Saltar al contenido principal
Page 7 of 19
1 5 6 7 8 9 19

Banco Mundial: Latinoamérica debe invertir en primera infancia, docencia y gestión

Redacción: EFE

La mitad de los estudiantes latinoamericanos de educación básica no aprende lo mínimo para contar con herramientas que los ayuden a desarrollar su vida adulta y la única manera de contrarrestar ese presente y futuro desolador es la inversión en la primera infancia, la docencia y la gestión educativa.

Esa es la apuesta del Banco Mundial que, a través de su economista principal de la Práctica Global de Educación para América Latina, el mexicano Rafael de Hoyos, defiende para que los Estados de la región reduzcan los índices de bajo o nulo aprendizaje.

Más de 79,6 millones de estudiantes escolarizados «no aprenden, de acuerdo a las pruebas estandarizadas», como el Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA), sobre todo porque «tenemos sistemas educativos que no solo reproducen la desigualdad del ingreso, sino que la exacerban», advierte De Hoyos en entrevista con Efe.

A pesar de que en las últimas décadas la región ha visto un aumento de la cobertura a prácticamente la totalidad, «no se tomó en cuenta la calidad de los docentes, que son el actor más importante del sistema educativo», advierte el economista.

A ese contexto se suma que los sistemas educativos de Latinoamérica «no cumplen con funciones sociales básicas, como la promoción de la movilidad social», además de la falta de atención de los Gobiernos a la primera infancia, los primeros 1.000 días de vida que son fundamentales.

De ahí que más de 79,6 millones de estudiantes no puedan comprender un texto, no sepan organizar ideas de manera escrita ni operaciones básicas de matemáticas para resolver operaciones cotidianas, lo cual es «tristísimo», porque «si hay una bola de cristal que me pueda ayudar a ver el futuro, esa sería la actualidad del sistema educativo».

Esa «desatención», «si lo vemos desde un punto de vista de contrato social, es un gran fraude», advierte De Hoyos, pues mientras los contribuyentes pagan sus impuestos el Estado debería «proveer servicios básicos, como la educación y los sistemas educativos deben hacer que los jóvenes aprendan».

Todo comienza con el drama de las zonas rurales y de extrema pobreza, pues ahí «la madre no va a revisiones, el niño nace con una desventaja de sus potencialidades, no recibe alimentación adecuada ni estimulación temprana y todo eso genera que en sus primeros 1.000 días no consiga el desarrollo adecuado».

En contraste a ese niño, narra De Hoyos, está la familia con posibilidades económicas, que tiene consciencia de la alimentación adecuada, de la estimulación, de la lectura y el apoyo emocional.

A eso se suma el tipo de educación que recibirán ambos, en contexto privado y público, «con docentes preparados» o «en condiciones deplorables», dando como resultado la «exacerbación de las brechas de aprendizaje».

Aunque De Hoyos reconoce que entre los casi 80 millones de estudiantes que no aprenden hay públicos y privados, asegura que se trata de «una anomalía» cuando hay alumnos que vienen de contextos con todas las posibilidades de desarrollo, pues «la relación entre los logros de aprendizaje con aquellos que tuvieron todas las condiciones es altísima».

La falta de aprendizaje, apunta el economista del Banco Mundial, es la causa principal del abandono escolar que se refleja en un total de 20 millones de «Ninis» o jóvenes que ni estudian ni trabajan, a quienes algunos Gobiernos, como el mexicano ha apostado por becarlos y eso «es un error garrafal».

«Si se va a la escuela y no se sabe sumar, restar, multiplicar y dividir y toca entrarle al álgebra, el estudiante está frito», describe De Hoyos, quien critica las becas que el presidente Andrés Manuel López Obrador instituyó, pues, «ni con un millón de dólares podría ayudarle a ese estudiante a aprender álgebra», asegura.

Según De Hoyos, no se trata solo de atender «la falta de recursos», porque ahí «la solución sí sería solo la transferencia de recursos», pero es necesario instruir «programas focalizados» que traten de «reducir la brecha educativa», como los refuerzos a las habilidades cognitivas y las habilidades socioemocionales.

