayo podemos utilizarla como un dinamizador, que nos permita avanzar a superar la movilización por hitos. En ese camino además, podremos solidarizar en la práctica con Chiloé, y desarrollar un proceso de democratización de nuestros propios espacios organizativos.