Pero, lo más importante, acota, es la voluntad política, la continuidad y la inversión en los tres rubros más determinantes: primera infancia, docentes y gestión educativa.

En promedio, dice, «nuestros países la educación media y superior es el gran cuello de botella, mientras que en Guatemala es la secundaria o ciclo básico». Pero Chile, que es el gran ejemplo latinoamericano, «tiene tasa de graduación del 80 por ciento en el grado 12» y todo por la continuidad a la inversión de la educación primaria.

Y la fórmula es «atender el flujo y el ‘stock’ (inventario o cantidad), pues los Ninis ahí van a estar y hay que saber de dónde vienen. Es como una alberca que está llena de agua; para vaciarla tenemos antes que darnos cuenta de la pipa que la está alimentando. Hay que parar el flujo y abordar el ‘stock'».

El flujo «es la deserción escolar», mientras que el «stock» «es la combinación de fortalecimiento de habilidades socioemocionales y fortalecimiento de habilidades cognitivas, además de la formación de competencias profesionales», afirma De Hoyos, quien añade que otro problema es que para atender a los Ninis hay que «hacer trajes a la medida».

Sin embargo, es posible reducir la brecha y ese número dramático de la mitad de estudiantes que no aprenden «concentrando la política de primera infancia en hogares que tienen niños de 0 a 3 años y que están por debajo de la línea de la pobreza y enviar a los mejores profesores donde hay mayores índices de deserción», concluye.

Fuente: https://www.efe.com/efe/america/sociedad/banco-mundial-latinoamerica-debe-invertir-en-primera-infancia-docencia-y-gestion/20000013-3998873

Comparte este contenido:

La Fundación Horstmann, el pedagogo Tonucci y ‘Cinco continentes’ de RNE ganan los Premios Unicef

África/13 Junio 2019/Fuente: El país

Este martes reciben el reconocimiento por su compromiso para conseguir cambios reales en la vida de niños y niñas

El proyecto de atención primaria pediátrica y mejora de la salud comunitaria que la Fundación Pablo Horstmann lleva a cabo en Meki (Etiopía) es uno de los ganadores de los Premios Unicef Comité Español, que serán entregados este martes en Madrid. Este año, los galardones, que reconocen el compromiso de personas o instituciones para conseguir cambios reales en la vida de la infancia, se entregarán también al pedagogo Francesco Tonucci —por su trayectoria vital y profesional en la defensa de los derechos de los niños— y al programa de Radio Nacional de España Cinco continentes, por su labor de difusión de la situación de vulnerabilidad de los más pequeños en todo el mundo.

Ana Sendagorta, presidenta de la Fundación Horstmann, lleva a sus espaldas años de cooperación como cirujana oftalmóloga en Kenia. “Aunque no fuera la primera vez que entraba en contacto una realidad tan tremenda como la de Meki, no dejó de sorprenderme. Salir de nuestra burbuja de bienestar y enfrentarse al contexto de una población que lucha cada día y que no se atreve ni a soñar con un futuro mejor, siempre es duro. Me parecía increíble que aún en 2011 existieran tantas personas sin acceso a cuidados médicos”, recuerda.

En Etiopía, hay tres médicos por 100.000 habitantes. En Meki, ni uno para más de 170.000 personas. El hospital más cercano se encuentra en Adama, a 78 km, pero para los casos más graves es necesario llegar hasta Gambo o Adís Abeba, a casi tres horas de coche. Desde 2012, la población infantil de Meki puede ser atendida de manera gratuita en la clínica pediátrica Let children have health de la Fundación Horstmann.

“Antes nos dedicábamos a intentar paliar la falta de centros sanitarios en la regiones kenianas de Turkana y Lamu, pero en 2011 las misioneras salesianas presentes en Meki nos informaron de que el pequeño orfanato de la provincia de Oromía necesitaba ayuda para salir adelante”, explica Sendagorta. “Nos encontramos con una situación de la infancia muy preocupante. Casi la mitad de las familias contaba con un huérfano acogido. Las tasas de escolarización eran muy bajas y la malnutrición era un problema muy frecuente”.

La clínica, que atendió a más de 20.000 niños en 2018, se enfrenta sobre todo a casos de malnutrición, en un país en el que el 52% de los niños y niñas menores de cinco años están moderada o severamente malnutridos, según datos de Unicef de 2014. “También hay otros casos de enfermedades relacionadas con la pobreza y la falta de higiene, así como contagios del VIH de madre a hijo”, agrega la presidenta de la Fundación.

El próximo mes de julio, la clínica ampliará sus instalaciones para potenciar el cuidado prenatal y posterior al parto —en una región donde el 80% de las mujeres dan a luz en sus casas—, además de unidades centradas en tuberculosis y VIH, entre otras especialidades.

En la categoría Comunica, el premio ha recaído en el programa Cinco ContinentesRadio 5 (RNE). El jurado —compuesto por varias personalidades del mundo académico, del tercer sector y de la comunicación— ha reconocido “la sólida trayectoria del programa, el tratamiento informativo de los temas relacionados con la infancia, su enfoque desde la diversidad y el compromiso del equipo de profesionales en la promoción y la defensa de los derechos de los niños”.

El programa ha sido galardonado por dar espacio tanto a temas de actualidad relacionados con la infancia (por ejemplo, los flujos migratorios de Centroamérica o el impacto sobre los niños del terremoto en Indonesia) como a sujetos a menudo olvidados por los medios (como los niños soldados en Sudán del Sur o la desnutrición en el Congo).

“Es un premio muy colectivo”, sostiene María Eulate, directora de Cinco continentes. “Cada día contamos con un equipo numeroso para elaborar temas de actualidad y otros más a fondo. Al ser un programa de servicio público, disponemos de espacio para abordar estas cuestiones”.

Eulate admite que le impacta especialmente tener que contar la “dureza de la cotidianidad” de algunas situaciones a las que se enfrentan los menores. “El frío que sienten en las tiendas de campaña de los campamentos de refugiados, el cansancio de las caravanas de migrantes, el miedo…”, enumera. La periodista reconoce que a veces los medios tienden a dramatizar. “Nos quedamos en las cifras, pero hace falta hablar más con la gente, poner rostro a los datos”.

El tercer galardón lleva el nombre de Joaquín Ruiz-Giménez, presidente de Unicef España desde 1988 a 2001, y se concede a título individual a personas con una trayectoria vital y profesional que destacan por su dedicación al avance en los derechos de la infancia. Este año ha recaído en el pedagogo italiano Francesco Tonucci.

Durante más de 50 años, el pensador se ha dedicado al estudio del comportamiento infantil en el ámbito de la familia, la escuela y la ciudad, “siempre con ojos de niño”, según el jurado.

“Mis propuestas me parecen tan de sentido común que no deberían ser consideradas revolucionarias”, asegura el pedagogo. “Pero, lamentablemente, es aún necesaria una ley internacional para que los padres quieran a sus hijos”, dice refiriéndose a la Convención sobre los Derechos del Niño, que el próximo mes de noviembre cumplirá 30 años.

“En el ámbito de la educación propongo que se reconozcan las capacidades de cada niño, en lugar de exigir los mismos resultados en las dos asignaturas que interesan a la escuela, es decir, lengua y matemática”, agrega.

Mantener la mirada de niño, según Tonucci, requiere un trabajo constante para intentar seguir interpretando el mundo según el punto de vista de un niño. Pero parece que los adultos padecemos una enfermedad que no hace olvidar de la infancia y repetimos con nuestros hijos los mismos errores de nuestros padres. Yo intento recuperar, al menos en parte, esta sensibilidad estudiando y escuchando”.

Imagen tomada de: https://ep01.epimg.net/elpais/imagenes/2019/06/10/planeta_futuro/1560158678_685176_1560159089_noticia_normal.jpg

Fuente: https://elpais.com/elpais/2019/06/10/planeta_futuro/1560158678_685176.html

Comparte este contenido:

¿Cómo se mide la calidad del cuidado infantil?

América Latina/06 Junio 2019/Fuente: El país

América Latina y el Caribe carecen de instrumentos adecuados para medir y garantizar las buenas prácticas en la atención a los niños

Comparte este contenido:

«Invertir en la educación infantil es la mejor estrategia contra el crimen»: James Heckman, nobel de Economía

Presenta: BBC

 

 

James Heckman ya había ganado el Premio Nobel de Economía cuando empezó a dedicarse al tema por el que pasaría a ser realmente conocido.

Se trata de la primera infancia —de 0 a 5 años de edad—, la relación de esta con la desigualdad social y el potencial que hay en esta fase de la vida para lograr cambios capaces de sacar a la gente de la pobreza.

Heckman llegó a la conclusión de que invertir en la primera infancia es una estrategia eficaz para el crecimiento económico. Él calcula que el retorno financiero de cada dólar gastado es de los más altos.

Esto se debe a que, en la etapa entre el nacimiento y los 5 años de edad, el cerebro se desarrolla rápidamente y es más maleable. (más…)

Comparte este contenido:

“Donde todo comienza”: el documental que evidencia el impacto de la educación inicial

 

Redacción: CIEC.Edu

Tres familias protagonizan un documental que pone en evidencia el impacto positivo que puede tener la asistencia a una sala cuna o jardín infantil en el desarrollo de niños y niñas. Un lugar que ha sido diseñado especialmente para ellos.
Escrito por: Camila Londoño
 
“Lo importante es que estos espacios permiten el juego libre de niños y niñas. Le dan más autonomía y al estar todo construido para ellas y ellos, les permite la visualidad. Aquí estamos construyendo memoria, por eso el entorno es muy importante. Y esta memoria se apoya en la lugaridad y el apego espacial de niños y niñas. La lugaridad es la relación de pertenencia con el lugar; los niños tienen derecho a una estética. El apego espacial, es aquel afecto que se establece con el lugar que es parte muy importante en el desarrollo de los niños”. Estas son algunas de las palabras de la Arquitecto de la JUNJI, Myriam Pilowsky, quien resume a grandes rasgos la esencia del documental Donde todo comienza: Más salas cuna y jardines para Chile, una producción de la Junta Nacional de Jardines Infantiles que pone en evidencia a través de tres historias, el impacto que ha tenido y puede tener el aumento de cobertura de la educación parvularia en Chile.Resultado de imagen para educacion inicialRodrigo Bascuñán y Ana Cotal, padres de Diego, un niño con Síndrome de Down; Jorge Escobar, un padre soltero que cuida de sus tres hijos y Savka Pewmay, una joven que fue madre adolescente y ahora intenta terminar sus estudios, son algunos de los padres que gracias a la construcción de nuevas salas cuna y jardines infantiles públicos de calidad, han tenido el inmenso beneficio de que sus hijos accedan a la educación inicial en un periodo de vida que es fundamental para el desarrollo presente y futuro.

Donde todo comienza: Más salas cuna y jardines para Chile narra la experiencia de estas familias, la realidad de su cotidianidad y el impacto positivo de la educación que reciben sus pequeños hijos.

En una hora se evidencia también la nueva infraestructura de estos establecimientos educativos. Salas con amplios espacios, luz natural, colores llamativos y paredes eficientes que mantienen el calor, son solo algunos de los elementos que se destacan en espacios que sin duda alguna fueron pensados para generar experiencias pedagógicas significativas y de primer nivel. En estas salas cunas y jardines, los hijos de Rodrigo, Ana, Jorge y Savka Pewmay y los de muchos otros padres, son verdaderos protagonistas de un aprendizaje donde el juego, el movimiento libre y el afecto, son fundamentales.

“… es un periodo de la vida en la que necesitan desplazarse, que necesitan moverse, que necesitan interactuar con otros en espacios amplios. El concepto de bancos de trabajo, de mesas de trabajo, la estamos reemplazando por el espacio de exploración y de aprendizaje para los niños. Estamos hablando de ambientes de aprendizaje que conlleva tanto a las interacciones como el espacio físico”, afirma Antonia Cepeda en el documental (Directora Técnico Pedagógico JUNJI).

JUNJI

El documental no sólo muestra el avance en materia de cobertura, también confirma la importancia de invertir en la primera infancia con espacios educativos que realmente tengan un impacto en los niños, las familias y la sociedad.

“Existe suficiente evidencia para asegurar el impacto positivo que la educación de calidad tiene en el desarrollo y en la vida de niños y niñas. Sabemos que en esta etapa se sientan las bases para el aprendizaje futuro, así que al invertir en este nivel se está invirtiendo en todos los niveles posteriores. Sabemos también que el costo-efectividad de invertir en este nivel, es mucho mayor que en los niveles superiores y que disminuye las brechas socioeconómicas. Invertir en educación inicial es un imperativo moral pues permite potenciar el desarrollo de niños y niñas y apoyar a sus familias para mejorar la calidad de vida de sus integrantes, y es la mejor herramienta que tiene un país para asegurar que su población se desarrolle, y a la vez, mejore la productividad del país”, afirma María Jesús Sánchez, Directora de Investigación en Elige Educar y Magíster en Política Social y Planificación, tras la exhibición del documental.

JUNJI

La producción audiovisual de la JUNJI es una invitación importante a entender el impacto que puede tener una educación inicial de calidad en cualquier contexto socioeconómico y en distintas zonas del país. Los padres que protagonizan esta historia son testigos de este impacto, son testigos de cómo sus hijos, gracias a estos espacios y el trabajo de grandes educadoras, desarrollan su máximo potencial, aquel que marca el inicio clave de una vida llena de logros y aprendizajes.

Fuente: http://ciec.edu.co/multimedia/donde-todo-comienza-el-documental-que-evidencia-el-impacto-de-la-educacion-inicial/

 

Comparte este contenido:

Entrevista a Mercedes Mayol Lassalle, vicepresidenta Regional para LATAM de OMEP

América del Sur/ Argentina/ 29.04.2019/ Fuente: ar.radiocut.fm.

24 de abril, 2019 12:09

00:00 / 30:06

9 reproducciones

Primera infancia y educación inicial con Mercedes Mayol Lassalle, Vicepresidenta regional para América Latina de la OMEP (Organización Mundial para la educación Preescolar). Una entrevista realizada por Laura Hojman para «Nuestra Mirada», por FM Secla 106.1

 

Fuente de la entrevista: https://ar.radiocut.fm/audiocut/entrevista-a-mercedes-mayol-lassalle-vicepresidenta-regional-para-latam-omep/?replay=1#.XMDh9ituBSg.facebook

Comparte este contenido:

Primera infancia: educación y cuidados

Redacción: Elizabeth Ivaldi

La atención y educación de la primera infancia posee una rica historia a nivel mundial. Friedrich Froebel creó en 1840 en Blankerburg, Alemania, la primera institución destinada a los niños pequeños, inspirado en las ideas de Enrique Pestalozzi y en sus propias vivencias, ya que su madre falleció cuando él tenía apenas nueve meses de edad. La denominó “kindergarten” o “jardín de infantes”, sintetizando de esa forma las características principales que debía tener esa primera educación: espacios amplios, vida al aire libre, actividad y juego. Por otra parte, consideraba que, tal como sucede con las plantas del jardín, los cuidados que se le brinden a los niños desde que nacen influyen en su desarrollo y crecimiento tanto en el presente como en su vida futura. En 1839, previo a la creación del primer jardín de infantes, Froebel implementó un curso para “guías de la infancia”, con alta participación femenina. En 1844 publicó Cantos a la madre, con el propósito de transformar las acciones intuitivas aplicadas en la crianza de los niños en intervenciones que contribuyeran a su bienestar y desarrollo, en el entendido de que la atención y educación de los niños pequeños debe ser compartida entre la institución y la familia. Para ello creó los “dones”,1 considerados los primeros juguetes didácticos de la historia, utilizados por las madres en sus hogares y por las educadoras en el jardín de infantes. En los años siguientes y hasta su fallecimiento, en 1852, Froebel se dedicó a difundir por toda Europa, no sin detractores, los beneficios de su obra.

Durante la segunda mitad del siglo XIX, siguiendo las ideas de Froebel, los países europeos crearon jardines de infantes dotándolos de características propias. En Latinoamérica, los primeros jardines de infantes comenzaron a crearse a fines del siglo XIX y principios del XX, la mayoría de ellos por el conocimiento que se tenía de la experiencia europea. En Uruguay, la fundación del primer jardín de infantes público-estatal se encuentra estrechamente ligada a la figura de la maestra Enriqueta Compte y Riqué, a quien se le encomendó llevar a la práctica las ideas ya expresadas por José Pedro Varela desde 1874 en su obra La educación del pueblo. Previo a esa creación, que se concretó en 1892, Enriqueta viajó a Europa a conocer la experiencia de los jardines de infantes desarrollada en varios países de ese continente. A su regreso organizó y dictó los cursos preparatorios para maestras de jardín de infantes, y colaboró en la resolución de las dificultades que obstaculizaban la creación de este tipo de instituciones. Uruguay fue pionero en América Latina al crear el primer jardín de infantes dentro del sistema educativo público, oficiando de referente para autoridades y educadores de varios países de la región.

Como queda demostrado, el siglo XIX fue determinante a nivel mundial para superar la visión puramente caritativa que hasta entonces dominaba la atención de la infancia. “El nacimiento de una escuela infantil pública, administrada por el Estado [contribuyó a dar el paso] desde una concepción de la infancia como edad que hay que proteger a la de una edad social que hay que educar”.2

El siglo XX trajo consigo importantes cambios sociales junto con un creciente papel del Estado en la organización de la sociedad, incluida la educación de las personas. Esto impactó, entre otras cosas, en la conceptualización acerca de la infancia, que comenzó a ser considerada un grupo social con características propias. Se desarrollaron desde entonces dos “historias paralelas”, la de la infancia y la de las instituciones a cargo de su atención y educación.

Uruguay ha venido cumpliendo con creces ese desafío, expandiendo la educación inicial en el sistema público, creando planes de atención a la infancia y la familia junto con la sociedad civil organizada, promoviendo desarrollos curriculares específicos, ejerciendo la reglamentación y el control de los centros de educación inicial privados, mejorando la formación de docentes y educadores, actualizando las leyes vigentes. Hoy somos pioneros en América Latina en lo que refiere a cobertura y obligatoriedad en esta etapa, tal como lo fuimos en 1892 al crear el primer jardín de infantes en un sistema educativo público-estatal.

Este ejercicio de revisar, aunque brevemente, la historia pretende valorar los caminos transitados con el propósito de generar reflexión y compromiso ante los desafíos que nos demanda el tiempo presente.

Durante marzo, con motivo del Día Internacional de la Mujer, con razón y con derecho, colectivos feministas continuaron reclamando más y mejores acciones de cuidados hacia los niños pequeños. Desde el Sistema Nacional Integrado de Cuidados se extreman esfuerzos para cumplir con ese cometido impulsando y apoyando las respuestas que solidariamente se generan en los lugares de estudio y de trabajo. Lo que a algunos nos preocupa, en función del recorrido histórico antes realizado, es el énfasis puesto por quienes reclaman y por quienes tienen a su cargo la implementación de las acciones, en la creación de “nuevos centros de cuidados” o, en el mejor de los casos, de “nuevos centros de educación y cuidados”.

Los países que poseen experiencia en intentar resolver la carga desigual de los cuidados nos demuestran que es posible recorrer otros caminos que contribuyan a empoderar y acompañar a las familias en el cuidado y la crianza de sus hijos, lo que beneficia a los niños, a sus referentes familiares y a la sociedad en general. Por ejemplo, mediante el aumento de las licencias parentales o aplicando criterios de flexibilidad en el horario a cumplir por trabajadores o estudiantes madres y padres con hijos pequeños, o habilitando la compensación de horarios, o el uso de licencias especiales. Estas acciones amplían las posibilidades de complementar el trabajo o estudio de los referentes familiares con la crianza de sus hijos y con la concurrencia del niño a instituciones de Atención y Educación en Primera Infancia (AEPI),3 creadas con ese fin y debidamente supervisadas.

Transitar únicamente el camino de la institucionalización de los niños pequeños durante el horario de trabajo o estudio de sus referentes familiares creando centros “a demanda”, o modificando sensiblemente la organización interna de los centros educativos existentes, no resulta más económico, pero puede ser más peligroso.

En 2017, representantes de la educación inicial de varios países de Latinoamérica y el Caribe, nucleados en la Organización Mundial para la Educación Preescolar,4 reunidos en Montevideo, hicieron un “Llamamiento urgente a considerar el cuidado y la educación como prácticas inseparables en las políticas públicas para la primera infancia”.5

De esa forma manifestaron su preocupación por considerar que las políticas de cuidados hacia los niños pequeños “se implementan mayoritariamente a través de ‘servicios’ que resultan parciales, caracterizados por la escasa inversión y la baja calidad […] La experiencia latinoamericana demuestra que tales políticas refuerzan la desigualdad, al ofrecer servicios precarios a los niños y niñas de los sectores más vulnerados”. En forma propositiva, en dicha declaración instan “a los Gobiernos de los Estados Latinoamericanos, a sus funcionarios, legisladores y otros actores políticos y sociales que participan en la definición o ejecución de las políticas públicas destinadas a la AEPI”:

a) a reformular las concepciones, los supuestos y las estrategias que las sustentan, reconociendo: – que la educación desde el inicio de la vida debe ocupar un lugar central en la formación integral de las personas; – que los cuidados deben formar parte de la ética inherente a las políticas estatales dirigidas a todos los seres humanos, en todos los campos de acción; – que cuidar y educar constituyen prácticas sociales inseparables e ineludibles en la primera infancia, para garantizar el cabal cumplimiento de los derechos humanos y el desarrollo pleno de las personas; – que el conocimiento y la formación profesional resultan indispensables para llevar a cabo una AEPI de calidad, en esta etapa clave para el desarrollo integral del ciudadano.

b) a valorar los avances ya producidos y la inversión realizada en América Latina: – en la construcción, implementación y desarrollo de una importante red de centros de AEPI; – en la implementación y consolidación de planes y programas de formación docente específicos, signo de progresismo y de la calidad de la educación inicial latinoamericana, desde su surgimiento hace más de un siglo hasta el momento actual; – en el diseño y la ejecución de políticas públicas de AEPI que se sustentan en las buenas experiencias llevadas a cabo desde los sectores educativo, de salud y de desarrollo social.

c) a redefinir las políticas públicas para la primera infancia en función del respeto por el interés superior del niño – prestando especial atención al equilibrio entre las respuestas implementadas en función de los derechos y las necesidades de los niños y las niñas, y de las personas adultas que los tienen a su cargo; – generando una adecuada sinergia entre los diferentes programas y servicios, evitando las fragmentaciones, que atentan contra la integralidad de las intervenciones y provocan pérdida de recursos; – invirtiendo los recursos financieros necesarios para hacer efectivos los derechos de la primera infancia y su interés superior.

Quienes suscriben esta declaración finalizan señalando: “Los avances producidos a lo largo de la historia en la atención y educación integral de la primera infancia son el fruto de una larga lucha llevada a cabo por mujeres, por militantes de derechos humanos, por educadores y ciudadanos en general”.


  1. Los “dones” de Froebel son una serie de juguetes concebidos para estimular el desarrollo del niño. En el jardín de infantes 213, Enriqueta Compte y Riqué, del Consejo de Educación Inicial y Primaria se encuentra una de las colecciones más completas existentes en el mundo en el momento actual. 
  2. Frabboni, Franco (1987), La educación del niño de cero a seis años. Bogotá: Cincel Kapelusz. 
  3. El de AEPI es un concepto acuñado por UNESCO, que refiere a la promoción del desarrollo y los aprendizajes integrales desde el nacimiento hasta la edad de ocho años. 
  4. La Organización Mundial para la Educación Preescolar es la organización más antigua dedicada al bienestar general, el desarrollo óptimo y la educación de los niños desde el nacimiento hasta los ocho años. Posee estatus consultivo con la Organización de las Naciones Unidas y UNESCO desde su fundación, en 1948. www.omep.org.uy
  5. Disponible en www.omep.org.uy/wp-content/uploads/2015/06/Declaraci%C3%B3n-de-la-Asamblea-Latinoamericana-de-la-OMEP-2017-version-definitiva.pdf

Fuente: https://ladiaria.com.uy/articulo/2019/4/primera-infancia-educacion-y-cuidados/

Comparte este contenido:
Page 7 of 19
1 5 6 7 8 9 19
OtrasVocesenEducacion.org